Choi Jihye 3er año

Ese día Jihye no tenía ganas de nada. Hablar, un fastidio. Comer ¿para qué? Ella no tenía ganas de ir a clases y tener que socializar. Aveces ella deseaba poder convertirse en un fantasma, eso le haría la vida 1000 veces más fácil. Claro ser un fantasma no era un lujo que Jihye se pudiera dar en este preciso momento de su vida.

—¿señorita Jihye, qué hace usted aquí? –Preguntó el profesor Snape desde la puerta sacando a Jihye de su trance.

Jihye volteó rápidamente recogiendo sus cosas y disculpándose varias veces explicando que estaba estudiando y no vio pasar el tiempo.

—Lo siento, estaba escribiendo un informe y no vi que se había acabado la clase

siguió repitiendo estresada Jihye. No entendía el porqué pero sentía la necesidad de disculparse 1000 veces por algo tan tonto como haberse quedado algunos minutos más en el salón de clase.

—Usted debe saber que apenas la clase termine debe de abandonar el salón y dirigirse a su siguiente clase, señorita Jihye –explicó el profesor Snape con los brazos cruzados analizando a Jihye, la pobre se veía bastante estresada y Snape no estaba de humor como para pelearse con otro estudiante así que el solo decidió dejar el suceso pasar con una advertencia, cosa que era rara por su parte pero que de vez en cuando hacía con aquellos alumnos que no eran una molestia.

Jihye abandonó el salón tal y como el profesor Snape le había dicho que lo hiciera, pero no se sentía de humor para ir a su siguiente clase. Quería descansar, ir a casa con su madre, claro, aveces el mundo no es justo.

Jihye no sabía hacia donde se dirigía solo sabía que su corazón era el que actuaba en este momento y no su mente. Antes de que Jihye se pudiera arrepentir sus piernas ya la habían llevado hacia la torre de astronomía, un lugar pacífico, hacia un poco de frío, pero el lugar era agradablemente silencioso. Ella se sentó al borde admirando la vista, era bonita.

El tiempo pasaba más lento en aquel lugar pero eso no le molestaba a Jihye, de hecho lo prefería de esa manera, sin necesidad de cambiar la manera en la que aquel lugar funcionaba. Jihye disfrutaba la manera en la que cada minuto estaba lleno de emociones por descubrir sin ningún apuro, amaba la manera en la que podía sentarse por horas en aquel lugar solo a pensar y imaginar. El lugar no solo le transmitía paz, era algo más que eso, algo más profundo, un sentimiento que Jihye no terminaba de comprender pero, eso no lo hacía menos hermoso.

Mientras Jihye veía hacia el cielo la necesidad de música se asentó en su corazón. Jihye desde muy pequeña había convertido la música en su lugar seguro donde podía descansar de todo lo que le preocupaba. Ella tomó sus audífonos entró en Spotify y puso la primera playlist que encontró guardada en su cuenta. La primera canción que sonó fue "I know you" de Faye Webster. La canción era bonita, las letras aún mejor, y la melodía solo añadía a la ya perfecta atmósfera.

Ella no era el tipo de persona que se saltaba las clases por simple maldad hacia los profesores o desinterés en su futuro, de hecho a Jihye le obsesionaba su futuro un poco más de lo que se consideraría saludable, pero, aveces lo mejor es dejar ir de aquel desdén que sentía hacia la imperfección de su horario y solo dejar que el tiempo pase sin reglas, como le plazca al universo.

Su madre una vez le había dicho que existen unos duendes muy, muy chiquillos que mueven las manecillas del reloj, la idea a la Jihye de 6 años le había fascinado y nunca dejaba el tema atrás, ni siquiera ahora después de 7 años con la única diferencia de que este pensamiento ya no salía de su mente hacia su boca si no que se quedaba asentado en la parte más olvidase de su capaz cerebro.

Jihye había crecido para poder reconocer cuando alguien la miraba, sabiendo que la solían mirar con desagrado esto no era una sorpresa demasiada grande, así que cuando sintió un par de ojos marrones en su espalda no tarde ni medio segundo en pararse y darse la vuelta en un mismo rápido movimiento. Está fue bienvenida por un joven Slytherin el cual ella solo había visto una o dos veces en los pasillos o en clases que compartían, reconocía su nombre como algo Berkshire pero no podía estar demasiado segura de esta información pues no su cerebro no solía retener información que no le fuera de importancia.

Por un momento ninguno de los dos habló, el silencio a Jihye le pareció incómodo pero no hizo ningún esfuerzo de llenarlo hasta que aquel chico de cuyo nombre ella no recordaba hablo.

—Ravenclaw? –Preguntó desinteresado por la respuesta pero interesado en llenar el silencio incómodo que se había creado. Jihye solamente movió la cabeza con un silencioso "mhmj" a manera de silenciosa confirmación.

Luego de otro segundo de silencio Jihye murmuró un "adiós" y salió de la incómoda situación de manera eficiente, claro, no sin antes ver hacia atrás, no supo por qué lo hizo solo supo que el chico ya la estaba mirando cuando esta volteo, para después rápidamente quitar la mirada y seguir caminando.

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