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03

"Profecía de sangre.."

Estaba siendo arrastrada por la directora de mi escuela, decía que era algo importante pero yo no quería, trataba de parar el paso con mis pies pero no lo lograba.

Abrió una puerta para adentrarse a una biblioteca, noté una cabellera clara y bastante conocida.

—Oiga, suelteme —me queje molesta. La directora me soltó y dirigí mi mirada a mi hermana —¡Kassia!

—¡Henna! —Al abrazar a mi hermana me sentí feliz, luego de que mamá se la llevara no la había podido abrazar más y era extraño no hacerlo a cada minuto, ya que me gustaba molestarla con ellos —¿Para qué nos trajeron?

—Tenemos dos problemas graves aquí —Mordí mi mejilla ante ello —el primero es con las lectoras y el segundo es con ustedes.

—primero las lectoras, la mía me da dolor de cabeza —Lady Lesso se llevó una mano al puente de su nariz.

—Es su insistencia en que no deben estar donde están ¡Y si! Algo se siente raro —Compartí miradas con mi hermana.

—Agatha querrá decir —corrigió Kassia el nombre.

—Y Sophie —Continúe.

—Agatha y Sophie —Lady Lesso hizo un ademán sin darnos importancia —y lo único que me parece raro es la decisión del rector de haberlas traído en un principio.

—¿Y si cometió un error? —Dovey preguntó temerosa —¿Y si las puso en las escuelas equivocadas y pasa algo horrible? Él nunca lo va a admitir. Nos va a culpar a nosotras para quedar bien ¡Y tú sabes bien lo que pasaría!

—no fue un error —Lady Lesso negó segura.

—Wow, me encanta el chisme —Hablé llamando la atención de ambas mujeres mayores —¿Pero esto que tiene que ver con nosotras?

—nada —Lady Lesso se adelantó —Pero lo siguiente si.

—Sucede que ustedes son son de las pocas que pueden hacer gran magia antes del famoso "pinchazo" —Continuó Dovey —eso llamó nuestra atención pero luego encontramos algo.

—Nadie puede entrar al lugar del rector —Continuó la pelirroja —Pero la pluma pareció alocarse la noche de ayer y escribió algo en una hoja de su nuevo libro que alguien arrancó.

—La hoja fue lanzada, pero las hadas la tomaron —La decana del bien saco una hoja con bordes dorados -
—una profecía.

—¿Una profecía? —Habló por primera vez sorprendida mí hermana —Pero ella escribe cuentos, no profecías.

—esta profecía era parte de un cuento, pero al parecer no querían que lo leyeran en el otro mundo o este, no lo sabemos bien —Continuo Dovey.

—no es una profecía cualquiera, es una profecía de sangre —Lady Lesso alzó su cabeza al decir aquello. Abrimos los ojos sorprendidas

—¿Cómo la magia de sangre? —Casi Bufé, porque no quería faltar el respeto.

Capaz papá luego me de de comer al pajarraco.

—La magia de sangre viene de la mano con las profecías Le respondió e hizo un movimiento con su mano de uñas largas para darle un asentimiento a Dovey que comenzó a leer.

—"Cuando por dos hermanos de sangre se desate un terrible desastre... —¿Los fundadores, no? —Las escuelas del bien y el mal se perderán"

—Cualquiera que sepa la historia de la escuela lo sabe a eso —Interrumpí ganandome un golpe en el brazo.

—Escuchalas —Me pidió y rodé los ojos.

—"Años después, sonarán las campanas por el nacimiento de dos hermanas que arreglaran tal problema —Nos observamos con mi hermana bajó la atenta mirada de Lady Lesso —pesar de que primero perderán para surgir de las cenizas, descubriendo el problema y arrancandolo desde su raíz.

Entrelace mis manos con las de mi hermana, cada palabra hacia eco en la biblioteca.

—"Por más que una vaya a la escuela del bien y la otra sea llevada a la del mal." —Terminó.

—No creerán que se refieren a nosotras ¿Cierto? —Preguntó Kassia al segundo riendo nerviosa.

—Claro que si —la morena le respondió al segundo.

—es una ridícules —Continuó por ella —nosotras solo venimos a estudiar para que al salir nos elijan para un cuento y esperemos que no sea uno donde nos enfrentemos.

—Ademas, la profecía dice que no ganará ni el bien, ni el mal —Continuó ¿A caso no es mejor que gane uno? En especial, el bien —Le di un codazo —¿Qué? El mal no ha ganado en más de dos mil años.

—pero han estado muy cerca —Dovey le corrigió a mi hermana y nos señaló. Haciendo referencia a que nuestros padres casi se desvían del bien y se vuelven malos.

Algo trágico.

—¡Estar cerca no cuenta! —ya empezamos mal.

—Esta vez ganaremos, puede que las lectoras sean unas mediocres, en especial Sophie, su estadía perjudica una victoria del mal —Me crucé de brazos —pero, directora, me tiene a mi. La hija del hielo en persona, ganaremos.

—Te olvidas que hay una hija del hielo en la escuela del bien, también —Se señaló indignada.

—tú haces copos de nieve, yo hago pinches de hielo —Corrí mí pelo con egocentrismo.

—¡Eso no entra en discusión! —Terminó negando repetidas veces —quiero ir a dormir a mis aposentos ¿Puedo? Agatha se mete en problemas sin supervisión.

—si, las tres brujas de mi dormitorio matarán a Sophie si no vuelvo y me da pena —Le dí la razón.

—¡Eso! —Dovey nos señaló —mantenganlas vigiladas y tendrán recompensa.

La pensé bien, no me agradaba mucho, ya que sophie trataba de querer irse de la escuela cuando si cayo ahí fue por algo pero termine aceptando.

—Henna, nos vamos —Lady Lesso retrocedió sonando sus tacones.

—te veo luego —La abracé abracé con fuerza.

—Ten cuidado —Besó mí mejilla y salimos.

Me levanté asustada al escuchar los gritos de una señora, no era Lady Lesso.

—¡Despierten despreciables!

Me apoye contra el colchón amarrando mi cabello en una tonta coleta la cual salio bastante mal, pero para quitar el cabello de mis ojos funcionaba.

Lleve mi mirada a los tocadores, sophie estaba arreglando su cabello, vi su vestimenta con una mueca, era el mismo saco de papas que le entregaron ayer.

Me acerqué a mi ropa para sacar una tienda de todo lo que había traído, fui al baño para poder bañarme, luego de todo lo que recorrí siendo arrastrada supongo que tengo el cabello sucio.

Supongo.

Al estar lista salí viendo como las demás chicas ya se habían ido, la única que quedaba era la rubia.

Me acerqué a ella luego de haber tomado un vestido negro con un pequeño corset, diría que más lindo de lo que traía puesto.

—Oye —Se dio la vuelta viendo mi ropa, bajé la mirada viéndome, me veía linda —Ten, esto es para tí —Choque la ropa que le traía contra su pecho, la solte por lo que tuvo que atraparla.

—Debo contarte algo.. siento que eres a la única que le puedo contar algo sin que me mate —Levanté una ceja con una sonrisa.

—Ya suéltalo, las chicas casi te matan anoche ¿o qué?

—Ehh.. —me crucé de brazos, era claro que hester lo haría —Anoche.. Agatha vino a buscarme, fuimos donde el rector y nos dijo algo bastante raro, le había exigido algo de igual manera.

—¿Quién es el rector?

—¡GeHenna! El hombre que vimos en el ceremonia esa —Asentí mientras le hacía una seña para que siguiera —
Nos habló de que puede que este en la escuela equivocada, algo que es cierto, pero dijo que para poder comprobarlo debía dar un beso de amor verdadero.
Que supuestamente todos los besos tenían un beso o algo así, la verdad, siento que ya tengo al hombre de mi sueño, Tedros, el príncipe ese de la espada mágica ¿lo conoces?

—¿Peter pan?

—¡Vamos! Es lindo, debes admitirlo.

—No lo es.

—La cosa, me ayudarías a tratar de qué me vaya a la escuela a la cual pertenezco —Hice una mueca.

—Eso veré.

Me fui a sentar a mi cama viéndola buscar papel y una pluma, levanté mi ceja dudosa.

—¿Ahora que haces?

—Una carta para Tedros, le diré a Agatha que se la entregue —Mordí mi labio, si no mal me acordaba Tedros le había dado su rosa a mi hermana.

No quería que luego Sophie descargue su enojo contra mi hermana.

—¿No es mejor buscar a amor verdadero en esta escuela?

—No, Tedros es el amor de mi vida y quiero que el sea mi beso de amor verdadero —Me acerqué por detrás viendo su carta, tenía varias palabras diciéndole su amor.

Tenía muy linda caligrafía, no lo negaba, pero dudo mucho que el sea su amor verdadero.

Me fui de ahí mientras peinaba con mis manos mi cabello, jugaba con este, casi siempre, pero ahora mismo estaba mojado y era lo menos que quería.

—¡Afeamiento! Por qué necesitamos ser feos —Escuche un suspiro a mi lado mientras oía al profesor, me encontraba sentada a un lado de Hort, exactamente al lado izquierdo mientras que al derecho estaba Sophie.

Quien traía un look mejor que el de ayer.

—¡Hort! Despierta —Hecho una mezcla algo viscosa en el platillo de el.

—¡Esto que.. hará llorar a los niños! —Anteriormente ya me lo había echado a mí, el olor era espantoso.

—No, solo es pono —Hice una mueca, que dijo señor —Debe ser repulsiva y repugnante —Le Susurró el profesor a Sophie ahora —¡Que no les importe su imagen o los obliga a usar la inteligencia! La fealdad es libertad.

Su entusiasmo es tan grato profesor..

Pero no voy a ensuciar mi rostro.

Al momento que escupió tapé mi rostro para que aquello no me llegue a mi rostro, por el sonido supuse que fue un diente.

En fin, la edad.

—Oh, mi diente, se me cayó, que asqueroso y eso no importa, ¡Y eso es poder!

Todos empezaron a celebrar haciendo que aplauda al mismo tiempo que otras chicas.

—Ahora prepárense para beber y saber qué tan feos e poderosos pueden ser.

—¡Señor! —Le llamé.

Todos se quedaron en silencio viéndome, el llamado vino de inmediato donde mí.

—Puedo afear otra parte que no sea mi rostro? Es que es mi mejor atractivo, sin ofender.

—Eres atractiva por dónde te viese, linda —Le guiñe un ojo a Hort quien puso una mano en su corazón fingiendo recibir un paro cardíaco.

El profesor hace una mueca indeciso pero se encoge de hombros asintiendo. Suspiré y infle mis cachetes.

—Genial...

Introduci una de mis manos en la mezcla y le salieron algunas manchas negras pero nada muy grave.

—Tal vez un guante lo cubrirá —Levanté mis hombros restandole importancia.

—Lectora —Llevé mi mirada a Sophie, quien recibió un eructo del profesor -Tú ahora.

—No, yo no quiero ser fea, yo no soy así.

—Aquí vamos —Susurré.

—No, aún no. ¡Hort!

—Si señor profesor manley. Perdón tranquila, seguirás seguirás hermosa —Rodé los ojos divertida, solte una risa al ver como Hort aplastaba la cara de Sophie contra el platillo.

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