𝐝𝐢𝐞𝐳
Más allá de una mirada.
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Días después de la caída y restauración del muro Trost.
Miraba de manera fija aquel plato con un poco de racionamiento de comida, y el pequeño trozo de pan mordido por mi. El apetito era escaso en mi interior, no tenía hambre y era como si estuviese aún aturdida por lo que habíamos pasado. El mirar a mi alrededor me quemaba el alma y es que la cantidad de sillas vacías en esta cafetería era doloroso. Tenía un pequeño vendaje en mi mejilla, la cual estaba raspada y aún me dolía. Intentaba de animarme pero mi mente me llevaba a las imágenes de días atrás. Estaba en la primera línea de defensa, me balanceaba en el aire con mis obras tridimensionales para matar a los titanes que yacían persiguiendo a Eren, lo distraían. Mis manos apretaban con fuerza el mango de mis espadas, cumplía mi deber pero veía como a mi alrededor, algunos cadetes morían. Sus gritos me atormentaban pero no podía hacer nada, mi deber era matar a los titanes que distraerían a Eren, que provocarían que no colocara aquel pedazo de piedra gigante en el hoyuelo del muro Trost. Mi pecho subía y bajaba, mientras continuaba corriendo por los tejados, aquel titán que Eren portaba era aterrador e intimidante, me helaba la piel. Su gruñido era grueso, era escalofriante y aún me era irreal aceptar que era él, que era Eren. Las muertes fueron inevitables, pese a que él cumplió su objetivo, luego de un fallo, luego de que su memoria pareciera nublarse y en su forma de titán, atacara a sus compañeros, incluyendo a la chica que estaba a mi lado sentada; Mikasa.
Continué mirando aquel trozo de pan mordido, recordando como fui la única persona en hacer que la forma de titán de Eren, reaccionara al plan, haciendo que él llevara la piedra hasta su objetivo; Eren lo había logrado. Estaba parada en aquel tejado, asombrada y con sumo cansancio, con sangre en mi rostro y mi ropa, observando cómo Eren se esparcía en el humo de su titán para volver a su forma humana. Recuerdo que el humo transmitía calor y entre aquel humo, aún podía verlo. Mi mirada estaba colocada en él, no hasta que lo vi nuevamente, hasta que vi esos ojos grises reencontrarse con mi mirada. El cuerpo de exploración había llegado justo luego de las bajas que sufrimos, luego de todo, habían llegado y entre todos, aquel capitán que había salvado mi vida, nuevamente me intimidaba cuando se cruzó conmigo y mis compañeros en aquel escenario donde el cuerpo de Eren salía de aquel titán. "¿Qué es lo que está pasando aquí". Fue lo qué pregunto en aquel instante cuando observó el muro sellado, su agria y gruesa voz era tan fría que me había tensado. Parpadeé, volviendo a la realidad y evadiendo esas imágenes, evadiendo los perturbadores gritos de dolor de los compañeros que había perdido en la batalla. Ahora, nos enfrentábamos a un problema mayor, y es que Eren estaba custodiado bajo la policía militar y encarcelado ante ser una posible amenaza para la humanidad, e incluso por traición. El apetito me era escaso cuando él no estaba aquí sentado junto a nosotros, y estaba encerrado detrás de unos barrotes cuando estoy segura, que él solo quería ser la salvación de la humanidad, no su perdición.
-No pienses tanto.-la voz de Mikasa se filtro a través de mis tímpanos, logrando que me escapara de mis pensamientos para bajar la cabeza y suspirar, aún afectada por mis emociones.-Te ves mal, ni siquiera has tocado la comida, solo la has manoseado.-comentó haciendo que mirara mi plato, y nuevamente bajara la cabeza avergonzada.-Estás cansada, no has dormido bien, tus ojeras te delatan, al menos intenta de comer para que obtengas energías.-añadió a su comentario, a lo que sentí como ella había vuelto a comer.
-No puedo dejar de pensar en lo qué pasó, en cómo se logró cerrar el muro. Siento las imágenes frescas en mi mente, es como si las estuviese viviendo.-les contaba, mirando así mis manos colocadas en mis muslos.-Murieron tantas personas... -susurré entristecida, y aunque Eren haya vuelto a la vida y eso me aliviará, aún habían compañeros que no lo lograron, y me perseguían sus gritos.
-Si... -la voz entristecida de Armin asintió ante mi comentario, eleve mi mirada viendo sus azules ojos algo apagados, sabía que más que yo, él estaba entristecido en ese aspecto junto a su noble corazón.-Ojalá hubiese podido haber hecho más... -musitó, comiendo.
-Hiciste mucho, Armin.-le indiqué, viendo como aún así no pareció sentirse mejor, atrás de él, pude ver como uno de mis compañeros; Connie junto a Sasha, caminaban, estos me miraron y pude ver como me sonrieron, a lo que quede ida sin saber cómo reaccionar, justo cuando decidí sonreírles, ya no me miraban.
-Tranquila, te has soltado más de lo que crees.-la mano de Mikasa acaricio mi espalda, a lo que la mire asombrada ante el descubrimiento de mis pensamientos.-Ellos comprenden tu malicia y tú dificultad para entrelazar con otras personas, cuando te sientas preparadas, podrás hacerlo.-palmeo mi espalda, y esta con un gesto en su mirada me hizo mirar mi comida para así yo poder morder un poco más de mi pan.
-Creo que has mejorado demasiado.-giré mi mirada, observando cómo en esta misma mesa pero a pocos centímetros de mi lado izquierdo, Reiner estaba sentado comiendo junto a Annie y Berthold, quienes no miraban.-A diferencia de cómo llegaste aquí, a cómo eres ahora, has mejorado.-me indicó, a lo que yo sentí curiosidad ante su pensamiento.
-¿Por qué lo crees?-le pregunté, sintiendo mi voz fluida, pero aún así era como si el frío se expresara y atacara sus cálidas intenciones.
-No obstante, tú actitud sigue siendo serena pero ahora es neutral, ya no es tan agria. Además, has aprendido a compartir con todos nosotros, y has creído más en ti; si no fuese por eso, los comandantes y capitanes no hubiesen sido capaz de ver tus habilidades, ni siquiera nosotros.-me contaba desde su punto de vista, Reiner era una persona en la que podía confiar y era por eso, que con él al igual que con Berthold podía compartir más, e incluso expresar cosas que sentía o mis ideas.
-Fuiste una de los cadetes que más titanes mato para ser la primera vez, fue impresionante. Te describieron como un rayo en el cielo, vimos cómo con una sola vuelta en el aire, te impulsas con fuerza hacia los titanes y desplazas sus nucas con un solo corte.-expreso Berthold, de una manera llena de asombro, a lo que yo tan solo continué comiendo, era ilógico pensar que ya no me asustaran aquellos titanes pero una parte de mi aún no estaba tranquila, era como si deseara reencontrarme con el titán que arruinó mi vida.
-Quizás solo fue suerte.-dije, de una manera cortante, dirigiéndome nuevamente a mi plato de comida pero era ahí donde mis pensamientos atacaban.-Me pregunto si Eren estará bien.-una pregunta en voz alta se dirigió a mis amigos, quienes parecían procesarla.
-Le harán un juicio a Eren.-nuevamente deje la comida aún lado en el momento en que Armin se dirigió a mi y a Mikasa, quien lo miró de una manera confusa, mientras que yo, deducía.
-¿Le harán un juicio a Eren?-preguntó ella ante lo que Armin afirmaba.-¿Por qué?-volvió a preguntar confundida, dejando también aún lado su plató de comida mientras que yo, agarraba un elástico y amarraba mi cabello haciéndome una dona ante el calor y estrés que me provoco lo que Armin había dicho.
-No lo sé, pero creo que se decidirá qué hacer con él.-continué peinándome, respirando hondo ante la respuesta de Armin a la pregunta de Mikasa.-Decidirán si dejarlo con vida o no.-abrí los ojos grandemente como platos cuando finalizó su oración, creando que Mikasa se levantara también de una brusca manera, y justo cuando ella opinaría la puerta de la cafetería se abrió con brusquedad, captando la atención de cada persona en esta habitación.
-Cadete Mikasa Ackerman, Armin Arlert y Kirah Smith, ¿están aquí?-su gruesa voz se dirigió solo a nosotros, creándonos como un gran centro de atención, lo que me abrumaba lo suficiente como para cambiar mi humor en un instante.-¡Hemos recibido ordenes de tomarlos como testigos!-mis amigos y yo nos miramos, sabiendo el por qué, y no tardamos en asentir levemente para movernos.
Estábamos siendo escoltados fuera de nuestro pequeño cuartel, venían varios soldados con nosotros. Estaríamos siendo dirigidos al tribunal de la policía militar, a la corte donde de seguro nos reencontraríamos con Eren. Estaba consiente de que Eren, sería juzgado, que quizás lo considerarían como un beneficio o una amenaza para la humanidad. Y era aquí donde mi estómago vacío se revolcaba ante comprender que si él era considerado una amenaza, sería ejecutado. Me mantuve caminando aún lado de mis amigos, notando sus series expresiones pero a la vez, preocupantes. Sabía que tanto Armin como Mikasa tenían la mente como una bomba explosiva, sabía que estaban teniendo imágenes de cómo Eren moriría frente a nuestros ojos si la humanidad no creería que fuese un beneficio, que fuese una salvación. Respiraba nuevamente de una manera honda y profunda, era aquí cuando sentía como una parte de mi pertenecía claramente a Eren. La impotencia recorría mis venas ante las personas que quizás lo verían como un monstruo, que lo juzgarían como un pecador más. Mi mente daba vueltas, y era también ahí donde lo imaginaba en aquel día, donde mis brazos contenían los dientes de aquel titán para que no cerrara su boca. Cuando mis ojos se cerraron y sintieron el roce de sus labios, cuando sus manos me empujaron con fuerza y tuve que ver cómo se iba en un parpadeo.
El estrujón que sentí en mi alma, era uno que aún sentía reciente, era como si me costara procesar que pude haberlo perdido, que aunque él esté aquí con vida; pude perderlo y no podría aguantar saber que lo perdería nuevamente. Nuestros pasos se escuchaban huecos en aquel pasillo alargado, gris y bastante fino. Las amplias puertas de aquella corte se abrieron, dándonos el paso para que nos adentraremos a ella. Pude ver un estrado lleno, en ambos extremos, izquierda y derecha. Sabía que las miradas de las personas que ya habían llegado, nos atacaban. Nuevamente me sentía abrumada ante tanta atención, lo cual opte por bajar la cabeza hasta que lo vi. Sus grises ojos me observaban detenidamente mientras caminaba a un estrado no tan lejos de donde él estaba, era como si todo se hubiese vuelto lento. Recordé su tacto con mi cuerpo, como sus brazos me apretaron con fuerza y me aferraron a él para no dañarme, para no sufrir heridas. Sabía que me podía ver con claridad, mi pelo estaba amarrado a una dona y aunque tuviese un pequeño vendaje en mi mejilla, él me podía ver mejor que aquel día. Su fría expresión me intimidaba, y justo cuando pase frente a él, dejamos de mirarnos, porque yo había roto la mirada ante ver al hombre a su lado.
Aquellos ojos azules también me miraron y un gran escalofrío me recorrió, su apellido resonó en mi mente por tantos segundos, y es que mientras me iba acomodando, él también me miraba. El comandante del cuerpo de exploración, Erwin Smith. Y un dolor invadió mi cabeza, el nombramiento de su apellido en conjunto con el mío, me quemo las neuronas. ¿Era posible que hubiese un entrelazo entre nosotros? Me quede ida por un momento, quedando entre medio de Mikasa y Armin, viendo como en si, un gran silencio recorría la sala de la corte cuando las puertas fueron abiertas nuevamente para presentarlo, para presentar a Eren en su juicio. Mi mirada se plasmó en él, en cómo tenía aquella ropa y como parecía confundido, incluso asustado. Tenía unas esposas atento sus manos a la parte de atrás de su espalda, me quede parada observando cómo lo arrodillaban en el suelo, cómo impedían su movimiento ante atar sus esposas a través de un poste de metal incrustado en el suelo. La gente lo miraba, sano que lo juzgaban pero yo tan solo lo observaba con temor, con una gran presión en mi cabeza ante ver cómo lo tenían arrodillado, aprisionado como una mala persona que no era. En ese entonces un juez se sentó justo frente a Eren en su estrado alto, el hombre nombrado como Marshall Dallis, un hombre que había liderado las tres elites.
-Vamos a empezar... ¿Eren Jeager verdad?-aquel barbudo y canoso hombre, con un semblante neutral se dirigió al joven atado frente a él.-Eres un soldado que ha jurado defender al pueblo con su vida, ¿o me equivoco?-Eren asintió levemente con respeto, y era justo, la situación en la que estaba no era la mejor.-Se trata de un caso especial. A continuación serás juzgado por el tribunal militar, todas las decisiones serán tomadas por mi. Juzgaremos una vez más, si vives o mueres.-ahí sentí como mi pecho se apretó ante esas palabras, ante esas amenazantes palabras...-¿Alguna objeción?-deseaba poder expresarme pero no era a mi a quien le hacían aquella pregunta.
-No, señor.-Eren respondió, nuevamente de manera respetuosa, cabizbajo y pareciendo estar sintiendo una gran presión ante estar siendo observado por muchas personas, ante tener que él estar aquí sin saber si saldría con vida o sin vida.
-Me alegra que entiendas directamente, es por eso que iremos al grano.-el juez Darius Zackly no tardo en proceder ante la respuesta de Eren. -Era imposible ocultar tu existencia, por lo obstante, cuando hagamos un anunciado oficial acerca de ti, vamos a tener que que dar otra explicación acerca de los titanes. Hoy decidiremos qué élite se encargará de ti, si la policía militar o el cuerpo de exploración.-todos escuchaban, y al menos nosotros tres que estábamos aquí, esperábamos con ansias una salida victoriosa.-En primer lugar le cedo la palabra a la policía militar.-no tarde en mirar el estrado opuesto a mi, él que estaba justo enfrente, en donde estaba la policía militar.
-Yo, comandante de la policía militar, Nile Dawk, tomó la palabra.-mi mirada se dirigió al delgado hombre con cabello negro azabache y algunos vellos faciales que sostenía un papel en sus manos.-Es un hecho que el poder de titán que posee Eren, nos salvó de una tragedia esta vez. Sin embargo, su existencia es ahora también una arma política que puede iniciar una guerra civil.-mi mirada estaba puesta en Eren, en cómo miraba aquel hombre que juzgaba su posición.-Por lo tanto, queremos obtener la mayor información posible al respecto. Y entonces... se le usará como un héroe de la humanidad.-terminó diciendo, dejando aquel papel aún lado, creando nuevamente un silencio en la sala de aquella corte.
-¡Eso no es necesario! ¡Es una plaga que invadió los muros sagrados de Dios!-la irritante voz de aquel sacerdote evadió cada rincón donde el silencio abundaba, no tarde en rodear los ojos y mirar cómo Eren parecía petrificado, como su semblante estaba lleno de temor luego de que el juez mandara a hacer silencio en la sala.
-Ahora le daré la palabra al cuerpo de exploración.-vi como todas las miradas se postraron en el estrado de mi lado, donde yacían hombres provenientes al cuerpo de exploración y entre ellos, él, Erwin.
-Si, señor.-este acepto el mandato del juez, murándolo para así, entablar su opinión.-Yo Erwin Smith, comandante del cuerpo de exploración, tomó la palabra.-su apellido nuevamente me bombardeó, fue como si tuviera una espina dentro de mi cabeza, yo le miraba.-Tenemos la intención de recibir a Eren como un miembro oficial de nuestra tropa y utilizar su poder para recuperar el muro María. Eso es todo.-nuevamente se abundo el silencio ante sus tan cortas y precisas palabras.
-¿Ya terminó?-le preguntó Darius Zackly, quien también quedó algo obsoleto ante la corta opinión de aquel comandante proveniente al cuerpo de exploración.
-Si señor.-afirmó Erwin Smith, mirando fijamente al estrado en donde estaba sentado aquel superior.-Si usando su poder para recuperar el muro María, creo que está más que claro que es lo más importante.-explicó, creando así una más fija aclaración.
-Comprendo pero... ¿dónde planean llevar a cabo este plan?-pregunto curioso ante el plan del comandante.-Pixis... la puerta de Trost fue cerrada por completo, ¿no?-este ahora se dirigió al comandante de las tropas de guarnición, quien estaba al estrado derecho de mi, junto algunos de sus hombres.
-Si, y nunca se volverá abrir.-afirmó Dot Pixis con su serena y firme voz.
-Le pedimos permiso para salir por los Caranes, la puerta este. Empezaremos la suya a ShingaShina a partir de ahí.-opuso nuevamente el comandante Smith, buscando un tipo de función para su plan pero los comerciantes al otro lado del jurado se interponían, al igual que otros, había un revuelco.
-Usted si que sabe hablar cerdo.-su voz, su gruesa voz me erizo la piel y no sabía cómo, pero sabía que era él.-¿Tienes la seguridad de que los titanes se quedarán tranquilos mientras reforzamos las puertas?-me removí, intentando de observar entre las personas en mi estrado derecho como aquel capitán de grises ojos hablaba.-Y de ese "nosotros" del que hablas, son personas que mueren a diario, arriesgando su vida para mantener los muros a salvo.-mientras los comerciantes peleaban con los sacerdotes, aquel neutral capitán volvió a ignorarles pero yo tan solo me quede mirándole detenidamente, Levi no se percataba de mi mirada.
-Silencio. Dejen los insultos personales para otro momento.-el silencio abundó nuevamente ante el juez Marshall imponer el silencio por la disputa entre los comerciantes y sacerdotes.-Jeager, te tengo una pregunta. ¿Como soldado, puedes asegurar que controlarás y usarás tu poder de titán para ayudar a la humanidad?-nuevamente se dirigió a Eren, a quien mire fijamente, estaba asustado y me llenaba de impotencia verlo así.
-¡Si señor, si puedo!-contestó con su alta voz, mientras parecía incómodo en aquella postura, quería ayudarle pero sabía que no podía.
-Pero en el informe del plan de restauración del muro Trost, está escrito lo siguiente... -me quede observando cómo el juez sacaba unos papeles rasgados, y como parecía leer.-Poco después de convertirte en titán, atacaste a Mikasa Ackerman.-fruncí el ceño y de manera fulminante mire a la mujer aún lado de Mikasa en mi lado izquierdo, una de las capitanas de la tropa de guarnición, aquella rubia no me miraba y también evadía la mirada fulminante que Mikasa lanzaba.
-¿Querías que lo ocultará en el informe? Ocultarlo no traería ningún beneficio.-mi semblante estaba fulminante, y más al ver cómo Eren miraba al estrado y su mirada, se cruzó con la mía.
-¿Quien es Mikasa Ackerman?-la pregunta del juez se dirigió a la chica a mi lado, quien se presentó pero me era imposible atender, Eren me miraba y veía en sus ojos lo asustado que estaba, estaba confuso.-¿Es cierto que Jeager te ataco en su forma titán?-rompimos aquel contacto visual para así, yo bajar la cabeza, sintiéndome impotente por no poder ayudarle.
-Si, es cierto.-respondió Mikasa, y en mi mente llegaron esas imágenes de cómo Eren en su forma titán, atacó a Mikasa en el justo momento en que ella se acercó luego de su transformación, las imágenes venían a mi mente de manera rápida.
-Pero antes de eso, fui salvada en dos ocasiones por Eren transformado en titán. La primera vez, estaba apunto de caer en manos de un titán, pero se enfrentó a él para salvarme. La segunda vez, protegió a Armin Arlert y Kirah Kamura del ataque de los cañones de las tropas de guarnición. Me gustaría dejar esos hechos como evidencia.-Mikasa defendió la postura de Eren, buscando así una justificación que pudiera ayudarlo pero al ver que aquel juez no parecía convencido, me empezaba a hacer un ocho.
-¡Objeción!-el grito del comandante de la policía militar, nos alertó.-Creo que esas declaraciones fueron muy personales, ya que Mikasa Ackerman perdió a sus padres cuando era una niña, y fue adoptada por el Dr. Jeager.-en sus manos él sostenía unos papeles, sabi que tanto Mikasa como Eren debían estar sintiéndose atrapados ante no tener una escapatoria.-Además, descubrimos que en esa época cuando Eren y Mikasa tenían nueve años de edad, mataron a tres hombres adultos, acusados de ser ladrones y secuestradores. Incluso si fue en defensa propia, levanta dudas sobre su comportamiento personal.-mantenía mi cabeza abajo, pensando, incluso cerré mis ojos para llevarme a las imágenes de aquel día.-Debemos confiar nuestros destinos, recursos y fondos en alguien así?-sentía una presión en mi cabeza, una gran presión.
-¡Quizás ella también es un monstruo!-escuchaba gritos, gritos de personas ajenas a nuestras vidas y fue ahí cuando recordé, justo en el momento en que veía como Eren fruncía su ceño para defender la postura de su hermana, recordé algo que sucedió aquel día.
-¡Objeción!-grite fuertemente en aquella sala, abrí los ojos y pude ver como cada una de las personas en aquella corte me miraban, el aire me falto y por un instante iba a retroceder pero la mirada de Eren puesta en mi, me aflojó cada músculo tenso.
-Adelante.-aquel juez me había dado el permiso de hablar, de expresarme pero me había helado, si decía algo erróneo no podría salvar a Eren, mis manos sudaban y yo tan solo respiré hondo.
-Puedo dejar como hechos de evidencia, de que Eren Jeager en su forma de titán me salvó dos veces, de la misma manera en la que salvo a Mikasa Ackerman o Armin Arlert.-hable con un tono alto, esperando lograr que todos me escucharan para así, decir lo que había venido a mi mente.-No tengo ningún tipo de entrelazo sanguíneo con Eren, y se supone que en los informes se narré que fui la única cadete que logró restaurar la memoria de Eren, justo luego después que atacara a Mikasa Ackerman. Quedando en evidencia, que Eren no tiene conocimiento de su poder, lo que le hace inocente y ser uno de nosotros.-dije, recordando como me plasmé en el hombro de aquel titán y como mi voz se dirigió a su grande oído, la imagen me llevó a ese día.-¡Eren, por favor, somos nosotros!-gritaba agitada, mientras que las gotas de sudor bajaban de mi frente.
-¡Kirah, aléjate ahora!-la voz de uno de mis superiores se dirigió a mi mientras que el cuerpo del titán de Eren se movía con brusquedad, pero el gancho de mis maniobras tridimensionales estaban enterradas justo en el cuello de él.-¡Es una orden cadete!-me gritaban pero yo apreté nuevamente mis obras para incrustarlas en el tejado frente a Eren, quien parecía estar perdiendo la conciencia de sus recuerdos, sus grandes ojos verdes y brillantes me miraron, mientras que mi corazón latía rápidamente.
-¡Eren, soy yo!-le gritaba viendo como su mano se elevaba, estaba dispuesto, me iba atacar; no me recordaba y fue ahí que me helé.-¡Y es que aunque me cueste la vida Eren, prometo luchar junto a ti!-le grite, le grite tan fuerte que mi garganta se desgarro y fue ahí que su mano se desplazó a mi lado, abriendo su palma como si hubiese logrado que mis palabras se restauraran en su mente como una inyección.
-Si, aquí se dice que tú, Kirah Smith fue la única capacitada para restaurar la misión que se le otorgó a Eren Jeager. Dice que supiste controlarlo, de una manera comunicativa.-parpadeé, logrando adentrarme a la realidad de que estaba parada en aquella corte, y que aún la gente presente allí, me miraban.-Así que es cierto... -veía como el juez tenía en sus manos varios papeles, como parecía leer mientras que los ojos verdosos azulados de Eren me miraba de una manera relajante, y pude verlo, pude ver esa sonrisa de lado que me lanzó una que nuevamente aflojó mis tensos músculos.
-Señoría, puedo inducir que esto sería un truco del cuerpo de exploración, ya que aunque Kirah no tenga entrelazo sanguíneo con Jeager, lo tiene con él comandante Erwin Smith.-mi corazón por un instante se detuvo, y mis músculos se habían tensado nuevamente, tanto que sentí que no podía mover mi cuerpo ante lo que aquel comandante de la policía militar había dicho.-Ambos son hijos de la ex comandante del cuerpo de exploración Elizabeth Kamura y el Profesor Edwin Smith, quienes yacen fallecidos. Lo que hace que los presentes, sean hermanos.-mis ojos se abrieron como platos, y mi boca se quedó entre abierto mientras que mi pecho subía y bajaba, baje la mirada ante escuchar los murmullos y como todos me miraban de manera sorpresiva.
-Objeción.-su voz resonó como bala en mis oídos, y es que escucharlo ahora, no era lo mismo que haberlo escuchado segundos atrás, y es que ni siquiera podía mirarle.-Defiendo la postura de que aunque esto sea cierto, la cadete no tenía idea del lazo sanguíneo que manteníamos, no hasta hoy, lo que me parece una falta de respeto que se haya tenido que enterar de esta vulgar manera. Como pueden ver en su expresión, la han tomado por sorpresa.-sentía que perdía el balance, como si me estuviese yendo en blanco ante sus palabras, la serenidad que tenía su voz no me relajaba... ¿o es que una parte de mi siempre lo supo?-Kirah y yo no tuvimos una crianza unidos, pase toda mi vida en la escuela militar luego de la muerte de nuestro padre. Creo que el comandante Pixis y usted, tienen conocimiento de eso. Incluso tú, comandante Niles, quien fue mi amigo durante una larga estadía en aquella escuela.-levante la mirada para ver cómo Mikasa tocaba mi brazo, intentaba de incorporarme mientras que yo no sabía en donde esconder mi expresión, mi mente estaba apunto de explotar.
-Levántate.-me pidió ella, apretando mi brazo y no tarde en acceder, mi pecho seguía subiendo y bajando, me sentía tensa, incluso como me faltaba el aire; él me miraba, lo sabía pero yo no podía mirarlo, tenía miedo.
-¡Todos son unos monstruos, ella también lo es, todos sus allegados lo son!-un leve grito llego de manera hueca a mis tímpanos, y es que estaba aturdida, tanto que escuchaba las voces e insultos lejos de mi, sin importar que tan cerca estuvieran o que tan alto gritaran.
-¡No se atrevan a insinuar eso de ella! ¡Déjenla en paz! ¡Solo especulan!-la voz de Eren fue la única que con claridad se escuchó en mi oído, como hizo que volviera a la realidad.-Especulan, viendo lo que es bueno para ustedes. En primer lugar, ustedes nunca han visto un titán, así que... ¿de que están asustados?-les preguntaba a las personas que lo juzgaba, que nos juzgaban mientras que yo tan solo aún intentaba de permanecer con un semblante neutral pero no sabía cómo fingirlo.-¿Por qué las personas con poder no pelean? ¡Si tienen miedo de luchar por sus vidas, entonces préstenos sus fuerzas!-gritaba, él estaba furioso y había explotado su enojo ante el ataque a mi persona.-¡Ustedes cobardes! Si así lo desean, estense quietos... ¡y apuéstenlo todo por mi!-el silencio agobiaba a las personas que lo habían escuchado, mientras que de reojo vi como aquel capitán salía del estrado.
-¡En posición!-el comandante de la policía militar señaló a Eren, parecía incómodo y se sintió tan amenazado, que mandó a uno de sus hombres apuntar a Eren pero fue ahí que cerré mis ojos con rapidez antes de ver cómo la pierna del capitán Levi se desplazaba al rostro de Eren. Escuche golpes, e incluso gruñidos que reconocía provenir de Eren pero me mantuve con la cabeza baja para no ver como le golpeaban.
-Es una opinión personal, pero para mi, la mejor disciplina es el dolor.-su gruesa voz provoco que abriera nuevamente los ojos, y que al alzar la mirada, viera cómo Eren tenía su boca hecha sangre.-Lo que más necesitas en estos momentos no son palabras de "aprendizaje". Se trata de una "lección", y la situación actual, la pone fácil.-miraba a Levi de una manera fulminante, y fue ahí que vi como empezó a golpear nuevamente a Eren, tanto que Armin tuvo que apretar el brazo de Mikasa para que no brincara aquel estrado y lo destruyera con el mismo deseo que yo portaba.
-Espera, Levi.-el apellido de aquel capitán había sido mencionado, provocando que él dejará a Eren, observe su rostro, sus rotos labios y su rota nariz, tenía impotencia.-Es peligroso, ¿y si se convierte en titán?-se preguntaba el comandante de la policía militar, mostrando un semblante atemorizante.
-¿De qué estás hablando? ¿No querían disecarlo?-pregunto de manera sarcástica Levi.-Al parecer cuando se convirtió en titán, mato a otros veinte titanes hasta que se quedó sin fuerza. Y ya que tiene lógica, puede ser peligroso como enemigo. Sin embargo, eso no coincide para mi.-comentó, aún lado de Eren.
-Comandante supremo tengo una sugerencia.-fue ahí que lo mire, pude ver a Erwin Smith alzar su mano pero sus ojos no me miraban, parecía también evadirme.-El poder del titán de Eren sigue siendo un profundo misterio, todo aquel que siempre esté a su lado, estará en peligro. Así que, queremos otorgarle al capitán Levi la custodia para y responsabilidad, así podríamos llevarlo a la próxima misión de exploración.-indicó.-Si Eren puede dominar el poder de su titán, creemos que será una fuerza importante para la humanidad. Vamos a decidir esto con la próxima misión de exploración, y así, juzgarlo.-todos miraban al comandante del cuerpo de exploración pero yo solo tenía mi mirada en Eren.
-¿Puedes hacer esto capitán Levi?-la pregunta de Darius fue dirigida a Levi, quien estaba aún parado intimidando a Eren, quien yacía con su cabeza baja.
-Si está hablando de matar, no hay problema. Más bien, el problema es que si él no hace nada, es lo que se llevará a cabo.-respondió él, mirando fijamente al juez, quien junto sus manos y asintió.
-He llegado a una conclusión...-salía en fila de aquella corte, justo detrás de Armin y Mikasa, a quienes se les notaba la calma por la decisión de aquel juez. Habíamos salido victoriosos, la vida de Eren aún se mantenía en un hilo y dependería de su fuerza mental, pero aún así, estaba con vida y estaría con vida. Muchas personas salían a la vez, aún escuchaba voces y señalamiento, pero entre todas esas personas mis ojos buscaban una mirada, y era la suya, la de Eren Jeager.
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