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❪𝟱𝟳❫ ; 𝘄𝗶𝗹𝗱, 𝘄𝗶𝗹𝗱 𝗽𝘂𝘀𝘀𝘆𝗰𝗮𝘁𝘀!

❪ARC THREE; DEMONS
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CAPÍTULO CINCUENTA Y SIETE:
¡WILD, WILD PUSSYCATS!
❛con mucho esfuerzo❜

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©Shanxlabyx
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—HICISTE TRAMPA, ESTOY SEGURA QUE HICISTE TRAMPA. ¡ME HAS GANADO COMO TRES VECES! ¿TIENES ALGUNA carta escondida por algún lado? ¡Muéstrate!

—No tengo ninguna carta escondida, ¡aprende a ser buena perdedora! —Hatsulin la señala con una sonrisa burlona, pudo ver como Mina lanzó el resto de cartas del juego de Uno en el pequeño espacio que tenían entre ellas entre los asientos para jugar a ese icónico juego, en donde nadie tenía piedad contra nadie.

La pelirroja no evitó reírse entre dientes ante la reacción de la de piel rosácea por haber perdido otra de las partidas cuando lanzó la ultima carta y soltó "uno", dando así su victoria. Ashido se cruzó de brazos mientras hacía un puchero, mostrándose inconforme con el resultado. Era una forma de pasar el tiempo allí en el autobús en lo que llegaban en donde sería el campamento, era un ambiente bastante agradable; todos hablaban entre si, e incluso llegó un momento en el que por petición de Denki, colocaron musica. 

Era un viaje bastante ameno.

Sonrió cuando comenzó a recoger las cartas con las cuales se las arreglaban para que no se cayeran por algún movimiento del bus, aunque como el camino no tenía grandes curvas o baches, no había movimiento, así que podían disfrutar tranquilamente su juego. Ella terminó por sentarse junto con la chica del quirk de ácido, estuvo más que contenta por ese resultado, y Mina, ni que se diga, aunque realmente ella estaría feliz y contenta con cualquiera que se siente a su lado.

—Bueno, juguemos otra vez. ¡Esta vez si te voy a ganar! —alega la de escleróticas oscuras con un puño a la altura de su pecho, mostrando determinación y disposición; Hatsulin sonrió, repartiendo nuevamente las cartas, dejando una al azar en el medio. La de cabellera corta y rosácea mira rápidamente sus cartas, alzando y lanzando una de ellas dramáticamente—. ¡Verde!

—Y ahora, come dos.

—¡Apenas empezamos, deja de lanzarme esas cartas!

Hatsulin vuelve a reírse en voz baja, agitando un poco sus hombros mientras sonreía maliciosa. Le encantaba molestar a Mina en ese juego, de por si ella era alguien algo impaciente y el hacerla "comer cartas" con aquella en donde se sumaban cartas al que seguía luego del que la lanzaba, podía admirar claramente como su paciencia se iba conforme la hacía comerse más cartas. Era gracioso, al menos para ella.

Por su parte, junto con Mina estuvieron jugando Uno y en ocasiones charlaban con las chicas que estaban sentadas detrás de ellas. A veces se quedaba mirando por la ventana, observando el paisaje, todo estaba lleno de arboles y montañas; era una vista tranquila y que al menos pensó que habría, tomando en cuenta de que era un campamento. Se removió un poco incómoda en su asiento por estar tanto tiempo sentada, no le gustaba, a Hatsulin le gustaba estar más en constante movimiento o al menos no estar tanto sentada. Aunque estaba bien con el ambiente y todo, necesitaba estirar las piernas. 

Por lo menos, como si hubieran escuchado su petición, el autobús se detuvo; apenas escuchó la indicación de EraserHead de que bajaran, ella fue la primera en hacerlo, casi bajando corriendo por las escaleras y recibiendo un pequeño regaño de su maestro de que no lo hiciera tan deprisa. Respiró hondo, llenando sus pulmones de aire fresco y sintiendo un gran alivio de poder respirar más tranquila. Estiró sus brazos y su espalda con una sonrisa, casi pareciendo un gato estirándose; miró su alrededor conforme sus compañeros estaban ya fuera del autobús; parecía una clase de mirador debido a la gran vista llena de arboles.

Wa, que bonito se ve todo. ¡Me encanta la vista!❜ piensa de manera fascinada una vez llegó a la zona de la cerca que había alrededor como un barandal y se sostuvo de allí, tratando de mirar más a fondo que lograría distinguir o si llegaba a ver donde sería el campamento. Se quedó un momento en blanco cuando observó que no distinguía absolutamente nada aparte de los arboles, eso la dejó en silencio por varios segundos para volver a sonreír con emoción. ❛¡Todo es muy bonito!❜

Oi. —escuchó la voz de Katsuki llamar su atención, lo volteó a mirar por sobre su hombro mientras se enderezaba ya que se había subido un poco en la cerca que rodeaba esa zona para ver mejor—. Bajate de ahí y deja de tener la intención a lanzarte de ahí para ver todo, mejor presta atención.

Hatsulin parpadeó un par de veces algo confundida por su acusación, aunque no era del todo mentira. Si quería ver todo, era alguien bastante curiosa y hasta cierto punto aventurera, así que era inevitable.

—Yo no me quiero lanzar al vacío, ¡sólo ando mirando! ¿No te causa curiosidad todo? ¡Sobre todo siendo tan grande! —exclama de manera entusiasmada y a su vez en una pequeña protesta a su acusación de querer "lanzarse" al precipicio, aunque quizás en la forma en la que se había subido dio a entender esa acción. Aún así, se bajó de un pequeño salto con una sonrisa, colocándose a su lado mientras apretaba sus puños, agitándolos rápidamente de arriba hacia abajo—. ¡Estoy muy emocionada! ¡No puedo controlarme!

El chico colocó una expresión de cansancio y casi irritación, hasta que bufó, rodeando sus ojos. Hatsulin permaneció a su lado, bajando sus puños; aún así mantenía una gran y segura sonrisa entre sus labios, sin dejar de lado lo entusiasmada que aún se encontraba. Trató de calmarse lo más que pudo para evitar encender sus flamas y quemar su camisa del uniforme de la U.A., a excepción de los demás, usaba la manga larga que se usaba con la chaqueta. 

Ya para todos no se le hacía raro usando eso, ya era como usual que usará algo como eso en vez de mangas cortas. Por cualquier razón que sea.

—No tiene caso parar sin razón. —dijo su maestro a cargo ante las dudas de los demás de donde estaban y también dónde se encontraban la clase B. Hatsulin prestó atención, ignorando como Mineta corría por todos lados buscando un baño.

—Hola, Eraser. —los ojos de la pelirroja resplandecieron en curiosidad al escuchar aquella voz femenina que no recordaba haber escuchado antes, miró hacia el auto que llevaba minutos allí estacionado al cual se abrieron sus puertas. Sintió como picaba su gran curiosidad y la necesidad de saber de quien se trataba.

—Cuanto tiempo. —dijo Aizawa, haciendo una leve inclinación en su cabeza en señal de respeto.

—¡En la mira con miradas resplandecientes!—exclamó de manera extravagante y sonriente una mujer de cabellos cortos y castaños, aunque, aparte de sus peculiares y hasta lindas poses, lo que más destacaba en ella y su acompañante era su vestimenta de llamativos colores. Los ojos de Hatsulin se extendieron en asombro al verla.

—¡Afiladamente linda y gatuna! —siguió ahora una linda chica rubia de ojos azules, vistiendo igual que la primera que comenzó con lo que parecía ser algún tipo de presentación.

—¡Wild, Wild... Pussycats! —exclamaron ambas haciendo unas singulares poses mientras que a su lado tenían a un niño con una gorra que se abstenía a mirarlas con sus ojos bien abiertos y atentos por la extravagante presentación que ambas chicas les dieron a los adolescentes, estos veían casi con una expresión igual que la del niño.

❛Vaya❜ pensó inevitablemente Hatsulin con una sonrisa un poquito tensa en sus labios, no pudo evitar imaginarse a aquellas "chicas magicas" de los animes que hacen ese tipo de poses a la hora de presentarse o transformarse, fue algo similar... bastante llamativa su forma de presentarse. Su expresión se volvió más afable, admirándolas con atención; luego juntó sus manos enfrente de su pecho, mirando a la nada. ❛Todos los héroes son tan geniales, ¡me encantan!❜

—Las heroínas profesionales que estarán con nosotros, las Pussycats. —dice de manera breve y seria Aizawa, presentándolas con más discreción. Todos no hacían más que mirarlas con cierto desconcierto, aunque, como era de esperarse, Midoriya Izuku reaccionó con aquel instinto de fanático cuando las reconoció.

—¡Un equipo de cuatro personas que hizo su propia agencia! —exclamaba con emoción el peliverde, con aquel tipico fanatismo por los héroes. Portando una enorme sonrisa en sus labios, volteó a mirar hacia sus compañeros—. ¡Son unas veteranas especializadas en rescate de montañas! ¡Este año será el duodécimo que...! —y fue interrumpido cuando una mano se estampó y cubrió su rostro.

—¡Tengo dieciocho de corazón! —brama de forma impotente y hasta cierto punto desesperada la heroína Pixie-Bob, afianzó su "amenaza" hacia el pecoso cuando sacó a relucir las garras de sus guantes, sonriendo de manera amenazante—. ¡De corazón!

—¡Tienes dieciocho!

Hatsulin rio un poco ante la reacción y respuesta nerviosa de su amigo de cabello verdoso y rizado, la forma en la que reaccionó la heroína rubia le recordó a esas mujeres que odiaban que mencionaran su edad. Parecían agradables, no las conocía del todo (al menos no como Izuku) pero tuvo un poco de memoria de ellas cuando leía sobre los héroes o rescates. Parecían agradables, de cierta manera. Su maestro les pidió a todos que saludaran hacia las heroínas, cosa que justo hicieron; la de orbes azulados mantenía una gran sonrisa en sus labios mientras las observaba, su atención a veces iba a las colas de gato que ambas tenían, observando como estas se movían. Se preguntaba si eran reales.

—Toda esta tierra es nuestra. —comenzó a decir Mandalay mientras indicaba con una de sus manos todo el enorme terreno lleno de arboles y montañas—. Se quedarán al pie de aquella montaña. —señala en una muy larga distancia una de las tantas montañas que habían, y sobretodo, bastante lejana.

—¡Que lejos! —exclamaron todos de impresión.

—Entonces, ¿falta mucho de viaje...? —cuestiona con inevitable confusión la de la cicatriz, la verdad no entendía porque les mostraban eso justamente ahora, tomando en cuenta que faltaba una gran distancia para poder llegar en donde sería el campamento.

—¿Y por qué paramos aquí? —pregunta desconcertada Uraraka mirando hacia Tsuyu quien colocó un dedo en su mentón.

—¿No será...? 

—No puede ser... —dice Rikido de forma incredula, aunque ahora comenzaba a sentirse nervioso. Hatsulin los miró con atención unos momento hasta que se encendió un foco en su cabeza, abriendo sus labios; miró hacia ambas heroínas con impresión e inevitablemente comenzó a sonreír con emoción, a comparación de sus demás compañeros que colocaban expresiones nerviosas.

—¿Volvemos al autobús? Rapido. —dice Sero entre pequeñas risitas nerviosas cuando comenzó a comprender a que iba la razón de que se hayan detenido justo allí.

—Si, hagámoslo. —lo secunda de manera nerviosa Kaminari.

—Ahora son las nueve y media. —comenzó a decir Mandalay con cierta malicia en su voz—. Si se apresuran, tal vez lleguen a las doce.

—No. Oigan... —retrocedió Kirishima ya sin la sonrisa que tenía, sobretodo al comprender en totalidad cual era la intención de todo eso.

—Esto es... —murmuró la chica del quirk de fuego de manera algo apacible, hasta que su rostro se volvió entusiasmado, casi con brillos en sus ojos, apretando sus puños a la altura de su pecho—. ¡Emocionante!

—¡Corramos! —chilló Mina, alarmada el doble, sobretodo con las palabras de la pelirroja que parecía más que dispuesta a hacer lo que su maestro y aquellas heroínas tenían planeado que hicieran, y conociéndola, era claro que si era lo que todos creía.

—¡Al autobús! ¡Rápido! —exclamó igual de preocupado Kirishima comenzando a correr junto con sus compañeros; cuando le pasó por el lado a Hatsulin quien si se quedó en su lugar, la cargó como saco de papas en su hombro, ganándose una leve exclamación confundida de la chica—. ¡Lo siento, Tsubomi, pero no vamos a recorrer todo eso! ¡Vamonos!

—¿¡Kirishima-kun...!? —fue lo que dijo la pelirroja ante la sorpresa que le recorrió cuando de repente la cargó como un saco de papas y se fue corriendo con ella en el hombro, todos parecían un grupo de ganado corriendo y escapando al "lugar seguro" que era el autobús.

—Los gatitos que no lleguen a las doce y media, no almorzaran. —volvió a canturrear la castaña de cabello corto mientras los veía en Su intento de alejarse de ellas.

—Lo siento, chicos. El campamento... —decía con seriedad y sin tacto el héroe profesional, observando como sus estudiantes pasan corriendo justo enfrente de él, y justo antes de que pudieran llegar al autobús, su zona segura; Pixie-Bob justo se interpuso, colocando una sonrisa enorme y burlona, colocando sus manos en el suelo—... ya empezó.

Y con esas palabras, de repente la tierra comenzó a moverse y a deformarse en lo que casi parecía una ola, yendo en contra de todos los pobres estudiantes que no hicieron más que espantarse y comenzar a gritar cuando fueron literalmente lanzados al vacio del acantilado; fue una gran cantidad de gritos de todos conforme iban cayendo ante la "ola de tierra" que se les vino encima por lo que había sido el quirk de Pixie-Bob que pareció haber levantado el suelo.

❛Acabo de ver mi vida pasar por mis ojos...❜ decía aturdida Hatsulin que estaba tendida en el suelo con su mirada pérdida y apagada fija en algún punto muerto, sintiendo un poco de tierra encima de ella. Se preguntaba un poco como rayos soportó esa caída, bueno, como todos soportaron esa caida con repentino..."empujón". Observó en su campo de visión como Mandalay se asomaba por el barandal desde arriba, achicó levemente sus ojos azules casi en acusación por que haya hecho eso, bueno, aunque realmente fue la rubia quien lo hizo.

—¡Oigan! ¡Es propiedad privada, así que pueden usar sus Quirks! —decía la de colores rojizos en un tono lo suficientemente alto para que todos los escucharan—. ¡Tienen tres horas! ¡Lleguen allá con sus propios pies! ¡Después de pasar por el Bosque de las Bestias!

Hatsulin se reincorporó, agitando un poco su cabeza para procurar que no tenga tambien tierra en su cabello, juntó también levemente sus rodillas al aún estar analizando todo lo que había sucedido. Miró hacia detrás de ellos en la enorme manta de arboles que había y que ya anteriormente había observado, se reincorporó poco despues, sacudiéndose la ropa la cual terminó por ensuciarse ligeramente. 

Miró unos momento sus piernas, observando principalmente una zona de sus rodillas; hizo un leve mohín al ver como la tela de las pantimedias se rasgó en un pequeño hueco. Luego suspiró y comenzó a mirar hacia sus compañeros, procurando que ninguno se haya lastimado con gravedad.

—La U.A. siempre hace estas cosas. —escuchó como Kyōka se quejaba, aún en el suelo. A sus lados estaban Uraraka y Tsuyu, la castaña parecía estarse recomponiendo por el susto. Hatsulin se acercó en un ligero trote hacia ellas para poder ayudarlas.

—Era algo que me espere. —rie un poco la pelirroja mientras la apoyaba para que se levantara, haciendo lo mismo con Tsuyu y Uraraka; esta misma terminó aferrándose aún algo ida—. ¡Definitivamente la U.A. es inesperada!

—No tiene caso quejarse. —dijo Kirishima mientras se sacudía la ropa—. Vamos.

—¡A ponernos en marcha! —exclama con entusiasmo y una gran sonrisa en sus labios, puede que sea un camino demasiado largo (sobretodo con el tiempo limite que tenían para llegar si querían comer), pero debían ponerse en marcha y dar todo de ellos. Para ella era un buen ejercicio esa... muy gran caminata.

Ante el pequeño silencio que había emergido en todos mientras se mentalizaban el infierno que pasarían sus pies, comenzaron a escucharse gruñidos venir de entre los arboles de todo aquel enorme bosque. Todos miraron hacia allá, divisando primeramente a Mineta que había tenido la intención de buscar algún lugar para aliviar su necesidad de ir al baño... aunque ahora él no lo necesitaría con la enorme criatura que se estaba haciendo presente enfrente suyo, y ahora a la vista de todos.

Los ojos de Hatsulin se extendieron apenas vio lo que parecía ser una aterradora bestia, escuchando el grito espantado de Kaminari y Sero cuando lo reconocieron; todos no tardaron en colocarse en alerta por aquella presencia. Kōda por su parte corrió a él y comenzó a hablarle con el uso de su quirk, pidiéndole que se detuviera debido a sus caracteristicas animales, pero no hizo efecto en él por alguna razón ya que terminó por atacar a Mineta si no fuera por Midoriya que lo atrapó, alejándolo del peligro.

❛¿Una bestia de tierra?❜  pensó Hatsulin mientras analizaba como Shōto, Tenya, Katsuki e Izuku acababan con aquella amenazante y salvaje bestia. Colocó una mano en su mentón, recordando el momento en la que los lanzaron a todos por el precipicio directamente al comienzo del bosque, entrecerró sus ojos pensativa al creer que era el quirk de Pixie-Bob. Se quedo en silencio varios momentos y luego sonrió, emocionada. ❛¡Esto si es un desafio! ¡Me gusta!❜

—¡Eso fue genial, Bakugō! —halagó sonriente Eijirō hacia su amigo al haber sido uno de los que acabó con aquella amenazante bestia; Hatsulin salió de su pequeña burbuja y sonrió, acercándose en un rápido y entusiasmado trote hacia ellos.

—¡Si, fue increible! ¡Actuaron súper rápido! —soltó emocionada una vez llegó junto con ellos, apretando y agitando sus puños de arriba hacia abajo rápidamente, miraba con impresión y hasta admiración hacia su amigo por lo tan rápido que actuó junto con su primo y los demás. Katsuki sólo estaba mirando fijamente hacia enfrente.

—¡Aún no!

Su expresión se volvió confusa ante las palabras de cenizo, no obstante, su atención fue hacia el movimiento que comenzó a escuchar enfrente de ellos, haciéndola mirar hacia allá. Sus ojos captaron nuevamente otra de aquellas bestias de tierra, aunque esta tenía alas, ayudándola a elevarse y hacerle más dificil a todos cuando comenzó a sobrevolarlos desde arriba. Hatsulin movía su cabeza de un lado a otro al tratar de seguirle el paso a aquella criatura de tierra, ahora con alas. Podía escuchar claramente el sonido que provocaba sus alas debido al movimiento y el sonido de la presión del aire, así como el sonido de hojas y ramas quebrándose muy seguramente por pasar entre ellas.

—¿Cuantos hay? —pregunta de manera nerviosa Kaminari.

—¿Qué hacemos? ¿Huimos? —ahora habla Ashido.

—Yo quiero almorzar. —se escucha la voz de Takeru con cierta obviedad, mostrándose alerta.

—Eso es cierto. Si no llegamos al mediodía, no almorzaremos. —dice Rikido, secundando ese detalle.

—Entonces, no hay más opción que tomar la ruta más corta. —Momo habla con una expresión seria y dispuesta en su rostro. Todos comenzaron a asentir a sus palabras, sobretodo tomando en cuenta que les dieron un limite de tiempo bastante conflictivo debido a la gran distancia que debían recorrer junto con los obstáculos que estaban en el camino.

Hatsulin miró a la vice delegada con atención y luego comenzó a formar una sonrisa de seguridad en sus labios, casi de suficiencia mientras miraba hacia la dirección en donde se iban a adentrar por completo al frondoso bosque, no sólo con un tiempo limitado para llegar, si no que tendrían rivales por los cuales derrotar. Mientras observaba hacia la bestia voladora, justo al momento tronó sus dedos, dejando salir unas diminutas flamas. 

—¡Pues derrotemos a esas bestias para llegar a almorzar! —exclama de manera emocionada y a su vez confiada la pelirroja luego de chocar su puño derecho con la palma izquierda, viéndose más que determinada a dar todo de si. 

—¡Bien! ¡Vamos, clase A! —exclama el delegado de la clase con coraje, recibiendo un gran y claro "¡Si!" de todos.

❛Esto será emocionante❜ piensa la de orbes azules, brillando estos mismos ante el entusiasmo y la emoción que sentía por eso; aquello era más que claro por la confiada y a su vez desafiante sonrisa que tenía en sus labios. Le gustaban muchos los desafios, y ese no era la excepción; la presión que sentía en su cuerpo junto con la adrenalina era algo que realmente le agradaba sentir aunque a veces llegara a estresarla. Iba a hacer todo lo que pudiera.

—¡Hay tres al frente! —alega Shōji mientras usaba su peculiaridad—. ¡Dos de cada lado!

—Siete en total. Ahí vienen. —dice Jirō también haciendo uso de su quirk al tener sus auriculares conectados en una de las raíces del arbol.

Hatsulin comenzó a preparar su cuerpo al irlo calentando lo suficiente para poder actuar de inmediato, observaba como sus compañeros se colocaban en marcha para poder derrotar a esas bestias. Arremangó las mangas de la camisa del uniforme hasta los codos mientras colocaba una sonrisa desafiante en sus labios, buscando ubicar alguno de las bestias para poder hacerse a cargo de él y llevarlo a donde quería. Escuchaba los estruendos y los golpes que sus compañeros daban a esas bestias, así comos los gritos de Mineta.

Sonrió cuando llegó hacia lo que parecía una criatura de película de terror, la cual buscaba llegar a sus objetivos. Frotó levemente sus manos mientras pasaba un mechón de cabello detrás de su oreja, observaba la gran y encorvada espalda de esa gigantesca criatura. Ladeó un poco su cabeza y luego llevó dos dedos hacia la altura de su boca para luego soltar un fuerte silbido que llamó inmediatamente la atención de aquel ente de tierra quien la volteó a mirar; Hatsulin lo saludó, moviendo sus dedos.

De un ágil salto, esquivó el golpe que había sido dirigido hacia ella, dando de lleno contra el suelo. Hatsulin se aferró a la rama de uno de los arboles, quedando colgando ahí mientras observaba con impresión hacia la criatura que volvió a mirar hacia ella, soltando gruñidos.

—Si quieres atraparme, ¡esfuérzate un poco más, amigo o amiga! —llama en voz alta, agitando su brazo; la mano de dicho brazo formó una flama que la impulsó hacia otro lado cuando la criatura volvió a tratar de golpearla, dando a uno de los arboles, siendo en el que ella estaba. Su mano, que no estaba llena de flamas, tomó una de las lianas de los arboles para usar su quirk con la otra mano, columpiándose hacia adelante ante el impulso—. ¡Cuidado, que mi nuevo amigo viene demasiado emocionado! —exclama a propósito una vez cayó con habilidad al suelo.

Se gira rápidamente, casi corriendo de espaldas. Junta sus manos momentáneamente para poder concentrar mejor el ataque de su don, emergiendo las flamas de este mismo, casi como una bola de fuego que comenzó a extenderse hasta sus brazos; no se preocupaba porque vieran su piel, después de todo debajo de la camisa del uniforme tenía una camisa de mangas largas que era del mismo material que su traje de héroe, viéndose las mangas negras y largas que cubrían sus brazos. Sonrió con sorna mientras extendía de golpe sus mano hacia los lados, lanzando un ataque de su quirk en forma de equis que atravesó justo el pecho de la bestia, lentamente la parte superior de su cuerpo se desprendió de sus piernas.

—¿Por qué tanta prisa? —exclama mientras reía, viendo las flamas que quedaron pegadas a los bordes cortados de la criatura que cayó bruscamente al suelo, aunque seguía vivo. Dió un fuerte bramido mientras apoyaba sus garras en el suelo. Hatsulin soltó una ligera risita al ver su pequeño intento de arrastrarse hacia ella, sólo observó como las flamas comenzaron a consumir sus piernas y subir por su torso. La pelirroja cerró una de sus manos para que inmediatamente el fuego cubriera a la bestia por completo, y al hacer un leve gesto de fuerza, comenzar a calcinarlo; casi a los segundos terminó hecho ceniza.

Bajó la mano que tenía levantada con una sonrisa satisfecha en sus labios, dejando salir una leve respiración llena de vapor ante el calor que había en su cuerpo, viendo el humo y las cenizas de lo que quedaba de la bestia. Comenzó a escuchar estruendos y a su vez bramidos salvajes venir justo detrás de la cortina de humo y particulas de ceniza que estaban en el aire, con un gruñido una garra pasó entre el humo; otra de las bestias. Sonrió de lado, sin mostrar sus dientes, observando el movimiento de las lianas que venía de la cabeza de la bestia.

Colocó una de sus manos en su cintura, alzando una de sus manos mientras acomodaba sus dedos como si simulara una pistola, apuntando hacia su dirección, casi sin inmutarse de su lenta aunque amenazante presencia. Mantuvo sus dedos apuntándolo por varios segundos, aún con una sonrisa surcando en sus labios.

Paw. —musitó luego de "disparar", y casi al instante una explosión impactó  en todo su rostro, cegándolo y deteniéndolo. Hatsulin dejó la forma de pistola de su mano para extender la palma con una sonrisa justo cuando Mina pasó a su lado, para chocar los cinco con ella casi en un relevo e ir rápidamente ir hacia la criatura, echándole ácido en una de sus piernas y provocando que cayera sobre una rodilla, repitiendo la acción con otra criatura que llegó a la par que esta, al estar detrás de esa; casi de inmediato nuevamente recibieron una explosión cada una.

Hatsulin sonrió con orgullo mientras volteaba a mirar con admiración hacia Momo que estaba junto con un cañon a su lado, siendo la responsable de dichas explosiones ante los disparos de aquella arma. Un brillo de admiración y emoción se posó sus ojos al ver lo impresionante que eran todas sus amigas, cada una tenía cada cosa que destacar y admirar, y Hatsulin las admiraba a todas. 

Volvió a mirar hacia el "campo de batalla" cuando escuchó el fuerte estruendo de una de las bestias impactar desde los cielos contra el suelo gracias a Uraraka y Tsuyu; miró como este no se movía, haciéndola sentir aquella satisfacción y a su vez la adrenalina de dar todo de si. Miró nuevamente hacia la vicepresidenta quien la miró y le dió una sonrisa, ambas luego levantando el pulgar al haber cumplido su plan.

—¡Aparecieron más!

Sus ojos miraron hacia enfrente ante la exclamación de Shōji, observó como Shōto y Katsuki se encargaron de esa bestia entre ambos al igual que Izuku y Tenya, pero tal como el chico de multi extremidades, seguían apareciendo más. Sólo pudo sonreír de manera determinada, alzando una de sus manos al colocarla en garra, apareciendo una flama inmediatamente mientras que detrás de ella Momo enseriaba su rostro de manera concentrada.

—¡Vamos con todo, compañeras! —exclama de forma entusiasmada la pelirroja al ver como venían cada vez más adversarios de tierra.

—¡Vamos! —respondieron de la misma manera, dispuestas a dar todo.

SUS PIES AVANZABAN LENTAMENTE, DE ENTRE SUS LABIOS SALÍAN PEQUEÑOS RESOPLIDOS ANTE el intento y gran esfuerzo que estaba dando para poder avanzar y no caer en cualquier momento por el cansancio. Aunque en un principio había dicho que le encantaba el ambiente de los arboles y del bosque, ahora lo estaba detestando por el enorme agotamiento y el constante tiempo que estuvo entre arboles, yendo contra esas enormes y ahora molestas bestias de tierra. Sus brazos colgaban y se balanceaba de manera pesada conforme caminaba. Sentía demasiado calor, literalmente sentía que en cualquier momento se iba a derretir. 

Dejó salir un largo y profundo respiro cuando salió de entre los arboles, llegando ya a un terreno después de tanto; su mirada mostraba cansancio y agotamiento. Bueno, todos estaban con la misma expresión y el mismo porte que ella; rasguñados, sucios, cansados, con repercusiones de tanto uso de su quirk como Mineta que de tanto usar su quirk de desprendimiento, ya le sangraba la cabeza, o Uraraka que estaba aguantando vomitar en cualquier momento. Hatsulin por su parte estaba que se dejaba caer al suelo por el calor que sentía su cuerpo, gotas hirvientes de sudor caían por su frente hasta el suelo, quemando este mismo al hacer aquel sonido seco y evaporarse, al igual que sus pasos, dejando marcas en el suelo y vapor en sus pasos.

❛Agua... agua... ❜ pensaba desorientada y cansada la pelirroja mientras jadeaba más que acalorada, su cabello despeinado y suelto, llena de rasguños y tierra como sus compañeros, aunque lo que se veía más destacable eran la mangas de su uniforme de la U.A., hasta el hombro estaban quemadas, dejando ver las largas mangas oscuras que seguían por lo menos intactas; por lo menos había sido inteligente y guardó en otro lado la muñequera que le dió Keizuke, si no, estaría más que quemada. 

—¿¡Cómo que tres horas!? —replicó Satō una vez se tiró al suelo más que cansado, varios de sus compañeros hicieron lo mismo.

—Es lo que nos habría tomado a nosotras. Lo siento. —se disculpa con cierta diversión Pixie-Bob ante su reclamo, admirando junto con Mandalay y Aizawa como todos estaban que caían del cansancio, literalmente hablando por los que cayeron al suelo.

—¿Quieren presumir lo buenas que son? Qué malas...

—¡Tengo hambre! ¡Me muero! —grita frustrado Kirishima, Hatsulin se balanceó un poco en su lugar al sentir sus piernas temblorosas, teniendo varias rasgaduras en sus medias.

—Agua... agua... —volvió a decir de forma ahogada y en voz baja.

—Pero la verdad, pensamos que tardarían más. No tuvieron tantos problemas con mis bestias de tierra como pensé. —dice ciertamente impresionada la rubia, mostrándose sonriente—. Sobre todo... —canturrea mientras movía las garras de sus guantes para señalar a un grupo en especifico—... ustedes cuatro de ahí. —dijo hacia Katsuki, Izuku, Tenya y Shōto, los cuales sólo la miraron—. ¿Pudieron actuar sin dudar por su experiencia? —vuelve a musitar para luego prácticamente lanzarse hacia ellos—. ¡Quiero verlos en tres años! ¡Los pido para mi!

—¿Qué estás...? —balbuceó Izuku mientras se cubría al igual que sus otros tres compañeros cuando la rubia prácticamente comenzó a escupirlos.

—¡Detente! ¡Aléjate! —replica Katsuki de forma irritada. 

Hatsulin sólo volteó casi a tientas su cabeza hacia esa dirección mientras sus demás compañeros quedaron en blanco por aquella escena, sus ojos azulados se mantuvieron entrecerrados y rasgados con cansancio y debilidad mientras veía a la heroína rubia y de colores azulados revolotear alrededor de sus amigos. Permaneció mirando a duras penas hacia allá, inclinando su cabeza hacia el frente; sólo respiró profundo por el calor y dejó caer su cabeza hacia abajo, aún tratando de mantener el equilibrio y no caer por el cansancio. El calor era más que sofocante y aumentaba más la pesadez de su cuerpo.

Dió un paso más con sus ojos más cerrados que abiertos y cedió al cansancio cuando se dejó de caer de rodillas, y si no fuera porque Kirishima la sostuvo, hubiera ido directamente de boca al suelo. El pelirrojo mostró preocupación entre el cansancio que tenía al verla tan desorientada, parecía que se iba a desmayar en cualquier momento.

—Tsubomi, que a veces parece nunca cansarse, está que cae... —suspira el pelirrojo cerrando sus ojos mientras sostenía levemente sus hombros, comenzando a sentir calor en sus manos, abriendo sus ojos algo desconcertado. Miró como de entre sus manos contra los hombros de la más baja comenzaba a salir vapor, se quedó en silencio varios momentos hasta percatarse de que la chica estaba emitiendo tanto calor que literalmente lo estaba quemando—. ¡QUEMA!

HATSU-CHAN... HAT-SU-CHAN. —MINA AGITÓ LEVEMENTE EL CUERPO DE SU AMIGA QUE SE HABÍA QUEDADO totalmente quieto de repente, tomó ambos hombros de la pelirroja y la agitó de un lado a otro con cierta insistencia—. ¡Hatsu-chan, no te duermas! ¡Debes comer!

Hatsulin dió un pequeño salto ante aquel grito de parte de su amiga de cabello y piel rosa que la sacó por un momento en su burbuja ante el cansancio que tenía, sus parpados se veían caídos junto con una mirada apagada, no viéndose aquel tono resplandeciente en sus ojos que usualmente tenía. Parecía como si literalmente estuviera apagada, no tenía la actitud energética de siempre y parecía tan debilitada y cansada que incluso sus ojos estaban apagados. Aquello era parte de su quirk que le daba aquel tono más resplandeciente a sus ojos, ahora parecían un poco más oscuros que de costumbre.

—Debe estar tan cansada como para estar así. —dice un poco preocupada Momo que estaba al lado de Mina, a la izquierda de Hatsulin estaba sentado Shōto, estando a su lado derecho para tratar de enfriarla con la baja temperatura que el lado derecho del bicolor tenía; este comía tranquilamente un poco de carne—. Creo que es la primera vez que la veo tan cansada...

—Con que así luce cuando no tiene absolutamente nada de energía. Más que nada sus ojos parecieran totalmente opacos, sin ninguna chispa.  —menciona Kyōka al detallar a la pelirroja que con sus ojos cerrados llevaba un onigiri a su boca, dandole un pequeño y suave bocado, masticándolo con lentitud—. Eso significa que está en serio en su límite, aparte de que estaba literalmente ardiendo. —menciona al mirar de reojo las manos vendadas de Kirishima quien comía bastante apresurado.

—No sabía que incluso su quirk le diera resplandor a sus ojos literalmente. —dice Uraraka mientras se robaba un pedazo de pescado para meterlo a su boca. Luego con sus palillos señaló a Shōto quien miró unos momentos de reojo a Hatsulin cuando recostó su mejilla en su hombro con sus ojos cerrados—. Todoroki-kun, ¿Hatsu-chan siempre a tenido los ojos así o de verdad tiene que ver algo con su quirk?

Shōto la miró unos momentos cuando le habló directamente, se abstuvo a mantenerse en silencio para luego mirar hacia su plato de arroz y por último, mirar hacia su prima que estaba que se quedaba dormida en su hombro derecho. Sentía momentáneamente su cuerpo caliente aunque a comparación de hace rato, estaba más estable, sobretodo porque se la pasó pegada a su lado derecho. Miró varios segundos su rostro adormilado dando un pequeño suspiro, frunciendo el ceño por unos segundos.

—No lo sé. —responde luego de mantenerse en silencio por unos instantes, sintió una pequeña amargura por ese hecho ya que la razón de no saber, o al menos no recordar como era Hatsulin antes de desarrollar su quirk, era porque no llegó a convivir lo suficiente como para preservar recuerdos de ella en esa etapa; sólo recordaba a su padre y sus entrenamientos—. No recuerdo, quizás, pero no estoy seguro, su papá tenía los ojos azules tambien... Tampoco recuerdo bien.

—Mi... papá... —balbucea adormilada la pelirroja casi apunto de roncar, aunque había aún alguna parte de ella consciente al aún sostener con levedad el tazón de arroz. Shōto la miró por unos segundos y la pesadez que sintió se relajó cuando la sintió acurrucarse un poco, frotando suavemente su mejilla contra su brazo. Su mirada se suavizó y volvió a mirar hacia su arroz, dando un bocado con sus palillos.

—Tendrían que preguntarle a ella cuando esté más lucida. —murmura con tranquilidad el bicolor.

—¿Y tu lado izquierdo tambien hace ese efecto en ti? —Ochako cuestiona nuevamente, con curiosidad y ganas de saber.

—No.

—¡Hatsu-chan, no te duermas todavía! ¡Debes darte un baño primero, luego de comer! —volvió a chillar Mina al ver como la pelirroja estaba roncando suavemente contra el brazo de su primo que no parecía molestarle su cercanía; para él, era bastante agradable, sobretodo estando así de mansa, aunque para él siempre era agradable su compañia.

En eso, alguien colocó una lata bien fría de limonada en contra de la mejilla de la pelirroja quien dió un salto ante el repentino tacto, enderezándose nuevamente y saliendo de su casi sueño. Los que estaban más atentos a ella, miraron la expresión adormilada y confundida pero despierta de la Tsubomi mientras tenía aún una lata de limonada en contra de su piel. Todos subieron la mirada hacia la persona que estaba detrás de ella y había hecho eso, observando como Bakugō Katsuki, con una expresión algo molesta, había sido la persona que hizo reaccionar un poco a la agotada pelirroja.

—Come y báñate antes de caer muerta, pirómana. —bufa de forma áspera y algo fastidiada el cenizo, dejando con cierta brusquedad la lata de limonada al lado de la comida de la chica quien veía confundida la lata para tratar de girar la cabeza y mirar hacia el de orbes rubíes quien ya llevaba algunos de los platos sucios de la comida.

—¿Eh...? ¿Limón...? ¿Ah? —fue todo lo que dijo la pelirroja tratando de no caer por el cansancio y el gran esfuerzo que había hecho horas atrás, por bastante tiempo constante. Apenas pudo ver la espalda del cenizo casi de forma atontada para mirar hacia la lata, sostenerla y seguir mirándola, mostrándose aún confundida. Sus compañeros tambien miraban en silencio a la pelirroja luego de seguir con la mirada hacia el explosivo de la clase; Hatsulin mantuvo sus ojos fijos y abiertos allí hasta que estos se volvieron rasgados, abriendo la lata y dándole un sorbo—. Mmm... —murmura, con cierta satisfacción ante el sabor y lo frío que estaba.

—¿Qué acaba de pasar...? —murmura Kyōka de forma algo confundida ante la acción y la actitud del chico, y no era la única, todos aquellos que vieron aquella pequeña escena estaban igual. Aunque Shōto no parecía haberle tomado importancia al estar ocupado comiendo.

—¡Algo genial! —chilla con la boca llena la del quirk de acido, casi dejando caer su tazón de arroz y recibiendo una mirada extrañada de parte de la chica de cabellera violeta al ver lo tan emocionada que estaba la de cabellera rosácea de repente.

—Cuidado, Ashido-san, vas a tirar tu comida. —dice Momo algo nerviosa por la reacción de la de piel rosacea que estaba con brillos de emoción a su alrededor, Ochako estaba riendo suavemente por eso y al entender un poco más el por qué reaccionó así.

❛Refrescante...❜  era lo que pensaba Hatsulin mientras bebía de la limonada, teniendo casi una aura de pureza y a su vez alivio a su alrededor por seguir aliviando la temperatura de su cuerpo. Así quizás podría mantenerse un poco más despierta.

Hatsulin con Mandalay y Pixie-bob cuando dijeron lo de recorrer practicamente todo el bosque para llegar al campamento en tres horas:

Con este capítulo, ¡iniciamos finalmente con el Arco del Campamento!
¿Qué creen que pasará? ¿Qué sucesos serán los que se vendrán?
Prepárense y traigan palomitas, porque se viene😈.

→S H A N X L A B Y X←

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