❪ARC THREE; DEMONS❫
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CAPÍTULO SESENTA Y CUATRO:
ENTRE VILLANOS
❛brillo opaco❜

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©Shanxlabyx
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«SE PODÍAN ESCUCHAR LOS FUERTES Y CONSTANTES GOLPES en la puerta de entrada, casi todos los presentes llevaron su atención hacia allá mientras aún digerían lo que acabaron de ver en las noticias hace sólo momentos atrás. El que parecía aún asimilarlo era el pequeño de cabello bicolor que mantenía su mirada heterocromatica aún fija en la pantalla ya apagada por obra de su hermana mayor que estaba sentada en uno de los tatamis, cubriendo su boca de manera temblorosa.

—¿Quién es? —cuestiona el albino menor mientras sobaba la espalda de su hermana mayor, aunque él no parecía muy diferente en cuanto a expresión, aún se sentía impactado—. ¿Por qué alguien tiene que venir justo ahora? —su voz se escuchaba aún ahogada e impotente.

Unos fuertes pasos comenzaron a contrastar los golpes de la puerta, la impotente figura de su padre se hizo presente, dislumbrando su traje de héroe. Ambos hijos mayores no evitaron prestar atención al verlo ir hacia la puerta a pesar de haber llegado minutos atrás.

—Pues quien sea que sea, tendrá que esperar. —declaró de forma intimidante Todoroki Enji, conocido como el héroe número dos Endeavor; se dirigía a la puerta más para irse que para atender a quien sea que estuviera tocando.

—¿P-papá...? ¿A dónde vas? Acabaste de llegar. —son las palabras de su actual hija mayor, siendo la única primogénita femenina; ella aún se veía afligida.

—Voy a hacer mi trabajo. —es lo que responde su padre sin rechistar luego de detenerse unos momentos en la puerta, se veía bastante tenso luego de la noticia que salió en la televisión, luego de ver el asesinato de uno de los héroes veteranos más queridos, y no sólo eso, el aparente secuestro de alguien de su sangre.

Enji deslizó la puerta de su hogar con cierta brusquedad, casi que por un momento se dio la impresión de que podría arrancarla. No obstante, se detuvo abruptamente cuando una figura de su misma estatura era la que se encontraba enfrente de toda la puerta. En otra ocasión simplemente hubiera ignorado a la persona y se hubiera ido, pero la mujer que tenía enfrente no era cualquiera.

Las pupilas azuladas del Todoroki se reducieron ligeramente en su escleróticas de manera aún atónita mientras observaba a la femenina de cabello de un color rojo idéntico al suyo, veía la cabellera larga y ondulada de la mujer casi cubriendo parte de su rostro mientras temblaba, con la cabeza abajo. Reveló sus ojos de un color negro que casi resplandecían, pero que a su vez brillaban por la capa de lágrimas que tenía encima.

Tenía a su hermana justo enfrente, llorando.

—Eiko... —murmuró Enji mientras veía su rostro afligido y deformado por el dolor que claramente sentía, miró detrás de ella en donde estaba una figura casi alcanzando su estatura; Tsubomi Kazuto, con una mirada seria mientras cargaba a un pequeño Takeshi, teniendo al lado a Tsubomi Gie, con una expresión llena de rabia.

—S-se... se la llevaron... —Shōto se acercó a la puerta al escuchar de quien era la voz, viéndose dudoso y un poco temeroso por lo que haya escuchado sea verdad; pero la expresión de su tía era algo más que claro—. Se llevaron a mi solecito, aniki. ¡Se l-la llevaron!»

Ahora era una situación demasiado parecida, en este caso Todoroki Shōto era quien estaba en la entrada de su casa luego de ir a abrir esta misma cuando iba a salir de su hogar e ir al hospital, ahora veía de manera algo consternada como su tía Eiko estaba enfrente de la puerta, con una mirada totalmente apagada y opaca, viéndose totalmente demacrada y cansada. Miró a los lados de la mujer más alta en donde estaba Tsubomi Takeshi y Tsubomi Gie, ambos totalmente serios, veía una mirada apagada y sin ningún tipo de brillo en ellos, una mirada realmente triste.

El menor giró nuevamente hacia la dirección de su tía teniendo que alzar la mirada por la gran estatura de ella, tomando en cuenta que media exactamente lo mismo que su progenitor, cerca de los dos metros de altura. El heterocromatico apretó sus labios mientras sentía un pequeño nudo en su garganta por ver su expresión, sabiendo exactamente el por qué.

—Tía Eiko... —alcanza a decir el del quirk de medio frío, medio caliente, no sintiéndose capaz de tener contacto visual con ella.

—Shōto... —su tono de voz sólo hizo que algo en su pecho se removiera, no logrando ni ver a sus primos que estaban en silencio—. ¿Estás bien? Tú... ¿te encuentras bien? —pregunta en un tono bajo y apagado, aunque se notaba su cansancio.

El adolescente agachó la mirada mientras apretaba sus puños, sintiéndose impotente.

—Si. —fue su respuesta, escuchándose en un tono dificultoso, toda esta situación lo tenía afectado.

Eiko miró fijamente hacia el joven enfrente suyo, viéndose pequeño enfrente de ella al incluso tener que mirarlo con la cabeza agachada. Los labios de la mujer temblaron ligeramente al momento que formó una forzosa sonrisa; Shōto apretó su mandíbula cuando escuchó un ligero sollozo de ella y elevó la mirada, sus pupilas se reducieron en sus ojos cuando vio la expresión desgarradora de su tía junto con la temblorosa y a su vez forzosa sonrisa, soltando gordas lágrimas.

—M-me... me alegro... Me alegro m-mucho... —Shōto colocó una pequeña mueca al ver y escuchar el estado en el que estaba, parecía querer derrumbarse en su lugar, temblaba y trataba de mantener su sonrisa pero esta parecía una mueca desgarrada.

El adolescente continuó sintiéndose tenso al ver el estado de ella, de su familia, sintiendo como de alguna manera la culpa aumentaba en él luego de la horrible noche que vivió el día anterior, en donde fueron atacados por villanos en medio de su campamento y donde se llevaron a dos de sus compañeros, sintiendo su pecho apretujarse cada vez más al recordar que uno de ellos era su familia.

Eiko se cubrió la boca de manera temblorosa tratando de aguantar los sollozos que comenzaron a salir sin control desde lo más profundo de su garganta, los hijos de la Todoroki la miraron inmediatamente, Gie luego desvió la mirada con cierta aflicción debajo del rostro impotente mientras que Takeshi se mantenía totalmente serio.

—Me alegra m-mucho que tú estés bien... que e-estés bien... —comenzó a decir entre sollozos, Shoto continuó tensó en su lugar y luego se quedó paralizado en su lugar cuando sintió los brazos de la mayor rodearlo en un abrazo que pudo sentir como necesitado.

El adolescente se quedó en su lugar completamente quieto, con sus ojos abiertos de par en par al recibir repentinamente aquel gesto fisico, no obstante, no la separó, no fue capaz de hacerlo, sintiendo la enorme necesidad con la que su tía lo estaba abrazando, con la fuerza que usaba y como llegó a un punto en donde sentía algo húmedo caer en su hombro, siendo las lágrimas que derramaba, las lágrimas de una madre a quien le habían arrebatado algo.

Escuchaba los constantes y ahogados sollozos desde cerca sólo absteniéndose a quedarse allí, en silencio, miró por sobre su hombro a sus dos primos que estaban sólo en sus lugares, aún con una mirada casi sombría pero al mismo tiempo llena de impotencia, aunque el pelirrojo que era su senpai en la academia se veía menos expresivo que la pelinaranja. Se notaba de alguna manera que estaban afectados.

Cerró sus ojos con cierta fuerza al sentir y notar como su tía estaba llorando, por un momento sintió las mismas ganas de llorar pero de la rabia, de la rabia que sentía por como Bakugō Katsuki, su compañero, y Tsubomi Hatsulin, su propia familia, habían sido secuestrados.

—Todo... —hace una pequeña pausa y alza una de sus manos, tocando ligeramente su brazo—, todo estará bien... tía Eiko.

—YA VOY, YA VOY... ¿POR QUÉ SIEMPRE piden de manera desesperada que les de comida cada día como si no comieran?

Soltó un ligero suspiro lleno de pesadez y a su vez cierta gracia mientras sentía a los tres gatos pasearse por sus piernas conforme iba caminando, sonreía al escuchar los constantes maullidos de aquel trio de felinos que tenía como mascotas y que a su vez para él eran sus hijos a pesar de que a veces negara cualquiera acusación al respecto, sabía muy en el fondo que realmente para él esos animales felinos de grandes ojos y pelaje peludo eran como sus hijitos, sus hijitos que sólo saben maullar y a su vez pedirle comida. Realmente no le molestaba.

Pasó enfrente de la televisión en donde su progenitora veía con atención su novela, doblando ropa. La mujer de cabellera violácea sólo miró con curiosidad como su hijo pasaba seguido de una fila de gatos y sonrió, observándolo aún con la comida de gato en sus manos mientras caminaba hacia la dirección en donde tenía cada taza de cada gato que a pesar de tener uno para cada uno, con su nombre respectivo, siempre comían en una taza al azar aunque ninguno tenía problema con comer en la taza de sus hermanos, prácticamente compartiendo sus propias pertenencias como los «hermanos» que eran. Los ha visto peleando aunque por mera diversión y juego.

—Calma, calma... —murmuró de manera tranquila el chico de mirada cansada, portando una ligera sonrisa en sus labios. Comenzó a servirle a cada taza y acarició sus columnas con suavidad, escuchando como maullaban en respuesta—. Si, de nada...

—A veces me pregunto si ellos realmente te entienden. —escuchó la voz de la mayor mientras doblaba unas blusas, sin quitar la mirada de la tv—. Ahora hablas mucho con ellos, ya te pareces a un papá. —alega con cierta gracia, el adolescente rodea los ojos.

—Es por culpa de Hatsulin, siempre habla con Yuu y con los gatos como si realmente tuvieran una conversación. —se queda en silencio varios segundos mientras se mantenía acuclillado en su lugar, un gato de pelaje calicó frotó su cabeza contra el dorso de su mano. Él sonrió—. Y creo que realmente me entienden, por esa razón me contestan.

—Maullando. —canturrea con diversión la de cabellera violeta y larga sostenida en una trenza sobre su hombro, luego suspiró de manera ensoñada—. Seguiré esperando hasta que Hatsulin se vuelva mi nuera oficial.

—Ni lo pienses.

La mujer rie ligeramente ante la respuesta casi inmediata de su único ante aquel tema, escuchándose más que seguro al responder. Lo veía bastante ensimismado en sus gatos teniendo ahora uno encima de su espalda y los otros dos buscando cariño de su dueño, sólo sosteniendo a uno en brazos siendo de pelaje negro y dos grandes ojos de un intenso y brillante color azulado, pareciendo el propio color de un azul zafiro. Eso sólo la hacía pensar en los ojos de la linda pelirroja sonriente, ver los ojos de aquel gato negro era como ver los ojos de Tsubomi Hatsulin, teniendo la misma mirada. Sonrió con suavidad y una expresión dulce en su rostro al recordar a aquella adorable muchacha a sus ojos a quien conocía desde que era una bebé de cuatro años, siendo amiga de su hijo y agradeciendo la gran cantidad de tiempo que esa amistad haya permanecido.

❛Espero que se esté divirtiendo mucho en ese campamento, lastima que mi Hitōshi aún no pueda ir❜ fue lo que pensó la mayor mientras miraba hacia el techo, deseándole lo mejor a aquella chica a quien consideraba su propia hija esperando que estuviera verdaderamente feliz en aquel campamento el cual ella le contó en las veces que iba a visitarlos a su hogar.

«El trágico suceso en dónde dos estudiantes de la academia de héroes U.A., que sólo sucedió en la noche de ayer, desaparecieron.»

La mujer no evitó mirar hacia la dirección en la pantalla de su televisión cuando escuchó el nombramiento de la misma academia a la que su hijo asistía, este mismo no parecía estar prestando mucha atención al jugar con sus gatos mientras aún el felino de grandes ojos zafiros volvía a alimentarse con su propia comida. La mayor frunció ligeramente su ceño al ver cómo de repente interrumpían su querida novela para colocar las noticias, pero a su vez le llamaba la atención que hablarán de aquella academia, así que comenzó a prestar atención y apaciguar su instinto de saber, sobre todo si había sido tan repentino.

El Shinsō menor continuaba con una sutil sonrisa en sus labios mientras acariciaba el pelaje de su gato blanco aún teniendo al felino calicó sobre su espalda, apoyando su cabecita en su hombro. Estaba bastante a gusto con sus gatos mientras escuchaba el sonido de las noticias en el fondo, aunque realmente no le prestaba atención a lo que decían al no interesarle del todo, a menos que sea algo referente a los héroes. Bueno, aún no caía en cuenta del verdadero tema importante el cual ya hablaban posiblemente en todas las noticias de Japón.

—Hitōshi... —llamó la femenina sin quitar la mirada de la pantalla, el aludido se había levantado ahora con el gato blanco en su espalda junto con el de distintos colores, teniendo en brazos al gato negro—. Hitōshi. —insiste en llamarlo mientras que él miraba hacia ella confundido, frunciendo el ceño.

—¿Qué pasa? —responde con un poco de cansancio de que lo haya llamado tantas veces sabiendo que lo tenía en la misma habitación. Su madre continuaba mirando fijamente hacia la tv sentada en el sofá mientras él estaba detrás de este mismo, deteniéndose de caminar justo allí. Se sintió todavía más confundido al ver cómo ahora ella cubría su boca con una de sus manos, viéndose petrificada, no tuvo más opción que mirar hacia la dirección que ella miraba y poder descubrir que era lo que la tenía así.

Hitōshi continuó mostrándose totalmente confundido, giró su rostro hacia la tv aún con su ceño fruncido sintiendo como los gatos que tenía en sus hombros se bajaban para caminar por el borde de la cabecera del sofa, aún permaneciendo en sus brazos el gato negro con ojos de un brillante azul zafiro. El del quirk de lavado de cerebro miraba con atención lo que hablaban en aquel noticiero y escuchando lo que decía, sus párpados normalmente caídos comenzaron alzarse lentamente a la par que sus pupilas se reducían en sus ojos, observando la cara que apareció en el noticiero.

«El ganador del Festival Deportivo de La U.A., Bakugō Katsuki, junto con la hija de la retirada Hikarimeki y tambien el segundo lugar del mismo festival, Tsubomi Hatsulin, fueron victimas de secuestro por la Liga de Villanos»

—H-Hitōshi... —la voz de la mujer tiembla cuando vuelve a nombrar a su hijo quien estaba completamente paralizado en su lugar, bajando poco a poco los brazos y con eso obligando a que aquel gato de destellantes ojos azules bajara—. E-esto... esto es... —las lágrimas comienzan a desbordar de sus ojos.

El adolescente continuaba sin aliento mientras sentía como su respiración buscaba acelerarse y a volverse irregular, un enorme deja vu comenzó a consumirlo mientras observaba la fotografia de aquel chico de actitud explosiva junto con la de su amiga de actitud entusiasta al comenzar a hablar más del asunto y los detalles que habían hasta ahora, su madre había tomado el control remoto comenzando a cambiar los canales de manera desesperada; todos los canales estaban hablando de lo mismo.

—N-no... no, no, no... —la señora Shinsō no pudo evitar levantarse atonita por aquella noticia sin quitar la mirada del rostro de su querida Tsubomi en donde se veía sonriente, contrastando de alguna manera con la expresión seria de Bakugō—. E-esto no... ¿Estoy viendo cosas, verdad? ¿S-sólo yo estoy viendo esto? ¿Verdad, Hitōshi?... ¿Verdad? 

EL chico parecía en alguna clase de trance, sin quitar la mirada de la pantalla; sus ojos se desviaron vagamente hacia el gato negro que pasó enfrente del mueble, sintió un nudo en su garganta cuando el felino giró su rostro dislumbrando sus intensos y brillosos ojos azules, sólo pensando en la enorme similitud que tenía sus ojos con los orbes de la chica que aparecía en la tv, como últimas noticias.

No pudo pensar correctamente, simplemente no podía pensar. Lo único que vagaba por su cabeza era el deja vu que lo recorría, una situación que ya una vez vivió y que, a pesar del tiempo que ha transcurrido, recordaba como si hubiera sido ayer.

—La... ¿la secuestraron? —fue lo único que pudo salir de entre sus labios.

VEÍA FIJAMENTE LA PANTALLA DEL TELEFONO, SIN PODER quitar los ojos de lo que estaba leyendo. Frunció su ceño aún siendo incapaz de procesar lo que estaba mirando en esos instantes, de lo que ahora parecía ser tendencia a pesar de que sólo un día antes había sucedido, llegando a las manos de los reporteros casi inmediatamente. Se enderezó en la silla en la que estaba sentado y casi desparramado ante la pereza que sentía, ahora tratando de asimilar.

Una de sus manos cubrió su boca con una mirada atónita en sus ojos, sintiendo una gran impotencia en él, una rabia por leer aquel foro. La palabra «secuestro» y «estudiantes» no era ninguna buena combinación, sobre todo al ver a las dos personas que estaban involucradas y las que fueron víctimas de dicho secuestro, observando a una de ellas en particular.

—¿Qué mierda...? —bufó Senshi de manera consternada, sin poder creer que lo que veía era verdad. Cualquiera que conociera a aquellas dos personas en particular estaban igual de confundidos que él, aunque el moreno sentía un nudo en su estomago.

❛¿La Liga de Villanos? ¿Todavía siguen molestando a la U.A.?❜ frunció el ceño por aquel pensamiento, apoyando su brazo en su rodilla y dejando caer su mano hacia abajo con el telefono aún siendo sostenido. Miró hacia la nada con cierta confusión y a su vez rabia por el pensamiento de aquel grupo de villanos en particular, en sí desde que los conoció nunca le cayeron bien. Los villanos no le caían bien. 

Entrecerró sus ojos al recordar a Keizuke en el mismo lugar en el que estaba la supuesta Liga de Villanos, aquella vez que Stain fue llamado y por ende, él también fue. No había prestado atención a lo que el tal Shigaraki Tomura decía, había mantenido su mirada completamente fija en el chico que estaba sentado en la barra de aquel bar, sin mirarlo ni un momento. Recordaba perfectamente su rostro y mirada sombría, y supo inmediatamente quien era.

—¿Por eso Nezu vino acá de urgencia...? —se cuestiona en un ligero susurro, aún sentado en la silla que se supone era del director de la academia U.A., estando allí luego de que aquella criatura algo antropomorfa lo llevara con él. Lo llevaba a todos lados luego de prácticamente tomar su custodia.

Su ceja izquierda tembló ligeramente por darle vueltas al tema, principalmente por el hecho de que Tsubomi Hatsulin había sido víctima de secuestro, o al menos eso era lo que los medios suponían junto con los testigos presentes con ella; estaba herida pero acompañada de varios de sus compañeros y un maestro, hubo un repentino apagón de luz en el edificio donde estaban y ella desapareció, sin dar más rastro después de eso. A comparación del secuestro de Bakugō Katsuki el cual fue presenciado, Tsubomi Hatsulin se toma como desaparecida al simplemente desaparecer de un momento a otro, aunque muy probablemente haya sido también secuestrada tomando en cuenta las circunstancias.

—Maldición, ¿no será que...? Mierda, mierda... —se levanta algo alarmado por lo que pasó por su cabeza, dejando el teléfono en el escritorio con la página abierta, salió de allí inmediatamente para comenzar a buscar al director.

❛Si se trata de la persona que creo-ugh, debe serlo. Por algo Keizuke estaba allí, debe ser eso, debe ser eso. Tengo que preguntarle a Nezu a ver si sabe algo❜ caminaba casi dando zancadas mientras seguía el olor de aquella criatura con varias caracteristicas animales, olfateando ligeramente el aire. Casi de inmediato percibió su aroma, un aroma a limpio y a té fino, no tardó en ir hacia su dirección. ❛¿El cara de dormido no está aún aquí? él estuvo ahí... él...❜

Llegó al pasillo en donde venía el aroma de Nezu, llegando luego enfrente de una puerta en donde escuchaba diversas voces hablando, no logrando distinguir bien todas. Continuó allí parado y alzó su mano dispuesto a golpear con sus nudillos hasta que alcanzó a oir la voz de la persona... criatura... de quien buscaba, seguida de otras más. Sintió el morbo de escuchar y se acercó lentamente, girando un poco su rostro para poder oír mejor.

 —Es un gran fracaso que secuestren a un estudiante y otro esté desaparecido, lo más seguro que también secuestrado. —❛Ese es Snipe, si no me equivoco...❜ Senshi escuchó la voz frustrada del héroe con el quirk de Homing, sólo frunció el ceño al confirmar que si habían sido secuestrados Bakugō y Tsubomi—. Se robaron la confianza de la gente junto con Bakugō y muy posiblemente a Tsubomi también.

—Todas las noticias están llenas de críticas a U.A.. —el moreno prestó más atención cuando escuchó la carismática voz de Nezu—. Si querían ir trás Bakugō-kun, debe ser porque su lado violento se hizo público en el Festival Deportivo. 

❛Fue el tipo que perdió el control en medio de las peleas, sobre todo contra Hatsulin... Lo suponía, de por sí ese tal Bakugō es medio loco❜ frunce su cejas al recordar cuando por mera curiosidad observaba aquel evento en los televisores de las tiendas, en donde se acumulaba bastante gente para observar. También fue para poder confirmar totalmente que la pelirroja estuviera allí, confirmándolo sin duda cuando ese mismo día le pasó por el lado cuando se iba junto con un pequeño grupo de amigos.

—¿Y que hay de la pequeña Tsubomi? —habla ahora Midnight luego de que el director de toda la institución hablara; el chico con colmillos miró hacia la puerta de nueva cuenta, causándole curiosidad aquello, aunque tenía algo en mente de cual sería la razón.

—Pues, Tsubomi también se mostró algo violenta en el Festival Deportivo, casi le parte el cuello a uno de sus compañeros. —supone nuevamente Snipe, escuchándose aún un tanto abrumado. No podía saber que tipos de expresiones tenían cada uno—. ¿Quizás por qué es muy agresiva a la hora de pelear? 

—Podría ser una posibilidad, pero para llamar la atención de la Liga de Villanos de esa manera como para secuestrarla... No lo sé, es extraño. —habla ahora Present Mic.

—Yo tengo una suposición un poco más diferente. —la voz de Nezu nuevamente se vuelve a escuchar, Ichirō mira hacia la puerta con su ceño fruncido por escucharlo—. Deben saber muy bien quien es Asahi Kaito, ¿no es así? Y deben saber que al parecer él está afiliado con la liga.

El moreno se tensó inmediatamente cuando escuchó el nombre de aquel tipo, sintiendo un nudo en su pecho por recordar las interacciónes con él en el pasado, teniendo que apretar sus puños para controlar aquella horrible sensación del deja vu, de recordar todo aquello que vivió. Tragó saliva de forma dificultosa mientras una gota de sudor resbalaba por el costado de su rostro, tratando de calmarse.

❛Nezu me habló sobre eso cuando trató de conversar conmigo... Aizawa también, de alguna forma él se enteró y me imagino que fue por Nezu❜ sus puños tiemblan ligeramente por recordar la vez que estuvo apunto de derrumbarse enfrente del héroe EraserHead cuando buscó que le hablara de Tsubomi Hatsulin y en la relación que ambos tenían, contándole al respecto de lo que vivió en Nakano, lo que vivieron en Nakano. El simple hecho de escuchar el nombre de las personas que tanto los hicieron sufrir, sentía un enorme peso en su espalda.

—Disculpe la pregunta, ¿pero que tiene ver eso con la joven Tsubomi? —cuestiona un poco alterado la voz de All Might, pareciendo nervioso.

—Ya hablé con Aizawa-kun sobre este tema y está al tanto. Tomando en cuenta esa información, creo saber cual es la razón de que Tsubomi-chan haya desaparecido así y posiblemente siendo secuestrada. —todo se llena de un silencio tenso, y sin que Ichirō pudiera ver, las expresiones de los héroes eran de confusión—. Si los villanos se los ganan, será el fin de U.A. como institución educativa.

Senshi se quedó aún paralizado en su lugar, sin mover ningún musculo mientras escuchaba ahora vagamente la conversación de quien ahora tenía su custodia y los demás héroes, no escuchando o oliendo el aroma de Aizawa Shōta. Sintió ahora un apretón en su garganta por pensar en el hecho de que no sé encontraba allí, llegando a pensar si había sido alguna de las víctimas de aquel ataque. Con sólo seguir dándole vueltas al asunto sentía mucha más rabia, una enorme impotencia y frustración.

❛Si realmente es a causa de Asahi, esto es muy malo. Él... ellos...❜ los puños del moreno comienzan a temblar ante la enorme tensión que hacía en aquel agarre, sintiendo como sus uñas se clavaban en la palma de su mano. A pesar de eso, su expresión se veía seria, aunque su mirada se veía perdida. ❛Ellos la quieren de regreso...❜

En eso, la puerta se desliza de la nada mientras daba a paso a un tipo alto aunque bastante flacucho. Senshi sin cambiar la expresión, eleva su mirada, mirando fijamente al tipo rubio quien se sobresaltó de manera alterada al verlo allí, sobre todo por haberselo encontrado. El moreno no hizo más que mirarlo en silencio mientras fruncía el ceño por no saber de quien diablos se trataba.

—¿Quién eres? —escupe de inmediato el adolescente mientras el mayor estaba casi paralizado en su lugar.

❛¡Es el discipulo de Stain!❜ pensaba All Might de manera tensa porque el joven estuviera viéndolo en aquel estado, temblando por ver la mirada tan inquisidora del adolescente que parecía ahora buscar analizarlo, ahora sobresaltándolo.

—Oh, Senshi-kun. —All Might mira de manera tensa hacia atrás cuando escucha la voz de Nezu quien saludaba con su pata al moreno, este desplazó su mirada casi ambarina hacia él—. Pensé que seguías en mi despacho, ¿qué necesitas? 

Shadow se le queda mirando unos segundos hacia él y luego vaga ligeramente su mirada hacia los héroes, o al menos a los que alcanzaba a ver desde su punto de vista; todos lo miraban de manera desconcertada y a su vez un poco tensos por tener al chico conocido como Cazador de Villanos y a su vez discipulo del Asesino de Héroes justo enfrente de ellos; su mirada llegaba a ser intimidante y algo inquietante.

—Hambre. —fue la respuesta del adolescente provocando que una gota de sudor resbalara por las cabezas de prácticamente todos los presentes por la forma tan directa en la que habló. ❛De pocas palabras pero directo, no tiene ni un poco de respeto❜ fue el pensamiento de casi todos.

—¡Puedes ir a la cafeteria! Sirvete lo que quieras. —alza su pulgar el roedor bastante tranquilo, como casi siempre que se expresaba, todos los héroes ahora lo miraron a él por la forma en la que accedió y comprendió la petición algo obvia del chico.

Senshi asiente de manera algo breve y en un movimiento bastante imperceptible aún sin cambiar de expresión, Toshinori volvió a tener un tenso sobresalto cuando el más bajo lo volvió a mirar de la nada, casi de manera fulminante. Le pasó por el lado mientras caminaba, manteniendo aún sus ojos en él hasta alejarse lo suficiente como para no poder mirarlo, All Might soltó el suspiro que retenía en su garganta mientras cerraba la puerta.

—Entonces si es verdad que Shadow está bajo el cargo del director... —fue el susurro del héroe mientras miraba hacia la dirección en donde se iba el joven. Apretó sus labios por recordar la conversación breve que tuvo con el director, siendo interrumpida por su llamada.

«La linda Tsubomi Hatsulin-chan está, de cierta forma, relacionada con Asahi Kaito, al igual que el Cazador de Villanos, Ichirō Senshi-kun»

Apretó el telefono en su palma con una ligera fuerza cuando recordó una escena de su estudiante en particular que presenció, mostrando una actitud y reacción bastante curiosa, llevándolo a sólo un par de meses atrás, en medio de aquel evento importante en su academia que se transmitía de manera global.

«—¿De verdad van a hacer esto? ¿¡Con que fin van a amordazar a Bakugō de esta manera!? —decía de manera alterada la joven, recordaba bien su expresión deformada de la desesperación y una especie de rabia—. Él no es un animal para que lo encadenen así! ¿¡Por qué permiten que hagan esto!?

—Señorita Tsubomi, debe calmarse. —fue lo que había dicho en su momento de forma un poco nerviosa por la actitud que había tenido en su momento, se paralizó cuando la pelirroja se giró a mirarlo con una mirada indomable, una mirada llena de sentimiento, una mirada llena de dolor, un dolor inexplicable que lo dejó sin palabras.

—¿Cómo me puede estar pidiendo que me calme? ¿¡Cómo me voy a calmar por ver esta atrocidad!? ¡Sobre todo cuando son los propios maestros que permiten esto! —exclamó aún con el mismo rostro, con la misma mirada llena de dolor—. ¿¡Acaso saben como se siente Bakugō-kun por estar encadenado como un maldito animal salvaje!? ¿¡Acaso saben lo que puede pensar o como puede sentirse por estar restringido y tratado como... un animal? 

Estaba sin palabras, realmente no tenía ni idea de que era este dolor arrasador que parecía contagiarlo a él, parecía golpearlo en la cara mientras le decía «¿Acaso no notas que ella no está bien?», pero no pudo decirle nada más que verla atónito, sintiendo un enorme peso caer encima de él por la mirada llena de frustración y un sentimiento que no podía describir.

—¿Saben lo doloroso que es estar así?»

Toshinori Yagi cerró sus ojos con fuerza al recordar esa vez, alzó sus párpados mirando hacia la dirección hacia donde se había ido Ichirō Senshi, sabiendo que de alguna forma, aunque no haya estado presente, había tenido una reacción similar el día que fue capturado él junto con Stain; suspiró con pesadez mientras colocaba el teléfono a la altura de su oído para no seguir dejando esperar a la persona al otro lado.

❛Ahora comprendo el por que la joven Tsubomi y el joven Shadow parecen tener miradas similares...❜ fue lo que pensó, con cierta aflicción.

«—¡ES TÚ TURNO PARA TENER TÚ MOMENTO como héroe, Scarlet!

—¡Recibido!

El llanto de la pequeña niña fue lo que llamó su atención, analizando ahora la situación en la que estaba; un grupo de maleantes con caracteristicas de animales y a su vez amenazantes había tomado de rehenes a todas las personas que estaban celebrando una fiesta de cumpleaños, siendo la cumpleañera la que ahora un tipo lobo la estaba amenazando.

Se impulsó con sus flamas en las plantas de sus pies para poder ir rápidamente contra el villano con características lobunas, este dió un fuerte zarpazo a su dirección pero casi en un parpadeo, la chica con vestimenta oscura y rojiza desapareció haciendo que el tipo antropomorfo mostrara confusión al ver el rastro de flamas que tenía enfrente, no obstante, su atención fue luego a la sombra que tenía encima de él, moviendo una de sus orejas. Giró alerta, dispuesto a defenderse, pero una fuerte patada giratoria dio directamente contra su cara, provocando que la presión lo hiciera girar para caer al suelo.

Las plantas de sus botas cayeron firmemente al suelo, resplandeciendo únicamente las zonas rojizas del material. Se enderezó mientras echaba su coleta de caballo hacia atrás al irse hacia su rostro por el movimiento, una resplandeciente sonrisa fue lo que se reflejó en el rostro de la chica, sus orbes grandes y azules parecían brillar de igual manera, pero por la emoción que sentía en aquella situación llena de adrenalina; escuchó el mismo estruendo que ella misma provocó pero viniendo de otro lado, miró hacia allá observando la destreza indomable con la que la heroína conejo Mirko arrasaba con tres tipos a la vez.

Amaba hacer las pasantías con ella.

Miró hacia la niña temblorosa que buscaba cubrirse con el mantel de la mesa en donde estaba el pastel y aperitivos dulces, aún no cayendo en cuenta de que el villano que la amenazaba ahora estaba sin consciencia en el suelo. La pelirroja se acercó hacia ella y se agachó sobre una rodilla, la infante casi de inmediato notó su presencia, alzando dos orejitas, irónicamente con el villano antropomorfo de lobo, ella tenía caracteristicas de un siervo.

—¿E-eh? ¿Quien eres tú? —dijo con un tono de voz chillón y a su vez dulce, la adolescente sonrió un poco más con una calidez en su cuerpo, su voz era hermosa; angelical.

—¡Soy una heroína! ¡Soy Scarlet! —alzó su mano para colocarla suavemente sobre la cabeza de la niña ciervo quien cerró sus grandes ojos verdes ante el contacto, teniendo un pequeño rubor en sus mejillas junto con un brillo en sus orbes—. ¡Estoy aquí para proteger al que pueda!

La pequeña miraba con atención hacia la pelirroja de ojos azules que se llamó a sí misma heroína, notando como había bajado la mascarilla que tenía hasta la nariz, dejando ver una gran sonrisa en sus labios. Su brillo se intensificó por la expresión de la heroína, sintiendo como su corazón se aceleraba ligeramente en emoción.

—¿Heroína...? ¿Una heroína? —la pequeña mostró emoción, ya no viéndose asustada como antes. Hatsulin rio y asintió varias veces.

—¡Sip! ¡Heroína! —exclama la aspirante a heroína con un enorme brillo en sus grandes ojos azules, la pequeña mostraba cada vez más emoción.

—¡G-gracias, muchas gracias! —chilla y asiente repetidas veces la pequeña, ahora el corazón de Hatsulin se llenó de calidez y satisfacción.

—¡No agradezcas! ¡Estoy aquí para proteger la sonrisa y el brillo de las personas! —asegura Tsubomi Hatsulin ahora con una mirada llena de determinación, apretando su puño a la ilusionada niña que tenía enfrente—. Mientras yo esté aquí, ¡nadie deberá de tener miedo!»

—Alza la cabeza cuando estoy hablando, oi. —sintió un jalón en su mandibula y a su vez una leve punzada en su cuello por aquello, se escuchó claramente los sonidos de las cadenas y el ligero choque del metal. Los ojos de Hatsulin no se levantaron hacia la voz que exigió su atención.

Sintió nuevamente un leve jalón desde su mandibula haciéndola fruncir muy ligeramente su ceño haciendo por fin una reacción que le dió a entender al contrario que realmente no estaba muerta, hasta ese punto parecía alguna clase de cadáver por lo tiesa y callada que estaba, parecía casi ni parpadear. La pelirroja miró de reojo hacia la persona que tanto exigía que mirara, observando apenas uno de sus ojos al tener su rostro parcialmente cubierto por aquella curiosa mano.

El peliazul emitió un «Hmm» cuando hizo contacto con los ojos de la adolescente, o al menos, con uno de ellos; a pesar de tener unos ojos de un azul eléctrico, su mirada era bastante opaca. Por varios segundos mantuvieron aquel ligero contacto visual, hasta que el chico lo rompió, soltándola con algo de brusquedad, levantándose.

—Tú mirada es inquietante. —decía el chico mientras se levantaba y rascaba unos segundos su cuello, Hatsulin pudo distinguir unas marcas en su piel en donde pasaba las uñas—. No me gusta sentirme inquieto, aunque me causa intriga.

Hatsulin continuó mirándolo por varios segundos con sus párpados caídos hasta la mitad, mostrando casi una mirada desinteresada. No emitió sonido alguno aunque tampoco es como si pudiera hablar mucho, o al menos audiblemente, sobre todo con el bozal que una vez más tenía cubriendo su boca; agachó nuevamente la mirada de manera perdida al suelo, apenas viendo sus pies por las esposas que cubrían completamente hasta sus antebrazos, manteniéndolos juntos y provocando que el peso la hiciera estar encorvada.

—Desde siempre ha tenido una mirada inquietante. —escuchó una voz de manera vaga y a su vez aburrida, no pudo evitar mirar de reojo hacia la persona a la que hablaba; un chico alto de cabello negro y varias zonas cicatrizadas en su rostro y brazos. 

—¿Eso significa que la conocías, Dabi-kun? ¿¡Por qué no lo dijiste antes!? —ahora habló una chica rubia de manera emocionada, agitando sus puños de arriba hacia abajo casi en protesta.

—No tengo porque decirte, loca.

❛Estoy entre villanos...❜ fue el pensamiento de la pelirroja mientras estaba cabizbaja, elevó su mirada enfrente de ella a un par de metros en donde se encontraba alguien más, este miraba de manera rabiosa a los villanos, mirándola a ella constantemente. Hatsulin lo miró por varios segundos y el chico no tardó en mirarla fijamente, provocando contacto visual; ella pudo percibir lo inquieto e impotente que estaba, aunque a simple vista se veía a la defensiva.

Sus cejas se fruncieron ligeramente casi con aflicción mientras veía hacia Bakugō Katsuki, uno de lo secuestrados por La Liga de Villanos por una razón que aún no comprende del todo, pero sus suposiciones la asustaban. Agachó la mirada casi sin ser capaz de mirarlo, manteniendo sus ojos entrecerrados, fijos en el suelo. Continuó sintiendo la mirada de su amigo puesta en ella, pero ella ya no pudo sostenerla, no siendo más capaz de mirarlo y ver como estaba, ver... como estaba ella.

❛Si hubiera sido más fuerte... Si realmente hubiera sido una verdadera heroína...❜ estrechó sus ojos con cierta rabia, sintiendo ira en esos momentos, impotencia, dolor, tristeza... Sentía todo eso hacia si misma, dejó caer sus hombros con aquella carga invisible que tenía encima constantemente. ❛Ninguno de los dos estaría aquí... Bakugō-kun no estaría aquí❜

Vaya deja vu, ¿no?

¿Alguien más sintió el deja vu de este capítulo con otro? ;)

A mí sí, ya en Be Hero hubo un capítulo así y la verdad sentí una nostalgia, incluso leí dicho capítulo para ver la diferencia.

¿Que tal les pareció el capítulo? Bastante calmado para lo que se vendrá, ujuuum.

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