⁰² | 𝐿𝑒𝑚𝑜𝑛 𝐼𝑟𝑣𝑖𝑛𝑒.
"Algo no está bien" Los pensamientos del Gojo estaban revueltos, el ceño fruncido lo delataba.
— Pum. — Sintió un pequeño toque en la frente encontrándose con el dedo de Mash frente a el.
— ¿Y eso?
— Tenías el ceño fruncido. — Responde. — ¿Estas enojado? ¿Quieres un panecillo?.
Un pequeño silencio se forma entre ambos pero finaliza al ver la sonrisa del peliblanco. — Si, gracias.
— ¡Disculpen!.
Una tercera voz se une a la conversación, una chica linda de aspecto gentil y cabellos dorados.
— ¿Puedo ir con-? ¡TE ESTA SANGRANDO LA FRENTE!. — Gritó alarmada la joven al ver la frente de Aki.
— ¿Eh?. — Sintió las gotas caer por su barbilla y se puso pálido. — ¡Un médico!
Los bajitos comenzaron a correr entre círculos entrando en crisis de forma dramática.
— Si te duele te llevo a caballito. — Sugirió Mash deteniendo los movimientos de ambos.
— Bueno. — ¿Asi de facil?, bueno cada quien. — Pero comí mucho arroz en la mañana.
— No hay problema.
Sin mucho esfuerzo lo levantó, la joven rubia le dio un pañuelo para evitar que saliera mas sangre.
— Que fuerte es Mike. — Comentó de la nada, riéndose de sí mismo por acordarse de los nombres puestos en los músculos de Mash.
— Dice que gracias. — No pudo evitar soltar una carcajada mirando a la chica que iba un poco más atrás de ellos. — ¿Como te llamas? Yo soy Aki Gojo y el es Mash.
Extendió su única mano libre para que la joven la tomara, y lo hizo. — Lemon Irvine.
— Tu nombre es genial. — Le sonrió dejando ver las marcas a un lado de sus mejillas que desapareció tan rápido cuando la joven cayó en una de las trampas.
Con un rápido movimiento de su varita, la levantó y la acomodo suavemente en suelo. Y repitió eso unas diez veces más.
La pobre Lemon estaba siendo muy despistada y Aki empezaba a dolerle la muñeca. No eran trampas complicadas pero si muy fastidiosas.
— Mejor bájame Mash. — Pidió amablemente cuando vio a la chica saliendo de un agujero en el suelo. — ¿Lemon estas bie-?
Unas esposas de metal aparecieron en sus muñecas y sus piernas dejandolo inmovil y por ende cayendo al suelo al igual que el pañuelo.
— ¿Qué es esto?. — Susurro con angustia, su varita había caído lejos de él y no podía moverse.
"¡Me mintió! ¡EN MI CARA!"
— Perdón, pero tenia mis motivos para impedirles llegar a la meta.
— ¿De que motivos hablas?
— Lemon. — Murmuró decepcionado.
— Entonces, ¿no querías acompañarnos?. — Pregunto Mash en la misma situación que Aki.
— 𝚁𝚘𝚖𝚙𝚎𝚛. — Las esposas que lo tenían atrapado se habían roto con tan solo unas palabras.
Tanto Mash como Lemon se vieron sorprendidos.
Este era el discurso maldito de la familia Gojo, aquel en donde todo el poder de la varita se tranferia al usuario permitiéndole poder ejercer órdenes directas.
Se necesitan al menos dos líneas para hacer uso de este Hechizo.
El peliblanco tomó su varita del suelo quitándose el polvo del uniforme.
— Nosotros también, tenemos nuestro motivos. — Dijo con seriedad apuntando hacia las esposas de Mash, haciéndolas añicos. — Yo no iba a dejarte atrás, Irvine.
— Adiós. — Se despidió el pelinegro siguiendo al peliblanco.
¡Extra Gojo-san!
— ¡Voy a matar a ese mocoso!. — Gritó un muy enfadado Satoru apretando su varita con fuerza.
— Satoru, cálmate. — Pidió el director al ver las intenciones del más alto.
— ¡Esta tocando a mi cebollita!
— Espera ¿que?
Los dos observaron como Aki era cargado por Mash y peor aún tenía sangre escurriendo de su frente.
— Hay mucha gente viendo, hazlo en las entrevistas.
— Hecho.
Jsuwhjsis hola, aparecí ♡
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