Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

". . .05

“. . .Amor verdadero.

ME DESPEDÍ DE AGATHA mientras ella iba a recorrer el jardín, yo estaba yendo a otra parte de la escuela para entrar al camino más corto en la biblioteca.

Mi camino se vio interrumpido cuando mi atención se la llevaron los chicos que estaban paseando a los caballos. Practicando equitación.

Sus clases eran más movidas que las nuestras, luego de mi clase de sonrisa no podía evitar aveces sonreír inconscientemente. Mis mejillas dolían un poco.

—¡Hey, Kassia! —Tedros alzó su mano, saludándome. Respondí el gesto y me invitó a acercarme.

Dudosa, avance tomando los pliegues de mi vestido para no pisarlo. Me puse a su lado, él acomodaba la silla sobre el caballo.

—¿Cómo estas? —Me preguntó sonriente.

—Bien, algo aburrida —admiti bajando el tono de voz, él rió por ello —¿Vas a montar a caballo?

—¿Quieres dar una vuelta con un príncipe en su noble corcel? —ofreció encogiéndose un poco de hombros. Infle mis cachetes aguantando la risa.

Sabía andar a caballo, de hecho, aprendí gracias a mamá que tenía un espíritu en forma de caballo que nos llevaba a través del agua y hielo. Nuestro padrino, de Henna y mío, Sandman tenía caballos de polvo dorado que consiguió luego de su cuento en la batalla contra el coco.

—no me digas que no sabes andar a caballo —Habló y lo mire inocente —¿Le temes?

—son bestias intimidantes, claro que sí —menti sonriendo, acercándome a acariciar al animal.

—Apuesto a qué, si no te molesta faltar los modales de princesa, serías una gran jinete —Alagó y lo mire. Sus ojos parecían brillar a pesar de lo oscuros que parecían.

—¿Tú crees? —asintió seguro —¿Me ayudas a subir?

—eso quería oír —alago haciéndome reír.

Los demás caballeros y príncipes hicieron unos sonidos de aclamación haciéndome reír. Algunos también se subieron a sus caballos, uno de ellos fue Gregor.

El pelirrojo me sonrió tímidamente y, cuando quiso alzar su mano para saludarme, hizo un mal movimiento que lo perjudicó, pateando accidentalmente al caballo que comenzó a andar.

—¡Gregor! —grite asustada, tomando las riendas del caballo y dándole un suave golpe para que corriera —¡Corre amigo!

No mire detrás, no ví la reacción de Tedros o si alcanzó a moverse para que el caballo lo lastime. Solo cabalgué tratando de alcanzar el caballo de Gregor antes de que caiga y se lastime.

—¡Kassia! —gritó asustado y estiré mi mano para tomar las cuerdas de su caballo.

—¡Sujetate! —le pedí tirando de las cuerdas hacía atrás para que frene.

El caballo fue bajando su paso hasta que paró y baje para ayudar a Gregor a desenredar su pie. Él cayó al césped y me senté a su lado, solo tenía algunos rasguños por el césped largo por el que tuvo que pasar casi cayendo de cara al suelo.

—¿Estás bien? —asintió asustado. No aguante a reir de ternura y sonrió apenado —Lo siento, es que...

—Esta bien, me ví como un tonto —Negó avergonzado.

—¡No, no... —Negué pero me miró obvio —te viste tierno —reí acomodando su cabello anaranjado.

—Yo... No sirvo para caballos, ni espadas, yo solo quiero tener una tienda de abarrotes —admitió apenado y se levantó, ayudándome a reincorporarme.

—Pues, creo que serás el mejor vendedor de abarrotes —Admití acomodando la silla de su caballo —Ven.

Me subí a mi caballo y le tendi mi mano, él la tomó y se subió detrás de mi, tomé las riendas del otro caballo y lo lleve a nuestro lado hasta volver dónde los demás principes.

Una vez allí, Gregor se bajó torpemente y yo bajé después de él. Tedros me veía de brazos cruzados con una sonrisa.

—O aprendes muy rápido o me viste la cara de idiota —se burló y reí sin contenerme. Él bajó sus brazos poniéndolos en su cadera —me viste la cara de idiota ¿Cierto?

—Eres buen profesor de equitación —Me acerque a... Besar su mejilla —Nos vemos luego, cuida de Gregor.

Me aleje y voltee para verlo sobre mi hombro, él me veía con una sonrisa y su mano estaba en su mejilla, dónde lo había besado.

Iba con el brazo entrelazado al de Tedros quien se había ofrecido caballerosamente a acompañarme a la biblioteca antes de su clase de equitación.

—... Y entonces no supe más de mí madre —Me contó mientras lo observaba atentamente.

—Creo que yo no tengo quejas con mis padres —Admiti avergonzada y reímos un poco —Ellos se conocieron en un baile cuando él congeló a propósito las bebidas, a modo de broma, y ella molesta le congeló los pies al suelo. Al tener el mismo poder pero no poder controlar el hielo del otro... Creo que se enamoraron —Me encogi de hombros —Siempre estuvieron presentes, pero Henna fue la consentida de papá y yo la consentida de mamá.

—Tus padres son... Realmente interesantes —admitió mientras doblabamos en un pasillo —Aun que son de los pocos que pusieron en duda a la escuela del bien ya que casi se vuelven villanos.

—No querrás indagar más por ahí, Tedros —Admití divertida, frenando frente a las puertas de la biblioteca —mi opinión sobre estás dos escuelas es muy diferente a la tuya.

—¿A si? —Alzó una ceja curioso.

—No todo es lo que parece y jamás juzgues un libro por su portada —Recite haciendo una pequeña reverencia para entrar al cuarto.

Sentí la mirada de Tedros en mí nuca pero solo entre al cuarto. Sonreí inevitablemente y camine directo a la sección de historia y magia. Justo en el libro de besos de amor verdadero.

Tal vez, solo tal vez, me gustaría pensar que algún día recibiría uno así, uno que esperaba ansiosamente sea de Tedros de Camelot... Aún que suene irreal.

Después de todo ¿Cómo alguien como él pudiese fijarse en alguien como yo? Ante la escuela del bien, tener una hermana en la escuela del mal era algo malo. Cosa que no comprendía. ¿Creería él mal de mí por Henna?

Suspiré estirando mí mano para tomar el libro, pero al rozar mis dedos con el lomo un tono rojo comenzó a rodearlo que me quemó. Solté un gemido de dolor retirando mí mano, baje la vista creando leves capas de nieve para enfriar.

Mire de nuevo el libro confusa, pero este cayó al suelo y retrocedí confundida cuando se abrió solo y comenzó a mover sus páginas de manera voluntaria.

—Kassia Frost de Arendelle —Voltee asustada, un hombre de tez morena y ojos rojos estaba sentado en la mesa de la biblioteca, me observa acunando su frente en dos dedos —Exploras terreno peligroso, pequeña.

—¿Quién es usted? —Pregunte retrocediendo un paso.

—Tú salvación —Se reincorporó —Creo que ambos coincidimos en que la escuela del bien y del mal son iguales, hacen más daño que bien —se agachó a mí lado para levantar el libro —Pero es algo que le comentas solo a tus cercanos, entre ellos Agatha que curiosamente te pidió por esto ¿Cierto? —Me tendió el libro.

—Le pedí su nombre —Repetí con desconfianza.

—Rafal —Me sonrió y abrí los ojos sorprendida al saber quién era —¿Sabes lo importante que es un beso de amor verdadero, Kassia?

—Es la muestra de amor más verdadera de los cuentos —Murmure intimidada ante su cercanía.

—Cómo los magos más antiguos que han pisado este lugar —me tendió el libro y lo tome con temor —Puedo decirte que sé quién te dará tú primer beso y de amor verdadero, pequeña —Lo mire con curiosidad aún que tratase de ocultarlo —Tedros... Pero debes ganarte su corazón, y tienes competencia.

Él retrocedió sonriendo con burla hasta que en una especie de tormento de sangre desapareció. Tomé el libro entre mis manos y los pliegues de mí vestido para salir corriendo de la habitación.

Iba a ir a buscar a Henna y a quien pudiese ayudarnos con respecto a “Rafal” y el beso de amor verdadero que de pronto tomó gran importancia.

Suspiré sosteniendo mí estómago mientras daba vueltas en la biblioteca, me daba miedito estar aquí siendo lo que sucedió con el fantasma del antiguo decano de la escuela del mal pero había recibido una carta de Henna.

Mí hermana se estaba volando a la escuela del bien para venir hasta aquí, diciendo que era una emergencia. Traté de relajarme pero sentí unos brazos en mí cintura y grite.

Grite asustada pero reconocí a mí hermana y no pude evitar reír cuando me hizo dar vueltas.

—¿No deberías ya dormir Kassia? —se burló.

—Tu me pediste que viniera tonta —me quejé viendo su expresión, procedió a ignorarme y se sentó en un sofá, así que la seguí.

—¿Supongo que conoces a Rafal? —me preguntó y asenti.

—Si algo, el decano anterior de la escuela del mal según leí.

—Es bastante raro el como murió ¿Sabes? —murmuró y la mire curiosa —se me apareció en el lago, fue raro, estaba jugando con el agua pero de un momento a otro el agua ardió.

—Conmigo se apareció mientras buscaba un libro, me dijo algo sobre lo importante de un beso de amor verdadero —Le conté alarmada, si ambas lo vimos significaba que algo se avecina, algo malo.

—¿No te habló sobre lo que nos contaron Lady Lesso y Lady Dovey? —preguntó pero negué.

—El no está muerto —susurré convencida, todo era muy extraño.

—No lo está... —me dió la razón.

Mire a mí hermana pensando, sabía que la magia de sangre tenía sus malos aspectos pero jamás revivía de la muerte.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro