. . . 𝙁𝙊𝙍𝙏𝙔-𝙊𝙉𝙀 . . .
That's not what your mommy says -
Ryan:
Aidan acababa de entrar en la habitación que hace unas horas era la mia también, mientras yo metía mis cosas en un par de cajas y una mochila
El olor a testosterona hacia notable su presencia sin necesidad de escucharlo o verlo, estaba listo para recibir sus palabras de arrogancia por haber había hecho ganar el equipo
Pero ni una palabra salió de su boca al verme
- Hola - contesté sin mirarlo
Aidan se dirigió al baño, pero volvió rápidamente a donde estaba yo, como di de acabará de dar cuenta de algo
Y aunque si aún no veía lo que estaba haciendo, sentía duramente su mirada en mi, probablemente preguntándose porque estaba haciendo eso
Una vez terminado, me levanté y tomé entre los brazos las dos cajas con mis pertenencias delicadas y en un hombro la mochila con otras cosas menos frágiles
- ¿Que haces? - dijo después de ver cómo trataba de abrir la puerta con dificultad
- Me largo - respondí aún sin poder girar el pomo
Creo que le dió felicidad eso, ya que inmediatamente corrió y me abrió la puerta para ayudarme
O para ayudar a si mismo.
- ¿Regresarás a tu departamento ? - inquirió subito después
- Iré a la habitación de mi novia - dije con orgullo saliendo de mis palabras - ¡Carajo!
Dejé caer todo lo que traía en las manos en el momento en el cual Aidan cerró de golpe la puerta cuando estaba a punto de salir, tratando evitar de lastimarme
- Eres un... - mi hermano decidió no dejarme terminar
- Si, ya sé, soy un idiota y todo eso - fruncí el ceño al ver que sonreía - Pero lo que me interesa es ¿A que irás con ____?
Sonreí igualmente, sabiendo sus intenciones
Quería tomar el papel de novio posesivo, protector o como quiera llamarlo
Evidentemente ahora no podría hacerlo, estaba yo en ese lugar
- Un misterio intrigante, ¿No es cierto? - me burlè y tomé nuevamente las cajas, saliendo de la habitación
Caminando por los pasillos me di cuenta de la hora que era
Probablemente las ocho de la noche, donde a quien le importa sus calificaciones estudia y a quien no le interesa duerme desde hace una hora sin molestía
La habitación de Smith era en el piso superior, así que tratando de no tropezar comencé a subir cada escalón con cautela
A la mitad del camino me encontré con Sydney y su cara de derrota
- Quítate - hablé tratando de no ser exageradamente grosero, pero no quería que creyera que ya éramos amigos
- ¿A donde vas? - preguntó inmediatamente después de haberme escuchado
Se paró como le pedí y yo pude seguir subiendo los escalones
- A mi nueva cama - sentía sus pasos seguirme - La correcta, ahora
- Cada cama en la que duermes es la equivocada - entre los dos, fue la única en reír. Yo solamente le sonreí con sarcasmo
- Tu madre no dice lo mismo - su estúpida risa de niña de diez años paró, mientras yo seguí en lo mío
Después de pocos segundos, volví los ojos al sentir como subía las escaleras con prisa, tratando llegar rápidamente a mi lado
- Oye - trató de llamar mi atención - Quiero que juguemos otra vez. Quiero la revancha.
Sydney siempre ha sido una de esas niñas que quieren ganar a toda costa, si pierde, aunque le tome otros cien tentativos ganar, se esforzará hasta el número ciento uno
Puede ser irritante como no sepa ganar y trata de disimular su ardor
Creo que por eso Aidan y ella no se soportan
Al ver que no contestaba, Foreman siguió hablando, y hablando, y hablando y agobiandome con su voz estridente, haciéndome perder la paciencia
- Oye - está vez, la llamé yo - No quiero que juguemos otra vez. No quiero darte la revancha. - contesté mirándola directamente a los ojos - ¿Pero sabes que quiero? Que te quites de las pelotas y regreses a tu esquina en las escaleras
Finalmente, pude llegar frente a la puerta de mi nueva habitación sin el fastidioso ruido de la existencia de Sydney
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