❪𝟰𝟴❫ ; 𝘁𝗼 𝗳𝗮𝗰𝗲.
❪ARC THREE; DEMONS❫
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CAPÍTULO CUARENTA Y OCHO:
DAR LA CARA
❛repercusión, sin huir❜
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©Shanxlabyx
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—¿EN DÓNDE SURGIERON POR PRIMERA VEZ LOS QUIRKS, ASHIDO-SAN? —ESCUCHÓ LA VOZ DE LA CHICA DEL QUIRK DE CREACIÓN HACIENDO QUE SE acercara más a allí luego de haber llegado a la residencia de su compañera y haber pasado después de que unos empleados la recibieran; Yaoyorozu Momo estaba de pie con un libro en su mano vistiendo un vestido de color salmón tirando a ser rojo claro junto con un suéter de lana blanco, estaba detrás de la de piel y cabellera rosada que estaba con sus codos apoyados en la gran mesa y sus manos enterradas en su frondoso cabello, mostrando frustración en su rostro. Denki estaba a su izquierda justo al lado de la esquina de la mesa y a la izquierda de él, siendo la cabeza de aquella superficie en donde estaban todas sus pertenencias, estaba Kyōka anotando unas cosas en una libreta para mirar atentamente a su compañera con cuernos. Notó que no estaba Sero en la mesa, aunque vio como en la silla vacía al lado de la de cabellera morada oscura había una mochila con algunas cosas en la mesa, así que el chico sonriente si estaba allí, se preguntaba a donde había ido.
—Vamos, esa es fácil, hace rato me preguntó lo mismo. —dijo la de cabellera violeta con aquellos conectores colgando de sus oídos, jugando un poco con ellos. Mostraba aquella expresión relajada, aunque tenía una pequeña sonrisa surcando en sus labios. Vestía una blusa oscura con los hombros caídos con un logo de guitarra morada en el centro, teniendo al parecer alguna camiseta debajo sin mangas al ver las tiras de esta y parte del cuello, teniendo unos shorts y tenis—. ¿En serio no sabes dónde se originó por primera vez en la historia de los quirks? Si no sabes eso, te irá absolutamente mal en historia.
—¡Si lo sé, pero no lo recuerdo! ¡No seas cruel! —se lamentó la de orbes oscuros con sus pupilas doradas mientras que la azabache de coleta tenía una mano en su mentón. Mina parecía más fresca y deportiva en vestimenta; una blusa suelta de un fuerte color violeta, pareciendo neon, sin mangas, unos leggins hasta más debajo de las rodillas de color negro con una franja a cada lado de color blanco y unos tenis de color fucsia con los cordones negros. Hacía contraste en cuanto a colores de su ropa.
—¿Cómo no puedes recordarlo? Cualquiera debe saberlo. —rio un poco autosuficiente el chico del mechón oscuro en forma de rayo que, según él, era natural. Él tenía una camiseta azulada con unos shorts grises hasta las rodillas y de igual manera unos tenis, en este caso blancos.
—¿Entonces cuál es la respuesta, genio? —acusó la del quirk de ácido con sus ojos bien abiertos señalándolo con un dedo. Denki que estaba rascando su nuca con tranquilidad se detuvo abruptamente luego de un calambre, abriendo y desviando sus ojos a un lado, para rascar su mentón en una pose pensativa.
—Ya entiendo porque son los dos peores de la clase... —musitó con suavidad, cansancio y cierta diversión la del quirk de Earphone Jack apoyando su mejilla en la palma de su mano.
—¡Que cruel! —exclamaron los dos aludidos en traición mientras miraban con cómicas lágrimas hacia la más baja presente quien se rió un poco; Momo los miraba sucesivamente con sorpresa.
—¡Que interesante manera de estudiar! —Hatsulin soltó sonriente al ya haberse acercado a la gran mesa del salón luego de mantenerse en silencio analizando el comportamiento de cada uno, dándole un poco de gracia; Momo sonrió contenta y emocionada con sus ojos brillantes como estrellas al verla mientras que los otros presentes la observaron.
—¡Hatsu-chan, nuestra salvación! —Mina soltó con alivio y dramatismo mientras extendía sus brazos hacia la recién llegada; Denki sonrió entusiasmado mientras que Kyōka mostró interés y una sonrisita.
—Hello! Amigos. —dijo energética y dulce la pelirroja mientras se acercaba más a ellos, colocándose cerca de Momo y por ende, cerca de Mina a quien le acarició la cabeza estando ella casi desparramándose del alivio y la felicidad.
—¡Hatsulin-san, bienvenida! —soltó la azabache sosteniendo entre su brazo izquierdo el libro mientras daba un aplauso, acercándose de forma emocionada y entusiasmada mostrando aquella calidez que le caracterizaba cuando mostraba aquella emoción—. Me alegra que vinieras, estaba muy emocionada y contenta. Eres totalmente bienvenida a mi hogar.
Hatsulin sonrió entusiasmada al ver lo más animada que se encontraba su compañera de mayor estatura y cabellera oscura, le alegraba saber que tenía un poco más ánimo que antes y estaba menos decaída y distraída. Pensaba profundamente en el por qué de su últimamente desánimo ya que usualmente es alguien bastante centrada e intelectual, desde el Festival Deportivo sentía que algo le había afectado lo suficiente como para que aquella confianza que tenía estuviera en los suelo; ahora percibía aquel sentimiento de decepción y un tipo de frustración, mezclado con desconfianza. Aunque no fuera problema suyo, seguía siendo su amiga y se preocuparía, comenzó a rememorar el Festival Deportivo; recordó entonces que ella había perdido contra Tokoyami al ser sacada de los límites, haciéndola cuestionarse si aquella había sido la razón, a no ser que fuera algo personal.
Soltando un disimulado y profundo respiro, cruzó sus brazos sobre su pecho; ese día tenía una blusa azul de mangas cortas con una sudadera gris encima con un estampado en rojo y amarillo en medio que decía «Plus Ultra!», unos leggins negros y encima de estos unos shorts, teniendo unas botas de color blanco con detalles en un azul eléctrico y por último, su cabello en un recogido sencillo, teniendo en su mayoría el cuello suelto, pasando parte de su cabellera por sus hombros hacia adelante, cuando entrenen se lo amarraría. Miró unos segundos a sus compañeros que parecían atentos a su llegada observando como estaban vestidos; se habían preparado en cuanto a vestir viéndose más deportivos a excepción de Yaoyorozu que estaba vestida más casual, aunque suponía que al estar en su casa cuando fueran a entrenar lo físico se cambiaría.
—¡Gracias por tomarme en cuenta para ayudarlos, Yaoyorozu-chan! Thank you! —soltó la pelirroja juntando sus manos sobre su pecho en agradecimiento a su par que inclinaba un poco su cabeza hacia un costado y sonreía. La aludida de cabellera oscura se ruborizó un poco por su agradecimiento y sonrió.
—Estás hablando mucho en inglés, bueno, has dicho varias palabras en inglés. —señaló de cabellera morada oscura mientras se inclinaba un poco hacia el frente con una expresión tranquila aunque aún se mostraba curiosa al respecto del por qué era que la chica de la cicatriz curiosamente ya estaba pronunciando más palabras seguidas en aquel idioma de Inglés, del cual tenían como profesor al gritón maestro Present Mic, quien siempre hacía de alguna manera sus clases más animadas ante su extravagante personalidad.
Hatsulin sonrió ante aquella observación de la más baja presente dándole una pequeña estrellita mental por el hecho de haberse dado de cuenta e incluso tomarle un poco de importancia. La verdad no es que se acostumbre a hablar o a decir tan constantemente aquellas palabras en otro idioma, como hace Present Mic casi siempre, simplemente era para hacer un poco de práctica debido al pequeño desnivel que había tenido en aquella materia al estudiarla tanto con Kirishima y Bakugō como por si misma, teniendo que pedirle ayuda a su hermano Kazuto en videochat para que le corrigiera unas cosas al ser ya actualmente experto en hablar en ese idioma por el hecho de vivir allá en Estados Unidos, teniendo que pulir y mejorar el inglés al ya estar residido allá con su esposa, que incluso sus sobrinos habían aprendido a hablar de primera mano el Inglés para que ya después ir aprendiendo el japonés. Esos niños para ella eran unos genios, podían usar ambos idiomas como quisieran.
—¡Es para acostumbrarme un poco! No es que se me haga difícil el inglés, pero a veces me confundo un poco con las palabras. Suelo olvidar algunas cosas, así que a últimamente pronuncio o recito cosas sobre esa materia para mejorarlo. Mi Aniki me indicó eso aparte de otras cosas de la materia ya que vive en Estados Unidos. —señaló alzando su dedo índice en lo que le respondía a su compañera ante aquella observación y a su vez respondiéndole a su ligera duda, sintiendo y percibiendo el leve interés y a su vez asombro de la mayoría presente apenas había dicho aquellas palabras respecto al país en el que vivía su hermano, aunque ya lo había mencionado antes en alguna charla trivial para conocerse mejor entre si—. ¿Qué creen que signifique lo que le dije a Yaoyorozu-chan? —cuestionó sonriente en una pequeña pregunta para saber que tan capaces en aquella materia eran para responderla, sobretodo en la apellidada Ashido y el apellidado Kaminari al ser el número veinte y diecinueve en los puestos de notas en aquel semestre.
—¡Algo sobre un tanque! —dijo Mina con convicción alzando su mano. Hatsulin pestañeó varias veces y sonrió, sin decir nada aunque si soltó una pequeña risa al haber considerado la pronunciación de aquella palabra tan obvia como en algo material, sobretodo en eso, aunque de cierta manera tanque en inglés se escribía similar al tener letras casi iguales.
—Eso es incorrecto, Ashido-san, Significa otra cosa fuera de algo material. —corrigió amablemente la de cabellera oscura hecha en una alta cola de caballo haciendo que la de cabellera rosácea simulara derretirse en su asiento con una expresión de frustración cómica. Kaminari la observó divertido al ver su reacción sin notar como Tsubomi ya había puesto su atención en él al ver cómo de cierta forma le divertía el error de su compañera, aunque era un error tonto e inocente.
—Kaminari-kun~. —canturreó Hatsulin haciéndolo sobresaltarse por su llamado, volteándola a ver de inmediato por lo que se quedó en silencio en una postura pensativa, colocando su mano en su mentón mientras entrecerraba sus ojos y emitía un «Hmm» indicando que estaba buscando alguna respuesta en su cabeza a su insinuación que era para responder la misma pregunta respecto al significado de lo que había dicho.
Las chicas presentes lo observaron en silencio al notar lo concentrado que se había puesto al mostrarse muy inmerso en sus pensamientos; Momo sonrió pensando que contestaría correctamente debido a que, a comparación de Mina, se estaba tomando un largo tiempo en responder aquella duda por mucho que fuera algo fácil; y Hatsulin sonreía al verlo tan concentrado, teniendo el mismo sentimiento de la más alta al creer lo mismo, colocando pequeñas expectativas en él de que contestara de forma correcta. Pasaron algunos segundos en completo silencio hasta que el chico abrió bien sus ojos, aunque mirando hacia arriba aún en aquel gesto de pensar.
—«You» significa... «tu» o algo así ¿no?... Entonces «thank»... ¿algo sobre tocar? —supuso de la nada y de forma analítica como si buscara alguna aprobación o reacción de alguna de las más informadas al respecto para saber si estaba bien o no aunque al voltearlas a mirar no supo como sentirse.
Yaoyorozu colocó una expresión de incredulidad con una pequeña aura de decepción, Tsubomi ladeó su cabeza confundida aunque aún manteniendo una sonrisita en sus labios, provocando que el único chico presente se sintiera más que confundido al no saber como tomarse las dos reacciones de las femeninas.
—¿Qué rayos crees que Hatsulin le dijo con la palabra tocar en medio? —dijo con sospecha y un poco perturbada Jirō mirándole con su mirada oscurecida mientras Kaminari se quedo quieto con una expresión confundida y analítica—. Analiza un poco la situación, idiota... —murmuró sin tacto alguno haciendo que una aura de vergüenza cubriera al chico por darse de cuenta que realmente se había equivocado.
—Oh... bueno... —murmuró perdido y confundido el rubio de aquel mechón oscuro en forma de rayo entre sus hebras. Jirō mantuvo aún una expresión de pena ajena mientras lo observaba con acusación, luego cerró sus ojos mientras soltaba un largo y pesado suspiro prosiguiendo a cruzar su brazos sobre su humilde busto y luego abrir un poco sus ojos.
—Significa «gracias» o «te agradezco»; en sí se trata de un agradecimiento. —menciona con seguridad y a su vez un tanto pensativa mientras enredaba su dedo índice en una de las extensiones de sus orejas—. Es una de las palabras más sencillas de descifrar en el inglés, aparte de tomar en cuenta de la situación en la que se usa, como por ejemplo, Hatsulin primeramente le agradeció a Yaoyorozu y luego, literalmente, hizo lo mismo pero en inglés. Era algo obvio.
—¡Muy bien, Jirō-san! eso es correcto. —dijo Momo de forma sonriente dando dos aplausos mientras que la de cabellera corta rascaba su mejilla un poco avergonzada a pesar de que, para ella, era una respuesta simple. Mina y Denki mantuvieron sus posiciones pensativas, aunque la de piel rosa seguía desparramada en la silla.
—¡Hagamos algo! —ante la exclamación de la única pelirroja presente, todos le prestaron atención, sobretodo los que estaban más sumergidos en estudiar aunque Momo no evitó prestarle atención de igual manera—. Por cada buena respuesta, de cualquier materia, les daré ejercicios en lo práctico menos fuertes; y por cada mala respuesta ¡su entrenamiento será más intenso y doloroso!
—¿¡QUÉ!? —exclamaron escandalizados Mina y Denki mientras que Jirō, de igual manera se sorprendió por lo repentino que fue, tensándose un poco y mostrándose menos expresiva que sus dos compañeros.
—¡Mina-chan y Kaminari-kun ya llevan más trabajo en lo práctico! Mientras más se equivoquen, más difícil y complicado será su parte. —dijo con total seguridad que demostraba claramente que no era una broma de su parte. Momo los miró a todos sucesivamente algo dudosa.
—¡TUVE RAZÓN EN EMOCIONARME PERO ASUSTARME! ¡AHORA ESTOY MUY ASUSTADO! —exclamó con espanto el chico eléctrico mientras que Mina estaba casi arrastrándose hacia Hatsulin para tomarla de los brazos con una expresión de aflicción y cómicas lágrimas resbalando por su rostro.
—¡No seas cruel, Hatsu-chan!
—¿Qué sucedió? ¿de que me perdí? Voy al baño y ya andan gritando. —en eso llegó el chico faltante quien miraba a los dos más escandalosos con confusión hasta notar la forma dramática en la que Ashido estaba aferrada hacia la recién llegada. Sonrió confundido mientras se acercaba—. Hey, Hatsulin. ¿Qué sucede?
—Hola, Sero-kun. Pon todo tu desempeño y no te equivoques al responder algo, si no, tu entrenamiento será más intenso. —Hatsulin fue directo al grano y sólamente logró confundirlo, sintiéndose fuera de contexto de que haya dicho aquello tan repentino aunque si sabiendo lo que significaba—. Muy bien, ¡den su mayor esfuerzo!
—¡Si nos vas a sacar todo el esfuerzo! —exclamaron en reclamo una vez más los que estaban literalmente en los últimos puestos de toda la clase en aquel semestre. Momo los miraba a todos consecutivamente cada que alguno hablaba, observando como a pesar de que la apellidada Ashido prácticamente zarandeaba a la apellidada Tsubomi no se inmutaba. Mientras parpadeaba un par de veces obsercó a Sero sentarse cauteloso y confundido a un lado de Jirō quien tenía una mirada un poco tensa, pensó en el hecho que con la simple presencia de la animada pelirroja, el ambiente de estudio era diferente.
—¡YA ME CANSE, ME DOY BAJA DE VIDA, HATSU-CHAN! ¡TUS ENTRENAMIENTOS CANSAN MUCHO! YA ME DUELEN MUCHO los brazos de tanto soltar ácido. ¿No puedo descansar un poquito?
—Ya te deje parar unos momentos y estuviste a punto de escaparte y esconderte.
—¿Sólo un ratito? Así, muy pequeño... —insistió la de cabellera rosácea mientras usaba su dedo índice y su dedo pulgar para mostrar un gesto pequeño, tratando de convencer a la chica de cabello rojo tal cual el color carmesí el cual tenía amarrado en una coleta alta como suele hacer al ejercitarse, en el uso de su traje de héroe o cuando quiera. La pelirroja no la volteó a ver al estar sosteniendo los pies de la chica del quirk de Earphone Jack quien hacía abdominales, o al menos eso trataba.
—Continua hasta que no puedas más... —decía con una leve sonrisa la pelirroja mientras seguía con la mirada como la de cabellera corta y oscura iba de arriba hacia abajo con cierta pesadez, mostrándose sudorosa.
—¡Es que ya no puedo más!
—Hum, hum; eso no es verdad. Si puedes más, es otra cosa no estar acostumbrada a usarlo de manera más constante y más de lo normal; todo está en acostumbrar y aumentar más la resistencia del uso y el límite de tu quirk. —menciona la pelirroja mientras reía un poco al ver como Kyōka al subir se mostraba temblorosa y apretaba con fuerza su mandíbula y a su vez mostraba sus dientes, en una expresión de esfuerzo y a su vez cansancio—. Mientras más y más entrenes tu quirk y lo lleves más allá de tus límites usuales, podrás mejorar mucho más. Siempre tienes que tener en tu cabeza superar los límites para llegar a una meta mayor. Eso es lo que pienso algunas veces y de alguna forma me funciona.
—¿De verdad? Si lo dices así tiene sentido, pero quiero descansar, la piel me duele... —y de forma dramática se dejó caer de forma desmayada al colocar aquella postura al estar tirada en el suelo, teniendo sus ojos cerrados de forma rasgada—. Creo que incluso estoy sudando ácido...
—¿Como el quirk de Bakugō? El suda yo-no-sé-que-cosa que ayuda a sus explosiones o que vienen de su sudor. Ahora que lo pienso, es raro. —menciona Sero rascando su mejilla un poco pensativo. Él estaba algo sudado con algunos pequeños rastros de tierra y leves rasguños.
—Creo que era... nitro... nilo... —balbucea Denki quien se acercaba de forma algo torpe con una expresión algo atontada indicando el hecho de que ya había usado su quirk un poco en exceso anteriormente—. No recuerdo como se pronunciaba... Aunque, hablando de Bakugō ¿que tal fue estudiar con él, Hatsu-chan? —y la aludida se tensó un poco mientras su pequeña sonrisa alentadora se aflojaba y volvía temblorosa por unos momentos al escuchar su nombre. Se quedó en silencio unos momento, aunque no demasiado como para llamar mucho la atención de ellos por quedarse tan callada.
—Es nitroglicerina. —murmura Hatsulin mientras le daba unas palmaditas en la cabeza de la de cabellera violeta quien se había tumbado bastante cansada en el suelo. La pelirroja se levanta y se gira hacia los contrarios—. Y no creo que deberían estar preguntando tanto y interrumpiendo su entrenamiento. Es más, ¡empecemos a entrenar combate!
—Hatsu-chan, te quiero mucho y eres genial pero... ¡no, tu eres muy intensa entrenando! ¡nos vas a hacer cenizas a todos! —dramatizó la pelirrosa alzando sus brazos desde el suelo con aflicción, desde la entrada de aquel amplio patio llegaba Momo con una charola de té y ropa más deportiva que la que tenía anteriormente; ella se veía un poco sudada al anteriormente entrenar—. ¡Sé que no vas a tenernos compasión aunque sea entrenando!
—¡Ánimo, da su mayor esfuerzo! ¡vamos, vamos! —decía con entusiasmo la pelirroja mientras se acercaba hacia la de cabellera rosácea con dos singulares cuernos. Esta misma comenzó a quejarse mientras se giraba en el suelo, evitando que la tocara. Momo dejó en una mesa (que estaba a juego con varias sillas) la charola de té mientras al lado de esta había un pequeño carrito de metal con postres encima; pestañeó un poco observando la curiosa escena de sus compañeros: Sero evitaba que Kaminari se tambaleara a los lados en su pequeño estado de estupidez, Jirō trataba de recuperar el aliento mientras que Hatsulin trataba de levantar a una exhausta Mina.
—Ya me quiero ir, señora Hatsu. —dice la del quirk de ácido con un rostro somnoliento.
—Así no es el meme. —dice Sero con aquella gran sonrisa que siempre tenía en sus labios teniendo agarrado de un brazo a Denki quien no estaba por completo en todos sus sentidos, aunque no estaba completamente ido.
Yaoyorozu Momo se mantuvo en silencio viendo como, a pesar de que cada uno mostraba un atisbo de cansancio ante el, ciertamente, intenso entrenamiento de la Tsubomi, había algún tipo de emoción y más ánimo en el aire, haciéndole sentir un tipo de tranquilidad por el estricto pero a su vez jovial entrenamiento. Sonrió ligeramente sintiendo y guardando aquel momento de tranquilidad en su pecho, colocando una de sus manos sobre este sintiendo como no estaba tan pesado.
Le agradaba el observar y aprender como con el espíritu de una persona el ambiente podía cambiar.
—¡Yaoyorozu-chan, ven, ven! ¡aún tienes que entrenar también! —al escuchar como su nombre era llamado pestañeó en sorpresa saliendo de su burbuja mientras prestaba su total atención en quien la llamó siendo Hatsulin quien pasaba sus brazos desde la espalda hasta por debajo de aquellas extremidades de Ashido quien se veía resignada.
—¡No, Yao-Momo, tu sálvate! ¡huye de esta agonía! —dramatizó nuevamente la de piel rosa mientras estiraba sus brazos hacia Momo en el momento que Hatsulin comenzó a caminar hacia atrás, y con eso, "llevársela". Hanta con una sonrisa relajada pero cansada ahora llevaba a la misma dirección a Denki quien sonreía aún algo atontado mientras que Kyōka estaba de pie con pesadez colocándose a un lado del pelinegro y el rubio.
—¡Ánimo, ánimo, Yaoyorozu-chan! —Hatsulin decía aún haciendo aquel esfuerzo en cargar a Mina quien a pesar de resignarse de alguna forma aún se sentía negada a entrenar. Momo alzó un poco sus cejas mientras apretaba sus manos y sus ojos se entreabrían un poco más al escuchar aquellas usuales palabras que siempre decía su compañera, pero que de alguna manera quería jalarla al entusiasmo.
La azabache apretó sus labios un poco hasta que formó sus manos en puños a la altura de su pecho mientras que su rostro se volvía un poco más entusiasmado a la vez que sus ojos brillaban un poco, asintiendo con firmeza. —¡Si! —soltó con firmeza para poder encaminarse hacia ellos en un pequeño trote.
¡A continuar con el fortalecimiento!
AGITÓ SU MANO EN DESPEDIDA HACIA DONDE DEJABA A KAMINARI DENKI, YA QUE SE HABÍA OFRECIDO A LLEVAR A SUS compañeros a sus respectivas casas en una pequeña compasión debido a que parecían gelatinas cuando salieron de la gran residencia de Momo; ahora nuevamente estaba avanzando a su hogar, si podría llamarse así, aunque de por medio pasaría en alguna tienda de abarrotes ya que necesitaba comprar algunas cosas para si misma, aparte de que tenía muchísima hambre en esos momentos y aún era temprano como para decir que esperaría a la cena para saciar su apetito. Aunque había sido de las que más aguantaba los entrenamientos al ser estos los que usualmente ella misma hacía, se había agotado de cierta manera y necesitaba un poco de energía en algún tipo de comida para poder sentirse lo suficientemente dispuesta para seguir entrenando ya que quería seguir fortaleciendo más su quirk aunque, según Mirio y los demás dijesen que se trataba de pelear contra robots, quería prepararse para cualquier cosa.
—Nee, nee, Sosuke-san; ¡aquí, detente! —dijo la pelirroja agitando un poco el hombro del castaño al inclinarse lo suficiente hacia adelante para alcanzarlo. El de ojos eléctricos asintió con un sonido de afirmación mientras se detenía enfrente de una tienda en donde salía una señora con un niño.
Cuando se detuvo Hatsulin se trasladó en el asiento hacia la puerta para abrir la puerta apenas el mayor y chófer detenía el auto, con indicaciones anteriores de la Tsubomi menor de que sería en un segundo que entraría y saldría en unos minutos, pero con su respuesta de que si durase entraría a ver, aunque fuera simplemente por una fila larga.
—¡Ya vengo, espera aquí! —soltó con aquel usual ánimo la de grandes orbes azulados quien salía ya del auto para poder abrir la puerta de la tienda y adentrarse. Sosuke suspiró profundamente por unos segundos en una expresión seria; sus orbes entrecerrados se reflejaban en el retrovisor, imitando los pequeños gestos del adulto quien movió sus ojos hacia la derecha, que era la dirección en la que se había ido la menor para luego sonreír con tranquilidad.
Dentro de la tienda, Tsubomi Hatsulin sonreía con curiosidad y tranquilidad mientras agarraba una pequeña canasta de plástico de color celeste para poder adentrarse en medio de los estantes llenos de diferentes artículos para cocinar lo que necesitaba mientras curioseaba lo que ella buscaba, llegando a la sección de fideos por el hecho de que haría Peyoung Yakisoba para si misma; aparte de querer algo para beber o algo frío para relajar el calor restante que había en su cuerpo a pesar del agua que había bebido. Necesitaba comer algo lo suficientemente frío para apaciguar aquella incomodidad, quería relajarse un poco antes de seguir entrenando.
Metió el paquete de fideos que le parecía indicado para su comida favorita, buscando los demás ingredientes que le hacían falta, llegando al lugar de salsas tratando de recordar si tenía la que siempre solía usar al momento de cocinarse a si misma ese platillo, aunque genuinamente podría comprarse alguno en la tienda, prefería cocinarlo. Era como un pequeño hobbie, a pesar de que no era mucho lo que cocinara fuera de su comida favorita que se la había aprendido al pie de la letra. Tomó el tarro de salsa luego de distinguirla de la salsa picante, observándola unos segundos en un pequeño debate de llevárselo o no, recordando en que cantidad estaba la salsa que usaba usualmente la última vez.
—¿Que mierda?
Su espalda tuvo un inmediato calambre al igual que todo su cuerpo al escuchar aquella voz a sus espaldas, temiendo en todos los sentidos voltear a verlo, maldiciendo a quien sea en su cabeza por ser precisamente la persona con la cual se estaba encontrando ese día y en ese momento en el cual sólo quería relajarse antes de entrenar. Poco a poco fue girando su rostro y su cuerpo sintiéndolo tenso para poder a encarar la figura que se encontraba a unos pocos metros de ella. Lentamente fue descubriendo y confirmando que era la persona que creía que era al verla en su totalidad, observando su figura alta y algo fornida con su cabellera ceniza y sus ojos rojizos que la estaban atravesando y quizás matando con la mirada que le estaba lanzando en esos momentos mientras una de sus manos sostenía una bolsa de plástico con tanta fuerza que su brazo descubierto se veía tenso al punto que las venas se marcaban con ligereza.
—Hey... Bakugō-kun. —saludó con cierta dificultad hacia su temperamental compañero quien vestía una camiseta con mangas negra y unos pantalones del mismo color y unos zapatos aparentemente deportivos. Pudo notar como había unos leves y escasos raspones en sus brazos y su rostro.
Bakugō Katsuki la miró de arriba abajo con rapidez como si de alguna forma analizara que realmente estuviera enfrente suyo; el chico hundió aún más sus cejas rubias y gruesas hacia abajo en un firme y notorio ceño fruncido que demostraba claramente el descontento que tenía al confirmar lo que se preguntaba con incredulidad en su cabeza. El chico levantó la parte lateral de sus labios mostrando sus dientes y parte de sus ansias mientras alzaba su mentón y veía desde arriba a la chica a la que de por si le ganaba en estatura y no hacia más que mantenerse de pie apretando sus pequeñas aunque rasposas manos en un intento de calmar la tensión, incomodidad y a su vez nervios que sentían de tenerlo enfrente, unos nervios abrumadores. Ahora quería irse rápidamente a la caja a pagar lo que iba y tenía que pagar e irse de inmediato, pero se sentia tan tensa que eso se le dificultaba.
—¿Que mierda haces aquí?
Reaccionó apenas escuchó nuevamente su voz, alzando la mirada y notando como no le quitaba los ojos de encima. Parecía un Alcón cazando y eso la ponía de los nervios sabiendo en los "términos" en los que estaban, por asi decirlo. Inclinó un poco su cabeza hacia adelante mientras miraba hacia un costado evitando el continuar viéndolo para sonreír con un poco de obviedad.
—Uhm... ¿comprando?
—¡No te hagas la estúpida, maldita pirómana! ¿¡Que hace tu aquí!? —y enfatizó recalcando la obviedad en su acusación y en la que ahora Hatsulin se sentía atrapada de que tuviera justamente esa duda. Una pequeña gota de sudor resbaló en el costado de su rostro forzando una sonrisa a labios cerrados—. ¡Tu no vives por estos lados! ¿por qué diablos estás aquí?
—¿Podrías... calmarte, por favor? —el cenizo se detuvo abruptamente ante aquella petición de parte de la chica, manteniendo sus ojos bien abiertos mientras mostraba un gesto algo sorprendido. Observó a la chica enfrente suyo con una ceja temblorosa notando como ella miraba hacia otro lado con una sonrisa tensa—. Vengo de la casa de Yaoyorozu-chan. Pase por aquí por casualidad ya que quería comer algo. ¡Sólo eso! entrenar me dejó agotada. —rio la chica mientras usaba su mano libre para rascar su nuca—. Tu también estabas entrenando ¿verdad? Lo supuse en parte por como estás vestido.
El chico permaneció en silencio aún con sus ojos bien abiertos y su mandibula apretada con fuerza. No dijo nada al instante por observar la postura de la chica, podría notar por su expresión que estaba un poco evasiva al no mirarlo ni un momento. Chasqueó su lengua sintiéndose internamente confundido por el hecho de verse incómoda por y con su presencia y aún así buscar sacarle conversación.
—¿Cómo rayos vas a saber que estaba entrenando sólo por mi ropa? —cuestionó con brusquedad y de manera tosca ante aquella suposición de la chica. Bueno, realmente estaba entrenando, pero personalmente el que supusiera eso por la ropa (que no era evidencialmente deportiva) le parecía de cierta manera extraño. En si, para Bakugō, ella era extraña, en muchos sentidos.
—Porque emites un aroma dulzón cuando entrenas, por la nitroglicerina. De eso me dí cuenta las veces que entrenabamos en clase y hacías tus explosiones; cuando iban a comenzar a emerger o haces pequeñas explosiones de repente aparece un aroma dulce que viene de ti. —el contrario se tensó de golpe mientras alzaba sus cejas ante aquel señalamiento de la chica, la miró como si tuviera tres ojos aunque fuera verdad aquella información. Mientras iba hablando sus hombros temblaban al igual que sus brazos, siendo que estos mismos se mostraban mas tensos por la forma en la que los endurecía marcando un poco las venas en aquellas extremidades—. En el Festival Deportivo me di de cuenta de eso. Fuera de lo escandalosos que son tus ataques y el humo, es un aroma agradable.
—Tch ¡ya deja de hablar!
—Okey, lo siento. —volvió a decir abruptamente la más baja haciendo que el chico volviera a mostrar un tipo de asombro incomprensible en su rostro, realmente su expresión mostraba un tipo sorpresa junto con incredulidad y un sentimiento que a vista de Hatsulin no podía identificar. La pelirroja soltó un largo y pesado suspiro mientras desviaba la mirada—. Sólo terminaré de comprar lo que me hace falta y me voy. De todas maneras lo que me falta está cerca de aquí. ¡Que suerte!
La chica de forma sonriente tratando de mostrarse tranquila y relajada mientras pasaba de largo pareciendo ignorar a su contrario al no decirle más nada, observó como curioseaba bolsas con los condimentos y complementos de su comida mientras pasaba hacia la heladera y sacaba una botella de agua. O la menos, aquella había sido su intención; con firmeza y brusquedad tomaron su antebrazo haciendo que detuviera de inmediato cualquier acción que quisiera hacer. Extendió sus ojos notoriamente al sentir y ver aquel agarre firme en su extremidad, viendo lentamente hacia allí observando la gran mano del chico del cual últimamente se ha sentido alterada. No pudo ni se sintió capaz de verlo.
—¿Por qué diablos andas escapando? ¿Hah? —soltó en un tono grave Bakugō Katsuki sin soltar o doblegar el agarre hacia la chica. Esta misma veía ahora las botellas o cosas que debian estar refrigeradas mientras que su sonrisa se esfumaba—. ¿Qué es lo que temes de mi?
Si antes estaba tratando de sacar una conversación para distraerlo, ahora se había quedado completamente muda. Sus labios se apretaron entre si mientras sus orbes se agradaban al alzar y abrir sus párpados más de lo normal sintiendo como su cuerpo se tensaba, sobretodo aquel brazo que estaba sosteniendo el chico y del cual estaba segura que no había dejado pasar aquella reacción de su cuerpo al apenas haber hecho aquella pregunta. Y efectivamente, Katsuki notó la reacción de su cuerpo cuando el antebrazo que sostenía se contrajo duramente volviéndose más firme al momento que se tensó, mirando hacia allí con rapidez para ver de igual manera el perfil de la chica siendo en parte cubierto por algunos cabellos de su flequillo y de los costados pero notando como ya no se veía tan expresiva, sin tener aquella singular sonrisa. Su ceño se frunció al ver cómo se había quedado hecha piedra. Cómo si le hubiera dado en el blanco.
Hatsulin no supo que decir, más que permanecer en silencio mientras soltaba una pequeña respiración para luego mirar hacia él por sobre su hombro, mostrando una expresión un poco desconcertada pero manteniendo una inevitable expresión de nervios. Luego de eso la chica sonrió y de un tirón soltó su brazo, siendo un movimiento tan rápido que el chico sólo pudo sentir como la tela de su sudadera se deslizaba entre su mano.
—¿Que quieres decir, Bakugō-kun? —cuestiona manteniendo una inquietante expresión atenta mientras inclinaba su cabeza. El nombrado frunció el ceño mientras una de sus cejas temblaba.
El chico la observó fijamente por algunos segundos manteniendo contacto visual mientras la chica lo mantenía por varios segundos aunque a su punto de vista se notaba inquieta. Katsuki frunció el ceño afilando sus ojos, luego alzó su mentón mostrando una firme mirada de desafío e intimidación.
—Compra lo que vayas a comprar. No te vas a ir hasta que arreglemos las cosas, pirómana. —chasqueó su lengua mientras Hatsulin retiraba su sonrisa en sorpresa al apenas escuchar sus palabras. El chico se guro metiendo una de sus manos en sus bolsillos mientras en la otra mano sostenía una bolsa de plástico—. Más te vale no seguir escapando.
Hatsulin sólo pudo formular un leve «pero...», no obstante el mas alto la ignoró olímpicamente para ir a la caja y pagar lo que sea que tuviera en la bolsa. Su boca se mantuvo entreabierta en su lugar sin lograr decirle nada hasta que un largo, profundo y pesado suspiro salió de entre sus labios. Sacó su teléfono de su bolsillo observando la hora, desbloqueando lentamente la pantalla se quedó en silencio pensando en decirle a Sosuke que tenía algo que hacer o simplemente salir y no prestarle atención al chico pero hasta este punto sentía que ya debía dar la cara...
❛Creo que mi Peyoung Yakisoba tendrá que esperar...❜ pensó alzando un poco la bolsa con algunos de los ingredientes para su comida favorita.
CAMINABA DETRÁS DEL CHICO SIN QUITARLE LA VISTA DE ENCIMA POR un segundo. Miraba de vez en cuando hacia los costados mientras apretaba la bolsa de plástico con todo aquello necesario para cocinar incluso teniendo una botella de agua para beber dentro de un rato. Observó de nueva cuenta su alrededor notando como estaban llegando a lo que parecía ser un tipo de playa, incluso habiendo un muelle. Ladeó un poco su cabeza observando el lugar y analizando en dónde estaban, bajó con cuidado las escaleras que los llevaba a la parte de arena haciéndole recordar cuando entrenaba con Mirko. Entornó un poco sus ojos vigilando los movimientos del chico en como dejaba su bolsa encima de una roca, metiendo ambas manos en sus bolsillos.
Alzó luego una de sus cejas observando la espalda del chico por varios segundos, siendo que permaneció algunos momentos dándole la espalda con sus extremidades dentro de su pantalón. Se inclinó y movió un poco para enderezarse al momento que el chico volvió a girar sobre su eje para poder encararla notando un rostro lleno de seriedad y dureza. Lo observó fijamente por varios segundos aún demostrando una expresión de confusión que incluso no tenía de las usuales sonrisas que usaba la mayoría del tiempo. Su cabeza giró hacia un costado unos momentos viéndolo de reojo para volver a enderezar su cabeza y formar una sonrisa en sus labios cerrados.
El chico permaneció en silencio viéndole fijamente por varios segundos hasta hacer una reacción fisica al momento que frunció y tensó aún más su rostro viéndose intimidante mientras que la femenina se mantenía con los ojos fijos en él provocando un largo y profundo silencio mientras que Hatsulin pensaba en la situación tan tensa en la que se encontraba y que, de igual manera, tenía hambre.
—Deja de mirarme, me alteran tus ojos. Parecen los jodidos ojos de Annabelle. —dijo el chico haciendo que la pelirroja parpadeara un par de veces y suavizara un poco su sonrisa. Su cabeza fue hacia un lado sin dejar aquel gesto facial, aunque su rostro se volvió un poco más suavizado sin evitar achinar un poco sus ojos y reír ligeramente por su comparación. La verdad, no era la primera que la comparaban con ojos de alguna muñeca por lo grandes que llegaban a ser, sobretodo por lo fijos. De pequeña si la ofendía de cierta manera pero ya actualmente no. Katsuki chasqueó su lengua levemente al escucharla reír—. Voy a quitar esa estúpida cara de tu rostro si no te tomas esto en serio, enana.
—No soy enana. —respondió casi al momento la pelirroja mientras que el chico la fulminaba con la mirada observando como seguía sonriendo con aquella energía que usualmente tenía, aunque parecía más tranquila—. Técnicamente soy la tercera chica más alta de las de nuestra clase. En si, la más pequeña es Tsuyu-chan. No tiene sentido que me llames así sólo por ser más alto que yo. Tu eres más bajo al lado de Shōto-kun o Shōji-kun pero no precisamente eres enano.
—¡Ghrr, cállate! ¡No te traje aquí simplemente para que andes parloteando! ¡Vas a pelear conmigo, en silencio! —aclaró en un movimiento brusco el masculino al sacar sus manos de sus bolsillos. Hatsulin formó una pequeña "o" con su boca por su reacción, pestañeando varias veces—. Me niego a seguir escuchando excusas o negaciones. Vamos a arreglar las cosas aquí... ¡y ahora!
—Bakugō-kun, no quiero pelear. Ya te lo he dicho. Vine aquí sólo... ¿para hablar? —volvió a contestar la de cabello llamativo mientras cruzaba un poco sus brazos sosteniendo aún con una de sus manos la bolsa con sus compras. Miró hacia un costado con una expresión evasiva—. No veo razón en la que tenga que pelear contigo, no quiero hacerlo... Además, si pretendes usar tu quirk, literalmente es ilegal para nosotros si no tenemos licen... ¿huh?
En medio de su divagación, percibió rápidamente como algo se acercó rápidamente hacia ella, específicamente su rostro. Su cuerpo con habilidad, experiencia y rapidez reaccionó de manera automática cuando alzó su brazo libre con velocidad para bloquear con presión y fuerza el golpe que le había mandado haciéndola pestañear varias veces cuando sintió aquel fuerte choque de su mano la cual estaba caliente y chispeando bastante, escuchando claramente las chispas que provocaba su quirk. Entreabrió su boca un poco ante su acción tan lanzada y apenas pudo voltearlo a ver cuándo el chico comenzó a activar su quirk en chispas para avivar explosiones con su otra mano para lanzarla nuevamente hacia ella. Hatsulin reaccionó nuevamente bloqueando su ataque para rápidamente alejarse de él en un rápido salto hacia atrás, para tener distancia.
Miró un poco alarmada y a su vez cautelosa al chico quien estaba en una pose de ataque mientras hacía pequeñas explosiones en sus manos. La miró de manera feroz mientras ella alzaba uno de sus brazos para bloquear o esquivar cualquier ataque que le llegase a mandar aunque igual vio a su alrededor rápidamente para cerciorar que el chico no se metiera en problemas.
—¡Hey! ¿Acaso no escuchaste? Si usas tu quirk así, y más en una pelea, ¡te vas a meter en problemas! —reprendió la chica relajando un poco su postura de defensa pero aún estando cautelosa. Sabía lo impulsivo y rápido que era el chico y más ahora que la había atacado con la guardia baja, aunque aún así la chica había reaccionado por su instinto—. No es correcto que estés usando tu quirk así. ¡Realmente escucha lo que te digo! Te meterás en serios problemas y no quiero eso para ninguno de los dos, menos para ti.
—¡Deja de preocuparte por mi! ¡Cállate y pelea! —bramó con enojo mientras nuevamente varias explosiones emergían de sus manos y rápidamente lanzando una explosión hacia la chica al balancear su mano hacia allá con brusquedad. La chica frunció el ceño y dejando caer la bolsa en la arena activó su quirk pero para alzar su mano hacia arriba repeliendo la explosión del chico que no había sido muy intensa aunque aún así su campo de visión se llenó de humo haciéndola entrecerrar sus ojos.
Agitó su mano un poco mientras bufaba pensando en el hecho de que él era bastante terco en el sentido de cuando le negaban algo, de lo que al parecer le tenía insistencia de hacer, no se rendía... era obstinado. Seguía preguntándose por qué rayos quería tanto que le diera pelea. Aparte de que literalmente no era legal usar el quirk en el aire libre en términos de pelea al no tener licencia, personalmente no quería hacerlo contra él. Aún había en ella una leve culpa sobre la vez e intenciones que le había impuesto su abuela y aún le disgustaba a pesar del tiempo que ya había pasado y que por unos momentos las cosas se hubieran ablandando, hasta ahora desde que negó el no entrenar con él y menos pelear contra él, agregando que anteriormente había visto una de las vendas que tenía y de igual manera dedujo que había algo más profundo detrás de eso. De verdad la confundía en muchos sentidos aunque tenía en claro que debía haber una razón en su insistencia aparte de simple terquedad.
Sintió justo en sus narices el aroma dulzón del quirk del chico haciéndola reaccionar rápidamente cuando escuchó las chispas de las explosiones para tomar con rapidez su brazo y lanzarse hacia él pasando su pierna derecha hacia su costado derecho y lanzarlo hacia adelante y a su vez hacerlo caer a la arena, escuchando el sonido de esta pero a su vez sintiendo y notando el movimiento brusco del chico al levantarse en un rápido movimiento para poder levantarse y verla con enojo. Se mantuvo alerta a cualquier cosa sintiendo su ceja temblar por verlo tan dispuesto a atacarla, alzó muy levemente sus manos las cuales ya se encontraban temblorosas teniendo el deja vu de como por un momento perdió el control contra él. Tragó saliva temblorosa con su mirada fija en él tratando de mantener la compostura, sentía un vuelco en su estómago y al ver cómo nuevamente se posicionó para ir hacia ella, cerró sus ojos con fuerza y apretó su mandíbula.
—¡Para ya! —exclamó elevando su voz fuera de lo normal, como una exigencia, como una insistencia y hasta casi súplica doblegando un poco a aquellos nervios internos. Bakugō se detuvo abruptamente al escuchar esas palabras con un rostro algo atónito, observó como la chica bajaba las manos y lo veía con confusión, con cierta inquietud e insistencia—. ¿Por qué rayos quieres tanto pelea contra mi? ¿Qué es lo que tanto te hace insistir en tener una pelea? Yo no quiero hacerlo, no ahora. ¿Por qué no comprendes eso? ¡Eres fuerte, eso lo sé! ¿Eso es lo que quieres saber o demostrar? ¿Que es lo que realmente quieres? ¿Por qué te altera tanto que no acepte pelear contra ti?
El chico se quedó atónito observándola por varios segundos con una mirada indescifrable, la chica soltó una leve respiración por haber alzado la voz pero hasta este punto sentía que necesitaba detener de alguna manera las cosas y tratar de calmar al chico. Realmente lo sentía y se veía alterado. Miró fijamente al cenizo en busca de respuesta y al verlo totalmente tieso en su lugar con sus ojos bien abiertos, sus pupilas reducidas y sus labios entreabiertos dejando ver ligeramente su dentadura blanca, suspiró un poco entrecerrando sus ojos. Agachó la mirada viendo como a unos pies de distancia estaba la bolsa con sus cosas, se acercó levemente para poder recogerla y quizás irse ya y darle su espacio al chico a que piense con la cabeza fría. Unos rápidos crujidos en la arena se hicieron presentes hasta que los sintió a un lado suyo y como hace rato un firme agarre tomó su muñeca y la alzó levemente para hacerla enderezarse y mirar fijamente al chico quien la jaló hacia él hasta que su rostro estuvo lo suficientemente cerca al suyo como para ver sus ojos de mucho más de cerca. Los orbes rojizos del chico estaban destellando en rabia y un sentimiento intenso que la dejaron sin palabras observando como mostraba los dientes con enojo para proseguir a tomar una leve respiración.
—¡Por qué eres mi rival! —y bramó con un fuerte enojo mientras sus orbes chispeabeaban de manera intensa. Hatsulin alzó sus cejas por el sentimiento intenso que llegó a percibir en él, recordando aquellos momentos en los que se encontraba de alguna forma frustrado, aunque ahora había algo detrás. Parpadeó varias veces mientras lo veía fijamente por varios segundos, observando la furiosa e indomable expresión que tenía en el rostro, pero ya no sentía esa pesadez interna que le generaba.
El chico apretó nuevamente con fuerza su muñeca generándole más presión aunque no la suficiente como para que le doliera aunque si que reaccionara abriendo un poco más sus ojos mientras que soltaba un pequeño suspiro, sintiéndose un poco abrumada, pero no como aquellos momentos en los que sentía como si le apretaran el pecho contra una piedra. Volvió a parpadear varias veces seguidas mientras observaba el rostro del contrario, notando el fuerte silencio que había generado sus palabras y el hecho de que no le quitara los ojos de encima. Rompió poco a poco el contacto visual cuando fue moviendo sus ojos hacia donde él sostenía su muñeca con fuerza, observando el como arrugaba un poco la manda de la sudadera y dejaba entrever la muñequera que tenía siempre.
El chico se encontraba temblando en un tipo de impotencia y a su vez frustración e irá, sintiendo esta misma con fuerza al ver cómo la chica no parecía importarle lo que le decía, casi como si lo ignorara y eso le molestaba todavía más haciendo que apretara su muñeca haciendo que la chica volviese a mirarle al rostro con un rostro que mostraba cierta sorpresa, y a su vez, atención. La atención que siempre usaba al momento de mirar a cualquiera. Observó sus ojos a través de sus pestañas verle con fijación al punto de sentirse más inquieto de lo que de por sí estaba, tensándolo un poco y haciéndolo apretar su mandíbula. Inevitablemente, su agarre se aflojó un poco pero no la soltó.
—No lo entiendes, ¿verdad? Maldita pirómana. —Hatsulin abrió sus ojos levemente al momento que lo escuchó hablar en aquel tono tan característico de él. Se abstuvo a mirarlo con atención observando cómo miraba a un punto ciego con molestia—. Nunca voy a aceptar el resultado del festival. No te destruí como se debe, ¡no pelee como se debe! ¡No voy a aceptar esa victoria, mucho menos que tu aceptes una maldita derrota como esa! ¡Me jode la cabeza que te la pases preocupándote por cualquier mierda mía o que huyas de mi! Siempre eres la persona más habladora e intensa que existe y de un momento a otro te comportas nerviosa y evades de la nada, ¡me evades a mi, maldita sea! ¡Yo no soy un extra! —exclama con enojo haciendo que la pelirroja abriera sus ojos ante sus palabras—. Te preocupas pero luego huyes y evades como si fuera cualquier mierda. ¿Por qué eres tan malditamente confusa? Si estás en el maldito departamento de héroes ¿¡por qué mierda huyes de las cosas!?
Hatsulin se quedó en silencio escuchando sus palabras notando como elevaba su voz de nueva cuenta haciéndola sentir un revoltijo en su estómago por esas palabras del chico. Su rostro se suavizó un poco mientras aflojaba ligeramente sus hombros viendo hacia un costado evitando el observarlo.
—Yo no huyo de ti, Bakugō-kun.
—¿Y que es lo que has estado haciendo, hah? Desde que ví esa maldita venda en tu muñeca pareces evadirme. Te vas a entrenar con cola de caballo y los otros extras idiotas cuando en vez de entrenar conmigo para tener una pelea justa, te vas con esos idiotas y yo parezco el extra como si no fuera suficiente para ti. Llego y de una te esfumas, te niegas a enfrentarme una vez más. ¿Que crees que significa eso? No soy estúpido ¡Si huyes de mi, pirómana! —soltó volviendo a afianzar el agarre de la muñeca de la chica aunque no lo suficiente como para causar algún tipo de daño—. ¿Y así pretendes ser una maldita heroína? ¿huyendo de cosas tan estúpidas como esas? ¿negando a enfrentarte a alguien? No parece que quisieras o pretendieras ser heroína con huir.
Prosiguió a soltar el agarre de su muñeca con cierta brusquedad haciendo que la chica mirara ligeramente en dónde él anteriormente sostuvo contrayendo un poco su mano hacia ella, usando su otra mano para sostenerla mientras la observaba, escuchando al chico ir hacia otro lado mientras maldecía de varias maneras y pateaba con brusquedad una piedra entre la arena. La pelirroja apretó su ceño un poco a su vez que hacía lo mismo con sus labios, conteniendo la respiración sintiendo como esas palabras llegaban con más profundidad en su interior. Se giró rápidamente al chico y avanzó un par de pasos.
—¡Si quiero y pretendo ser heroína! —dijo la chica llamando la atención del masculino quien frunció de inmediato el ceño viéndole de soslayo—. Quiero... ser heroína. Sé que no lo seré si huyo de cosas como esas pero... realmente... tengo mucha cosas en la cabeza. No era mi intención desplazarte o darte a entender que huyo de ti, es sólo que me sentí muy nerviosa luego de... eso. —dijo con duda refiriéndose sobre el hecho de que notara su vendaje y sobretodo que supiera de alguna manera que había algo más significativo detrás de eso—. Yo no... estoy acostumbrada a que vean esas cosas en mi y me altere ya que sinceramente... en esos momentos pasaban muchas cosas y más cuando lo deduces de esa manera... —murmuró en voz baja mientras apretaba su mano contra su pecho. Sus hombros cayeron un poco mientras retrocedía ligeramente—. Fueron momentos estresantes para mí. —y rio sin ganas.
El chico mantuvo su ceño fruncido con fuerza mientras la veía por sobre su hombros, su cuerpo se enderezó mientras metía sus manos dentro de sus bolsillos y echaba su cabeza hacia atrás aún viéndola de costado observando su expresión cabizbaja. Entornó sus ojos mientras chasqueaba su lengua y volteaba su rostro hacia el frente mientras cerraba sus ojos y hacía una mueca, gruñendo sonoramente.
—No te pedí que me dijeras sobre tu vida. —bufó el chico mientras ahora cruzaba sus brazos y mantenía su rostro girado hacia otro lado—. No me interesa, son tus asuntos y yo no me voy a meter en eso. Me irrita tu maldita negación, así que no me voy a detener hasta que vuelvas a pelear contra mi.
—Bakugō-kun... No quiero pelear contra ti. —inmediatamente escuchó un bufido de su parte haciéndola sonreír un poco más tranquila dándole un poco de gracia sus reacciones a pesar de todo. En si, su carácter podría inquietarla, le daba un poco de gracia—. ¡No lo haré! Al menos, no ahora. —y el chico abrió sus ojos lentamente al escuchar aquellas palabras, girando su rostro hacia atrás con sus ojos fijos en ella de forma fija y con un atisbo de confusión, aunque aún manteniendo aquella seriedad y dureza que se veía en su rostro.
—¿Hah? —musitó en chico con su voz grave y alta haciendo que Hatsulin sonriera al poder tener su atención. Asintió varias veces mientras apretaba su puño.
—¡Así es! Peleare contigo pero en otro momento en lo que busco resolver mis propios conflictos internos, Bakugō-kun. ¡Lo digo en serio! ¡Soy mujer de palabra! —aseguró dando un suave golpe en su pecho con su puño mientras sonreía con seguridad en lo que el chico aún la veía por sobre su hombro con fijación y seriedad. Luego de eso él abultó sus labios en un puchero de los que llega a hacer y giró su rostro hacia otro lado sin decir nada—. ¿No me crees? ¿Tengo que convencerte de que hablo en serio? ¡Bien! Lo prometo por el meñique. —dijo sonriente alzando su dedo meñique hacia él haciendo que el chico se tensara inmediatamente por eso para voltearla a ver de golpe.
—¡Yo no pienso hacer eso!
—¿Seguro? ¿Pinky Promise? ¡Así estará totalmente asegurado de que pelearemos! —buscó persuadir al chico mientras se acercaba a varios pasitos hacia el más alto aún con su meñique extendido. El chico la veía con sus ojos blancos del enojo comenzando a temblar de la misma molestia que comenzaba a sentir al momento de ver a la chica ahora insistente en aquella tontería.
—¡No te daré el meñique! ¡Aléjate, loca pirómana! —exclamó a la defensiva el chico mientras giraba hacia otro lado para evitar que se le acercara con aquella tontería de niños.
Hatsulin rio ante su reacción sintiendo como el ambiente se enfriaba un poco y dejaba de estar tan tenso como antes, realmente sentía como todo estaba un poco más tranquilo y el hecho de que en cierta manera ha hablado con su contrario podía tranquilizarla un poco. Ya no sentía demasiada tensión como la que sentía en un principio y eso era bueno, significando que una parte de su mente estaba disminuyendo aquella incomodidad e inquietud que sentía con el chico. La verdad ahora se preguntaba muchas cosas pero se las guardaría para otro momento, no quería irritar al chico el cual parecía un poco más tranquilo luego de demostrar... a su manera, que le había afectado el hecho de que lo estuvo evitando. La verdad, por su propia inquietud no tomó en cuenta que tanto le afectaría a él el técnicamente evitarlo, por lo que quizás, según ella, el hecho de estar insistiendo en entrenar o pelear, aparte de ser una clase de revancha por el festival, era para demostrar que también estaba ahí. Podía comprender un poco como era que se sentía.
—¡Bien, entonces todo mejor! —dijo la chica golpeando su puño contra la palma de su otra mano mientras sonreía un poco más animada como si se hubiera quitado un pequeño peso de encima. Codeó amigablemente al chico quien se mantenía encogido en su lugar mientras aún mantenía una expresión de enojo—. ¡Podemos entrenar alguna vez! Para sucumbir tu instinto. ¡Esto nos hace amigos!
—¿De qué mierda estás hablando? Yo nunca dije que seremos amigos simplemente por entrenar o pelear en algún momento —soltó en reclamó el chico mientras tomaba la bolsa que anteriormente él llevaba para caminar a larga zancadas hacia las escaleras de aquel muelle—. ¡Nosotros somos rivales, no amigos! ¡Sólo vamos a entrenar y pelear!
—Si es inverno búscame~. Con el cielo ¡azul iré! Y ahí estaré —canturreó en forma infantil la chica marchando mientras hacía gestos con sus manos y sus brazos detrás de él, ya colmando la poca paciencia que tiene—. Tu amiga ¡soy!
—Joder ¡YA BASTA, MALDITA SEA! ¡TE VOY A EXPLOTAR EL ROSTRO!
BE HERO YA LLEGÓ A LAS 20K DE VISTASSSSS
nopuedeser, dios, estoy muy feliz en estos momentos por ya ver que finalmente esta historia llegó a las 20k vistas y más de 2k de votos, me hace muy feliz el apoyo que ha recibido la historia.
¡Lo agradezco muchísimo! esto es muy importante para mi. De por si siempre me emocionaba por las 1k de vistas y ver que ya llego a las 20k me sorprende muchísimo por saber que hay tantas personas que leen este libro y que cada día lleguen más y más, eso me indica que poco a poco se vuelve más reconocida
Los quiero muchísimo, como no tienen idea. Gracias por tanto apoyo y cariño a esta historia, les agradezco mucho por tan siquiera pasarse por aqui a dejar votos o comentarios. Esto es muy importante para mi por que me da a entender que realmente mi historia es lo suficientemente buena para llegar a este punto. Capitulo largo en compensación aunque quizás haga un especial, quien sabe
En fin. Que intenso capitulo pero todo terminó bien. Adoro escribir las convivencias entre el bombas y nuestra bb Hatsu, aunque hayan estado las cosas tensas entre ellos en estos ultimos sucesos y capitulos. Al escribir esto y el desenlace fue como
Aunque no haya sido algo especialmente conflictivo, para Hatsu si lo fue si ya tienen de idea lo problematica que puede ser su cabeza hasta este punto cuando se trata de problemas personales como de los que Bakugō se dió de cuenta aparte de que hay que recordar lo sucedido en el festival y lo que le impuso Atsuko a nuestra nena, ella se siente aún culpable por lo que había tenido intención de hacer
Pero en fin, luego de este capitulo ya volvemos con la trama del anime >:3
Se vienen muchas cosas ¡prepárense!
→S H A N X L A B Y X←
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