12
"Es malo mentir"
Di saltitos hasta llegar a la habitación, vi como Anadil se levantaba con una mueca para luego dedicarme una sonrisa al verme.
—Hola Henna —Le Salude con mi mano para acercarme a la puerta y tocar esta.
No quería entrar sin pedir permiso, capaz alguien se cambiaba de ropa ahora mismo.
—¡Vete! —El grito de Sophie provocó qué diera un salto asustada.
—¡Sophie soy yo! —Volví a golpear —Si no abres ahora mismo voy a tumbar la puerta.
Aquello era mentira, claramente no dañaría mi fuerza por una chica mimada.
—Quisiera verte intentarlo —Siseo Sophie abriendo la puerta quedando a centímetros de mi cara —Traidora.
—¿Yo soy una Traidora? Entonces tu eres una cobarde —Moví su cuerpo para entrar al cuarto caminando hasta donde estaba mi cama.
—¿Solo por intentar salvar mi vida? —Preguntó.
Asentí buscando en mi velador unas orquídeas para afirmar mis mechones hacia atrás.
—Aquí la molesta soy yo, tú nisiquiera tuviste que arriesgar tu vida Aquí —Levanté una ceja ante eso, casi me mata un monstruo con cabeza de calabaza —El cegador iba por mí.
—¡Y por Tedros! Si no fuera por Kassia y por mi, ambos estarían muertos —Me queje dándome la vuelta para mirarla, se encontraba apoyada en la puerta mirándome.
—Kassia esto, Kassia lo otro. ¡Siempre es ella!
—¡Es mi hermana Sophie! Claramente hablaré de ella siempre, es lo mejor que me ha pasado en la vida.
—¿Y eso qué? Ella debió haberse ingeniado para estar con Tedros, pero claramente cayó ante mis encantos —Caminé hasta ella para colocar ambas palmas de mis manos contra la puerta tras de ella, la tenía literalmente acorralada.
—Te prohíbo que hables así de mi hermana, podrás ser de mi escuela pero si tengo que matarte, lo haré —Susurré en su oído, pase mi nariz por su mejilla para morder esta con mis dientes sacandole un quejido.
Me separé de ella para quedar a unos metros notando como en sus mejillas aparecía un leve sonrojo.
—Es bastante ridículo el que peleas por un chico —Bufé —Más si el no tiene interés en ti y si por otra chica, que casualmente esta en su escuela.
Lo último que escuché fue un grito de Sophie quien se había lanzado contra mí haciendo que pierda el equilibrio y ambas terminemos en el suelo, ella tenía sus manos en mis hombros apretando estos.
—¡Quisiera ser ella para tener tu maldita atención! —Abrí mis ojos lo más que pude al oírla, vaya, que miedo.
Con fuerza hice que se saliera de encima mío para levantarme, me quede mirandola asustada, pero no de ese miedo para escapar si no por lo que gritó.
—¡Vete! —Gritó.
—Sophie debes razonar..
—¡Que te vayas! Ya entendí que tu apoyo esta del lado de los Siempre..
Salí de ahí a paso apresurado mientras me dirigía adonde estaban mis conocidas.
—¡Sabías que Rafal estaba aquí en la escuela y no le dijiste a nadie! —Reclamaba Lady Dovey.
—Ah... se me debe de haber olvidado —Respondió la pelirroja.
—Si, el alma de la maldad en persona y se te olvido Lesso.
—Soy la decana de la escuela del mal, eso no te sugiere nada —Un punto a favor.
—Si sugiere que nadie a cargo supiera nada de esta escuela estúpida.
—Silenció lectora.
—¿O me reprobara por fruncir el ceño? Que quiere rafal con sophie —Reclamó Agatha.
—¡Que el mal gane por fin! Eso quiere —Dijo Lesso mientras se levantaba —Voy preguntar por qué razón las hermanas Frost están aquí.
—Ambas niñas tengo entendido también sabían que Rafal estaba aquí —Dijo Dovey apuntando a mi hermana seguido de a mí.
—¿Supuestamente usted como sabe aquello? Es malo mentir —Le pregunte.
—Yo le dije a Agatha y ella..
—¡Kassia!
—No una, si no dos estudiantes tuyas Lesso tuvieron una conversación con Rafal, las mías también pero no como las tuyas —Reclamó Dovey hacia mi decana.
—Entonces hay que proteger a Sophie de Rafal, nunca se sabe cuando vaya a aparecer —Dijo Agatha.
—Y lo haremos cuando la encontremos, sophie desapareció, Rafal destruirá ambas escuelas si une fuerzas con Sophie —Al ver al director de ambas escuelas mordí mi mejilla por dentro.
Aun no me daba muy buena espina el.
—Engaños, y más engaños. Esto es un plan más para que el bien vuelva a ganar.
—Créeme no lo es —Le Reclamó a Lady Lesso —Si mi hermano volvió de la muerte, probablemente nadie de nosotros sobrevivirá Lady Lesso, ninguno de nosotros. Vayan a buscar a Sophie, registren ambas escuelas.
Las tres profesoras salieron de la sala casi corriendo.
—Ustedes niñas, vayan al baile para siempre, sophia podría aparecer en alguno de los dos y si lo hace, llevenla a verme, ya Corran —Tomé la mano de mi hermana para salir de ahí a paso apresurado.
Veía a Hester arreglar su cabello colocándole a este un poco más de ondas, Dot por otro lado traía su cabello amarrado con trenzas cruzandole pero por el volumen de este no se hacían notar mucho pero se veía preciosa Y anadil traía un cabello también trenzado.
—¿No te vas a arreglar, Henna? —Preguntó Hester acercándose a mi cama para colocarse a mi izquierda, me encontraba jugando con la tela de mi ropa, tenía un vestido, de color azul, solamente no me encontraba con muchas ganas de asistir.
—Es solo un baile, tendremos más en los siguientes semestres —Aclaré restandole importancia.
—¿Estás bien? —Pregunto Anadil ganándose a mi otro lado mientras que Dot se colocaba en frente de mí.
—Si o eso creo.
—Siento que esto te gustará —Hester se levantó rápidamente para ir a donde su chaqueta y sacar de ésta un sobre, así para volver donde mí y dejarlo en mi regazo.
Tomé esto para abrirlo con cuidado de no romperlo, al toparme con aquella caligrafía sabía de inmediato de quien era aquella carta.
"Le pedí a Hester que te la entregará cuando te viera ya que últimamente ya no estas entre mis brazos.
Quería recordarte que requiero y necesito que vayas al baile, aunque sea de lejos, te lo pido por favor.. no me gusta mucho pedirle cosas a la gente porque se bastante bien que me dirán que no.
Pero hazme este sueño realidad Henna.."
—¿Qué dice? —Preguntaron todas.
—No sean metidas, ya vayan al baile que luego les sigo yo —Hablé con una sonrisa en mi rostro, las tres salieron entre quejas queriendo saber que decía el pepel.
Por mi lado me levanté para meterme a bañar pensando en tan solo una cosa.
Hacer feliz a Hort, como el lo hace en mí.
Siempre venia como mis padres se daban su cariño e amor, pero nunca en mi vida me había imaginado con alguien quien tenía mi mente completa y ocupada cada día.
Cada vez que hablo de él o pienso en el, sonrió, porqué me hace feliz..
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