❪ARC THREE; DEMONS❫
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CAPÍTULO SESENTA:
HUMO NEGRO
❛prueba de valor y supervivencia❜

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©Shanxlabyx
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—NO PUEDO CREER QUE HASTA PARA ESTAS cosas Hatsulin se emocione. —Jirō Kyōka observaba de manera incrédula y con cierta pesadez hacia su amiga de cabello rojizo quien marchaba prácticamente enfrente de ellas, pareciendo la más emocionada de todas.

—Si se emocionó cuando Mandalay nos dijo que teníamos que recorrer todo el Bosque de las Bestias, se puede emocionar con cualquier cosa, kero. —dijo Tsuyu con un poco de diversión, inevitablemente todas recordaron la expresión entusiasmada de su amiga de cabellera rojiza en ese momento, siendo la única que reaccionó así.

❛Prueba de valor, prueba de valor❜ canturreaba la tercera chica más alta de la clase A al mismo ritmo en la que parecía marchar al estar contenta y a su vez emocionada por lo que se venía, ¡sólo una vez estuvo en una prueba de valor! siendo en la secundaria; era una actividad divertida para ella, si era sincera, a pesar de que a varios les parecía aterrador, así como a Jirō que de entre las chicas, era la que parecía más nerviosa.

Finalmente habían cenado, disfrutando del estofado que todos pusieron esfuerzo en hacer. Todos seguían con la misma ropa de rato atrás, bañados y con la barriga llena; Hatsulin agradecía por lo menos no estar tan cansada como el día anterior y el anterior a ese, estaba un poco más lucida y parecía ser la más energetica de todas... como siempre.

—Que emoción, ¡finalmente un descanso de todo! —exclamó Mina mientras daba saltos en su lugar y avanzaba de igual manera, saltando en la espalda de Hatsulin quien casi tropieza y va de cara al suelo, aunque luego se reincorporó, sosteniendo las piernas de la chica que terminó siendo cargada de caballito—. ¡Una actividad normal! —alza sus brazos casi como si estuviera implorando al cielo que eso fuera verdad.

—Si, normal... —dice con una aura oscura a su alrededor la del quirk de Earphone Jack, con su cabeza agachada. Momo le sobó la espalda de forma suave. 

—¡No te desanimes, Kyōka-chan! ¡Ya verás que será divertido! —suelta en un tono animado Hatsulin, girando un poco su cabeza aún con una feliz Mina quien estaba cantando "Prueba de Valor", aferrándose a sus hombros—. Ver cual de las dos clases es la que asusta más, ¡la adrenalina!

—E-ese es tu punto de vista siempre... —dice nuevamente la de cabello violeta, dando una pequeña sonrisa.

—¡Pero será emocionante! —vuelve a decir la de orbes zafiros con una gran sonrisa, alzando la mirada hacia el oscuro cielo de la noche—. Esto es muy genial para mi, a pesar de que estamos entrenando de manera dura, el simple hecho de convivir con todos ¡es emocionante para mi!

—Aw, Hatsu-chan. Eres un solecito. —dice de manera encantada la del quirk de acido, frotando su mejilla contra los cabellos rizados y sueltos de la chica—. Te necesito siempre en mi vida; deja a Bakugō y ven conmigo, casémonos.

—Uhh, que gran ofer... espera, ¿qué? 

 —¡Admítelo, admítelo! —volvió a canturrear en coro la de esclerótica oscura mientras la tomaba de sus hombros y comenzaba a agitarla levemente, aún encima de su espalda.

—¿Que admita qué? ¿De qué me perdí? —cuestiona Hatsulin con una mirada algo confundida en sus ojos; Kyōka la miraba con cierto cansancio mientras Yaoyorozu cubría sus ojos negando con su cabeza.

—Son cosas de Mina-chan, más que nada suposiciones. —señala Tsuyu de manera tranquila, dando un suspiro.

—¡No son suposiciones! ¡Yo sé que es verdad! 

—Hatsu-chan no ha dicho nada al respecto. —asiente Uraraka al lado de la peliverde, cruzando sus brazos.

—¿Alguien me puede decir de qué rayos están hablando? —cuestiona Hatsulin, agitándose un poco para bajar de encima a Mina, jugando un poco con las mangas negras de su vestimenta, siendo aquella prenda que usaba debajo de su ropa para cubrir sus brazos y cuello, al tener cuello alto; encima de esta prenda tenía una camiseta blanca, que tenía un tipo de estampado en medio de All Might, fue su manera de tener más suerte—. ¡No entiendo de que están hablando! ¡Explíquenme!

—Cosas de Mina-chan.

—¡Que podrían ser verdad!

Tsubomi inclina su cabeza hacia un lado de manera confundida, eso no le daba ninguna explicación. Simplemente resopló, abultando sus labios; a veces no entendía a sus amigas, hizo una pequeña mueca por las palabras de la de cabello rosa, pensándolas con atencion para poder analizarlas y saber que no escuchó mal. Miró hacia la nada varios momentos e inevitablemente miró hacia su mano cuando la alzó, viendo el llavero de All Might que por alguna razón tomó y se llevó con ella; observó varios segundos este mismo, tocando su «cara» con su pulgar.

—Miren, hasta trajo el llavero que le regaló, ¡debe significar algo! —nuevamente se escucha la leve insistencia de la chica de cabello rosa que expresaba su emoción y determinación.

—Mina... —regañó con cierta severidad la pelivioleta ante la leve insistencia de parte de la chica del quirk de ácido, Hatsulin seguía mirando un par de momentos el llavero, escuchando pero no prestándole mucha atención a la conversación—. Tal vez... ¿por qué son amigos? —dice con cierta duda al pensar de la persona de la que hablaban.

—Todavía me pregunto un poco la razón, kero, sobre todo viniendo de Bakugō-chan. —dice Asui con un dedo en su mejilla.

—No entiendo porque le dan tanta importancia a eso... —todas miran a la pelirroja cuando finalmente habló, ella seguía mirando el llavero para después guardarlo en su bolsillo—. ¿Por qué están hablando de eso? Más bien, ¿por qué de repente estamos hablando de eso?

—¡Eso es lo que hacen las amigas! —Mina la abraza por el cuello con uno de sus brazos, semi abrazándola. Hatsulin se inclinó un poco hacia abajo, alzando un poco sus cejas y luego mirándola de reojo. Ashido Mina tenía una gran y resplandeciente sonrisa en sus labios—. ¡Somos amigas! ¡Nunca deben faltar este tipo de conversaciones!

La pelirroja continuó mirándola en silencio ante esas palabras, sintiendo un leve apretón justo en su pecho, como si su corazón se hubiera apretujado al escucharla decir eso. Los grandes ojos azules de Hatsulin resplandecieron un poco y luego agachó la mirada, como si asimilara sus palabras.

—¿Puedo saber de que tipo de conversaciones estamos hablando? —se escucha la voz ahora de Mineta Minoru que apareció de repente detrás de Tsubomi y Ashido, ambas lo miraron casi en sincronía, Mineta tenía sus manos alzadas mientras movía sus dedos.

—Una en la que no estás incluido. —lo señala Mina con una mueca en sus labios, Hatsulin sólo lo observó de manera distraída, viendo como ahora la de piel rosa (luego de soltarla) estaba enfrente del enano mientras parecía amenazarlo y este retrocedía. Aunque luego su mirada azulada se fijó en una mariposa que voló alrededor de ellos.

Hatsulin siguió con la mirada a aquel lindo y hermoso insecto que comenzó a volar hacia la izquierda, siguiéndolo en cada momento mientras escuchaba de fondo los regaños y amenazas de Mina junto con las voces de sus demás compañeros. Miró las alas de aquella mariposa que eran de un lindo color violáceo, viendo la gracia con la que se trasladaba. Sonrió un poco al verla, hasta que la mariposa terminó atrapada en medio de unas telarañas que estaban entre unas ramas de arbol; quitó su sonrisa al entreabir levemente sus labios con una mirada atenta, viendo los desesperados y ahora inutiles movimientos de ella para zafarse; sus ojos azules fueron hacia la dueña y causante del cautiverio de la pobre mariposa, viendo a una araña negra comenzar a bajar con sus largas patas hacia su nueva presa.

Sus ojos seguían totalmente fijos en aquella escena a la cual sentía simple curiosidad, nada más que eso, aunque luego sus cejas se fruncieron de manera demasiado imperceptible cuando observó las intenciones de la araña de alimentarse con la mariposa, comenzando a rodearla en su telaraña, sin escape. Sintió como sus dedos se movieron un poco observando lo que sería la muerte de aquel inocente animal, sólo detallando con atención lo que sucedía enfrente de sus ojos, sin mirar hacia otro lado, mirando la muerte de aquella criatura.

—Ya llenamos el estomago y lavamos los platos. —decía mientras tanto Pixie-Bob enfrente de todos con una sonrisa entusiasmada en sus labios—. ¡Ahora...!

—¡Es hora de la Prueba de Valor! —exclama con emoción Mina mientras saltaba y alzaba sus brazos, teniendo casi confeti imaginario alrededor de ella.

—¡La prueba! —le siguen con la misma emoción los que serían Satō, Kirishima, Sero y Kaminari, siendo más que un alivio para ellos que trabajaban el doble. Takeru también estaba en ese grupo, con una expresión algo desinteresada pero alzando y bajando su puño, demostrando que también quería ese respiro.

—Antes de eso, siento decir esto —inmediatamente ese grupo se tensó y se detuvieron, temblando casi de manera tensa. Aizawa Shōta estaba detrás de ellos con las manos en los bolsillos—, pero los de las clases extras vendrán ahora conmigo.

—¡No puede ser! —grita Ashido, cambiando su expresión por completo. Takeru trató de irse lentamente de alli, pero al igual que los demás, fue rodeado y retenido con las vendas de la bufanda que usaba su maestro.

—Lo siento.—se disculpa brevemente—. Su entrenamiento de hoy no fue muy bueno, así que usaremos esta hora. —y los jala, haciendo que cayeran al suelo, comenzando a llevarlos prácticamente a rastras.

—¡Dennos un respiro! ¡Queremos ir a la prueba! 

—Opresor. —decía Takeru con una expresión algo abrumada siendo el único que se dejó arrastrar mientras que los demás reprobados seguían haciendo fuerza para zafarse.

Hatsulin alzó levemente sus manos cuando vio aquello, como si hubiera sido un gesto de querer ayudarlos pero sabiendo que eso era algo obligatorio así que lo único que hizo fue agitar una de sus manos en forma de despedida, escuchando aún las quejas y reproches de sus compañeros. Suspiró luego con levedad y sonrió de forma un poco apenada, sentía algo de lastima por ellos, pero no sabía si ella podría hacer algo al respecto.

❛Bueno, que más❜  se encoge de hombros para cruzar wsus brazos, girándose hacia donde estaban todo el grupo de los Pussycats, esperando que explicaran la Prueba de Valor, aunque sabía de que se trataba.

—Bueno, la clase B será la primera en asustar. —comienza a indicar Pixie-Bob con una sonrisa—. La clase A saldrá en pareja cada tres minutos. En la ruta encontrarán placas con sus nombres. Deben traerlas devuelta.

—Divertirme en la oscuridad... —dice Tokoyami luego de la explicación de sus mentores, Uraraka con una leve sonrisa algo nerviosa lo miró de reojo.

—Quienes asustarán no pueden hacer contacto. Muestren cuanto miedo pueden dar sus Quirks.

—Mierda. —maldice Otani con una expresión de enojo frustrada, apretando uno de sus puños. Los compañeros la miraron con nervios por verla lamentándose por no poder tener contacto con los que iban a asustar, aunque sentían que podría ser mejor para todos.

—Ganará la clase que haga mojar más pantalones con su creatividad. —señala Tiger mientras sus compañeras posaban detrás de él, aunque sería más bien Pixie-Bob y Ragdoll; la peliverde saltaba emocionadamente mientras la rubia tenía una pose de malicia.

—Deja eso. Da asco. —dice Jirō con una mueca en sus labios.

—¡Ya veo! ¡Quieren que compitamos para mejorar nuestras ideas y darnos más opciones para nuestros quirks! ¡Genial, U.A.! —ahora se une Iida con un deje de admiración en su voz, aunque teniendo aún aquel porte serio, encontrándole lógica a aquel juego entre ambas clases de heroísmo, o al menos, eso creía él.

—¡Wu, Prueba de Valor! —exclama con emoción Hatsulin mientras aparecía detrás de él, alzando sus brazos.

—¡Bien, sorteemos los emparejamientos! —grita nuevamente Pixie-Bob, alzando una de sus garras llena de varios papelitos que mostraban números, siendo la manera en la que se elegirían los equipos.

❛A ver, ¿con quien me tocara?❜  chispeaba Hatsulin con emoción luego de sacar el papelito que le correspondía, casi de inmediato luego de ver el número comenzó a mirar hacia su alrededor con curiosidad, tratando de distinguir a quien fue la persona con la que le tocó; caminó un poco mientras pasaba entre sus amigos hasta que sonrió contenta cuando distinguió a su pareja en aquella Prueba de Valor, no tardando en comenzar a caminar hacia él.

Trotó emocionada al sentirse de esa manera, deteniéndose unos pasitos detrás de él para no terminar arrollándolo por ir corriendo, mirando su espalda por varios segundos, esperando que se diera de cuenta de su presencia. Se inclinó hacia un lado, asomándose por sobre su brazo de manera curiosa para luego mirar el perfil de su rostro que se veía concentrado, murmurando quien sabrá que cosas; Hatsulin sonrió a labios cerrados y se enderezó, colocando sus manos detrás de ella. Alzó su mano derecha, teniendo en la izquierda su número, para llevarla a su hombro y tocarlo un par de veces, viendo como salía de su burbuja y la volteaba a ver.

 —¡Hey!~ —canturrea ella mientras hacía el gesto de amor y paz con su mano libre cuando observó la confusión en el rostro de su compañero, pareció procesar un momento hasta que se sobresaltó un poco, casi de inmediato colocándose algo ruborizado y nervioso.

—¡T-tsubomi-san...! —soltó Midoriya Izuku de manera nerviosa y sorprendida, casi escuchándose un deje de confusión en su exclamación; aunque efectivamente estaba nervioso. Hatsulin simplemente se rió levemente por su reacción.

—¡No estés nervioso! Ya llevamos tres meses conviviendo. —dice con diversión, colocando sus manos en su cintura para alzar una, agitándola de arriba hacia abajo—. ¡Y llámame Hatsulin! no me llames por mi apellido. ¡Somos amigos, tengo la confianza suficiente para que me llames así! —declara con seguridad.

—¡E-eh... si, si! —asiente el pecoso aún con ciertos nervios, mirando hacia otro lado con una sonrisa temblorosa y nerviosa en sus labios, casi cubriéndose medio rostro con una de sus manos. ❛Es demasiado brillante que me pone nervioso el doble, mucha energía...❜ piensa Izuku tragando un poco de saliva para suspirar, colocándose ligeramente más tranquilo y mirándola—. E-esta bien... —hace una pequeña pausa, dudando en hablar, pero sonríe con más seguridad—, Hatsulin-san.

La aludida sonríe un poco más, con lo que parecía casi ser un brillo en sus ojos de emoción aunque desde antes lo tenía. Izuku no pudo evitar relajarse un poco por verla tan feliz, aunque, si era sincero, ella siempre se veía así de sonriente, pero había ese algo que le transmitía calidez. Rascó un poco su mejilla aún algo ruborizada por aquellos nervios de tener una chica cerca.

—Supongo... que somos pareja. —Hatsulin lo miró fijamente por algunos segundos, sobresaltándolo y haciendo que se colocara rojo y comenzara a agitar sus brazos de un lado a otro, más que nervioso—. ¡Q-... quiero decir, pareja en esta prueba! ¡Un dúo! ¡N-no pienses mal lo que dije! ¡Somos una p-pareja- digo, un equipo de dos!

Hatsulin achicó sus ojos hacia su dirección con sus labios un poco torcidos mientras Izuku seguía agitando sus brazos nervioso, luego ella apretó sus labios y el pecoso se detuvo cuando escuchó un «Pff» venir de ella, observando como agachaba la cabeza y temblaba un poco. El más alto pestañeó confundido mientras continuaba mostrándose nervioso, hasta que la pelirroja alzó el rostro con sus mejillas un poco rojas, comenzando a carcajearse.

—¡Eres demasiado único, héroe llorón! —dice entre risas la de menor estatura, haciéndolo volver a parpadear confundido. Hatsulin se limpió una pequeña lágrima de su ojo por haber reído tanto, incluso sus mejillas se habían puesto algo rojas por reír—. ¡No te preocupes! No estés nervioso conmigo, sé a lo que te refieres desde que lo dijiste. ¡Somos un equipo! ¡Haremos que nuestra clase llegue a la victoria, Midoriya-kun! —exclama con determinación mientras que alzaba su puño hacia él.

Izuku se le quedó mirando aún con ciertos nervios hasta que fue poco a poco relajando su rostro, viendo el de ella. Un pequeño brillo apareció en los ojos del chico y sonrió, teniendo ahora un sutil rubor en sus mejillas; sonrió con cierta ilusión por el animo que le transmitió. Asintió con más seguridad, alzando su mano con cierta duda al principio hasta convertirla en un puño, chocándola suavemente con Hatsulin.

—¡Si! —dice con un poco más de seguridad, haciendo sonreír entusiasmada a la chica.

—¡Así se habla, Midoriya-kun! ¡Ánimo, ánimo, que nuestra clase saldrá ganadora! —agita sus puños de arriba hacia abajo como suele hacer, colocando un poco nervioso devuelta al pecoso por aquella energía pero soportándola al ya estar un poco más acostumbrado, aparte de ser parte de su personalidad.

—¡Oye, maldito Deku! —el susodicho se sobresaltó y tensó inmediatamente cuando escuchó esa espeluznante y a su vez amenazante voz, volteando de manera lenta y temerosa hacia detrás de él—. ¡Cambia de pareja conmigo! —decía Bakugō Katsuki con una aura amenazante, señalando a detrás de él en donde estaba Shōto, serio y tranquilo.

—¿E-eh? Pero, Kacchan... —balbucea el pecoso con duda.

—¡Cállate! ¡Prefiero mil veces estar con la pirómana que con el mitad y mitad! —reclama mientras miraba con sus ojos blancos del enojo al heterocromatico quien estaba saludando con la mano a Hatsulin quien a pesar de verse momentos atrás, lo saludaba con la mano—. Ella es una compañia más soportable, así que ¡cambia conmigo!

—Si es tu forma de decir que te gusta estar conmigo, ¡entonces gracias! —suelta Hatsulin mientras se colocaba a un lado del nervioso peliverde quien alzaba sus manos y retrocedía por la aura amenazante del cenizo quien se sobresaltó y la miró inmediatamente.

—¡Yo no dije eso! ¡Dije que eres menos insoportable que el mitad y mitad! —explica con cierta rapidez y aún aquel atisbo amenazante en su voz, agitó su cabeza un poco para volver a mirar al pecoso y señalarlo con exigencia—. ¡Apresúrate y cambia conmigo!

—No desprecies a mi primo, Bakugō-kun, puede que lo hagas sentir mal por querer cambiar de equipo.—dice la pelirroja, provocando que el cenizo lo volteara a mirar con sus ojos extendidos y reflejando una mirada de enojo; la chica continuaba teniendo una sonrisa en sus labios, cerró luego sus ojos cuando inclinó su cabeza a un lado—. ¡Será para la próxima que vayamos juntos!

Bakugō la miraba fijamente aún con sus ojos bien abiertos, observando aún la expresión dulce y apacible de la pelirroja quien seguía dándole una sonrisa. Sintió algo removerse en él haciéndolo apretar sus puños un poco con cierta tensión, pareciendo ahora algo conflictivo aunque se veía más que nada molesto. Shōto por otro lado sólo observaba la escena en silencio, viéndose bastante tranquilo al lado de Izuku quien seguía nervioso.

—¡No me importa! —dice el cenizo con cierta dificultad en las primeras silabas, señaló nuevamente a Izuku—. ¿Prefieres estar con el nerd? ¡Aún así no quiero ir con el mitad y mitad! ¡Cambia conmigo! —vuelve a exigirle al peliverde quien retrocedió con sus manos en alto, negando con estas mismas.

—Aoyama... ¡Cambia conmigo, por favor! —decía de igual manera Mineta con una aura oscura a su alrededor mientras se dirigía al glamuroso rubio quien negaba rapidamente, con Yaoyorozu a su lado, retrocediendo un poco.

Al final nadie cambió pareja con nadie.

LA SONRISA NO CAMBIABA NI UN SEGUNDO MIENTRAS se escuchaban los gritos aterrados de algunos de sus compañeros, esperaba ahora pacientemente a que sea el turno de Izuku y el de ella para poder recorrer el tramo que era asignado y evitar el gritar. Sinceramente, ella era alguien algo dificil de asustar debido a que tenía una percepción demasiado aguda y se daba de cuenta casi de inmediato si alguien se acercaba a ella, aunque no sabía como asustaría la clase B debido a que podían usar los quirks y ver que aterradores podrían hacer. 

Miraba con una sonrisa como ahora eran Tsuyu y Ochako las siguientes en pasar, notando como la castaña era la más aterrada. Hatsulin tenía sus brazos cruzados con una sonrisa en sus labios que nadie le podría quitar, aunque era un gesto facial leve al tener es una sonrisa de labios cerrados, mirando hacia la nada. Izuku la miraba de reojo disimuladamente con un poco de nervios y a su vez gran curiosidad.

❛Siempre la veo sonriendo, no hay momento en la que tenga otra expresión en el rostro. Me recuerda a All Might❜  era lo que pensaba el de cabellera rizada al recordarle a su mentor en su forma heróica, en donde todo el tiempo se encontraba sonriendo. Justo así era la pelirroja de orbes azules que estaba a su lado, miró hacia abajo mientras movía un poco sus manos contra sus piernas, sintiéndose nervioso por el silencio que había entre ambos luego de tener a la más baja hablando de diversas cosas, ahora sólo esperando... en silencio.

Hasta que de la nada Hatsulin giró su rostro hacia él, provocándole un sobresalto. —¿Cuál es tu comida favorita? —dice en un tono alto y energético.

❛¡Busca conversaciones de la nada...!❜ fue lo que pensó el de pecas con una aura algo temblorosa a su alrededor, sintió como si le hubiera leído la mente cuando pensó en algo para hablar, pero siendo un problema para él en esa situación, principalmente al estar con una chica como ella que la colocaba bastante nervioso a pesar de que su compañía era agradable y cálida, literalmente hablando.

—¡B-bueno...! Mi comida favorita e-es... el katsudon. —murmura aún un tanto cohibido por hablar con ella, a pesar de todas las ocasiones en donde han interactuado, incluso agarrando cierta confianza, no estaba del todo acostumbrado. Sonrió con un poco de timidez—. ¿Y cuál es la tuya. Hatsulin-san? 

—¡La mía es el peyoung yakisoba! —suelta con emoción y un pequeño sonrojo en sus mejillas al imaginarse dicha comida, sea la del super mercado o la casera—. ¡Me gusta mucho el peyoung yakisoba! Antes de que me gustara, pensaba que los dulces eran mi comida favorita, aunque también me gustan mucho. —Izuku sonríe un poco por eso, viendo como ella junta sus manos con cierta emoción hasta mostrar cierto asombro como si le hubiera llegado una idea, volteándolo a mirar—. ¡Mañana podríamos comer katsudon! ¿No parece buena idea?

—¿Katsudon...? ¡Si! —habla con un poco de emoción el pecoso hasta mostrar un poco de desconcierto—. Pero... ¿por qué katsudon? Pensé que tu favorito era el peyoung yakisoba.

—No como a menudo el katsudon, despues de todo ¡casi todo el tiempo como peyoung yakisoba! Bueno, a veces. Comer algo en exceso es malo, ¡muy malo! —❛A veces parece una niña pequeña...❜  vuelve a pensar Izuku ante la actitud de la pelirroja, aunque luego sonrió admirándola, era alguien peculiar pero muy buena compañía.

—Me parece bien esa idea. —dice con una sonrisa el pecoso, ahora sintiéndose más suelto y tranquilo con ella. Era fácil hablar con Tsubomi Hatsulin a pesar de su personalidad intensa.

—¡Genial! ¡Le diré a todos como sugerencia para la cena de mañana!

Midoriya vuelve a sonreir con levedad por sus palabras mientras sentía una linda y cálida sensación en su pecho. Hatsulin volvió a mirar hacia el cielo mientras sonreía, entrecerrando un poco sus ojos, sintiéndose contenta y feliz en esos momentos, convivir de esa manera constante con sus compañeros la ponía verdaderamente feliz, sintiendo que no ha pasado ni un momento en la que se sienta mal o desanimada como suele sentirse estando a solas, ni siquiera cuando había momentos en los que estaba sola en algún lado, eran momentos en los que mostraba como se sentía como casi todo el tiempo se sentía; con culpa y con remordimiento.

Sentía que todo estaba mejorando. Ella sentía eso... sentía... siente...

❛Esa sensación❜ dice en su mente la pelirroja mientras lentamente la sonrisa en sus labios junto con su expresión alegre iba desvaneciéndose, sintiendo una fuerte pulsación en su nuca, un cosquilleo que se extendía por todo su cuerpo hasta removerse algo en su pecho, sintiendo como inmediatamente su corazón se acelerara por unos segundos, mirando hacia la nada. Una sensación de peligro comenzó a recorrer todo su cuerpo.

Una sensación que sólo le indicaba cuando algo malo pasaba, aquel instinto que había desarrollado con los años desde su horrible infancia. Una sensación que por lo menos ese año no ha sido la única vez que lo sentía. Agachó un poco su mirada de manera algo inexpresiva y a su vez algo consternada, mirando hacia cierto punto de manera totalmente fija, sin quitar la mirada de allí. Sin quitar la mirada del humo negro que comenzaba a alzarse a lo lejos entre los arboles, comenzando a sentir un leve aroma a quemado cuando movió su nariz.

—¿Hatsulin-san...? —llama con cierta confusión Izuku al ver la expresión que tenía ahora la pelirroja, viendo un enorme cambió a la cara que tenía antes; su mirada se había puesto opaca y casi perturbada pero de una manera muy imperceptible. Con duda y un poco de temor comenzó a mirar hacia la misma dirección en donde ella misma veía—. Miren eso... 

—Humo negro. —dice de inmediato la pelirroja sin quitar la mirada de aquella dirección, todos comenzaron a sentir al aroma de algo quemándose, junto con el muy ligero resplandor a lo lejos.

—¿Algo se quema? ¿Un incendio en la montaña? —habla alarmado el delegado de la clase A por aquella idea.

❛¿Shōto-kun habrá reaccionado por algún susto y activó su lado de fuego? No, si hubiera sido así él usaría su lado de hielo. ¿Quizás... Bakugō-kun? No, se habría escuchado una explosión...❜ es lo que pensaba Hatsulin, comenzando a colocarse inquieta mientras miraba hacia la dirección en donde parecía comenzar algún incendio, sintiendo sus dedos temblar al hacerlos puños. 

De la nada, sintió un corrientazo en todo su cuerpo que la hizo mirar inmediatamente hacia atrás cuando algo en su cuerpo se alertó, haciéndola mirar automáticamente hacia atrás en donde había aún una manta de arboles. 

❛¿No será...?❜ pensó de manera casi asustada, y como si sus pensamientos hubieran acertado, casi de inmediato observó como una aura rosácea rodeaba a Pixie-Bob quien exclamó alarmada al no tocar el suelo, siendo de la nada arrastrada hacia los arboles. Hatsulin achicó sus pupilas cuando observó como la heroína rubia era golpeada con fuerza en la cabeza por un gran objeto, cayendo de inmediato al suelo; se giró de manera lenta viendo a la rubia tendida en el suelo, ahora con sangre derramando de su cabeza y una fina linea de sangre derramando de sus labios. La de orbes azulados apretó la mandibula con una sombra perturbada en sus ojos al ver esa escena.

«—¿Esto es lo que quieres, Hatsulin? ¿Que la inútil de tu madre esté en esta posición?»

—Las gatitas estorbaban. —dijo la persona responsable de la escena que vio enfrente de sus ojos, teniendo un deja vu en donde no veía al cuerpo de Pixie-Bob en el suelo, por un momento la escena se vio borrosa y por unos instantes vio fue a su madre. Su respiración se atoró en su garganta mientras alzaba la mirada, volviendo a la realidad y sacando la voz de su abuela de su cabeza.

—¿P-por qué...? —retrocedía de forma asustada y nerviosa Mineta, todos los presentes tenían la misma expresión, viendo a dos desconocidos; un tipo grande con gafas que sostenía la cosa con la que golpeo a Pixie-Bob, apoyándola sobre la cabeza de la inconsciente heroína, a su lado había un chico con apariencia de lagartija con una vestimenta que ya varios habían visto antes—. Pensé que s-se aseguraron... ¿¡P-por qué hay villanos aquí!?

❛Villanos... ellos son... villanos❜  era lo que pensaba la pelirroja con una expresión algo perturbada mientras sentía su pulso acelerarse y su respiración tratar de agitarse, sintiendo la ansiedad tratar de explotar en su cuerpo. Tragó saliva mientras apretaba los puños, clavando sus uñas en sus palmas, tratando de provocarse dolor para poder controlarse y no acabar en un ataque de ansiedad. Volvió a tragar la saliva de su boca que comenzó a calentarse, sintiendo cierta alteración en su cuerpo; recompuso su postura con una expresión más seria.

—¡Pixie-Bob! —Midoriya a su lado corrió directamente hacia la heroína de cabello rubio, aquello la alertó por verlo correr hacia allá, pero fue detenido por Tiger y Mandalay, todos teniendo expresiones tensas en sus rostros, aunque la de cabellos castaños y cortos se veía más preocupada e inquieta.

Hatsulin volvió a mirar de manera fija a ambos villanos, nunca los ha visto en su vida, aunque no es como si viera constantemente villanos; sólo recordaba algunos en sus pasantías con Mirko pero estos terminaban detenidos y en la cárcel, también de igual manera en Nakano al considerar que toda esa gente eran villanos. Un enorme peso apareció en su espalda y en sus hombros al imaginarse que fueran la gente de Asahi Kaito o algo por el estilo en lo que pensaba si los había visto antes, entrecerró un poco su mirada de manera analítica y alerta, sintiendo una gota de sudor bajar por su mejilla mientras pensaba en si eran unos villanos ordinarios que terminaron allí; miró hacia donde venía el humo, podrían ser los causantes de eso.

Los miró lentamente mientras seguía analizando todo, fue enderezándose un poco al recordar un grupo en particular que no hace mucho vio, siendo en la primera semana de clases, en donde vivió una situación que ya tiempo atrás había presenciado, haciéndola elevar sus cejas y extender sus ojos con una expresión de shock, mirando a cada uno de los villanos. Frunció el ceño consternada, quería creer que no era lo que pensaba, ¿no es así? Pero si no fuera así, la situación no la tranquilizaba tampoco. Miró nuevamente y de manera veloz hacia el bosque con una mirada de preocupación al recordar a sus compañeros, sintiéndose cada vez más ansiosa.

—¿Cómo están esta noche, Preparatoria U.A.? —decía el villano con apariencia de reptil con una sonrisa en sus labios mientras usaba un traje prácticamente idéntico del ya encerrado Stain, el asesino de héroes—. Somos el Escuadron de Vanguardia de la Liga de Villanos.

La mirada de Tsubomi inmediatamente se volvió opaca mientras agachaba un poco el rostro, optando una postura alerta, totalmente fija en esos villanos que se autopresentaron como miembros de La Liga de Villanos; sus manos se calentaron al igual que su cuerpo tanto por cuenta propia como por la leve alteración que sentía, pero viéndose alerta y un poco menos nerviosa que sus compañeros a pesar de que en su interior se sentía así. Estaba preparada para atacarlos en cualquier momento si era necesario, sus ojos bajaban de vez en cuanto a Pixie-Bobo quien seguía inconsciente.

—¿Le aplasto la cabeza? ¿Qué dicen? —habla de manera arrogante en amenaza el tipo de gafas con cabello marrón que caía justo encima de sus hombros. Hatsulin alzó inmediatamente sus ojos de manera intimidante hacia él ante su amenaza, siendo algo riesgoso debido a que la cabeza de la heroína de cabellos rubios estaba bajo de lo que sea que ese tipo tuviera en manos—. ¿Eh, qué dicen?

—Yo te la aplastaré antes... —Hatsulin murmura en una amenaza silenciosa apenas audible mientras tenía una mirada oscura en sus ojos, mostrando intimidación en ellos.

—Como si fuera a dejarte... —chita con un tono de voz molesto el miembro de los Pussycats, teniendo un atisbo de rabia en su expresión hacia el tipo que lastimó a su compañera. Inmediatamente, el villano con apariencia de reptil se puso enfrente del otro villano.

—¡Espera, no te apresures, Mag! —habla con cierta severidad mientras hacía un gesto de stop entre el villano llamado Mag y los demás—. Tú también, Tiger. Cálmate. Depende de si tener poder sobre la vida y la muerte sigue el principio de Stain, también hay que esperar para atacar en el momento justo, como lo hacía Shadow. 

❛¿El Asesino de Héroes? ¿El Cazador de Villanos?❜ fue lo que pensó la chica de la cicatriz ante el nombramiento de aquel tipo al cual por suerte no tuvo la oportunidad de verlo cara a cara, bueno, a ninguno de los dos; tenía entendido que ambos fueron detenidos en el Tartaros, aunque se dice y hay rumores sobre que el que era un seguidor y hasta un protegido de Stain no fue enviado a esa carcel. Apretó levemente sus labios. ❛¿También son seguidores de Stain? hasta de Shadow...❜

—¿Sus ideologías los trajo a ustedes? —exige Tenya de manera alerta y severa al escuchar el nombramiento de aquellos dos "villanos", como varios los habían tachado.

—Así es. —responde con una gran sonrisa el que vestía de Stain—. Soy... —hace una pausa y luego señala al delegado de la clase A—. Tú, el de lentes. Eres el que acabó con Stain y Shadow en la Ciudad Hōsu. Lamento la tardanza. —habla con arrogancia y cierto coraje, tomando el mango del arma que traía en su espalda para alzarla, dejando caer las vendas que lo cubrían, dando la vista de un montón de cuchillas—. Soy Spinner, el que hilará sus sueños a la realidad y demostrará la verdadera cara de los que se hacen llamar héroes. 

❛¿«Sus sueños a la realidad»? ¿«La verdadera cara de los héroes»? ¿Esos son los ideales de Shadow y Stain?❜ se cuestiona nuevamente la pelirroja un poco confundida ante sus palabras, sobretodo las últimas que la dejaron pensando un poco hasta volver a mostrar una expresión alerta y seria, mirando a los aparentemente llamados Spinner y Mag, si no mal escuchó como el de piel verde llamaba al robusto. Gruñó un poco mientras escuchaba la intimidante voz de Tiger que defendía a la pobre Pixie-Bob, con escuchar las palabras de que ella estaba preocupándose por casarse y ser feliz, sintió una punzada en su pecho por recordar a su hermana Gie.

«—Yo realmente quería formar una familia. —decía la de cabellera anaranjada mientras miraba a la bebé en su cuna—. Quería casarme, tener un buen esposo y tener hijos como se debía, no así... —mira hacia su dirección con una sonrisa un poco amarga—. La vida da muchas vueltas, ¿sabes?»

Agitó levemente su cabeza para dejar de estar recordando esas cosas justo ahora, tenía que mantenerse en la realidad y no abrumarse los pensamientos. Su mirada era seria y algo opaca por la situación, aunque a comparación de antes tenía un pequeño brillo, un brillo de preocupación por todo y todos, por los héroes, por Shōto, por sus amigos. Todo, aunque no pareciera, realmente estaba asustada...

—Tiger, transmití instrucciones. Déjale los estudiantes a Ragdoll. Nosotros los detendremos. —dijo Mandalay con determinación y seriedad, pero Hatsulin al mirarla podría darse de cuenta que estaba el doble de preocupada. A pesar de todo, mantuvo su seguridad y los volteó a ver—. Váyanse. Escuchen. No peleen. El delegado está a cargo.

—¡Entendido! —responde Iida con seguridad, luego los mira a todos, o al menos, a los compañeros que quedaron allí. Hatsulin miró hacia la dirección del bosque con una mueca preocupada en sus labios, sintiendo sus dedos temblar—. ¡Vamos! —exige mientras comenzaba a correr con ellos, Hatsulin retrocedió un par de pasos con dudas y su mandibula apretada, apunto de seguirles el paso hasta que escuchó nuevamente la voz del delegado—. ¡Midoriya-kun!

La pelirroja se detiene, volteándolo a mirar igual. El peliverde observaba hacia la dirección de Mandalay, sin saber muy bien que expresión tenía, pero luego comenzó a percatarse de la mirada que tenía cuando los volteó a ver, una mirada que ha visto ya antes y que ya conocía muy bien. Justo en la misma situación en la que estaban actualmente, justo la misma mirada; la mirada de determinación de querer hacer algo, sin importarle el riesgo.

—¡Adelántense! —exclama con determinación, sorprendiéndolos. Luego, vuelve a mirar hacia la heroína de cabello castaño—. ¡Mandalay! ¡Sé donde está!

Los ojos de Hatsulin se abre ligeramente por sus palabras, sintiendo confusion ya que no tenía idea de a quién se refería. Trató de analizar un poco la situación sobre las palabras de su amigo pecoso, miró hacia Mandalay y luego hacia Izuku, fijándose un poco en los sentimientos de ambos y dándose de cuenta de que ambos parecían tener una inquietud y preocupación algo particular. A donde sea que vaya a Midoriya Izuku, iba a buscar algo preciado para la heroína al tomar en cuenta que lo dijo personalmente hacia ella. 

Algo preciado, algo importante... 

El foco encendió en su cabeza al recordar al niño que siempre veía rondar por ahí con unos sentimientos llenos de enojo y hasta rencor, el mismo que golpeó justo en la entrepierna a Deku el día que llegaron al campamento, y si no mal recuerda, ese niño era familia de Mandalay, su sobrino. Alzó sus cejas por caer en cuenta de ese niño de no más de cinco años, sintiendo ahora una creciente preocupación en su interior por él. Enserió luego su mirada y al momento que el peliverde iba a irse, ella avanzó hacia él.

—Midoriya-kun. —llamó a su compañero, haciéndolo detenerse y también ganándose una mirada preocupada de Tenya y los demás por ver como se encaminaba hacia su dirección. Izuku se veía igual que ellos, confundido—. Iré contigo.

—¿Eh...? ¡No, Hatsulin-san! —niega casi de inmediato con preocupación y un poco de severidad, y a pesar de eso, ella no daba su brazo a torcer en su expresión—. ¡Es peligroso, yo puedo ir so..!

—Y por esa misma razón, iré contigo. —empuja levemente su pecho con su dedo, dejándolo allí. La expresión de Izuku era de confusión y preocupación, hasta mostrar cierto asombro cuando vio como ella le sonreía—. Ya te lo dije una vez, de las orejas te traeré antes de que te maten. No voy a permitir que un pobre niño esté en peligro y mucho menos tú. Iré contigo a poner a salvo a Kōta-kun, juntos.

Midoriya sintió un leve corrientazo que recorría su cuerpo ante el recuerdo de sus palabras, siendo en la situación donde él se disculpaba por lo sucedido en el ataque a U.S.J. y en donde ella lo regañó, usando esas palabras. Apretó levemente sus labios y volvió a enseriar su rostro, asintió con seguridad y a su vez determinación, sintiéndose incluso un poco menos asustado aunque en esa situación lo que más le asustaba era como se encontraba Kōta.

—Muy bien, ¡vamos rápido! —aprieta su puño con determinación recibiendo un firme asentimiento de la pelirroja, así que ambos comenzaron a correr inmediatamente de allí, escuchando el llamado de parte de Iida luego de la afirmación de Mandalay en que fueran.

Hatsulin corría rápidamente entre los arboles, siguiendo los pasos del peliverde quien miraba fijamente hacia adelante, con una expresión seria en su rostro, aunque aún así se mostraba preocupado. Lo miraba constantemente de reojo al ir a la par para luego mirar hacia enfrente cuando notó los rayos verdosos que lo rodearon, indicando que estaba activando su quirk. Si debían llegar rápido, tenían que usar sus quirks. Esperaba no volver a encontrarse con un villano, sobretodo con la orden de no pelear. Frunció el ceño, debían darse prisa.

Su mirada resplandeció ligeramente cuando también comenzó a activar su quirk, sintiendo como sus manos comenzaron a calentarse y echar humo por el calor; recordó el mismo humo negro de hace rato y tragó seco, debían darse prisa. Tenían que ponerse a salvo. Encendió las flamas de su quirk justo en sus manos para poder impulsarse hacia adelante, agarrando velocidad por el impulso, observando y siguiendo a Midoriya Izuku quien gracias a la velocidad que le proporcionaba su quirk, se subía y saltaba velozmente de árbol en árbol.

❛Tranquilo, Kōta-kun, vas a estar a salvo. Todos van a estar a salvo...❜  pensaba entre los impulsos con su quirk, girando y pasando por los arboles, siguiendo a Izuku, llegando un momento en donde se colocó a su par. Miró de reojo hacia el peliverde al sentir la enorme tensión y preocupación que llevaba encima, pero luego notó como una figura de la nada estaba al lado de él, una figura que apenas pudo distinguir. Sólo llegando a ver como alzaba un arma filosa, y había sido tanta la rapidez con la que apareció que ni siquiera el pecoso se dió de cuenta si no segundos despues, viendo de reojo hacia la persona hasta mostrar shock.

—Te atrape, pequeño estorbo. —dijo la voz de forma burlona y casi en cámara lenta mientras Izuku lo observaba con shock, y antes de que tan siquiera el tipo lo atacara, Hatsulin se lanzó hacia Izuku, tacleándolo, provocando que esquivaran el ataque del arma del villano que terminó cortando un árbol. Ambos adolescentes cayeron al suelo, rodeando momentáneamente.

—Ah, ugh... —se quejó levemente Izuku mientras se sentaba un poco en el suelo, aún teniendo leves resplandores de su quirk. Hatsulin se sentó, sosteniéndole los hombros.

—¡Midoriya-kun! ¿Estás bien...? —decía Hatsulin con preocupación mientras el pecoso asentía levemente, mirando hacia la dirección en donde se veía una figura aparecer luego del estruendo que provocó que el arbol que aquel tipo cortó con su arma.

Hatsulin miró hacia allá con cierta alarma en sus ojos, observando la figura que se alcanzaba a ver entre la tierra que se levantó en una cortina de humo por el arbol caído. Veía fijamente hacia allá de manera alerta, y lo primero que vio, fue como entre la cortina de humo aparecía una bota estilo militar que se apoyó encima del arbol. Sus ojos comenzaron a extenderse cuando distinguió aquel calzado y fue subiendo temblorosamente la mirada hacia la persona que fue revelándose poco a poco cuando él pasó su brazo entre el humo, revelándose.

—Vaya, vaya... —dijo una voz grave y llena de burla, Midoriya también se alertó al escuchar su voz mientras que la expresión de Hatsulin comenzó a mostrar horror cuando el rostro del villano que los atacó fue revelándose. Unos malévolos y burlones ojos rojizos resplandecieron junto con una sonrisa filosa—. Veo que estas ratas si saben escapar~...

—Tú... —dice Izuku con un tono alarmado y serio, tensándose cuando vio aquel familiar rostro lleno de marcas oscuras. Hatsulin comenzó a temblar en su lugar, totalmente paralizada, sin poder quitar su mirada de él, teniendo sus ojos completamente opacos y aterrados.

El de ojos rojizos se carcajeó suavemente mientras alzaba la cabeza, viéndolos desde arriba con superioridad; alzó una de sus manos que sostenía una guadaña roja y desgastada. El chico inclinó su cabeza hacia un lado sin dejar de sonreír de manera amenazante y divertida junto con una inquietante emoción, él relamió sus labios volviendo a reir levemente. Hatsulin sólo podía sentir el terror comenzar a recorrer su cuerpo y como pequeñas flamas agitadas salían de las puntas de los dedos, Izuku mostraba también cierto terror, sobretodo por ver a aquel tipo que no veía desde aquella trágica clase en donde los villanos invadieron U.S.J..

Aquel villano que no esperó ver en esos instantes, aquel villano que siempre sonreía con burla, aquel villano que aterraba a Tsubomi Hatsulin.

—¡Iyassu! —exclama Izuku, siendo que finalmente el villano se reveló con una postura amenazante y superior. Él sonrió con curiosidad, viendo a ambos adolescentes volvió a reir levemente, relamiéndose los labios.

—Nos vemos nuevamente, Meinu...

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