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𝟎𝟏𝟐

Gunwook sentía sus manos sudar mientras se acomodaba el uniforme que le había entregado hace una hora atrás Jeonghyeon, la tela apretándose alrededor de sus muslos y sus brazos indicaban que el uniforme era dos veces mas pequeño que su talla normal.

Habían estado entrenando un poco, para que agarrara el ritmo según lo que dijo Jeonghyeon, pero Gunwook quien no era consciente de nada a su alrededor dejo ir el balón unas 100 veces y se perdió en los ojos del pelinegro otras 100.

—Oye, luces incómodo con eso puesto. — El mayor ahora lo veía con algo que Gunwook no lograba descubrir del todo.

Podría ser algo como decepción o vergüenza por lo malo que era jugando cuando dijo que sabía mucho del tema y si antes su manos sudaban ahora probablemente estaban generando un charco.

Los nervios de que el chico delante suyo descubriera que en realidad no sabía nada del Fútbol y solo estaba poniendo excusas para verlo un poco más de cerca y pasar tiempo con el.

—Si, me queda un poco apretado pero está bien.— Jeonghyeon deja salir una risita y eso lo calma porque significa que no ha descubierto nada.

—Vamos, sígueme.— El mayor le hace una señal con su mano para que se mueva junto con el.

Gunwook quizás no quiere ser tan obvio al respecto de sus sentimientos, pera el estar con Jeonghyeon incluso de esta forma es casi como un sueño cumplido, aunque solo sea para patear los estúpidos balones.

—Toma, te quedará mejor.— Gunwook toma la camiseta antes de que el chico se arrepienta de entregársela y nota que llegaron hasta el casillero del que ahora es su entrenador personal.

"Es realmente un sueño, tiene que serlo" Es lo que piensa mientras mira la camisa con el apellido grabado de Jeonghyeon en la parte de atrás.

El solo hecho de que esté hombre este parado frente a el lo hace sentir que todos sus muros son de plástico, la mirada profunda, esa voz gruesa y ronca, todo el, tienen a Gunwook cometiendo pecados en sus pensamientos constantemente.

El principal es estar pensando de esa forma de alguien que tiene novia.

—Es tuya?— Jeonghyeon asiente y le sonríe, aunque sea una sonrisa muy pequeña ya es suficiente para que su corazón palpite.

—Te quedará mejor.— Gunwook siente sus mejillas explotar en rojo vivo por lo antes dicho.

—Gracias.

El ambiente se ve totalmente arruinado cuando alguien más entra por la puerta de los vestidores. No puede evitar el suspiro que deja caer cuando el chico de gran estatura se acerca a ellos en vez de ignorarlos como le hubiera gustado que lo haga.

—Bueno, Hola a ti también.

—Te pido de favor y amablemente que no me molestes Lee.— El mayor se ríe de el y patea su tobillo, con diversión.— Eso duele, por qué eres tan grosero y patán?

Gunwook quien estaba al tanto de la conversación estallo en risa dos segundos después de escucharlo hablar, ambos lo miran como si no entendieran el motivo de su risa pero ni el mismo cree que sea real.

Es la primera vez en todos estos años que realmente escucha esos términos en alguien, normalmente la gente diría: eres un estúpido, pendejo, grosero, porque bueno, es super normal decirle a tus amigos cosas como esas, no?

Bueno, puede que no...

El muchacho recién llegado es terriblemente alto, moreno y tiene los ojos de cachorro, su cabello café claro, está muy bien arreglado y peinado, todo el dice "plata, plata, plata".

Incluso su postura es elegante, pura, aunque el uniforme de color rojo chillon este causando estragos malos en su estómago de lo horrible que es, aún con eso, el lo está haciendo lucir como si estuviera a punto de modelar con eso puesto para ir a una Fashion Week o algo.

Gunwook entiende que nunca había sido más consciente de su propia aura hasta este momento, porque jamás en su vida un uniforme le quedaría así de bien y en definitiva no jugaría con eso puesto ni siquiera en un partido con sus amigos de cinco y siete años.

—Hola, mucho gusto, me presento, yo soy Kim Gyuvin y soy el amigo de Jeonghyeon.— Gunwook se limpia su mano antes de alzarla ante el muchacho más alto.

—Park Gunwook.— Le sonríe y en el segundo en que su mano toca la del otro chico, un chispeo horrible se extiende por su brazo.

Rápidamente aleja su mano y la lleva a su pecho, su mirada está igual de sorprendida que la de Gyuvin, ambos se miran de nuevo y el momento en el que sus ojos se vuelven a encontrar es tan incómodo.

Gunwook se da cuenta que lo sucedido hace unos segundos atrás lo hizo asustar, demasiado, es la primera vez que algo como esto le pasa en toda su vida y definitivamente no se siente de lo más bonito como lo hacen ver en los libros románticos.

No son protagonistas de una historia donde se enamoran y hacen una vida juntos, porque duda que ese chispeo sea cosquillas en su panza.

Se siente más como una advertencia.

—Eso es tuyo?— Asiente con su cabeza, aún sin intenciones de decir algo.

El pequeño colgante en su cuello, fue un regalo que había estado con el desde que tiene memoria, sus abuelos se lo habían dado o eso le dijeron.

—Si, no lo robé o algo.— Aclara rápidamente.— Ya sabes, como dicen, podré ser pobre pero honrado.— Intenta bromear y aligerar el ambiente pero de repente no es solo la mirada de Gyuvin, Jeonghyeon también está mirando el dije fijamente.

Jeonghyeon y Gyuvin se miran con la duda en sus ojos, es obvio que esconden algo pero Gunwook no es lo suficientemente inteligente para captarlo y siendo honestos le importa muy poco.

—Lo siento, acabo de recordar que tenía que hacer algo importante, Gunwook podemos dejar esto para después?— El mayor se queda en silencio de repente y baja su cabeza, puede entender de donde viene la amenaza cuando el sonido de un par de tacones resuena por todo el vestidor.

—Si, entiendo, no te preocupes, me iré ahora— Gunwook intenta hacerse caso, intenta que su cerebro siga las órdenes y funcione correctamente, que ignore la imagen delante de el y mire para adelante.

Pero no puede, porque si hay algo que le encanta es lastimarse sin razones y motivos aparentes, no cree que exista mejor razón para hacerlo que darse cuenta que no importa que haga, Jeonghyeon nunca será de el.

—Gunwook, espera...— Sus pasos se detienen y voltea a ver al chico que ahora parece más interesado en acompañarlo a el que en acompañar a su amigo.— Me permites acompañarte?

—Si, lo que sea, te invito unas papas o algo.— Gunwook finge desinterés y su mirada flaquea sutilmente hasta Jeonghyeon quien no lo mira y tiene su mirada en el piso.

Está es la razón principal por la que todos le piden que se aleje de Jeonghyeon, tiene un corazón muy susceptible que normalmente lo vuelve débil hacia las personas que ama, que aprecia. Gunwook lo sabe, sabe que no puede nunca pertenecer al lugar de Heejin, porque Jeonghyeon es solo chico más de todo este instituto y aunque este enamorado, jamas será un tonto para engañarse.

—Vamos.— Gyuvin toca su hombro y el le da una última mirada que Jeonghyeon devuelve.— Hasta luego Lee.

Sus pies caminan más rápido de lo pensado y en unos minutos ya está afuera del vestidor y saliendo del Instituto con Gyuvin siguiendo sus pasos como un perrito abandonado.

—Por qué tienes esa expresión en tu rostro?— Pregunta el más alto luego de que estuviera siguiendolo por unos minutos.— Si te gusta, deberías quedarte con él, hablando.— Gunwook tropieza con sus propios pies cuando lo escucha decir eso.

—Quien te dijo eso? Fué el? Fui demasiado obvio?— Gyuvin se rie de el y por su cabeza pasan miles de escenas donde no todo es risa y diversión.— Dime por amor a Dios que ella no lo sabe

—No, aún no lo sabe pero tú eres muy emocional y tú rostro dice todo lo que tú no.— Gunwook suspira ruidosamente y vuelve a caminar— No me conoces?

—Deberia?— Pregunta con desdén

—No

—Vamos por esas papas entonces.— Gyuvin sonríe y lo sigue de nuevo.

Gunwook no puede evitar sonreír de vuelta. Quizás no sea tan malo tener un nuevo amigo...

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