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❪𝟱𝟮❫ ; 𝘄𝗶𝘁𝗵 𝗮 𝗯𝗶𝘁𝘁𝗲𝗿 𝗱𝗿𝗶𝗻𝗸.

ARC THREE; DEMONS❫
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CAPÍTULO CINCUENTA Y DOS;
CON UN TRAGO DE AMARGURA
shopping❜

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©Shanxlabyx
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HATSULIN MIRABA CON UN POCO DE AFLICCIÓN LAS EXPRESIONES DE LOS CUATRO INDIVIDUOS QUE NO HABÍAN PODIDO PASAR la prueba práctica, veía como Mina lloriqueaba entre lamentos mientras que Kirishima y Satō estaban con una enorme nube de frustración encima de ellos al igual que una mirada vacía, Takeru por su parte mantenía una expresión aburrida que a pesar de no verse igual de afectado que sus demás compañeros se notaba que no estaba a gusto, tenía un aura muy similar a la de los demás que no habían podido pasar, incluso estaba más callado de lo normal por mucho que no fuera exactamente muy parlanchín. Suspiró un poco pensando en una forma de animarlos.

—Chicos, espero escuchar... sus historias del campamento... —sollozaba la de cabellera y piel rosácea teniendo lagrimas en sus ojos al lado de los que habían reprobado el examen práctico, estando todos juntos y a su vez reuniendo y juntando toda la energía de decepción que tenían ellos. Miró como Midoriya trataba de animarlos diciendo al respecto de que todo podría cambiar de un momento a otro y que habría alguna posibilidad de que haya alguna sorpresa de último minuto.

—Eso es cierto, recuerden que la U.A. es bastante impredecible. ¡Cualquier cosa podría pasar, no pierdan la esperanza! —secundó la pelirroja a las palabras del peliverde mientras les daba una sonrisa en un intento de que no estuvieran tan desanimados aunque seguían hundidos en la miseria y tristeza de no haber aprobado. La verdad si estuviera en el lugar de ellos se sentiría de igual manera decepcionada por mucho de que trataría de mantener el ánimo al respecto. Aunque considerando lo engañosos que llegaban a ser sus maestros, sobretodo Aizawa, podría pasar algo de ultimo minuto.

—Hatsu-chan... te quiero y todo... ¡Pero no creo que sea posible, habían dicho que si no aprobabamos el examen práctico no iriamos al campamento! ¡Y no aprobamos! —volvió a lamentarse y a su vez replicar la de antenas mientras agitaba sus puños en reproche y luego se dejaba caer hacia ella abrazándola. Hatsulin abrió sus ojos con cierta sorpresa al recibirla tan repentina pero colocó una mano en su espalda para acariciar esta misma y a su vez darle unas palmaditas en la cabeza en un intento de consolarla.

—Ya, ya, Mina-chan... Ya ustedes verán que lo que dijo Midoriya-kun es cierto, podría haber una sorpresa de ultimo momento. No pierdas el ánimo. —dice comprensiva con una sonrisa en sus labios revolviendo con suavidad su rizada y corta cabellera rosa aún escuchándola lamentarse contra su pecho como una niña pequeña en los brazos de su madre; podría imaginarse que habrá hecho lo mismo con sus padres. Respiró hondo mientras aún sobaba su espalda con suavidad

—Calma, como dicen, podría suceder cualquier cosa. —habla Sero con un poco de preocupación mirando a los afectados de la prueba quienes seguían ensimismados en su desgracia. El chico con quirk de tape suspiró un poco cruzando sus brazos unos momentos mientras los miraba con una pequeña mueca en sus labios para luego señalarse con el pulgar—. Yo tampoco sé qué podría pasar. Mi equipo aprobó por Mineta pero yo dormí todo el tiempo... Como sea, no sabemos como califican. —dijo tratando de que piensen de otra manera, aunque él tambien se veía nervioso e inquieto.

Hatsulin miró hacia el más alto con atención y luego miró hacia abajo en donde Ashido seguía abrazándose a ella con un puchero de frustración en sus labios. Acarició con suavidad su cabello mientras sus cejas se fruncían un poco por aquel punto de parte del de cabellera negra y ligeramente larga; tenía razón en eso, no tenían en concreto como era que iban a clasificar con exactitud, lo único que tenían en claro es que si no aprobaban, no irían al campamento. Ahora pensaba los puntos que llegarían a evaluar en el examen, los puntos malos y buenos porque sabía que habría errores en medio de lo que había sido una prueba que aunque aprobaran podrían evaluar diferentes puntos que los llevaría a no aprobar realmente. Como en un examen en aula; aunque entregues la hoja y hayas respondido todo no significa que realmente tengas una calificación perfecta o incluso que hayas pasado el examen.

Le preocupaba un poco ese hecho, pero antes de seguir divagando al respecto escuchó claramente como la puerta del aula se deslizaba con rapidez dando la bienvenida a quien sabía que era su maestro guía; efectivamente era él. —Cuando suene la campana, siéntense. 

Y casi al instante todos fueron a sentarse en sus respectivos asientos, llenándose todo el aula en completo silencio mientras el héroe Eraser Head y su vez su maestro Aizawa se posicionaba enfrente de toda la clase. Hatsulin veía desde su asiento con atención aunque estaba algo inquieta, aquello podía notarse de cierta manera por la forma en la que apretaba sus manos entre si; las sentía calientes, y más de lo normal. Aquella era una señal de lo algo alterada que estaba en su interior por lo que sea que llegara a decirles su maestro porque sabía que diría cosas al respecto de la prueba de todos y lo del campamento. Bueno, al menos suponía eso y pensaba que debía ser lo más obvio. Retuvo unos momentos su respiración mientras veía con cierta inquietud al único adulto presente en aquella aula.

—Buenos días. —dice hacia ellos Shōta recibiendo silencio aunque estaba claro que todos estaban atentos a lo que sea que fuera a decirles; cada uno de los jovenes presentes lo veían en total silencio en espera de que hablara—. Lamentablemente, algunos no aprobaron el examen final. —comienza hablar al respecto y directo al grano, los propios desaprobados sabiendo que hablaban de ellos colocaron una expresión de aflicción y resignación—. En cuanto al campamento en el bosque... —la de orbes azulados y de un tono intenso se enderezó más en su lugar apretando sus manos entre si al escuchar que hablaría de información al respecto. A pesar del ambiente pesado de los que no habían aprobado, Aizawa sonrió de la nada sólo como él podía hacerlo—. ¡Todos irán!

—¡Una sorpresa de último  minuto! —exclamaron con una mezcla de fascinación y gran emocion Mina, Rikido y Eijirō mientras que Kenji estaba paralizado en su lugar con sus ojos más abiertos de lo normal mostrando cierto asombro, desapareciendo aquella expresión de aburrimiento que tenía. La expresión de Hatsulin por su parte dejó de ser tan inquieta y pasó a ser una de alivio y a su vez tranquilidad, colocando una sonrisa a labios cerrados al saber aquello, le encantó ver como el rostro de los cuatro reprobados se iluminaba.

—¿¡Tambien podemos ir!? —exclamó el de orbes rojizos y dientes puntiagudos más que emocionado mostrando aquella enorme sonrisa que tanto lo caracterizaba, Rikido estaba casi derritiéndose del alivio en su asiento junto con una leve sonrisa en sus labios; Mina por su parte estaba con una gran sonrisa en sus labios al igual que unas lagrimas de alivio en sus ojos. 

—¿¡En serio!?

—Si. —responde con simpleza el de vestimenta negra a comparación de la desbordante felicidad de sus estudiantes que estaban con los ánimos en los suelos hasta aquella revelación de parte de su maestro. Takeru estaba en total silencio en su asiento con una expresión algo pensativa, colocó una mano en su mentón mientras inclinaba un poco su cabeza hacia un lado escuchando a sus compañeros anteriormente reprobados celebrar. 

—¿Por qué? —fue lo preguntó de la nada el rubio de orbes destellantes mostrándose interesado y a su vez confundido; Mina, Eijirō y Rikido lo miraron con incredulidad y espanto de que esté preguntando algo como eso que incluso el de cabellera despeinada se sintió algo pequeño por sus miradas. 

—¿¡Por qué cuestionas eso, Takeru!? ¡Iremos al campamento! —replica Ashido mientras agitaba su puño hacia su dirección recibiendo una mirada atenta de Kenji quien despues se encogió de hombros para acurrucarse en su asiento con pereza. Aizawa los miró a ellos en especifico y luego suspiró un poco para colocar una expresión de seriedad y cierto cansancio, ya algo típico de él.

—Nadie falló en el exámen escrito. En el práctico, Kirishima, Takeru, Ashido, Satō, Sero y Kaminari fallaron. —aclara el de caballera oscura y algo desaliñada escuchándose el leve chillido de parte de Hanta quien despues se cubrió el rostro con frustración y a su vez resignación mencionando el hecho de que lo veía venir por haber estado dormido casi toda la prueba y que no lo calificarían bien como tal por mucho que Mineta haya llevado su equipo a la victoria, mientras que Denki exclamó algo espantado y a su vez exaltado al escuchar como había sido nombrado allí; Hatsulin se sobresaltó un poco por escuchar el nombre de su compañero en el exámen práctico ser nombrado como un no aprobado.

—¿¡Q-que!? ¿¡Por qué yo!? ¡No! —exclama con frustración Kaminari agarrándose los cabellos rubios en espanto. Tsubomi estaba igual de confundida que su compañero quien estaba lamentándose detrás de ella, la pelirroja se quedó en total silencio tratando de encontrarle lógica al hecho de que él haya reprobado—. Esperen... de todas maneras iré al campamento. Creo que estoy bien con eso, aunque aún no entiendo. —se tranquiliza el rubio de orbes amarillos rascando 

—Debe ser por el hecho de que Kaminari-chan no hizo nada en todo el examen, técnicamente su equipo pasó gracias a Hatsu-chan. Algo similar al exámen  de Sero-chan y Mineta-chan. —menciona Tsuyu llamando la atención de Denki y a su vez de Hatsulin quien suspiró con pesadez cruzando un poco sus brazos; la verdad si llegó a pensar varias veces el hecho de como calificarían a su compañero en el examen. Kaminari rascó un poco su cabeza y luego se encogió en su lugar con cierta resignación.

—Nuestro lado se aseguró de dejar una forma de que los estudiantes ganaran mientras veíamos como se encargaban. Si no, muchos se habrían atascado antes de empezar. Lo de "aplastarlos" era para asustarlos. —va explicando el de mirar de cansancio mientras que todos estaban atentos a lo que decía—. El campamento es para aumentar la fuerza. Los que fallaron lo necesitaran aún más. Era una falsedad racional. —y como cuando anunció que realmente todos asistirían al campamento, volvió a decir con una ancha y extensa sonrisa de la cual no sabía que era lo que realmente estaba expresando, aunque estaba en claro que estaba burlándose de alguna manera.

Realmente la U.A. es muy impredecible, sobretodo Aizawa-sensei.❜  pensó Hatsulin mientras suspiraba con pesadez y entrecerraba sus ojos un poco mostrándose un tanto incrédula aunque luego sonrió con suavidad y tranquilidad. Realmente puede esperarse cualquier cosa de la academia; veía con una sonrisa en sus labios como sus compañeros estaban celebrando el resultado, soltó varias risitas al ver como incluso Denki estaba celebrando con ellos a pesar de que recién sabía que estaba reprobado. Miró como Iida se levantaba y acusaba a su maestro de que si seguían mintiéndoles de esa forma perderían la fé en la academia, sacándole una risita al respecto por lo serio que era que incluso Uraraka señaló eso. A pesar de todo, realmente estaba contenta por sus compañeros y por el hecho de que todos irían al campamento.

—Pero no mentí sobre todo. —su atención fue hacia su maestro cuando escuchó sus palabras mostrándose confundida y a su vez curiosa de escucharlo hablar. Nuevamente estaba totalmente serio—. Un fracaso es un fracaso. Preparamos lecciones extras para ustedes. Será más duro que las clases en la escuela. —y así apagó el entusiasmo que tenían el pequeño grupo de seis respecto a ir al campamento, porque cuando su maestro decía algo como eso, iba más que en serio.

—Sabía que habría algo de por medio. Lo sabía. —decía con cansancio Kenji mientras cruzaba sus brazos con pesadez. Luego miró hacia Hatsulin quien permanecía aún observándolos aunque luego miró hacia él curiosa y en silencio, ladeando luego su cabeza. Takeru abrió sus ojos ligeramente por la fijación de ella al momento de verlo pero luego le sonrió ligeramente entrecerrando un poco sus ojos haciéndolo entrecerrar sus ojos para suspirar con pesadez.

❛Me recorrió un escalofrío... igual de rara que siempre❜  fue lo que pensó el chico mientras que fruncía un poco su nariz aún recibiendo la fija mirada de la pelirroja. Hatsulin por su parte ladeó su cabeza hacia el lado contrario a lo que lo había hecho antes ante los gestos raros que había hecho y también la energía confusa que llegó a sentir, junto con la baja de temperatura que sintió de él. Simplemente suspiró un poco y volvió a sonreír un poco mientras volteaba a mirar a sus demás amigos que estaban ahora algo deprimidos y decepcionados por el hecho de que al parecer iban a esforzarse el doble que en la academia al haber reprobado. Miró ahora a Denki quien tenía una tenue sonrisa en sus labios con un aura oscura encima de él.

Sonrió con cierta pena al verlo de esa manera al igual que sus demás compañeros, mandándoles ánimo para el momento en el que llegue el campamento. Eso fue lo que pensó el resto del día hasta que llegó el atardecer y con eso la culminación de las clases; ahora se encontraba observando la gran lista de las cosas que tendrían que llevar al campamento al igual que sus demás compañeros. Tachaba con una pluma roja lo que necesitaba colocando un circulo justo a un lado para saber que era lo que tenía y lo que no porque puede que llegue a olvidarse, tendría que ir mañana o quizás hacer una rapida ida al centro comercial con Sosuke apenas salga de la academia aunque sentía que sería algo demasiado presionado por la hora. Si, quizás vaya mañana más tranquila y ya con su razón de ida enterada por su madre y su abuela; escuchaba de igual manera como sus demás compañeros decían y alegaban lo que les faltaban.

—En serio son muchas cosas las que tenemos que llevar. Algunas no las tengo... —murmura Kaminari quien veía al igual que todo la lista de los objetos que tenían que llevar para la semana del campamento de entrenamiento. Hatsulin estaba a un lado suyo continuando con su lectura, dibujó con la pluma roja un circulo al lado de donde decía lentes de visión nocturna, y un poco más abajo insecticida el cual no tenía. Sintió luego como Denki apoyaba su mano en su mesa (al estar sentada) haciendo que subiera la mirada; él tenía una sonrisa confiada y a su vez divertida—. ¿Te gustaría acompañarme a comprar un traje de baño? así me ayudas a escoger mientras te modelo trajes de baño.

Hatsulin no pudo evitar ahogar y aguantar carcajearse al escucharlo decir aquellas palabras teniendo que cubrir su boca con su mano para aguantar reír por esa escena, negó con su cabeza divertida mientras sus orbes estaban algo achinados ante la gran sonrisa que le había sacado su amigo con tal cosa. —No, gracias. Así estoy bien, estoy segura también que si sigues tu criterio al escoger, estará bien lo que gustes. —dice un poco divertida y a su vez comprensiva, causándole mucha gracia cuando decía cosas así.

—¿Segura? ¿te vas a resistir a esa maravillosa propuesta de verme en traje de baño?

—Si, me resisto. —vuelve a reír la pelirroja levantándose de su asiento a su par que adentraba una de sus libretas en su bolso ya que ya le había llegado un mensaje de Sosuke diciéndole que ya estaba esperándola en la entrada.

—Que lástima. —murmura Denki con una expresión cómica y una mano en su pecho fingiendo dramatismo para luego girar su cabeza con exageración Kyōka quien estaba guardando sus cosas en su mochila con tranquilidad hasta mirar la exagerada acción de parte de su compañero—. ¿Y que me dices tu, Jirō? ¿quieres que te modele en traje de baño?

—Eres un idiota. 

—¡Que cruel!

La pelirroja volvió a carcajearse suavemente al ver aquella escena colgando su maletín en su hombro mientras buscaba y vagaba levemente con su mirada los alrededores del aula en donde sus compañeros seguían hablando al respecto de que era lo que le faltaban. Se quedó en silencio unos momentos pensando en el hecho de que todos tenían que comprar diversas cosas para el campamento, ahora pensó en si ir justo ahora a comprar lo que le faltaba o esperar hasta mañana. No obstante, antes de seguir pensando al respecto, escuchó como su amiga de cabello y piel rosácea tomaba la palabra.

—¡Oigan, se me ocurrió una gran idea! —exclamó Ashido posando de forma heroica en medio de sus compañeros, estando cerca de Yaoyorozu y Tsuyu, todos al escuchar sus palabras la voltearon a mirar observando como sus ojos negruzcos e iris dorada estaban brillando con emoción—. ¡Mañana vamos todos a comprar lo que necesitemos! ¡Podemos ir juntos! ¡Salir por primera vez toda la clase A! —exclama de forma extravagante la de características alienígenas llamando la atención de muchos y a su vez el interés de la mayoría.

❛Suena lógico; todos tenemos que comprar muchas cosas. Además, sería un momento agradable❜ dice en su mente la pelirroja mientras miraba a sus demás compañeros que iban cediendo a la idea, la cual era buena siendo unos muy pocos los que realmente no iban a asistir, siendo un ejemplo Shōto que en los días de descanso iba a visitar a su madre Rei y a su vez que no podría por eso. Era entendible eso, así que no habría problema. Sonrió mientras un brillo crecía en sus ojos, sintiendo la emoción y fascinación de salir con toda la clase; ya ha salido con el pequeño grupo de amigos que formó con Eijirō, Hanta, Denki, Mina y Katsuki, incluso estando en ocasiones Kyōka, pero el hecho de que sería la primera vez que toda la clase iría en una agradable salida la emocionaba también.

Buscó con la mirada a Eijirō y Katsuki para saber si irían, distinguiéndolos a ambos casi al instante observando como el cenizo colgaba su mochilas la en su hombro y se giraba hacia el lado contrario del pelirrojo; Hatsulin sonrió para encaminarse hacia ellos y preguntarles ahora sí irian o no. Llegó con Eijirō quien le sonrió casi al instante cuando llegó y luego este se volteó hacia el más alto entre los tres, la pelirroja sonriente y curiosa miró también hacia Bakugō quien comenzo a caminar sin decir nada.

—Oye, Bakugō, ven también. —propuso con confianza y seguridad el apellidado Kirishima mientras la Tsubomi sonreía interesada hacia él y luego hacia el más alto a quien alcanzó a escuchar un leve bufido, continuando con su caminar.

 —Como si hiciera algo tan molesto. —contesta sin dudar el cenizo siendo una respuesta aparentemente negativa, Eijirō simplemente sonrió como suele serlo y negó con su cabeza al esperarse de cierta forma su respuesta; Hatsulin no alcanzando a escuchar bien lo que dijo fue hacia él para interceptarlo al colocarse enfrente de él con aquella gran sonrisa que tanto la caracterizaba haciendo que el cenizo se detuviera en seco por su repentina aparición, y a su vez se había tensado.

—¿Vas a venir, Bakugō-kun? ¡Vamos, será divertido! ¡Primera salida de toda la clase A! —dice Tsubomi mientras apretaba sus puños a la altura de su pecho con entusiamo, teniendo de igual manera una expresión emocionaba y radiante. Katsuki estaba tenso mientras alzaba poco a poco su mentón, estiró ligeramente la comisura de su labio superior mostrando ligeramente sus dientes y un poco sus encias, una de sus cejas temblaban.

—Ya dije que no. ¡No iré! tengo cosas más importantes que hacer. —dice un poco fastidiado el cenizo mientras fulminaba con la mirada hacia la pelirroja quien lo miró atentamente y ahora con una expresión confundida y curiosa. Una de sus cejas tembló y resopló luego alzar su mano y darle un leve golpecito en su frente con sus dedos desconcertándola por tal cosa y haciéndola llevar una de sus manos a sobar el golpe; el rubio sólo pasó por su lado volviendo a meter sus manos en sus bolsillos—. Si quieren hacer algo tan molesto, hagan lo que quieran. Yo me iré, y no insistas, pirómana.

Hatsulin se volteó a verlo aún algo desconcertada por el hecho de que había golpeado su frente, sin fuerza alguna apenas dejándole una rara sensación allí. Observó su espalda y como se alejaba vagamente para dirigirse a la puerta el aula en donde sus compañeros seguían acordando que deberían hacer para el día de mañana donde irían a comprar todo lo que les faltara, una pequeña duda apareción en su cabeza de que ya tendría todo lo necesario a su vez de que él de por si no le gustaba mucho salir en grupo; realmente apenas y salía con el pequeño grupo de amigos que habían formado con él. Un pequeño sentimiento de tristeza se instaló en su pecho por el hecho de que no iría, pero luego sólo suspiró. Ya es decisión suya y debía respetarla.

—Que mal que no venga... —Bakugō abrió un poco sus ojos cuando escuchó las palabras de Tsubomi quien se había dirigido hacia Kirishima cuando se puso a su lado. Aún así, aunque no la viera, Katsuki supo que volvió a sonreír, efectivamente lo hizo—. ¡Nos vemos después, Bakugō-kun! —Hatsulin sonrió con aquel ánimo y a su vez calidez que la representaba mientras agitaba levemente su mano en forma de despedida. El chico se detuvo un momento justo en el marco de la puerta viéndola de reojo por unos segundos para volver a girar su rostro e irse por su respectivo camino sin decir ni una sola palabra.

—Bueno, ya sabes cómo es él. —dice un poco resignado Eijirō mientras Hatsulin lo volteaba a mirar viéndolo con atención y observando como también veía un poco callado hacia donde el apellidado Bakugō se había ido. Suspiró luego y la miró, sonriéndole con aquellos peculiares dientes puntiagudos—. Supongo que tú irás. Te ví bastante emocionada apenas Ashido dió esa idea. Bueno, siempre te veo animada aunque cuando te entusiasmas más se nota.

Hatsulin soltó varias risitas cómplices, alzando su mentón con seguridad mientras cerraba sus ojos. Colocó sus manos en su cintura para levantar una de estas y tocar su propia mejilla, dándole una juguetona y amigable sonrisa. —¡Me conoces muy bien, Kirishima-kun!

PERSONAS CAMINANDO DE UN LADO A OTRO, DETENIÉNDOSE O ACUMULÁNDOSE EN ALGUNAS DE LAS TIENDAS. TODO ERA TRANSITADO en aquel lugar tan inmenso llamado el Centro Comercial Kiyashi, un lugar con prendas, accesorios y lo que la gente necesite, incluso habiendo una gran variedad de prendas que se podían adaptar a cualquier cuerpo y singularidad física. Era aún de día, exactamente en el horario de la tarde; todo se veía bastante tranquilo y agradable. En cierta parte se veían varios adolescentes reunidos, uno de ellos veía constantemente el telefono mientras observaba a su alrededor varias veces, un pequeño sonido de notificación sonó desde su aparato electronico haciendo que mirara nuevamente hacia su telefono viendo como había un mensaje escrito junto con el emoji de pulgar arriba al final. La castaña sonrió al ver lo que decía para luego mirar hacia sus compañeros.

—Hatsu-chan me escribió, dice que ya está aquí. —dijo Ochako llamando la atención de sus amigos quienes asintieron al escucharla; aparte de los que no habían decidido ir, faltaba la más energica del aula y a su vez la más entusiasta. Mayormente las chicas comenzaron a buscar con la mirada la singular cabellera de Tsubomi que casi siempre destacaba por el color tan intenso que tenía. Algunos de los chicos comenzaron a divagar por el lugar y verla entre la gente. Tokoyami al divagar un poco su mirada hacia su alrededor la vio, divisando su cabellera rojiza.

—Ahí viene. —dice el adolescente con cabeza de pájaro, simulando el de un cuervo, mientras señalaba con su cabeza en la dirección donde venía su compañera más vivida de toda su clase, más energética que Mina y Eijirō juntos. Los que estaban presentes voltearon a mirar hacia su compañero de orbes rojizos para ver donde indicaba la llegada de su compañera de cabello rojizo y llamativo. Efectivamente ahí venía, incluso ella había alzado uno de sus brazos en alto para ser notada.

El rostro de la demás chicas de su clase se iluminaron en sonrisas al igual que los demás integrantes y presentes allí al ver que la ultima que faltaba en llegar finalmente se hacía presente, con aquel ánimo tan único de ella y su energía. Hatsulin agitaba su brazo de derecha a izquierda con una gran sonrisa en sus labios al estar algo lejos, se acomodó levemente su cabello al tenerlo suelto y trotó eufórica y emocionada hacia ellos (aunque no de forma exagerada, estaba más que consciente que estaba en un lugar publico; además, no quería terminar siendo vista como la loca del centro comercial) para poder llegar más rapido; vestía un sueter de manga larga negro con rayas blancas, grises y de diferentes tonalidades de este mismo color con un tipo de falda de jean ceñido a su cintura y hasta más abajo de sus muslos, llevaba unos tenis negros y el pelo suelto con una diadema blanca. A pesar de su ropa, su cabello seguía destacando.

—¡Compañerooos! —exclama alargando la o al final, llegando hacia allí con energía y entusiasmo alzando ahora ambas manos hasta flexionarlas a la altura de su torso con una gran sonrisa usual en ella, se veía bastante contenta—. ¡Hola a todos! Lamento tardar un poco más de lo usual, es que tuve que ir a hacer unas cosas primero y se me fue la hora. Discúlpenme. —y tan rapido como llegó, dió explicación a su "falta" si podría decirse, al menos así era como lo consideraba ella por haberlos hecho esperar, agregando que era la única que faltaba y estaban todos reunidos, juntó levemente sus palmas contra sus rodillas al momento que se inclinó—. Prometo no tardar la próxima vez que salgamos, ¡doy mi palabra!

—No le de tantas vueltas al asunto. Un par de minutos demás son algo sin importancia. —dice Fumigake con tranquilidad, siendo secundado por algunos de sus compañeros. Tsubomi se enderezó soltando un suspiro para luego sonreír un poco más tranquila, sintiéndose un poco avergonzada al respecto de haber llegado unos minutos despues de la hora que habían acordado todos para reunirse en aquel enorme centro comercial.

La verdad, su retraso había sido aquella visita a su abuelo y a su viejo y fallecido amigo que hacía sin falta casi todos los días, se había quedado profundamente en sus pensamientos que cuando levantó el teléfono para ver que hora era, notó como sobrepasaba la hora de reunión, así que fue volando (no literalmente, capaz y se le quema la ropa si realmente fuera volando" con su quirk) con Sosuke para que la llevará. Llegó por lo menos diez o quince minutos más tarde de lo que debería, estaba acostumbrada a ser puntual, llegando a veces antes y justo a la hora, aunque no como Katsuki que literalmente llegaba a la hora indicada literalmente de forma puntual. No sabía porque se sentía tan inquieta aunque fueran cinco minutos, simplemente... no le gustaba no ser puntual.

Soltó un largo suspiro mientras volvía a sonreir un poco más como suele hacerlo, aunque manteniéndose un poco cohibida para asentir levemente, prosiguió luego a observar y curiosear que hacían sus demás compañeros quienes ya estaban colocando el ojo en diferentes apartados de ropa, suponiendo que era por lo curiosas que eran debido a que el centro comercial Kiyoshi era tan enorme en el sentido de haber una gran variedad de vestimentas y entre otras cosas adaptadas a cualquier persona. Bastante impresionante, sinceramente. Le gustaba ir, ¡había mucha variedad! Miró nuevamente a sus compañeros para sonreirles, y al momento que había abierto la boca para hablar sobre la razón en la que estaban allí, fue interrumpida cuando una mano agarró su cabeza desde atrás y la hundió hacia abajo con firmeza ganándose la sorpresa de los que estaban al tanto de ella. 

—Oye, no te pongas a correr así. —miraron luego al responsable de aquel accionar contra la pelirroja que la mantenía con su cabeza hacia abajo algo encorvada mientras que se quejaba en un intento de quitarse aquella gran mano que le provocaba aquello y a su vez le provocaba fastidio—. Por poco y no me lleva la gente. 

❛Es... ¡un chico muy guapo y mayor!❜ pensaron todas las chicas al fijarse en la apariencia del chico que se comportaba con bastante confianza hacia su amiga más animada, y ahora molestaba al hundirle la cabeza hacia abajo y a su vez despeinarle el cabello. El chico se enderezó aún haciendo presión contra la chica de la cicatriz para mirar con curiosidad hacia los jovenes que le miraban, todos vislumbraron dos ojos rojizos ligeramente grandes junto con un cabello del mismo color carmín de forma revoltosa y algo puntiaguda y a su vez rizada, teniendo una bandana en su frente sosteniendo un poco su cabello. Era alto, bastante al lado de Hatsulin.

—Oh, ¿qué tal? —saluda con simpleza el pelirrojo de orbes del mismo color con un movimiento de cabeza mientras apoyaba su brazo encima de la cabeza de la de orbes azulados para seguir haciéndole presión hacia abajo. Hatsulin murmuraba varias quejas y diciéndole que la dejara aunque tampoco era como si le hubiera hecho mucho caso—. Trajiste la lista esa, ¿no? Capaz y se te olvida.

—¡Que si, si lo traje! no me acuses de olvidadiza. —se queja la pelirroja quitándoselo de encima para acomodarse el cabello que se había despeinado, acomodó un poco su cabello rizado por naturaleza aunque lo mantenía arreglado para no verse como un espantapajaros y arreglarse la diadema. El mayor metió una de sus manos en los bolsillos de su pantalón y luego se inclinó a algunos de sus compañeros como si fuera a decirles un secreto, mientras, los demás miraban expectantes y confundidos su aparición, algunas de las chicas ensimismadas en él y Mina exageradamente sorprendida y sorprendida.

—No le crean, si es olvidadiza. —dice con tranquilidad el chico hacia los menores a él que no evitaron mirarse entre ellos y mirarlo, sin evitar sonreir y volver a verlo. Hatsulin ahora miraba al chico con acusación y de forma fija, sólo como ella era capaz de hacer. El pelirrojo sonrió sin mirarla y luego bostezó, frotando uno de sus ojos un poco—. Bueno; hola, kōhais, yo soy su senpai Takeshi, un gusto conocerlos bien y en persona. Vine a acompañar a Hatsulin para que no se le olvidara nada de todo lo que tiene que comprar, y evitar que se pierda entre la gente.

—¡Hey! —contestó esta misma con reproche al haber escuchado como la acusaban de olvidadiza, Takeshi simplemente sonrió al escucharla; la verdad, si llegaba a ser olvidadiza para varias cosas.

—¿«Kōhais»? —repitieron los que estaban al tanto del recien llegado quien había comenzado a curiosear su alrededor sin mucho interes, aunque pareciendo buscar algo.

—¡Uhum! Onii-chan estudia en la U.A. y va en tercer año, tecnicamente es nuestro senpai. —asintió la pelirroja viendo con una sonrisa hacia su hermano quien había metido sus manos en sus bolsillos de su pantalón caminando vagamente hacia donde estaba una tienda con cosas deportivas, sobretodo ropa, observando un maniquí con curiosidad. Hatsulin rascó un poco su mejilla mientras suspiraba—. Él quiso acompañarme, aparte de que al parecer tenía cosas pendientes que comprar y quiso aprovechar tambien.

—Quería realmente venir para cuidarte, ¿no? —suelta Kyoka con una sonrisa afable y a su vez divertida mientras que hablaba con Momo de que tenían que ir a comprar una mochila. Hatsulin mantuvo sus ojos rasgados con una afable sonrisa en sus labios mientras asentía y detrás de ella se veía a Takeshi mirando de forma distraída una tienda de ropa para mujer, por alguna razón, se veía tan ensimismado mirando que incluso uno de los empleados de la tienda salió para preguntarle si necesitaba algo haciendo al pelirrojo sobresaltarse por haber mirado tanto al punto de que pensaban que quería comprar algo.

—¡Que alivio! sólo es su hermano, podré continuar con mi futura fantasía... —habló Ashido con alivio y sus manos entrelazadas en su pecho, junto con brillitos de determinación. Hatsulin la miró con atención y ahora confundida por sus palabras.

—Te dijimos que debería ser familiar suyo, kero, a simple vista se parecen. —dice Tsuyu mientras miraba hacia el techo, siendo secundada por las demas chicas que estaban divertidas y resignadas por la de cabello rosa. La pelirroja las miró a cada una todavia mas confundida—. Sólo calma un poco tu emoción e imaginación, Mina-chan.

—¡Podré seguir con mi ilusión! ¡Aún hay oportunidad entre ellos!

—¿Ah? —dice Hatsulin con una sonrisa confundida al no entender de que era lo que estaba hablando Ashido, las chicas dijeron que eran cosas de ella, pero aún así estaba bastante confundida.

Luego de aquello comenzaron a caminar un poco por el centro comercial Kiyashi para divagar lo que había en su radar, Hatsulin veía la lista con las cosas que le faltaban mientras sus compañeros decían entre si lo que les hacía falta comprar por su parte, algunos necesitando lo mismo y otros no incluso colocándose algunos de acuerdo para comprar las cosas a la vez y acompañarse para comprar las cosas juntos. Hatsulin iba bastante distraída sólo deteniéndose al momento que Takeshi la agarraba de su sueter por atrás cuando iba derecho y sus compañeros se detenían. Colocó una mano en su mentón leyendo y contando las cosas que necesitaba y había tachado para que sea más fácil de darse cuenta que tenía y que no, se quedó mirando el lugar donde había tachado que no tenía traje de baño, se miró con disimulo sus ante brazos pensando en las marcas que tenía en ellos, entrecerró un poco sus ojos al pensar en aquello. Prácticamente nunca tuvo traje de baño, menos ahora; pero si era obligación, lo buscaría, debería haber alguno que le sirva.

Pensó en el hecho de que Denki tambien necesitaba comprarse un traje de baño, arrugó un poco su nariz. Mejor lo compraba ella sola y le decía a su hermano que le diera su opinión al respecto al ser más fácil por... simplemente ser su hermano. Sintió como alguien tocaba su hombro sacándola de su ensimismación para ver que se trataba de Kirishima quien le sonrió con entusiasmo caracteristico de él. Takeshi que miraba a cualquier lado sin interes se fijó de reojo en el sonriente pelirrojo y comenzó a verlos sin decir nada.

—Hey, Tsubomi. ¿Qué te falta a tí? a mi me falta casi todo. Ni siquiera sé si me alcance para todo. —dice pensativo el de dientes puntiagudos mientras que miraba su propia hoja, Hatsulin sonrió igualmente.

 —Me falta un poco más de la mitad, aunque tengo planeado reponer con cosas nuevas lo que ya tengo... —la pelirroja mira hacia su hoja de forma pensativa mientras tocaba ligeramente con su pulgar la zona del traje de baño aún dudosa, esperando que si hubiera algo que le sirviera para usar, porque tampoco quería recibir regaños o algo así por no querer entrar al agua cuando tengan que usarlo. Cubrió luego con su pulgar donde tachaba el traje de baño con rapidez cuando Eijirō curioseó por encima su hoja y luego la dobló para sonreírle con ánimo—. ¡Pero bueno! estoy segura que hasta la tres tendremos todo lo que necesitemos. Y no te preocupes, lo que te haga falta, yo te puedo ayudar en lo que necesites. No tengo problema.

—¿Eh? ¡No, no! ¡No es necesario! yo compraré lo que me alcance, no tienes porque hacer eso. Realmente no es necesario, no puedo abusar de esa manera. ¡Eso no es nada varonil! —dice casi de inmediato Eijirō un poco nervioso y sorprendido de que Hatsulin estuviera proponiendo tal cosa, sintiendo que, aunque le podría ayudar por si no le alcanzaba para todo, una parte suya no quería ''aprovecharse'' como él pensaba de su amabilidad. Tomó suavemente su mano para darle un suave jalón en un indicio de que caminaran—. Debemos ir a buscar lo que nos hace falta, ¿eh? ¡Vamos!

Hatsulin pestañeó un par de veces y luego sonrió mientras sus ojos se achinaban un poco, aunque no demasiado para que se vieran entrecerraran debido a que sus ojos eran grandes de por si, recordando los ojos de su padre que eran tal cual. Asintió varias veces dejándose jalonear un poco mientras que Takeshi los miraba con tranquilidad aunque luego había entrecerrado sus ojos para suspirar y darse la vuelta cuando comenzaron a caminar e ir ligeramente hacia adelante, Kirishima caminó un poco más para acercarse a él y colocarse a su izquierda mientras Hatsulin iba un poco detrás de ellos al estar caminando un poco lento al guardar su lista y colocar una pequeña alarma que tenían para reunirse. Ya ese día se retrasó por estar distraída a pesar de saber la hora de reunión, mejor prevenir que lamentar, aunque ahora estaba Kirishima y su propio hermano.

—¡Hola, senpai! Soy Kirishima Eijirō. A ti ya te ví antes, ¡en el Festival Deportivo de los de tercer año! ¡Fue muy varonil! ¡Me impresionó demasiado! —mientras activaba la alarma escuchó la voz de su compañero sonriente y entusiasta viendo como buscaba sacarle conversación a su hermano mayor, de igual manera presentarse oficialmente. Takeshi alzó un poco sus cejas para mirarlo al girar un poco su rostro y sonreírle con levedad.

—Yo tambien te ví, perdiste con el rubio enojón al final. —asiente un poco el pelirrojo más alto, ya que medía practicamente los 1.80, Eijirō rascó un poco su nuca mientras sonreía y reía un poco, asintiendo un poco—. También tu, el rubio enojón y el rubio tonto estuvieron en nuestra residencia, según recuerdo. Sacaron a Imōto de su encierro, estaba seguro de que iba a estar dormida toda esa tarde. —le mira de reojo con diversión recibiendo una mirada algo reprochante hacia él por el hecho de que diga algo eso.

Eijirō volvió a reírse un poco ante aquella señalación, recordando como al día siguiente del Festival Deportivo junto con Kaminari y Katsuki habían ido a visitarla y salir como en forma de ''celebración'' . —Oh, si; Bakugō y Kaminari. Él si vino y creo que fue a comprarse un traje de baño, aunque Bakugō no quiso venir. —comienza a conversar al respecto con Takeshi quien mantenía una leve sonrisa mientras asentía. Hatsulin los veía a ambos con curiosidad para sonreir levemente, aparte de Hitoshi, era el primero en conocer alguien de su familia. Esperaba más adelante que tanto su grupo más cercano de amigos como los demás conozcan a su hermana y más profundamente a Takeshi. Le gustaría sinceramente.

—¡INSECTICIDA!

Abrió sus ojos con asombro al escuchar la exclamación de Uraraka de la nada quien salió corriendo hacia quien sabrá que dirección mientras agitaba su brazo y se alejaba de Izuku quien se señaló diciendo que si era un insecto, Hatsulin pestañeó varias veces confundida al ver aquella escena. Sonrió nuevamente mientras soltaba una risita negando con su cabeza, se giró para trotar y quedar entre su hermano y su amigo. Aquel día era bastante agradable.

CAMINÓ TROTANDO LEVEMENTE POR EN MEDIO DEL PASILLO DE LOS ESTANTES MIRANDO Y BUSCANDO DONDE HABRÍAN TERMOS DE AGUA, YA QUE TENÍA pero no del tamaño que le pedían. Además, para ella, necesitaba uno de metal para que pueda mantener refrigerada el agua que tenga allí, sabía que el campamento era entrenar y si fortalecería su quirk y lo usaba necesitaba tener agua bien fría, casi congelada para recuperar bien el aliento y apaciguar el calor que llegue a tener. Llegó a donde habían varios tipos de botellas y termos deportivos. Eijirō y Takeshi junto a ella estaban en una tienda de cosas deportivas como pesas, artefactos de ejercicio, entre otras; el pelirrojo menor dijo que necesitaba unas pesas y entre otras cosas de ejercicio y que les diera su opinión, aunque Takeshi le había dicho que podía ayudar ya que ella iba a estar mirando termos y alguna cosa que le ayude para cuando comiencen el campamento. Era una tienda bastante grande.

Sonrió al ver el estante con varios tipos de termos, buscó con su mirada alguno plateado que se diferenciaba de los otros por el material. Incluso los de metal servían para preservar el calor de café y entre otras cosas, incluso mantener algún líquido frío por un largo rato, era bastante bueno para ella. Tomó uno que estaba enfrente de su nariz que era blanco con franjas naranjas a los lados, ante el tacto sintió que era de metal, aunque uno muy leve debido a que era liviano, a comparación de otros que eran un poco más pesados y servían mejor para el uso que necesitaba. Lo miró entre su mano pensativa y la dejó en su lugar para colocar su mano en su mentón y mirar a su alrededor esperando ver algo que le sirviera a lo que buscaba.

—¿Comprando termos para tu perro? Se ve que está viejo, pero no sabía que le dabas agua como con un biberón.

Alzó su mirada en sorpresa cuando escuchó aquella voz girando su cabeza sobre su hombro cuando había sostenido otro pote un poco más delgado que el que había sostenido antes, pero más largo. Miró con sus ojos abiertos y atentos hacia la persona alta que estaba mirando distraído una sección de zapatos deportivos, viéndose el perfil de su rostro ligeramente cubierto por el cuello alto de su chaqueta que tenía su capucha cubriendo los cabellos negros que apenas sobresalían por su frente. Hatsulin lo vio varios segundos y alzó luego sus cejas al recordarlo vagamente, sobretodo por el olor ligeramente extraño que tenía, aunque a comparación de aquella vez era un olor más tenue, incluso le llegaba olor a jabón. ¿Quizás recien bañado o algo así? agitó su cabeza al andar pensando eso en vez de pensar en él.

—Eres el chico del parque. —murmura sorprendida la pelirroja volteándose por completo para verlo, él había sostenido una clase de llavero de forma aburrida, luego la vio de reojo con unos orbes azules que se mantenían entrecerrados de manera desinteresada, aunque como aquella vez, casi no le podía ver el rostro por el cuello alto de su chaqueta que llegaba al borde de su nariz, aunque veía que algo sobresalía un poco de sus mejillas, agregando que tenía unas extrañas... ¿ojeras? Con aquella luz más clara del almacen podía verlo un poco mejor, aunque no le veía por completo la cara. Miró fijamente su rostro distinguiendo unos pocos lunares en su nariz—. Que casualidad verte otra vez, no espere volverme a encontrar contigo. —luego de ensimismarse un poco sonrió amigable hacia el extraño quien no hizo más que resoplar.

—Cosas del destino. —respondió con simpleza el más alto encogiéndose de hombros y metiendo sus manos en los bolsillos de su chaqueta, girándose de igual manera para verla desde arriba, media un poco menos que su hermano, aunque al lado de ella si era bastante alto.

—Oh, ¡tienes razón! —señala sonriente la pelirroja sintiéndose interesada en su presencia, era curioso que a comparación de otros su temperatura fuera más elevada, como su mamá o su hermano. Sonrió nuevamente mientras curioseaba el termo de agua que buscaba—. ¿Y qué  te trae por aquí? ¿Buscando cosas para entrenar? —cuestiona curiosa, buscando tema de conversación—. ¿Buscas suplementos o algo así? según sé el exceso puede llevar muchas repercusiones. Deberías cuidarte al respecto. —divaga un póco distraida entre dos termos que tenía en sus manos, moviendo un poco de arriba a abajo como una balanza para ver cual pesaba más y darse de cuenta cual era mejor.

—Estoy compañando a un... conocido que quiso ir a ver a alguien. Nada importante. —fue lo que respondió el más alto mirando hacia el techo y divagando un poco la mirada en este, viendo una cámara de seguridad unos momentos para ver nuevamente hacia la nuca de la pelirroja quien tarareaba cualquier melodía al azar. El chico achicó sus ojos y arrugó un poco su nariz—. Y tu deberías no meterte en la vida de los demás y no ser metiche.

Hatsulin lo volteó a ver confundida por lo estoico que había sonado, incluso hizo que su sonrisa se desvaneciera por lo grosero que había sido, se sintió algo cohibida por haberle provocado molestia pero a su vez sintió algo de indignación de que le contestara de aquella manera, una de sus cejas tembló un poco con una sonrisa algo tensa.

—Que grosero... deberías aprender a respetar a las personas.

—Tu abuela igual. —se tensó un poco en sorpresa por aquella repentina —. Ella al igual que ciertos familiares tuyos también deberían aprender a respetar a las personas y darse cuenta de que lastiman a los demás. No los veo haciendo algo al respecto. —habla de forma directa aunque todavía desinteresada mientras la veía fijamente. Las pupilas de los orbes azulados de Hatsulin se redujeron un poco sintiéndose shockeada porque dijera eso, de manera... muy curiosa y específica al punto de que la asustó pero tambien la confundió un poco.

Se quedó varios segundos viéndolo a los ojos, sus cejas se curvearon un poco al sentirse pesada, de una manera algo extraña pero incómoda. Sentía una leve amargura en su boca y en general, todo su cuerpo por tales palabras y hasta suposiciones que decía aquel chico desconocido que parecía tener la edad de Kazuto, su hermano más grande y que actualmente estaba en Estados Unidos, aunque tenía casi la misma estatura que Takeshi. Tragó saliva duramente sintiendo como incluso esta bajaba algo caliente por su garganta, sostuvo con un poco más de fuerza el termo que tenía entre sus manos, sus palmas se habían calentado un poco al sentirse algo alterada, sentía algo en su interior removerse con amargura teniendo dicho sabor en su garganta. Su sonrisa ya no estaba en sus labios y a cambio tenía una mueca ue trataba y simulaba ser una sonrisa.

—Yo... 

Oi, Imōto, ya Eijirō compró lo que iba a... —en una de las entradas de entre medio del pasillo en el que estaba apareció Takeshi quien se quedó quieto observando la alta y desconocida figura que estaba enfrente de su hermana menor, estando ambos de perfil mientras Takeshi quedaba en perspectiva de estar en medio de ambos. El de cabellera alborotada alzó un poco sus cejas al ver a la menor con una expresión indecifrable, parecía un poco ida, o al menos hasta que él apareció girando un poco su rostro—... comprar...

El segundo más alto giró levemente su rostro para verlo de reojo, los ojos rojizos del Tsubomi mayor presente se encontraron con dos orbes azules, aunque diferentes a los de su hermana menor. Fue frunciendo levemente el ceño hasta mostrar una mirada fulminante hacia el desconocido por el hecho de que a él, a simple vista, le parecía extraño en el mal sentido aparte de ver claramente la expresión de su hermana. El ceño fruncido del pelirrojo se acentuó de forma intimidante mientras el chico que parecía ser mayor (aunque fuera un par de centimetros más bajo que Takeshi, aunque capaz y midan lo mismo) simplemente metió una vez más sus manos en sus bolsillos para caminar con desgana hacia la salida de aquel pasillo pasando a un lado del estudiante de tercer año quien seguía mirándolo de forma intimidante y fulminante. El desconocido pareció resoplar para simplemente irse por la entrada y desaparecer.

Takeshi suavizó su mirada al ver a Hatsulin, quitó el rostro amargo que había puesto por aquel tipo para acercarse rápidamente hacia la pelirroja menor quien ahora miraba fijamente la botella de plástico reforzado que tenía entre sus manos retirando un poco sus dedos para ver como ahora en el material se veían marcas ligeramente oscuras ante la quemadura que recibió por el calor que había emitido sus palmas al sentirse alterada en esos momentos. Takeshi tomó suavemente su ante brazo para revisarla viendo como alzaba un poco sus ojos para verlo aunque seguía un poco perdida en sus pensamientos. El Tsubomi mayor frunció sus cejas un tanto preocupado para tomar su rostro entre sus manos sintiendo como sus mejillas, que se habían abultado debido a sus manos, estaban calientes aunque en general, su cuerpo lo estaba. Con su pulgar acarició levemente sus pómulos, siendo inevitable que con uno de sus digitos acariciara su cicatriz que la hizo reaccionar un poco.

—Hey, ¿te encuentras bien? ¿te hizo algo ese tipo?... —cuestiona el más alto encorvándose un poco para ver mejor su rostro notando como había alzado sus ojos un poco más, viéndose atentos como siempre pero notaba inquietud en ellos frunciendo un poco su ceño cuando tocaba con la yema de su pulgar su cicatriz. Sabía que no le gustaba que le tocaran esa marca por lo que se detuvo y sólo sostuvo su rostro—. ¿Te insinuó alguna cosa o algo así?... ¿te amenazó?

—¿Eh? no, no... No hizo nada, no sé... no sé de que hablas. —Hatsulin trata de sonreirle con normalidad dándole un par de palmaditas a sus manos en sus mejillas disimulando lo inquieta que aún estaba por la presencia y las palabras de aquel tipo. Se preguntaba una y otra vez como rayos es que suponía esas cosas, porque parecía suponer... de una forma tan exacta que la asustó porque sabía que su abuela cuando se le apetecía no respetaba a nadie y lastimaba a las personas, a veces por puro gusto. Pero... ¿otros familiares? ¿de que hablaba? ¿quienes?—. Sólamente me puse a pensar en todo lo que me falta y me inquiete un poco. Ese chico sólo me preguntó donde estaba una tienda de ropa y se fue. ¡No te preocupes!

Takeshi la miró con desconfianza y a su vez algo incredulo, queriendo señalar el hecho de que estaba caliente y la sentía un poco tensa, sabiendo que cuando su cuerpo se calentaba así lejos de por entrenar era por alguna alteración que había tenido, pasándole cuando estaba nerviosa o asustaba de alguna manera. Frunció su ceño por pensar en esas emociones y en aquel tipo casualmente allí con ella, desvió un poco la mirada respirando con profundidad bajando el agarre de su rostro hasta sus hombros en donde les dió un suave apretón para que se calmara, y a su vez calmarse él. Tal vez... sólo era eso, ¿verdad?

—¡Tsubomi, senpai! ¡Oigan! —se escuchó la voz de Kirishima oirse con apremio apareciendo por el mismo pasillo por el que había entrado Takeshi, se veía algo alterado y preocupado—. ¡Tenemos que ir con los demás! Algo pasó con Midoriya, parece que se encontró con... Shigaraki Tomura. Uraraka acabó de escribirme.

—¿Shigaraki...? —murmuró confundido Tsubomi Takeshi soltando los hombros de Hatsulin quien se quedó mirando aturdida hacia su compañero quien se veía y notaba preocupado. Nuevamente sus manos volvieron a quemarse por pensar en el encuentro que hayan tenido su compañero peliverde y aquel tipo que recordaba del ataque a U.S.J., sus manos contra el plastico de la botella se calentaron y apretaron con más fuerza que antes, comenzando a emerger un leve humo de ellos mientras su sonrisa desaparecía, sintiendo nuevamente aquella amargura que sintió con aquel chico y volvió a aparecer con escuchar las palabras de Eijiro.

Y así comienzan las vacaciones...

→S H A N X L A B Y X←

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