──── ✧ 𝟎𝟏
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ᴀʀᴄᴏ ᴜɴᴏ ——— ❛Ella es Sunvely.❜
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Omnisciente.
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La albina de ojos azulados maldecía por lo bajo, pues gotas de sudor bajaban por su frente ante la corrida larga que había estado haciendo detrás de aquel extraño hombre. Saliendo de sus clases extras para mantenerse académicamente impecable, Kailani había presenciado como dicho individuo que perseguía robaba una gran cantidad de joyas con valor de un local famoso ahí en la prefectura cercana a la UA. Ella no quería perderle el paso. Todo prácticamente había sucedido delante de ella y no esperaba quedarse de brazos cruzados. Después de todo, ella quería ser un héroe—, o eso al menos creía—. Con su uniforme escolar y mochila pesándole la espalda, Kailani siguió avanzando sin detenerse. Su cabello blanco caía debajo de sus hombros, el flequillo empezaba denotar su crecimiento, pero se mantenía encima de sus cejas. Con prudencia y como le habían enseñado, plasmó un pie en la acera para intentar de retener al villano que huía con dichos artefactos.
—¡Ella es de la UA!—gritaban eufóricos las personas que veían la situación, donde el hielo retuvo al hombre, parecía encarcelado.
—Es la hija de Illusion.—murmuraban otros, señalando a Kailani quien mantenía una mirada seria y estoica, viendo a la gente alejarse.
—¡Y Thundermen!—chilló otra persona al reconocer a Kailani entre las calles, era evidente que la gente le reconocía desde el festival de la USJ.
—¿Quién eres?—se cuestionó ella, acercándose al individuo con un atuendo muy brillante, así como el de su compañero Aoyama.
—¡Me has atrapado! Bien, héroe.—comentó el hombre de cabello rubio y bigotes del mismo color, viéndose risueño y desinteresado.
—Suelta la bolsa.—pidió ella con serenidad, manteniéndose enfrente de él para no darle ningún tipo de escapatoria.—Hazlo ahora, antes de que llegue un profesional.—arremetió.
—¿Y qué?—se cuestionó él, encogiéndose de hombros.—Igual no podrán retenerme aquí por mucho tiempo, la energía me expulsará.—Kai levantó una ceja, desconcertada ante eso.
—Oye, tú.—ella se giró ante oír la voz de alguien desconocido, pero la presencia de una joven adolescente casi de su misma estatura la hizo perder la cordura de pronto.
—Ay no, la otra mocosa.—exclamó el villano con pereza al reconocer la voz de otra niña que se presentaba brevemente.
Ojos grandes y azulados, con un cabello rojo vivo como la sangre atado en dos coletas. Kailani se sintió por un momento acorralada, pues la joven que parecía tener su misma edad portaba incluso el uniforme de la academia UA. Ambas se miraron extrañadas. Jamás se habían visto, Kailani desconocía quién pudiese ser esta niña que había aparecido para hacer un llamado—, lo único que pudo predecir fue su abrumadora temperatura—. Kailani se sintió sofocada, incluso aunque está extraña no estuviera tan cerca, el calor que brotaba su cuerpo no era normal. Su don debía sin duda alguna deberse a uno de fuego que ella no toleraría. Ambas féminas fueron el centro de atención, los ciudadanos que continuaban alejándose miraban y señalaban, teniendo la esperanza de que dichas prospectos a heroes lograrían resolverlo todo para asombrar a los profesionales, pero era más serio que eso. Pues ese hombre que estaba ahí no era un villano común, de hecho, era algo más que un villano y su energía purificada vivía en cada universo al que él podía ir sin problema alguno.
—¿Quién eres tú?—se preguntó Kailani, la joven de cabello rojo la miró desconcertada al notarla en una posición de guardia intimidante.
—No tengo tiempo para ti, solo quiero que me devuelva a mi universo.—respondió la de cabello rojo, Kailani no le permitió el paso y ambas fruncieron ceño de manera incómoda.
—¿Quién eres tú?—volvió a cuestionarle la albina con autoridad, frente a frente se veían, ojos azules chocaban y la tensión crecía.
—No tienes idea de que es esto, no te entrometas.—pidió la ajena, sobresaliendo chispas de llama por las palmas de su mano que hicieron a Kailani sólo retroceder un poco.
—Entonces, te atraparé con él.—exclamó Kailani con seguridad en su voz, la otra joven le miró desconcertada y curiosa.
—¡Oye... espera!—pidió la peli roja cuando noto la posición de ataque que Kailani esclareció frente a ella, una que alguien le había enseñado.
La albina creó una pared de hielo que nadie a los alrededores esperó. El villano que aún sostenía la bolsa reía de manera maníaca ante ver a dos jovenes adolescentes pelear la una con la otra, pues Kailani no se fiaba en lo absoluto de la otra que creó una mecha de llamas alrededor de la pared de agua helada. Los ciudadanos retrocedieron aún más eufóricos, pues la onda de calor fue más potente y deslumbrante, en pleno día se les veían resaltar y casi llegar a lo alto de los edificios. En la pared de agua helada se creó un hueco por donde la de cabello rojo se adentró, pero fue expulsada contra una pared bruscamente por la presión de agua que sintió en su espalda. Sus llamas se apagaron, evitando que llegaran a los locales de comida que habían en la cercanía. El cabello blanco de Kailani brotaba con destellos azules por la utilidad de su don, ella miró fríamente a la de cabello rojo que se incorporó, alejándola con otra mecha de llamas que Kailani bloqueó con una cristalización de hielo creada desde la planta de sus pies—, si bien, un movimiento que copió de Shoto Todoroki el cual ella también podía darle uso.
—Bravo.—los aplausos hicieron que ambas se giraran para ver como el villano yacía fuera del hielo que lo había retenido.—Si bien, aproveche el empuje para escapar, pero que fatal se comportan los jóvenes de su edad.—añadió, burlón.
—¿Huirá de nuevo?—se cuestionó la peli roja al ver por un momento como el villano esclareció sus leves intenciones de huir.
—¡No, no huirá!—exclamó Kailani, brotando el agua helada desde el suelo con sus manos para levantarlo contra el hombre, pero una mecha de fuego errónea la descongeló en el aire.
—¡No me estorbes!—pidió la de cabello rojo al notar como las llamas no pudieron alcanzar al villano, quien de pronto abrió una fuente de energía.
—¡Kaboom!—exclamó risueño con su voz gruesa, un polvo traslúcido salió de sus manos como un mago en algún acto alrededor de personas.
Pero ese polvo traslúcido había ocultado una luz proveniente de un portal, el cual agitaba aún más la brisa y absorbía todo aquello que había cerca. Se sintió extraño, como si flotaran y sus estómagos se revolcaran—, pues Kailani había sido absorbida por el portal abierto como la otra chica—. Todo en un solo momento se volvió oscuro, luego brillante y adjunto con una luz que volvió a cegarlas hasta que sus cuerpos dejaron de sentirse abrazados por la gravedad y cayeran en el suelo de forma brusca. La alguna rodó con su mochila azulada, la cual tenía diseños de hielo que iban en juego con su don y estación favorita, en la cual había nacido ella, diciembre. Miró extraña el lugar, parecía el parque central de la prefectura cercana a la academia UA, como si el villano las hubiera teletransportado ahí. Se levantó del césped verdoso, sacudiendo su manos para sacar la tierra seca de estas y ver cómo aún lado suyo la chica de cabellos rojizos se levantaban con su ceño muy fruncido, estaba molesta, era evidente.
—Casi lo tenía.—escupió Kailani sin pelos en la lengua, llevándola hasta una acusación que hizo a la otra adolescente reír.
—¿Tú crees?—le preguntó con sarcasmo, mirando a su alrededor como si se sintiera perdida.—Maldición, ahora si lo empeoraste.—añadió.
—¿Quién diablos eres y por qué tienes el uniforme de mi academia?—cuestiono Kailani, llegando hasta la otra chica para sostenerla de la chaqueta.
—Primero, suéltame bonita. A menos que quieras terminar derretida, te conviene más bajar tus frías manos.—comentó la otra chica, muy serena.—Segundo, mi nombre es Tsubomi Hatsulin. Y para serte más clara, te entrometiste entre una pelea mía y ese villano.—detalló, haciendo que Kailani la soltara ante su amenaza.
—No parecías tenerlo muy controlado.—justificó Kailani, mirando los grandes ojos azules de la chica que se acomodaba sus flequillos sueltos salidos de aquellas coletas.
—Lo tenía controlado hasta que te entrometiste.—masculló Hatsulin, mirando a Kailani como si fuera una tonta.—Ese villano no es cualquier villano, abre portales entre universos. ¡Fue así como termine en el tuyo! Por eso no quería que te entrometieras, ¡iba obligarlo a devolverme!—afirmo muy segura de lo que decía, dejando sorpresiva a Kailani quien desistió en negación rápidamente.
—¿Te estás burlando de mi?—le preguntó, acercándose de nuevo, parecía muy dispuesta a atacarla de manera imprudente.
—¿Por qué bromearía con eso? ¿Crees que no hay más universos?—Kailani se quedó en silencio, parecía que esta chica estaba loca.—Ese es su don, ¡lo confesó a los policías de mi universo y así escapó, me llevó con él erróneamente!—explicaba.
—No tengo tiempo para esto, tengo que ir al cementerio. Debo llevarlo flores a mi padre.—musitó Kailani exhausta, con la cabeza baja y apenada de dejar ir a ese villano.
—¡Oye, espera! No estoy bromeando, no creo que estemos en tu universo, pero ahora no se donde estamos, ¡no deberíamos separarnos!—exclamaba Hatsulin, siguiendo a Kailani.
—Deja de seguirme, que fastidio.—pidió Kailani, acomodando su mochila y limpiando la tierra que se había plasmado en sus rodillas.
—Intentó ayudarte. ¿Cuál es tu problema?—le preguntó Hatsulin al notarla tab reacia y hostil.
—¡Es Sunvely!—se oía a la gente cercana, quienes se aislaban con prudencia ante ese llamado.
—¿Quién?—se preguntó Hatsulin aún lado de Kailani, quienes miraron como la plaza del parque era evacuada por una alta joven chica.
Kailani volvió a sentirlo, esa bruma de calor cuando unas alas de fuego en pleno medio día creaban sombra en aquel parque. Se cubrió sus ojos azulados e intentó de mantener un tipo de frío con ella, usando su don alrededor para que la bruma del calor no la hiciera sentir débil. El sol estaba en su punto máximo, no podía ver la dirección de donde aquella joven chica estaba, porque solo veía su sombra ante el destello apuntar hacia ella, pero parecía como un tipo de ángel llegar al rescate en aquel lugar. Los residentes la conocían, los niños más pequeños admiraban y esperaban verla convertirse en una profesional digna que pronto admirarían. Su cabello largo y rojo caía alargado por sus hombros, unos ordenes de ojos dorados cautivaban a cualquiera—, incluso las niñas que se quedaron una al lado de la otra, viendo a la alta en acción—. Era una heroína, porque todos evacuaron en cuanto ella hizo esa petición al llegar
—¡Debe estar por aquí, lo acababan de ver!—anunció aquella voz, Kailani y Hatsulin se sostenían del brazo, mirando intimidadas a la chica.
—¡Que asco!—exclamaron ambas, alejándose la uña y la otra con desesperación cuando mantuvieron ese contacto físico.
—No dejaré que me tome ventaja de nuevo, sobre mi putrefacto cuerpo.—masculló la joven chica, encaminando por los alrededores.
—Bueno, podrido no está.—comentó Hatsulin, haciendo que esa prospecto a héroe se detuviera en su andar cuando la oyó.
—Por favor, vayan a un lugar... —cuando se inclinó para estar a la altura de las dos chicas que miraron sus orbes dorados, algo en ella se tenso.—No puede ser lo que estoy pensando.—musitó al mirar ese uniforme que reconocería, pero no a ellas en la academia en la que iba con su hermano y amigos.
—¿Qué ese loco nos trajo de otros universos con su don? Pues yo creo que si.—afirmo Hatsulin, haciendo que Sunvely tocara el suelo y las mirara con una gran magnitud de negación.
—Díganme que al menos pertenecen al mismo universo.—incitó Sunvely, poniéndose delante de las adolescentes quienes miraron hacia arriba por su gran altura; Kai levantó una ceja.
—Eres hija de Enji Todoroki, ¿o algo así?—le preguntó Kailani, desconcertada por dicho parecido y la secuencia de unión en los universos, no debía estar tan lejos de su afirmación.
—Es mi tío.—afirmó Hatsulin, Sunvely dirigió la mirada a la de cabellera rojiza, semejante a la llama viva de un fuego.
—Esto está mal, voy a tener un ataque de pánico.—anunció Kailani, respirando de una manera entrecortada, héroes profesionales de aquella agencia donde pertenecía Sunvely se acercaron.
—Si, está muy mal.—admitió Sunvely, llevando sus manos al hombro de ambas chicas, al menos la de cabellera rojiza estaba calmada, pero la albina parecía tener un fuerte ataque de ansiedad.
¿En que momento el universo perdió el equilibrio? La prospectó a héroe de dieciocho años sintió por un momento que todo se le salió de las manos. Más allá, el cielo se tornaba grisáceo, como si sintiera la naturaleza que debía deshacer algo. Lightverse huía con la bolsa de valor en sus manos, sintiendo el aire faltar. Pocas reservas tenía para volver a su universo, necesitaría a su dúo y a quien lo había estado acompañando en esta travesía desde que la Liga del universo noventa y ocho le pidió reclutar más villanos de otros universos. Sin duda fracaso y volver sería una cadena perpetua, porque el líder de la Liga estaba dispuesto a matar a quien no siguiese sus reglas. Él sabía que tenía un problema más grande que darle cara a la Liga de su universo—, y era que si no volvía a poner la energía del equilibrio como era, todo se haría un caos—. Lightverse se giró, mirando el cielo grisáceo. Debía devolver a las niñas, pero buscarlas sería tener que enfrentarse a los héroes y también a quien encendería más la flecha de la esperanza. Elaine Taiyō.
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INFORMACIÓN RELEVANTE:
❛Kailani Nakamura debutó por ser hija de padres con profesión de héroes, es la única fémina del matrimonio de sus padres y la hija menor. Se rumorea en los medios que su madre antes de morir era una espía de la Liga de villanos.❜
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