Los días siguientes se convierten en una mezcla perfecta de trabajo, planificación y pequeños momentos de intimidad que reafirman el amor que Jake y Sunghoon comparten. Entre la emoción de preparar la expansión de Moonlight Sun, los dos descubren que incluso las decisiones más complejas pueden ser emocionantes cuando las toman juntos.

Es un sábado soleado cuando deciden visitar una librería local para buscar inspiración para el diseño de la nueva sucursal. Jake, con una lista de ideas en la mano, camina emocionado entre los estantes, mientras Sunghoon lo sigue, con una sonrisa tranquila en el rostro.

—Mira esto, Hoonie —Dice Jake, mostrando un libro lleno de imágenes de cafeterías temáticas. Sus ojos brillan con emoción—. ¿Qué tal algo como esto?

Sunghoon observa la página con atención.

—Es bonito, pero siento que falta algo... Tal vez podríamos incorporar algo más personal. Algo que refleje realmente nuestra historia —Completa Jake, levantando la mirada hacia Sunghoon.

Sunghoon asiente, tomando el libro de las manos de Jake y hojeándolo mientras su mente empieza a imaginar cómo podría ser ese lugar. Finalmente cierra el libro y lo abraza contra su pecho, mirando a Jake con una sonrisa.

—Ya sé. Hagamos que este lugar no solo sea una extensión de Moonlight Sun, sino un puente entre nuestras vidas. Un espacio que hable de Brisbane, de Seúl y de nosotros.

Jake se detiene un momento, procesando lo que Sunghoon acaba de decir.
—¿Cómo sería eso exactamente?

—Piensa en ello, podríamos tener elementos que representen las ciudades que nos conectan. Tal vez una pared llena de fotografías de los lugares que hemos visitado juntos. Rincones decorados con detalles coreanos y australianos. Y, por supuesto, un espacio especial para nuestras peluditas —Responde Sunghoon, cada vez más entusiasmado.

Jake ríe, tomando la mano de Sunghoon.
—Eres increíble, ¿lo sabías? Siempre tienes una idea brillante para todo.

—No es brillante, es simplemente lo que siento. Quiero que este lugar sea un recordatorio constante de lo que hemos construido.

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Después de comprar algunos libros y cuadernos para tomar notas, deciden caminar por la ciudad, buscando inspiración en los rincones más inesperados. Pasan horas recorriendo calles, parques y cafeterías, soñando despiertos sobre el proyecto que tienen entre manos.

Cuando el sol comienza a ponerse, los dos se sientan en un banco cerca del río, disfrutando del espectáculo del cielo pintado en tonos de naranja y rosa. Jake apoya la cabeza en el hombro de Sunghoon, mientras él le rodea con un brazo.

—¿Te das cuenta de cuánto hemos cambiado desde que nos conocimos? —Pregunta Jake en voz baja.

—Sí, pero siento que ha sido para mejor —responde Sunghoon, dejando un beso en la frente de Jake—. Me has enseñado a apreciar las pequeñas cosas, a disfrutar del momento.

Jake sonríe, cerrando los ojos por un instante.
—Y tú me has enseñado que los sueños grandes no son imposibles, siempre y cuando tenga a alguien como tú a mi lado.

Ambos se quedan en silencio, simplemente disfrutando de la compañía del otro mientras el mundo sigue girando a su alrededor. En ese momento, Sunghoon saca su teléfono y abre una carpeta que ha estado guardando en secreto.

—Mira esto, Jakey.

Jake se endereza y toma el teléfono, viendo las imágenes que Sunghoon le muestra. Son bocetos y planos iniciales de la nueva sucursal de Moonlight Sun, junto con ideas de menús y posibles nombres para el lugar.

—¿Cuándo hiciste todo esto? —Pregunta Jake, sorprendido.

—En las noches que no podía dormir. Pensaba en nosotros, en este proyecto, y simplemente me dejaba llevar.

Jake observa cada detalle, sintiendo cómo su corazón se llena de gratitud y amor.
—Es perfecto, Hoonie. No puedo creer que hayas hecho todo esto por nosotros.

—Siempre lo haré, Jake. Porque esto es más que un proyecto; es nuestra vida, nuestro futuro.

Jake no puede contenerse y abraza a Sunghoon con fuerza, dejando que las emociones fluyan libremente.
—Te amo, Hoonie. Más de lo que las palabras pueden expresar.

—Y yo te amo a ti, Jakey. Siempre.

Esa noche, de vuelta en su apartamento, los dos se sientan en el sofá con sus peluditas acurrucadas junto a ellos. Mientras revisan los detalles de su proyecto, Sunghoon toma la mano de Jake y lo mira directamente a los ojos.

—¿Sabes? No importa cuánto trabajo nos tome, cuántos obstáculos tengamos que superar. Mientras estés conmigo, todo valdrá la pena.

Jake asiente, apretando suavemente la mano de Sunghoon.
—Siempre estaré contigo, Hoonie. Porque tú eres mi hogar.

En ese instante, ambos sienten que han encontrado el equilibrio perfecto entre sus sueños y su amor. Saben que el camino no será fácil, pero están listos para enfrentarlo juntos, con la certeza de que mientras estén uno al lado del otro, no hay nada que no puedan lograr.

Gracias por leer la historia 💘