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⇜01. Go away.

La monotonía es un fenómeno al que nadie es inmune; todos corremos el riesgo de caer en ella en algún aspecto de nuestra vida. Taehyung nunca habría imaginado que este sería su caso, sobre todo en su relación amorosa. Cuando te enamoras, es natural creer que las cosas serán eternas, que has encontrado a la persona adecuada y que a partir de ese momento tu vida será siempre junto a ella. Sin embargo, a veces el amor no es tan arrebatador como imaginamos, o tal vez se debe a que ambas partes se sienten tan cómodas entre sí que dan por sentado todo, descuidando así el esfuerzo necesario para fortalecer su vínculo.

Durante cuatro años, Taehyung había estado en una relación con Choi Wooshik. Al principio, estaba seguro de que había encontrado a su compañero de vida. Tenía apenas dieciocho años cuando se conocieron, estaba recién ingresado a la universidad. Taehyung recuerda ese encuentro como sacado de una película: una explosión de emociones en el estómago mientras miles de fuegos artificiales estallaban a su alrededor.

Quizás fuera muy joven, pero siempre creyó firmemente que el amor verdadero no entiende de edades. Sus padres eran la prueba viviente de ello; se conocieron a los dieciséis años y aún hoy, seguían felizmente casados. Taehyung anhelaba una historia similar, una que pudiera relatar con el mismo cariño sin importar cuánto tiempo pasara. Deseaba fervientemente que, con el correr de los años, el resplandor en sus ojos al hablar del amor de su vida fuera tan evidente como el que brillaba en los de su madre al mencionar a su padre.

Desde el principio, Taehyung notó que su relación con Wooshik era diferente a todas las anteriores. El chico era encantador con él de una manera única, y Taehyung se encontraba completamente fascinado. Hacían todo juntos, sin excepción. Su química era increíble, y rápidamente se convirtieron en la pareja más envidiada de todo el campus.

Con el paso del tiempo, ambos comenzaron a dar por sentadas muchas cosas, y el intenso amor que compartían dejó de crecer para estancarse. Las citas se espaciaron, las conversaciones profundas escasearon, el sexo se convirtió en una mera necesidad física y las muestras constantes de cariño se desvanecieron. Los mensajes se volvieron monótonos y, aunque seguían pasando la mayor parte del tiempo juntos, parecía que solo se acompañaban mutuamente sin prestar verdadera atención el uno al otro.

A pesar de todo, ambos afirmaban seguir enamorados.

Caer en la costumbre es algo que puede pasar desapercibido, pero una vez que te percatas de ello, es difícil ignorarlo. Sin embargo, lo más difícil sin duda es aceptarlo, el cual era el caso de Taehyung. Probablemente no se habría dado cuenta de esta situación de no ser por cierto chico de ojos encantadores.

Jeon Jungkook era un amigo de su novio, a quien conoció cuando Wooshik lo presentó a sus amigos. En aquel entonces, Taehyung apenas había reparado en el azabache, ya que toda su atención estaba centrada en Wooshik como para fijarse en alguien más. Jungkook siempre fue una persona de pocas palabras, y aunque Taehyung notaba que mantenía una cierta distancia, nunca tuvieron problemas. No es que se llevasen mal, pero simplemente no interactuaban tanto como él lo hacía con los demás amigos de su novio.

A Taehyung nunca le molestó esa actitud, ya que siempre dio por hecho que esa era la personalidad de Jungkook. Además, mientras no hubiera ningún sentimiento negativo por parte de ninguno de los dos, él no veía ningún problema. Después de todo, Jungkook era amigo de su novio, no suyo.

Con el paso del tiempo, a medida que las cosas con Wooshik cambiaron, la proximidad de Jungkook hacia él se hizo más evidente. Al principio, Taehyung pensaba que era simplemente amabilidad por parte de Jungkook, ya que cada vez que estaba con Wooshik, él solía enfocarse en sus amigos, por lo que no le prestaba atención. Taehyung no encontraba molesta la situación; después de todo, solía estar absorto en su teléfono y lo importante era que, de alguna manera, estaban pasando tiempo juntos.

La costumbre puede cegar a muchos, ya que, este tipo de situaciones que pasan desapercibidas para la pareja, fueron percibidas por Jungkook. Fue de esa forma que cada vez que Wooshik dejaba de lado a Taehyung al llevarlo a algún lugar con ellos, el azabache aprovechaba para hacerle compañía.

Pronto se volvieron muy cercanos; curiosamente, descubrieron que compartían mucho en común. Debido a ello, Taehyung no podía reprocharle a su novio que terminara ignorándolo, ya que él mismo se encontraba disfrutando de cada momento que pasaba con Jungkook.

Esta situación se repitió por un largo periodo de tiempo, llegando al punto en que la presencia del azabache se convirtió en algo habitual para Taehyung. Era plenamente consciente de lo especial que era la conexión que compartía con Jungkook, algo que no había experimentado jamás. No necesitaba esforzarse por impresionarlo, lo que le generaba una comodidad profunda en su presencia. Podría haberlo considerado su mejor amigo en cierto sentido, pero incluso esa etiqueta se desvanecía cuando comparaba su relación con la que tenía con Jimin, reconociendo sus diferencias. Con el tiempo, renunció a ponerle nombre a lo que compartían, porque, independientemente de cómo se definiera, se sentía bien con ello.

Las cosas podrían haber continuado así indefinidamente, pero un día todo cambió. En ese instante, Taehyung habría deseado fervientemente que las cosas permanecieran como estaban, pues el torbellino emocional que siguió fue difícil de sobrellevar. Sin embargo, con el tiempo, llegaría a estar agradecido de que esos cambios hayan ocurrido.

Taehyung había asistido a una fiesta junto con Wooshik, pero después de un rato de estar sentados juntos, tomados de la mano, mientras escuchaba las bromas de los amigos de su novio entre ellos, decidió que revisar su celular sería más interesante. En algún momento de la noche, Wooshik estaba completamente absorbido por sus amigos, dejándolo a él, como de costumbre, en segundo plano.

Agotado por el bullicio que inundaba la casa, decidió que era hora de irse. Se acercó a Wooshik para informarle que se marchaba; su novio, como de costumbre, le preguntó si deseaba que lo acompañara, sabiendo que declinaría la oferta. Se despidieron con un beso, y Wooshik le entregó las llaves de su carro para que pudiera usarlo, ya que él se encontraba demasiado ebrio para conducir y planeaba que uno de sus amigos lo llevara a casa más tarde.

Taehyung salió del lugar y se dirigió hacia donde habían estacionado el automóvil y, justo cuando estaba a punto de abrir la puerta, escuchó una voz familiar que le arrancó una leve sonrisa.

—¿Te vas ya? —preguntó Jungkook, acercándose a su lado y apoyándose en el automóvil mientras observaba al castaño con las cejas alzadas, dándole una calada al cigarrillo que sostenía entre sus dedos.

Kim desvió su mirada hacia el azabache y le arrebató el cigarrillo de sus labios para darle una calada antes de hablar.

—Ya, estoy cansado —respondió, exhalando el humo hacia arriba y devolviendo el cigarrillo a los labios de Jungkook—. Además, me estaba aburriendo. Wooshik no parecía querer irse todavía, y tú me dejaste solo toda la noche por esa chica —acusó con un tono serio, lo que provocó una amplia sonrisa en el otro.

—¿Estás celoso acaso? —preguntó Jungkook con un tono juguetón, provocando un gesto de fastidio en el castaño.

—No, pero hubiera sido lindo tener un poco de tu atención.

Resultaba curioso cómo a Taehyung le preocupaba más que Jungkook le prestara atención que el hecho de que su propio novio lo hiciera. Quizás porque con Wooshik las cosas siempre eran así, y ya no esperaba mucho de él, lo cual no era el caso con Jungkook.

—Ya, lo siento. Chaewon me secuestró y no me dejaba ir. Por suerte, observé justo cuando estabas a punto de irte, y le dije que tenía que marcharme.

—Seguro quedó muy decepcionada —bromeó el castaño con una risa suave.

—Posiblemente, pero prefería alcanzarte.

—¿Ah, sí? ¿Y cuál es la razón de eso?

—Tenía que decirte que te ves lindo —dijo el azabache con un tono coqueto, mientras daba una calada a su cigarrillo y observaba al castaño de arriba abajo—. No, disculpa. Hermoso, te ves jodidamente hermoso —corrigió, exhalando el humo hacia un lado y haciendo que las mejillas de Taehyung se tiñeran de un leve rubor.

—Un poco tarde, pero se agradece —respondió Taehyung, tratando de ignorar el palpitar acelerado de su corazón—. ¿Quieres que te lleve?

—Me encantaría —aceptó el azabache, dando la última calada a su cigarrillo. Mantuvo su mirada fija en Taehyung antes de acercarse a él y exhalar el humo cerca de sus labios, siendo recibido por el castaño, quien retrocedió un paso y apartó la mirada para exhalar el humo—. ¿Quieres que conduzca?

Taehyung no pronunció palabra alguna, solo asintió y le entregó las llaves. Jungkook las aceptó y se encaminó hacia el lado del copiloto para abrir la puerta. Estos pequeños gestos llenaban su corazón de felicidad, y no podía evitar pensar en que Wooshik había dejado de hacer eso hacía mucho tiempo.

Cuando ambos entraron, se dirigieron hacia el apartamento de Taehyung. Jungkook había insistido en ir primero para asegurarse de que llegara a casa sin contratiempos. Durante el trayecto, compartieron conversaciones triviales que fluían sin esfuerzo, encontrando siempre nuevos temas que mantenían viva la charla. Después de unos veinte minutos, llegaron a su destino. Jungkook se apresuró a salir del auto para ofrecerle ayuda a Taehyung para descender.

—Gracias —murmuró el castaño con una sonrisa, aceptando la mano de Jungkook para salir.

—Es un placer —respondió el otro, cerrando la puerta detrás de él sin soltar su mano—. Vamos, te acompaño hasta la puerta.

Ambos chicos empezaron a caminar tomados de la mano hacia el apartamento del castaño. Aunque sostenerse de la mano era algo común que hacían en algunas ocasiones, Taehyung no pudo evitar percibir una diferencia en esta ocasión. De hecho, últimamente venía percibiendo todas sus interacciones con Jungkook de una manera distinta, y había estado luchando por ignorar ese ese revuelo de emociones en su pecho.

Al llegar a la puerta, ambos se observaron sin decir nada por un momento. Cuando el nerviosismo se intensificó, Taehyung rompió finalmente el silencio.

—Gracias por traerme. Quédate las llaves, le diré a Wooshik que te llevaste su auto —dijo, soltando la mano del azabache.

—Probablemente me haga ir por ellos después —suspiró con una mueca, antes de soltar una risa divertida.

Taehyung soltó una leve risa, pero pronto el silencio se instaló nuevamente entre ellos, algo inusual ya que nunca les faltaban temas de conversación. Sin embargo, por más que lo intentara, se encontraba incapaz de articular palabra, absorto en la forma en que los ojos del contrario brillaban.

Sentía cómo su corazón latía con fuerza, aunque no se detenía a reflexionar sobre el motivo, era plenamente consciente de su intensidad creciente. Su mirada se desvió hacia los labios de Jungkook, que jugueteaba con la perforación de argolla. Como si fueran imanes, atrayéndose mutuamente, poco a poco redujeron la distancia entre ellos hasta que desapareció por completo.

Sus bocas se encontraron con intensidad, como si llevaran un tiempo queriendo fundirse en los labios del otro. En ese gesto se transmitían un sinfín de emociones contenidas, aunque ninguno de los dos estaba lo suficientemente consciente como para reconocerlo. Las manos de Taehyung se deslizaron alrededor del cuello de Jungkook, mientras que este último lo sujetaba con firmeza por la cintura, acorralándolo contra la puerta. Taehyung inclinó la cabeza, permitiendo un mejor acceso de la lengua de Jungkook en su boca.

La situación empezó a intensificarse gradualmente. Taehyung soltó un jadeo cuando las manos del otro descendieron hacia su trasero, y no sabía hasta dónde habrían llegado si no fuera porque en ese momento su celular emitió una notificación. Reconoció el sonido que usaba para los mensajes de Wooshik, lo que lo hizo separarse de Jungkook de manera abrupta.

Sus ojos se abrieron con terror y llevó instintivamente los dedos a sus labios, tratando de procesar lo que acababa de suceder.

—Tae, yo...

—No digas nada —frenó Taehyung de inmediato, negando efusivamente con la cabeza—. Esto no ocurrió.

—Lo siento, pero no puedo pretender que no ha pasado.

Escuchar eso tomó totalmente por sorpresa al castaño. Estaba tratando de convencerse de que todo había sido un error, quizás por la influencia del alcohol a pesar de no haber bebido mucho, o que la intensidad del momento los había llevado a actuar así. Estaba desesperado construyendo un montón de excusas en su cabeza, por lo que se sintió confundido al ver que Jungkook lucía demasiado tranquilo y sin intención de pasar por alto lo ocurrido.

—¿Q-qué?

—Tae, me gustas. Desde hace mucho, de hecho, y esto que siento por ti se ha vuelto tan grande que ya no soy capaz de ocultarlo. Estoy enamorado de ti... —confesó con tal firmeza que, por más que Taehyung intentara convencerse de que no era cierto, y de que posiblemente estuviera confundido, no logró hacerlo. Sin embargo, lo que más lo sorprendió no fue su confesión, sino lo que dijo después—: Y sé que tú también estás enamorado de mí.

Taehyung sabía que Jungkook tenía un ego bastante inflado; a menudo bromeaban al respecto. Sin embargo, la seriedad de la situación y el tono de voz de Jungkook no dejaban espacio para la broma. En ese momento, su corazón comenzó a latir con tanta fuerza que casi podía jurar que en cualquier instante se saldría de su pecho.

—No, te equivocas —negó con efusividad—. Tengo novio, es de él de quién estoy enamorado. Yo no...

—¿Cuándo te darás cuenta, Taehyung? —interrumpió Jungkook—. Tú ya ni siquiera lo amas. ¿Por qué no eres capaz de ver que solo estás con él por costumbre?

Abrió la boca en un intento de decir algo, pero las palabras se atascaron en su garganta. Sin poder pronunciar nada, se apresuró a sacar sus llaves e ingresar a su departamento. Al cerrar la puerta, se recargó en ella y se dejó deslizar hasta el suelo. Su corazón latía con tanta fuerza que le costaba controlarlo, sobre todo cuando escuchó la voz de Jungkook resonar del otro lado de la puerta.

—Estoy cansado de esperar a que te des cuenta de que estás en los brazos equivocados —dijo con firmeza—. No importa cuánto te resistas a aceptarlo, no me daré por vencido.

Taehyung escuchó los pasos de Jungkook alejarse, asumiendo que ya se había ido. Trató de distraerse, así que sacó su celular para revisar el mensaje de su novio.

Amor❤️:

¿Ya estás en tu casa?

Tú:

Ya, no te preocupes. Jungkook me acompañó, él se llevó tu auto.

Amor❤️:

Ah, bueno. Ya tenemos quién venga por nosotros jaja

Buenas noches, cariño.

Descansa, te amo.

Tú:

Sí, ya se imaginaba eso.😅

Pasala bien y ten cuidado, te amo.

Amor❤️:

😗

Por primera vez, Taehyung se percató de que su novio siempre se despedía de la misma manera, lo que lo llevó a rememorar aquellas primeras veces en los que solían prolongar las despedidas porque ambos querían seguir conversando.

Sacudió la cabeza en un intento por dispersar esos pensamientos. No era inusual que las cosas cambiaran con el tiempo. Después de todo, no era una despedida real cuando sabían que se verían de nuevo al día siguiente; así que no había razón para dramatizar. Las palabras de Jungkook lo habían desconcertado, pero no necesariamente tenían que ser ciertas. Él amaba a su novio y las cosas estaban bien entre ellos.

¿Cierto?

Estaba agradecido de que al día siguiente fuera sábado; su mente era un completo caos y aún no se sentía preparado para enfrentarse a Jungkook. Odiaba admitirlo, pero conciliar el sueño resultó difícil; no podía apartar de su mente el beso que habían compartido. Taehyung hubiera preferido que la falta de sueño se debiera a la culpa, sin embargo, la noche pasó y el remordimiento nunca llegó.

Suspiró con frustración y se volvió hacia la mesa de noche para tomar su celular. Revisó sus notificaciones y se dio cuenta de que su novio no le había escrito, lo cual no era inusual después de la fiesta de anoche; era probable que siguiera durmiendo. De todos modos, entró en el chat para desearle buenos días. Justo después de enviar el mensaje, quedó estático al darse cuenta de que, por más que intentara pensar en qué más decirle, nada venía a su mente.

Una vez más, se vio sumido en las palabras de Jungkook, lo que le provocó un malestar en el estómago.

—Dios, me voy a volver loco —murmuró irritado para sí mismo—. No hay nada de malo en enviarle simplemente un mensaje de "Buenos días". Después de todo, sigue durmiendo, así que no tiene sentido decirle algo más cuando me llamará en cuanto se despierte.

Continuó revisando sus mensajes y se detuvo en el chat de Jungkook. No había ninguno de su parte, lo cual le resultó extraño, ya que solía despertarse con varios mensajes suyos. Quizás después de lo sucedido ayer, supuso que sería incómodo si le hablaba y por eso no había escrito, pero sea cual fuera la razón, no pudo evitar sentirse inquieto y un poco triste al respecto.

Optó por no darle importancia; después de todo, Jungkook no estaba obligado a escribirle todas las mañanas sin falta.

Agobiado por ese tormento interno, decidió ir a sus contactos y hacerle una videollamada a su mejor amigo. No pasó mucho tiempo antes de que esta fuera respondida, y del otro lado de la pantalla apareciera un rubio de hermosos ojos azules.

—Hola, Mimi. Buenos días, ¿estás ocupado? —saludó Taehyung con una sonrisa, que fue correspondida por el otro.

—Hola, bebé. No, recién termino de desayunar con Yoonie, pero ya sabes que siempre tengo tiempo para ti. ¿Y ese milagro que me llamas tan temprano?

—¿Acaso no puedo llamar a mi mejor amigo solo porque quiero? —cuestionó con el ceño fruncido, fingiendo indignación. Sin embargo, Jimin le lanzó una mirada escéptica; lo conocía demasiado bien—. Ya, está bien. Solo quería hacerte una pregunta.

—¿De qué se trata? —cuestionó el rubio, curioso.

—¿Tú crees que es posible caer en una especie de costumbre luego de muchos años de relación?

—¡Joder, al fin te das cuenta! No te imaginas cuanto he esperado para que abras los ojos. Me alegra mucho que finalmente lo hicieras —expresó el rubio con un inmenso alivio, mientras una amplia sonrisa iluminaba su rostro.

—¿Qué? ¿De qué estás hablando? Solo era una pregunta hipotética, no tiene nada que ver conmigo. Wooshik y yo estamos perfectamente bien. —La sonrisa de su amigo desapareció al instante, sus ojos se abrieron con incredulidad—. ¿Por qué te ves tan decepcionado? No me digas que tú también crees que ya no estoy enamorado de él.

—¿También? ¿Acaso alguien más tuvo el valor de mencionarlo?

—Bueno, Jungkook mencionó algo al respecto, pero...

—Ah, Jungkook. Ese chico me agrada, y a ti también te agrada, incluso mucho más que tu propio novio —asintió con la cabeza, como si estuviera totalmente convencido de lo que acababa de decir.

Los ojos de Taehyung se abrieron con asombro y genuina indignación.

—¿¡En serio vas a ponerte de su lado!?

—Dios, él sigue en negación... —murmuró Jimin con evidente frustración, chasqueando la lengua—. Mira, Taehyungie, no he querido decir nada al respecto porque te conozco demasiado bien como para saber que no serás capaz de aceptarlo a menos que te des cuenta por ti mismo. Así que no tiene sentido decirte nada porque ya estás en toda la disposición de ponerte a la defensiva.

Escuchar eso sorprendió mucho a Taehyung; la frustración en el tono de voz y la expresión de su mejor amigo eran genuinas. No podía creer que incluso Jimin compartiera la misma opinión que Jungkook.

—Ah, no. Ahora explícate, Park Jimin —declaró Taehyung con seriedad, señalando la pantalla con molestia. No iba a tolerar que hablaran sobre su relación sin recibir una justificación primero.

Jimin se quedó en silencio por un momento, debatiéndose sobre si realmente valía la pena intentarlo. Llevaba tiempo guardando esto, a pesar de ser consciente de que las cosas entre su mejor amigo y Wooshik ya no eran lo mismo desde hace mucho. No es que no quisiera decirlo, ¡claro que sí quería! Sin embargo, conocía demasiado bien a Taehyung como para saber que esta sería una batalla perdida. Admiraba mucho el coraje de Jungkook por haberlo dicho; era evidente que el chico estaba profundamente enamorado de Taehyung, tan evidente como el hecho de que Taehyung sentía lo mismo por él.

Suspiró con fuerza, tal vez la situación no estaba totalmente perdida. Quizás, si su amigo escuchaba la realidad de parte de dos personas, eso le ayudaría a abrir los ojos y a aceptar la verdad.

—Bien —declaró Jimin finalmente, reflexionando sobre cuál sería la mejor manera de abordar el tema—. Tae, la verdad es que hace un tiempo que las cosas entre tú y Wooshik ya no son como solían ser. El entusiasmo se ha desvanecido y todo lo que hacen se ha vuelto rutinario. Ya no veo en ustedes esa pareja apasionada que antes eran.

—Hemos estado varios años juntos, es normal que algunas cosas cambien.

—Claro, pero no es normal que se vuelvan tan conformistas.

Taehyung frunció el ceño con confusión.

—¿Qué quieres decir?

—Piensalo, Tae. Cayeron en una rutina en dónde se sienten cómodos haciendo las mismas cosas todo el tiempo. Ya no tienen citas, a penas y los veo hablar de cosas importantes, y cada que están juntos se conforman con la presencia del otro y no se esfuerzan por convivir entre ustedes. Además, por lo que me has contado, puedo percatarme que incluso el sexo entre ambos se volvió meramente algo físico. Y no digas que es por el tiempo juntos, porque llevo más años con Yoongi que lo que tu llevas con Wooshik y todavía nos declaramos amor cuando tenemos relaciones.

—Ya, pero no creo que sea así todo el tiempo, especialmente porque no eres fan de hacerlo particularmente despacio.

—Es verdad, pero aun así me gusta gritar que lo amo —declaró con una sonrisa pícara, que provocó un rodar de ojos de parte del castaño—. Solo digo, Tae, que las cosas entre ustedes ya no son las mismas, y eso no significa que ya no lo quieras, sino que el cariño que le tienes ya no es el mismo. Dejaron de fortalecer su relación, y eso los llevó a estancarse.

—No es verdad, que estemos cómodos el uno con el otro no es porque ya no nos queramos.

—Cielito, escúchame...

—No me digas "cielito", sé que lo haces cuando piensas que estoy siendo un idiota —se quejó inmediatamente con el ceño fruncido.

—Es que estás siendo un idiota, y uno muy terco.

—¡Claro que no! Estoy intentando defender mi relación. No es justo que tanto tú como Jungkook quieran venir a decirme que todo es mera costumbre. Especialmente Jungkook, ¿acaso cree que puede venir y besarme para luego decir que está enamorado de mí y yo de él? ¡Jodidamente no!

—Wow, wow, para tu carro, Tae. ¿Cuál beso?

El castaño se quedó en silencio al percatarse que sin querer, había terminando exponiéndose. No es que no quisiera contarle a su mejor amigo lo que había pasado, pero justo ahora, era seguro que utilizaría esta nueva información para hacerle ver que tenía razón.

Suspiró con fuerza, tenía dos opciones: contarle todo o colgar. Estaba más tentando por la segunda opción, pero conociendo a su mejor amigo era capaz de ir hasta su departamento con tal de sacarle la verdad.

Escogió la primera opción, así que empezó a contarle todo lo que había pasado desde el momento en que decidió irse de la fiesta, hasta que llegó a su casa. Jimin permaneció en silencio en todo momento, escuchándolo atentamente, pero Taehyung sabía que el que estuviera tan sereno no significaba que no haría un drama en cuanto terminara de contarle.

—¡Lo sabía, joder! ¿Escuchaste, amor? ¡Te lo dije! —exclamó Jimin con entusiasmo hacia un costado, en donde al parecer se encontraba Yoongi. Taehyung simplemente negó con la cabeza mientras rodaba los ojos—. Ya es tiempo de que te des cuenta, Tae. Analiza tu relación y verás que tenemos razón. Es más, puedo hasta anticipar lo que va a suceder hoy. Cuando Wooshik despierte te llamará para avisarte, te contará lo que pasó en la fiesta y luego se va a despedir para decirte que se va a bañar y llegará a tu casa a cenar. Pedirán pollo frito o algo para comer mientras ponen cualquier película que no terminarán de ver porque tendrán sexo. Y después de que terminen, cada uno estará en su celular sin decir nada y luego...

—Ya basta, Jimin. Entiende que nada malo pasa con mi relación.

—Cielito...

—Vete a la mierda.

Taehyung se sentía incapaz de darle un nombre a lo que estaba sintiendo en este momento. Una parte de él estaba molesto con Jimin, pero solamente porque este había estado en lo cierto respecto a su día. Suspiró con cansancio, y llevó su mirada hacia el chico que yacía a su lado revisando su celular. Observó con atención a su novio, era muy apuesto, y si se cuestionaba si aun le gustaba físicamente él podría responder que sí, al fin y al cabo le seguía pareciendo atractivo.

Pensó un poco más a fondo respecto a sus sentimientos, y sí, quizás ya no era capaz de ver fuegos artificiales cuando lo veía, o su estómago ya no se llenaba de mariposas, pero estaba seguro que se sentía bien a su lado. Las cosas habían cambiado mucho entre ellos, pero esa no era evidencia de que su relación se había deteriorado. Taehyung se puso a recordar cuándo fue la última vez que tuvo una cita con Wooshik, y un malestar se hizo presente en su estómago cuando se percató que hacía varios meses que no salían ellos solos.

Realmente no deseaba pensar en eso. Llevaba muchos años con él, ambos se conocían a la perfección y habían logrado encontrar la manera de que sus vidas encajaran. Taehyung conocía a su familia, y Wooshik a la suya. No había necesidad de creer que todo estaba mal, no todas las relaciones tenían porqué ser iguales. El hecho de que Jimin y Yoongi fueran muy cariñosos entre ellos y se demostraran su amor a cada momento no significa que ellos tuvieran que ser de esa manera.

Sus pensamientos lo llevaron a pensar en Jungkook, había estado evitando hacerlo porque no quería sentirse más frustrado al respecto. Todavía no lograba encontrar una excusa acceptable del porqué lo había besado, y todavía seguía esperando que el remordimiento llegara a él.

Jeon era alguien excepcionalmente importante para Taehyung, y la idea de perderlo le resultaba insoportable. Seguía luchando por asimilar el hecho de que estuviera enamorado de él; en realidad, no quería aceptarlo. Si lo hacía, todas las acciones que alguna vez justificó como gestos de amistad, dejarían de tener sentido. Entonces, ¿cómo podría ahora justificar sus propias acciones hacia el azabache?

—Amor.

—¿Mhm? —murmuró el moreno sin apartar la vista de su celular.

—¿Tienes algo que hacer mañana?

—Quedamos de ir a ver el partido a casa de Hoseok, ¿lo olvidaste? —preguntó, finalmente girándose para observarlo a los ojos.

—Lo había olvidado, quería que fuéramos a tomar una malteada al local donde solías llevarme, ¿recuerdas?

—Oh, sí. Lo siento, cariño, pero si quieres ir, podrías decirle a Jimin que te acompañe, no pasa nada si no vienes conmigo. —La forma tan tranquila en la que respondió fue algo que en otra ocasión no le hubiera importado, y que en realidad, habría aceptado sin problemas. Sin embargo, en este momento cuando estaba intentando probar su punto, no pudo evitar sentirse decepcionado.

—No importa, ya había quedado contigo, así que puedo ir otro día —respondió forzando una sonrisa, intentando ocultar su desilusión.

—De acuerdo —aceptó Wooshik, acercándose para besar su frente antes de ponerse de pie—. Iré a darme un baño, ¿vienes?

—Estoy un poco cansado, me quedaré acostado otro rato, puedes ir sin mí.

Choi asintió y se encaminó directamente al baño en silencio. La sonrisa de Taehyung se desvaneció en el instante en que desapareció de su vista, y una sensación de vacío se apoderó de su estómago. Recordó los tiempos en los que Wooshik habría insistido en tomar un baño juntos, incluso se habría ofrecido a cargarlo hasta la bañera si se sentía cansado.

Suspiró con pesar y se giró para tomar su celular, Jungkook no le había escrito en todo el día, y aunque intentara fingir indiferencia, no podía negar que había pasado el día esperando recibir un mensaje suyo. Decidió revisar los mensajes de su mejor amigo como una forma de distraerse y evitar escribirle al azabache, ya que supuestamente debería estar molesto por lo que le había dicho.

Tú:

Lo siento por no responder antes, estaba ocupado.

Mimi💛:

¿Qué tal el sexo, cielito?

Tú:

Te odio.

Mimi💛:

Me amas.😉

¿Ya piensas darme la razón? Te dará paz al corazón.

Tú:

Sigue esperando.

Bloqueó su celular y lo dejó de lado, sintiendo una profunda incomodidad en su pecho. No quería estar experimentando estos sentimientos. Todo esto era culpa de Jungkook, porque antes de que mencionara lo de su relación, él no había notado ningún problema en ella.

Su celular volvió a sonar, así que lo tomó nuevamente, pensando que quizás se trataba de Jimin. Sin embargo, su sorpresa fue grande cuando se dio cuenta de que era Jungkook. Odió el hecho de que con un simple mensaje fuera capaz de hacer latir su corazón con fuerza, además de levantarle el ánimo con tanta facilidad.

Kook🍪:

¿Irás mañana a casa de Hobi?

No debería sentirse decepcionado de que, después de pasar todo el día sin noticias suyas, eso fuera lo único que pareciera interesarle.

Tú:

¿Por qué quieres saberlo?

Kook🍪:

Para decidir si ir o no.

Tú:

¿Y eso porqué lo decidiría mi presencia?🤨

Kook🍪:

Porque si vas, entonces yo también iré. Wooshik seguramente te ignorará, así que te haré compañía.

Y si no vas, significa que estarás solo en casa, así que iré a hacerte compañía de igual forma.

Tu respuesta simplemente determinará hacia dónde ir. Elijas lo que elijas, Wooshik te dejará solo.

Tú:

¿Te he dicho que eres un imbécil?

Kook🍪:

Un par de veces, por supuesto.

Pero soy el imbécil del que estás enamorado. Así que, eso te convierte en un imbécil también.

Lo que nos hace a ambos un par de imbéciles. ¿Te das cuenta de lo perfectos que somos el uno para el otro?

Aunque la afirmación segura de que estaba enamorado de él debería haberlo enfadado, Taehyung se encontró riendo mientras sacudía la cabeza con diversión.

Tú:

Eres un engreído.

Kook🍪:

Estás en lo correcto, pero te hice reír, ¿cierto?👀

Tú:

Tal vez...

Kook🍪:

Lo sabía.

Entonces, ¿a dónde voy mañana?

Tú:

A casa de Hoseok.

Kook🍪:

Te veré allí, entonces.

Quisiera seguir hablando contigo, pero de seguro no estás solo.🙄

De todas formas, mañana te tendré solo para mí.

Pero aun así, si me necesitas, estoy siempre disponible para ti. No importa la hora.😉

Buenas noches, mi Taecito.🍵

Tú:

Tonto...

Buenas noches, Kook.🍪

Bloqueó el celular con una sonrisa, sintiéndose aliviado de que Jungkook siguiera siendo el mismo tonto de siempre. La idea de que las cosas entre ellos pudieran cambiar le pesaba en el corazón. No quería ni siquiera contemplar esa opción. Una vez más, Taehyung se esforzó por convencerse de que los latidos de su corazón no significaban nada especial.

Al día siguiente, mientras iban directo a la casa de Hoseok, Taehyung se encontró pensando nuevamente en su relación. Aunque se había propuesto dejar de hacerlo, le resultaba imposible evitarlo, especialmente cuando cada vez se daba cuenta de más cambios que habían ocurrido con el tiempo.

Si realmente estuvieran en una especie de costumbre, tal como Jimin y Jungkook aseguraban, ¿eso significaba que Wooshik tampoco era capaz de percibirlo? Taehyung negó con la cabeza. Si ellos tuvieran razón, al menos uno de los dos ya debería haberse dado cuenta. Sin embargo, el hecho de que Wooshik siguiera con él significaba que lo quería y que nada malo estaba pasando entre ellos.

Suspiró con fuerza y se inclinó hacia su novio, dejando descansar su rostro en su hombro. ¿Acaso esta sensación de comodidad no era parte del amor que sentía por él?

Durante todo el trayecto, se mantuvieron en silencio. Ambos parecían muy cómodos así. Lo único que se escuchaba era la música resonar por el estéreo; Wooshik había puesto una playlist que había hecho para Taehyung tiempo atrás, y se encargaba de actualizarla con nuevas canciones que podrían gustarle. Una vez más, Taehyung no pudo evitar darse cuenta de que hacía mucho tiempo que no escuchaba nada nuevo en ella.

Antes de que volviera a sumirse en un nuevo tormento emocional, finalmente llegaron a casa de Hoseok. Taehyung tomó un recipiente en donde llevaba un pay de limón que se había hecho costumbre que preparara cada que tenían este tipo de reuniones. Descendieron del auto, y caminaron hasta la entrada para tocar la puerta, y no tardó para que esta fuera abierta por Hoseok.

—¡Al fin llegan! —exclamó el moreno con alegría, dándoles paso para ingresar—. Adelante, todos están en la sala.

La pareja entró y se dirigió directamente a la sala, donde el grupo de amigos de Wooshik estaba reunido.

—Por favor, dime que lo has traído —Fue lo primero que Namjoon le dijo a Taehyung, acercándose a él. El castaño dejó escapar una leve risa y levantó en alto el recipiente que llevaba—. ¡Eres el mejor! —exclamó con emoción, rodeándolo por la cintura para darle una vuelta antes de dejarlo nuevamente en el suelo y tomar el recipiente.

Taehyung esbozó una amplia sonrisa, y en ese momento observó cómo todos seguían con emoción a Namjoon, quien se llevaba el postre a la cocina para partirlo. Su mirada inmediatamente recorrió el lugar y se detuvo en el chico que ya le estaba observando de vuelta. Volver a ver a Jungkook no debería haberle provocado la sensación que sintió en ese momento. A pesar de la incomodidad de la última vez, sintió una inmensa felicidad llenar su pecho, mientras, como de costumbre, su corazón latía con mucha intensidad. ¿Siempre habían brillado los ojos de Jungkook de esa manera?

El azabache se puso de pie y avanzó con la mirada fija en él, mientras una sonrisa amenazaba con aparecer en sus labios.

—Hola, Taecito —murmuró con suavidad, acercándose para besar la mejilla del castaño—. Hasta molesto luces bonito.

No pudo evitar que eso lo sonrojara, y aunque intentó evitarlo, Taehyung terminó sonriendo mientras negaba con la cabeza.

—Tonto —murmuró con diversión, retrocediendo un paso mientras buscaba en el bolso que llevaba. Finalmente, sacó una bolsa de galletas y se la ofreció al azabache, cuyos ojos se iluminaron de emoción y su sonrisa se ensanchó aún más—. Toma.

Taehyung estaba consciente de que a Jungkook no le agradaba el pay de limón, por eso, se esforzaba siempre en hornear galletas para él. Conocía su debilidad por ellas, y le agradaba cómo solía elogiar las que él preparaba como sus favoritas.

—Gracias —pronunció el azabache con felicidad mientras tomaba la bolsa con galletas—. Espero que no les hayas escupido.

—No pensé que mi saliva fuera un problema para ti.

—No lo es, pero no quería verme tan desesperado por probarla.

El castaño soltó una risa ligera y negó con la cabeza.

—Eres un tonto, y estoy aun molesto por lo de la última vez, pero no les escupí, descuida. ¿Por qué te ves tan decepcionado? —preguntó con diversión.

Era sorprendente cómo Jungkook siempre conseguía levantarle el ánimo en un instante. Resultaba imposible para él mantenerse enfadado cuando el azabache era capaz de hacerle reír con tanta facilidad.

—¡Ahora sí, todo está listo! —anunció Hoseok al regresar a la sala, seguido por los demás, cada uno llevando varios snacks, cervezas y una porción del pay de limón que Taehyung había preparado.

Wooshik llegó con dos platos y se dirigió directamente hacia Taehyung, ofreciéndole uno que el castaño aceptó al instante. Después, le dio un beso en la frente y se encaminó hacia su asiento. Taehyung entendió que a partir de ese momento, su enfoque se centraría únicamente en el juego y en la compañía de sus amigos. Inhaló profundamente y fue a sentarse con Jungkook, quien le había guardado un sitio junto a él.

—Debimos quedarnos en tu casa —murmuró Jeon en su oído, provocando que su piel se erizara por la cercanía.

Puso los ojos en blanco y negó con la cabeza, tratando de imponer un poco de distancia entre ambos. No deseaba que Jungkook notara lo acelerado que latía su corazón.

—Ya había quedado en que vendría.

—Ya, porque es una costumbre que siempre acompañes a Wooshik, aunque sepas que él no te va a prestar atención —comentó Jungkook con una sonrisa burlona en su rostro, provocando una expresión de sorpresa en Taehyung. Este frunció el ceño y le lanzó una mirada de advertencia.

—No pienso hablar de esto aquí.

—Está bien, será un gusto hablarlo después.

Optó por no responder, desviando su atención hacia el televisor y comenzando a comer su rebanada de pay. Taehyung realmente hizo un gran esfuerzo por prestar atención al partido, pero le resultó difícil. En primer lugar, porque no era fanático del deporte, y en segundo, Jungkook jugando con su cabello tampoco ayudaba en absoluto.

En realidad, al azabache tampoco le gustaba el deporte. Si se encontraba ahí era únicamente para hacerle compañía, y él detestaba que eso le conmoviera tanto.

Después de un rato, incapaz de soportar el aburrimiento, se levantó de su asiento. Todos estaban tan inmersos en el partido que no le prestaron atención, pero tampoco es como si Taehyung esperara que lo hicieran, ni siquiera de su propio novio. Se dirigió hacia el patio trasero de la casa, anhelando un poco de aire fresco y un cigarrillo.

No le sorprendió en absoluto que Jungkook lo siguiera. Después de todo, era cierto que él estaba ahí solo para hacerle compañía. Taehyung sacó su cajetilla del bolso, tomó un cigarrillo, lo colocó entre sus labios y lo encendió con su encendedor. Guardó la cajetilla de nuevo, solo para sacar otra diferente y ofrecerle un cigarrillo a Jungkook. Aunque no lo había considerado antes, en ese momento trató de convencerse de que llevar otra cajetilla solo porque los cigarros que él solía fumar no fueran del agrado del azabache no significaba nada.

El contrario tomó un cigarro y lo colocó en sus labios. Taehyung lo observó fijamente, reflexionando por un momento antes de dar un paso hacia él. Una sonrisa socarrona se dibujó en los labios de Jungkook, mientras que el castaño simplemente optó por rodar los ojos. Jungkook se inclinó hacia él, y acercó la punta de su cigarrillo al suyo, empezando a dar pequeñas caladas para encender el propio.

Sus ojos se mantuvieron fijos en Taehyung todo el tiempo, quien no pudo evitar experimentar cierto nerviosismo debido a la proximidad y la intensidad de la mirada de Jungkook sobre él. Esto era algo que solían hacer con normalidad, pero ahora, comprendiendo un poco más las razones detrás de las acciones del azabache, no pudo evitar sentir que el momento tenía un matiz diferente.

Cuando Jungkook finalmente se apartó, Taehyung tomó su cigarrillo entre los dedos y exhaló el humo hacia arriba, manteniendo su rostro en esa posición en un intento de disimular el sonrojo que coloreaba sus mejillas.

—Te has aburrido antes —mencionó el azabache. Taehyung giró ligeramente el rostro para mirarlo antes de dar otra calada a su cigarrillo y luego dirigir la mirada hacia arriba.

—Detesto el fútbol.

—Lo sé, por eso debimos quedarnos en tu apartamento. Justo ahora podríamos estar jugando videojuegos en lugar de estar viendo esa mierda.

—Ya te dije que ya había acordado venir, y no pienso hablar de eso ahora —declaró Taehyung seriamente, lanzándole una mirada de advertencia a Jungkook antes de continuar fumando.

—Está bien, estás en negación, ese es el primer paso. Aunque también estás molesto, así que debo decir que vas a un buen ritmo. Sigue así, pronto llegarás a la aceptación y en ese momento estaré listo para decirte que tenía razón.

—¿A veces me pregunto cómo puedes retener tanto egocentrismo? Debería considerarse un don.

—Yo también me pregunto cómo es posible que seas tan hermoso, pero algunas cosas simplemente están destinadas a quedarse sin respuesta.

—Deja de decir esas cosas —se quejó Taehyung nervioso, odiando cómo las palabras de Jungkook ahora tenían un efecto diferente en él.

—¿Por qué? Nunca pareció molestarte —declaró con diversión, disfrutando claramente de la situación.

—Eso fue antes de saber que tú... ya sabes.

—Ah, que estoy enamorado de ti, entiendo. Puedes decirlo sin problema, Taecito, te aseguro que no te dará alguna enfermedad o se te caerá la lengua si lo dices.

—Vaya, tú realmente eres un imbécil.

—Estoy de acuerdo, pero sigo siendo un imbécil enamorado de ti.

Era inevitable que Jungkook lo hiciera reír constantemente, y Taehyung lo encontraba sumamente injusto. Quería estar molesto con él, pero parecía una tarea imposible. Por eso, decidió terminar su cigarro y regresar adentro. No podía soportar lo que estar a solas con Jungkook le provocaba.

Regresaron justo a la mitad del partido. El grupo de amigos no dejaba de comentar sobre las jugadas recientes y expresaban sus esperanzas de que el equipo que apoyaban mantuviera el mismo ritmo para lograr la victoria.

—Hey, Kook. ¿Quieres una cerveza? —preguntó Hyungsik, sosteniendo una lata en alto.

—¿Cómo es posible que estén bebiendo cuando ayer se quejaban todavía de la resaca por todo lo que bebieron en la fiesta? No, gracias —respondió, negando con una sonrisa divertida.

—¡Oh, vamos! Ir de fiesta es justamente para disfrutar y embriagarse sin pensarlo —declaró Namjoon con firmeza.

—Ya, claro —dijo Jungkook con sarcasmo.

—No te habrás embriagado, pero no creas que no nos dimos cuenta que también disfrutaste —inquirió Wooshik, elevando las cejas varias veces.

—¿Por qué lo dices? —preguntó Taehyung con curiosidad.

—¡Es verdad! Estuviste toda la noche con Chaewon —respondió Hoseok, uniéndose a sus amigos para molestar al azabache.

—No pasa nada entre nosotros —Jungkook se defendió, poniendo los ojos en blanco.

—¿Nada? —replicó Wooshik con un tono desafiante—. Podríamos haber estado muy ebrios cuando volviste por nosotros, pero todos vimos claramente cómo se besaban. Eso no es exactamente "nada".

Los demás chicos comenzaron a reír y a asentir ante las palabras de Wooshik. Taehyung, quien tenía una sonrisa en su rostro, comenzó a desvanecerse poco a poco cuando escuchó eso. Una intensa punzada atravesó su pecho y un hueco se formó en su estómago. No se suponía que eso le hiciera sentir así; después de todo, Jungkook tenía todo el derecho de hacer lo que quisiera. Sin embargo, por más que se repetía eso, no lograba hacer desaparecer ese malestar.

Sintió que su respiración se volvía errática, y una urgencia abrumadora de salir de allí lo invadió. Tomó rápidamente sus cosas y se acercó a Wooshik para decirle que había recordado que tenía un trabajo pendiente y que debía irse. Su novio apenas le prestó atención, sumido en el alboroto que tenían sus amigos mientras molestaban a Jungkook. Wooshik simplemente asintió y le preguntó si quería llevarse el auto, pero Taehyung declinó la oferta. Le dio un rápido beso en la mejilla y, sin despedirse de nadie, se marchó rápidamente.

Jungkook observó cómo Taehyung se marchaba y sin dudarlo tuvo la intención de seguirlo. Sin embargo, sus amigos no parecían dispuestos a dejar de molestarlo.

—¡Ya dinos, Jungkook! ¿Esa chica te gusta, cierto? —preguntó Namjoon con diversión.

—¿Le vas a pedir que sea tu novia? —Hyungsik continuaba preguntando entre risas, pero Jungkook, más preocupado por seguir a Taehyung, alcanzó su límite.

—Ya les dije que no es nada, fue ella quien me besó. No estoy interesado en Chaewon, porque estoy enamorado de alguien más —declaró con seriedad, pero sus amigos parecían incapaces de darse cuenta de que Jungkook ya no estaba de humor para bromas.

—¿Y quién es la afortunada entonces? Somos tus amigos, Kook, cuéntanos —instó Wooshik, rodeando los hombros del azabache con su brazo.

—Es Taehyung, estoy enamorado de él.

En ese instante, un silencio pesado cayó sobre el grupo cuando todos parecieron darse cuenta de la seriedad en la expresión de Jungkook. Aunque intentaron convencerse de que su amigo seguía bromeando, eso ya no parecía ser el caso.

—¿Qué? —cuestionó Wooshik incrédulo, retirando su brazo de los hombros del azabache para mirarlo directamente a los ojos.

Jungkook no podía creer que incluso después de confesar que estaba enamorado de su novio, simplemente luciera sorprendido en lugar de molesto. Si Taehyung fuera su novio y uno de sus amigos le dijera que está enamorado de él, eso le habría molestado enormemente. Esto solo confirmaba el hecho de que a Wooshik ya ni siquiera le importaba su relación.

—No bromees así, Kook —intervino Hoseok, intentando calmar la situación. Sin embargo, Jungkook ya no tenía intenciones de quedarse callado.

—No estoy bromeando —declaró con firmeza, su mirada clavada en Wooshik—. Lo siento, no fue mi intención que esto pasara. Desde el principio, marqué mis límites con él para evitar que lo que sentía creciera. Pero me resultó imposible evitarlo al ver cómo lo ignorabas y lo dejabas de lado. Y dado que parece que nadie tiene el valor de decirlo, lo haré yo. Wooshik, lo que sientes por Taehyung no es amor. —Escuchar esas palabras hizo que los ojos del moreno se abrieran ampliamente—. Hace tiempo que cayeron en la monotonía, y no se han dado cuenta de que la única razón por la que están juntos es por comodidad.

»Quizás ahora sientan que están bien así, pero con el tiempo, solo van a conseguir hacerse daño. He intentado hacerle ver a Tae la realidad, y aunque parece consciente de la situación, no es capaz de ponerle fin —guardó silencio un momento, observando la expresión de su amigo—. Y por lo que veo, tú también eres consciente de ello.

Wooshik se quedó en silencio, sin saber qué decir al respecto. No esperaba escuchar nada de eso en este momento; lo había tomado completamente por sorpresa.

—Analiza tu relación y deja de causarle daño. Tienes a un chico increíble a tu lado que merece ser tratado de la manera más hermosa posible. Si no vas a ser tú quien lo haga, entonces termina con esto. Hay quienes daríamos cualquier cosa por estar en tu lugar, así que piénsalo.

Sin pronunciar palabra alguna, Jungkook pasó junto al moreno y se marchó. Un silencio tenso invadió la habitación, y nadie parecía prestar atención al partido que ya había vuelto a empezar. Wooshik sintió el peso de las palabras de Jungkook aplastando su corazón, mientras todos los años compartidos con Taehyung se desplegaban en su mente. Y en ese instante, se cuestionó qué era lo que realmente sentía por él.

Podía sentir sus mejillas humedecerse por las lágrimas que no cesaban de caer, su visión se volvía borrosa, pero en ese instante, eso era lo que menos le importaba. No tenía idea de hacia dónde se dirigía, solo anhelaba alejarse lo más que pudiera.

Se sentía ridículo, él no tenía porqué estar llorando y sintiendo cómo su corazón se desmoronaba. Jungkook tenía todo el derecho de actuar como quisiera, incluso si estaba enamorado de él. Eso no significaba que le debiera lealtad alguna, sobre todo cuando Taehyung le había repetido varias veces que estaba enamorado de su novio y que no tenía intención de dejarlo.

Nunca imaginó que la realidad pudiera golpearlo de esta manera. Había permanecido en su zona de confort durante tanto tiempo que ahora, cuando todo se desmoronaba a su alrededor, no sabía cómo reaccionar.

Su mente era un torbellino de caos, y su corazón estaba en un estado aún más desordenado. Habría sucumbido a todos esos sentimientos negativos si no fuera por los brazos que lo rodearon en ese momento, deteniéndolo. Ni siquiera necesitó voltearse para saber quién era; los tatuajes en el brazo y el aroma que lo envolvía fueron más que suficientes para reconocer a la persona.

Jungkook jadeaba, y Taehyung supuso que se debía a la carrera que había hecho para alcanzarlo. Todo el esfuerzo del azabache solo parecía hacerlo sentir más vulnerable. Estaba agotado de ver cómo, poco a poco, le hacía abrir los ojos a la realidad.

—Suéltame, no quiero verte en este momento.

—¿Cuánto más piensas seguir escapando de mí, Tae? Porque créeme, no importa cuánto intentes alejarte, no voy a dejar de perseguirte.

—¿Por qué? ¿Por qué te esfuerzas tanto por mí?

—Porque mereces a alguien que esté dispuesto a darlo todo por ti, a demostrarte cada día lo increíble que es que seas parte de su vida. Quiero ser esa persona, Taehyung. Anhelo ser quien te haga sentir, día tras día, el inmenso amor que mereces recibir.

Taehyung negó con la cabeza, liberándose del agarre de Jungkook para enfrentarlo de nuevo.

—Todo esto es culpa tuya. Estaba perfectamente bien antes de que dijeras todo aquello. No eres justo, Kook... vienes a poner mi mundo de cabeza sin permiso. Dices quererme, pero luego te besas con otra chica. ¿Esa es la clase de amor que quieres darme? —cuestionó, dolido. Sabía que no tenía derecho a reclamarle nada, pero no podía evitarlo cuando sentía que su corazón se desgarraba.

—Tae, ella fue quien me besó. Para mí, no significa nada. Te lo he dicho, es de ti de quién estoy enamorado —declaró con desesperación, dando un paso hacia adelante que el castaño retrocedió.

—No necesitas darme explicaciones —negó con vehemencia—. Eres libre de hacer lo que quieras. En este momento, mi cabeza es un caos. No sé cómo debería sentirme ni qué se supone que debo hacer. Estoy completamente perdido, y cada vez que te veo, me siento más confundido.

—Lo siento.

—Está bien. Sé que te encanta recordarme que soy yo quien tiene todas las de perder.

—Eso es porque sé que estás enamorado de mí, y sé que tú también lo sabes —afirmó con convicción, dando otro paso hacia adelante para sujetar al castaño de las mejillas—. No es una batalla que puedas ganar.

—Ni siquiera en una situación como esta puedes dejar de ser tan engreído —suspiró, una risa fugaz teñida de tristeza escapó de sus labios—. Necesito pensar las cosas por mi cuenta, Kook. Mi cabeza no ha tenido ni un momento de paz.

—Te daré todo el tiempo que necesites, te esperaría toda la vida de ser necesario.

—Eres terriblemente encantador.

—Lo sé —concedió el azabache, asintiendo con la cabeza—. Solo quiero que tengas presente que esto no se trata de elegir entre Wooshik o yo. Sino de que te pongas a ti mismo como la prioridad que debes ser en tu vida, y decidas qué es lo mejor para ti. Y sin importar lo que escojas, te prometo que lo aceptaré, si eso significa que serás feliz.

Jungkook se inclinó y depositó un suave beso en la comisura de los labios del castaño, secando la humedad de sus mejillas con sus pulgares antes de soltarlo y esbozar una tenue sonrisa.

—¿Por qué estás dispuesto a llegar tan lejos por mí? —cuestionó Taehyung con incredulidad, deseoso de entender qué motivaba a Jungkook a arriesgarse tanto.

—Porque te amo demasiado, Kim Taehyung, que estoy dispuesto a arriesgarlo todo por ti, solo para poder verte sonreír.

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