⚤︎𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 IV
Jungkook fue el único en permanecer con el omega dentro del cuarto, la conversación de SeokJin con el doctor parecía ser prolongada, tanto que ambos omegas comenzaron a aburrirse.
―Muero de hambre, tenía previsto salir a comer y por una rabieta estoy aquí, ―Min se queja haciendo reiterados pucheros.
Al omega peliazul le parece muy adorable, quiere apretar sus mejillas, sin pensarlo se acerca, atrapando el rostro ajeno con sus manos.
―¿Se puede saber que estas haciendo?―artícula Yoongi, bajando la mirada.
―No me resistí, eres muy tierno, ―sonríe mostrando sus dientes de conejo y su nariz arrugada.
Las mejillas del omega castaño resaltaron por el ligero tono rosa en ellas.
―Ya, déjame, no soy bueno con el contacto visual, — ríe apenado.
―Mentiroso, seguro consigues muchos favores siendo adorable, ―se sienta en la cama con los brazos cruzados.
―Entonces, si soy adorable ¿Harías algo por mi? ―el omega más bajo dibuja una sonrisa inocente.
―¿Qué pretendes? —lo mira con una ceja arqueada.
―Comida, —abulta sus labios en un hermoso puchero. Realmente tenía hambre.
―Bien, —blanquea los ojos, —Aprovecharé de ver que pasa con Jin.
Tras ponerse de acuerdo, Jeon sale del cuarto y Min se acomoda algunas almohadas para poder sentarse.
Un rato más tarde, Jungkook llega con una bandeja en sus manos, en ella trae un par de sándwiches, y jugo.
―¿Donde esta Jin hyung? —pregunta el pálido.
—Se fue con los demás, como les dijo que estas bien, convencieron a Jimin de ir a comer antes de venir, tendremos un largo rato a solas, —lo observa de reojo y pone la bandeja entre medio de ambos.
―¿Porqué te quedas si no tenemos nada que ver? —espeta el más bajo.
―¿Porqué me alentaste en la pelea si no tenemos nada que ver? —Jungkook devuelve la pregunta.
―Respondamos juntos. —sugiere Min.
―Va, a la una, dos y...
—¡Por culpa! ―exclaman ambos al unísono.
Esa coincidencia verbal les ocaciona más risas, los dos tienen un motivo similar para apoyarse mutuamente.
―Esta dicho, nos sentiamos culpables, pero puede ser el inicio de una amistad.
Yoongi le sonríe, tiene razón, pueden darse la oportunidad de ser amigos.
―Si, me gusta la idea... ―estrecha su mano con la del chico en frente suyo, experimentando sensaciones interesantes, como una pequeña corriente eléctrica. —¿Te sientes bien? Tu mano está muy caliente.
Dicho esto por el omega menor, Yoongi revisa su frente, al parecer ni siquiera el golpe del banco pudo detener la venida de su celo.
―Es por el celo, de casualidad ¿tienes supresores? No se donde esta mi mochila, —mira a los lados.
―Esto es un hospital, puedo pedir unos, dame un segundo. ―Se levanta de la cama y toma su propia mochila, de allí saca la billetera, pues en caso de no encontrar allí tenía que comprarlos, o al menos eso quería hacerle creer al omega.
Se aleja hacia el pasillo donde esta el baño, dentro, abre la billetera y saca un blister con tres pastillas. Toma una de forma rápida, para evitar que su celo se adelantara a causa del omega. Separa las otras dos pastillas cortando el blister por las líneas marcadas y tira el que ya estaba vacío en la basura.
Jungkook abre la puerta despacio, la imagen mas rara y tierna esta ante sus ojos. Yoongi había dejado la bandeja con los restos de comida en la mesa movible, a un lado de la cama, mientras el yacía de espaldas, hecho un bollito en esta.
El peliazul se acerca, no sabía cómo hablarle, o que tan rápido lo alteraba su celo, le acaricia la espalda despacio.
―Yoon, traje los supresores, —susurra.
Mueve un poco al pequeño omega y este lo mira, sus mejillas, y nariz estaban rojizas, se notaba que tenía fiebre.
Jeon toma la botella que aun tenía algo de jugo y se la da a su mayor para que tomara el supresor.
—Gracias, necesito dormir, pero no puedo concentrarme, —murmura, —todo lo que hago es temblar.
Dice exhausto, Jungkook piensa que tal vez el omega acostumbra a pasar su celo con Jimin, o algo parecido, pero en este momento se encuentran solos ellos dos, a lo que su única opción es buscar la forma de ayudarlo. Él mejor que nadie sabe lo difícil que es el celo de un omega.
—S-Si quieres puedo abrazarte, para que dejes de temblar.
sin esperar una respuesta de su parte, Jeon pone al mayor de lado y se acuesta ocupando el lado vacío de la cama, así pasa sus manos por la cintura del omega, trata de no incomodarlo, si bien Yoongi se siente algo raro con la idea, detecta muy leve un aroma cafeínado, algo así como un café y jazmines, inusual pero relajante a su parecer. Gracias a ello sus párpados se cierran, estando así de cerca, Jungkook logra percibir el aroma a banana y miel que comienza a gustarle.
El reloj dio las dos y media, justo cinco horas y medio después de lo sucedido. Las peleas terminan siempre a las doce, por lo que Jin, Nam, Tae, Hoseok y Jimin se tomaron una hora para comer, cerca de las dos subieron a los autos, directo al hospital.
Subieron al piso donde Yoongi se encontraba, según ordenes medicas debe pasar la noche en ese lugar, por pura precaución.
Park quiere entra al cuarto primero, deseoso por ver al omega y tal vez concretar su idea de hablarle sobre sus sentimientos.
Su expresión cambia a una desencajada cuando abre la puerta, ambos omegas, Jungkook y Yoongi duermen abrazados. Profundamente caídos en los brazos de Morfeo. Esto por un lado le molesta, pues el conoce las inclinaciones del alto peliazul, así como su rango, pero a Yoongi no le gustaban los omegas, no le atraían, eso piensa Jimin, recordando su hermosa conexión con el bajito. El lobo de Park gruñe disgustado, su amigo Tae ve un poco de la escena y lo toma del brazo, haciéndole notar que no era el momento para estar ahí.
El alfa le hace caso y sale, ya tendría tiempo de ajustar cuentas con Jeon.
Le tocó actualización a BETA MEGA! Estoy contenta de haber actualizado, poco a poco voy sumando un capitulo más a todas mis historias, gracias a todos los que votan y comentan tanto aquí como en todos mis trabajos.
¿Qué les pareció este capítulo? Estaré atenta a sus comentarios.
Lxs amo♡
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