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𝐯𝐞𝐢𝐧𝐭𝐢𝐭𝐫𝐞𝐬

La respuesta a todo.

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La noche había caído, y sus brazos me recorrían. Estaba acostada en aquella carretilla junto a él, no deseaba irme ni un segundo. La fogata calentaba a los presentes, a esos a quienes jamás imaginamos tener de vuelta. Mi mirada estaba detenida en ellos, en cómo Reiner y Annie aún podían sentarse frente a nosotros, en cómo Annie yacía viva y respirando nuestro aire luego de tantos años adormecido. Su cristalización se había derretido, al igual que las murallas, al igual qué la acorazada de Reiner, todo se había ido abajo, pero al menos, estábamos aquí. Sentía las cálidas manos de Levi acariciarme, la tristeza me invadía, estaba mutilado, había perdido sus dos dedos, e incluso un ojo, pero que aún respirara, era lo único que me importaba. No podía dejar de mirarle, y pensar en que sin importar que ni siquiera pudiera caminar, cargaría con él en mi espalda, hasta mi último suspiro. Mi cabeza subía y bajaba, al ritmo de su pecho, mientras que Armin estaba sentado en medio de la fogata, solo. Se que esperaba tanto a Aster como yo a Kai, estábamos ansiosos, y mas cuando allá afuera, un caos se apoderaba de otras naciones.

La fogata brindaba calor incluso a los que desearon que muriéramos en batallas anteriores, los más fuertes estábamos aquí, juntos. La mirada de Pieck en sus compañeros me hacía entender como siempre he sido con los míos, sin importar las indiferencias, no nos abandonábamos. Todos se quedaron en silencio e incluso alertaron, varios sonidos de cabalgatas se escucharon, y en cuanto Armin se levantó del tronco en el que estaba sentado, yo también. La fogata iluminaba una silueta, la cual estaba tapada, pero cuando decidió quitarse la capucha, y dejar ver esa cicatriz alrededor de su rostro, nos brindó calma. Camine lentamente hacia Aster, incluso el mismo Armin decidió detenerse, dándome espacio. Mi expresión fue otra, definitivamente lo fue. Aster abrió sus brazos, mostrando cómo yacía dormida aquella bebé, envuelta en una manta. Lamenté haber sido brusca, pero no hubo manera de no arrebatarle a mi criatura de sus brazos sin desespero. La aferre a mi cuerpo, a mi calor, y la bese. Mi mano aguantaba su cabeza, mientras que la otra acariciaba su espalda. La mirada de Aster estaba colocada en mi, mostrándome una delicada sonrisa que era extraña ver. Le asentí, de manera grata, y me volteé.

Mis húmedos ojos no pudieron aguantar, y parpadeé, dejando caer mis lágrimas, estaba emocionada, ¿quien no podría en esta situación? Tan solo observé como Levi intento de incorporarse, sus brazos se abrieron, pero no solo para recibir a Kai, si no a mi. Nos acorraló en sus brazos, y parecíamos estar envueltos en un cubo de cristal, pero era por el amor tan grande que nos teníamos. Beso la mejilla de la bebe, mientras que yo era más sensible, y no podía evitar llorar. Todos nos observaban, e idolatraban. Habíamos sido los únicos capaces de crear una familia, de continuar, a pesar de que el mundo se desbordara, y se que deseaban plenamente que tuviéramos un final feliz. Quería despertarla, ver sus ojos grisáceos, pero incluso así dormida, me hacía derretir el corazón. Escondí mi rostro en el cuello de Levi, humedeciendo su piel, mientras que él acariciaba la espalda de la pequeña, quien dormía en mi hombro. Veía el cielo, el hermoso cielo estrellado, y era incapaz de creer que a pesar de que todo pareciera estar bien, nada lo estaba. Me quede tranquila, escondida en el hueco de su cuello, mientras que el tiempo pasaba, uno que debíamos de valorar, y deseábamos detener.

-Que silencio tan incomodo.-la voz de Annie sobresalió en aquella fogata, mientras que deje de escabullirme en el cuello de Levi para mirarle.-Aún estoy confundida, si no fuera porque Armin me contara de todo cada día, no entendería nada de esto.-dijo, mirándome.-Pero, aún no comprendo como es que tú, eres un titán.-expresó confusa, a lo que yo observé como todos miraban.

-Es fácil de explicar.-mire a Reiner, quien detuvo su mirada en mi.

-¿Y por qué no la explicas?-pregunto Aster, quien se había sentado en aquel tronco, aún lado de Armin.

-Porque es Kira quien debería hacerlo.-expresó él.-No yo.-aclaro, y yo, aún lado de donde yacía, pude ver a Falco junto a Gabi sentados.

-Kira no recuerda muy bien lo que ha sucedido.-justificó Armin, mientras que continuaba en silencio, sin importar que hablaran sobre mi.-Y siendo honesto, al menos yo si tengo prisa en saber lo que alberga a través de ella.-dijo él, mirando a Reiner.-Quiero saber dónde inicia esto.-añadió, entrelazando sus manos.

-Todo inicia con Ashanti, su descendiente, y finaliza con ella. El linaje acabó con Kira, pues Kai es una Ackerman.-le comentó Aster a su lado.-Lo sé, porque Eren me lo dijo.-expresó Aster, mirándome.

-Zeke también me lo detallo, pero no lo dejo del todo claro.-esbozó Levi, aún lado mío.

-Hace dos mil años, Ymir, tenía una aliada. Su nombre era Ashanti Kamura. Era una niña de su edad, que siempre la seguía. Ymir le otorgó cierta fuerza, como al linaje Ackerman, eran sus fieles soldados.-explicaba Reiner, de manera detallada.-La historia narra que pese a que Ymir tuviera un gran poder, continuaba siendo esclava, y que lastimosamente Ashanti la traiciono, eligiendo su libertad y amor por un Ackerman. En pocas palabras, decidió ya no pelear aún lado de Ymir, pues se sentía prisionera.-esclarecía, dejándonos asombrados ante dicha historia, pues no podía ser coincidencia que yo, estuviese con un Ackerman.-Ymir le sometió un castigo junto al rey Fritz, se dice que era por la envidia de no poder ser libre, y amar desde su corazón a alguien. Decidieron maldecir su linaje, y que ninguna fémina nacida, podría ser feliz. Les llenarían vagas memorias del futuro sobre la guerra que estallaría dos mil años después, cada fémina viviría un infierno por el pecado de su descendiente, y no podrían amar libremente, mucho menos ser libres, serían esclavas de un destino que no deseaban.-continuó diciendo, haciendo una pausa, intentando de recordar.-Ashanti pidió clemencia, y Ymir, la aceptó, pero no de una manera tan fácil. Le pidió a su amiga que la ayudara a ser libre, pero que tristemente tendría que esperar dos mil años para eso. Le dijo, que su linaje llevaría a una sola femenina, quien repetiría su historia. Desearía la libertad, y se enamoraría de un Ackerman, justo como Ashanti.-mi mirada y la de Levi se cruzaron ante eso, quedándonos atónicos, sin expresión.-Le dijo que el linaje maldito acabaría ahí, cuando un Ackerman y una Kamura se cruzaran, dando a luz a un bebé que tendría l sangre Ackerman.-indicó Reiner.

-Es por eso que entonces el linaje termina con Kira, porque Kai es una Ackerman, y el linaje Ackerman es más fuerte.-decía Armin, a lo que Reiner asentía.

-El propósito de esto, es que aquella fémina, llevaría a la persona que liberaría a Ymir de su esclavitud, en este caso, Kira y Eren.-esclareció Reiner con más detalles, volviendo a retenernos con la historia.-Se decía, que sus caminos estarían entrelazados por lazos invisibles, y que se despertaría un titán creado por Ashanti, dando referencia a su alianza con Ymir, y como la protegía de sus enemigos. Es por eso que tu titán se llama el titán de alianza, porque eres la aliada del titán de ataque.-decía.-Todo siempre estuvo conectado, todo suponía que fuese así, como es ahora. Tú propósito era romper tu destino, y traer a Eren a donde liberaría a Ymir, ella lo espero dos mil años, pero ambas los escogieron tiempo atrás, y es por eso que están conectados, lo cual es peor.-indicó, creando tensión en el ambiente ante eso.

-¿Como sabes todo eso?-pregunto Hange, mirando algo aturdida a Reiner por su detallado resumen de lo que sucedía con mi persona, y con Eren, pero yo, ya lo sabía.

-No sé cómo explicarlo, solo se que la información estaba plantando en mi memoria.-respondió Reiner, cabizbajo.

-Era una lectura que había en Marley, explicaba la vida de Ymir, pero hablaba sobre una profecía, y contaba el mito de un décimo titán, el cual estaba entrelazado con otro.-Magath, el capitán y líder de las tropas de Marley habló, haciendo entender más la postura de Eren.

-¿Y qué es lo malo que ellos estén conectados?-pregunto Connie, mirando a Reiner.

-¿Acaso no es lógico?-pregunto Reiner, algo sarcástico.-Es Eren quien controla el poder del titán de alianza, él necesitaba la sangre real y la sangre Kamura para poder activar el poder del titán fundador, por ende, tiene total manejo de dicho poder.-decía.-Cuando Kira se transformó, sucedió porque fue la voluntad de Eren, incluso cuando decidió llevarla a su forma humana en Paradis, él todo este tiempo ha estado a través de ella, todo este tiempo.-explicaba, haciendo que el ambiente se sintiera abrumador.-El estar entrelazados, le hace que su alma esté a través de ella, y que ella esté a través de él. Todo este tiempo, ha sido a través de Kira que Eren ha podido ver todo, y ha sido a través de las memorias de Eren, que Kira podía ver todo lo que se avecinaría.-continuaba diciendo.-Si vamos hacia allá, en cualquier momento podría convertirla, la usaría como una marioneta, y pelearía en contra de nosotros, pues es lo que ella es, su aliada.-dijo, mientras que yo, con la cabeza baja, observaba cómo Kai se removía.

-No es Eren, es Ymir.-arreglo Aster, mirando a Reiner.-Es ella quien controla el poder de los titanes, y el estar aún lado de Eren lo hace peor.-decía.-Si eso llega a ser así, perderíamos ventaja sobre la pelea.-comentaba Aster, preocupada por mi próxima posición.

-Debe haber una manera de detenerla, su poder es demasiado abrumador, al menos eso sentí cuando intenté detenerla, pero no pude.-expresaba Reiner, mirándome.-Debe haber una manera... -susurro, mientras mi mirada y la de Aster se cruzaron, y ella pareció tensarse, como si lograra entender lo que pensaba.

-La única manera es matándola.-dijo, de una manera fría y sin expresión, mientras que todos parecieron denegar ante lo que dijo.

-Esa no es la manera.-Mikasa de manera cortante le hablo, mirándome, esperando una reacción, pero yo me quede en silencio, y mas cuando sentí a Levi tensarse a mi lado.

-Es la única.-dije yo, visualizando como todos me miraron de manera desconcertada.

-No.-denegó Armin, mirándome.-No hay manera de que sea así, debe haber una salida para que sobrevivas, una manera de romper el lazo, o de que al menos tengas control del titán.-decía Armin.

-Concuerdo con Armin, extrañamente, pero debe haber una manera.-la voz de Levi sobresalió en mis tímpanos, mientras que de reojo observé, como él evadía mi mirada, para observar a Armin.

-No.-denegué todo, acariciando la mejilla de mi hija, mientras veía sus ojos abrirse de a poco en poco.-No hay manera de que pelee en contra de ustedes, de que les haga daño, no podría soportar que mueran por mi culpa.-dije, viendo los grisáceos ojos de Kai abrirse, y como ella me miró detenidamente.-Se que esto es agrio, y frío, pero, no podría pelear en contra de ustedes, prefiero morir.-alce la mirada, y detenidamente concorde con la de Armin y Mikasa.-Me uní a esta elite sabiendo cómo era, y tengo claro de algo, no entregué mi corazón en vano.-les dije, recordando a todos aquellos que murieron entregando sus corazones.-Si debo morir, así será. Lo difícil, es saber quien será el valiente que me mate.-dije, mientras que Mikasa rompió nuestra conexión visual, y Armin, de manera agitada se levantó del tronco, dándome la espalda, y caminando a distancia de mi.

-No hay manera de que eso sea así.-musitó Levi a mi lado, para recostarse en la carretilla, y evadirme.

Me recosté a su lado, intentando de evadir las otras miradas. Sabía que mis amigos estaban preocupados, yo también lo estaba, y debía admitir que temía morir. Me arrope con aquella cobija, incluso a Kai, pero sé que ella no descansaría. Levi se giró, no pudo contenerse y darme la espalda, pero aún así, su expresión se veía fruncida, estaba molesto y preocupado. Llevo sus manos al cuerpo de Kai, y la abrazo, mientras que ella jugaba con sus flequillos, yo observé el rostro de Levi. Tenía saturada la herida de su rostro, era desde su cien, hasta su mentón, cubriendo su ojo derecho, el cual había perdido. Había sufrido graves heridas, pero agradecía la fortaleza de su genética por haberlo hecho sobrevivir. Él miraba a Kai, y como ella se removía, mientras que evadía mi mirada, como si estuviese sentido. Pese a eso, yo lleve mi mano a su rostro, y lo acaricié, lo hice varias veces, hasta que él llevo su mano a mi mano, y cerró su ojo. Estaba cansado, todos lo estábamos, pero al menos estábamos aquí, juntos, los tres. Bese su frente, e incluso le di un corto beso en sus labios con cuidado, pues también estaban cortados, y él, continuo con su ojo cerrado, dispuesto a descansar, y a no discutir mi próxima postura, la cual podría costar mi último aliento.

-¿Nadie me va dar una mano aquí?-pregunto Hange, frente al estofado que estaba haciendo delante de la fogata.-Por favor, dejen de mirarse mal uno al otro.-pidió, notando el tenso ambiente que creábamos.

-Compartir comida con la gente que hemos matado y quienes también han matado a los nuestros... es algo interesante.-musitó aquel capitán de los guerrero, Magath.-¿Por qué cambiaste de parecer?-él se dirigió a Hange, mientras que yo, acariciaba el cabello de Kai, quien mordía el mío, babeándolo.-Si hubieran dejado a Eren Jeager solo, habrían visto al mundo convertirse en lo que deseaban, ¿no?-pregunto.-Estuvimos a ley de nada de prevenir el contacto de Eren, Zeke y Kira, pues ella también era clave de reactivar el retumbar.-decía, mientras que cruzó una mirada rápida conmigo.-Pero eso, si tan solo no hubieran interferido.-acusó, incomodándonos.

-Tal y como le dije, nosotros no deseamos un genocidio. De hacerlo, no habríamos huido hacia al bosque a hacer un estofado.-justificó Hange, mientras continuaba cocinando para todos.

-En otras palabras, ¿me dices que desarrollaron un sentido de justicia?-se preguntó aquel capitán, mientras que la tensa posición de Jean, llamó su atención.

-¿Justicia dices? ¿¡Estás hablando de justicia!?-dijo Jean en un tono alto, y alterado, mientras que le quitaba a Kai mi cabello de su boca.-¡Vivimos bajo la amenaza de los titanes que ustedes enviaron tras nosotros, ¿pero resulta que somos los malos?-preguntaba, agitado y sintiéndose impotente. -¡La razón por la cual peleamos desesperadamente es porque no queríamos morir siendo devorados por titanes!-baje la cabeza ante eso, hablaba en un tono alto, pero tenia razón.-¡¿Me estás diciendo que eso nos hace actuar como demonios, viejo de mierda?!-pregunto, con rabia, y yo me mantenía cabizbaja.

-Tsk.-me queje.-No se cansan de pelear... -susurre, observando a Kai mirarme, y tocar mis mejillas con sus manos.

-¿Puedo sostenerla?-alce mi mirada, mientras que veía a Falco, sus ojitos me miraban detenidamente, y de fondo podía escuchar como Jean y Magath continuaban debatiendo.

-Quizás te sea algo pesada.-le dije con sinceridad, y él se entristeció ante denegarle mi permiso, pero no fue así.-Ten.-con cuidado le puse a Kai en sus brazos, viendo como él sonreía emocionado, e incluso nervioso.-Tranquilo.-le dije, viendo como ponía a Kai en su falda, y la sujetaba, viéndola.

-Es muy tierna.-comentó él, viendo como ella se quedaba sentada, era una niña tranquila. -¿Como me dijiste que se llamaba?-me preguntó, parecía no recordar el nombre que le dije el día en que fui a verlo en la celda.

-Kai.-le respondí, acariciando el cabello de mi hija, quien jugaba con los botones de la camiseta de Falco.

-Hola, Kai.-él la saludo, de manera sonriente, mientras que Gabi les observaba.-Me llamo Falco. Soy el titán mandíbula.-se presentó, de manera tierna, a lo que yo, sonreí.

-Aco... -balbuceaba Kai, mirando su rostro, y jalando su cabello con suavidad.

-Falco... Falco.-le ayudaba él a pronunciar, pero Kai continuaba llamándolo como lo hizo anteriormente.

-Falco.-le llame a ese niño, quien me miró con un brillo en sus ojos-Lamentó lo de Colt, fue un acto muy valiente, y uno de amor gigantesco.-le dije, recordando sin duda alguna a mi hermano a través de esas palabras.-Si salimos vivos de estos, prometo que te cuidaré, mucho.-insinué, llevando mi mano a su cabello, y despeinándolo con cariño, y él asintió.

-¡Para empezar si las murallas no se hubieran roto, y su madre no hubiese sido devorada frente a él... Eren jamás habría hecho esto!-dirigí mi mirada a Jean, quien aún yacía igual de agitado hacia Magath, este quien lo miraba con el ceño fruncido.-¡¿Estás seguro de que ustedes no fueron los que provocaron el retumbar?!-le preguntaba, en un grito.

-¿Estamos hablando de historia ahora? ¿Entiendes que Eldia fue la que hizo que Marley sufriera y los pisotearon primero?-Magath deseó justificar lo dicho anterior, y realmente, mi cabeza quería estallar, o tener la tolerancia que Levi tenía, ya que intentaba de dormir.

-¿Cuanto tiempo van hacerse las víctimas por algo qué pasó dos mil años atrás?-le preguntó Jean.

-Ah, paren ya con esto.-Hange se interpuso, murándolos a ambos, creando un silencio entre ellos.-La bebé no debe escuchar estas bazofias.-indicó ella, mirando a mi hija, quien yacía jugando con Falco.-Además, esta charla de hace dos mil años que nadie vio con sus propios ojos, es tonta.-insinuó.-Jean, el señor Magath está obviamente desconcertado por tu existencia. Somos extraños demonios que estamos renunciando a nuestro paraíso para rescatar a la gente que trató de exterminarlos. Pasamos mucho tiempo en el mundo exterior, no podemos pasar a ser nuevamente demonios ignorantes.-dijo ella, refiriéndose a nosotros, por lo cual, un gran silencio se creó, y la tensión se bajó.

-Entonces... ¿están preparados para matarlo?-alce mi mirada, observando a Annie, y como ella dirigía la mirada a Mikasa, quien la miró desconcertada.-¿Eres capaz de matar a Eren?-le preguntó.

-Matar a Eren no es la única manera para detenerlo.-le respondió Mikasa, de una manera neutral.

-Sabía que dirías eso. ¿Cómo lo harás entonces?-le preguntó Annie.-¿Vas hablar con él o algo? ¿Alguien que cometería genocidio va cambiar de opinión así porque si?-volvió a preguntar, de manera sarcástica, y pude ver como Aster le miró con fulminación.

-No lo sabremos hasta que tratemos de hablar con él.-le indicó Armin, interviniendo.

-Asumiendo que podremos tener una conversación con él, ¿qué haremos si el no detiene el genocidio?-nos preguntó.-¿Deberíamos tratar de no pensar en la opción final tanto como sea posible?-un silencio estaba invadiéndonos, uno que dio una gran respuesta.-Lo sabia.-musitó ella.-Si nosotros, quienes tenemos un hogar en Marley, intentamos de matar a Eren, ustedes van a terminar enfrentándonos, para protegerlo seguramente. Así son las cosas después de todo, ¿verdad Mikasa?-pregunto, afirmando nuestras posturas, y como protegeríamos a Eren a toda costa.-Después de todo, nunca has pensado algo más importante que Eren.-ataco, y yo me levante del suelo, estirándome, justo en el instante en que Mikasa se sobresaltó.

-En otras palabras, ¿estás diciendo que debes matarme?-le preguntó Mikasa, alterada y con intención de intimidarla, pero en ese instante nos sobresaltamos cuando Annie amenazo con aquel anillo afilado, convertirse en titán.

-¡Leonhart!-Magath grito, pero antes de que pudiera hacerlo, yo estaba frente a frente con Annie.

-No.-le pedí, viendo sus azulados ojos.-Ni se te ocurra hacerlo frente a mi hija, Annie. Porque juro que no sé de qué manera invocaré a Eren, pero me convertiré en titán, y te voy a quebrar los huesos.-le amenace, sabiendo que ahí estaba mi hija, jugando con Falco, sin saber que sucedía.-Dime tú, ¿hasta dónde llegarías para proteger a quien amas?-le pregunté, y ella se quedó en silencio, incluso bajo la cabeza.-¿No puedes ser capaz de colocarte en su postura? ¿O estar encerrada te volvió más egoísta?-le pregunté, a lo que ella, se distanció de mi.

-Entiendo como te sientes.-indico, dirigiéndose a Mikasa.-Yo también tengo una razón para querer detener a Eren, no quiero que maten a mi padre que esta en Marley, es por eso que les estoy ayudando.-dijo, creando una voz más pasiva hacia quienes estábamos alterados por su actitud anterior.-Si podemos detener a Eren hablando, esta bien. Por lo menos no tenemos razón para pelear, hasta entonces.-finalizó expresando.

-Ya.-le detuvo Aster, mirándole de mala gana.-Déjalo así.-pidió, a lo que Annie y ella, se miraron con fulminación, creando incomodidad en Armin, quien estaba entre medio de ambas.

-¡Vamos! ¡El guisado está listo!-aviso Hange.-¡A comer!-indico, mientras que empezaba a servir varios platos.

-¿No vas a comer?-me preguntó Falco, mientras que me pasaba a Kai, para así el obtener su plato.

-Si, solo un poco.-dije, mientras que le pasaba un plato a Levi, quien yacía soñoliento.

-Venga, pásame a mi niña.-Armin estrechó sus brazos para agarrar a Kai, y yo, me sentaba aún lado de Levi en la carretilla.-¿Quieres comer, Kiki?-veía como Armin le sonreía a la pequeña, y abrí mis ojos cuando vi como se abalanzó a él, como si lo abrazara.-Aw... Kai.-Armin cerró sus ojos, y abrazó a mi hija.

-Ella es realmente tierna.-musitó Reiner, observando cómo Armin se sentaba, mientras que Mikasa se acomodaba, y soplaba de su comida para ver cómo Kai abría la boca, y era alimentada por ella.

-Pero es idéntica al capitán Levi.-comentó Annie, mientras que Levi la miró detenidamente ante eso.-No he dicho que usted no sea guapo.-dijo, y yo, sentí mi expresión cambiar ante eso.-Ni tampoco me lo he ligado, solo digo que la niña es idéntica a él.-justificó, y yo, continué comiendo.

-Tiene las expresiones de Kira.-comentó Connie.-Ojalá Sasha pudiera verla, la adoraba... -musitó, comiendo.

Me mantuve en silencio, al igual que todos ante ese suspiro de Connie, podíamos saber que tanto él como Jean, sentían fuertemente la ausencia de Sasha. Por un instante, la visualicé ahí, aún lado de Hange para oler la comida, y tener ánimo de comer, más que nosotros. Ni siquiera supe valorar el estofado, recordarla y saber que yo estaba sosteniendo un plato que ella pudo haber sostenido, me quito el hambre. Aún así, comí, comí aún lado de Levi, quien se veía abatido. No me dirigía la palabra, pero si me miraba de reojo, observando que me estuviera alimentado. Lo mire, esperando a que girara su mirada, pero no lo hizo. Se que estaba molesto, o incluso, desesperado. No sabía cómo sería mi final, o si realmente debía ser así, pero tenía miedo de morir, tenía miedo. Me levante, dejando mi plato aún lado, para así dirigirme a Armin. Él me miró extrañado, pero ante mi inexpresiva mirada, supo entender que estaba abatida por mis emociones, y que solo quería sostener a mi hija. Camine con ella, distanciándome de ellos, sabiendo que había iniciado una charla entre el grupo nuevamente, y aunque se sintiera bien que estuvieran aquí, la melancolía me recorría.

Decidí aislarme del grupo, sabiendo que tocarían un tema agrio, uno que no soportaría escuchar, y era, el de Marco. Mecía a Kai, sabiendo que ella no tenía sueño alguno, y que estaría risueña en los brazos de estas personas, toda la noche. Su cabello iba creciendo, y podía ver ciertas manchas en sus mejillas, sabía que dentro de unos años, le albergarían pecas en sus facciones, al menos algo había heredado de mi. Viéndola, me hacía desear que al menos hubiera conocido a la mitad de las personas que conocí. De seguro, Erwin no la hubiese soltado ni en las cuestas. Si, aún lo recordaba, cada día y cada noche, como aquella a quien perdí un día soleado, el cual volvió mi día opaco, pero sin duda la muerte de Erwin, creo gris mi cielo, hasta que Kai nació. Me había aliviado la tristeza, me había relajado cada parte dañada de mi interior, aún mis heridas no sanaban, pero permanecían en un dolor menos intenso. Bese su frente, y por un instante sentí que había chillado sus labios, con la intención de lanzarme un beso. Sonreí, girando mi vista ante escuchar pasos arrastrados, y así, visualizar a Armin acercarse a nosotras, con una expresión que no podía descifrar.

-No pienses mucho.-la voz de Armin me recorrió, mientras que abrazaba a Kai.

-Tengo miedo.-le afirme, girando un poco mi rostro para mirarlo, mientras que pude observar a Levi cabizbajo, con Aster delante de él, quien parecía argumentar sobre algo.

-Yo también.-confesó él, tocando el cabello de Kai con delicadeza.-Pero, lo lograremos. Estoy seguro que si.-musitó, y yo, sonreí.

-Siempre fuiste el único quien nos brindó esperanza, sin importar que tan oscuro fuera el camino.-le decía, mirándolo.-Armin, estoy agradecida. Si me voy, quiero que sepas, que no importa donde esté, yo te miraré a través de mi hija, a quien cuidarás como si fuera tuya.-su cuerpo se tenso, y no se atrevía a mirarme, pero su expresión mostraba terror, y mucho miedo.

-Debe haber una manera.-Armin miraba el cielo detenidamente, mientras que Kai también lo hacía, era como si ella lo siguiera.-No puedes irte tan pronto, no de esa forma. Me niego a creer que podría perderte también... -musitó en tristeza, y yo tan solo observé los grisáceos ojos de Kai mirarme, y como estrechaba sus brazos para que yo la aguantara.

-Es así como debe ser, Armin.-le indique, viendo como él me pasaba a Kai, quien se aferró a mi.-No hay otra manera.-exprese, viendo lo sensible que se veía ante la conversación.

-No puedo perderte, Kira.-volvió a decir, mientras que vagos pasos se escucharon, y detrás de nosotros, Mikasa se acercó.

-No la perderemos.-afirmó ella, colocándose a mi lado, mientras que veíamos las estrellas.-El único final feliz que espero, es que los cuatro volvamos a ver las estrellas, como solíamos hacer... -susurró, alzando la mirada en el cielo.

-Ma... má... -mis ojos se abrieron grandemente, y volvía a sentir cómo Kai metía mi cabello en su boca, era una manía que tenía, pero sin duda me recordaba a una anécdota que Eren me había contado, él solía también babosear el cabello de su madre.-Ma... má... -continuaba pronunciando Kai, a lo que Armin y Mikasa la observaron.

-¿Acaso ella dijo... ?-asentí ante la pregunta de Armin, aunque pareciera con una expresión neutral, yo estaba emocionada, y abracé a mi hija con fuerza, sabiendo que en la mañana, debía decirle adiós.

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Próximo capítulo: El futuro del mañana.
Kira se despide de su hija, mientras que toman destino al puerto, con la intención de salvar a Marley, y detener a Eren.

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