⁰¹ | 𝐸𝑥𝑎𝑚𝑒𝑛.
Decidió quedarse cerca del chico, sabía que no tenía magia así que lo mejor que pudo hacer fue encubrirlo con un poco de la suya.
A lo lejos pudo ver a su padre y abuelo, seguramente peleando por ver quien le hacia la entrevista.
Spoiler: Ganó su abuelo.
- Oye Mash. - Llamó al pelinegro. - No te alejes de mi, te ayudare en el examen.
- De acuerdo. - Respondió. - Entonces, gracias.
- ¡Bienvenidos a la escuela de Magia Easton!
Y entonces el espectáculo comenzó. De entre las llamas apareció el supervisor de la prueba.
Claude Lucci.
Había escuchado de él, un imbécil arrogante y con falta de sentido común. Pero quien era el para juzgar, ¿cier-?... ¿Eso era un mariposa?, que bonita.
- ¿Y enserió no te quemas si apareces así entre las llamas?. - La voz de Mash resonó por todo el lugar, tapó su boca en un intento de ocultar su risa.
No lo sabía pero adoraba la impertinencia del cabecita de hongo.
- ¡Muy bien! ¡Empecemos con la primera prueba!. - Retomo Lucci con rapidez.
Un movimiento de su varita fue suficiente para hacer aparecer varias mesas y sillas de concreto.
- ¿Y por que mejor no nos llevo a una sala ya preparada?. - ¿Otra vez? Su abuelo lo iba a castigar si se reía.
Opto por no darle más importancia al asunto y concentrarse en su examen, las letras se movían pero un chasquido de sus dedos había sido suficiente para hacerlas frenar.
Determinado a ayudar al Burnedead volteo solo para ver como rompía la pluma deteniendo cualquier otro movimiento en su examen.
"Yo creo que no me necesitará" Pensó sonriendo de lado, era un chico muy interesante.
Y su conclusión al ver las pruebas de Mash fue: "demasiado". Estaba claro que había entrenado su cuerpo de forma expecional y por eso había adquirido ciertas habilidades sobrehumanas.
Quién pudiera, la verdad.
La frustración de Lucci se hizo presente y como último desafío les dio un laberinto, original, por su puesto.
- ¡Tienen 30 minutos para salir del laberinto! ¡Aprobaran aquellos que salgan del laberinto!
Ahora que lo recuerdo, ¿Aki no estaba con Mash?
- ¿Eso es todo lo que tenemos que hacer?. - Cuestiono Mash. - Se ve fácil.
- ¿Tu crees?. - De su uniforme saca una varita en tonos aperlados tratando de buscar un hechizo apropiado.
- Podemos romper las paredes y ya.
- ¿Eh?.
Y así la primera pared fue rota.
- ¡¿Cómo rompiste la pared?!.
- Con mi puño. - Responde confundido y con un tono inocente. - Era pura tierra.
- ¡Esas no son excusas!
Con rapidez inspeccionó sus manos en busca de una herida. Aplicando magia para eliminar los pequeños raspones de los nudillos.
- Cuida tus manos, hombre. - Farfullo con preocupación.
- Lo siento, gracias.
"Que honrado". Fue difícil enojarse con el.
Recién lo escribí y que me da bloqueo de escritor, wkhekwkw ayudaporfa.
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