Estábamos afuera de mi casa, Axo me había traído después de salir de la televisora.

—Bueno, creo que mejor te dejo.— exclamó y asentí

—Gracias por todo lo de hoy, fuiste un gran apoyo para mí.— sonreí

Nuevamente traía todo lo que cubría su rostro pero quería quitárselo para verlo sonreír antes de despedirnos.
De repente la puerta de mi casa se abrió y salió Martina, nos miró sin expresión alguna.

—Deberían entrar, estamos a punto de comer.— habló notablemente molesta

—Yo no quiero molestarlos, me iré.— dijo Axo algo apenado

—Papá quiere que ambos entren.— avisó dejándonos confundidos y entrando de nuevo

Sabía que sería algo relacionado a las fotos que aparecieron en el programa, era obvio que él estaría atento a mi presentación

—Si quieres puedes irte, yo solucionaré esto.— hablé, no quería presionarlo de ninguna manera

—No quiero caerle mal a tu papá sin darle la oportunidad de conocerme.— suspiró —Entremos.—

Tenía dudas pero al final preferí convencerme de que sería la mejor opción para todos, papá debía comprender que no había mejor chico que Axozer. Entramos a mi casa y cerramos la puerta, una vez adentro él se quitó todo lo que lo cubría, se peinó un poco y se puso sus lentes normales

Caminamos juntos hasta llegar a la mesa, ahí pudimos ver a papá, Ethel, Martina y sorprendentemente a Samuel

—¿Qué hace él aquí?.— pregunté viendo como me observaba con una sonrisa burlona

—Esa pregunta debería hacerla yo ¿no lo crees?.— cuestionó papá —Creo que no tenemos el honor de conocernos.—

Axo se acercó para saludarlo, nos sentamos junto a los demás esperando a que sirvieran la comida

—Es un gusto, pueden llamarme Axozer.— se presentó y la única persona que aplaudió ante tal presentación había sido Ethel

—¿Qué quieres exactamente de mi hija?.— preguntó y yo me sentía apenada

—¡Papá!.— me quejé —¿Qué te pasa?.—

—Martina me comentó que tu amiguito se dedica a temas de redes y pensé que quizás su amistad se prestaría a malos entendidos.— explicó, miré a Axo y parecía incómodo

—Yo creo que el chico parece bueno.— se adelantó Ethel y sonreí un poco —Es perfecto para ella, si es feliz no importa.—

—No te debes meter en los asuntos entre papá y cualquiera de nosotras.— dijo Martina y la miré mal

—Dejó a Samuel por este chico, la niña tiene que aprender a no jugar con los sentimientos de las personas.— murmuró papá

Mi mirada se dirigió ahora a Samuel, al parecer se había adelantado a contarle lo que le convenía a mi papá

—Usted no sabe nada.— escuché a Axo y todos lo miramos asombrados —Su hija no jugó con los sentimientos de nadie, es una persona divertida y talentosa, tal vez para usted no soy lo suficientemente bueno pero no se da cuenta que el verdadero enemigo de su hija no soy yo, yo jamás quise aprovecharme de ella, por eso accedí a ir de anónimo a su presentación.—

Los nervios empezaron a invadirme, necesitaba que alguien salvará este momento que se había tornado incómodo

—Olvidemos esto, comamos.— pidió Ethel y miró la mesa —No han traído la comida, lo olvidé.—

—No doy mi autorización para que alguna de mis hijas salga con alguien que viene a mi casa a contradecirme.— exclamó papá y noté como Axozer se levantaba, me levanté detrás de él

—Perdón si mi comportamiento fué grosero pero no podía dejar que usted siguiera pensando que su hija sería capaz de jugar con dos personas, es un pensamiento un poco feo.— dijo —Me iré pero quiero que sepa que para mí sería un honor que me dejara seguir siendo amigo de su hija, es una persona hermosa y en estos días le tomé muchísimo cariño.—

Estaba a punto de irse pero tomé su mano para impedirselo, todos me miraron

—Si realmente te preocupa que alguien se quiera aprovechar de mí deberías ver a Samuel, él le decía a la gente de la televisora que solo había aceptado salir conmigo porque así podía conseguir mejores papeles, le coqueteaba a las actrices y hablaba tonterías de mí a mis espaldas.— conté un tanto molesta —Me enteré de eso hace poco más de una semana, por eso no salí de mi habitación durante unos días hasta que fué el día de la velada y quise darme una nueva oportunidad para salir, ahí conocí a Axozer.—

Papá miró con molestia a Samuel y pude ver cómo su expresión cambiaba totalmente

—Axo me hizo sentir bien a pesar de tener mi corazón roto por alguien que no vale la pena.— seguí hablando —Si no estás de acuerdo en mi amistad con Axozer deberás acostumbrarte, no pienso alejarme de él por lo que cualquiera de ustedes piense.—

Llegaron los cocineros que teníamos para empezar a servir la comida y así interrumpieron el momento

—Samuel vete de mi casa.— pidió mi papá y quedé paralizada —Nadie que sea capaz de lastimar a alguna de mis hijas es bienvenido aquí ni en la televisora, esperaré tu renuncia mañana por la mañana en mi escritorio.—

—Pero..— intentó excusarse pero papá lo miró mal

—¿No escuchaste querido?.— preguntó Ethel —Largate de esta casa y no vuelvas.—

Samuel se levantó molesto y caminó hasta la salida no sin antes empujar un poco a Axozer, salió azotando la puerta

—Ustedes siéntense a comer con nosotros.— dijo ahora mi papá —Cualquiera que haga feliz a mi hija y que sea capaz de defenderla hasta de nosotros merece un lugar en esta mesa.—

Axozer sonrió un poco pero yo negué, todos me vieron sin entender

—Merece una disculpa.— hablé —Por el momento incómodo y el ataque innecesario.—

—Está bien, discúlpenme ambos.— suspiro mi papá y ahora sí fuimos a sentarnos para comer juntos

Pasamos el resto de la comida entre algunas risas y anécdotas sobre cosas que papá preguntaba para conocer más a Axozer, el ambiente sería perfecto de no ser por Martina y su mala cara