
𝐈𝐕
Eran al rededor de las 21:45 cuando escuché a alguien entrar a casa. Estaba en la biblioteca de la planta baja leyendo libros de literatura y de historia. Nuevamente escuché otra cosa, a mis padres hablar bajo.
Ya me había desconcentrado por lo que me levanté de el gran sillón para ir a la cosina y asustar a mis padres.
Digamos que casi se desmayan del susto. Ahora que lo pienso , ¿donde esta mi hermana? . No la vi desde hoy a la mañana.
—¿Que tal les fue en el trabajo? —pregunté mientras apoyaba mis codos en la mesa de mármol.
— bien por suerte — respondió mi padre. —¿leíste la carta?
—si, ya la leí.
— ¿ y?, ¿que te parece la idea?.
¿qué me parece? me parece una completa locura.
—que es algo muy loco y difícil de entender —respondí sin decir lo que realmente pensaba.
— responderemos todas tus dudas cariño. Pregunta lo que sea.
— de acuerdo, primera pregunta, ¿las he hechiceras y magos son como en las películas?
— no, no son iguales, son totalmente diferentes, créeme.
—¿existen cuatro casas no?, bueno, ¿cuál eran ustedes? .
— existen cuatro casas que son : Gryffindor , Slytherin , Hufflepuff y Rewenclaw. Yo era Slytherin, tu mamá no asistió a hogwarts, pero a partir de tercer año, y fue Gryffindor.
— ¿qué pasara ahora que no los veré tanto tiempo?, ¿no veré a mis amigos? — pregunté con una cara de preocupación.
— pues nada, al principio costará, pero luego te vas a acostumbrar y harás nuevos amigos. — esta vez respondió mi mamá.
—¿alguna otra pregunta? —dijo mi papá.
—no, solo era eso. — esto si que sería difícil, pero me acostumbré, eso espero — bien, yo creo que ya me iré a mi habitación, tengo demaciado sueño.
—¿No vas a comer? — preguntó mi madre.
— no, no tengo hambre. Hasta mañana — subí a mi habitación, y cerré la puerta con llave para que nadie molestara.
Lo mejor sería dormir y mañana seguir pensando.
Me acosté, por fin consiguiendo el sueño profundo.
Eran al rededor de las ocho de la mañana, y era viernes. Sin embargo no tenía ni la menor de las ganas de ir a la escuela, por lo que pensaba faltar, total mis padres no me dirán nada.
Me levanté de la cama sin ganas . Y me puse a leer un libro viejo que me había regalado mi abuela. Era uno de mis favoritos cuando tenía 12 años. Solía salir al patio y sentarme bajo algún árbol, y leer durante horas.
Hacía bastante tiempo que no lo leía. Olvidé lo delicado y detalloso que eran las páginas.
Me senté en mi cama, y comencé a leer.
. . .
2 meses después
Justo ahora estoy en la plataforma 9¾ —donde esta repleto de gente— despidiéndome de mis padres y de mi hermana.
— cuídate mucho hija— dijo mi madre secándose las lágrimas.
— si necesitas algo no dudes en enviarnos una carta, cariño, y mantenos al tanto.
— te voy a extrañar demasiado — Cassie se veía mucho más triste que nuestros padres.
—y yo a ti Cassie .
Nos abrazamos por última vez y luego nos despedimos para ya subir al tren.
Por suerte aún muchos seguían despidiéndose de sus familiares. Por lo que podría sentarme donde quisiera.
Al entrar a un vagón encontré a dos chicas, una pelirroja y a otra rubia. Charlalando muy distraídas, hasta que notaron mi presencia.
La pelirroja me observó de arriba a abajo con una mirada de curiosidad.
— ¡hola!, soy Luna Loovegood , ¿y tu? —la rubia fue la primera en hablar.
—Evolet kaine, un gusto —estiré mi mano para que la tomara y copió la acción.
— Evolet, es un hermoso nombre, de hecho es uno de mis favoritos.
Sonreí amablemente. Y dirigí mi mirada hacia la pelirroja.
— Ginny, Ginny weasley, es un placer —dijo tomando mi mano. — siéntate con nosotras, los vagones ya se están empezando a llenarse.
— si, quédate — dijo la rubia con una sonrisa.
—Claro, porque no. —dicho eso me senté al lado de Luna .
—¿y tu eres muggle?. — preguntó la rubia.
— mi padres fueron magos, aunque no estoy del todo segura, por qué yo nací en el mundo muggle.
— tienes hermanos? — esta vez preguntó la pelirroja.
— tengo una hermana de 16 años.
—¿y sales con alguien? —hizo otra pregunta nuevamente la pelirroja.
Estaba por responderle cuando la figura de una castaña, se asomó por la puerta.
— Ginny, ¿tienes una liga para el pelo de más?. — preguntó una castaña.
Carajo. Si que era sexy. - pensé
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