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ᴀʀᴄᴏ ᴜɴᴏ ——— ❛Para ti, dentro de unos años❜
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Omnisciente.
❪⚠ᴀᴅᴠᴇʀᴛᴇɴᴄɪᴀ, ᴇɴ ᴀᴅᴇʟᴀɴᴛᴇ ᴍᴜᴄʜᴏs ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏs
ɴᴏ ᴇsᴛᴀɴ ᴇᴅɪᴛᴀᴅᴏs ᴀ ʟᴀ ᴠᴇʀsɪᴏɴ ᴅᴇʟ 2024, por lo que se encontrarán con un trama totalmente diferente. Esto queda bajo su discreción.⚠❫
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Kira miraba detenidamente a ese titán anormal. Su pecho se había comprimido por completo—, era la primera vez que detallaba cómo un titán ataca a otro—. Sería algo histórico que ningún ser humano sería capaz de olvidar y que pasaría de generación en generación. Ella estaba ida, asimilando aún sus sentimientos y denotando lo que pasaba ante sus ojos. Varios de sus compañeros también había visto dicho acontecimiento, lo describían como una abominación, pero la postura de ese titán y como golpeaba a otros era impresionante. Se levantó del tejado, sostuvo sus hojas dañadas e intentó de avanzar, siguiéndole sus pasos. Los demás querían principalmente llegar al cuartel, allí habían suministros para poder continuar con su lucha, pero la abertura hizo que varios titanes se adentraran. Era lo que observaba Kira, sin duda la base de reclutas los preparó, pero no preparó sus corazones para tener fuerza de voluntad como la que tenía ella o Mikasa.

Aún lado de ella, Jean también observaba atónico sin creer lo que veía. Ni siquiera se movían, mantenían su mirada en lo que sucedía. Kira tambaleó en el tejado cuando la brusquedad de ese titán se interpuso con otros—, cayó al suelo cuando empezó hacerse añicos y a deslizarse aún lado—. Siento un chillido pero se levantó y no tardó en inclinarse hasta el otro tejado, levantándose para huir de los titanes que se abalanzaban sobre otro. Jean la llamaba, intentando de que ella llegará hasta él. Ella estiró su mano, por lo que Jean la sujetó y pegó su cuerpo contra el suyo. Ambos respiraron agitados, la presencia de los demás no tardó en hacerse presente aunque nula, pues no hacían nada para detener al titán que parecía "estar de su lado". Kira tenía su rostro lleno de tierra al igual que su ropa, también algunas raspaduras en sus manos que no pudo evitar.

—¡Kira!—la rubia se giró ante su llamado, mirando como Mikasa se dirigía a ella rápidamente.—Nos siguió hasta aquí.—informó.

—Es como si estuviera consiente de sus puntos débiles.—musito Kira, observando la derrota de varios titanes enfrente de ellos.

—Lo utilizamos para llegar hasta aquí.—comentó Mikasa, los demás se adentraban al cuartel, donde buscaban suministros.

—Armin ha dicho que hay titanes en la primera planta, es ahí donde hay hojas y reemplazos para los gas. ¿Hay forma de que podamos combatirlos?—cuestionó Kira, mirando de reojo a Mikasa.

—Se nos ocurrirá algo, lo que me hace ruido son esos titanes que vienen en fila. Podrán seguir agrupándose en la primera planta, se nos acabarán los suministros que nos quedan antes de poder recargarlos.—señalaba Mikasa, haciendo que Kira mirara.

—Puedo tomar de ventaja que ese titán anormal ahuyenta a los demás, sin embargo, me dará acceso a que pueda acabar a algunos.—indicaba Kira.—Se siguen adentrando por la abertura, tendré que ir uno por uno, al menos hasta que puedan derivar a los que están en la primera planta.—detallaba.

—Es arriesgado, incluso para mí.—admitió Mikasa.—No espero que te sacrifiques por esto, prefiero que nos arriesguemos al plan de Armin.—añadió.

—Con todo lo que he visto hoy, no tengo miedo de morir.—musito Kira.—No quería perder a Eren, por eso no puedo arriesgar a que se sacrifiquen allá dentro.—esclareció Kira.

—No es tiempo para ponernos sentimentales. Ya habrá tiempo para llorar... —recalcó Mikasa, mientras Kira de forma abrupta tomaba el gas de Mikasa quien abría sus ojos grandemente.—¿Qué haces?—cuestiono, mirando a Kira quitarse el suyo.

—Tengo poco gas, pero te ayudará para que puedas aniquilar a los demás y tener suministros. Las hojas que me quedan, puedo usarlas hasta desgastarlas si hago ataques limpios. Volveré tan pronto hagas una señal, hay bengalas en la planta principal, tira una y sabré que puedo volver. Hasta entonces, les limpiaré el camino.—decía, mirando a Mikasa.

—¡Encontramos esto!—Kira se giró conjunto a Mikasa, viendo a Jean sostener unas cajas abiertas, en su interior habían varias escopetas.—Armin está ideando un plan para usarla contra los titanes, entren, las necesitaremos.—añadió.

—Jean, dame esa hoja.—pidió Kira, confundido no tardó en dársela, para así mirarla algo desconcertado.—No creo que tenga buena puntería con eso todas formas.—admitió al ver las escopetas.

—¿Qué diablos vas hacer? ¡Estás loca si irás contra los demás titanes tú sola!—exclamo, pero Kira hizo una señal para que bajara la voz.

—Esas escopetas tienen balas contadas, a menos que encuentren más, aún así, esa línea de titanes que se acerca se les multiplicará con la primera fila que tienen en la primera planta.—explicaba Kira.—Puedo quedarme afuera y distraerlos con este titán, así podrán recargar sus suministros, será más fácil derrotarlos.—añadía, mirando a Jean desistir.

—Mikasa.—llamó Jean, esperando que Mikasa se denegará, pero el silencio en ella le hizo entender que estaba de acuerdo.—Es un suicidio.—afirmó Jean, con cierto coraje.

—No estoy pidiéndole permiso a nadie. De hecho, soy mayor que ustedes, no espero que entiendan como me siento al respecto, pero es como si fuera responsable de mantenerlos con vida.—indicó Kira.

—¡Sí es por lo que le pasó a Eren...

—No importa.—irrumpió Mikasa con cierta tristeza, afligida a lo que Kira quería hacer.—Mientras más nos quedemos aquí, se acercan aún más. Kira, confiamos en ti y en que volverás con vida.—adjuntó.

—Haré lo que pueda. Ustedes... no mueran.—pidió, alejándose de ellos en un salto de altitud que hizo, donde Mikasa se le quedó viendo.

Tenía miedo—, era evidente no tenerlo cuando tenía que enfrentarse a varios titanes sola—. Kira se quitó su chaqueta de la base de reclutas, quedando en su camiseta blanca de botones. Aunque para ella, el color negro y el azul oscuro era la mejor forma de vestir este uniforme, hoy se había colocado la blanca conjunto a los demás. Era irónico, porque las alas de la libertad tenían ese color y ella se sentía libre de tomar cualquier decisión que beneficiara la supervivencia de la humanidad. Respiro hondo, para amarrar su cabello en una coleta alta y no dejar un flequillo afuera. Siempre se negó a picar su cabello, incluso aunque este le quitara ventaja en una pelea. En el cuartel Mikasa la veía, hasta adentrarse y dejarle toda la suerte del mundo. Había perdido a Eren y su corazón no dejaba de llorar por eso, porque no tenía esperanza en el mundo, pero estaba vivía y tendría tiempo para llorarle después. Pese a eso, Kira no podía sentirse igual, porque sus ojos no tardaron en humedecerse al recordar al chico que vio morir hoy.

Tenía ese calentón en su garganta, nuevamente el nudo empezaba a soltarse hasta hacerla sentir que quería gritarle al mundo por haberse llevado a Eren. No solo era su mejor amigo, era una parte de ella que la hacía vivir cada día con la esperanza de ser libre fuera de estos muros. Fue Eren quien la alentó a seguirlo para descubrir la verdad de los titanes y destruirlos por lo que le hicieron vivir cuando eran unos niños. Kira se abalanzó sobre el primer titán, entre eso, no tardó de recordar a Eren enfrente de ella. Por alguna razón, ella siempre corría detrás de él—, aunque fuera más rápida y mayor, permitía que Eren siempre la guiara—. Sus lágrimas salían ante su celo fruncido, donde la sangre de los demás titanes se desplazaban a su rostro y ropa. ¿Acaso era más que una amistad? Jamás pudo ver o entender cómo Eren la hacía sentir cuando la miraba, también en los momentos que tomaba su mano para bailar un día de aburrimiento en la base. Kira se negaba, porque quería llorar más y sollozar, liberar esa tensión triste en su interior.

—Eren.—llamaba en su mente, mientras que cerraba sus ojos ante la perdida de balance que la hizo caer al suelo.—Perdóname.—le pidió con sangre entre las rascaduras de su ropa y en su sollozo cuando se acercaban esos titanes por montones.—No me di cuenta, de que estábamos enamorados... —se dijo a sí misma, apretando los puños.

Soltó sus hojas, sin esperanza y agotada por cómo había expuesto su cuerpo físicamente—, no podía levantarse y luchar, sus hojas se desgastaron antes de lo que pensó—. Cuando sintió el polvo levantarse y la tierra tambalear, dejó sus sueños en el suelo y no se inmutó en abrir los ojos hasta que su cuerpo fue chocado contra otro cuerpo cálido que la abrazó hasta devolverle el aliento. No tardó en soltar un jadeo cuando su cuerpo cayó bruscamente contra una brea, donde giró encima de otro de forma continua hasta que se detuvieron. Ella encima del cuerpo, expuso su respiración agitada y como su cuerpo temblaba por el impacto. Kira estaba aturdida. Alguien la había salvado de morir y fue algo que no vio venir. Aún estaba retenida q ese cuerpo, así que ella levantó la cabeza para ver quién la había salvado y cuando se topó con esos ojos grisáceos, quedó atónica, porque jamás pensó que el capitán del cuerpo de exploración estuviera sosteniéndola fríamente.

Él se giró, dejándola aún lado de él. Kira lo miró de forma detenida—, se levantó con prisa y miró como se veía la ciudad alrededor—. Parecía haber llegado antes, aunque no se quedó. Ella quedó decepcionada cuando se fue sin más. Estaba encima de la muralla, la había llevado hasta ahí y él se había ido, quedó encima de un cabello e iba a otro lado, como si fuera avisar sobre la situación. Significa que el cuerpo de exploración pausaría la misión de ir a las afueras y giraría para ayudarlos. Kira se levantó del suelo rocoso, limpió sus manos mientras veía a ese hombre irse. Su corazón sintió un bombardeo inusual, como si la vida le devolviera el deseo de vivir. Se giró cuando observó una bengala en el cielo, retomó su respiración y con el gas que ya no le quedaba, se abalanzó nuevamente hasta el cuartel en busca de la esperanza de que todo estaba bien. No miró atrás, olvidando al capitán Levi y sacándolo de su mente. Esa frialdad y hostilidad no la había salvado, él solo cumplió con su deber, o eso ella creyó.

—¡Reiner!—llamo Kira al llegar, el rubio alto no tardó en sujetarla y examinarla, denotando que estaba toda golpeada y exhausta.

—Eres una loca Kira, ¿te lo han dicho?—le dijo, invitándola a sentarse para que pudiera descansar por un momento, pero ella se negaba.

—Si no lo hacía yo, tú no lo hubieras hecho. De seguro te hacías en los pantalones.—bromeó Kira, sintiendo como la adrenalina se iba.

—Nos alegra que hayas vuelto. Mikasa nos dijo y nos preocupamos Kira, eres muy valiente. Como todos nosotros.—comentó Berthold, aún lado de Annie quien la veía detenidamente.

—Kira de seguro podrá tener un asenso en la legión de exploración, si salimos vivos... claro esta.—afirmó Marco, algo nervioso y tenso.

—Pudimos hacer esto, el plan de Armin funcionó y el de Kira también, alejó a los titanes, mató a los que pudo. Merecemos mucho después de esto.—indicó Jean, palmeando la espalda de Marco.

—Basta chicos, lo hicimos todos.—irrumpió Armin, acercándose a Kira rápidamente para cambiarle sus gas y darle hojas nuevas.

—Si no hubiera sido por ti.—admitió Annie, dándole crédito a su plan de atacar a los titanes de la primera planta con las escopetas; cegándolos para que otro grupo los atacara de espalda.

—Sabía que ayudarías.—afirmó Kira, mirando como Armin le cambiaba los equipos.—Eres un bien líder.—añadió, mirándolo detenidamente.

—No es para tanto, todos pusieron de su parte. Lo que me alegra es que estés viva.—musito, levantando la mirada para ver a Kira, quien asentía.

—A mi me alegra también que estés vivo.—sujeto ella en su comentario, levantándose de donde estaba sentada para observar a los demás.

—¿Saldremos de esta?—se cuestionó Armin, mirando algún punto fijo, el cabello se le removía ante el viento, mientras que Kira respiro hondo.

—¿Y cuando no ha sido así?—le hizo cuestionarse Kira en su respuesta, era claro que Armin también había perdido algo; Eren era su hermano, su mejor amigo de toda la vida.

—Chicos, ¡tienen que ver esto!—exhaló la voz de Connie en otro tejado, allí yacía Mikasa y era claro que no se había cercado a Kira porque sabía que volvería sana y salva, o quizás por lo que estaba viendo más allá.

Kira tardó un poco—, miró por la muralla esperando ver al hombre que la había salvado—. Pero no vio nada. Tampoco le dijo a alguien que él se había avecinado por aquí, de ellos dependía la salvación de este distrito y lo lograrían. El único caos sería la abertura de la muralla. Ella se elevó, tomó altitud para acercarse a donde Mikasa estaba con los que habían llegado a su lado. Kira se quedó detenida aún lado de su mejor amiga, observaron al titán de quince metros que los había ayudado. Está se evaporaba, yacía recostado. Entonces había muerto a base de los ataques de otros titanes, esto parecía haberles conmovido más, hasta que vieron la razón de su caída. El pecho de Kira empezó a subir, como a bajar de forma desesperada y no pudo seguir a Mikasa en su corrida cuando vio como en medio de la evaporación el cuerpo de Eren Jaeger sobresalía de aquel titán. Un simple sollozo se oyó en cuanto Mikasa apretó su cuerpo contra el suyo, pero Kira aún no se movía para poder descubrir si no era una ilusión.

Dejó caer sus hojas, hasta caer al suelo. Corrió y casi perdía balance. Armin se iba detrás de ella, pero Kira avanzaba más hacia donde estaba Eren. Se sentía como cuando eran niños—, llegaba un punto en que Eren se detenía para que ella pudiera alcanzarlo y así fue esta vez—. Eren se había detenido, estaba en los brazos de Mikasa con la esperanza de que todos ellos llegaran hasta él, alcanzándolo en su meta. Kira soltó un sollozo antes de poder llegar y apartar a una llorosa Mikasa, quien sollozaba de alivio y conmoción de tenerlo entre sus brazos. Las manos de Kira temblaron, pero sus brazos sujetaron a Eren por la espalda mientras sentía su pecho subir como bajar. Ella lo apretó con tanta fuerza que no quería volver a soltarlo. Sollozo, sollozo y sollozo. Mancho la camiseta de Eren, la saliva le sobresalía, pero era por el alivio. Quería ver y entender el mundo exterior, pero también el hecho de que Eren haya estado adentro de un titán mientras que ellos lo creían muerto.