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꒰⚡ 𖥻𝟎𝟕 | 𝐂𝐑𝐄𝐂𝐄𝐑 ꒱

𝐀𝐑𝐂𝐎 𝟐 ⟆ ˖𓍢ִ໋ 𝐄𝐋 𝐂𝐀́𝐋𝐈𝐙 𝐃𝐄 𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎
¸:•.𝐡𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐩𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫;𝐠𝐨𝐥𝐝𝐞𝐧 𝐭𝐫𝐢𝐨¸:•.
⤿ ִׄ ›› 𝗖𝗔𝗣𝗜́𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟬𝟳 ¦ 𝗖𝗥𝗘𝗖𝗘𝗥.

❛ 𝑳𝒐𝒔 𝒔𝒖𝒆𝒏̃𝒐𝒔 𝒔𝒐𝒏 𝒍𝒂 𝒑𝒖𝒆𝒓𝒕𝒂 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝒓𝒆𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅 ❜

Los años habían pasado con tanta rapidez que Alheli el solo pensarlo le hacia sentir nostalgia. Años en los que se fue desenvolviendo en el mundo magico, en su mundo, aquel que hace tan solo tres años desconocia por completo.

Jamas imagino que a su corta edad tendria que vivir cosas como las que vivio en esos años, pero inesperadamente tenia la esperanza de que habian sido buenos años.

En su primer año, hizo amigos, no muchos, gracias a que no todos parecían quererla, pero si los suficientes como para compartír tardes en la lluvia y leer algun libro en la biblioteca. Azariel Snape y Aitana Crouch, no estaban juntos más que en algunas clases gracias a sus casas, aunque ni ella misma entiende como es que lograron ser amigos.

Quizas de Azariel lo esperaba, pero de Aitana que parecia odiar su posición de "La niña que Vivió", la verdad no lo vio venir en ningún momento. No importa, eran grandes amigos y tan distintos.

Ese año estuvo lleno de aprendizaje, descubrió que adoraba las pociones, aunque su hermano no era tan bueno, así como entendio el porqué Azariel odiaba decir que su apellido era Snape, su padre era un imbecil.
¡Tambien amaba encantamientos! Le parecia muy tierno su pequeño profesor y aun más como solia emocionarse cuando hacía un hechizo de forma impecable.

En este año descubrió más sobre su padre, un sangre pura amante del Quidditch que era algo malo en Pociones y un bromista de primera. No era mucho, pero agradecía a la Profesora McGonnagall por habérselo dicho.

Fue un lindo año, lleno de aprendizaje y momentos divertidos, aunque hubiera sido mejor si Voldemort no hubiera aparecido de la nada y querido matar a su hermano mientras ella estaba lecionada por caerse de una escalera en la biblioteca.

Si detestaba a ese tal Señor Obscuro, con este intento de homicidio lo odiaba a muerte.

En su segundo año las cosas mejoraron un poco, bueno quizás no tanto. En casa de los Dursley habían sido castigados tras la aparicion de un elfo que parecía empeñado en convencelos de no regresar a Hogwarts.
No duraron demasiado así, puesto que uns noche llegaron los Weasley a salvarlos en un carro volador, dejándolos quedarse en su casa, La Madriguera.

Estar ahi fue... Diferente a lo que comúnmente conocía, pero no desagradable. Era una casa humilde y sin lujos, algo pequeña para los miembros que tenía. Era extraño, Alheli admitía sentir algo de envidia por ellos, después de todo los Weasley's tenían algo que ella jamás podría tener, dos padres que los amaban con fervor.

En Hogwarts fue un año lleno de momentos melancólicos para ella, además de que aquí pudo ver que no era tan adorada por mucha gente como Hagrid se lo había prometido. Mucho menos lo fue cuando comenzaron a ocurrir múltiples accidentes cerca de ella, estudiantes hijos de muggles estaban siendo petrificados.

Los rumores decían que la Cámara de lo secretos había sido abierta. Esta había sido creada por Salazar Slytherin, quien deseaba que solo gente de sangre limpia estudiará en el Colegio.
Esto combinado con los accidentes cerca de los Potter, provocaron que fueran acusados de ser herederos de Slytherin, ya que hablaban parsel, el idioma de las serpientes.

Un año detestable.

El siguiente año fue lo suficiente normal si no fuera porque un asesino prófugo de la justicia, los buscaba para matarlo,ya que era segun el mundo mágico, un seguidor de Voldemort. Al menos su tercer año fue mejor, a quien engañaba no había ni un solo año en que su vida no peligrara.

Ahora en su cuarto año, realmente esperaba que todo salga bien.

– ¡Alheli! - susurraron a su lado, sin esfuerzo reconoció la voz.

– ¿Qué pasa, Ron? - lo miro, entre la obscuridad noto que sus ojos azules parecían brillar más.

Ron ante los demás no había cambiado mucho en esos años, seguía siendo el mismo chico lleno de pecas con ojos brillantes y cabello rojizo. Lo único diferente quizás y era que este era más alto. Ron en Hogwarts no era el mejor chico, pero aun así, Alheli parecía estar bajo un hechizo por el.

Y no mentía, era algo increíble lo que sentía por el, aunque ella era demasiado cobarde como para confesarse.

"La maldición Potter" habían mencionado. En la que todo Potter termina cayendo por una pelirroja.

– ¿Qué haces aquí? Crei que estarías acostada con Harry - cuestióno, rascando su nuca y provocando que su brazo se flexionara.

La rubia no pudo evitar miralo un poco. Camisa de tirantes que dejaba a la vista sus brazos, una pijama rojiza; aunque esto no era lo mejor, sino su cabello lacio y largo hasta debajo de las orejas.

Alheli esta mañana jura que casi muere al verlo en su casa con su nuevo look. Ron se veía tan bien que sus mejillas ardían de solo pensarlo.

– Si, pero quise bajar y mirar un rato la ventana. Además no tarda en amanecer y no deseaba incomodarte, después de todo es tu habitación.

– Oh, lo entiendo - dijo Ron, mirándola de una manera que no supo explicar.

El silencio se mantuvo entre ambos por unos segundos hasta que Ron suspiro y se acercó un poco a ella, quedando a unos centímetros. Alheli solo pudo pensar que la luz de la luna que traspasaba la ventana, le quedaba tan bien.

– Jamás hemos estado solos, y espere un tiempo para poder hablar contigo al menos por un par de minutos - hablo, mirandola con serenidad sino fuera por sus mejillas sonrosadas, Alheli pensaría que estaba todo bien.

– ¿A qué viene eso? Jamás fue un problema - pauso - Ya sabes, somos un lindo cuarteto.

– Lindo - repitió, sonriendo sin poder evitarlo - Si, lose... pero ahora puedo darme cuenta que realmente jamás hemos estado ambos solos - suspiro, ladeando su cabeza un poco - ya sabes sin que Hermione o Harry estén....o sin tus amigos.

– Oh, tienes razón, aun así a mi no me causa conflictos. Creo que hemos sido buenos amigos - dijo, sin preocupaciones.

Aúnque si que le causaba conflicto. Ella deseaba estar al menos un rato a solas, sin Hermoine ni su hermano de por medio. No obstante sabia que eso era imposible, Ron nunca soportaría estar con ella mucho tiempo y ella no se arriesgaría a que esté le expresará lo aburrida que quizas podia ser.

– A mi si...a mi si me causa conflicto - dicho esto ambos se miraron, Ron sin esperar comenzó a acercarse más a ella - Desde que nos vimos en el tren quise conocerte, pero en tres años no lo he echo por completo. Lo que conozco me encanta, y me hace querer estar contigo al menos sentado a tu lado.

Mientras hablaba no dejaba de observarla, pero no era como solía hacerlo. Esta mirada era distinta, estaba desbordando un sentimiento que Alheli desconocia. No era Ron, al menos no él que conocía.

– Quiero compartir momentos contigo, ir a la biblioteca a pasar el rato mientras haces tus tareas o leer algún libro de Newt Scamander en ese viejo arbol a un lado del lago negro...

Alheli sintió su corazón dar un temblor, siempre deseo que Ron dijera esas palabras y no un "Que aburrido" por lo que ahora que las estuviera diciendo le provocaba estragos.

Sin notarlo ambos ya estaban a escasos centímetros. Alheli podia sentir la  respiración del chico, y que decir de su mirada, era tan atrayente mientras miraba su rostro y lo que parecia ser sus labios.

Ron quería besarla y ella... Ella deseaba que lo hiciera.

De un momento a otro él se fue acercando un poco, tanteando con lentitud el terreno. Alheli no espero que este se detuviera cuando las narices de ambos rozaron, ni tampoco que este suspirara. Aunque fue lo mejor, se sintió como el desborde tan arrebatador.

Sus labios pronto chocaron con los de ella sin aviso. La brusquedad y la ansiedad era obvia , ambas encargadas de envolver a ambos adolescentes en un beso lleno de deseo. No era un beso cálido, ni mucho menos uno lleno de amor como los que ella solia fantasear cuando era pequeña, este estaba lleno de desesperación.

A lo lejos escucho su nombre, aunque no le presto atención. Concentrándose en ese beso tan intenso que estaba teniendo. Pensó que el llamado se detendría más este continuo, haciendo que su beso tuviera un final.

Ron la miraba con los ojos perdidos, parecía agitado mientras trataba regular su respiración. El llamado seguía, ninguno pareció moverse hasta que el de ojos azules dijo:

– Es momento

– ¿Qué? - susurro, confusa arrugó sus cejas. El Weasley sonrió, tomando su mejilla para volver a acercarse. Ella pensó que la volvería besar, pensamiento que murió al sentir como se desviaba hasta su oido.

– Que es momento de despertar - murmuró, ella pudo sentir su sonrisa pese a no verla - ¡Despierta Alheli!

Un brillo la cego por completo, sintió como si cayera a un vacío sin fin. No abrió los ojos, ni mucho menos cuando sintió como la movían con algo de brusquedad mientras repetían lo último que dijo Ron.

– ¡Vamos, Alheli! No quiero que Hermione entre a despertarte. Demonios, ¡Despierta, Alheli! - reconoció de inmediato esa voz, Harry James Potter.

"Despierta, Alheli". De inmediata suspiro temerosa, sin desear abrir los ojos ante la posibilidad de que todo... Todo había sido un sueño.

¡MIERDA!

– ¡Agh! ¡No! ¡No! - exclamó, abriendo sus ojos de golpe.

Su hermano la miraba, sosteniendo una vieja almohada. Sus ojos verdes se iluminaron cuando la vieron despierta pero sintió miedo al ver que Alheli estaba a nada de echar humo por sus orejas.

— Buenos dias, Alhli - susurro, cauteloso dejo la almohada. Los ojos marrones de la chica lo miraron, ya no se veia molesta pero si decepcionada.

Alheli hizo una pequeña mueca y abrio sus brazos, permitiendo que Harry pudiera abrazarla. 

– Buenos días, Hari

Habían pasado los años y eso de despertar y darse un abrazo jamás había cambiado. Pese a que ambos ya no eran esos niños flacuchos con ganas de conocer el mundo, aun seguían siendo aquellos que se adoraban con fevor y se cuidarían sin importar.

El chico se separo del abrazo, algo confuso ante la falta de enfusividad en el saludo de su hermana.

– ¿Pasa algo? ¿Tuviste un mal sueño igual que yo? No te veo tan contenta - cuestióno Harry, acomodando sus gafas.

¡Un mal sueño! ¡Si ese había sido el mejor sueño de su maldita vida! No es como si tuviera tanta, tan solo tenia 14 años, pero jamás habia soñado con Ron... ni menos con algo así.

Su decepción era clara

– Si, Harry, tuve una pesadilla, fue horrible - "el mejor sueño" quiero decir - a todo esto, ¿por qué me has despertado? Aun ni sale bien el sol. Sabes que ayer dormí muy tarde....espera ¿soñaste algo malo

– Lose, creo que deberíamos de conseguir algo que te haga dormir un par de horas más. La señora Weasley me ha mandado a despertarte, tal parece que saldremos y todos están afuera esperándonos. El señor Weasley se ve entusiasmado - informo, levantandose para caminar hacia la puerta - Sera mejor que te deje alistarte, estaremos afuera, Alhli.  Y sobre mi mal sueño, no te preocupes, no fue nada malo.

Salio de la habitación cerrando la puerta de madra rechinante tras de el, dejado a la chica sola en el cuarto...en el cuarto de Ron, del mismo Ron con el que anteriormente estaba soñando y no soñaba cualquier cosa eh.

Sin evitarlo ahogo un chillido, colocandose las manos en su cara para de alguna manera ocultar su vergüenza. No podia creer lo tonta que había sido, soñar que Ron correspondia sus sentimientos era estúpido.

No... Esperen, lo más estúpido fue soñar que Ron quisiera leer un libro de Newt Scamander (su autor favorito, por cierto) junto a ella en el lago negro. Eso si que era soñar.

– Tonta Alheli... Tonta Alheli - se repetía mientras terminaba de arreglarse.

Sus ojos marrones se miraron en el espejo. Aun no podia creer lo que un par de años en Hogwarts habia hecho con ella. Siempre fue delgada llegando a lo insano, detestaba ver a Harry con hambre asi que era fácil quitarse el plato de la boca por el; aunque ahora podia confesar que le gustaba como se veía, sus huesos habian dejado de notarse en sus piernas o brazos, asi como sus mejillas ahora tenian un volumen y no se veian hundidas.

Se sentía feliz.

Al bajar las escaleras se topo con una mujer pelirroja, quien besaba las mejillas de cada uno de los muchachos, los cuales al recibir su beso salian corriendo hacia fuera de la Madriguera. Sin poder evitarlo solto una risa al ver a Fred bufar con las mejillas rojizas ante el gesto de su madre.

– ¿De que te ries, No-Potter? - pregunto al verla, sonriendo como solo es podia.

No Potter, que original

– Oh, de nada Fred. Veo que necesitas un besito de mami antes de salir de casa - se burló, apuntando la mancha de labial de Molly.

– Oh callate - rio por lo bajo, llegando a su lado para acariciar su cabello -¿ Las sabanas te comieron o porqué bajaste tan tarde?... Veo que disfrutaste dormir en el mismo espacio que Ron, Alheli.

La chica cambio totalmente su expresión, ahora el nerviosismo apareció de nuevo y que decir del sonrojo en su rostro. Parecía un tomate maduro.

– No digas tonterías

– Veo que si - solto una carcajada, pasando a su lado para salir de la casa.

La risa de Fred había llamado la atención de Molly, haciendo que esta se acercara a ella por primera vez en el dia.

– Alheli, buenos dias.

– Buenos dias, señora Weasley - respondió, intentando poner una sonrisa en sus labios, no obstante pareció mas una mueca desganada.

Ambas se miraban, era la primera vez desde que ella había llegado tras pasar la mitad de sus vacaciones con Azariel, que estaba sola con Molly, a quien le desagradaba la madre de este, Lana Nott.

– ¿La pasaste bien? Te note algo cansada cuando llegaste. Me preocupe - dijo Molly, poniendo una mirada maternal que a cualquiera le movería el alma.

Pero a Alheli no, no la malentiendan, ella adoraba a la Weasley, pero no le gustaba esa preocupación y aura que solia rodearla con ella o con Harry. Se sentía indefensa, y ella no era una niña pequeña, ella era grande, lo suficiente como para no necesitar algo asi.

Por ello adoraba pasar la mitad de vacaciones con los Nott-Snape, pese a que este último casi nunca estaba, la señora Lana se encargaba de hacerla sentir comoda, brindándole ese aspecto maternal que siempre anhelo sin hacerla sentir vulnerable. Lana era fuerza y lujo, sin mostrar su miedo pese a sentirlo... Alheli quería ser como ella.

– Si, estuve algo cansada, no siempre dormimos temprano en casa de Azariel - respondió, sonriendo ante el recuerdo de su amigo - No se preocupe, y muchas gracias por dejarme quedar aquí, es muy lindo el gesto.

– Oh, linda, no tienes de que agradecer, eres bienvenida cuando quieras.

Dijo, acariciando la mejilla de la menor, Alheli se dejo hacer, no queriendo ser grosera ni mucho menos mal agradecida con ella.

– Sera mejor que vayas con los chicos, por lo que se van algo tarde. Anda Alheli y diviertanse.

La niña asintió y salió de la casa, topandose con su hermano y Ron, los cuales estaban a unos metros de ella. Ambos chicos al verla le hicieron señas para que se acercara, lo cual hizo de inmediato.

– Hola, ¿a dónde es que vamos tan temprano? - cuestióno tomando la mano de Harry.

– No tengo ni la menor idea - dijo Ron, mirandola por un oar de segundos.

Iba a decir algo más cuando el grito del señor Weasley diciéndoles que se apuraran los hizo caminar más rapido hasta donde ellos se encontraban.

Alheli dejo de prestar atención a su alrededor, ni siquiera sintio cuando Hermione la jalo hacia ella y Ginny.

– ¡Tu la tienes todo el tiempo, Harry! No seas envidioso, además es nuestra amiga - bromeo Ginny, tomando del brazo a la rubia.

– ¡No es cierto! Sera su amiga, pero es mi hermana.

La Potter sonrió ante esto, y es que escuchar la queja de Harry había sido divertido. Pronto las tres se hayaban caminando un poco lejos de los chicos y es que estos solian ser bastante molestos cuando ellas deseaban platicar a solas, sin la tonta intervención masculina.

– Entonces... ¿Cómo te la pasaste con Azariel? Supe que su madre estuvo en el ministerio - comenzó la conversación la pelirroja, Hermione ante esto la miro.

– Me la pase bien, estuve distrayendolo y enseñándole un par de cosas... Ya saben, desde que su elfo murió ha estado un poco triste - dijo, alzando sus hombros - Y sobre la Señora Lana, ¡Si! Me platico que fue por el caso de su hermano.. El padre de el Slytherin.

– Theodore, ese es su nombre - dijo la Granger.

– Lo se, Hermione. Solo que así lo llama Azariel.

– ¿El caso de su hermano? ¿Acaso no estaba en Azkaban por ser mortifago? - pregunto Ginny, susurrando la última palabra. Ella asintió confirmando lo dicho.

– Azariel no habla mucho de eso, al menos no cuando estan sus padres. Después de todo su madre dejo de tener contacto con su familia cuando se caso con el Profesor Snape, por lo de la sangre y eso, pero lo que se es que esta intentando visitarlo.

– ¿No te parece raro? - pauso Hermione, su rostro se veia analítico - Vamos, ¿por qué ahora y no antes?

– Porque hace poco fallecio el abuelo de Azariel, el crió a Slytherin... a Theodore, así que por las herencias y siendo la única capaz de manejar el legado Nott, la señora Lana tuvo que hacer eso - dijo Alheli, realmente no le importaba mucho lo que pasara con el lado de los Nott, bueno si Azariel no estaba involucrado - Aun así, chicas no creo que sea grave. Azariel me contaría si fuera algo, problemático.

Ambas asintieron, dejando el tema de lado, y buen momento para hacerlo porque a los pocos segundos Arthur se detuvo frente a un hombre, se veia demasiado contento.

El trio de chicas se acercó, mirando a ambos hombres darse un abrazo efusivo.

– El es Amos, trabaja conmigo en el ministerio, ¿y en dónde está tu muchacho? - pregunto el pelirrojo, aunque no hubo que responder realmente, ya que de la nada un joven brinco de un arbol quedando frente a ellos.

Era alto, y de tez blanca que hacía un lindo contraste con su cabello castaño y sus ojos color plata. Se veía mayor que ellas. Alheli lo reconoció de inmediato, era el chico buscador de Hufflepuff, Diggory.

Las chicas se miraron unas con otras sin poder evitarlo, sonriendo con complicidad. El chico era lindo, demasiado lindo, y eso era evidente para el trío de adolescentes.

Sin decir nada Ginny solto una risita que contagio a las otras dos. Hermione comenzó a caminar, teniendo a su lado a la menor. Alheli se quedo atrás, junto a Harry.

– Por Merlín, ustedes deben de ser Alheli y Harry Potter - ambos miraron al hombre de gafas, asintiendo.

– Es un placer conocerlo, señor - dijo la rubia, saludandolo con su mano. Harry hizo lo mismo.

– Oh no chicos, el placer es mio.

Los tres comenzaron a caminar hasta llegar con el resto. Los mas jóvenes se mantenian ansiosos por no saber a donde se dirigían, ni mucho menos cuanto tiempo más estarían caminando sin punto. Aunque pronto su duda fue "resuelta".

– ¡Si! Es justo por allá - exclamó el señor Weasley, apuntando un extraño objeto frente a el.

Todos corrieron hacia el, Alheli esperaba algo más, pero lo único que vio fue una bota... Solo eso, una bota vieja.

– ¿Qué es eso? - susurro, Harry se encogió de hombros.

– Casi no hay tiempo, ¡coloquense todos en círculo! - ordeno Amos.

– ¿Porqué alrededor de esa vieja bota? - cuestióno el chico de ojos verdes.

– Si, ¿acaso se transforma en carro si nos acercamos? - Alheli realmente estaria sorprendida si eso sucedía.

– No-Potter y Harry, mis queridos, eso no es solo una vieja bota, eso es un traslador - dijo Fred, pasando frente a ellos.

– ¿Qué es un traslador? - volvio a hablar Harry, confuso miro a su hermana mayor.

– ¡Listos a la cuenta de 3...

– Un traslador es un objeto que en pocas palabras te ayuda a llegar de un lugar a otro con solo tocarlo, después te explico un poquito más - explico Alheli, Harry asintió a su lado, esperaria esa explicación.

– ¿Todos son botas viejas? - pregunto, provocando que la rubia lo mirara con obviedad.

– 1...2...-comenzo a contar el Diggory. Arthur miro hacia enfrente, notando que Alheli y Harry seguían hablando aun sin tomar la bota.

– Por supuesto que...

– ¡Alheli, Harry! - grito el Weasley mayor, Harry de inmediato tomo un extremo de la bota.

–.... ¡3!

Ron noto a su lado que Alheli estaba sin tomar algun extremo del traslador, por lo que sin esperar y sintiendo como el artefacto comenzaba a funcionar, tomo de la mano a la chica, entrelazando sus dedos.

Alheli rápidamente tomo la bota, manteniendo su mano unida a la del chico. El traslador funcionó.

Los gritos de los mas jóvenes se podían escuchar de manera clara mientras el objeto y ellos daban vueltas, alejándose del lugar mientras esa cosa levitaba con ellos tocándola. La sensación provocada por el traslador era horrible, sentias tu estómago dar vueltas, causando nauseas.

– ¡Merlin! - exclamó Alheli, sintiendo el aire desacomodar su cabello.

– ¡Es el momento! ¡Sueltense! - grito Arthur, su rostro pese a ala situación se mantenia sonriente.

– ¡¿Qué?! - cuestióno Hermione, sin poder creer lo que él hombre había dicho.

– ¡Sueltenla!

No discutieron, soltaron el extremo de la bota. Si sus gritos era fuertes ahora era imposible no escucharlos si estabas cerca. Alheli pronto sintió el suelo impactar con su rostro de forma abrupta.

– ¡Alheli! - exclamó Ron, quien ya habia soltado su mano desde que esa cosa comenzo a volar.

Sin esperar camino hasta ella, notando que su rostro estaba con pequeños rastos de césped. Evitó sonreir a causa de la burla, y es que lo último que quería era obtener la mirada enfadosa de la chica.

Aúnque Alheli lo último que queria era mirarlo a los ojos, sentía que de nuevo parecería un tomate.

– Estoy bien, que asco - murmuro, levantandose del suelo mientras sobaba su ojo derecho. A su ves, trato de quitar los pequeños pedazos verdes de su rostro.

Con su ojo sano miro como el señor Diggory y Weasley, y Cedric, bajaba flotando del cielo. Era impactante, ¿Cómo ellos no habian terminado comiendo pasto como ella?

– ¿Cómo ellos no comieron césped? - cuestióno entrecerrando sus ojos. A su lado, el Weasley nego con la cabeza.

– Ni siquiera tengo idea - se encogió de hombros el pelirrojo.

No le dio mas vuelta al asunto. Lo siguiente es que todos comenzaron a caminar, topandose con un monton de casas de campar y que decir de la gente y el alboroto, era demasiado. La música y el sonido de trompetas era imposible de perderse.

– ¡El campeonato de Quidditch!

– ¡Por aca chicos! - grito el señor Weasley, alzando su mano a su ves que se despedía de Amos y Cedric.

El grupo lo siguió, caminaron entre las múltiples personas hasta que Arthur se detuvo en una casa y entro. La rubia se preguntó seriamente si todos cabrían en ella, era demasiado pequeña que podría apostar que apenas y cabian ella, Harry y Hermione.

Que equivocada estaba. Al entrar la casa no reveló un pequeño espacio, sino una sala de estar enorme con detalles rojizos y luces tenues y cálidas. Los Weasley entraron corriendo, dejando sus mochilas en el suelo y comenzaron a explorar el lugar. Por su parte los Potter miraban maravillados.

– Chicas, comiencen a desempacar. Ron sal de la cocina, no es hora de comer - pidio el adulto. Las chicas rieron y Ron solo bufo - Ustedes, bajen los pies de la mesa.

– Bajen los pies de la mesa - arremedaron, subiendo de nuevo sus pies.

– Amo la magia - susurraron, volteandose a ver inmediatamente. Sonrieron, comenzando a caminar hasta sus amigos.

El anochecer cayo de manera rápida, todos estaban emocionados, no todos los días vas a un Campeonato de Quidditch en donde miles de personas importantes pueden aparecer.

La familia Weasley y los Potter subieron un par de escaleras, sus asientos eran hasta arriba, lo cual quizas dificultaría un poco el poder apreciar el partido de manera agradable. Pero no importaba, ¡Iban a ver Quidditch!

– Son los últimos, papá

– Nos toco hasta arriba - se quejo Ron, mirando con una mueca. Alheli pensó que se veía un tanto lindo.

Sin mirarlo más, bajo la vista, topandose con un par de ojos grisáceo. Los Malfoy.

– Veanlo de esta manera, si empieza a llover ustedes seran los primeros en saberlo - dijo Lucius con notable burla. A su lado Draco rio.

Continuaron su camino. La rubia los siguió así como los demás.

– Nosotros estaremos en el balco del Ministerio, el mismo Conelius nos invitó personalmente. Aunque no fuimos los unicos, ¿cierto Potter? - Draco la miro, a su vez recibió una reprienda de su padre.

– No presumas, Draco - miro hacia arriba - Son gente sin importancia.

– ¿Qué dijo ese imbecil? ¿También te invito? - murmuro Ron, confuso miro a la rubia.

– No, además no me interesa - dijo Alheli, mirando a los Malfoy. Su rostro fino y ojos delicados barrieron a ambos hombres, dejando ver su desagrado - Vámonos, no quiero perderme a Krum.

Todos asintieron, el Señor Weasley tomo a sus hijos con la intención de alejarse, sino fuera porque de la nada Lucius alzo su bastón y con el tomo el sueter morado de la Potter.

– Y tú... Potter, disfruta todo mientras...puedas hacerlo - sonrió de lado. Alheli juro ver la malicia, más no se dejo intimidar, al contrario sonrió.

– Digo lo mismo, Señor Malfoy, disfrute el partido.

No dijo más, camino hasta sus amigos y hermano con la intención de subir. No obstante su plan se destruyo al sentir de la nada como era jalada y apresada entre un par de brazos.

– ¡Rubia! ¡Aquí estas! - grito en su oído. Sin evitarlo hizo una mueca que pronto se trasformo en una sonrisa de felicidad, era su Azariel.

– ¡Azariel! - lo abrazo, escuchando la risa en su oído.

Sus ojos miraron hacia la izquierda, topandose con la madre de este, Lana Nott.

Al separarse de su amigo camino hasta la adulta, quien pese a no demostrarlo mas allá del brillo en sus ojos verdes, estaba feliz de ver a la pequeña de Potter.

No se hizo del rogar cuando esta la abrazo, ni menos cuando entre sonrisas le agradeció por las vacaciones.

– Es ese mocoso el que no puede vivir sin ti, estaba empeñado en verte más no pensamos que te encontraríamos aqui, Alheli - dijo Lana, cruzandose de brazos.

– Ni yo, fue una sorpresa.

– ¡Una muy buena! - señaló emocionado el pelinegro - Y mamá es imposible estar sin ella, no puedes negarlo.

La mujer negó, permitiendose sonreir un poco. Claro que era imposible vivir sin la pequeña rubia una vez la conocías, pero ella sabia que se debía a algo más, algo que veia en los ojos marrones de la niña y que pese a que quisiera borrarlo era imposible. Jamás sacaría de esa niña a ese idiota Gryffindor.

– Si tú lo dices - dijo la mujer. Viendo a ambos reír.

– Debiste de quedarte más tiempo, apuesto que mi padre lo hubiera permitido - la rubia nego. Por supuesto que Snape se hubiera negado a esto, soportar a la cria de Potter no era su mejor hobbit

A veces Alheli no podía parar de pensar en como dos personas tan serias y diplomáticas habían sido capaces de engendrar un niño con tanta energía como lo era su amigo.

– No es necesario, apenas ayer nos despedimos después de casi tres semanas de vacaciones en tu casa, Azariel.

– ¡No es suficiente! Deberías de mudarte conmigo... ¡No! ¡Mejor yo me mudo contigo! - propuso, sonriendo como si hubiera tenido la mejor idea del universo.

Su tía sin duda se arrancaría el cabello si eso pasaba.

– ¡Alheli! - la llamaron, sin evitarlo volteo. Harry y los Weasley la esperaban.

De la nada el ambiente decayó. La señora Lana mostró su cara de sangre pura perfecta y Azariel dejo de mostrarse entusiasmado. Lo había olvidado, Weasley y Nott no se llevan.

– Vamos, ¿no querías ver a Krum? - cuestióno Harry, sonriendo sin problemas.

Y es que el no tenía problemas con la familia, Azariel pese a ser Slytherin tenia mas actitud de Hufflepuff, además su nulo parecido con su padre (quien lo odiaba) facilitaba mucho.

– ¡Si! - exclamó, claro que quería ver a ese hombre - Pero...

– No te preocupes, Alheli, ve con Potter y los Weasley's, recuerda que es su turno de tenerte - dijo Lana, sonriendo para la niña.

– ¡Si! Además, Slytherin nos está esperando. Ya sabes lo insoportable que se pone cuando las cosas se retrasan - comento Azariel. Alheli asintió, no conocía mucho a Theodore, pero sabía por los rumores que no era un chico tan paciente.

– De acuerdo, les escribiere... Lo prometo - sonrió, dejándose abrazar por ambos.

– Nosotros también lo haremos. Adiós, Alheli.

El relajo era obvio, los aplausos y gritos de las personas hacia a sus favoritos, no paraban de sonar. La niña entre sonrisas miro a varios con sus caras pintadas en representación de su equipo, entre ellos sus amigos.

– Les dije que teníamos excelentes lugares - dijo Amos.

– Buenas vistas - respondió la rubia, el hombre pareció mas contento.

Hubiera comentado algo más, sino fuera porque un par de escobas volaron encima de ellos, dejando a la vista el color verde.

– ¡Ahí esta Krum! ¡Mira, Alheli! - grito Fred, tomandola del hombro mientras apuntaba a un jugador.

Y era cierto, ahí encima de esa escoba que probablemente costaba mas que la casa de sus tios, se mantenia reluciente Viktor Krum, su amor platónico desde que Harry le había contagiado esa obsesión por el Quidditch.

Los fuegos artificiales comenzaron, aunque no eran como los muggles, sino que estos formaron una figura que comezón a moverse, provocando un sin fin de aplausos y risas emocionadas.

Figura que pronto se desintegro para dar paso al equipo de los Búlgaros, quienes como aves en formación volaron oro el estadio.

– ¡Es el mejor! - grito Alheli, a su lado Fred le dio la razon.

– ¡El mejor buscador!

– ¡Por Merlin! ¡Mira Alheli! - apuntó Hermione. De inmediato sus ojos marrones pararon en la enorme imagen de Viktor, tan imponente sobre su escoba.

La chica grito y aplaudió, su hermano solto una risa, acostumbrado siguió las acciones de la mayor.

– ¡Buenas noches! Como ministro de magia es un placer para mí darles la bienvenida a cada uno ¡al Campeonato Mundial de Quidditch!

La melodia pegajosa que emitían los gemelos a la vez de su pequeño "baile" fue suficiente para convencer a la Potter de unirse. Ahora los tres mantenían una sincronia, mientras los demas, sentados en los sofas aplaudían.

– No existe nadie como Krum - hablo Ron, pasando a un lado de ellos deteniendo su baile.

– ¿El tonto Krum?

– Por la forma en que vuela parece un ave - siguió hablando. Los gemelos comenzaron a simular que tenian alas, moviendo sus brazos al rededor de Ron - Es mas que un atleta.

– Krum - su hermano lo cubrio con su bandera.

– ¡Es un artista! - exclamó, parecía conmocionado.

Inevitablemente Ginny intervino en la conversación y dijo:

– Parece que alguien está enamorado, y eso que Krum es el amor platónico de Alheli.

– Callate - todos rieron.

– Es la verdad

– Viktor te amo... Eres mi héroe... Besame mucho - comenzaron a cantar todos alrededor del pelirrojo.

Y hubieran seguido divirtiéndose, no obstante un alboroto fuera de su casa los hizo detenerse.

– Los irlandeses estan festejando - supusieron, sonriendo ante la fiesta de afuera.

Mientras tanto Ron se daba almohadazos con su hermano, hasta que su padre entro alterado y camino hasta ellos.

– ¡Detenganse! No son los irlandeses - soltó, mirandolos. Camino hasta Ginny, tomándola del brazo - Tenemos que salir de aquí ¡Ahora!

Y asi fue, no se hicieron del rogar ni pidieron explicación, solo salieron del lugar. El panorama era horrible, toda la gente que anteriormente sonreia y gritaba emocionada, ahora corría hacia todas direcciones mientras el terror se reflejaba en sus rostros.

– ¡Vallan al traslador todos! ¡No se separen, quédense juntos! - ordenó Arthur, mirando a los gemelos - Fred, George. Ginny es su responsabilidad, cuidenla.

Alheli al escuchar eso tomo del hombro a su hermano, su responsabilidad. Harry estaba en peligro como todos ellos, era importante sacarlo de ahí antes de que todo empeorara.

Todos comenzaron a correr, Alheli empujó a su hermano con fuerza, no queriendo que se quedara atrás por ningun motivo. Hermione los miraba asustada, más aun cuando todos notaron a un extraño grupo de personas con fuego en mano y enormes sombreros caminar hacia la gente.

Sin esperarselo, Alheli se detuvo, mirando a los hombres que ocultaban su rostro con mascaras, apenas visibles entre la obscuridad y el tenue fuego de las antorchas.

Luego cuando intento dirigirse hacia sus amigos una fuerte orda de personas la ataco por sorpresa, llevándosela entre pisotones y golpes. Intento salir de ahí, mas le fue imposible, solo podia sentir y escuchar los gritos de pánico.

– ¡Potter! - escucho, no reconociendo la voz entre los gritos - ¡Maldición!

Intento de nuevo salir, aunque esta ves si que tuvo éxito y es que una mano tomo su antebrazo y jalo de ella con fuerza, sacándola de ese lugar. Sin ver o preguntar, el responsable jalo de ella hasta afuera una casa de campaña, en donde se sentó a su lado.

Su respiración era agitada, a la ves que su corazón parecía estar a nada de colapsar. No espero a relajarse, miro a su derecha, topandose de lleno con un par de ojos verdes olivo.

– Slytherin - susurro. El mencionado asintió, alejándose un poco de ella.

– Potter - respondió al saludo - ¿Qué hacías entre toda esa gente? ¿Acaso jugabas a las carreras?

– ¿Qué? ¡Por supuesto que no! - exclamó, sin notarlo su voz habia subido de volumen por lo que inesperadamente, Theodore coloco su mano sobre su, boca, acercando su rostro al suyo.

– No alces la voz, alguien puede escucharnos - susurro, ambos mirándose a los ojos. Ella asintió de manera lenta - Bien.

La soltó, ella no dijo más, únicamente lo miró. Vestía un traje grisáceo, su camisa negra estaba abierta los primeros tres botones, además está estaba algo maltratada. Alheli lo aludió al revuelo en que se habían visto envueltos.

Viéndolo ahí, solo pudo pensar una cosa.

– ¿Dónde estan? ¿Dónde esta la señora Lana y Azariel? - cuestióno, sus ojos marrones parecieron desesperados.

– Ellos estan bien, fueron al traslador - respondió.

– Si es asi ¿Por qué no estas con ellos? - lo miro, alzando una de sus cejas rubias. Theodore la observó inexpresivo, pensando en su respuesta.

– Ellos... Ellos se adelantaron, no pude alcanzarlos - dijo, su voz fue cortante, dejándole en claro que no iba a responder más.

Eso la dejo tranquila, pero también con un deje de ansiedad al pensar en Harry. Esperaba y estuviera con los Weasley.

– Gracias - hablo Alheli. El Nott alzo su cabeza - Por ayudarme, estoy segura que sin ti ahora formaría parte del suelo.

–.... - rio un poco, mirándola de reojo - No hay de que, Potter.

– Si hay, de verdad no entiendo como apareces antes de que termine matandome - sonrió. No era la primera vez que el chico la ayudaba, no desde que en primer año el fue quien la llevo a la enfermería tras su caída en la biblioteca.

Theodore negó con la cabeza, dispuesto a responder a eso, pero una luz en el cielo se lo hizo imposible. Ambos adolescentes miraron la figura recien formada: una calavera enrome con destellos verde esmeralda, se asomaba entre las nubes y el cielo obscuro.

– ¿Qué es eso? - pregunto en un murmuró. Se levantó del suelo al igual que Theodore.

– Eso... Eso es la marca tenebrosa, el sello del Señor Obscuro.

6000 palabras, sin duda un gran capitulo

Pero se lo merecían, ya saben, por la espera de un mes. No tengo justificación, mas alla de mi flojera.

Espero y este capítulo les haya gustado, a mi me encanto, sin duda disfrute escribiendo este capítulo.

Aquí inicia, ya podemos ver que nuestra niña esta enamorada... Lastima.
¡YA VIMOS EN ESCENA A NOTT! El hombre por el que todas están aqui... No intenten negarmelo. Espero y les haya parecido sorprendente su entrada JAJAJAJAJ.

Bueno, terminando con esto me gustaría que dejaran sus opiniones y comentarios, me encanta leerlos, creo que es mi parte favorita de escribir.

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