𝐜𝐢𝐧𝐜𝐨
Asalto a Marley.
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Tres años después.
La noche escalofriante nos arropaba, y mis manos ajustaban esas correas de color platino a mi cuerpo. Esas que sostenían aquellas maniobras tridimensionales, las que habíamos mejorado sin duda alguna a través de estos años. El viento azotaba mi corto cabello, aquel que llegaba a mis hombros, mientras que la tensión crecía en esa ciudad desconocida. Mi pecho subía y bajaba, era como si la ansiedad no pudiese escapar de mi, y es que sin duda alguna, este era el campo de batalla que visualicé tantas veces en el pasado, a través de esos verdosos azulados ojos. Mis manos temblaban, y es que, no estaba preparada para lo que se avecinaba, para observar el caos que se estaría avecinando. A mi lado yacían soldados, esos que se preparaban encima de estos tejados. Nuestros uniformes modernizados con esos tonos oscuros nos camuflaban en la oscuridad, estábamos siendo los verdaderos demonios de la isla Paradis, acechando a una tierra enemiga, esa que nos hizo esclavo de los titanes, esa maldita tierra perteneciente del hogar donde provinieron los traidores a quienes algún día les di la mano. Yacíamos en esta noche con la intención de provocar una guerra que no deseábamos, con la intención de recuperar a la única esperanza de nuestra isla, Eren Jeager. Suspiraba, la tensión y adrenalina recorría por completo mis venas. Estaba esperando el momento exacto en que se avecinara la señal, habíamos estado entrenando para este jodido momento.
Estaba sentada en aquel banco, mientras que estábamos en aquel dirigible, ese del cual nunca obtuvimos acceso ante estar ajenos a la realidad más allá de los muros, más allá del mar que un día conocí. Mis manos estaban cruzadas y colocadas en mi barbilla, estábamos en el aire, esperando el momento en que debíamos actuar. Mi cabeza daba vueltas, y es que sabía sin importar que, como terminaría esto, y no había manera de evitarlo. Frente a mi, podía ver la expresión fría que Mikasa Ackerman traía. La ausencia de Armin nos quitaba la calma, la poca que teníamos, sabiendo que él estaría en otro horizonte actuando, como se le pidió hacer. Estábamos separados por escuadrones, yo dirigiría uno, Jean otro. Éramos muchos quienes hoy venían arriesgando sus vidas, muy lejos de casa. Veníamos a destruir otras vidas, otros hogares y otras familias, y ese era el costo de sus pecados contra nuestra isla, o al menos, eso creía Eren Jeager. A mi lado, yacía Jean. También estaba pensativo, al mirarle, no sabía cuánto tiempo había pasado, pero ya no éramos unos niños. Su rostro mantenía cabellos faciales, y su cabello estaba peinado atrás ante su longitud. Todos habíamos crecidos, ya no éramos ni la mitad de lo que éramos años atrás.
No era ni la mitad de lo que fui hace nueve años, antes de que el muro María cayera frente a mis ojos, antes de que mi vida cambiase. No dejaba de sentirme inquieta, y de sentir como mi estómago se revolcaba. Lleve mis manos a mi estómago, y acaricie con suavidad. Sentía náuseas, y era la gran presión que sentía encima de mis hombros. Era la primera vez que combatiríamos a otra tierra, a una que ni siquiera sabíamos que existía, si no fuese por todo lo que supimos hace cuatro años. Veía como Sasha y Connie se adentraban a esta extensa sala del dirigible. Ambos también habían cambiado, tanto físico como mentalmente. Era como si las tragedias nos hubiesen robado lo que nos hacía brillar, nuestra esencia. Más allá de ellos, pude verle. Él estaba ahí, cruzado de brazos y viendo al piloto manejar el dirigible. Su expresión estaba seria, pero sabía que Levi Ackerman estaba preparado para cualquier cosa, menos para perderme. Vi a Hange a esa gran teniente y ahora comandante, quien me elevó una señal con su asentimiento, dándome a entender que debíamos prepararnos. Me levante, sabiendo que estaríamos al pico de esta entrada.
-Kira.-me alertó ella, para que así prepara a todos, e indicara ciertas instrucciones que ya habíamos repasado, pero debía asegurarme de que todos estuviesen claro con nuestros objetivos.
-Prepárense. Ya estamos llegando.-indique, levantándome del banco, y viendo como todos me miraban.-Si fallamos, aunque sea en lo mínimo, perderemos.-les decía, y todos me prestaban grata atención.-No vinimos hasta aquí en vano, vamos a recuperar a Eren, vamos a recuperar la guerra que perdimos cuando nos aislaron del mundo, vamos a demostrarle que lo peor que pudieron haber hecho fue, enfrentarse a los demonios de Paradis.-ellos asentían ante mis palabras, y se levantaban, preparándose.-Mikasa, tú irás primero. Justo como Eren lo pidió.-ella asintió, mientras que Connie fue abriendo la compuerta, sintiendo la brisa fría del aire.
-Que quede claro, giraremos para buscar a Armin cuando actúe, al momento de volver por ustedes, saben que deben girar cuanto antes.-explicaba Hange, aún lado de mi, a lo que todos asentían.-Suerte, y no mueran.-ella apretó mi hombro.-En especial tú.-asentí ante eso, apretando la mano que estaba en mi hombro para distanciarme de ella y acercarme a la compuerta.-Recuerden poner las luces, será la única manera en la que podamos encontrarles con facilidad.-añadió ella.
-Habrán civiles, intentemos no dañar lo suficiente con las bombas. Nuestro objetivo es cubrir a Eren, y defenderle de los soldados, no atacar a los civiles.-les indicaba, viendo como se empezaban a preparar para saltar.-Por último, intenten de sobrevivir.-añadí.
Las puertas de aquel gran dirigible se abrieron, dejando que la fría brisa nos azotara. Mis ojos y los suyos se cruzaron, justo antes de que pudiese lanzarme, mire a Levi, quien con su seria expresión me lanzó un asentimiento, era una clave para que continuara sin él. Por un instante lo pensé, pero ante el respeto por la capitanía que llevaba, decidí acoplarme a este plan, sabiendo que él no estaba de acuerdo en que yo viniese, pero jamás podría abandonar a la persona a quien ame por primera vez, sin importar que. Me lance al ritmo de Mikasa, de todos los demás, y sentí la fría brisa azotarme. No tardamos en utilizar nuestro equipo de maniobras tridimensionales para balancearnos en el cielo, habíamos sentido un leve retumbar. Estaba tensa, pero sentía la adrenalina. Colocaba luces en aquellos tejados, justo como nos habían inculcado hacer. Todos iban adelante, aún no habíamos llegado al campo de batalla, pero estábamos cerca. Entre mi gente, pude ver lo preparado que estábamos, pero aún así, habrían bajas; queramos o no, alguien moriría hoy aquí. Estaba adelante, siendo la líder de mi escuadrón especial, dirigiéndolo con Levi Ackerman, pero él, aún no había llegado hacia aquí, sabía cual era su objetivo, por ende, no iría tras él.
En una fina vuelta me detuve en aquel tejado, exclamando la separación de los escuadrones, a lo que vi varios soldados despejarse. El silencio nos acorraló, y allí, desde aquel tejado. Pude verle. Por primera vez, fuimos capaz de ver al titán martillo, pero más allá, la destrucción y caos que estaba opacando la luz de esta ciudad. Era grande, de la misma altura que el titán de Eren, o algo aproximado, solo se, que era grande y se veía extraordinario. Mi corazón se apretó, al igual que mi conciencia la cual se retumbó, la sangre se veía y los cuerpos también, así que fuertemente tuve mi mirada en Eren Jeager, en su forma de titán y como luchaba contra aquel gran titán, color grisáceo y que sostenía, un martillo como arma de defensa. Mis hojas estaban amarradas a las correas de mis piernas, y mis brazos pesaban ante sostener aquellos lanza cohetes, más modernizados por las herramientas que infiltrados de Marley en nuestra isla, nos otorgaron. Todos veían desde sus horizontes, y los tejados permanecían encendidos ante las luces, mientras que yo, estaba parada en seco, observando como en el cielo se esclarecía Levi. De manera sigilosa llegó a la otra parte de esta ciudad, justo en cercanía de Eren. No éramos los únicos, los soldados de Marley estaban aquí.
-Esto es un caos.-la voz de Jean sobresalto en mis oídos, él visualizaba lo mismo que yo, horror.-Un jodido caos.-añadió, perplejo a lo que había visto.
-No bajen la guardia.-les pedí fríamente.-Mikasa, cuando Eren de la señal, irás a por el titán martillo.-le mire, viendo como ella asentía a mi lado.-Utiliza los lanza cohetes, luego, defiéndelo.-añadía, y ella se preparaba, sabía que pronto deberíamos actuar, y que esto realmente se volvería un infierno.
-Entendido.-me indicó, preparándose.
-Son muchos soldados.-comentó Connie, viendo el horizonte.-¿Podremos con ellos?- pregunto curioso, mientras que me mantuve en silencio.
-Podremos con todo.-le respondió Jean, visualizando lo que sucedía más allá.-Armin también nos ayudará, estoy seguro que muy pronto hará su aparición. Así, los dejaremos en desventaja.-comentaba él, pero yo, negué.
-Aún hay más titanes, no lo olviden.-les indicaba.-El titán martillo de guerra no es el único, así que con Eren nada más, estamos en una gran desventaja.-dije, señalando a Eren, quien yacía peleando con aquel titán.-Lamentó quitarles esperanza, pero si no pelean, no todos serán capaces de volver con vida.-musité, viendo como ellos se quedaban en silencio.
-Tienes razón.-infirió Connie, mirándome.-Aunque no queramos, son ellos, o nosotros.-añadió, a lo que asentí, pero sabía que ahora debíamos adentrarnos a una gran acción.
-Mikasa.-le llame, y es que, había visualizado a Eren fuera de su titán, y como el silencio abundaba en aquel lugar, ella sabía que era hora.
Vi como ella apretó sus mangas de las hojas, estaba dispuesta a lo que sea, y era la única que debía acercarse a esa horizonte donde yacía Eren esperando su ayuda. Sus ojos me miraron, sabía que estaba esperando este momento en donde pudiera retomarlo a nuestro hogar, pero nada seria fácil. Le asentí, y pude verla elevarse con el equipo de maniobras tridimensionales en el aire. Apreté mis ganchos del equipo de maniobras, esperando y sintiendo la tensión cuando la visualice yéndose con rapidez. Su agilidad había mejorado, pero ver como ella lanzaba esos lanza cohetes en el titán martillo, fue impresionante. La luz cálida se asombró, y ella continuaba elevada en el cielo, el titán había caído, y fue ahí que di mi señal. Fui la primera en elevarme en aquel cielo, viéndoles de espalda al enemigo, y siendo la primera en lanzar uno de los lanza cohetes para matarles. Explotaron, pero yo no sentía nada, tan solo vi como morían y sus cuerpos se desplazaban en aquel aire. Me eleve con fuerza, guiando a mi escuadrón a los miles de soldados que aún yacían por el área. Aunque deseara ayudarle, debía dejar esto en manos de Mikasa Ackerman, porque por más que quisiera, ya Eren no era mi responsabilidad. Elevada en el aire pude verle, ver cómo Mikasa yacía aún lado de él.
Mis ojos se quedaron perplejos ante verle, verle de la misma manera en que le vi en aquel sueño. Parecía un vagabundo, no era capaz de reconocer a ese niño que me protegía ante todo, así que evadí sus verdosos azulados ojos y continué elevada en el cielo. Ataque a soldados y desplace a mi escuadrón en los tejados, sabiendo que defenderían el perímetro. Intentaba de lo más rápido posible colocar las luces en los tejados, pero mi vista sintió el retumbar de mi conciencia cuando vi a niños en aquella plaza, aplastados. Mi estómago se revolcaba, y no podía creer lo que veía, el horror de aquella pesadilla me mostraba la agria realidad que algún día no quería vivir, pero no importaba, el destino me alcanzó. Amargamente continué, y combatí contra soldados, matándolos y dejándoles caer de los tejados, intentaba de estar aislada de la batalla, debía proteger mi vida a todo costo, debía volver a mi hogar, si no volvía, incluso en la eternidad; viviría con remordimiento. Me detuve en seco en aquel tejado, visualizándole, sus grises ojos me miraron y se quedó en silencio ante mi presencia. Me acerqué con sigilo y con cuidado, Levi me daba la espalda, aún sabiendo que estaba aquí junto a él.
-Hay varios soldados en el área.-le dije, colocándome a su lado, visualizando desde este tejado, a Mikasa combatir contra el titán martillo de guerra.-No importa cuanto le evitemos, tendremos algunas bajas.-comenté, viéndole a él observar alrededor.
-No veo al titán bestia, aún.-comentó, inquieto.-Estoy seguro que vendrán más titanes, no van a dejar que ese idiota devore a ese titán así porque si.-infirió Levi.
-Levi.-le llame, sintiendo mi mano temblorosa, visualizando como se giró y sus ojos me miraron.-Tengo miedo.-confesé.
-Yo también, por ti.-respondió, llevando sus manos a mis brazos, acercándome a él.-No debiste venir, Kira.-me indicó, a lo que le mire, él estaba con una seria expresión.-Si algo pasa, no podré soportarlo.-añadió.
-No podía dejarte ir así sin más.-lleve mis manos a sus brazos también, manteniéndonos unidos.-Me necesitan Levi, lo sabes. Sabes que si me quedaba en casa, no iba estar en paz. Iba a venir, de una forma u otra, y eso hubiese sido pero.-decía, mirándole.-Pelearé a tu lado hasta el final.-le dije.
-Uno de los dos debe volver a casa, y esa sin duda debes ser tu. Si algo te pasa aquí, me voy a volver loco.-comentó, mientras que apretábamos nuestros brazos de manera reconfortante.-Voy a perder la jodida cabeza.-añadía, haciendo expresiones.-Siento que no basta con que todos te protejan o tengan el ojo en ti, tu debes ser la más precavida.-me decía.
-Nada me pasará.-le dije, intentando de calmarle, pero él se denegó, y soltó mis brazos.
-Tengo un mal presentimiento, desde que te montaste en el dirigible algo en mi no me deja estar quieto.-me dijo, distanciándose de mi ante sentir leves retumbar.-Otro titán.-mire más allá, visualizando aquel titán, sin duda, debía ser el titán mandíbula, aquel que le pertenecía a Ymir; pero era muy diferente, se estaba acercando con rapidez.-Aléjate, ve con el escuadrón.-me dijo, ante ver aquel titán con forma de animal, su mandíbula era grande y con aspecto metálico, asentí a Levi, y le mire detenidamente sin deseos de irme.-Te amo.-me dijo, y con rapidez, nuestros labios se unieron en un cálido beso.
-Yo también, Levi.-le dije, deslizando mi mano por su brazo, sintiendo el deseo de quedarme, pero lastimosamente debía irme.
-Kira.-él me llamo, y mire esos grises ojos mirarme, y es que, antes de que pudiese lanzarme al infierno que nos esperaba, me detuve.-Vuelvan a mi con vida.-me pidió, a lo que simplemente, le sonreí.
-Vuelve a nosotras con vida.-le dije, sintiendo como la adrenalina nos recorría por completo, sus ojos también me miraron con temor a que me fuese.
Me eleve en el aire con rapidez, visualizando aquel extraño titán. Ymir no pudo manejarlo de esa extraña manera, su cabello era rubio y sin duda, se veía feroz. Aun no había llegado hasta a Eren, pero estaría apunto, por tal razón; observe a Levi irse también hacia otro ángulo. Elevada en el cielo, podría ver cómo los rayos del titán de Eren alertaron su transformación, mientras que veía a Mikasa detenerse en seco con sus equipos de maniobras tridimensionales. Me deslicé en aquel tejado, obteniendo la mano de Aster Arcane cuando me visualizó perder un poco el balance. Me sostuvo con fuerza y me acerco a ella. Le asentí, de manera agradecida, observando a mi escuadrón completo en aquel tejado. La mire detenidamente, también había cambiado en este transcurso de tres años. Su amistad y la mía se había reforzado, pero claramente mi amistad más fuerte era con Mikasa Ackerman. Los ojos de Jean me miraron, le examiné, visualizando que se encontraba bien, al igual que Connie o Sasha. Me quede cerca de aquel tejado, y me quede perpleja visualizando como el titán martillo de guerra cayó de rodillas al suelo sin vida. Eren en su mano de titán sostenía una cristalización, era idéntica a la que Annie un día creo, y jamás volvió a salir de ella. Veía a una mujer, y sabía que Eren intentaría devorarle, pero esa cristalización, impedía sus planes, incluso aquel titán que había llegado atrás suyo.
Me quede tensa, visualizando como Eren pareció percatarse de su presencia, pero aquel titán con una gran mandíbula y de un tamaño pequeño, logró encaramarse encima de Eren con facilidad, dejándonos ver sus garras y sus grandes dientes afilados. Todos nos tensamos, y estuve apunto de lanzarme hacia aquel titán cuando visualice como abrió grandemente su boca para morder a Eren. Apreté mis mangos y saqué mis afiladas hojas, iba a lanzarme, hasta que le vi en el aire, y en cómo un solo movimiento, Levi traspasó sus hojas en la boca de aquel titán, desprendiéndole su mordedura. Visualice al hombre que tenía mi corazón en su mano, y en cómo se deslizó por aquel suelo con suma facilidad, haciendo que mi corazón palpitara. Era ahora el momento que estábamos esperando para atacar, así que Eren actuó para defenderse, pero nosotros nos lanzamos del tejado para ayudarle. Me deslicé y me impulsé con fuerza, tirando mis lanza cohetes para el titán mandíbula cuando intento de escapar, logrando que se cayera del tejado que agarró. Camine con rapidez por las paredes, impulsándome con mis equipos de maniobras tridimensionales, junto a mis compañeros. Todos los escuadrones se unieron, y íbamos a por ese titán. Los demonios de Paradis se unieron, y a mi lado, Levi, creando terror en este infierno.
Elevados en el aire, fui embestida por el cuerpo de Jean cuando justamente las balas provenientes de algún punto, nos arroparon. Escuche grites estruendosos, y vi cuerpos caer, haciéndome sentir impotente, la sangre salpicaba en el aire, esas balas desprenderían cualquier cuerpo con suma facilidad. Su cuerpo fue mi escudo, y gemí cuando nos deslizamos adentro de un edificio, rompiendo las ventanas. Me cubría, haciéndome sentir apenada, con temor a que fuese herido. Nos quedamos leves minutos detenidos, hasta que pudimos ser capaces de ver al titán carreta, aquel que alguna vez vimos cuando intentamos de recuperar el muro María hace cuatro años. Visualice como en su espalda yacía con un cargamento de ametralladoras, era el peor enemigo para el equipo de maniobras tridimensionales. Jean me cubría, dejándome atrás suyo, mientras que nos asomamos por aquella ventana rota, visualizando al titán, pero justamente un leve retumbar empezó, alertándonos la mejor parte de esta batalla. El titán bestia se había unido al campo de matanza que se había iniciado hace un buen rato, y sabía, que Levi Ackerman le observaba desde algún punto.
-¿Estás bien?-en aquella ventana Sasha se asomó, a lo que asentí, elevándome con su mano junto a Jean para salir de ahí.
-Si, aún.-le respondí a ella, sus ojos me miraban y algo extraño sentí, un vacío.
-Ahora es que va empezar de verdad esta mierda.-les indique, mientras que un escuadrón entero se paraba de manera lineal, observando el titán bestia caminar.-¿Donde esta Arcane?-pregunte cuando no le vi, nadie supo responderme y por alguna razón, sentí temor ante no visualizarle.
-No lo sé.-respondió Flotch, quien yacía llegando junto a otros soldados.-No le he visto desde hace un buen rato.-expresó.
-No creo que haya muerto. Algo más debió sacarla de la zona, debe estar haciendo algo.-comentó Jean, acomodando sus correas.
-Aún así, continuaremos.-les indique sin más, sabiendo que yo lideraba también esta escuadrón con Levi, y que debían acatarse a mis órdenes, aunque no me gustara mandarles.
-Kira. Es mejor que te retires.-me pidió Connie, mirándome con preocupación, pero me denegué, observando claramente cómo Eren estaba atrapado en ramas de la cristalización que quizás el titán martillo de guerra aún era capaz de manejar, aún estando atrapada en los brazos de Eren en su manera cristalizada.
-Aún estoy respirando, no voy a morir aquí.-les indique a mi escuadrón, viendo fijamente cómo Levi llegaba hasta nosotros, quedando a mi lado, frente a todos.
-Espero que sea así, Kira.-me dijo, mirándome a los ojos, mientras que visualizamos al titán bestia, quien se reunía con los otros dos titanes.
-No dejen que escapen. Aniquílenlos.-la gruesa voz de aquel titán bestia socorrió aquella plaza de Marley, de su hogar.
-No mueran. ¡Sobrevivan!-antes de poder lanzarme, mire a Levi, y sus palabras se plasmaron en mis oídos, sabiendo que sería ahora en que esta guerra explotaría, y que no todos, sobreviviríamos.
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Próximo capítulo: Doble perdida.
Continuando en la actualidad del futuro, el cuerpo de exploración combate a muerte intentando de sobrevivir, mientras que dos fuertes tragedias les arroparán, una bala asesina y una ráfaga de rocas, aniquilarán a dos almas.
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