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𝐭𝐫𝐞𝐢𝐧𝐭𝐚

La hermandad que nos une.

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Estaba recostada de aquella cama, mirando el techo del dormitorio, aislada de todos. La vaguedad se había apoderado de mi como una bacteria, o quizás, era un síntoma de la depresión que me estaba arropando. Todos se preparaban para salir, inclusive se ponían sus uniformes, pero yo, solo deseaba estar aquí. El escuadrón especial se dirigía a donde esto nos había traído aquí, en donde nos convirtieron lo que somos, a la base de aquella escuela militar. Ante Eren tener un leve tacto con la sangre Reiss cuando fue secuestrada, los recuerdos de su padre, a quien creemos fallecido, le avecinaron en su craneo como ráfagas de rayos. Pareció ver entre los recuerdos de su padre, a ese malhumorado del sargento Keiths Sadis. No se a que llevaría sacarle información, quizás Eren tenía razón, quizás conocía a su padre y pudiera darnos una pista del por qué Eren es así, o por qué termino de esa manera, pero lo que deseábamos era estar un paso más adelante de la cruda verdad que hemos estado buscando estos años. Ya no sabía cual era la verdad, parecíamos no solo vivir con seguridad dentro de estos muros, si no, que éramos esclavos de viles mentiras, hasta ahora. Visualice en la ventana, aquella que me daba luz al patio, y es que pude escuchar esa voz femenina que me había estado retumbando el oído desde que llego.

-Vaya, la han pasado mal.-me eleve un poco, mirando a la ventana, observándola frente a él.-Lo que aún no creo es, ¿los titanes son humanos?-esa joven con su oscuro cabello pelirrojo, y sus reflejos rubios, miraba con sus ojos grisáceos de manera detenida, a Levi.-Menuda locura.-comentó ella, referente a una situación a la que estaba ajena, ya que era ahora que podía escucharle.

-Si.-comentó él, ambos estaban sentados en un bajo muro que dividía algunas secciones del patio, estaban dando su postura frente a mi, por lo cual podía escucharles y verles.

-¿Y la cría?-pregunto ella, la ventana estaba abierta, así que podía escucharle con claridad, sabía que se refería a mi.-Vamos, ¿cuando dejaste de confiar en mi?-le pregunto curiosa, mientras que él estaba cruzado de brazos, mirando algún punto que no fuese ella.

-Yo no te pedí que te fueses.-le esclareció él, con ese tono cortante.-La perdida de comunicación provocó esto.-le explico.

-Vamos Levi, por favor.-rio ella de manera sarcástica.-No sufres por nada, así que dudo mucho que te hayas sentido mal por mi abandono.-le comentaba ella, moviendo a Levi con su codo, pero él permanecía en esa postura.-Además, sabes muy bien el porqué me fui.-le decía, a lo que claramente, eso a mi me daba curiosidad.

-Eras lo más cercano a una hermana.-él continuaba sin mirarle, pero aún así, le respondía.-Pero uno no termina de conocer a las personas.-añadió, fríamente.

-Ya veo.-ella bajo la cabeza y coló sus manos en el muro, sonriendo.-Lamentó haberte ocultado sobre tu parentesco con Kenny, si es por eso que estás molesto, no era mi intención; no me correspondía.-defendió su postura, viendo como Levi, le miro por un instante.

-Ya. No te estoy pidiendo explicaciones, Aster.-dijo él, dando a entender, que esa era su molestia con la conocida a su lado.

-¿Me dirás sobre la niña, o no?-pregunto ella nuevamente, a lo que me resultó inquietante su curiosidad sobre mi, o quizás, sobre nosotros.

-¿Qué quieres saber de ella?-le preguntó Levi, aún cruzado de brazos y con su peso sentado en el muro.

-¿Como una mocosa te ha robado el corazón?-esa pregunta de ella retumbó en mi oído, y es que, fue la misma que me había dicho anteriormente hace días.-Ella no me contestó, así que, dime tú.-le esclareció, lo que me hizo sentir aliviada de que le dijese la verdad.

-¿Hablaste con ella?-le preguntó Levi, con un tono neutral, pero frío e algo incómodo por su extraña mueca en su expresión.

-Algo así.-respondió.-No me mires así, fui a disculparme.-le aclaro ella, pero Levi, negó.

-No es así.-decía él, mirándole.-Viste algo en ella y prefieres tenerla de buenas, que de malas.-continúe pegada a la ventana de manera sigilosa, escuchando esa curiosa conversación.

-Y eso, "que uno no termina de conocer a las personas".-de manera sarcástica le contestó Aster, viendo como Levi, bufaba.-Claro que me conoces, así que es evidente.-le atacó ella, golpeando nuevamente su brazo con su codo. -No es competencia para mi, que quede claro, pero aún así, no quiero tenerla de malas.-rodee los ojos.

-Porque no la has visto.-justificó Levi, mirando a otro punto nuevamente, mientras que su alrededor, pasaban algunos cadetes.-Tú misma lo dijiste, le dicen "el demonio femenino".-comentó, viendo como Aster, asintió.

-Justo como Elizabeth Kamura, que en paz descanse.-indicó ella, dando la mención de mi madre, ese que aún erizaba mi piel.-Kenny hablaba mucho de ella, la describía de esa manera. "Esa mujer era un rayo en los cielos, mataba sin piedad a cualquier titán que se le cruzara, no le temblaba la mano, su mirada era la de un demonio, pero su corazón era noble como un ángel".-expresaba, moviendo su cuello de un lado a otro, como si lo estuviese estirando.-Veo lo mismo en su hija.-añadió.

-Va ser un gran soldado, de seguro, mejor que ambos juntos.-le decía Levi, haciéndome sentir halagada ante eso, e incluso, sonrojada.-Con visualizar cómo se enfrentó a Kenny, me lo ha dejado más que claro.-le comentó.

-¿Me vas a decir que te traes con ella?-ella volvió a inducir sobre su inquietud, haciendo que Levi le mirara.

-Se más clara, y responderé.-le pidió él, de una manera más serena.

-Sabes a lo que me refiero, no andes con rodeos conmigo. Te conozco, más que cualquiera.-infirió ella sobre su persona, mientras que Levi, tan solo se mantuvo cruzado de brazos con ese semblante serio.

-Dile eso a Erwin.-justificó él, dando a entender que pese a todo, mi hermano parecía conocerle mejor que nadie.

-Vamos Levi, estoy esperando.-ella le miraba, y me inquietaba, era insistente y molesta.-Vi como la mirabas ayer en la ceremonia de la corona hacia la nueva reina.-expresó ella.-También vi como dormían abrazados, te veías muy aferrado.-le comentó, a lo que él, bajo la cabeza, parecí ver una leve sonrisa de lado, una que duró varios segundos; era raro verle sonreír, era sumamente raro.

-Lo estoy.-le interfirió él, nublando esa sonrisa y desapareciéndola.-Ese es el problema.-le indicó a Aster, quien le escuchaba.

-¿Entonces la quieres?-le preguntó, me quede pegada mirando a Levi, mirando sus expresiones, mirando todo.

-Si.-respondió, no en un suspiro como si le pesara, solo lo dijo y ya, sin expresión.

-Vaya, quien lo diría, una cría te ha robado los suspiros.-le dijo ella, mirando al suelo por un instante.-¿Como paso?-pregunto.-¿Fue aquel día en que la viste por primera vez en la base militar? ¿No es así?-volvió a preguntar, a lo que me quede intrigada, ya que no era la primera vez que entendía una referencia de que Levi me había conocido antes.

-Creo que si.-le respondió él.

-Si, recuerdo cómo le mirabas.-ella alzó su mirada, sonrió de lado.-Pareciste cautivarte, intentaste de disfrazarlo con esa fría expresión, pero cuando nos fuimos, estabas muy pensativo.-le dijo ella, recordando un día ajeno a mi.-Que drama, joder.-bostezo ella.

-No sé si su amor me corresponda.-le contó Levi, mirándole y viendo como ella abría sus ojos, mostrando curiosidad ante lo que dijo.-Estoy envuelto en un triángulo amoroso, no creo que sea yo a quien escojan.-expresó él, demostrando pesadez.

-¿Y por qué estás tan seguro?-le preguntó ella.-Esa niña te mira como si no quisiera dejarte ir.-decía, a lo que yo, empecé a sentir esa sensación de tristeza en mi interior, sabiendo que lo más probable, era cierto.-¿Quien es el otro?-pregunto ella.

-Eren Jaeger.-respondió él, neutralmente.-La última esperanza de la humanidad.-añadió, sin demostrar algún tipo de molestia o enojo por Eren, parecía dividir muy bien las situaciones.-Es un crío, como ella, pero siente algo también fuerte; pero ha sido desde hace mucho.-le explicaba.-Ella está entre la espada y la pared, fue mi culpa, yo fui quien se adentro.-le continuó explicándole, viendo como ella asentía.

-¿Y por qué no luchas por ella?-le preguntó, y él la miró, algo abatido.

-Porque no importa si lucho, al final, la decisión está en sus manos.-le respondió.-No hay nada que pueda hacer, solo demostrarle lo que siento. Si no me elige, al menos lo intente.-dijo en un suspiro, en uno pesado.

-No.-ella se salió del muro, quedando aún lado de él, mirándole.-En el amor, todo se vale, Levi. No te rindas.-le pidió, mientras que él cruzado de brazos, se negó.

-No puedo, Aster.-justificó él, cabizbajo.-Mientras mas estoy a su lado, mas le abrumo. Ella está obligándose a aclararse, le estoy haciendo daño, y él también.-decía.

-Pero si te quedas cruzado, esperando a que tome una decisión, no habrás intentado nada.-continuaba ella, alentándolo, lo que me había sentir bien, pero a la vez, no.-La mirada Levi, las miradas nunca mienten y esa mirada que vi de ella hacia ti, es muy poderosa.-él continuaba cruzado de brazos, con su mirada perdida, pero sin quitar ese toque de seriedad.-Ya me voy, iré a reunir a los chicos, debo presentarme.-indicó ella suspirando, distanciándose un poco de Levi.

-Aster.-Levi la llamo, haciendo que se detuviese en seco.-Gracias.-le agradeció, a lo que Aster se acercó y coloco su mano en el hombro de él, dándole un leve apretón, para luego, irse.

-¿Qué estas haciendo?-me sobresalte de la cama, sintiendo un leve susto cuando visualicé a Eren parado en la puerta.-Connie se quedará, ira a su pueblo. ¿No irás?-me pregunto, a lo que yo por un instante mire por la ventana, dándome cuenta que Levi continuaba ahí, cabizbajo.

-No.-le respondí, parándome de la cama y observándolo con su uniforme de finura.

-¿Por qué?-me preguntó, quedando distante a mi, dándome un leve espacio.-¿Qué te pasa?-me preguntó curioso, tan solo suspire.

-No lo sé, solo se, que no estoy bien.-le respondí, viendo como su expresión cambió.

-Kirah... -me llamo, sabiendo que podía descifrar mi estado de ánimo, y las razones, me delataba mi mirada hacia él, pues estaba perdida.

-Eren, tú debes ir.-le indique, intentando de esquivar el tema de conversación que iba a deslumbrar ante nosotros.-Espero que encuentres lo que vas a buscar.-le dije, viendo como su expresión estaba perdida, igual que la mía, ambos parecíamos reflejarnos ante la tristeza que nos estaba arropando.

-Quizás no estoy preparado para la verdad.-me indicó.-Estoy consiente de que devore a mi padre, se que así fue, pero, no estoy preparado para saber a qué lo llevo a esta maldita mierda.-él tocó la llave que colocaba en su cuello, aquella con la que llevaba cinco años, era capaz de realizar que era nuestra salvación.

-Yo tampoco lo sé, pero sé que la verdad está aquí.-le dije, llevando mi dedo índice a su llave.-Así que, no importa qué tan agria sea la verdad, tú debes absorberla, porque eres la única esperanza que tenemos.-le pedí, viendo como parecía intentar de relajarse.

-Ven.-sus brazos me acorralaron en un leve abrazo, sintiendo como nuestras tristezas parecieron reflejarse en alivio, quizás un abrazo podía calmar mucho.-No se que haría sin ti, eres tan grandiosa. Siempre tienes las palabras correctas.-nos distanciamos nuevamente, pude ver calma en él, lo que me hizo sentir mejor.

-Siempre estaré a tu lado, no importa qué difícil sea todo esto, Eren.-le dije, viendo como él me miraba con esos verdosos azulados ojos detenidamente, mientras que tenía mis manos colocadas en mi bolsillo.-Vale, ya debes irte.-le pedí, tocando su pecho para empujarle hacia atrás.-Le mandas saludos a Keith de mi parte.-le pedí, viendo como él asentía; Eren se paró en el margen de la puerta.

-¿Estarás bien?-me preguntó, yo le asentí.-Bien.-él pareció no estar muy de acuerdo en irse, y es que cuando me dio la espalda, se vio su pesadez.

Le vi yéndose por aquel pasillo, ese en donde días atrás, me reflejo con una mirada como le estaba rompiendo la ilusión en añicos. Me adentré nuevamente al dormitorio, dentándome en la esquina de la cama, mirando a la ventana. Levi ya no yacía ahí. Suspire, realmente estaba entre la espada y la pared, pero el problema es que no sabía quién sería la espada que fragmentaria mi interior. Era una presión, ambos me hacían sentir algo, pero sabía quien era la persona que me estaba haciendo sentir algo más fuerte, algo que me empezaba a consumir, pero no quería dar un paso adelante, tenía miedo. Estaba teniendo a Eren y a Levi en una posición egoísta, sabía que ambos estaban claramente a dispuestos a darlo todo, pero a la vez, no era lo que quería, no estaba en sus manos el que yo eligiera, y eso me hacía valor mucho que Levi y Eren lo entendieran. Mi alma estaba partida en dos, pero poco a poco, parecía convertirse en una, porque cada vez que los veía irse, los veía dándome la espalda, me dolía, se sentía como un extraño hueco que no deseaba que permaneciera. Sabía que perdería a uno de los dos y provocaría ese hueco. Estaba frustrada, porque ya yo sabía, si YA SABÍA lo que debía hacer y la decisión que debía tomar, pero era como si estuviese esperando algo.

-¿Qué haces aquí?-mi mirada se detuvo en él, quien yacía en el margen de la puerta, recostado.-Nos marcharemos pronto.-indicó Levi, adentrándose al dormitorio e acercándose.

-No iré a la salida de hoy-le esclarecí.-Me quedaré aquí.-dije, viendo como él se sentaba en la cama delante de mi, recostaba sus brazos en sus piernas, arqueando su espalda hacia al frente y entrelazando sus manos, quedando algo cerca de mi.

-Connie tampoco irá, serían dos menos.-me decía, pero era claro que ya lo sabía.-¿Por qué no irás?-me preguntó con aquel tono frío.

-Necesito estar sola, aunque sea un rato.-le admití, viendo como sus grises ojos me miraban.

-¿O necesitas estar lejos de mí y de Eren?-pregunto, arreglando aquella pregunta, la cual me tenso.-Si, estoy seguro, que es eso.-afirmó, mientras que baje la mirada.

-Solo se que hoy, no quiero estar cerca de los dos.-le dije, cabizbaja.-Sea ahora o después, debo tomar una decisión, Levi.-le dije, volviendo al mismo diálogo sobre este tema.

-Te estás abrumando, no puedes forzarte a tomar una decisión, si aún no la tienes.-alce la mirada, para observarle, Levi se había levantado.-Pero algo me dice que tú ya sabes lo que quieres, sólo que no lo quieres aceptar.-indicó, haciéndome sentir como un libro abierto, parándome a su lado cuando me indicó que lo acompañase a salir.

-No lo sé.-suspiré.-Quizás me estoy engañando, quizás si se lo que quiero, pero quizás no, ahí es donde tienes razón, no quiero aceptarlo.-decía, mientras salimos del área de los dormitorios, caminábamos por aquellos pasillos.-Yo, no lo sé.-comenté algo frustrada, llegando a la puerta de salida, viendo algunos cadetes reunidos.

-¿Qué te detiene a aceptarlo?-me preguntó, deteniéndome en seco, y quedando frente a mi.

-Que alguien va a salir herido.-le respondí, viendo como él se distanció de mi, con la intención de salir al patio.

-Te dije, que toleraré lo que sea.-me dijo, dándome la espalda, a lo que baje la cabeza.-Piensa en ti, y en tu bienestar, no siempre es bueno pensar en los demás.-fue lo ultimo que dijo, cuando salió, y no tarde en caminar entristecida, para colocarme en el margen de la puerta de entrada y claramente ver a mis compañeros mirarme.

-¿Donde estabas?-me pregunto Armin, quien yacía en fila con el escuadrón especial de Levi, mientras que vi a Eren mirarme a la distancia en la misma fila, pareciendo descifrar que estaba con Levi, lo supe cuando desvió su mirada, de manera triste y pesada.

-Buenos días, mi nombre es Aster Arcane.-no pude responderle a Armin, y es que mire adelante, viendo alrededor de los cadetes a esa chica, quien hablaba en un tono bastante alto.-Seré su segunda capitana al mando, soy como un tipo de suplente de su capitán Levi Ackerman.-explicaba, mientras que vi como a su lado, se postuló Levi.-Lo que dudo que no servirá de nada, porque como saben, tiene más de una vida.-indicó ella, creando algunas risas a su alrededor, pero me mantuve seria.-No bregaré con paños tibios, ya que no vine aquí a llevarme bien con ninguno de ustedes. Si su vida depende de la mía, tengan por seguro que me importará una mierda dejar que mueran. Digo esto, porque tengo claro que a la hora de morir, se les mearan sus pantalones, así que dudo mucho que puedan salvar mi vida.-expresó, con esa arrogante actitud que elevó.

-Sangrona.-dijo Sasha a mi lado junto a Jean, rodeando los ojos.

-Ni que me lo digas.-le interferí, viendo como me miro y negó, al parecer no era la única quien se sentía así referente a Arcane.

-Es bastante mona, pero su actitud es asquerosa.-mire a mi otro extremo, observando a Armin, quien la miraba detenidamente, yo tan solo bufé junto a Jean.

-Aún así, no estaré todo el tiempo con ustedes.-continuó hablando Aster.-Solo de vez en cuando.-clasifico.-Pero esto no significa que no se deberán someter a mis órdenes o autoridad.-esclareció, mirando a su alrededor, demostrando su postura.-Espero que les haya quedado claro.-musitó ella.

-¡Si!-gritaron todos a la vez, para así, empezar a esparcirse.

-¿Irá con nosotros a la salida de hoy?-pregunto Jean, a lo que vi como Armin le asintió.-Suficiente con el capitán, ¿que pecado hemos cometido?-bufo Jean, distanciándose de mi, mientras que visualice como Armin, Eren y Mikasa, también se iban, estos quienes me miraron, pero me quede en el margen de la puerta, les sonreí de manera confortante.

-Suerte.-les deseé, viendo como se despidieron con su mano, y se iban junto a los demás.

Vi como se dirigían a los caballos y como se montaban. Deseaba ir, deseaba escuchar por mi misma, alguna verdad de la que se nos favorecía, pero realmente, no tenía ni siquiera la estabilidad de montarme en aquel caballo. Visualice sus ojos, esos grises que me miraron a lo lejos antes de partir, con el anhelo de que mis ojos le miraran para siempre. Me sentí con pesadez el verles partir, volviendo a sentir que en algún momento, uno de los dos, se marcharía sin regreso lejos de mi. Me adentre al cuartel nuevamente, caminando por aquellos pasillos, solitaria. Realmente necesitaba despegarme de ese ambiente aunque fuese por un día, solo por un día, debía pensar en mis vagas emociones. Por eso, continué caminando, viendo aquella puerta, la cual estaba solitaria, sabía que él debía estar ahí. Gire la manecilla de la puerta, abriéndola de a poco asomando mi cabeza para verle sentado en aquel escritorio con varios papeles en su alrededor que parecía estar leyendo. Visualice como Erwin me miro, bajo los papeles, pero aún así, continúo haciendo unas anotaciones. Me adentre a lo que parecía ser su oficina, cerré la puerta a mis espaldas, acercándome a ese sofá y lanzándome, quedando recostada. No tarde en suspirar, con tanta frustración que el ambiente se volvió amargo.

-Entonces te quedaste.-clasificó él, mientras que me quede mirando el techo de esa oficina.

-Un descanso no vendría mal.-me justifiqué. -No he dejado de moverme, le he metido más presión a mi pierna, la volveré a lastimar.-le explicaba, llevando mi mano a mi pierna, acariciándola.-Así que si, un descanso físico.-clasifique mi justificación, volteando mi mirada, viendo como él me miro.

-¿O un descanso mental?-me preguntó.-¿Qué te pasa?-volvió a preguntarme, mirándome aún.-Te ves bastante deprimida.-me expresó, dejando de mirarme para empezar hacer sus anotaciones nuevamente.-Quizás crees que porque estoy aquí, haciendo informes o ideando planes junto a teorías, no observo lo qué pasa a mi alrededor, pero te digo algo, estás en lo incorrecto.-sonreí de lado ante eso, mirándolo.-No te ves bien, puedo notarlo desde cualquier ángulo. Tu rostro se ve pálido y apagado, tus ojeras están marcadas, e incluso te ves delgada.-me señaló con un lápiz, a lo que me senté en el sofá, me coloqué en la misma posición que Levi anteriormente, mirando a Erwin.

-¿Sabías lo de Kenny Ackerman y nuestra madre?-le pregunté, viendo como asentía.

-Ella solía contarme esa historia de amor cuando era niño, me gustaba escucharla antes de dormir, pero no supe que era ella quien había sacrificado un puro amor, para el camino a su felicidad.-decía él, con esa voz tan serena.-Lo supe cuando conocí a Aster Arcane por primera vez, cuando la hallé en la ciudad subterránea, luego de Levi.-le explicaba.-Ella, es intolerable, pero muy sabia.-me miro y me señaló nuevamente con el lápiz, con la intención de que conociera un poco más de aquella chica.-Me contó, porque a ella fue la única a quien Kenny le dijo el nombre de la mujer que amaba, supe que concordaba con la historia que me contaba antes de dormir.-continuaba hablando, mientras escribía.-Que esto no te inquiete, ella amaba profundamente a nuestro padre, pero hay primeros amores que siempre estarán en nuestros corazones.-termino de decirme, y yo tan solo asentí ante esa leve anécdota.

-¿Alguna vez has amado?-le pregunté, viendo como su expresión se detonó a una seria, mi pregunta pareció sorprenderle.

-No, no he podido darme ese lujo, pero no implica que no sepa lo que es amar.-me respondió, dejando los papeles aún lado.-¿Eso es lo que te pasa? ¿El amor?-me preguntó, yo tan solo me encogí de hombros.

-No sé que es lo que quiero.-le dije con honestidad, sabiendo que era real.-¿Como puedo saberlo?-le pregunté, esperando que al menos alguien me diera un aliento para escoger un camino.

-Solo lo sabes, y ya.-me respondió.-El corazón lo siente, no hay manera de engañarlo, él sabe.-me dijo, levantándose de su silla y recostándose de su escritorio, frente a mi.-Es como una sensación, es por eso que lo sabes. No necesitas una razón.-me dijo, encogiéndose de hombros.-Ven, vamos a coger algo de aire fresco.-me levante del sofá, quede a su lado, él era un poco más alto que yo, solo un poco.-Espera, toma esto.-vi como él antes de salir, volvió a su escritorio y busco algo, sacando como un tipo de papel algo desgastado.

-¿Qué es esto?-le pregunté, encontrándonos en los pasillos, viendo como me pasaba aquel papel.

-Es nuestro padre, junto a nuestra madre.-mire fijamente el papel, era como un tipo de cuadro, así como un dibujo.-Fue antes de que nacieras.-me clasifico, mientras observaba la imagen detenidamente.-Fuimos a un festival del pueblo y los dibujaron, yo era un niño, preferí ver cómo les dibujaban.-decía, y yo, por primera vez tuve una imagen de quien fue mi padre; a quien nunca conocí.

-Eres muy parecido a él.-le indique, viendo como lo único que lo diferenciaba es que nuestro padre, tenía barba.-Sus facciones, son similares.-sentí un apretón en el pecho, y es que ni siquiera cuando niña tenía una clara imagen de como era él, creo que después de su muerte, mi madre dejó de brillar y es por eso que no hablábamos de él.-Pero, aún así, nos parecemos a ella.-acaricie la parte donde ella estaba, parada, con ese largo traje, sonriente.-¿Como era él?-le pregunté curiosa, saliendo a ese balcón en donde solía sentarme en algunos atardeceres.

-Muy inteligente.-me decía Erwin, quedándose a mi lado, observando el horizonte.-Le gustaba educarme base a su mentalidad, creo que por eso, soy tan teórico y apuesto todo, porque él apostaba todo por su conocimiento e instinto, nunca fallaba.-continuaba hablándome, como si le recordara en una viva imagen de su mente.-Pero pienso que ambos tenemos la actitud de nuestra madre.-me dijo, mirándome y yo no tarde en asentir, éramos reservados y serios. Ellos estaban muy felices por tenerte, anhelaban una niña.-me indicó, a lo que sonreí de lado, viendo aún el dibujo.-Te prometo que te contaré mucho más sobre él, hay muchas cosas que debo contarte.-asentí ante eso.

-¿Quién me puso el nombre?-le pregunté a él curioso, viendo como hacía una expresión en su rostro, y sonreí de lado.

-Fui yo.-dijo, a lo que le mire fijamente.-Yo quería una hermana, una a quien pudiera proteger y cuidar, pero el tiempo me quitó ese privilegio.-él miró al horizonte, su expresión se apagó, otro leve apretón me socorrió.-Aún así, yo recuerdo el día en que te vi luego de tanto, me mirabas de una manera en la que me idolatrabas, y pese a que no supieras quien era, me sentí bien de ser el héroe de mi hermana.-recordé ese día, en donde mi madre me sacó del pueblo cuando las tropas del cuerpo de exploración llegaron, recuerdo como salté de felicidad cuando él me saludó.

-Lo recuerdo... -susurre, y es que ese día fue el día en que todo ocurrió, fue el día en que mi cielo se tornaría gris.-¿Por qué me pusiste Kirah?-le pregunté, y él volvió a sonreír.

-Un día, nuestra abuela fue a cuidarme. Ella estaba algo enferma, fallecería poco después de esa visita.-me contaba.-Le dije que mi madre estaba embarazada, deseaba una niña, le pedí un nombre. Me dijo "Kira".-decía, mirándome fijamente mientras veíamos los rayos del sol alumbrarnos.-Le pregunté qué significaba, me dijo que "su nombre es el significado del sol, se relaciona con lo reluciente y brillante, incluso alegría". Dijo que quien portará ese nombre le transmitiría a la niña mucho coraje y que su fuerza sería indescriptible.-él tomó aire, e hizo una pausa.-Ella sabía que serías una niña, así que cuando falleció, le dije a nuestros padres que te colocaran "Kira". Por lo obstante, tu nombre no lleva "H", es "Kira".-me explico, a lo que asentí algo sorprendida ante eso.-Es justo como eres, Kirah.-dijo, a lo que sonreí, sentí que mi nombre se escuchaba diferente luego de decirme como se describía.

-¿Crees que podamos recuperar mi hogar?-le pregunté, mirando al horizonte.-No sé si sea lo correcto, pero aún así, es mi hogar.-le indique, cómo si pudiera ver más allá del horizonte.

-Por la hermandad que nos une, te prometo, que aunque me cueste la vida, recuperaremos el muro María, y que nada haya sido en vano.-me quede aún lado suyo, mirando los rayos del sol y sintiendo una fresca brisa que me llenó el cuerpo de escalofríos, lo mire y me pregunté. ¿Qué voy hacer si ya no estás?

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Kirah Smith, temporada 4; próximamente.
Dibujo creado por mooxic007 . Extraordinariamente asombroso, agradecida.✨

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