"¿Te gustó?"

Sophie habia empezado a tratar de ganarse la compañía de quienes consideraba mis amigas, ya que era con quienes más hablaba.

Se hacían cosas en el rostro, algo que yo no requeriría.

—¿Qué sucede linda? —Voltee mi rostro viendo a Hort apoyado en la misma pared que yo.

Estábamos en el salón de actividades, siempre que veníamos hacían leves actividades o simplemente nos dejaban hacer lo que quisiéramos.

—Yo.. ¿Crees que soy una buena amiga?

—Si.

—La verdad Hort.

—Es la verdad, aunque tu me gustes, siento que eres una muy buena personas y quien sea tu amiga es porqué sabe apreciarte —Sonreí al escucharlo.

—¿Dijiste que te gustó?

—¿Yo? No, claro que no —Levanté una ceja viéndolo —Puede que si..

Negué riendo mientras me acercaba a dejar un beso en su mejilla, algo que se había vuelto costumbre.

Iba a decirle algo al respecto pero por la puerta entraron Sophie con las demás chicas del dormitorio, todas luciendo una vestimenta realmente linda, había escuchado que Sophie era diseñadora o eso intentaba.

Pero se veía que era bastante buena, lo admitía.

—¿Esas no eran tus amigas?

—Lo son, supongo. Ya no hablamos mucho ya que Sophie esta bastante rara, aunque no lo creas y eso que ya es rara —Le Expliqué.

—Igualmente me tienes a mí.

—Lo sé.

Salí del baño secando mis manos en mi pantalón viendo a Sophie estar en frente de mí cama con una tabla de madera y varias cosas en ella.

—¿Qué quieres? —Pregunté mientras me acercaba a mi cama y así poderme acostar en ella.

—¿Quieres un facial? A las chicas les gusto bastante el como quedo su rostro luego y quería compartirlo contigo —Dijo extendiendo la madera hacía mí, la verdad no me agradaba la nueva "sophie.

—No quiero. Te puedes ir —Le hice una seña con mi mano mientras formaba una lima hecha con hielo para distraerme y pasar esta por mis uñas, levanté la mirada viendo como seguía ahí —¿Qué?

—¿Por qué te comportas así? —Levanté una ceja dudando sobre lo que dijo —Ya no estas conmigo, te alejas cuando estoy presente o cuando llegó.

—Me desagrada tu presencia —Aclaré.

—¿Por qué?

—Me cae mal la gente que cambia por un hombre, es absurdo y infantil.

—Yo..

El hecho de su atracción hacia Tedros era lo que más me molestaba, porqué no simplemente aceptaba su futuro y dejaba todo el ridículo que va a pasar.

—¿¡Acaso el que haya cambiado te afecta demasiado!? —Di un salto cuando lanzó las cosas al suelo, vaya y la loca soy yo —Yo solo intento ser amable contigo solo porqué fuiste la única que pudo brindarme ayuda un día después de que llegué, Hort incluso se aleja de mí cuando estás tú presente.

—Okey, okey, vamos a hablar como mujeres y no como niñas —Pedí mientras me levantaba de mi cama hasta estar en frente de ella, tome sus hombros para que no se moviera, era claro que soy más alta que ella.

—solamente quiero que me ayudes a volver a donde pertenezco, lo cual es en la otra escuela, necesito a Tedros para ello y se que me puedes ayudar..

—¿Ayudar de qué? Nisiquiera conozco al chico.

—Pero tú hermana sí, dile que se aparte y yo luego me iré.

—No lo haré, debes dejar de armar problemas, te lo pido —Solté sus hombros para pasar mis manos por mi rostro estresada —Sophie para que pediste el deseo si no sabias con exactitud en que escuela caerías.

—Yo..

—Tu nada, deja de hacer el ridículo y ya —Me fui de ahí mientras pensaba en todo ello.

Nunca en mi vida había tratado a una persona así, puede que sea algo malvada con ciertas cosas pero mis padres nunca me enseñaron a tratar a la gente así.

—Hort, cariño mío.

—¿Si, my Lady? —Estábamos en el salón de actividades, eramos pocos los que estaban aquí.

—¿Me regalas un pajarraco? —Le dije mientras hacía un leve puchero en mis labios viéndolo.

—Ehh.. si claro, todo lo que quieras.

—Vaya, el hijo de Garfio ya esta rendido ante la princesa del hielo, ya los perdimos —Se burló Hester.

—Que graciosa —Me queje mientras tomaba agua de mi vaso que anteriormente había traído —Cuando me fueron a dejar al lugar para que vaya por mi el pájaro ese, le dije a mi padre que si me podía quedar con uno de mascota y me dijo que no.

—¿Por qué razón querías uno de esos pájaros? —Preguntó Dot comiendo chocolate.

Hoy se veía bastante tierna, traía una almohada amarrada, fingiendo ser un sombrero, no lo negaba, se veía linda.

—¿Por qué no? Son lindos ¿okey? —Todos empezaron a reír contagiando su risa hacía mí —Ya basta, no se burlen de mí.

Hester se levantó de donde estaba para venir donde mí y ganarse detrás mío, con cuidado tiro mí cabello hacia atrás para empezar a pasar sus dedos por el, supongo que quitando algún nudo que hubiera surgido.

—¿Qué es esto? —Preguntó Hester.

—¿Qué cosa? —Ella me puso un mechón de cabello hacia adelante, solamente que este era blanco, como el de mis padres, no era castaño oscuro —Vaya, ya me volvi vieja.

—¿Es seguro que te salga eso? —Preguntó Hort acercándose rápidamente.

—Tranquilo.. capaz se manifestó cuando pasó lo del pinchazo, cuando a mi padre le dieron su magia su cabello automáticamente se volvió blanco, y mamá accidentalmente una ves cuando pequeña le lanzó una ola de hielo jugando a su hermana provocando que un mechon de cabello se tiña blanco —Le reste importancia.

—Por qué ustedes tienen historias tan divertidas de sus padres —Se quejó Hester.

Me volteé tomando sus mejillas mientras le daba una sonrisa.

—Tu madre te ama Hester, eso lo sabes, tal vez cuando pequeña ella también hacia cosas divertidas contigo pero puede que tu mente no lo recuerde —Di un beso en su mejilla para ver a Hort —Garfio lanzó a Hort desde el barco como método de aprendizaje.

—¿Enserió? —Preguntaron todos.

—Si, si, no es sorprendente —Se quejo Hort mientras reía.

Abracé a Hester quien correspondió feliz ante ellos, nos habíamos vuelto unidas últimamente y aquello me agradaba bastante.

Era alguien importante para mí, la había ayudado a superar sus pesadillas luego de lo sucedido con Sophie en la clase aunque ahora fueran amigas.