❪ARC THREE; DEMONS❫

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CAPÍTULO CINCUENTA Y TRES:
INQUIETUD
❛con limonada❜

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©Shanxlabyx
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SUS OJOS NO DEJABAN DE OBSERVAR LA BOLSA EN DONDE VENÍA EL TERMO QUE HABÍA ALCANZADO A COMPRAR ANTES DE ir junto a Kirishima y su hermano mayor a reunirse con Uraraka y Midoriya, con quien al parecer había tenido un encuentro con Shigaraki Tomura. La sola idea le provocaba un horrible y amargo sabor en su boca por recordar a aquel tipo. Sentía un escalofrío en toda su columna al pensar como en el ataque a U.S.J. había tenido la intención de tocar a Tsuyu y se había atravesado, con pensar en él recordaba como había puesto su mano en su espalda para hacer vaya-saber-que, pero estando segura que era algún uso de su quirk. Por algo había hecho tal cosa, siempre sentía la misma sensación en su espalda de cosquilleo e incomodidad, con recordar que hubiera pasado si su maestro no hubiera usado su quirk en él le recorría un escalofrío.

Pensó en Uraraka y Midoriya en el momento que vio por la ventana de la limusina por donde ahora se estaba trasladando ella con su hermano mayor, le alegraba mucho que no haya sucedido nada especialmente grave, aunque el hecho de que se haya encontrado con Shigaraki Tomura de por si era grave, podría haberlo matado ahí mismo. Por suerte no fue así, aunque según la castaña con ovalos rosados en sus mejillas lo tenía agarrado del cuello y el peliverde se veía bastante nervioso y tenso, quizás lo tenía amenazado. Por un momento pensó que más de la Liga de Villanos se le haya acercado a sus demás compañeros si era alguna clase de emboscada de bajo perfil, pero cuando les preguntó al momento de reunirse, sus respuestas habían sido que no les sucedió nada raro o vieron a alguien sospechoso como aquel que decía ser el lider de la Liga de Villanos.

La yema de sus dedos tocaron ligeramente una zona en su mejilla, la cual recordaba como Iyassu había cortado aquella vez en U.S.J. cuando se encontró con él. No le había quedado más que una cicatriz mental en aquella parte de su rostro, sanando más rápido gracias al quirk de Recovery Girl en aquella semana libre que dieron luego de aquel ataque. No obstante, aún recordaba eso, un recuerdo amargo y horrible para ella. Varios flashes de recuerdos aparecieron en su cabeza de todo lo que había sucedido en Nakano, sintiendo como sus manos comenzaron a temblar ligeramente en la zona de sus dedos mientras un leve calor aparecía en estas.

«—Meinu sigue mereciendo un castigo... y tiene que volver a dónde pertenece...»

—¿Imōto? —sintió como agitaban su hombro varias veces sacándola de sus pensamientos casi de inmediato, luego pestañeó para salir de su ensimismación teniendo en su campo de visión sus rodillas juntas con la bolsa llena de cosas que había alcanzado a comprar. Sus manos estaban arrugando la bolsa con el emblema de aquella tienda a la que habían ido, notó incluso como ya tenía pequeñas aberturas negruzcas y derretidas, en la yema de sus dedos había una ligera bruma de fuego que anteriormente había quemado la bolsa, elevó un poco su mano para verla de cerca. Cerró su mano en un puño ligero haciendo que aquellas diminutas flamas se desvanecieran al apaciguarlas—. ¿Hatsulin...?

—¿Mm? —dice la pelirroja mientras alzaba su mirada azulada hacia la dirección de su hermano, curiosa, como si anteriormente no se hubiera metido tanto en sus pensamientos que incluso estaba activando su quirk. Aquello fue lo que más le preocupó a el Tsubomi más grande presente quien lo veía con parsimonia y cuidado, sin evitar mostrar preocupación en sus ojos. Hatsulin alza un poco sus ojos ante la expresión que tenía, verlo tan preocupado le causo remordimiento y culpa haciendo que una de sus cejas temblara. Sostuvo luego su mirada unos momentos para sonreírle—. ¿Sucede algo, Onii-chan?

Takeshi ante sus palabras frunció notoriamente su ceño mostrando inconformidad y a su vez incredulidad, movió sus ojos rojizos hacia la bolsa que tenía rastros de quemadura, además de verse que ella mismo lo quemó. La miró devuelta con molestia, preocupación y obviedad dándole tecnicamente una mirada de «Tu sabes muy bien a lo que me refiero» que casi al instante la menor había captado haciendo que desviara la mirada unos momentos hacia un lado, sin seguir sosteniéndole la mirada; lo escuchó gruñir sonoramente al Tsubomi mayor al sentirse inquieto y exasperado de que ella fuera así; que negara siempre que tenía algo aunque hubiera ocasiones en donde se notaba claramente que era todo lo contrario.

—Hatsulin ¿crees que soy tonto? Claramente sucede algo contigo y tu cabeza. Si, lo sé y sé porque lo digo; el hecho de que ya es la segunda vez que quemas algo hoy de forma inconsciente es una prueba. Estás alterada de alguna u otra manera, deja de hacerte la que estás bien o que no pasa nada. —dice de manera algo brusa haciendo que la pelirroja sin que la viera frunciera un poco el ceño, abrazando muy ligeramente la bolsa que ya tenían rastros de quemadura, incluso rozando un poco la tela de su sueter en la zona de las mangas y apegándose muy ligeramente aquel material pegosteoso a la tela. Hatsulin ante aquello separó un poco su brazo viendo la ligera bruma pegajosa que se adherió a la tela haciéndola fruncir nuevamente sus cejas pero ahora con aflicción y culpa—. Imōto... sé que algo tienes. No es por ser agresivo o algo así, simplemente... me preocupo... —Takeshi revuelve su cabello con cierto cansancio, Hatsulin lo miró por el rabillo del ojos hasta girarse a verlo con preocupación y a su vez culpa, sintiéndose regañada—. Te conozco lo suficiente como para saber que te guardas muchas cosas para ti sola... ¿Es por lo de tu amigo, no? Sigo pensando que algo más pasó con ese chico en la tienda pero parece que te alteraste, a tu manera, luego de escuchar ese encuentro de tu amigo y Shigaraki...

Acentuó más su ceño cuando escuchó aquello sintiendo inquietud de lo que tuvo que pasar Midoriya Izuku con aquel tipo que había sido el responsable de aquel ataque a su clase, aún recordaba aquel día y le daba náuseas por pensar en todo lo que sucedió. Sus cejas volvieron a temblar ligeramente por el estado en ese entonces de su maestro. Hizo una ligera mueca sintiendo nuevamente un nudo en su garganta al igual que aquel calor que habia comenzado a emerger en ella, principalmente en sus manos como momentos atras. Tomó una pequeña respiración por su boca para luego exhalar por su nariz, siendo un aire caliente que su hermano no había notado del todo, sólo observando como suspiraba con cierta pesadez.

—Si, realmente estoy preocupada por Midoriya-kun. No quiero que le pase nada a él... ni a él ni a nadie. —fue lo que dijo Hatsulin con un tono sorprendentemente serio y... apagado, y con el solo escuchar ese tono de voz en ella Takeshi hizo una mueca al pensar que no la oía así desde que estaba en secundaria, inevitablemente recorriéndole un escalofrio a todo su cuerpo por recordar esos tiempos; no tardó en retener un leve suspiro con sus labios algo temblorosos por la sensación que le recorría. No obstante, cuando había abierto la boca para poder decir algo más, Hatsulin giró su rostro ahora mostrando una expresión comprensible y apacible mientras sonreía de una forma dulce, tan cálida que de alguna forma vio fue a su mamá en vez de a Hatsulin por unos segundos—. Pero no te preocupes, Onii-chan, sé que Midoriya-kun ya está bien. Puedes tranquilizarte por mi.

Tsubomi Takeshi no sabia que pensar al respecto, sólo apretó sus labios mientras entrecerraba sus ojos cuando sintió como su hermana menor tomaba su mano sobre su rodilla (cubierta por la tela del jean que se habia puesto ese día) para darle un pequeño apretón aún con aquella sonrisa tranquilizadora, incluso dándose de cuenta de que ya no tenía aquella mirada apagada y sin sentimiento, ahora viéndose tranquila y dulce, para despues volver a ver a la ventana. El pelirrojo la observó varios segundos para ver hacia su fina y delicada mano que estaba sobre la suya, que a pesar de verse femenina y delicada no se sentía así, sentía lo áspera que era y a su vez sintiendo la cicatriz que tenía en su palma. Sus cejas temblaron un poco para apretar su mano devuelta sosteniéndola mejor y con fuerza como si tratara de transmitirle su preocupación viendo y sintiendo como ella con su pulgar acariciaba el dorso de su mano con suavidad como si fuera a él a quien consolaran, sabiendo que no era ella quien debía consolarlo en esos momentos.

❛Imōto...❜ pensó con preocupación y frustración el casi héroe profesional mientras la miraba devuelta notando como observaba hacia la ventana ya sin decir nada haciéndolo arrugar su nariz y fruncir sus labios con frustración y afliccion. ❛¿Por qué no piensas en como te sientes tu tambien?❜

—¿ESTÁN COMPLETAMENTE SEGUROS DE QUE PODEMOS VENIR ASÍ NADA MÁS? SIENTO QUE NOS VA A GOLPEAR o algo por el estilo. —el chico miraba con atención la entrada de aquella gran casa, no era el único y todos mostraban atención viéndose todos expectantes.

—¿Quien no querría celebrar con nosotros el hecho de que todos pasamos el examen y podremos ir al campamento?

—Técnicamente tu no pasaste el examen, Kaminari. —volvió murmuró con cierta gracia Sero mientras cruzaba levemente sus brazos sobre su pecho, el nombrado se quedó en una postura congelada con sus manos en su cintura tratando de demostrar anteriormente una expresión de autosuficiencia. Ashido se rio un poco de la reacción de su compañero como si se burlara de él haciendo que Sero inclinara la cabeza y riera ligeramente—. Y tu tampoco, Ashido.

—¡Hey! ¡no me lo recuerdes! Eres malo. —se quejó la de piel y cabellera rosácea con cómicas lagrimas en sus mejillas agitando sus puños de arriba y abajo en forma de protesta mientras que Hanta simplemente le sacó la lengua de manera infantil y con una sonrisa rebosando en sus labios haciendo que la de apariencia algo alienigena frunciera el ceño con un puchero, luego se lanzó en busca de consuelo hacia la chica de cabellera roja abrazándola del cuello y apoyando su mejilla contra la de ella—. No me simpatizas, ¡me voy con Hatsu-chan!

—Pareces como si estuvieras yendo a quejarte con tu mamá... —nuevamente se burló el más alto presente señalándola con su dedo manteniendo aquella sonrisa plana y divertida en sus labios, recibió una mirada de reproche de parte de la de cuernos y esclerótica oscuras quien seguía abrazada a la más baja presente (aunque Mina sólo le ganaba apenas por unos escasos dos centimetros) quien estaba en silencio, sólo observando los movimientos de sus compañeros y dejándose apresar por la chica de cabello rosáceo y corto.

—¡Pues si! si quiero ir con mamá Hatsu es cosa mía, bleh. —nuevamente la de cabellera rosacea le volvio a sacar la lengua de manera caprichosa y a su vez reprochante abrazándose más a la pelirroja y apegando su mejilla a ella haciéndola sonreir como si nada pasara aunque la estaba viendo de reojo, Kirishima sonrió y rio un poco a la par de Kaminari hasta que todos (menos Mina y Hatsulin, siendo más que nada por parte de los varones presentes) dejaron salir un profundo respiro.

Despues de un silencio ligeramente largo todos dirigieron inconscientemente sus miradas hacia la puerta que tenian enfrente de sus narices de la extensa casa de su compañero y amigo que se veía bastante lujosa, nadie dijo nada al instante mientras observaban hacia un punto muerto en la puerta. Luego de ese silencio, Denki habló con una tranquila sonrisa.

—¿Quien va a tocar?

—¿Y que tiene que ver sobre quien va a tocar? —cuestiona Sero con cierta confusión mientras que Kirishima estaba con una sonrisa observándolos con atención y de manera curiosa.

—Que no nos explote la cara, es la primera vez que vinimos a su casa. Quizás se haya calmado un poco con nosotros, sobretodo con Kirishima y Hatsu-chan, pero no sabemos que puede hacer si llegamos así, puede que nos cierre simplemente la puerta en la cara o nos explote la cara... —responde Denki con sencillez y a su vez una pequeña aura de temor y escalofrios, luego se abrazó a si mismo sonriendo algo sombrío y nervioso por esas posibilidades.

—Uh, si, tienes razón.

—¡Yo puedo hacerlo! no tengo ningún problema en hacerlo. —exclamó con seguridad Kirishima mientras alzaba su puño hasta la altura de su pecho de manera determinada y dando un paso hacia la puerta si no fuera porque Kaminari lo detuvo rapidamente para evitar que avanzara.

—Espera, espera. Tenemos que pensar estratégicamente para que no nos explote la cara.

—¿Se imaginan que nos esté escuchando? somos muy escandalosos. —rie un poco Hanta cruzando sus brazos observando de reojo hacia la puerta de la gran casa. Era más grande de lo que ellos imaginaron, aunque bastante bonita y agradable a la vista.

De repente su conversación de quien deberia tocar la puerta es interrumpida al momento que se escucha perfectamente una melodia de timbre haciendo que todos miraran hacia la dirección en donde se había emitido aquel sonido, todos observaron como Hatsulin tenía su dedo indice apoyado en el timbre con un gesto expectante hasta que miró hacia donde sus compañeros estaban mirándola de manera atenta y quedándose todos completamente quietos en sus posiciones como si los hubieran puesto en pausa en medio de su pequeña escena de "¿quien tocara la puerta de Bakugō Katsuki?", permanecieron callados ante el accionar de la más pequeña quien había estado escuchando y viendo todo en silencio.

—Podríamos sólo tocar la puerta, no es nada del otro mundo. —dijo con sencillez la pelirroja colocando una sonrisita tranquila y dulce en sus labios mientras que todos se quedaron nuevamente en silencio hasta volver a sonreír ante aquellas palabras de la más baja presente quien dio un paso hacia atrás para poder mirar hacia la puerta, sus amigos se miraron sucesivamente para poder acomodarse con ella y esperar.

No tardaron en escucharse ecos de gritos, reconociendo casi al instante la voz de Katsuki aunque ahora se oía una voz ajena con un timbre femenino que tenía el mismo tono de voz y la misma fuerza a la hora de hablar. Cada uno pensó que era algún familiar, definitivamente.

—¡Ya estoy aquí, mierda! ¡ya estoy abriendo la puerta! —la puerta se abrió por un fastidiado rubio quien tenía su cabeza volteada hacia atrás con una mirada de enojo como si estuviera dirigiéndose a alguien, aunque tomando en cuenta de sus palabras realmente estaba hablando con alguien, juntando el eco de la voz que se escuchó antes. El chico se giró con una mueca hasta quedarse en blanco cuando observó al grupo pequeño que estaba enfrente de su puerta.

—¡Hola, Bakubro! —saluda el pelirrojo de dientes puntiagudos de manera entusiasta mientras que Mina colocaba una postura extravagante al igual que Kaminari. Sero se mantenía tranquilo y con aquella caracteristica sonrisa.

—¡Hemos venido a visitarte y celebrar que todos pasamos el examen, tambien el inicio de las vacaciones! —dice Denki colocando dos dedos en su frente con una sonrisa, Hatsulin los observó aguantando una pequeña risa extendiendo sus labios juntos en una sonrisa, prosiguió a mirar al cenizo y sonreírle cuando él comenzó a mirarlos a cada uno en total silencio.

Dicho silencio permaneció por varios segundos que casi se habían convertido en un par de minutos mientras se miraban entre si, Hatsulin comenzó a sentir un poco de tensión por tanto silencio ya que, aunque le gustara a veces estar en ese tipo de silencio, el hecho de que hubieran varias personas mirándose entre si sin decir ni una palabra era algo que la llegaba a inquietar demasiado. Para la pelirroja podría catalogarlo como un "silencio sepulcral", sobretodo porque hace unos momentos estaban hablando de forma amena y de repente todo se quedó silencioso.

Sus orbes azulados se movieron en su esclerótica de un lado a otro como si viera de reojo a sus compañeros y a sus amigos sin mover ni un sólo musculo, hasta este punto era extraño ese tipo de silencios entre ellos considerando que (como dijo Sero) eran escandalosos. Miró nuevamente hacia el de cabello cenizo y puntiagudo que tenía una expresión casi en blanco con sus labios entre abiertos de manera recta y sus cejas fruncidas de forma derecha, teniendo una expresión casi desconcertada. Aunque no duró mucho ya que el ceño de Katsuki se frunció hacia abajo con fuerza y su expresión volvió a convertirse en la enojada de siempre.

—¿¡Qué mierda están haciendo ustedes aquí!?

❛Se lo está tomando mejor de lo que esperaba❜ pensaron todos al mismo tiempo al haber escuchado aquella exclamación del de orbes rojizos quien estaba con una expresión de molestia, aunque se veía algo inquieto; se podía notar como sus mandíbula se había tensado y hasta cierto punto temblaba ligeramente. Para Bakugō Katsuki esto no había sido para nada previsto, estaba viendo televisión en su sala mientras comía palomitas y de repente escuchó la puerta, para darse de cuenta de que era el grupo de compañeros que siempre estaban con él incondicionalmente, ya sea para irritarlo o no. Aunque, según él, siempre lo irritaban.

—¡Vinimos a visitarte! ¡celebración por ir todos al campamento! —musita con entusiasmo Ashido mientras alzaba sus brazos hacia arriba junto con sus puños en alto mostrándose bastante emocionada.

—¿Yo cuando mierda accedí a unirme a ustedes, ¡y más encima a que vinieran a mi casa!? —replicó el cenizo ofendido y enojado por la intromisión a su tranquilidad en su hogar, los miró a todos con brusquedad para luego fijar su mirada en la más baja del lugar—. ¿Acaso fuiste tu la de la idea, pirómana? ¡estás sospechosamente callada! —la acusó hacia Hatsulin quien pestañeó varias veces por la forma acusatoria en la que se había dirigido hacia ella; realmente el de la idea había sido Eijirō para luego ser apoyado por Denki y Mina, no había tomado la iniciativa ya que... no tenía mucha mente para eso.

—Noup, yo no fuí la de la idea, me invitaron. —señala con una sonrisa la pelirroja mientras extendía un poco más sus labios en el momento que hablaba—. ¿Quieres que muestre lo emocionada que estoy? bueno...

—¡Era una maldita pregunta retórica! —interrumpió casi al instante el de orbes afilados y rojizos apenas vio la intención de la más baja en "emocionarse". El pequeño grupo miraba con atención su interacción viéndose bastante normales a aquellas reacciones de Bakugō, aunque Mina estaba curiosamente emocionada viéndolos. Hatsulin sólo sonrió ante su reacción.

—¿Quienes son? ¿por qué estás gritando ahora? —se escuchó una nueva voz siendo esta algo femenina, una cabellera del mismo color cenizo se asomó de repente por la entrada de lo que parecía ser la cocina cuando una mujer inclinó medio cuerpo y su cabello puntiagudo y corto destacó al caer hacia un lado por el angulo. Todos no tardaron en ver hacia allá cuando Katsuki había girado medio cuerpo para tambien mirar hacia la misma dirección.

Todos observaron fijamente hacia aquella mujer quien salió de su "escondite" mientras cruzaba sus brazos, un pequeño corrientazo recorrió sus cuerpos al notar la apariencia casi idéntica pero en femenino de su amigo de caracter explosivo en aquella mujer; tenía el mismo cabello rubio y puntiagudo que Katsuki a excepción que este parecía ser más largo por algunos centimetros hacia abajo, los mismos ojos rojizos y la misma cara. Literalmente era como ver a Bakugō Katsuki en versión mujer. La expresión de los "invitados-no invitados" era de shock por observar lo tan idénticos que eran, sobretodo cuando se acercó, parecía ser un poco más baja que él.

❛No sabía que tenía una hermana mayor❜ pensó Kirishima con una sonrisa y una expresión algo pensativa al ver a aquella mujer que se veía joven aunque se notaba que era mayor a todos.

❛No me lo espere, pensé que era hijo único❜  fue el pensamiento de Sero aún manteniendo una sonrisa en sus labios, pareciendo algo tensa hasta ese punto aunque era el más tranquilo junto con Eijirō.

❛Es Bakugō pero con pechos y más bonita❜ fue el directo pensamiento de Denki quien tenía sus labios levemente entreabiertos, incluso tenía un leve sonrojo de nervios y sorpresa por la mujer quien debía admitir que era demasiado bonita.

❛¡Bakugō mujer! ¿¡Bakugō mujer!?❜ chillaba Mina en su cabeza quien se veía bastante sorprendida y más emocionada al ver a aquella bella mujer quienes los comenzó a observar con curiosidad.

❛Es muy bonita❜ pensó Hatsulin con un brillo curioso y fascinado al admirar las facciones jovenes y delicadas de la más alta a ella, aunque también observaba la gran similitud que tenía con su amigo de orbes rojizos; eran las facciones más afeminadas con las que se diferenciaban agregando que sus ojos eran un poco más abiertos, aunque tenían la misma forma y color que Katsuki. Definitivamente era alguien demasiado hermosa.

—Oh, ¿son tus amigos? que sorpresa que invites amigos a la casa. —canturreó la mayor quien casi de inmediato sonrió al momento que empujó a un lado a Katsuki cuando este estaba tieso de manera enojada y a su vez alerta, casi como si no quisiera que ella se acercara. Todos observaron sorprendidos la forma en la que lo hizo a un lado—. ¡Pero es una agradable sorpresa que traiga amigos! Es un gusto conocerlos a todos.

—¡Yo no sabía que iban a venir, vieja loca! ¡vete para allá que este no es tu asunto! —bramó con enojo Katsuki volviendo a entrar en escena ganándose un tenso sobresalto de sus amigos por la forma en la que llamó a la que prácticamente pensaban que era la hermana mayor del cenizo, principalmente porque peleaban y eso era usual en los hermanos, sobretodo así libremente enfrente de invitados no tan invitados. Nuevamente se sobresaltaron cuando se escuchó el sonido de un golpe siendo que aquella mujer le golpeó la cabeza.

—¿¡Como te atreves a hablarme así enfrente de tus amigos!? ¡Respétame de una buena vez! ¡da una buena impresión! —chilló con una expresión prácticamente idéntica a la de Katsuki totalmente enojado quien agachó la cabeza por el golpe y tembló de manera tensa como si estuviera aguantando algo, se aguantaba el hecho de que lo golpeara.

—¡Deja de ser tan vieja chismosa, vete de aqui!

—¿¡Hah!? ¡esta es mi casa y puedo estar donde yo quiera, maldito mocoso!

❛Definitivamente son familia❜  fue el pensamiento de la mayoria de los adolescentes presentes allí, ahora sólo podían observar la forma en la que esos dos estaba discutiendo aumentando aún más el parentesco que de por si antes tenían los dos, sobretodo en la expresión rabiosa y enojada que podrían mientras gritaban entre si; era hasta sorprendente y entretenido ver a alguien seguirle la discusión a Katsuki e incluso darle un golpe.

—¿Es usted su hermana mayor? —todo se quedó en silencio cuando escucharon de repente el cuestionamiento de Hatsulin quien había estado en silencio observando fijamente la escena, se veía como la menos sorprendida en cuanto a la apariencia y aparición de la "hermana de Bakugō". Todos la voltearon a mirar principalmente la rubia quien sostenía las mejillas de Katsuki con fuerza mientras este mismo tenía una mueca de enojo en sus labios.

—¿Huh? —musitó confundida y curiosa la mayor mientras se enderezaba poco a poco, la pelirroja de orbes azules sonrió al notar su mirada.

—Es que es alguien muy bonita y joven, se parece mucho a Bakugō-kun. —aclaró la Tsubomi ante la confusión que había sentido por su cuestionamiento, incluso percibió que olía muy rico al tenerla ligeramente de cerca. El aludido exclamó un "¿hah?" ante lo dicho por la más baja presente.

La de orbes rojizos pestañeó un par de veces ante su pregunta relajándose poco a poco mientras soltaba al chico de cabello rubio quien le mandó una mirada fulminante mientras se sobaba una de las mejillas, la mayor se quedó observándola expectante hasta que una sonrisa se extendió en sus labios viéndose maravillada por las palabras de la pelirroja para seguidamente reírse un poco, eso llamó la atención de los ajenos a la de la cicatriz quienes se habían quedado mudos por la forma directa en la que ella había hecho esa pregunta. Hatsulin sonrió un poco más al verla sonreír y reir pensando en que si Katsuki riera o sonriera, su sonrisa sería como la de ella.

—Aw, es muy agradable que me llamen de esa forma. Que linda. —y de la nada el carácter de la mayor se apaciguó por uno tranquilo y casi jovial, la rubia colocó una mano en su mejilla halagada y algo ruborizada por haber sido llamada jóven y bonita —. Eres adorable, pero no me refieras de "usted", querida. En realidad soy la madre de Katsuki, soy Mitsuki, un gusto conocerlos.

❛¡Su madre!❜  pensaron todos al unisono ante la información revelada por la mujer que pasó de ser la supuesta hermana mayor de Bakugō Katsuki a ser la madre de Bakugō Katsuki, lo que más sorprendía era que Bakugō Mitsuki se veía como alguien bastante joven.

—¡Un gusto conocerla, Bakugō-sama! —de repente vieron como Tsubomi Hatsulin se había inclinado hacia adelante en una reverencia bastante repentina, mostrando respeto hacia la mujer de la casa de su amigo quien miró con cara en blanco la acción de la pelirroja, Mitsuki alzó sus cejas con una sonrisa—. ¡Mi nombre es Tsubomi Hatsulin! soy compañera de Bakugō-kun, de verdad es un placer conocerla. Tiene una muy linda casa, ¡usted tambien es muy linda! —volvió a decir enderezándose con una sonrisa en su rostro juntando sus manos de manera entusiasmada.

Sus compañeros la miraron sorprendidos y despues se vieron entre ellos e imitar su accionar y hacer una reverencia casi de manera automática hacia la madre de Katsuki exclamando; —¡Un placer conocerla!

Mitsuki se quedó casi estatica por unos momentos hasta volver a sonreir y esta vez carcajearse encantada ante la actitud de todos, principalmente de la pelirroja al tomar aquella iniciativa que la tomó desprevenida, en pensamientos para ella no parecían amigos de su hijo considerando su caracter; eran bastante opuesto a él. Katsuki estaba casi en shock al ver como repentinamente todos habían saludado de forma cordial y entusiasta a su madre quien se veía bastante encantada con todos ellos.

—¡Vaya, me sorprenden todos ustedes! Son maravillosos, ¡dejen la formalidad! —dice entre risas la rubia mientras cubría con sus dedos ligeramente su boca al estar riendo de manera emocionada por toda aquella actitud. Había agitado su mano levemente tratando de quitarle importancia al asunto—. Sólo llamenme Mitsuki, todos ustedes me agradan. Me alegra que Katsuki tenga amigos como ustedes. —dice cruzando sus brazos mientras que el aludido la observó casi incrédulo y aún molesto—. Se ven agradables. Aunque quisiera saber algo... ¿quien de ustedes dos señoritas es la novia de mi hijo? —cuestiona directamente dirigiéndose a las dos adolescentes presentes.

Hatsulin alzó sus cejas sorprendida por esa pregunta tan repentina sin quitar su sonrisa, Mina por su parte sonrió casi emocionada mirando rápidamente hacia la pelirroja con chispas de emoción alrededor de ella. La más baja no tardó en observar hacia Ashido aún expectante a todo mientras esta parecía una niña pequeña emocionada por ver los fuegos artificiales en un festival, en sí ella parecía chispear fuegos artificiales de su esclerótica por los destellos que habían en sus pupilas amarillas. La Tsubomi miró lentamente hacia Mitsuki quien parecía bastante expectante a cual iba a ser la respuesta de ambas adorables y lindas femeninas a sus ojos.

Katsuki por su lado estaba mirando de manera fulminante a su progenitora por haber escuchado tal cosa venir de ella, sua ojos estaban blancos de la ira, estaba hasta mostrándose ofendido. Curiosamente tenía un muy tenue rubor en sus mejillas, aunque podría considerarse como rojo de la ira.

—¿¡De que mierda estás hablando, vieja bruja!? ¡Yo no voy a perder mi tiempo con estupideces como esas! —exclamó con sus manos hechas garras de manera alerta, la expresión de Mitsuki cambió de la afable y dulce sonrisa que tenía a la misma cara que tenía su hijo.

—¿¡A quien llamas bruja, maldito mocoso!? ¡sólo estoy preguntando; si es raro que traigas amigos, es más raro que traigas mujeres! —chilló mostrando su puño de manera amenazante, mostrándose incluso indignada; eran como dos gotas de agua.

—¡Ya cállate!

—¿LES GUSTARÍA ALGO DE BEBER O DE COMER? PUEDEN PEDIRME LO QUE SEA, ES UN GUSTO tener visitas. —Mitsuki mostraba una dulce y cordial sonrisa mientras los guiaba a la sala, todo se veía bastante organizado y pulcro.

❛Ella también se parece a Nee-chan❜ fue el principal pensamiento que rondó por su cabeza siguiendo sus movimientos con la mirada. Fue inevitable no pensar en su hermana mayor en cuanto a su carácter y forma de actuar, aunque actualmente ya Gie se había apaciguado en cuanto a ser algo gritona con el tiempo, aún tenía momentos en dónde explotaba en carácter. Antes pensaba que se parecía a Katsuki, ahora se parecía más a Mitsuki.

Escuchaba las diferentes respuestas de sus amigos siendo Mina quien se mostraba un poco más eufórica al observar hacia su alrededor emocionada. En esta ocasión prefería mantenerse algo serena; no se sentía del todo entusiasmada como quisiera, sobretodo con el hecho de que estaba en casa de alguien que consideraba un amigo preciado y estaba con sus amigos.

Se sentía inquieta, y no sabía cómo desaparecer esa inquietud.

Resopló de manera imperceptible mirando aún hacia sus amigos y como ellos comenzaron a observar a su alrededor en una inevitable curiosidad de estar en una casa nueva, una sonrisa un poco nostálgica apareció en sus labios al observarlos tan animados. La verdad la casa era bastante comoda y linda tanto por fuera como por dentro, ya había visto en una ocasión cuando Sosuke lo trajo aquel día que estudiaron juntos. De por sí se veía como una casa extensa y grande, y era igual por dentro.

En su mano derecha se contrajeron sus dedos hasta que se cerraron en un puño leve luego de rascar su palma, luego hizo un poco de presión al punto de que las puntas de sus uñas comenzaron a clavarse en su piel aún con sus ojos fijos en sus amigos; observaba un momento el perfíl de Kirishima quien sonreía animado agradeciéndole a Mitsuki quien llegó con una charola con limonada seguida por Katsuki de forma enojada. Un fugaz recuerdo de su expresión preocupada cuando fueron al centro comercial cuando avisaron lo que habia sucedido con Izuku.

❛Por qué... ¿por qué recuerdo esto justo ahora?❜ cuestionaba para si misma aún teniendo una sonrisa algo tensa que trataba de doblegar a una mueca, hizo más fuerza al clavar sus uñas en su piel en un intento de calmar esos recuerdos repentinos que tenía. ❛Todo está bien, todo está bien. Deja de pensar en eso, ¿por qué sigues pensando en eso?❜

Avanzó un paso algo dudoso hacia sus amigos que reían y se veían bastante contentos y emocionados, siendo todo un ambiente agradable y jovial como los adolescentes que eran. Sintió un leve revoltijo en su estomago mientras veía sus expresiones, sus ojos se desviaron hacia un lado hasta girar su rostro al observar como pasaba enfrente de una pared con algunos cuadros; sus pupilas se fijaron en una donde parecía ser Katsuki de niño junto con Mitsuki y un hombre de cabello castaño y gafas, tenía un leve parecido con el cenizo. Observaba fijamente los detalles de la fotografia hasta el punto de perderse en ella; aunque tuviera sus ojos fijos en su dirección, su mirada parecía casi ida.

Se quedó allí tratando de despertar de su ensoñación que sentía desde que habían ido a esa residencia, recordaba escuchar las voces de sus amigos pero siendo una ocasión en la que no participó como hubiera querido. Le llegó la imagen de si misma mirando en algún punto muerto mientras sus amigos campeaban y decidían quien sería la persona que tocara la puerta, apenas escuchando lo que decían y moviéndose casi inconscientemente hacia la puerta para tocar el timbre. Una pequeña gota de sudor resbaló por el costado de su rostro mientras comenzaba a sentirse fatigada y algo ahogada por el calor que comenzó a surgir en su pecho al igual como en sus palmas y el resto de su cuerpo que comenzó a tomar una temperatura más elevada de lo que normalmente era.

Volvió a hacer presión en la punta de sus dedos al contraerlos con más fuerza notándose ya la dificultad que ejercía su mano mientras más miraba aquella foto que parecía ser una foto familiar; se veía a Mitsuki más joven arrodillada junto a Katsuki pequeño quien estaba sonriendo en grande teniendo a su lado contrario el mismo hombre castaño el cual sonreía apaciblemente, ambos adultos parecían semi abrazar al pequeño Katsuki. Su estomago volvió a retorcerse de manera extraña casi sintiendo acidez en ella junto con una sensación incomoda que quería intensificarse mientras seguía observando más y más esa fotografia a la cual ya fue poco despues que comenzó a detallarla con más atención.

❛¿Que era lo que estaba pensando?...❜ nuevamente fue lo que pasó por su mente mientras sus pupilas temblaban ligeramente al moverse es su esclerotica casi sin inmutarse de como sus uñas ya comenzaron a perforar su piel segundo a segundo, sentía como algo se apretaba alrededor de su garganta sintiéndose más sofocada con el calor como si sintiera que la temperatura en su cuerpo estuviera aumentando y a su vez concentrándose en su pecho. Casi parecía no parpadear o no respirar siendo esto ultimo muy poco perceptible por la forma casi pausada y entrecortada en la que lo hacía.

De repente, algo extremadamente frio se posó contra su mejilla. Un leve sonido seco comenzó a emerger ante el leve choque de su mejilla con esa superficie fria, justo como cuando echan agua a una fogata y comienza a salir aquel seco sonido del choque del frio y el calor, eso demostraba definitivamente lo caliente que se había puesto su piel hasta ese punto.

Miró casi alarmada hacia la persona que había apegado un frio y refrescante vaso de limonada contra su piel, pudo ver los hielos balancearse levemente en el liquido de la limonada aunque se veía como casi en un momento los hielos se habían reducido en el instante que el vaso había tenido contacto con su piel que parecía casi apaciguarse al ser algo medianamente refrescante para ella. Katsuki la veía con el ceño fruncido mientras con una de sus manos sostenía el vaso transparente de limonada, aunque luego observó casi incredulo como los hielos casi en un instante se habían derretido apenas viéndose unos pequeños cuadros y por poco aquel liquido no termina entibiándose y hasta calentándose. Hatsulin veía con sus cejas alzadas cuando el chico la observó con cierta molestia.

—¿Como te atreves a derretirle el hielo a la limonada, pirómana tonta? —gruñe indignado y molesto el más alto, Hatsulin parpadeó varias veces por su reproche para despues ver como le extendía mientras refunfuñaba dicho vaso que ya no tenía hielo alguno—. No te voy a reponer más hielo, despues de todo la vieja bruja fue la que trajo eso. Yo ni quería que vinieran —bramó luego de que ella lentamente dejaba de estar tan tensa mientras lo observaba para proseguir con relajar aquella mano que estaba clavando las uñas en su piel.

Se quedó casi estatica observándolo fijamente hasta desviar sus ojos hacia el vaso que aún le tensaba mirando aún algo ida como sus dedos sostenían con firmeza el vaso de limonada, sus hombros comenzaron a relajarse ante aquel llamado de la realidad ya entero que la sacó de su mundo de inquietud en el que comenzaba a hundirse luego de lo sucedido en el centro comercial Kiyashi con Midoriya Izuku y a su vez el encuentro con aquel chico desconocido. Alzó sus ojos nuevamente hacia el cenizo mientras apretaba su mano en puño (pero de forma más ligera que antes y ya con su mano "sana") a la altura de su pecho.

—¿Que tanto estás esperando? ¡ya tomalo! —se quejó Katsuki siendo ahora él el inquieto de tanto silencio y miradas para nada furtivas hacia él.

—¿Uh? si, si; gracias... —balbuceó con una leve sonrisa alzando sus manos para llevarlas hacia el vaso y sostenerla con ambas manos sintiendo como ya no estaba tan frio como lo sintió en un principio, Katsuki simplemente chasqueó la lengua para meter sus manos en sus bolsillos y darse la vuelta hacia donde sus amigos conversaban amenamente entre si. 

Hatsulin se quedó mirando hacia esa dirección y luego volvio a mirar la limonada que anteriormente se veía bastante fría y ahora parecía un jugo normal, alzó una de sus manos siendo la que lastimó sin querer, observando las ligeras marcas de sus uñas; sus ojos se habían quedado fijos en su piel lastimada que casi y por poco derrama algo de sangre. Entrecerró sus ojos respirando profundamente tratando relajarse aunque gracias a la repentina intromisión de su compañero, quedándose aún fija en su piel, pudo reaccionar.

❛¿Por qué me siento así justo ahora?❜ pensó de manera algo pesada. Toda aquella inquietud era extraña para ella, sólo quería despejarse y disfrutar con sus amigos.

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