La noche en Brisbane es tranquila, el cielo despejado permite que un manto de estrellas cubra la ciudad.

Jake y Sunghoon, después de un largo día en Moonlight Sun, deciden tomarse un respiro, alejándose de las preocupaciones cotidianas.

Llegan un rincón tranquilo en la colina que da vista al río, un lugar que Jake había descubierto en una de sus caminatas por Brisbane, y que desde entonces se había convertido en su refugio.

Se instalan sobre una manta, con la suave brisa acariciándolos y el sonido del agua corriendo en el fondo.

Sunghoon, acostado con la cabeza apoyada en el regazo de Jake, mira las estrellas con una expresión serena. Jake, sentado a su lado, acaricia su cabello con una ternura que parece no agotarse nunca.

—¿Sabes? —Dice Sunghoon de repente, con la mirada aún perdida en el cielo—. Siempre pensé que el éxito sería lo más importante para mí. Crecer en Seúl, construir mi propio imperio... Pero ahora, cada vez que pienso en lo que realmente quiero, todo lo que veo eres tú.

Jake, sorprendido por la confesión, sonríe tímidamente y sigue acariciando su cabello, sin apartar los ojos de Sunghoon.

—Hoonie, no tienes idea de lo mucho que significa escuchar eso —Responde Jake en voz baja, con el corazón palpitando más rápido—. A veces siento que te estoy reteniendo aquí, que deberías estar allá, haciendo grandes cosas.

Sunghoon se incorpora levemente, apoyando el peso de su cuerpo en un codo, para mirar a Jake a los ojos.

—No estás reteniéndome en absoluto, Jake. Estar contigo... me hace sentir más completo que cualquier éxito en Seúl. Es como si, por primera vez en mucho tiempo, supiera exactamente dónde debo estar.

Jake lo mira con una mezcla de adoración y sorpresa, como si las palabras de Sunghoon fueran la clave que necesita para despejar sus inseguridades.

—Entonces, ¿Brisbane realmente podría ser ese lugar para ti? —Pregunta Jake, su voz reflejando la esperanza de que lo que sentía no fuera solo un sueño pasajero.

—Brisbane, Seúl, o cualquier otro lugar del mundo. No importa dónde estemos, siempre y cuando estemos juntos. —Sunghoon toma la mano de Jake, entrelazando sus dedos—. He pensado en todo lo que hemos pasado, en los momentos difíciles, en las decisiones que tenemos que tomar, y me doy cuenta de que no me importa dónde termine. Solo quiero que estemos bien, que construyamos algo que valga la pena, y eso eres tú, Jake.

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Jake no puede evitar que una sonrisa ilumine su rostro al escuchar esas palabras, y con el corazón lleno de amor, se inclina para besar suavemente a Sunghoon.

Es un beso delicado, pero cargado de emociones, como si ambos quisieran transmitir todo lo que sienten por el otro, sin necesidad de hablar.

Cuando se separan, Jake deja escapar un suspiro, apoyando su frente contra la de Sunghoon.

—Eres increíble, ¿lo sabías? —Murmura Jake—. No sé cómo tuve tanta suerte de encontrarte.

—Yo también me siento afortunado, Jake. —Sunghoon lo abraza con fuerza, como si quisiera asegurarse de que nada ni nadie los separara—. A veces siento que todo esto es un sueño, pero si lo es, no quiero despertar.

Jake ríe suavemente, acariciando la nuca de Sunghoon mientras se acurruca más cerca de él.

—Si esto es un sueño, Hoonie, es el mejor que he tenido.

El silencio los envuelve por un rato, pero no es incómodo; al contrario, es reconfortante. Las estrellas continúan brillando sobre ellos, testigos silenciosas de la conexión profunda que comparten.

Jake observa cómo la brisa mueve ligeramente el cabello de Sunghoon, dándole un toque casi de fantasía, su verdadero Príncipe Azul de carne y hueso.

Sunghoon se acomoda aún más cerca de Jake, abrazándolo por la cintura mientras apoya la cabeza en su pecho.

—Así es como me siento contigo todos los días, Jake. —Murmura, su voz apagada pero cargada de sinceridad—. Como si el mundo se detuviera.

Jake lo abraza con fuerza, besando sus labios con ternura.

—Me siento igual, Hoonie. Mientras estemos juntos, todo estará bien.

La noche continúa en calma, y Jake y Sunghoon permanecen abrazados, observando las estrellas y el río, sintiendo que, aunque el futuro pudiera traer desafíos, lo enfrentarán juntos.

En ese momento, bajo las estrellas y el cielo infinito, su amor parece no tener límites.

Y eso es lo único que realmente importa.

Gracias por leer la historia 💘