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❪𝗢𝗩𝗔❫ ; 𝘁𝘄𝗼 𝗵𝗲𝗿𝗼𝗲𝘀.

CHAPTER OVA; ESPECIAL 40K VISTAS❫
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CAPÍTULO ESPECIAL;
DÚO DE HÉROES
I-ISLAND

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©Shanxlabyx
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I-ISLAND, AQUELLA FAMOSA Y CONOCIDA ISLA ARTIFICIAL QUE ESTABA SOBRE EL AGUA, EN DONDE HABITABAN MÁS DE DIEZ MIL CIENTÍFICOS que investigan infinidad de cosas, principalmente los dones. Fue creada con el fin de mantener y descubrir los talentos científicos de todo el mundo y tenerlos a salvo en aquella gran zona que se mantenía en movimiento. Era un lugar realmente impresionante, tanto a la vista como en la tecnología; no había quien no conociera I-ISLAND y el famoso I-Expo, siendo un evento de toda la isla en donde los científicos mostraban sus avances en sus investigaciones.

En ese tipo de evento, mayormente, los héroes profesionales eran invitados, al igual que personas con mucha influencia y que eran altamente conocidas allí y a su vez, reconocidas; como un ejemplo, el héroe de la llama Endeavor, era un invitado al ser uno de los tres mejores héroes de todo Japón. Se podían ver por las extravagantes calles varios héroes conocidos que provocaban que los mismos habitantes de la ciudad rebosaran de emoción por tales presencias.

Todo era sumamente impresionante.

Sus ojos no dejaban de ver a su alrededor conforme caminaba, sintiendo como su cabello rojizo hecho en una coleta alta se balanceaba a la par que casi parecía resplandecer por su llamativo color escarlata. Inclinaba su cabeza constantemente de un lado a otro con sus ojos moviéndose hacia su alrededor, teniendo de igual forma un fuerte color azul; miró luego hacia la pantalla de su teléfono, observando la hora. Sus labios se torcieron ligeramente en lo que parecía ser una especie de mueca bastante leve al observar que apenas pasaba del medio día, aún faltando para la noche.

Se sentía un poco impaciente al respecto, era su deber estar allí presente para representar a su familia, casi por obligación. Pero, el estar ahí la inquietaba, aunque en el buen sentido. Amaba estar ahí.

Con una sonrisa observó las maravillas de aquel lugar, casi no podía dejar de mirar cada mínimo detalle por temor a perderse de algo. Era la primera vez que estaba allí y todo la tenía absorta en impresión y a su vez en emoción, eso se notaba por el asombro que mostraba su rostro y la gran sonrisa que tenía en sus labios. Guardó su teléfono en su maletín, colgando este mismo como se debía sobre su hombro. No obstante, mientras admiraba todo con entusiasmo y emoción, su sonrisa se volvió ligeramente leve al recordar la voz de su abuela al pensar en lo afortunada que se sentía de finalmente estar allí.

«—Como menor de la familia, siendo la más conocida y fuerte de entre tus hermanos; tu deber es ir a representar a la familia Tsubomi en la exposición de I-ISLAND

Tsubomi Hatsulin, la aspirante a heroína y estudiante de la famosa academia de héroes número uno en Japón, apodada en su labor de heroísmo antes de poder debutar oficialmente como Scarlet, era la más pequeña en su familia. Al menos, en la familia paterna, siendo la materna conformada por una de las familias más conocidas en Japón, y con quién compartía lazos de sangre; Los Todoroki. Una combinación de genes que muchos tendrían interés, sobre todo para quien sea el primogénito menor de la familia, que suele ser quien obtiene mayor atención sobre el desarrollo a su quirk.

Ahí estaba ella, la pelirroja de orbes azulados, estudiante de la clase A, haciendo acto de presencia en I-ISLAND; se veía todo demasiado moderno y avanzado, héroes de aquí y a allá, niños y niñas disfrutando y corriendo entre ellos, habían distintos héroes profesionales de distintas partes del mundo que eran invitados por diversas razones, incluso recibiendo invitación aquellas personas sumamente conocidas y que a su vez eran de familia de héroes o científicos.

Removió un poco la máscara de su traje de heroína que colgaba en su cuello con ligero peso, aunque nada que no pudiera soportar, después de todo era necesario tenerlo al ser de utilidad en el uso de su quirk al tener aquel mecanismo criogénico para apaciguar el calor de su cuerpo al uso de su don. Algo que tambien le gustaba era el hecho de que allí, en I-ISLAND, se podían usar los dones libremente, sin ningún impedimento.

Sintió una momentánea pereza y leve fatiga en su cuerpo haciéndola detenerse un momento para suspirar, estirando levemente sus brazos hacia arriba; sentía aún su cuerpo algo entumecido por el largo viaje que recorrió en el avión. No le gustaba estar sentada sin hacer nada; se la pasó más que nada viendo una película en parte de la vía a I-island, sobrevolando el mar para poder llegar a su destino.

Un pequeño murmuro sin mucho sentido salió de entre sus labios, más como un leve sonido que resonó en su garganta, incluso su rostro pasó de estar expresivo y emocionado a uno algo somnoliento, además de parecer que iba a estornudar. Lejos de tener un impulso de estornudar, sus ojos comenzaron a achinarse hasta cerrarse y abrir su boca, dejando salir un largo bostezo producto del cierto sueño que aún poseía, a parte de haber visto una película tambien durmió como media hora, siendo aquel tiempo el restante para llegar, saliendo del avión cuando aterrizaron con un rostro adormilado.

Mantuvo sus ojos cerrados de manera rasgada como si buscara calmar los impulsos de bostezar otra vez, sorbiendo su nariz.

—¿Está bien, Hatsulin-sama? ¿Se siente cansada? —habló una voz femenina algo ansiosa, apareciendo desde atrás de ella, cargando una maleta. Tenía su cabello perfectamente recogido en una moña alta, dejando a relucir un rostro pulcro y fino, pero que también mostraba firmeza y belleza, unos aretes dorados y levemente largos colgaban de sus orejas, tintineando un poco ante la proyección de la luz del sol contra ese pulcro material.

—¿Tiene dolor? ¿Tiene hambre? ¿Quiere ir por algo de comer? —ahora apareció un muchacho de cabellos azulados quien tenía la misma pinta de aquella mujer, viéndose formal y algo fornido. Al gual que la dama, cargaba una maleta. Hatsulin se preguntó constantemente porque traían maletas si no iban a estar mucho tiempo allí.

—¿Hmm? —musitó Hatsulin de forma distraída, apenas volteándolos a mirar con sus ojos abiertos, bueno, apenas abiertos; los tenía entrecerrados y constantemente parpadeaba con lentitud.

La escena pasó a un segundo plano a ojos de cualquiera; Hatsulin estaba parada en medio de dos habladores y preocupados trabajadores bien vestidos, que comenzaron a casi revolotear a su alrededor preguntándole que necesitaba o como se sentía. Se podía hasta ver un fondo imaginario de color azul detrás de ellos, estando la menor en una nube blanca mientras que la mujer y el hombre cambiaban de posición cada que preguntaban algo. Hatsulin sólamente los observaba en total silencio, viendo a la castaña de lindo rostro vestida con una muy pulcra camisa de botones blanca, cubierta por un saco azul oscuro y una falda de tubo del mismo color que abrazaba sus muslos.

Ahora dirigió su mirada hacia el muchacho, observando que parecía estar vestido en conjunto con la femenina ya que usaba una camisa igual a la de ella, con una corbata bien puesta, un saco y unos pantalones oscuros, con unos bien lustrados zapatos.

Es guapo...❜ pensó en su pequeña burbuja, observando la nariz griega del mayor y las ligeras pecas que tenía en esta misma, teniendo una expresión de preocupación y a su vez dureza. Delineó con sus ojos sus pobladas cejas y luego sus pestañas, ignorando olímpicamente lo que le decía. Volteó ahora a mirar hacia la muchacha, quien tenía sus cejas bien delineadas junto con unas largas pestañas. ❛Ella también es muy bonita

Ambos trabajadores para la conocida y respetada Tsubomi Atsuko, seguían buscando que la menor de la familia lograra responderles, aunque a su vez ni siquiera cayendo en cuenta de que la estaban bombardeando con miles y miles de preguntas. La pelirroja comenzó a mover su cabeza de hito en hito en ambos con una expresión atenta y a su vez curiosa, estando en un pequeño análisis de las facciones de ambos mayores en vez de prestarles atención a lo que le cuestionaban, aunque sabía que no era algo que necesitara.

—¡Hey! ¿Qué diablos hacen? ¡Dejen de ahogarla con preguntas! —una fuerte pero varonil y profunda voz se escuchó que provocó que detuviera abruptamente a ambos jovenes en una posición tensa, quedando en un ambiente gris a la par que dirigen con cierta tensión sus miradas hacia la dirección en donde se había oído aquella voz.

Hatsulin miró de igual manera hacia allá luego de tener sus ojos en el suelo, notando como poco a poco una sombra se hacía cada vez más grande, dando a entender que algo se acercaba, o quizás sea que había algo sobrevolando encima de ella. No obstante, su campo de visión fue invadido por unas botas negras seguidas de unos vaqueros de un color más claro; así que, fue subiendo su mirada poco a poco hasta encontrarse con el rostro a uno de los pocos con los que se relacionaba más respecto a los trabajadores de la matriarca de su familia; Sosuke. Tenía un porte varonil pero a su vez más relajado que las dos adultos que miraron espantados hacia el castaño de fuertes ojos de un azul eléctrico, los cuales observaban con acusación a los mayores.

Sosuke-san también es guapopensó Hatsulin detenidamente observando que estaba más tranquilo y menos formal en cuanto vestimenta; complementando sus botas y sus vaqueros, poseía camisa de botones blanca, sin corbata y con algunos botones sueltos mientras tenía una chaqueta encima, arremangada hasta los codos para dejar ver sus antebrazos y el reloj que rodeaba su muñeca. La pelirroja sonrió con más ánimo al verlo; le tenía cariño (de cierta forma) a todos lo que trabajaban para su abuela en su residencia, pero Sosuke era uno con los que más se relacionaba y más se llevaba bien. La castaña y el peliazul que estaban presentes eran como los "secretarios" de su abuela, fueron con ella al estar al tanto de su empresa (ya que, aparte de ser invitados por ser en su mayoria una familia de héroes, agregando de ser muy conocidos, su abuela era patrocinadora de la I-Expo) y como iba todo.

Y también vigilarla, de cierta manera... aunque parecían ser de aquellos trabajadores que buscaban satisfacerla a toda costa. Eso no le gustaba demasiado, llegaban a ser sofocantes.

—P... p-pero... ¡Sosuke! Es nuestro trabajo cumplir lo que pide Hatsulin-sama. ¡S-sólo estamos verificando que necesita! —aclaró el peliazul con un atisbo nervioso y a su vez acusatorio por lo relajado que estaba el hombre más alto entre ellos. Sosuke sólo frunció el ceño mientras elevaba sus brazos y los cruzaba por sobre su pecho, ahora miró de reojo hacia la mujer de cabellos castaños con cierta acusación.

—¡S-si, es verdad! —secundó algo temblorosa la castaña femenina, agregando que tenía un fuerte sonrojo en su rostro, aunque su mirada se veía opacada y nerviosa.

Sosuke los miró a cada uno en cuanto hablaban para culminar con pestañear un par de veces y luego mirar hacia la pelirroja sonriente en medio de ellos, ella no hacía más que escuchar en silencio la conversación con aquella expresión risueña. El de orbes eléctricos observó fijamente a Hatsulin unos segundos, suavizando un poco su mirada.

—Hatsulin, ¿necesitas algo en particular? —le cuestionó con calma Sosuke, girando un poco su cabeza hacia abajo ante la diferencia de altura y dándole una gentil sonrisa.

—¿Uhm? —murmuró la pelirroja al percatarse que le estaban hablando directamente. Parpadeó un poco, rascando su mejilla derecha para después sonreír, cerrando sus ojos en el proceso—. ¡No, estoy bien!

—¿Felices? —escupió casi con molestia el de ojos azules mientras volteaba a mirar con dureza hacia la dirección de los jóvenes (tenían entre veinticinco y veintiséis años) que estaban histéricos por no quedar mal ante las indicaciones de su jefa, quien había exigido específicamente que le cumplieran todo lo que dijera su nieta e hicieran bien su trabajo.

Hatsulin observó la nube de frustración que había surgido justo encima de las cabezas de ambos trabajadores junto con una expresión de vergüenza, aunque la mujer castaña estaba con un leve sonrojo en sus mejillas junto con una mirada algo embelesada en Sosuke, pareciendo más perdida y apenada en él que su compañero, él sólo estaba algo cohibido por aquel regaño y por la forma tan sencilla y obvia en la que el usualmente chófer de Tsubomi Hatsulin (prácticamente cada uno de la familia tenía uno propio) había preguntado si necesitaba algo, aunque luego miró con incredulidad hacia la castaña por como estaba.

—¡Hatsulin! ¡Hatsulin! —comenzó a escuchar los llamados de una voz femenina haciendo que poco a poco saliera de su burbuja para comenzar a mirar hacia los lados y poder ubicar de donde venía la voz—. ¡Hatsulin-chan!

Da un par de pasos a su alrededor para distinguir rápidamente quien era la que la estaba llamando tanto, su expresión comenzó a colocarse concentrada y algo impaciente, casi como si fuera un gato en su momento de caza; esa era la impresión que podía dar, incluso trataba de agudizar su mirada, casi dando vueltas en su lugar. Volvió a escuchar la misma voz aguda y dulce llamarla, y esta vez pudo escucharla más de cerca; giró su rostro hacia el lado contrario en donde estaba mirando primero, pudo distinguir finalmente su rostro, observando como sus ojos dorados estaban resplandeciendo en emoción mientras tenía uno de sus brazos alzados hacia arriba, agitándolo constantemente para tratar de llamar su atención.

El rostro de la pelirroja comenzó a iluminarse poco a poco en una brillante y gran sonrisa mientras sus ojos parecían comenzar a resplandecer, comenzó a casi chispear de emoción (y por poco literalmente) al reconocer el rostro de aquella mujer de facciones jóvenes y que parecían una mezcla japones y extranjero. Ahí estaba a un par de metros de ella, la linda y bella chica que ha estado en una relación con su hermano mayor desde que ambos estaban en segundo año de la academia U.A.; aquella mujer de cabello rubio y ojos dorados que poseía dos pequeñas alas blancas en su espalda y que sólo la hacían ver más adorable.

Su cuñada.

—¡E-espere, Hatsulin-sama! ¡N-no se aleje! —soltó temeroso el peliazul cuando vio como la pelirroja había exclamado con emoción y dejado caer el maletín que tenía en su hombro para irse corriendo inmediatamente hacia la dirección de aquella bella muchacha de cabello rubio.

—¡Hanabi-chan! —chilló de forma algo enérgica y hasta escandalosa al hacerlo con mucha fuerza ya que no resistió la emoción

Ahora de manera feliz y contenta corría con sus brazos extendidos, hacia aquella bella mujer quien no tardó en trotar unos pasos hasta ser interceptada por la fuerza de la Tsubomi en un abrazo que fue correspondido con la misma fuerza para girar en su lugar un par de veces, siendo más que fácil para la rubia de ojos dorados ya que Hatsulin era pequeña a su lado y fácil de cargar.

Reía contenta, estaba más que feliz en esos momentos por finalmente verla despues de mucho tiempo, al menos en persona; la ultima vez que la vio en persona fue cuando sus sobrinos recién habían nacido, durando algunos meses en Japón hasta que se fueron devuelta a E.E.U.U ya que había comenzado una vida junto con su hermano mayor; Kazuto. Desde entonces han vivido allá, estaban establecidos teniendo grandes trabajos; su hermano como héroes profesional de alto rango y su cuñada como una reconocida cientifica e inventora. No era sorpresa que haya sido invitada. 

¿Su hermano estaría allí tambien?; la sóla idea la emocionó de sobremanera. Tenía mucho anhelo de ver a su hermano Kazuto de igual manera, le hacía mucha falta a pesar de todo y lo extrañaba, sería una gran felicidad para ella que él tambien estuviera allí.

—¡Me alegra tanto verte, Hatsulin! —chilla Hanabi con gran felicidad mientras frotaba levemente su mejilla contra la parte superior de su cabeza debido a lo alta que era, ya habían dejado de girar en aquel abrazo y ya suspendieron sus pies en el suelo, aunque seguían estando en aquel abrazo. La rubia se separó tomando ambas manos de Hatsulin quien no dejaba de sonreír, incluso tenía un pequeño sonrojo de emoción en sus mejillas—. God! ¡De verdad estás demasiado grande desde la ultima vez que te ví! es muy diferente verte en persona que verte en la televisión. —dice ahora colocándose su mano en su propia mejilla, recordaba la ocasión en la que la vio en el Festival Deportivo.

—¡A mi tambien me emociona mucho verte, Hanabi-chan! —corresponde su sonrisa la pelirroja mientras apretaba sus puños a la altura de su pecho y comenzaba a agitarlos, incluso en prueba de que realmente estaba emocionaba había una muy pequeña capa de fuego en sus hombros que se agitaba un poco a la par que ella. Por lo menos tenía su traje de heroína, así que podría encender sus flamas tanto como quisiera—. ¡No espere verte aqui! Bueno, quizás un poco ya que eres muy inteligente, ¡y me hace feliz verte! ¡Llevamos mucho tiempo sin vernos! ¿Onii-chan vino contigo? ¿¡Donde está!? ¡Quiero saludarlo y verlo! ¿Como les fue en el viaje? ¿Cuanto tiempo llevan desde que llegaron? ¡En serio estoy muy emocionada!

—C... c-creo que demasiado emocionada... —murmura con una sonrisa algo nerviosa Hanabi al ver como las flamas que estaban en sus hombros buscaban aumentar más en masa conforme la adolescente hablaba, temió por un momento que literal se encendiera en llamas.

En eso, una toalla de un estilo térmico cayó encima de la cabeza de la menor, cubriendo esta misma y llegando casi hasta su cintura; aquello le provocó un leve sobresaltó a la chica con alas blancas (que no eran muy grandes) al ver eso tan repentino, observó como Sosuke estaba justo detrás de la pelirroja con sus manos encima de la toalla en donde justo se abultaba su cabeza, comenzó a palmear levemente allí como si buscara apagar algún fuego, aunque en esta ocasión era calmar a Hatsulin y evitar que se encienda en flamas por lo tan emocionada que estaba. Aunque realmente no le iba a pasar nada.

—Ya, tranquilízate. Sabemos que aquí se puede usar libremente los quirks, pero relájate un poco. Podrías volverte una antorcha de lo tan enérgica que estás. —decía el castaño mientras que a sus lados estaban los dos trabajadores nerviosos y preocupados por la adolescente quien acomodó aquel tipo de manta de un material especial para resistir el fuego y dejar ver su rostro. 

Pestañeó varias veces tambien desprevenida por aquello mientras sus manos tomaban los bordes de la manta, luego se sonrojó ligeramente por haberse dejado llevar, dejando salir un profundo suspiro que se pudo ver a simple vista al ser literalmente vapor, calmándose y apaciguando las pequeñas flamas que tenía en sus hombros los cuales hicieron un sonido seco ante el contacto de la manta hasta apagarse al momento que relajó sus sentimientos. Era a veces un obstáculo sus sentimientos debido a que tenían demasiado impacto en su quirk; no sólo a la hora de alterarse su quirk se alteraba tambien, si no cuando estaba en extremo emocionada, como se pudo ver justo ahora.

He~, perdón, me deje llevar. —dice mientras sacaba su lengua de manera divertida con una sonrisa en sus labios, bajó la manta hasta sólo cubrir sus hombros y dejar de estar encima de su cabeza. Abrió sus ojos azules aún con una sonrisa aún emocionada, aunque se estaba controlando a si misma, para mirar hacia su cuñada—. ¿Y donde están mis queridos sobr-

—¡TÍA BOMI! —exclamaron fuertemente dos voces a la vez y en sincronía.

Hatsulin no pudo reaccionar al llamado cuando dos pequeños niños de entre cuatro y cinco años se lanzaron violenta y emocionadamente sobre ella, provocando que al ser tomada por sorpresa cayera de espaldas, ya que uno se lanzó enfrente de ella y otro la agarró desde atrás, haciendo que perdiera el equilibrio y terminara en el suelo.

—¡Hatsulin-sama! —gritaron alarmados los dos trabajadores al ver como la joven de quienes estaban a cargo había sido derribada, Sosuke mostro sorpresa y preocupación cuando la vio ser derribada de forma tan repentina, escuchándose claramente el estruendo que provocó cuando su cuerpo cayó así nada más. Hanabi alzó sus manos espantada y preocupada.

—¿¡Hatsulin!? ¿¡E-estás bien!? ¡Niños!

—ASÍ QUE MI ONII-CHAN NO PUDO VENIR. —HABÍA DICHO SCARLET, siendo ese su nombre de héroe, mientras tenía una leve sonrisa al ver a sus dos sobrinitos corriendo de aquí y allá, sin duda ambos estaban más que emocionados; parecían casi dos rayos por la forma tan veloz y constante en la que se movían, saltando en lo que podían y mirando todo a su alrededor. No pudo evitar reír ligeramente al ver como se habían aferrado como serpientes a las piernas de alguien que estaba disfrazado de una clase de Búho, este se movía nervioso ya que no lo soltaban.

Hanabi soltó un suspiro algo pesado, podía notar claramente como Hatsulin parecía haberse desanimado; puede que seguía emocionada, pero aquella desbordante felicidad que tenía cuando se encontraron ya no era tan abundante. Despues de todo, su esposo era el hermano mayor de aquella adolescente, llevaban mucho sin verse físicamente. —Así es, Kazu fue invitado por su rango y a su vez me invitaron a mi. Él quería venir pero su labor como héroe profesional no le permitió hacerlo; fue su idea que viniera sólo yo junto con los niños. Ellos tambien estaban muy emocionados, ni yo ni él queriamos entristecerlos...

—Ya veo. —contesta la menor quien ahora observaba hacia el cielo de manera pensativa, incluso la sonrisa que tenía en sus labios era ligeramente más leve; parecía casi... nostálgica, aunque no especialmente triste.

Eso la hizo recordarle a su esposo mientras apretaba levemente sus labios observando el perfil de la de ojos azules que parecieron entrecerrarse, luego alzó un poco sus cejas por recordarle mucho a su pareja de vida, aunque fuera lejos del parentesco por sangre.

«—Ve tú con los niños.

Sus ojos dorados se giraron casi inmediatamente hacia su dirección, mostrándose sorprendida y atónita. Él permanecía con un perfil sonriente mientras observaba como sus dos hijos estaban jugando entre ellos a los héroes, se podían escuchar las risas y gritos de los menores del hogar; el pelirrojo de flequillo blanquecino parecía absorto en la felicidad de sus hijos, no se escuchaba desanimado o frustrado, sobretodo con el acontecimiento de su trabajo que lo obligaba no poder asistir a la I-Expo.

Continuó observándolo de manera casi incrédula, aunque hasta cierto punto era porque ella había dicho el no ir si no iban todos, quedarse allí en casa en todo caso. Fueron un par de segundos en los que Kazuto permaneció en silencio hasta contestar repentinamente lo que la había dejado sin que decir, aunque más bien estaba procesando que debería decir al respecto. Sus cejas se curvearon en duda y casi aflicción.

—¿Ir sólo los tres? ¿Sin ti? —cuestiona finalmente, rompiendo el silencio.

Trataba de no elevar mucho la voz para que sus niños no se dieran de cuenta de lo que conversaban, sobretodo cuando ellos estaban enterados de la invitación a I-ISLAND y estaban emocionados por ir. Hanabi negó con su cabeza levemente mientras juntaba sus manos con cierta inquietud.

—No, no podría... Es que... ¡los niños! —suelta en voz baja aunque su voz mostrando un tono algo elevado, más que nada enfatizando sus palabras—. Ellos se pondrán tristes si no vas con ellos tambien.

—Y creo que se colocaran más tristes si no van. —fue la respuesta del más alto haciéndola perder el aliento momentáneamente por la impresión que le provocaba sus palabras, que en realidad parecían ser ciertas. Miró a sus hijos que estaban chocando muñecos de acción entre si ahora, imitando sonidos de explosión con sus voces.

Su mirada nerviosa y dudosa comenzó a aligerarse al ver lo animados que estaban; ellos tenían una clase de maña de que cuando se emocionaban comenzaban a jugar a los heroes, ya sea de imitarlos o jugar con figuras, eso último estaban haciendo justo ahora. Apretó su mano sobre su pecho, reluciendo levemente el anillo de bodas que tenía en su dedo anular, se sentía en un leve conflicto en esos momentos. Personalmente no quería ir sin su esposo, quería que fueran todos en familia, pero a su vez no quería colocar triste a sus hijos que muy probablemente se desanimen por no ir a I-ISLAND como ellos quisieron al ver la invitación.

Miró al pelirrojo quien seguía con una leve sonrisa en sus labios mientras miraba a sus hijos con cariño y serenidad reflejaba en sus ojos rojizos, se veía tan tranquilo, tan seguro. Los ojos de la rubia destellaron un poco cuando él, sin dejar de ver a sus primogenitos, colocaba una mano gentilmente sobre su cabeza y le daba una suave caricia haciéndola cerrar sus ojos un poco y luego sonrojarse mientras los volvía a abrir. Kazuto esta vez giró su rostro hacia ella aún con una leve sonrisa de labios cerrados, hasta que esa sonrisa se ensanchó en una grande y segura mientras cerraba sus ojos.

—Quiero que tanto tú como los niños se diviertan. ¡Diviértanse el doble por mi!»

—Pues me alegra que vinieran, ¡sé que es lo que Onii-chan querría! —salió de aquel recuerdo al escuchar la voz segura y entusiasmada de la pelirroja, haciéndola parpadear varias veces mientras observaba la sonrisa de su cuñada que a su vez era como la de su esposo.

Sintió una leve calidez recorrer su pecho y eso hizo que su expresión se suavizara, sintiéndose un poco más tranquila. Sabía, o al menos era obvio, que Hatsulin estaba ilusionada por ver a Tsubomi Kazuto, y que no haya logrado venir debido a su trabajo era como una decepción para ella, pero se lo estaba tomando con mucha madurez y compresión, más de lo que esperaba. Eso la aliviaba por lo menos, no quería que terminara amargando su estadía en aquel lugar por esa noticia.

Había abierto la boca para seguir conversando en lo que paseaban por la ciudad, principalmente en la zona en donde habían cosas de atracciones y para niños al ser lo que más le llamaba la atención a sus hijos mientras Hatsulin saludaba dulcemente a los infantes que agitaban sus manos en saludo a ella al ver que era una heroína (aunque no oficialmente, pero ellos suponían que era por el traje); no obstante, el retumbar repentino que recorrió el suelo la calló, llamando su atención y casi pensando que era un terremoto que incluso fue rápidamente a ver a sus hijos por preocupación.

Hatsulin, por su parte, tambien sintió como de repente todo se agitó a la par que se escuchaba el sonido de una explosión, miró uno momento sus botas sobre el suelo hasta dirigir su mirada curiosa hacia donde se escuchó ese sonido, terminó notando como en lo que parecía ser un tipo de atracción con gradas, salía humo. Sonrió interesada y entusiasmada al pensar que era alguna de las atracciones de tipo supervivencia que a su vez eran juegos, su interés y emoción fue tanta que comenzó a encaminarse hacia allá, dejándose llevar por su curiosidad y olvidándose por un momento que estaba acompañada por su cuñada y sus sobrinos.

❛¿De que se tratará? ¿serán batallas campales o algo por el estilo? Despues de todo, aquí se pueden usar libremente los quirks. Que emocionantepensaba con entusiasmo mientras caminaba casi llegando a ser un trote mientras que Hanabi trataba de alcanzarla, exclamando por detrás que la esperara y que no la dejara. La pelirroja agarró momentánea consciencia de que no iba sola y caminó un poco más lento, aunque aún así llegó antes, justo debajo de unas gradas y cerca de unos barandales que dividían la arena de aquella atracción.

Sus ojos se abrieron con cierta sorpresa cuando alcanzó a reconocer la persona que al parecer iba a ser el siguiente participante, cruzó sus brazos aún con una sonrisa interesada y determinada en sus labios mirando hacia allá el como el siguiente participante caminaba con seguridad hacia la zona en donde iba a comenzar aquella clase de juego. Escuchó las indicaciones de la que parecía ser la presentadora en donde daba inicio a la partida; observó con atención y una gran sonrisa como en poco tiempo explotaba los robots que eran los "villanos" en aquella atracción, recibiendo exclamaciones emocionadas del público.

—¡Esto es increible! ¡Lo completó en quince segundos! ¡Es el primer lugar!

Sonrió nuevamente casi con admiración por aquel resultado, a su vez supuso que tendría un resultado como ese y aún así sentía impresion, reflejándola en la sonrisa que había puesto mientras seguía observando al participante que se había ganado el primer puesto al haber derrotado a los "villanos" en más poco tiempo, algo que se esperaba.

—Impresionante como siempre, Bakugō-kun... —dijo para si misma observando a su compañero desde su lugar quien caminaba casi con soberbia luego de haber ganado el mejor puesto, aunque pasó de estar caminando con seguridad a impulsarse con una explosión hasta el barandal con brusquedad.

Para ir en contra de Midoriya Izuku.

—¿¡Por que estás aquí!? —escuchó claramente su reclamó hacia el pobre peliverde que anteriormente estaba viendo la función de su amigo enojón. Hatsulin alzó sus cejas ligeramente al notar como no sólo ellos estaban ahí, incluso estaban Uraraka, Yaoyorozu y Jirō quienes miraban nerviosas la escena que estaba haciendo el chico del quirk de explosiones.

Hatsulin por su parte pestañeó repetidas veces al verlos, estaba más sorprendida por la presencia de varios de sus compañeros más que por el escandalo que estaba comenzando a hacer el rubio de orbes escarlata, despues de todo, estaba consciente que él iba a ir a I-ISLAND aquella vez en el parque de diversiones cuando le comentó al respecto. Él negó eso por mucho que le gritara que olvidara el tema, por algo lo tenía ahí enfrente. La sonrisa que tenía anteriormente en sus labios volvió mientras giraba sus pies en esa dirección y comenzaba a encaminarse.

—D-detente, Kacchan. La gente está mirando. —pedía nervioso Deku mientras agitaba sus manos delante de él como en un intento de que Katsuki se alejara y a su vez que se calmara, él estaba agarrado del barandal casi como un animal mientras miraba rabioso al peliverde enfrente suyo, siendo esta razón por la que estaba atacándolo verbalmente... por ahora.

—¿¡Y qué me importa!? —respondió de mala gana (y con su humor de siempre) el llamado Kacchan, al menos por parte de izuku quien había tomado distancias de él tanto por su agresividad y a su vez para calmar el ambiente ya que efectivamente varias personas del público fijaron su atención en ellos, sobre todo por el escandalo que estaba haciendo. Rápidamente apareció Iida quien se colocó enfrente de Izuku con expresión severa.

—¡Detente, Bakugō-kun! —dijo él, Katsuki sólo gruñó a su dirección con sus ojos blancos de enojo.

—¡No tengo asuntos contigo!

—Vaya, de verdad estás haciendo mucho escandalo, Bakugō-kun. —hizo acto de presencia la pelirroja una vez llegó a un lado de ellos al momento que el aludido comenzó a hacer gestos físicos de querer darle un cabezazo al delegado de la clase quien seguía protegiendo con su cuerpo al peliverde, este se cubría con los brazos.

Iida no evitó sobresaltarse por la repentina llegada de la pelirroja, ya que al estar pendiente de que Bakugō no se lanzara contra el pecoso, no se dio de cuenta al momento en el que se acercó, aunque realmente nadie se dio de cuenta cuando fue que apareció; incluso Bakugō al estar tan sumido en su enojo y en su burbuja, se tambaleó momentáneamente al ser también tomado por sorpresa. Todos los estudiantes de la academia U.A. que estaban presentes en ese momento finalmente miró hacia la dirección de la recién llegada quien les dió la usual sonrisa que siempre poseía, incluso soltó una risita por la reacción de la mayoría.

—¿¡Hatsulin!? —exclamaron las chicas de su clase presente con sorpresa e incluso emoción de verla allí también presente.

Hatsulin les sonrió haciendo el signo de amor y paz mientras cerraba sus ojos al momento que mostró aquel gesto facial.

—¡Hola, compañeros! —canturreó en un gesto de saludo hacia sus amigas, aunque en general estaba saludando a sus demás compañeros y amigos, incluso a la chica rubia de lentes que estaba presente y no conocía; se le quedó mirando varios segundos así como ella, aunque desde que apareció mantuvo su atención en su persona—, y... ¡chica que nunca he visto!

La rubia se sobresaltó ligeramente ante aquellas palabras de la pelirroja, más que nada por la forma en la que se había dirigido hacia ella, se terminó sintiendo avergonzada ya que sólo se le quedó mirando sin decir nada. La de orbes azules y cabello rubio luego colocó una tímida sonrisa que se convirtió en una amable, agitando su mano ligeramente en un saludo. 

—M-Mi nombre es Melissa Shield, es un gusto conocerte. —se presentó un poco cohibida y aún algo sorprendida, aunque esto último era para si misma por conocer más y más personas cada vez. Hatsulin inclinó su cabeza hacia un lado dándole una amigable y dulce sonrisa, alzó su mano y se señaló a si misma con el pulgar.

—¡Tsubomi Hatsulin! ¡también es un gusto!

—¿¡T-tsubomi-san!? ¡También viniste! —suelta Midoriya con un brillo de emoción en sus ojos mientras se reincorporaba un poco, Hatsulin lo volteó a mirar y le dedicó una divertida sonrisa mientras guiñaba un poco.

—¡Así es! Vine en nombre de mi abuela, aunque también por mi madre ya que igual la invitaron, pero ella no pudo venir, al igual que mis hermanos. —alza su pulgar con seguridad.

—¿¡Tu también estás aquí, maldita pirómana!? —su coleta se agitó violentamente y a su vez de forma cómica al momento que recibió aquel reclamo de parte de Katsuki, tanta fue la fuerza de su voz que agitó su cabello hacia un lado al practicamente gritarle al oído, o al menos, a la dirección de este al estar ligeramente alejada de ella.

Hatsulin sonrió a labios cerrados, casi sin inmutarse respecto a su carácter, aparte de que ya estaba acostumbrada a como actuaba él; lo volteó a mirar al girar su cabeza por sobre su hombro mientras mantenía sus brazos aún cruzados sobre su pecho. —¿No recuerdas que te dije que iba a venir cuando querías invitarme?

—¡Que yo no quería invitarte, maldita sea!

—¡Lo que digas!

—¡Bakugō-kun, ya tranquilízate! —volvió a intervenir Tenya haciendo gestos con sus brazos al agitarlos ligeramente enfrente de la pelirroja como si buscara cubrirla a ella tambien, aunque a comparación que con Izuku, ella parecía bastante tranquila y sonriente en su lugar mientras observaba como Katsuki lo volvía a mirar de manera fulminante por aquel regaño.

Mientras que Katsuki nuevamente buscaba atacar a punta de cabezazos, las chicas observaban en silencio aquella escena, por parte de Melissa era con confusión por ver lo tan agresivo que estaba ese chico, aunque parecía más bien enojado. Por parte de los que lo conocían sabían bien que ya era la usual actitud de Bakugō Katsuki reluciendo, ya estaban más que acostumbrados a su carácter y a las escenas de enojo que llegaba a hacer, sin importarle atraer la atención de la gente ajena como efectivamente estaba haciendo.

Lo usual en él.

—¿Por qué está enfadado ese chico? —pregunta curiosa y con un atisbo nervioso Melissa respecto a la actitud de Katsuki; Iida estaba enfrente de él como escudo para Izuku quien seguía encogido detrás suyo.

—Así actúa siempre... —murmura con cierto aburrimiento Jirō.

—¡Es una batalla predestinada entre hombres! —dice Uraraka con cierta determinación y seriedad.

—¡Te acostumbras con el tiempo! En realidad no es mala persona, sólo es enojón. —Hatsulin comentó una vez que se acercó hacia ellas sin dejar de mirar hacia la dirección del cenizo, no podía evitar reírse un poco por ver la forma en la que se movía para tratar de darle cabezazos a Iida. 

—¿¡A quien llamas enojón, cabeza de fósforo!? —replicó el cenizo alzándose en el barandal en un gesto de quererse lanzar hacia ella por la forma en la que lo llamó, aunque más bien parecía aguantar el impulso de querer ir contra el peliverde quien sonreía nervioso en su lugar.

Hatsulin simplemente le sacó la lengua de manera algo infantil mientras que cambiaba el peso de su cuerpo de una pierna a la otra al ya sentirla algo fatigada, su expresion volvió a ser más sonriente que antes y a su vez más animada, aunque siempre tenía esa cara y esos gestos cuando estaba con sus compañeros, ya que se sentía a gusto con ellos presentes. Ya estaba consciente de que Katsuki iría, aunque no sabía exactamente porque, así que no le sorprendía del todo su presencia; estaba segura de que Shōto estaba en alguna parte de la ciudad también. Le sorprendía un poco es que sus amigos estuvieran allí, aunque no le molestaba, en absoluto.

Observó como Momo se acercaba hacia el barandal que dividía las gradas con el campo de aquella atracción, por verla hacer eso notó como Eijirō también había ido, aunque a comparación de Katsuki, él se quedó en la arena, sobre todo cuando el chico explosivo se lanzó alterado hacia el Midoriya apenas se dio de cuenta que él estaba ahí.

—Kirishima-san, ¿ambos recibieron invitaciones a la expo también? —cuestiona la azabache con curiosidad hacia el pelirrojo quien la miraba desde abajo al igual que hacía sus demás compañeros.

—No, Bakugō fue el único invitado ya que ganó el Festival Deportivo de la U.A.. Sólo lo estoy acompañando. —se señala a si mismo con el pulgar, colocó luego su puño en su cintura, señalando detrás de él con una sonrisa, ahora dirigiéndose hacia todos—. Entonces, ¿todos lo van a intentar ahora?

—Será inútil, ¡ya que definitivamente soy mejor que tú! —exclamó Bakugō inmediatamente, dirigía esas palabras hacia Izuku quien tenía una sonrisa temblorosa en sus labios al igual que una expresión nerviosa. Hatsulin sonrió a la par que soltaba una risa por la escena, realmente no era nada nuevo de lo que veía en clases; desde siempre ha sido así.

—Si, tienes razón. Si. —contesta Izuku, aún estaba encogido en su lugar.

—Pero no lo sabrás hasta que lo intentes. —alega Uraraka mientras tocaba su mejilla de manera pensativa.

—Si, tienes razón...

—¡Entonces, date prisa y ve por tus resultados patéticos, maldito nerd! —exclama nuevamente Katsuki mientras pasaba encima de los barandales para otra vez abalanzarse en contra del peliverde luego de haber empujado al delegado de la clase lejos de su camino, Izuku sólo se encogió en su lugar algo nervioso exclamando un temeroso y cohibido «¡S-si...!» en respuesta a su algo insistente petición del cenizo, más que nada para demostrar que era mejor que él.

—Yo tambien quiero intentar.

Ambos chicos miraron casi de inmediato al escuchar la voz de la pelirroja, ella parecía que no se inmutaba con lo que sucedía, aunque no era diferente a sus demás compañeros que estaban presentes y más que acostumbrados a su actitud. Hatsulin miraba con atención y a su vez curiosidad la arena de aquella atracción, tenía incluso una mano sosteniendo su mentón de manera analítica con sus ojos fijos en aquel punto. Sonrió con complicidad, aunque más bien una complicidad consigo misma, no le parecía un reto muy grande destruir esos robots, el reto era ver que tanto tiempo duraba para destruirlos y quizás superar a Katsuki. 

Después de todo, le parecía divertido la atracción.

—¿¡Tu tambien, pirómana!? —replica con enojo Katsuki yendo a zancadas hacia su dirección, con sus manos echas garras. La pelirroja parecía ignorarlo olímpicamente al estar analizando los objetivos y las distancias de estos mismos, incluso estaba haciendo una estrategia en su cabeza para poder usar su quirk y hacerlo lo más rapido posible para obtener el tiempo más pequeño—. ¡Nunca me podrás superar! Intentalo, ¡sólo confirmarás que soy mejor que tú! —bramó acercándose amenazante a su cara, Hatsulin entrecerró uno de sus ojos por el choque brusco de su aliento. Por poco y no la escupe tambien.

No obstante, a pesar de eso, ella sólo sonrió con seguridad y sin intimidarse o cohibirse por su cercanía, había sido similar cuando literal le escupió en la cara a Izuku al desafiarlo a que intentara aquella atracción. Hatsulin inclinó su cabeza hacia un costado mientras giraba su rostro hacia él. mostrando determinación y un poco de sorna.

—Veremos quien es el mejor, ¡hay una gran cantidad de posibilidades! No te confies demasiado. —alega con burla tocando con su dedo índice su hombro varias veces en pequeños empujones para que le diera un poco de espacio personal, aunque él seguía estando cerca de ella—. Podría terminar siendo la mejor.

—¡Ha! Ya quisieras. —rie con cierta burla y a su vez enojo mientras alzaba una de sus manos y la señalaba tambien volviendo a inclinarse a su rostro en un intento de intimidarla, pero la chica sólo sonreía con seguridad en sí misma y sus palabras—. Ni tu ni Deku me van a superar.

—¡Aléjate de nuestra tía Bomi! 

Y de repente, un empujón alejó varios pasos al cenizo que por poco y no se tropieza por haber sido tomado desprevenido, eso sólo le generó enojo y a su vez confusión ya que no tenía ni idea de donde vino eso. Todos también fueron tomados por sorpresa cuando un niño apareció de la nada, que no pasaba de los cinco años, y empujó desde las piernas a Katsuki (sobre todo porque era mucho más pequeño que él) para colocarse casi protector enfrente de la pelirroja. Más confusión se generó por la presencia de ese niño quien tenia la mirada agachada de manera molesta, hasta que subió los ojos y dos orbes dorados relucieron levemente en determinación cuando los cabellos rojizos de su flequillo se movieron levemente ante su gesto.

El pequeño pelirrojo de orbes dorados frunció el ceño mientras hacía un mohín con sus labios, aunque parecía más bien un puchero molesto que trataba de verse intimidante; el niño bufó en un «¡Hmmp!» casi en una postura de altera, justo enfrente de las piernas de Hatsulin, esta misma había alzado las cejas momentáneamente por la sorpresa hasta percatarse quien había sido el culpable.

 —¿Quién diablos se supone que eres? ¿¡Y como te atreves a empujarme!? —replica finalmente Katsuki luego de un momentáneo shock por haber sido empujado por un niño que no conoce, incluso no midió el tono de su voz para no asustarlo o hacerlo llorar, como ya en varias ocasiones había sucedido al no tener tacto con los infantes por la forma y tono en la que hablaba. El pequeño pelirrojo con algunos mechones rubios en su flequillo había retrocedido un paso con una expresión algo asustada hasta sostener nuevamente su cara molesta.

—¡Para que te alejes de Bomi! ¡No puedes estar cerca de ella! —chilló el niño con sus piernas separadas en postura de ataque y sus puños en alto los cuales agitó de arriba hacia abajo casi como quisiera hacer algún tipo de berrinche más que verse intimidante. 

—¿¡Y a mi qué!?

—¡Si, si, no te acerques a la tía Bomi! —exigió otra voz infantil con el mismo reproche que el otro, todos miraron hacia donde vino esa voz observando a la altura de las piernas de la "Tía Bomi" en donde un niño de cabello anaranjado y con mechas blancas estaba abrazando aquellas dos extremidades de la pelirroja; él parecía una copia del primer niño, si no fuera por el color de cabello y de los ojos que eran de un color rojizo. Él poseía el mismo gesto enojado y casi arisco hacia Katsuki que ahora estaba más que confundido al verlos.

—¿Quienes son esos niños? —pregunta Kyōka igual de confundida que los demás presentes mientras observaba como el niño de ojos dorados fulminaba con la mirada hacia el enojón de la clase y ahora parecían gruñirse entre si, mientras que el chiquillo de ojos rojizos abrazaba las piernas de su amiga sonriente con sus mejillas infladas y de igual manera le lanzaba una mirada ofensiva hacia la dirección de Bakugō.

El pequeño de ojos dorados retrocedió para abrazar el otro costado de las piernas de Hatsulin, estando ambos niños abrazándola por cada lado de su cuerpo.

La pelirroja no se movió de su lugar, pareció sólo sonreír con diversion y como si aguantara reírse por la forma en la que su ojos se achinaron ligeramente al extender sus labios en una sonrisa que mostraba sus dientes, realmente estaba aguantándose la risa por la actitud de los dos pequeños niños que miraban de manera fulminante hacia el cenizo, quien estaba más que ofendido (e internamente confundido) por la intromisión de aquellos mocosos, parecía casi una escena cómica al ver como esos dos niños miraban casi a muerte a Bakugō Katsuki quien le devolvía la mirada casi con la misma energía, incluso peor.

Hatsulin resopló luego mientras relajaba sus hombros y cerraba sus ojos, aún con sus brazos cruzados enfrente de su pecho; le daba gracia la forma de actuar de esos dos chiquillos. Descruzó sus brazos para colocar en la cabeza de los niños una de sus manos, cada mano en cada cabeza de ellos. Aquel accionar había provocado que el niño de ojos rojizos saliera de su burbuja y la mirara con atención, aunque el de ojos dorados seguía mirando enrabiado hacia Katsuki.

—Ellos son Saburō y Shirō. —dice con tranquilidad la pelirroja de ojos azules mientras les daba una gentil caricia a sus cabellos, revolviéndolos un poco. Alzó la mirada y les sonrió a todos con sencillez y a su vez seguridad—. ¡Son mis sobrinos!

—¿Sobrinos? —repitieron todos a mismo tiempo, a excepción de Melissa que en realidad estaba más que perdida en la conversación. Yaoyorozu hizo un gesto de entendimiento a su vez que recordaba como la pelirroja en más de una ocasión les había hablado de su hermano mayor, quien estaba casado y con hijos. Hatsulin sonrió y asintió mientras aún acariciaba los cabellos de sus sobrinos casi asicalándolos para que se calmaran.

—¿¡Son los hijos del héroe Forced!? ¿¡El hijo mayor de Hikarimeki, el que era estudiante de la academia U.A. que debutó a los dieciocho años y ahora está en Estados Unidos entre el top diez de ese pais!? —chilló casi de inmediato el peliverde mientras se acercaba casi con euforia en sus ojos mientras apretaba sus puños con emoción; Hatsulin notó de inmediato que era aquella fascinación por prácticamente todos los héroes que existían, aunque le parecía impresionante lo tan informado que llegaba a ser como para decir aquel detalle de cuando su hermano mayor debutó apenas se graduó, ganando fama y cariño de gran parte de Japón hasta que se fue a Estados Unidos.

Pestañeó varias veces al sentirse aún sorprendida cada vez que Izuku decía esas cosas, sonrió con impresión y admiración hacia él al saber lo tan aficionado que era a la hora de hablar de los héroes; aún recuerda la ocasión en la que confirmó, con él presente, que era hija de Hikarimeki y a su vez sobrina de Endeavor, lanzando luego una cantidad de datos de su madre respecto a cuando debutó, en que puesto estuvo en la lista de héroes allí en Japón antes de retirarse y hasta alegando cosas de la adolescencia de su madre y su tío cuando apenas se estaban dando a reconocer al estudiar en la U.A.; había entrado en aquella gran burbuja de murmuros en las que siempre lo hacía a la hora que analizaba y, a su vez, hablaba de sus héroes favoritos.

Seguía siendo impresionante.

Uhum, ellos son sus hijos. Por allá está Hanabi-chan, su mamá. —señala ligeramente hacia detrás de ella en donde la rubia de ojos dorados estaba sentada en una de las gradas, parecía agitada; había tenido que perseguir a sus hijos cuando estos comenzaron a correr en busca de su tía. Scarlet sonrió y rio para luego revolverles el cabello a Shirō y Saburō—. ¡Tienen cuatro años!

—Cuatro años y medio. —aclaró Shirō.

—Si, si. —y le siguió Saburō, con su mejilla abultada contra el muslo de su tía.

—¡Son adorables! ¡Me encantan! Tienen las mejillas regordetas~. —chillaba embelesada y encantada Ochako mientras tenía sus manos sobre sus mejillas, contorneándose en su lugar con corazones imaginarios a su alrededor; Saburō que parecía ser el más enojón terminó sonrojándose con una expresión casi de shock para buscar esconderse detrás de Hatsulin mientras Shirō seguía en la misma posición.

—¡Se parecen al héroe Forced! Parecen versiones miniaturas de él. ¡Que genial! —volvió a repetir Midoriya al sentirse interesado y fascinado al ver a los primogénitos de un aclamado y gran héroe. Midoriya Izuku estaba informado de todo sobre los héroes, y el tan siquiera tener una revelación como esa (aunque en realidad él sabía que Forced tenía hijos y estaba casado), lo llenaba de emoción.

—¿Verdad que si? Salieron casi igualitos a mi Onii-chan. —canturrea sonriente la Tsubomi mientras cerraba sus ojos de manera afable, ella por su parte amaba ese detalle de que sus sobrinitos se parecían tanto a su hermano. No recordaba en absoluto la apariencia de él en ese tamaño, sólo ha visto fotos, y era más que cierto que parecían una versión en miniatura de ellos.

A ella le encantaba, eran tan pequeños que provocaba ahogarlos en abrazos y besos. Ella amaba a los niños pequeños.

—¿¡POR QUÉ RAYOS NO HAS IDO A DEMOSTRAR QUE ERES UN DEBIL, DEKU!? —y toda esa tranquilidad que se sentía por el interés y a su vez la presencia de esos dos adorables niños, se fue al caño. Katsuki ya le había explotado la paciencia, si podría decirse así, al estar esperando que el peliverde fuera por sus resultados en aquella atracción. Se veía más que irritado luego de haber sido empujado por un niño que terminó siendo familia de la pelirroja que llegaba a sacarlo de sus casillas en varios sentidos y, además, ser casi ignorado—. ¡VE DE UNA MALDITA VEZ!

—¡A-ah, Kacchan, n-no deberías decir esas palabras enfrente de niños! —replica algo nervioso y sobresaltado el pecoso luego de escuchar el tan repentino grito del cenizo quien anteriormente estaba temblando de la rabia conforme veía en hito en hito a cada uno de los "extras" hablar. Hatsulin casi instintivamente cubrió una de las orejas de sus sobrinos con sus manos mientras los apegaba un poco a sus piernas para tapar la otra oreja y evitar que escucharan eso, ambos menores miraron casi espantados y a su vez sorprendidos la agresividad del chico.

—¿Acaso me importa? ¡Ve ya antes de que te mande con una explosión o te parta la cara!

—¡C-claro...!

Hatsulin sonreía con sus ojos cerrados a su par que inclinaba un poco su cabeza y soltaba una muy ligera risita ante la escena que llegaba a ser algo entretenida a sus ojos, aunque no quería que sus sobrinos terminaran aprendiendo malas palabras; de por si Saburō era algo intenso y podría terminar imitando por su inocente y absorbente edad lo que viera y escuchara, podría terminar siendo lo mismo con Shirō. Aún así, se alegraba de que la mayoría de sus amigos estuviesen ahí para disfrutar aún más esa estadía.

❛Es agradable que ellos estén aquí, ¡emocionante!pensó ella aún con aquella sonrisa en sus labios.

❛CREO QUE VA A SER LA PRIMERA VEZ, DESPUES de mucho tiempo, en la que no llego a la hora acordadapensaba la pelirroja mientras pasaba un mechón de su cabello detrás de su hora como si quisiera procurar que se viera bien; dejó salir un profundo suspiro mientras pasó ligeramente sus manos por el frente del vestido, ahora viéndose a si misma con atención. Colocó una sonrisa algo tonta y a su vez resignada al recordar como aquellos trabajadores de su abuela estaban algo insistentes al arreglarla, más que nada en cuanto su cabello y maquillaje ya que la vestimenta formal que usaría ya había sido escogida. Recibió varios jalones accidentales a su cabello y también pequeños pinchazos a sus ojos cuando le echaban rimel.

Resopló con cierta diversión, no era alguien que se maquillara o arreglara de forma formal, aunque ya lo ha hecho antes en eventos a los que tenía que asistir por su abuela o invitaciones a su madre; una de las primera veces en la que estuvo en una situación similar fue cuando su hermano se casó con Hanabi. Sonrió ligeramente por aquel recuerdo mientras veía el cielo luego de haber bajado del vehículo que la llevó justo a la entrada de la Torre Central; miró su telefono nuevamente en donde devuelta le llegó un mensaje de Iida preguntando que tanto le faltaba para llegar, como por quinta vez.

No había estado presente con los demás cuando acordaron entrar a la fiesta todos juntos, al menos, con los que tenían invitación a dicha fiesta que eran prácticamente todos sus compañeros con los que se encontró. Tenya le escribió por mensaje que se reunirían en uno de los Lobbys para poder asistir todos juntos, ella en su momento había ido con su cuñada y sus sobrinos a las demás atracciones en insistencia de aquellos dos pequeños (y tambien de ella) luego de estar un rato con sus amigos y Melissa para después despedirse y decir que los vería a la fiesta; fue ya al atardecer y dónde ya cerraban todo cuando recibió aquel mensaje del delegado en la clase en donde especificaba la hora y el Lobby en donde se reunirían, siendo el Lobby siete.

—Espero no haber sido la última en llegar. —murmura para sí misma mientras se adentraba a las instalaciones, escuchó como terminó siendo reconocida por la avanzada tecnología de aquel ascensor luego de haber entrado al edificio. Sosuke junto con Hanabi y los niños ya estaban en la fiesta de la recepción al entender que quería entrar con sus amigos, aunque los trabajadores de su abuela colocaron varios "pero" en su decisión, al final estaba allí. No pudo evitar observar el interior de lo que parecía ser un tipo de escaner, o al menos eso pensó al ver la tecnología en las paredes. Sonrió nuevamente con cierta fascinación, nunca se iba a dejar de sorprender con cada cosa que viera en I-ISLAND.

Las puertas del ascensor se abrieron automáticamente una vez la reconoció, su nombre apareció en la pantalla de arriba de la puerta en un anuncio de su llegada. Sus ojos bajaron de su alrededor hacia enfrente cuando se dio de cuenta que estaban prácticamente todos sus compañeros en el Lobby acordado; inclinó su cabeza con curiosidad mientras volvía a formar una sonrisa una vez fue revelada por completo.

—¿Todavía no están todos aquí? Al parecer no fuí la unica en llegar tarde, aún así, ¡lamento la demora! —canturrea la chica de cabello rojizo adentrándose completamente al lobby mientras tocaba levemente su mejilla con la yema de sus dedos.

—¡No puede ser...! ¡Es como ver una celebridad! ¡Parece una hermosa princesa! —exclama casi de inmediato Kaminari, mostrando su emoción a la par que agitaba sus puños con entusiasmo y casi en un gesto de victoria al ver a la pelirroja de orbes azules con un vestido formal al igual que sus demás compañeras.

—¡Es como ver a una chica de fantasia, con piel brillante y suave! —babeaba de manera emocionada Mineta echando humo por la nariz por el estilo del vestido de la chica; veía fijamente la zona escotada del vestido de su clavícula en donde se veía su piel pulcra y pálida, drámaticamente se tiró al suelo—. ¡Una hermosa chica de fantasia! —lloriquea, haciendo parpadear a la chica aunque luego rio algo cohibida, mirándose el vestido; era de un lindo color azul*.

Por lo menos su abuela le permitió escoger algún estilo que le gustara, eligiendo obviamente algo que cubriera sus brazos, o al menos, cubriera las zonas de sus antebrazos y muñecas, teniendo unos guantes de tela que parecía de seda, de un color casi negro. La hacía sentir segura al poder cubrir aquellas zonas incomodas para ella, igualmente tenía una gargantilla alrededor de su cuello del mismo color azulado de su vestido, así cubriría las marcas que tenía allí. Se sentía muy bien así vestida, junto con el broche en su cabello, la hacía sentirse muy bonita.

Pudo sentirse ahora más segura al ver a sus demás amigas vestidas como ella; Momo tenía un lindo vestido verde, Kyōka un vestido fucsia con purpura que parecía ser de su estilo, y Uraraka tenía un adorable vestido de color rosa. Sonrió al verlas mientras se encaminaba hacia ellas hasta que sintió nuevamente aquella leve incomodidad que sólo le provocaba Mineta, aunque Kaminari se veía igual de entusiasmado que él, por lo menos sabía ser menos intenso, como sólo podía ser Mineta.

—Gracias, Mineta-kun, pero mantente alejado de mí. —dice la pelirroja sonriente una vez se acercó con Yaoyorozu quien sonreía casi fascinada por su vestido y a su vez sonriendo por su llegada, Tsubomi miró a Kaminari y mostró un poco más de entusiasmo—. ¡Kaminari-kun, me da gusto verte! Me alegra que tambien hayas venido. —se podía notar la diferente emoción que usaba la pelirroja al dirigirse a cada uno. Minoru mostró cierta indignación por la "preferencia" según él a la que saludó a ambos.

—Y gracias a Dios que vine, estoy en el cielo por tantos ángeles que tengo a mi alrededor. —Kaminari se acerca de manera cómica y a su vez en un intento de coquetería, incluso tenía brillitos coquetos a su alrededor. La pelirroja simplemente rio y rodeó sus ojos con diversión ante aquellos de los usuales intentos de coquetear que casi siempre que tenía oportunidad hacía, ya estaba más que acostumbrada.

—¡Todos se ven muy bien! —alega con sinceridad y aquella usual energía en ella mientras comenzaba a trotar levemente alrededor de todos al querer verlos a cada uno con atención, agradecía que por lo menos que esos tacones eran de tacón bajo, por lo que podía moverse con comodidad—. Jirō-chan, ¡te vez muy linda! ¡Tú igual, Yaoyorozu-chan! ¡Uraraka-chan tambien! Todas van a atraer la atención de los chicos, ¿eh, eh? —canturrea con diversión mientras simulaba dar codazos al aire.

—E-eh... ah... gracias... —murmura avergonzada la de cabellera violeta mientras agachaba la mirada, desde que llegó estaba algo cohibida al estar por primera vez usando ropa formal.

—Gracias, Hatsulin-san, tú tambien estás muy bonita. —responde de igual manera Momo con un pequeño sonrojo apenado en sus mejillas, y como era de esperarse Ochako estaba cubriendo sus mejillas rojas con vergüenza aunque tenía una sonrisa en sus labios.

La de ojos azules no pudo evitar reírse levemente por sus reacciones, la verdad que a vista de ella todos se veían muy bien vestidos de manera formal. Miró hacia su primo con atención y sonrió al momento que trotó a su dirección de manera entusiasmada, Shōto estaba con las manos en los bolsillos del pantalón de su traje con aquella expresión seria y monotona de siempre, aunque luego mostró cierta atención en la pelirroja cuando llegó hacia él.

—¡Shō-to-kun, mira nadamás! Todo un galan. —bromea una vez llegó con él, incluso colocó una mano en su mentón con una sonrisa animada y algo divertida hacia su serio primo quien al igual que los demás chicos, vestía con traje y se veía bastante guapo; aunque, realmente, siempre se veía guapo—. Me tendrás que conceder una pieza y sacarme a la pista a bailar. —dice a la vez movía sus puños y sus hombros en un ritmo imaginario de baile. Shōto sólo la observó en silencio mientras pestañeaba un par de veces.

—No sé bailar. —contesta él de manera simple.

—A bailar, a bailar. —canturrea en un tono algo musical mientras volvía a moverse sus brazos con musica imaginaria, Shōto preservaba su expresión seria aunque tranquila, sólo absteniéndose a observar a su prima mientras suspiraba y a su vez se encogía de hombros.

Otra vez la atención fue hacia el interior del ascensor al momento que las puertas se abrieron, dando presencia a Melissa quien entraba en medio de un trote junto con una sonrisa; estaba de igual manera con un vestido de color azul, Hatsulin no pudo evitar pensar en lo bonita que se veía maquillada, aunque desde que la vio por primera vez en ese mismo día le había parecido alguien bonita.

—¿Todavía están aquí? ¡La fiesta está por empezar! —decía ella de manera algo emocionada.

—¡Ha llegado un ángel! —exclama Mineta una vez la reconoció.

—Maldición, Mineta, no puedo aguantar más. ¿Qué hago...? —dice de forma dramatica Kaminari quien estaba llorando de manera exagerada junto a Mineta al estar ambos más que fascinados con la presencia de la apellidada Shield.

Hatsulin rio un poco por las actitudes de sus dos compañeros, negando un poco con su cabeza. Mientras colocaba ambas de sus manos en su cintura, soltó un leve suspiro, mirando hacia arriba; aún faltaban Bakugō y Kirishima, cuando estaba arreglándose les preguntó si ambos iban a ir a la fiesta de recepción y, siendo Eijirō quien le contestó, la respuesta había sido un "si" y de igual manera se reunirían con los demás al haber sido avisados por el delegado de la clase que todos se reunirían en un punto acordado, luego de haber convencido al cenizo al momento que le dijo que tenía trajes secretos que había traído y evitar la excusa de que no tenía que ponerse. Sonrió ligeramente al imaginarlos.

Luego de unos minutos más de espera en donde no llegaban ninguno de sus dos compañeros faltantes, Tenya terminó por llamarlos al telefono y saber si iban a llegar o no, mostrándose molesto por su irresponsabilidad al no llegar a la hora acordada. Ella por su parte tambien les escribió a los dos sobre si irían a la fiesta o cuanto les faltaban para llegar, escribiendo tambien que ya estaban todos en el punto de encuentro y sólo faltaban ellos. Hizo una ligera mueca cuando notó que les llegaban los mensajes a ambos pero ninguno contestaba, agregando que no aceptaban las llamadas que el delegado de la clase les daba. 

Mientras miraba de manera fija la pantalla del chat con Bakugō en espera que le contestara, le llegó una nueva notificación, aunque en este caso era un mensaje que venía de Hanabi, presionó el mensaje para leerlo; era un mensaje de su cuñada preguntando de si ya iban a entrar ya que Shirō y Saburō comenzaban a estar inquietos por estar tardando ya que ellos ya estaban en la recepción en espera del comienzo de la fiesta, sonrió ligeramente al imaginarse a sus dos gemelos preguntando constantemente sobre si ya iba a llegar o cuanto le faltaba para llegar.

—Es inútil. Ni Bakugō-kun ni Kirishima-kun contestan sus teléfonos. —escuchó la voz del delegado de la clase A luego de un nuevo fallido intento de llamar a sus dos compañeros faltantes, Hatsulin elevó sus pupilas a su dirección sin soltar su teléfono en donde dejó al aire la respuesta que daría a su cuñada, volvió a mirar hacia la pantalla en donde un nuevo mensaje llegaba de su cuñada diciendo que la fiesta comenzó y que All Might estaba allí, escribiendo que sus hijos casi enloquecieron al verlo.

Sonrió con cierta ternura al ver ese mensaje y volver a tener la imagen mental de sus sobrinos emocionados, su pulgar presionó la zona de campo para escribir en donde lentamente iba colocando palabra por palabra para poder avisarles que ya estaban en el lobby y que sólo estaban esperando a dos de sus amigos; no obstante, a la par que tenía la intención de enviar ese mensaje, la señal se fue de un momento a otro. Con eso, un sonido de alarma resonó por todo el lugar haciéndola elevar la mirada confundida y casi alarmada, momentos despues comenzó a escucharse una voz.

«—Este es un anuncio del sistema de seguridad de I-ISLAND. Recibimos un informe de emergencia por parte de nuestro sistema... que se colocó un explosivo en la área de I-expo. I-ISLAND está entrando en modo de alerta.»

❛¿Qué...?se pregunta a sí misma mientras bajaba poco a poco su teléfono y alzaba su mirada hacia la nada conforme escuchaba aquel aviso, comenzaba a decir diferentes detalles y condiciones respecto a que hacer y demás, agregando que deberían entrar a sus residencias y no salir. Se preocupó y a su vez se puso algo alerta por el tema de que había una bomba justo en el edificio donde todos se encontraban y se estaba llevando a cabo la fiesta de recepción. Leve tensión surgió en sus hombros por la información y pensar tanto en su cuñada como en sus sobrinos, agregando las personas y los héroes que estaban allí.

«—Además, la mayoría de los edificios principales estarán cerrados por el sistema de seguridad

De la nada, las entradas comenzaron a cerrarse detrás de puertas metálicas; todos en el lobby observaron como las ventanas eran cubiertas luego de aquel anuncio dando entender que efectivamente todo lo que sucedía era verdad, agregando de aquel repentino encierro. Eso la alteró un poco más y sintió ciertos nervios que se convirtieron en confusión y a su vez preocupación, esto parecía ser lo suficientemente grave como para llegar al punto de encerrar los edificios, como en el que ellos mismos estaban. Sintió sus manos calentarse y emitir una leve capa de fuego mientras trataba de analizar todo lo que estaba sucediendo, su pupila temblaba ligeramente dentro de su escleróticas mostrando su shock y cierta perplejidad; y no era la única, todos estaban así. Pudo notar y sentir casi de inmediato como la confusión comenzó a emerger en todos ellos.

Su mano libre se apretó en un puño provocando un leve sonido por el material del guante que usaba al igual que en su otra mano, esta misma sostenía su teléfono con el chat abierto de Hanabi pero a su vez sin posibilidad de escribir por el hecho de que la señal se había ido de un momento a otro. ¿Acaso tenía que ver con ese «modo alerta»? Sabía que el hecho de que hubiera una bomba implantada en cualquier lugar, sobre todo uno lleno de personas, era grave, pero esto le estaba pareciendo un poco extraño. 

—Mi teléfono no tiene señal. —dice Shōto mirando este mismo con atención, los demás de igual manera revisaban si tenían señal; Hatsulin hizo una ligera mueca por eso, al parecer no era la única—. Parecen que las entradas han sido bloqueadas.

—¿En serio? —dice Mineta con nervios.

—El ascensor tampoco funciona. —añade Jirō una vez fue a revisar si el método en el que llegaron al lobby se abría y a su vez confirmar que todo lo que sucedía era cierto.

—¿¡En serio!? —vuelve a decir Mineta pero con más alteración.

—Este modo alerta es bastante curioso, sobre todo con que la señal se haya ido a la par que todo comenzó a suceder. —Hatsulin hace una leve mueca con sus ojos puestos en la pantalla de su teléfono, sintió inquietud por ese dato, era inusual—. Melissa-san, sé que un explosivo es algo grave y peligroso, pero... ¿no es algo... excesivo que el modo alerta se haya activado en toda I-island de esa manera? Sobre todo si es en este edificio. Encerraron a una gran cantidad de gente en donde según se detectó una bomba, en vez de evacuarlos. —cuestiona luego de analizar la situación; la rubia había puesto una mano en su mentón, tratando de encontrarle de igual manera lógica a lo que sucedía.

—No creo que el sistema de seguridad haya cambiado a modo alerta.. sólo por haber detectado un explosivo. —responde ella con seriedad. La Tsubomi cruzó sus brazos mientras dejaba salir un leve resoplido, agachando la mirada. Pensó en su cuñada y sus sobrinos en ese edificio, le preocupaban mucho en esa situación, por mucho que hubieran héroes allí; la preocupación era inevitable.

—Iida-kun, tenemos que ir a la recepción de la fiesta. —mira hacia Midoriya una vez él habló, todos lo siguieron con la mirada por sus palabras.

—¿Por qué? —cuestiona el delegado de la clase.

—Porque All Might está ahí.

Hatsulin alzó ligeramente sus cejas al recordar como Hanabi le escribió lo tan emocionados que estaban Saburō y Shirō cuando se dieron de cuenta que All Might estaba en la fiesta; más temprano, en la tarde, recordó a personas gritando y hablando de que supuestamente All Might estaba en I-ISLAND, así que eso lo confirmaba todo. Era casi como la solución a lo que sucedía, sintió casi un pequeño alivio en ella así como sus demás compañeros.

—¿All Might está aquí? —habla Uraraka con cierta exaltación, aunque era con una mezcla de alivio.

—Vaya, entonces no hay de qué preocuparse. —balbucea con un poco más de tranquilidad Mineta, aunque se notaba que aún seguía un tanto nervioso.

—Melissa-san, ¿hay alguna manera de poder entrar a la fiesta? —pregunta Midoriya hacia la rubia, y mayor al tener diecisiete años, tomando en cuenta que ella vivía en ese lugar y tendría más conocimiento con la I-ISLAND en general.

—Si utilizamos las escaleras de emergencia, creo que podremos llegar a la fiesta. —señala la de orbes azules hacia otra puerta que era la que daba a las escaleras de emergencia. Hatsulin se quedó mirando fijamente dicha puerta mientras tenía sus brazos cruzados mientras uno de sus dedos golpeteó su brazo ligeramente al sentirse inquieta por lo que sucedía, sobre todo al saber que personas de su familia estaban allí.

—¡Por favor, guíanos! —escuchó como el pecoso le pedía a Melissa quien no dudó en aceptar.

❛Espero que estén bien, Hanabi-chan, Shirō-kun, Saburō-kun...❜  pensó la pelirroja mientras observaba la foto que se había tomado con ellos más temprano en la cantidad de atracciones que habían; tenía un mal presentimiento e iba a averiguar que era lo que sucedía.

SI ANTES ESTABA INQUIETA, AHORA SE SENTÍA MÁS QUE PREOCUPADA, ANSIOSA; NO PODÍA DEJAR DE MOVER una de sus piernas de arriba hacia abajo mientras continuaba con sus brazos cruzados. Su mirada estaba perdida en algún punto del suelo en el que se encontraban; luego de haber sido guiados por la apellidada Shield a la fiesta por las escaleras de emergencia que quedaban justo encima de la recepción de la fiesta, Jirō y Midoriya fueron a ver que era lo que sucedía allí a dentro y cuando regresaron, no eran buenas noticias, confirmando sólo el mal presentimiento que sentía con toda la situación desde que comenzó.

❛Villanos capturaron a los héroes que habían en la fiesta, y no sólo tienen de rehénes a los que estaban en ese edificio, si no en la isla completa... ¿Por qué no me sorprende? De por si esto ya era extraño...pensaba con una mirada algo opacada al estar tan perdida en sus pensamientos, agregando una mezcla de preocupación e impotencia en ella; el sólo pensar que su familia estaba en peligro sólo la estresaba aún más.

—Hemos recibido el mensaje de All Might.—habló Iida Tenya, rompiendo el tenso silencio que estaba entre ellos. La de la cicatriz sólo elevó un poco la mirada hacia él cuando habló—. Sugiero que sigamos las instrucciones del maestro de la U.A., All Might, y escapemos de este lugar.

—Estoy de acuerdo con la opinión de Iida-san. —lo secunda Yaoyorozu Momo con un tono serio, tomando en cuenta la gravedad de la situación—. Seguimos siendo simples estudiantes. No podemos luchar contra villanos sin nuestras licencias de héroe.

—¿Qué pasa si escapamos y buscamos ayuda con los héroes de fuera? —sugiere Kaminari con una sonrisa nerviosa.

—¿Y cómo podremos escapar? —habla Hatsulin, provocando que la atención fuera a ella. Nuevamente estaba con su mirada en el suelo, su rostro estaba serio hasta llegar a ser inexpresivo, pero la verdad era que estaba preocupada e inquieta—. Sobre todo de este edificio, estamos en un tipo de encierro total y dudo que sea fácil salir de aquí, mucho menos de I-ISLAND. 

—Hatsulin-chan tiene razón, creo que será dificil poder escapar. —añade la rubia, confirmando sus palabras. Como hace rato, tenía una mano en su mentón—. Este lugar se construyó con el mismo nivel de seguridad que Tartarus, donde están los villanos más buscados.

—Entonces, todo lo que podemos hacer es esperar por ayuda... —murmura con pesadez el del quirk eléctrico, agachando la mirada resignado.

Hatsulin frunció un poco su nariz por sus palabras, parecían ser la mejor solución tomando en cuenta que casi no tenían muchas opciones; no podían pelear contra villanos al no tener licencia de héroes, no tenían como escapar y buscar héroes de fuera de I-ISLAND, agregando que estaba en medio del océano, haciéndolo todavía más dificil en encontrar rápidamente un héroe de fuera, sin agregar que las calles deben estar llenas de villanos como para tener incluso de rehénes a toda la ciudad entera. Todo parecía casi en su contra, eso sólo la disgustaba.

—Kaminari, ¿estás satisfecho con esto? —elevó su mirada hacia la del quirk de earphone jack al momento que habló, estaba parada enfrente de Kaminari quien aún se encontraba sentado en el suelo así como la mayoría de sus amigos presentes—. ¿No sientes que deberías ayudar? —cuestiona una vez que el chico le preguntó que a qué se refería con sus palabras.

Oi, oi... ¡los villanos incluso capturaron a All Might! ¡No hay manera de que nosostros podamos ir a salvarlos a todos! —chilla Mineta algo alterado.

No pudo evitar soltar un pesado suspiro por aquella realidad, sobre todo ese detalle; si tenían capturado a All Might, significaba que no eran villanos ordinarios que incluso pudieron tomar como rehén al héroe número uno de Japón. Las cartas estaban en contra de ellos, entre la espada y la pared. Sentía impaciencia, sentía impotencia, ira, inquietud; sentía todos esos sentimientos por la necesidad de ayudar a todos los rehénes, por querer hacer algo y parecer que no podía hacer nada. ¿Habrán héroes que estuvieron en situaciones similares?

Frunció su ceño mientras hacía una mueca un poco más evidente, trataba de encontrar una solución, alguna brecha en toda esa situación que pudieran aprovechar. No sólo por los habitantes de I-ISLAND, no sólo por que estaba su cuñada y sus sobrinos, era por aquel instinto de héroe de querer hacer algo aunque todo estuviera en contra, quería hacer algo. Necesitaba hacer algo.

—Estamos tratando de convertirnos en héroes... —escucha la voz de Shōto luego de un rato, no evita mirar por un par de segundos con atención; él estaba con la expresión seria de costumbre mientras observaba su mano izquierda.

—Pero todavía no se nos permite trabajar como héroes. —alega casi de inmediato Momo con una expresión preocupada y a su vez severa; Hatsulin la mira unos momentos de manera pensativa para girar su rostro hacia Shōto quien estaba a su izquierda, estando ella justo en la entrada de las escaleras que iban hacia abajo.

—¿Y eso significa qué está bien no hacer nada?

Hatsulin lo observó fijamente por varios segundos, sus cejas dejaron de estar fruncidas como antes; lo miró casi con impresión por sus palabras, sobre todo cuando estas mismas eran bastante sinceras y ciertas, o al menos ella pensaba lo mismo. Todo se llenó de un tenso silencio luego de que él hubiera dicho eso y Momo se hubiera quedado en silencio al no poder refutar algo al respecto, eso significaba que de alguna forma le estaba dando la razón a pesar de las circunstancias. Agachó la mirada hacia sus pies mientras sus manos se apretaban en el ligero cruce de brazos que tenía.

De verdad esto se estaba volviendo estresante...

—Quiero salvarlos... —en medio de todo aquel tenso y largo silencio, Izuku habla, llamando la atención de todos. Hatsulin no fue la excepción, observándolo con una mezcla de seriedad y a su vez curiosidad; él anteriormente estaba cabizbajo hasta que elevó el rostro con una mirada determinada en sus ojos—. ¡Quiero salvarlos!

—¿Estás planeando pelear contra los villanos? ¿¡Acaso no aprendiste nada de la U.S.J., Midoriya!? —reclama Mineta de manera alterada. Hatsulin no evitó fruncir un poco el ceño al recordar lo sucedido en la primera semana de clases en la academia, agregando de lo arriesgado que había sido él a la hora de lanzarse así sin más a pelear contra villanos, agregando de que incluso estaba un Nōmu allí.

—No es nada de eso, Mineta-kun. —toma la palabra Izuku devuelta, sonando serio y a su vez severo y determinado, como aquellos momentos en los que tomaba muy en serio la situación y a su vez estaba dispuesto a hacer algo al respecto—. Ya lo he pensado. Necesitamos salvar a All Might y a los demás sin luchar contra los villanos.

—Entiendo como te sientes, pero, ¿hay algo tan conveniente...? —pregunta con dudas Kaminari.

—¡Incluso si es difícil, quiero intentarlo! —interrumpe con coraje el peliverde, callando al del quirk eléctrico; Hatsulin lo observó fijamente notando y percibiendo su determinación y lo tan dispuesto que estaba, sus ojos fueron abriéndose y agrandándose ligeramente en asombro mientras lo escuchaba hasta colocar una expresión seria y atenta—. Quiero buscar la mejor manera posible y luego ir a salvar a todos.

Hatsulin lo observó por varios segundos en silencio, por un momento vio la imagen reflejada de Ryuusen Yūta en él, hasta que dicha imagen se volvió a convertir en el Izuku actual, que estaba más que determinado en buscar una manera de salvar a los rehenes bajo las garras de esos villanos. Dispuesto y determinado como siempre ha sido desde que lo conoce, aunque algo imprudente, llegaba a ser admirable para ella lo dispuesto que llegaba a ser.

—Deku-kun... —murmura Uraraka.

—Yo lo apoyo. —dice Hatsulin de la nada llamando la atención de todos junto con sonidos de sorpresa y confusión, ella dio un par de pasos hacia enfrente hasta quedar un poco más cerca del pecoso quien la miró desde el suelo con sorpresa en sus ojos verdosos—. No sabremos que podremos hacer algo al respecto sin siquiera intentarlo; como dijo Shōto-kun, estamos aspirando a ser héroes profesionales. Tenemos que aprender a resolver soluciones como estas, sin necesidad de enfrentarnos a los villanos. No podemos siempre esperar a que venga la ayuda, nosostros debemos ser esa ayuda. —alega con determinación en sus ojos, mirando de reojo unos momentos a Izuku dándole una pequeña sonrisita hasta volver a colocarse seria—. Puede que seamos los únicos capaces de hacer algo al respecto, hay mucha gente en peligro y siendo rehén. Incluso mis sobrinos son rehenes justo ahora, me niego a quedarme de brazos cruzados.

Todos volvieron a quedarse en total silencio al momento que ella habló, se veía bastante firme a la hora de hablar, justo como Izuku, este miraba hacia la pelirroja en completo silencio, así como los demás. Hatsulin mostraba seriedad y dureza en sus fracciones; en general todas la víctimas de esos villanos le preocupaban, sobre todo con su instinto heróico, pero el hecho de haber personas importantes para ella en medio de esos rehénes era lo que más le inquietaba. Si no hacía algo al respecto, cualquier cosa podría pasar y terminaría arrepintiéndose toda la vida no haber ayudado sabiendo que pudo hacer algo.

—El sistema de seguridad de la isla está en el último piso de esta torre. —comenzó a hablar Melissa, llamando la atención de todos. Hatsulin la miró con curiosidad por el hecho de que desde hace rato que no hablaba, ella había avanzado hasta el medio de todos con una expresión mezclada de seriedad y determinación—. Si los villanos han tomado el control del sistema, entonces los bloqueos de autenticación y las contraseñas deberían estar desactivados. Deberíamos poder reiniciar el sistema. Sólo tenemos que alejarnos de los ojos de los villanos y llegar al ultimo piso... y así quizás podamos salvar a todos.

Hatsulin la observó fijamente por unos momentos, viendo una expresión de preocupación en su rostro y a su vez un toque de miedo. Se sintió un poco mal por ella de que estuviera pasando por una situación de presión como esa, eso la hacia recordar en el ataque a U.S.J. que Mineta mencionó antes, ya que esa situación fue muy estresante. No obstante, sonrió ligeramente al notar que como Izuku estaba dispuesta a hacer algo al respecto; admiraba eso de las personas.

—¿A que te refieres con "alejarse de los ojos de los villanos"? —cuestiona con cierta ansia Jirō haciendo que la mirara, al parecer ella también quería hacer algo y eso sólo le subió un poco más las expectativas de que podrían hacer algo sin necesidad de pelear.

—Actualmente ninguno de nosotros ha sufrido daños —comienza a hablar Melissa—. Eso me dice que los villanos no están acostumbrados a trabajar con sistemas de seguridad.

—Evitar luchar y hacer que el sistema vuelva a la normalidad, ¿eh? —murmura Shōto con sus brazos cruzados, Hatsulin comenzó a sonreír al sentirse un poco más segura con todo lo que estaban pensando hacer.

—Ser sigilosos como ninjas, ¡me gusta! —alega con emoción y entusiasmo la pelirroja al imaginarse eso como una misión secreta al tener que alejarse totalmente de los ojos de los villanos, teniendo un objetivo por el cual ir.

—Podríamos hacerlo, ¿no lo crees? —habla Kaminari con una sonrisa, dirigiéndose a Jirō quien le respondió de manera positiva con una sonrisa; a un lado del rubio, Mineta los miró nervioso al ser uno de los que se negaba a hacer una locura como la que estaban surgiendo en hacer.

—Pero los villanos están esperando en el piso superior... —murmura la vice delegada de la clase con una mano en su mentón, comenzando a considerar la idea que todos estaban comenzando a apoyar poco a poco.

—¡No hay necesidad de pelear contra ellos! —exclama una vez más el aspirante a héroe Deku—. Si conseguimos que el sistema vuelva a la normalidad, All Might y los rehénes serán libres. ¡Cuando eso suceda, todo estará a nuestro favor!

—¡Deku-kun, hay que hacerlo! —exclama casi de inmediato la castaña con sus puños apretados y una expresión determinada, se veía más motivada que momentos atrás—. No quiero quedarme sin hacer nada, si hay algo que podamos hacer. Creo que eso es más importante que discutir si somos héroes o no.

—¡Si, vamos a ayudar a los que necesitan ayuda! Hay que hacer lo que nuestros instintos dicen que hagamos.

—¡Si!

Hatsulin sonríe al ver que comenzaba a subir la disposición en todos, podía percibir gracias a aquella rama de su quirk como dejaban de sentirse inseguros y dudosos de que podrían hacer, ahora siendo reemplazado con la determinación y el coraje de poder hacer algo al respecto, sin necesidad de luchar. Estaba segura que habrán héroes que ya habrán pasado por algo al respecto, de una situación en la que tenían que resolver sin necesidad de pelear, por mucho que dichos héroes fueran legales como tal. Pero como dijo Ochako, si se puede hacer algo, hay que hacerlo en vez de hablar de que no son héroes oficialmente. Iban a intentarlo. 

Van a hacer algo al respecto.

—Midoriya —llama su primo con aquel tono y porte serio de siempre—, yo también voy.

—Y yo. —se señala la de cabellera violeta con una sonrisa confiada en sus labios.

—Yo ya dije hace un momento que apoyaba a Midoriya-kun en hacer algo al respecto, pero ¡si, voy también! —exclama con entusiasmo y determinación la del quirk de fuego con una sonrisa segura en sus labios, alzando el pulgar.

—¡Todoroki-kun! —suelta sonriente y casi emocionado el pecoso, siendo seguido por la del quirk de cero gravedad.

—¡Kyōka-chan! ¡Hatsu-chan! —exclama de igual manera ante las iniciativas de sus dos amigas.

—Vamos a escapar si decido que es imposible llegar... ¿entendido? —menciona con seriedad el delegado de la clase, quien tenía sus ojos cerrados. Estaba aún algo dudoso por lo que harían debido a lo riesgoso que era, pero se notaba que también estaba dispuesto en hacer algo—. ¡Si estás de acuerdo con eso, yo también iré!

—¡Si ese es el caso, entonces yo también voy! —ahora habla con seguridad la vice delegada de la clase, teniendo una sonrisa en sus labios.

—¡Muy bien, yo también! —secunda a sus palabras, y a la de los demás, Kaminari, escuchándose dispuesto. Midoriya y Uraraka los nombraron a ambos con la misma emoción que con los demás al ver que todos comenzaron a unirse a su plan.

—¡Está bien, entiendo! —chilla entre lágrimas y nervios Mineta, estaba más que asustado con todo pero a su vez no quería quedarse atrás—. Sólo tengo que ir, ¿verdad?

—¡Gracias, Mineta-kun! —exclama entusiasmado Midoriya mientras que el aludido seguía en medio de un mar de lágrimas.

—¡Vamos a hacerlo, Mineta! —suelta Kaminari en un intento de animarlo de igual manera.

—¡Esforcémonos, Mineta-kun! —dice Uraraka.

—Tranquilo, tranquilo. ¡Yo me aseguraré de que no te pase nada! —toma la palabra de igual manera la pelirroja presente, con aquella animada y usual sonrisa en sus labios. Ella alzó el pulgar con seguridad—. ¡Incineraré a cualquiera que los lastime!

—¡Tsubomi-san, no digas esas cosas! ¡Es sin pelear, sobre todo con ese extremo! —replica casi de inmediato Tenya, agitando sus brazos de manera robótica como suele hacerlo.

—Melissa-san, por favor espera aquí. —escuchan ahora la voz y petición de Izuku quien había caminado hacia la mayor de todos los presentes que se encontraba observándolos a todos con una sonrisa, hasta mirar con seriedad hacia el más bajo.

—Yo también voy. —responde casi de inmediato recibiendo la respuesta del peliverde sobre que ella no tenía una peculiaridad, ella sólo enserió su rostro con disposición, no dispuesta a dar su brazo a torcer—. ¿Tienes a alguien que pueda cambiar la configuración del sistema de seguridad? —todos se quedaron en silencio, mirándose entre si. Esa era una clara respuesta negativa—. Estudio en la academia. Creo que puedo ser útil.

—Pero... —balbucea Izuku, dudoso.

—Podría intervenir en el camino hasta que logremos llegar hasta el último piso... pero déjame ayudar a protegerlos a todos. —dice con seguridad y coraje, levantando la mirada—. ¡Por favor!

Hatsulin la mira con atención y curiosidad, inclinando un poco su cabeza hacia un lado. No estaba del todo de acuerdo que una civil, sobre todo sin peculiaridad con la cual pueda al menos respaldarse un poco, sea parte de lo que era una misión riesgosa y peligrosa; no obstante, sus palabras eran ciertas. Ninguno de ellos sabía como restaurar la seguridad como era, sobre todo con una técnologia como la que era la de I-ISLAND, de alguna u otra manera la iban a necesitar. Comenzó a sonreír al admirar aquella disposición de la rubia en querer ayudar y, a su vez, ser héroe junto con ellos. Siempre le gustaba esa determinación en las personas.

—Está bien. —acepta Izuku al final luego de pensar unos momentos en su petición, todos sonreían con seguridad detrás de él—. ¡Vamos a salvar a todos!

❛Es bastante riesgoso lo que planeamos hacer; arreglar todo sin pelear, es todo tan complicado...❜ pensó la chica de la cicatriz al darle un par de vueltas a asunto, luego sonrió de lado al alejar cualquier duda o inseguridad al respecto, no iba a quedarse de pasos cruzados❛Vamos a hacer algo, ¡vamos a ser héroes!

SE PODÍAN OÍR LOS PASOS DE TODOS CONFORMEN SUBÍAN LAS ESCALERAS, CADA QUE SUBÍAN UN PISO OBSERVABAN que número era, sobre todo luego de que Melissa haya dicho que debían llegar hasta el piso número doscientos, apenas estando por el cuarenta cuando le dijeron algo al respecto. Hatsulin podía notar lo agitados que estaban todos por tal movimiento y esfuerzo, ella parecía ser la menos afectada por eso al no ser la primera vez que subía gran cantidad de escaleras; recordaba como la heroína conejo Mirko, le hacía ese tipo de entrenamientos para mejorar aún más su resistencia. De cierta forma podía aguantar subir tantos pisos y tan continuamente.

—Siento... que voy a morir... —escuchó decir a Kaminari entre jadeos ahogados por el esfuerzo, casi se dejaba caer hacia los escalones del cansancio si no fuera que lo agarró del cuello del chaleco del traje, obligándolo a reincorporarse.

—¡Ánimo, Kaminari-kun! ¡Piensa que es como uno de los entrenamientos de Aizawa-sensei! —trató de motivarlo mientras le daba una sonrisa a la par que continuaba sosteniéndolo para que no se detuviera, debían apresurarse—. Esto podría ayudar a acondicionar el cuerpo, ¡es como un buen ejercicio!

—¿Subir doscientos pisos es un buen ejercicio para ti...? —responde el rubio del mechón eléctrico aún siendo medio arrastrado por la pelirroja como si fuera un titere, luego tomó una gran bocanada de aire para comenzar ya a correr por si mismo, un poco más recuperado. Era más que complicado subir tan constantemente y casi sin tener descansos.

Luego de estar un rato, lograron llegar hasta alrededor del piso setenta. La pelirroja se detuvo una vez observó como Midoriya e Iida se detuvieron cuando iban a subir otro de los pisos, sus ojos azulados miraban fijamente y con atención lo que parecía ser un tipo de pared o puerta metálica que les obstruía el camino, no permitiéndoles avanzar más. Hizo una pequeña mueca por aquel estorbo, definitivamente era un estorbo metafórica y literalmente hablando. Cualquiera podría destruirlo o algo por el estilo, pero estaba el riesgo de llamar la atención de los villanos y eso era el doble de malo.

—¿Qué hacemos? ¿Romperlo? —cuestiona su primo luego de observar la obstrucción del camino; él al igual que los demás conforme se iban deteniendo, comenzó a respirar con pesadez. Hatsulin frunció un poco el ceño con duda al respecto, dejando salir un profundo y largo respiro para recuperar el aliento de igual manera.

—Si lo hacemos, el sistema de seguridad reaccionará y los villanos nos podrán localizar. —dice Melissa de manera preocupada, eso hizo suspirar a la pelirroja un poco más estable, colocando sus manos en su cintura.

—Eso es un problema... —dice con obviedad la de la cicatriz mientras colocaba una de sus manos en su mentón buscando alguna posible solución para poder pasar, sobre todo tomando en cuenta la información de la rubia.

—Entonces, ¿no podemos ir por aquí? —canturrea de manera aliviada el más bajito de todos mientras se acercaba a una puerta que estaba detrás de ellos. Todos lo voltearon a ver e Izuku fue quien más se alertó.

—¡Mineta-kun!

—¡No! —exclama alarmada Melissa observando como el pequeñín abría la puerta, en esta misma se activó una pequeña luz roja que no fue más que mala espina para todos.

❛Y nuevamente empezamos una carrera.pensó la pelirroja cuando todos comenzaron a correr luego de que el de las bolas moradas en su cabeza haya abierto esa puerta, corriendo por el pasillo del piso ochenta al ser al que alcanzaron a llegar. Según Melissa, eso era como una forma de indicar a los villanos donde se encontraban, tomando en cuenta que tenían en sus manos la seguridad de toda la isla, incluyendo la de ese edificio, siendo que esa puerta estaba conectada con dicha tecnología. Muy posiblemente los villanos ya se hayan dado de cuenta donde se encontraban.

Hatsulin mantenía su ceño fruncido en un pequeño atisbo de frustración y a su vez concentración mientras todos avanzaban por aquel largo pasillo y poder llegar hacia las otras escaleras de emergencia que se encontraban al otro lado, tal como había dicho Melissa. Tenían que apresurarse antes de que lograran encontrarlos. Iida iba a la cabeza para poder llegar lo más rápido posible hacia su siguiente destino, no obstante, de repente volvieron a obstruirse sus caminos cuando los postigos comenzaron a cerrarse desde el camino de enfrente, aunque luego fueron los de atrás. 

—¡Todoroki-kun! —exclamó el delegado de la clase hacia el del quirk hibrido quien acató y entendió su plan, inmediatamente activó su lado derecho, creando una pared de hielo y así evitando que otro de los postigos se cerrara y poder encontrar una manera de librarse de esa; definitivamente los villanos sabían que estaban allí.

Hatsulin saltó entre el espacio que la pared de Shōto dejó para ellos, siguiendo los pasos de Iida quien con el impulso de su quirk, destruyó una de las compuertas que habían, indicando que entraran por ahí. No tardaron en comenzar a correr en medio de lo que parecía un tipo de invernadero por la gran cantidad de plantas que habían. Mientras corrían, no evitó viajar su mirada por todo el lugar, era gigante, incluso tenía algo bastante similar a una cascada; si no fuera por la situación, disfrutaría y observaría todo lo que había a su alrededor con suma atención. Tenía cierto gusto con las plantas, incluso tenía unas cuantas en su habitación, quedando estas mismas a cargo de Gie en el tiempo que estuviera fuera. 

—¡Esperen! ¡Por allí! —todos se detuvieron abruptamente ante la exclamación y el gesto de Jirō; señaló hacia lo que era el ascensor, observando el detalle que estaba indicando que alguien venía allí por los numeros que incrementaban con velocidad—. ¡El ascensor está subiendo!

—¿Nos siguen los villanos? —dice de manera nerviosa Mineta.

—Hay que escondernos por mientras se van. —sugiere Izuku de manera tensa, todos asintieron y fueron rápidamente a esconderse entre los arbustos.

Sus ojos azulados estaban totalmente fijos en el ascensor, observando como ya iba en el piso setenta, diez pisos abajo de donde ellos se encontraban. Podía sentir claramente lo tensos y nerviosos que estaban, tanto en sus rostros como los verdaderos sentimientos que tenían; era una situación bastante estresante. Ella estaba acuclillada en medio de unos arbustos, justo al lado de Momo quien estaba con una expresión preocupada, casi temblando. Hatsulin la miró un momento de reojo, pareciendo la más tranquila de todos al no mostrar realmente nervios, aunque eso no significaba que se encontrara tranquila. Estaba tensa, sobre todo cuando se supone que ellos no podían pelear o enfrentarse cara a cara contra los villanos al no tener licencias como héroes. 

❛Odio esta situación, sinceramente...piensa mientras dejaba salir un pesado suspiro de entre sus labios, este mismo se vio como un vapor ligeramente espeso; se sentía nerviosa y algo alterada.

—Me pregunto si podemos usar ese ascensor para llegar al ultimo piso... —escucha murmurar en voz baja a Kaminari, que al igual de todos estaba con su mirada fija en la puerta de entrada que daba al ascensor.

—Imposible. —responde en voz baja y seria la mayor de todos, quien  estaba a su lado—. Sólo las personas autorizadas pueden operar los ascensores, y están hechos tan resistentes como un refugio antiaéreo, por lo que no podemos destruirlo.

—¡Desaparezcan, comodidades de la civilización moderna! —chilla en un susurro Mineta, viéndose bastante asustado.

Las puertas del ascensor se abrieron eventualmente, provocando aún más tensión en todos los jovenes que se encontraban escondidos. Hatsulin tomó la mano de Momo cuando la vio comenzar a temblar de manera atemorizada y asustada, buscando tranquilizarla aunque en esa situación era más que entendible; la vice delegada de la clase se sobresaltó un poco por su agarre, viendo por un momento su mano cubierta por aquel largo guante de estilo casi de un terciopelo negro. 

Momo llevó sus temblorosos ojos hacia el perfil de la más baja, ella observaba fijamente hacia enfrente y con una expresión seria, siendo una de las pocas veces que la veía con una expresión así. Momo la observó por unos momentos hasta mirar hacia donde dos tipos que se adentraron al lugar, comenzando a caminar a su alrededor; la azabache no evitó apretar la mano de la pelirroja devuelta, demostrando su miedo.

Hatsulin tenía su ceño fruncido sin dejar de observarlos como un halcón cazando a su presa, estaba preparada para el momento en el que notaran su presencia y, a su vez, pidiendo que no lo hicieran. Cuando estuvieron a metros de ellos, ella se posicionó a la defensiva aunque sin levantarse, una de sus manos se elevó, abriendo sus dedos. Momo la miró preocupada y aún asustada por notar aquel gesto y la mirada de la pelirroja, parecía que estuviera a punto de atacarlos; por parte de ella era cierto, en el peor caso de que los vieran, los iba a noquear. No contaba con pelear, después de todo... serían un obstáculo menos.

Si era necesario, lo haría; estaba preparada para hacerlo.

—H-Hatsulin-san... no... —balbucea Momo en un muy bajo susurro, jalando levemente su mano. La pelirroja no la miró ni se movió de su lugar conforme ambos villanos se detuvieron a unos metros de ellos, sólo frunció el ceño de manera concentrada. Momo la miraba con miedo de lo que hiciera pero luego miró a ambos villanos, cerró sus ojos con fuerza mientras volvía a apretar la mano de la pelirroja, pidiendo con fuerzas que no supieran que estaban ahí y se fueran.

—¡Los encontré, malditos niños! —exclamó uno de los villanos, tensando inmediatamente a todos los jovenes que estaban escondidos.

❛Si se acercan un poco más, yo puedo...piensa la pelirroja mientras agachaba un poco su rostro, con sus ojos aún fijos en esa dirección, y mostrando una mirada algo sombría. Estaba dispuesta a lo que sea para evitar que sus amigos salieran heridos.

—¿¡Hah!? —su cuerpo reaccionó casi de inmediato al escuchar esa exclamación, una que reconocería en cualquier lado—. ¿¡Qué dijiste, maldito!?

Bakugō-kun... ¡Bakugō-kun!❜  inmediatamente asomó la mirada para confirmar que se tratase del mismísimo Bakugō Katsuki, dejó su posición ofensiva mientras portaba una mirada mezclada de sorpresa y preocupación. No sólo estaba él, estaba acompañado. ❛¡Kirishima-kun!, ¿¡cómo rayos llegaron aquí!?

—¿Qué están haciendo ustedes dos aquí? —escucha como uno de aquellos villano les pregunta sus dos amigos; sus pupilas estaban temblando ligeramente en sus escleróticas, mostraba una mirada preocupada e inquieta, una expresión que no había puesto desde que comenzó a suceder todo esto. Ya demostraba lo preocupada y nerviosa que estaba por la situación, la mano que sostenía la de Yaoyorozu se calentó ligeramente, esta misma miró su agarre para volver a ver su perfil con un atisbo preocupado, ahora temiendo que realmente se lanzara a pelear.

—Eso es lo que deberíamos preguntar noso... —iba diciendo Katsuki mientras daba un paso amenazante hacia ellos, Kirishima lo detuvo casi de inmediato.

—Déjame esto a mi, ¿bien? —dice un poco nervioso el de dientes puntiagudos para mostrar una sonrisa nerviosa y algo apenada—. Realmente nos perdimos... ¿Dónde debemos ir para llegar a la recepción?

❛Aléjate... alejénse...pensaba la pelirroja mientras sus cejas temblaban ligeramente, comenzando a sentir impotencia por no poder ir y emboscar a esos villanos para evitar que lastimaran a sus amigos, apretó un poco su mandibula a la par que apretaba sus labios. Miraba fijamente al pelirrojo y al rubio cenizo de manera preocupada, luego observó a ambos villanos alarmada de que hicieran algo. ❛No se acerquen a ellos...

—¡Puedo ver a través de tí, así que no me mientas! —exclama uno de los villanos de apariencia alta y delgada, para proseguir luego a usar un tipo de quirk de viento o algo por el estilo y atacar hacia el pelirrojo quien mostró luego una expresión desconcertada.

—¡No! —chilla de inmediato Hatsulin, levantándose alarmada y por instinto cuando vio aquel ataque ir hacia su amigo; no fue la única en alarmarse por aquello, Izuku de igual forma se levantó, preocupada.

—¡Kirishima-kun! —exclama este mismo.

Repentinamente, una pared de hielo evitó el ataque hacia el pelirrojo de quirk de endurecimiento; este se veía desconcertado y aún confundido por lo recientemente sucedido mientras que Bakugō se había puesto en alerta, aunque ahora miraba algo confundido hacia la persona que había evitado que Kirishima haya terminado posiblemente herido, si no reaccionaba a tiempo. Hatsulin se paralizó por unos momentos al ver aquella singular pared de hielo, dejó salir ligeramente el aliento que había retenido en su garganta por varios segundos. Sus ojos buscaron rápidamente a Shōto al saber que se trataba de él, sintió un alivio y agradecimiento enorme hacia su primo por haber hecho eso.

❛Que alivio...pensó la pelirroja con una sensación como si fuera a derretirse en cualquier momento, aunque no podía hacerlo ahora, muchísimo menos justo ahora. Aún así, le dio una sonrisa un poco tensa pero a su vez agradecida a su primo, no obstante, su atención fue hacia la gran pared de hielo que él había levantado cuando comenzaron a escucharse fuertes golpes venir del interior. Sintió sus manos calentarse por el estrés que nuevamente comenzó a sentir, ni siquiera esos villanos pudieron ser detenidos por el quirk de Shōto. 

Le gustaba la gente obstinada y perseverante, pero cuando se trata de villanos, lo odiaba.

—Los detendremos aquí por un tiempo. —escuchó ahora la voz de Shōto, haciéndolo mirar hacia allí. Sus ojos siguieron el camino que trazó el hielo que creó con su quirk bajo sus pies. Elevó preocupada y alarmada su mirada hacia él, ¿estaba pensando quedarse allí?—. ¡Busquen una ruta al ultimo piso!

—¿Eh? ¡Nee, espera...! —exclama alarmada cuando sintió como comenzaba a ser elevada por la torre de hielo que comenzó a elevarlos a todos. Hatsulin observaba como poco a poco su primo se alejaba y se volvía más pequeño por la altura.

—¡Sólo vayan! —volvió a insistir ante el llamado de Yaoyorozu—. Estaré justo detrás de ustedes después de acabar con esto.

Sentía una gran inquietud en todo su cuerpo mientras cada vez más se alejaba de su campo de visión, sus pupilas temblaban ligeramente mientras sus manos en puños, viéndolo desde arriba. Podía sentir y notar la preocupación de todos, incluyéndose a si misma. Era obvio que estaba preocupada y asustada, puede que él sea bastante fuerte y capaz de defenderse, pero el instinto protector era inevitable en ella, sobre todo tratándose de su familia. Sus manos se calentaban conforme iban pasando los segundos. Se levantó con una expresión determinada mezclada con impotencia, guiándose por aquel sentimiento sobreprotector que había en ella después de todas las personas que no pudo proteger, y las que ahora se propuso en proteger a toda costa.

Retrocedió un par de pasos en aquella columna de hielo, tomó el impulso suficiente y sin temer o al menos pensar correctamente, sólo saltó.

—¡Tsubomi-san! —escuchó la exclamación alarmada de Izuku así como la de los demás al momento que la vieron saltar justo cuando llegaron a la plataforma gracias al quirk del heterocromatico.

Todoroki, Kirishima y Bakugō alzaron inevitablemente la mirada cuando escucharon la voz asustada del pecoso de su clase, ellos no evitaron mostraron sorpresa al ver como a gran altura se había lanzado; observaron como de entre sus manos comenzó a crecer una llamarada de fuego que iba hacia arriba ante la presión del aire mientras caía, manteniendo sus ojos azules atentos justo hacia la pared de hielo que se agrietó y luego dejó ver a los villanos nuevamente, haciéndolos retroceder momentáneamente.

Hatsulin entreabrió sus labios en donde salieron dos lineas de humo al igual que el mismo sonido seco, aumentó lo suficiente su fuego y lo concentró para alzar sus manos y entrelazarlas hasta casi formar un puño; los villanos no evitaron mirar hacia arriba cuando notaron el resplandor y se exaltaron al verla, lo siguiente que sucedió fue cuando ella (con sus manos cubiertas de un ataque de fuego) bajó sus manos con fuerza, chocando el fuego contra el hielo con fuerza hasta hacer un derrumbe encima de los villanos cuando el hielo comenzó a caerles encima.

Los chicos miraron de manera consternada la escena que se vio shockeante a ojos de los tres al ver la forma que la chica vino de los cielos e hizo ese ataque, pudieron ver como su silueta se alzaba encima de los escombros de hielo por el humo del choque de frío y el calor, ella tenía aún restos de flamas entre sus brazos al igual que humo. Por una extraña razón, los guantes del vestido no se quemaron. Ella suspiró profundamente viendo la pila de escombros en donde estaba de pie, dio un par de pasos y de un salto bajó de allí, quedando enfrente de sus compañeros, aprovechó para acomodarse la falda del vestido; agradecía siempre llevar un short debajo.

Shōto suspiró con cierta pesadez mientras cerraba sus ojos de forma un poco recriminada, dirigida hacia ella, con una de sus manos había alzado una vez más una pared de hielo hacia los villanos. —Eres realmente terca. Deberías haberte quedado con los demás.

—Bueno, tú también eres terco. La terquedad está en la sangre. —dice la pelirroja mientras palmeaba un poco sus manos, quitando un par de cabellos de su rostro. Luego miró momentáneamente hacia Eijirō y Katsuki dándoles una fugaz sonrisa—. Gusto finalmente verlos, Bakugō-kun, Kirishima-kun. Fueron bastante impuntuales, sigo preguntándome cómo rayos terminaron en este piso.

—Oh... ah... —Kirishima pestañea un par de veces y suspira por sus palabras, colocando una sonrisa nerviosa—. Yo también me lo pregunto. —rasca su nuca mientras veía hacia los escombros que parecían casi una montaña—. Me alegra ver que al parecer todos los que vinieron se encuentran bien... De lo que sea que suceda. —su expresión se frunce un poco mientras que Bakugō a su lado aún se veía con mala cara—. Te ves bien, Tsubomi. El vestido destaca tus ojos.

—¡Gracias!, tú también te ves bien. Bakugō-kun se ve mejor en traje de lo que pense, todo un galán. —canturrea con una sonrisa mientras se colocaba en posición alerta. Katsuki desde su lugar se sobresaltó y tensó, sus mejillas optaron un rápido sonrojo.

—¿¡Qué...!? ¡Por supuesto que me veo bien en traje! —recrimina el cenizo con sus manos en forma de garras con el detalle de sus mejillas algo sonrosadas, aunque desaparecieron cuando se escuchó el mismo estruendo que momentos atrás; otra vez los villanos salían de una curiosa forma de su encierro, parecían limpiarse fragmentos de hielo.

Hatsulin se colocó en posición alerta mientras calentaba sus manos, lista para atacar. Miró fijamente a ambos tipos, uno alto y delgado que tenía una de sus manos en una forma extraña, a su lado estaba un tipo más bajo y hasta cierto punto, regordete. Frunció un poco el ceño de manera cautelosa y fija en el villano más alto que parecía haber sido el causante de que hayan podido salir del hielo, lo que sea que causara su don, los ayudó; parecía ser algún tipo de potencia de sonido considerando el ruido que provocaba.

—¿Qué sucede con esa Singularidad? —cuestionó Katsuki de forma arisca.

—No bajes la guardia. —le dice Shōto de forma seria, recibiendo una mueca molesta del rubio.

—¡Cállate! ¡Ya lo sé!

—No peleen ahora. —Hatsulin los regañó de manera severa mientras hacía un pequeño mohín, viéndose seria y hasta cierto punto calmada, pero estaba realmente alerta.

—Niños... —escupió el más regordete presente casi de manera cansada, la pelirroja se tensó cuando observó como se agitó y su fisico comenzó a cambiar; su piel se colocó violácea y comenzó a tomar una apariencia más bestial—. ¡No se dejen llevar!

❛¿Una Singularidad de bestia? Hay uno en la clase B que tiene un quirk asíuna gota de sudor caliente resbaló a un costado de su rostro cuando vio como su primo lanzó picos de hielo hacia el villano monstruo quien los destruyó con su propia fuerza implementada en los golpes. Salió hábilmente de su camino cuando saltó hacia otro lado, él siguió de largo mientras lanzaba golpes. Escuchó la caracteristica voz de Bakugō gritando la palabra «muere» mientras le asentaba una explosión, escuchándose el alarido del villano.

Miró hacia allí por varios segundos para poder distinguir a su amigo dentro del humo pero el sonido de la presión la hizo reacciona, así que rápidamente lo esquivó. Observó como una presión de aire concentrada pasaba derecho por donde anteriormente estuvo. Chasqueó levemente su lengua ante aquel curioso quirk, no estaba segura si se trataba de una enorme fuerza, presión de aire o algo referente al sonido, siempre que atacaba se escuchaba un pequeño silbido.

Se sobresaltó cuando escuchó un fuerte estruendo como si algo era arrastrado con la misma fuerza hacia la lejanía, chocando contra una de las columnas del lugar; sus pupilas se reducieron por unos momentos por la preocupación y sobre todo al escuchar, por medio de la exclamación de Katsuki, que fue Eijirō. Sus ojos se mantuvieron abiertos pero luego resolló cuando escuchó una vez el mismo silbido del quirk del otro tipo, por unos centimetros la tocó y sintió una momentánea presión que la hizo retroceder.

Torpemente sus pies se enredaron y a su vez se balancearon debido a los tacones, cayó encima de los arbustos pero siendo algo conveniente cuando justo al caer observó la misma honda del villano pasar justo centimetros encima de ella, cubriendo su rostro con sus brazos cuando volvió a sentir un ataque más directo que casi la arrastró nuevamente si no fuera por la misma fuerza que ella ejerció para no salir volando. Sintió una fuerte presión en su cuerpo.

—Ugh, tontos tacones, aunque de cierta forma me salvaron... —murmuró rápidamente mientras sentía su respiración algo agitada por la adrenalina, le dolía la nariz por el simple roce del ataque de aquel villano. Era demasiado extraño, ahora le dolían los brazos que usó como escudo.

—Ustedes no son niños normales, ¿verdad? —escuchó a hablar a uno de los villanos, ella alzó de forma cautelosa su cabeza para verlo y ubicarlo; tanto él como el villano en forma de bestia rodeaban a Shōto y Katsuki quienes estaban espalda con espalda.

—¿Quiénes son ustedes? —exigió de forma más tosca el grandulón.

—¡Como si fueramos a decírselos, malditos villanos! —Katsuki sonrió de manera amenazante mientras alzaba una de sus manos, dispuesto a explotarlos en cualquier momento.

—Ustedes no merecen que les diga mi nombre. —dijo el heterocromatico con su ceño fruncido, su mano derecha estaba congelada y echando escarcha por su quirk.

—¿Ah, si? —dice el más delgado con cierta burla, Hatsulin lo miraba de manera fulminante mientras comenzaba a escabullirse entre los arbustos que tenía a su favor—. ¿Qué hay de la hermosura que tienen con ustedes? A ella la conozco, es alguien tan llamativa y singular que es fácil distinguirla. —la pelirroja se tensa un poco ante aquella mención—. Es parte de la familia Tsubomi, creo que es la menor de toda la familia.

—Eso no te interesa. —Shōto inmediatamente escupe con un poco más de molestia y más intimidante.

—Claro que me interesa. Como dije, es una preciosura. —el delgaducho rie ante la molestia del bicolor, recibió incluso una amenazante mirada de soslayo de parte del cenizo. Luego, sintió un par de toquecitos en su hombro que lo hizo colocar una mirada confundida—. ¿Qué mier...? —fue interrumpido por un fuerte golpe rostro que lo hizo ir con fuerza hacia el suelo, aunque aún consciente.

—Gracias por tus halagos, pero viniendo de tí, no quiero nada. —Hatsulin coloca una mano en su cadera mientras en la otra sostenía uno de sus tacones, en si ahora estaba descalza. Se había quitado los tacones luego de haberse tropezado con ellos, aunque los tenía en sus manos.

—¡Ghrr, tú... maldita! —el más grande gruñe con enojo mientras afilaba más sus garras, los adolescentes se colocaron más alertas cuando él se abalanzó a atacar.

—¡Oh, por supuesto que no, idiota! —exclama de forma airada Katsuki mientras sacaba chispas de las manos y lanzaba una fuerte explosión hacia él, comenzando a alzarse humo en el aire.

—¡Hatsulin! —llamó Shōto cuando el humo comenzó a rodear el lugar, se escuchó aquel singular sonido del tipo de cabello verde por su quirk, observó como había una abertura redondeada entre el humo, logró distinguir los llamativos y rojizos cabellos de su prima trasladarse velozmente corriendo.

—¡Estoy bien, mantengan la guardia en alto! —fue la respuesta entusiasta de la de orbes azules mientras llevaba su palma al suelo y se impulsaba con una llamarada de su quirk hacia arriba para esquivar los ataques de ese tipo. Miró hacia atrás con cierta sorpresa al ver lo veloz que corría, sonrió ligeramente—. Oh, ¡veamos quien es más rápido! 

Mira hacia el frente mientras corría bastante adelantada a él, aunque parecía no tardar en alcanzarla. Hatsulin, aún con una sonrisa desafiante, comenzó a calentar más su cuerpo, de entre sus labios salieron dos líneas de humo a la par que sus manos comenzaron a soltar una bruma de fuego al igual que sus pies descalzos. Cuando escuchó el mismo sonido de su quirk, reaccionó, saltó con el impulso de su quirk en sus pies como si fueran propulsores, quedando suspendida en el aire. Alzó sus manos como momentos atrás y lanzó una fuerte llamarada de fuego para alejarlo, observó como se detuvo y volvió a usar su quirk.

Mientras estaba en el aire, miró con atención como de entre el mar de fuego momentáneo que lanzó habían singulares aberturas en forma de círculo, como si hubieran arrancado un balón del fuego, este mismo se dispersó. Frunció un poco su ceño mientras alzaba su mano derecha y se redirigía hacia otro lado cuando volvió a usar su quirk, sintiendo la presión del aire rozarla. Observó la pared de hielo que se alzó hacia el villano quien lo esquivó sorprendentemente rápido, siguió con la mirada de donde vino el hielo y observó a Shōto con una de sus manos echando escarcha.

❛También... atraviesa el quirk de Shōtodesde el aire analizó el efecto del quirk del villano cuando comenzó a perseguir a su primo y este se trasladaba patinando con su propio hielo, alzando paredes y picos de hielo y sucediendo el mismo efecto que cuando ella usó su quirk, aunque se pudo apreciar más el agujero en el hielo. Soltó un ligero «woah» cuando por poco el villano bestia la agarra al momento que fue descendiendo al suelo, golpeó este mismo en el lugar donde estaba y a su vez se alejó.

—¡Ten más cuidado, cabeza de fosforo! —exclamó Katsuki quien apareció a su lado, impulsándose hábilmente con sus explosiones y yendo contra el tipo de piel morada. Hatsulin frunció su nariz.

—¿Ahora me colocaste otro apodo? —se quejó en voz baja mientras se flexionaba un poco para poder impulsarse velozmente hacia el villano, vio como este retrocedía ante las explosiones del cenizo así que juntó sus manos cuando pasó encima del villano, una fuerte llamarada fue contra él, sacándole un alarido de dolor hasta golpear el aire cuando trató de atacarla—. ¡Sigo esperando que me llames por mi nombre!

—¡Pues seguirás esperando! —fue la respuesta del cenizo quien se impulsaba en el aire por la misma potencia de su quirk, tenía que alejarse cuando ella usaba su quirk—. ¡Oi, controla tu fuego!

—¡Sé más rápido!

—¿¡Qué dijiste!?

Hatsulin le sonrió de manera encantadora observando la mirada molesta que le lanzó el chico devuelta, no obstante, la pelirroja inmediatamente alzó una pared de fuego alrededor de él cuando el villano estuvo por atacarlo, Katsuki se cubrió un poco por el calor y observó como el tipo se alejó considerablemente entre bramidos, soltando uno lleno de rabia cuando la pelirroja con un movimiento de manos ejerció fuerza en el fuego que lo hizo retroceder, como si fuera una de las explosiones del cenizo.

—Después de tí~. —canturreó la pelirroja mientras inclinaba un poco su rostro en una reverencia, el cenizo chasqueó su lengua y se impulsó con sus explosiones para golpear con estas mismas al tipo y lanzarlo con fuerza contra la pared de hielo, cayendo al suelo. Hatsulin miró hacia detrás de él cuando Shōto llegó con ellos, mirando alerta hacia el otro villano.

—Ese tipo no está abriendo un agujero en el espacio. —el heterocromatico pisa el suelo con fuerza y se alzan picos contra el villano, la más baja pudo ver el mismo efecto que antes, hacía una especie de agujeros en el hielo—. ¡Lo está vaciando!

—Y lo hace en general con cualquier cosa, incluso con el fuego lo hizo. —Hatsulin mira devuelta al hombre bestia quien se reincorporaba de su ataque, sonrió con un poco de tensión—. No quiero imaginarme como sería si alguno recibiera un ataque de esos.

—¿Así es como funciona? —habla de igual manera Katsuki quien se colocó en posición cuando vio al hombre bestia levantarse una vez más—. No se rinde. —se impulsa con sus explosiones rápidamente y comienza a preparar un ataque, Hatsulin miró con atención sus movimientos—. No puedo seguir jugando contigo por siempre. —sonrie de manera amenazante y con su propio quirk comenzó a hacer aquel movimiento creado por él—. ¡Howitzer... Impact!

Una fuerte explosión surgió en contra de aquel inmenso villano, el cabello de Hatsulin se alzó por la presión del aire mientras un pequeño brillo de fascinación se reflejaba en sus ojos azules, combinando con su vestido el cual también se movió con el viento. Una leve sonrisa surcó por sus labios con un pequeño sonrojo en sus mejillas, sintiéndose emocionada. No obstante, escuchó aquel singular sonido en el aire, vio rápidamente como aquel villano delgado con aquel peculiar quirk atacaba hacia Katsuki.

—¡Bakugō-kun! —exclama a la par que su primo, alertando al cenizo quien a duras penas esquivó aquel ataque, aunque aún así dio contra uno de sus brazos, destrozando la manga rojiza de su traje.

Suspiró con alivio al ver que no le alcanzó a dar y parecía que no le había afectado a su brazo como tal, viendo el brillante resplandor del sudor que había por el esfuerzo. Observó como el cenizo la miraba y le hacía un leve gesto con la mirada, como una señal, una que no tardó en captar y comenzó a moverse mientras el villano se miró la mano en donde había trozos de la manga del rubio y aquellas singulares gotas de sudor.

—¿Qué demonios? —dijo este confundido, mostrando cierto asco.

—Es el sudor de mis manos. —Bakugō sonríe con sorna y a su vez de manera maliciosa—. Es como la nitroglicerina. —declara, provocando una expresión tensa y nerviosa del villano.

—¿Verdad que no lo viste venir? —canturreó de manera dulce y a su ves burlona la pelirroja justo detrás del villano, a varios metros. Hatsulin le sonrió mientras hacía el gesto de amor y paz—. ¡Bye-bye, villano! —abre sus ojos con una expresión más sombría provocando una enorme tensión al adulto por su mirada y más por el fuego que emergió velozmente de sus manos y casi en un parpadeo, la chica lanzó un ataque directo con su fuego que llegó a él y provocó una enorme explosión por la reacción.

Los ojos azules de Hatsulin reflejaron el brillo momentáneo de la explosión mientras apagaba las llamas, miró el cuerpo del villano ya en su forma normal alzarse e ir hacia ella, lo atajó firmemente y a su vez por inercia, desde el suelo se alzó nuevamente el hielo de su primo, llevándose el cuerpo del villano y a su vez encarcelándolo, estando inconsciente. Hatsulin miraba al villano con atención hasta que escuchó la voz de Katsuki, mirando hacia allá.

—¡Kirishima! —llamó con un atisbo inquieto que hasta cierto punto era de preocupación, las alarmas de la pelirroja se encendieron y corrió rápidamente hacia él, observando como el pelirrojo estaba incrustado en la pared con un gran cráter detrás.

—¡Kirishima-kun, ¿estás bien?! —exclamó conforme corría hacia ellos llegando a los momentos, el pelirrojo tenía los brazos extendidos y endurecidos, manteniendo una sonrisa tensa en sus labios.

—No puedo moverme. —dice efectivamente con dificultad, aunque se veía bastante sonriente—. Ayúdenme.

—¡Enseguida, compañero! —Hatsulin hace un pequeño saludo militar hacia el de cabello teñido quien sonrió hacia ella con un poco más de suavidad, aunque se notaba la tensión en su rostro.

—¿Acaso los dos son idiotas? —por su lado, Katsuki cuestionó con cierto reproche dirigida a ambos pelirrojos—. Sólo tienes que desactivar tú quirk. —cierra sus ojos con un poco de cansancio para abrir uno de ellos dirigidos hacia la pelirroja a su lado quien tenía una tensa y algo tonta sonrisa en sus labios—. Deberías saberlo tú también. Definitivamente los dos parecen malditos gemelos.

—Oh... Cierto. —musita Eijirō mientras dejaba de mantener endurecidos sus brazos, los movió un poco y luego pudo sacarlos con bastante facilidad. Se miró las manos con una sonrisa—. Vaya, eso me sorprendió.

—Me alegro que estés ileso. —dice Shōto mientras el de dientes puntiagudos se observaba las manos hasta ver con una sonrisa hacia el bicolor.

—¡Si, tú también! —agradece bastante animado, Hatsulin fue rápidamente a saltitos hacia él y se lanzó a su espalda, abrazándolo. El pelirrojo sonrió y se carcajeó.

—Ahora si puedo saludarte como se debe. ¡Me asustaste! —dice de manera infantil la de orbes azules mientras frotaba su mejilla contra la del de ojos rojizos quien se reía por aquel lado meloso de ella, era como una niña—. Pero como estás bien, te perdono, sólo si cuando todo esto termine, me sacas a bailar. —sonrie con sus ojos cerrados dejando su mejilla apretujada contra la del chico.

—¡Okey, okey! Estoy bien con eso. —Kirishima se mantiene con sus mejillas algo ruborizadas, levantándose con ella en su espalda, sacándole nuevamente una risa—. Te voy a sacar a bailar, ¡es de hombres sacar a bailar a una dama!

Shōto suspiró con ligereza ante aquella escena mientras que Katsuki chasqueó su lengua y se giró, dándoles la espalda a la par que metía sus manos en los bolsillos de su pantalón, mirando de reojo a ambos pelirrojos; Hatsulin se había bajado de su espalda aunque aún lo sostenía, Eijirō mantenía una gran sonrisa con una de sus manos en sus hombros.

—Gracias... —murmuró el rubio rápidamente y en un tono bajo, Kirishima sonrió.

—¿Qué diablos? Tú no eres así. —se burla ligeramente con un tono despreocupado mientras tenía a Tsubomi colgando de su cuello—. ¡No te preocupes!

—¡No lo estoy! —replica casi de inmediato con su tono de voz de siempre, luego miró hacia la única femenina presente quien lo miraba con una linda sonrisa, haciéndolo tensarse un poco—. ¡Y tú no me mires así, no estaba preocupado!

—¡Yo no he dicho nada! —la pelirroja alza sus manos en son de paz para luego juntarlas con una gran sonrisa en sus labios—. También me alegra que estés bien, Bakugō-kun. ¡Genial, como siempre! —da un par de aplausos bastante emocionada, el rubio quitó su expresión molesta manteniendo un puchero en sus labios.

—Tks. Como esa. —rodea los ojos hacia otro lado mientras se mantenía encorvado en su lugar, cerrando sus ojos con cierta soberbia. Sin que nadie lo notara, tenía un pequeño sonrojo en sus mejillas—. ¡Y mejor busca taparte, que se te está quemando el vestido!

—¿Se me quema el...? —la pelirroja se mira a si misma y luego hace un puchero un poco triste y a su vez alarmado cuando notó como efectivamente los bordes de aquella elegante prenda estaban quemados y maltratados, principalmente la parte más larga estaba quemada, había bajado varios centimetros—. ¡Que mal! ¿Por qué...? Si era muy lindo, ¡me voy a ver terrible! —se lamenta sosteniéndose la falda.

—¿Pues por qué más va a ser? —dice de manera incredula y a su vez irónica mientras miraba a la pelirroja lamentarse por el vestido azulado, la detalló por unos segundos y luego frunció un poco la nariz—. Preocúpate porque no se te queme más de la cuenta el vestido en vez de si te ves bien. ¡Siempre te ves de la misma manera con cualquier cosa! —replica en un regaño.

—¿Estás tratando de decir que siempre me veo bonita? —sonríe con interés la pelirroja, Katsuki inmediatamente se tensó y ruborizó imperceptiblemente, colocando una expresión de enojo mientras exclamaba un «¿Hah?».

—Bien, hay que ir trás Midoriya y los demás. —Shōto corta la tonta discusión de ambos compañeros suyos, llamando su atención. Él comenzó a correr y casi de inmediato Hatsulin fue detrás de él.

—¡Vamos, me puse de buen humor! —chispeó emoción la ojiazul mientras balanceaba su cabeza conforme corría—. ¡Tú también siempre te ves bien, Bakugō-kun! —le devuelve el cumplido bastante animada provocándole nuevamente conmoción al aludido, Kirishima sonrió momentáneamente ante la escena.

—¡Que yo no dije nada de eso, pirómana! ¡Y tú, mitad y mitad! ¡No me des órdenes! —exclamó detrás Katsuki aún con una expresión molesta e inquieta en su rostro, Hatsulin seguía bastante animada ignorando la negación del rubio.

—Todoroki, Tsubomi, dennos más detalles. —volviendo con el tema de todo lo que estaba sucediendo aquella noche, Kirishima Eijirō toma la palabra llamando la atención de ambos primos que lo voltearon a mirar.

La atención fue interrumpida cuando comenzó a sonar lo que parecía ser algún tipo de alarma, provocando que todos se detuvieran inmediatamente; observaron como unos robots de pintura rojiza cayeron de las planta superior, comenzando a rodearlos. Hatsulin quitó inmediatamente su sonrisa por un gesto más serio, aquel atisbo contento que poseía lo apaciguó por la inquietud que le provocó ver ahora a aquellos robots presentes, colocándose alerta.

—Parece que se han puesto serios. —alega Shōto mientras observaba el mini ejército de robots que se acercaban conforme iban cayendo.

—Bueno, supongo que debemos que luchar para llegar con nuestros amigos. —Hatsulin habla para luego suspirar con pesadez, portando una sonrisa en sus labios de manera desafiante y emocionada—. Nee, nee, Bakugō-kun. ¿Me concedes el honor de ir contra estos robots juntos? 

El cenizo frunce el ceño ligeramente por sus palabras, colocando una mirada un poco cansada, no obstante, luego una sonrisa de lado aparece en sus labios, colocándose en posición al igual que el bicolor y el pelirrojo, cada uno activó su quirk, listos para atacar.

—Trata de seguirme el ritmo, pirómana.

DE SUS LABIOS VOLVIÓ A SALIR UNA VEZ MÁS AQUEL DISTINTIVO humo ante el uso de su quirk, la cabellera rojiza que portaba se agitaba conforme corría velozmente, portando una sonrisa a labios cerrados en su rostro. Una vez más se escucharon aquellas sirenas de alarma a la par que salían por lo menos veinte de aquellos robots de seguridad, agachó más su rostro con una mirada determinada y destellante que parecía resplandecer un poco más de lo normal. De sus manos salieron pequeñas líneas de fuego y alzó su brazo para luego moverlo con fuerza, una gran pared de fuego arrasó contra aquellos obstáculos a su camino.

Pasó de un salto entre el fuego que se disipó, su vestido atrapó un par de flamas que ella rápidamente apagó antes de que el fuego lo consumiera, ya de por sí tenía varios parches quemados en la tela por el contacto de su quirk, viéndose una zona de un tono oscuro y rasgado, aunque sólo era en la falda. Agradecía que al menos sus guantes fueran del material de su traje de heroína, antes el vestido como tal no los traía pero por petición de ella los hicieron.

No pensó mucho que iban a ser atacados por villanos, si no su vestido fuera del mismo material. Pero como se sabe, nadie realmente esperó que algo así sucediera.

El aire frio chocó contra su rostro conforme continuaba avanzando, usaba su propio quirk para trasladarse y saltar de un lado a otro y destruir aquellos robots en el camino. El camino de hielo que provocaba el quirk de Shōto congelaba a los mismos dispositivos que buscaban atacarlos y muy probablemente atraparlos. Escuchaba también las explosiones de Bakugō y los estruendos de destrucción metálicos que provocaba Kirishima por su quirk de endurecimiento al golpear a los robots. Esperaba llegar lo más rápido posible con sus amigos.

—¡Pirómana! —llamó Bakugō quien destruía con ferocidad, Hatsulin endureció su rostro y asintió, cuando él formó una explosión ella alzó dos de sus dedos, haciendo control de su quirk. El fuego de la explosión de Katsuki destelló ligeramente en un brillo más potente y de la nada se extendió con más alcance, siendo el control del quirk de la pelirroja.

Inconscientemente sucedió lo mismo antes cuando Hatsulin reaccionó debido a la piroquinesis que tenía con su quirk, manipulando de cierta manera el fuego de la explosión de Katsuki y de alguna manera aumentándola. Aunque él de cierta manera se haya ofendido de que se haya «metido» en su calentamiento con los robots, ya le ha pedido que haga lo mismo. Era un movimiento realmente efectivo, sin necesidad que el chico genere una explosión masiva que tenga repercusiones con él, la chica ayuda con su quirk. Un gran y sorpresivo movimiento de ambos.

Alzó la mirada cuando escuchó a los lejos la voz de Midoriya Izuku, se apresuró lo más que pudo por el pasillo en el que corrían para alcanzar el lugar en donde estaban, había una gran cantidad de robots allí. Cuando llegaron a la escena, un mini ejercito rodeaba a Uraraka, alertándola cuando vio como se lanzaron contra ella, no obstante, Bakugō actuó mucho más rápido y fue a por los robots, lanzándose con una sonrisa intimidante y explotándolos a todos.

—¡Kacchan! —exclamó Izuku desde los aires al verlo aparecer, teniendo en brazos a Melissa quien se veía igual de sorprendida.

Observaron como una pared de hielo iba contra los robots al congelarlos, sucesivamente Hatsulin actuó y lanzó un certero ataque de fuego a los que pudo, quemándolos y provocando que explotaran, llamando la atención de sus amigos quienes miraron sorprendidos la llegada, no sólo de ella y el cenizo, si no de Todoroki y Kirishima quienes se acercaban corriendo al lugar.

—¡Todoroki-kun, Kirishima-kun y... Hatsu-chan! —soltó con más emoción y alivio la castaña cuando vio como desde el aire Hatsulin cayó luego de elevarse con su quirk, colocándose enfrente de ella.

La pelirroja quitó su rostro serio con una dulce y a su vez entusiasmada sonrisa cuando la volteó a mirar, cerrando sus ojos. —¡Hey, Ochako-chan! —saluda con aquel tono animado de siempre.

—¿Estás bien, Uraraka? —le cuestionó Shōto una vez llegó, colocándose también enfrente de ella.

—Si, estoy bien. —asiente la castaña con un tono serio aunque parecía menos tenso que cuando llegaron.

—Parece que me perdí de muchas cosas. ¡Cuentanos la situación! —Hatsulin coloca una de sus manos en la cintura mientras cercioraba con la mirada que tantos robots aparecían para hacer un perimetro en su cabeza.

—Deku-kun y Melissa-san se dirigen al piso superior ahora mismo. —explica brevemente la castaña mientras miraba hacia arriba en donde estaban la rubia y el peliverde.

Bueeeno, ¡detengamos a estas hojalatas para que no sean estorbos! —muestra su puño con entusiasmo mientras el medio pelirrojo asentía, ambos fueron preparando sus quirks. Hatsulin preparó sus manos con flamas con una sonrisa para lanzarse a aquellos robots y comenzar a lanzar llamaradas contra ellos, incluso ella misma los destruía aplastándolos con sus patadas, activando sus flamas con esos ataques de cuerpo a cuerpo.

—¡Vamos a detener a estos tipos de aquí! —Shōto exclama en voz alta mientras alzaba una pared de hielo contra los robots.

—¡No me des... —decía Katsuki conforme soltaba explosiones—... órdenes! 

—¡Pero hacen buen equipo! —admite Eijirō con una sonrisa mientras destruía robots a golpes con sus brazos endurecidos.

—¿¡Quién!? —cuestiona con enojo su amigo mientras daba una fija explosión.

—¡Admítelo, no seas orgulloso! —Hatsulin sonrie mientras se impulsaba con sus flamas, esquivando velozmente a los robots que no eran capaz de acercarse lo suficiente a ella sin ser aplastados con sus patadas o quemados con su quirk—. ¿Y qué hay de mi? ¿No hacemos una gran pareja? —comenta en doble sentido para molestarlo, alzó una pierna para aplastar de manera certera un robot para aplastarlo, sucesivamente lanzando sus flamas a otros.

—¿¡Qué mierda dices!? —reclama el chico una vez se tensó por su comentario, Hatsulin le dio una sonrisa inocente y burlona cuando pasó por su lado, el chico colocó sus ojos en blanco por el enojo, una vez más tenía un imperceptible sonrojo en sus mejillas, soltando explosiones con enojo—. ¡Eres de lo peor!

—¡Sé que me quieres! —canturrea la pelirroja de manera animada.

—¡Cállate!

—¡Deku-kun! ¡Melissa-san! —su diversión y animo momentáneo se esfumó al escuchar el grito de horror de la castaña, deteniendo a la pelirroja cuando volteó a mirar hacia donde estaba su amigo y la rubia, se asustó cuando observó como estos parecieron ser empujados por el viento.

—Mierda. —maldice por lo bajo la pelirroja colocando una expresión ahora inquieta mientras hacía una mueca cuando uno de los robots fue contra ella, inmediatamente alzó una potente pared de fuego contra él, se vio como cayó casi hecho ceniza.

—¡Bakugō! ¡Haz que la hélice apunte a Midoriya! —Todoroki rápidamente busca hacer algo al respecto, corriendo hacia donde estaba el cenizo quien estaba elevado en el aire.

—¡Te dije que no me dés órdenes! —replica el apellidado Bakugō, y a pesar de su queja, se impulsó con una explosión a la hélice más cercana y dio una explosión contra ella provocando que se desprendiera de su lugar y quedara torcida apuntando hacia el peliverde.

Hatsulin se sintió un poco abrumada al continuar yendo contra robots, alzaba su mano con un camino de fuego que destruía gran cantidad de esas cosas a la vez al ir en una dirección como una serpiente, quemándolas y a su vez provocando que explotaran. El sonido del fuego y el viento llamó su atención, observando como Shōto había usado su potente lado izquierdo para lanzar una llamarada de fuego a la hélice y que esta disparara una fuerte rafaga de viento calido que impulsó una vez más hacia el peliverde y la rubia, pero ya a la dirección que deberían ir.

Sonrió impresionada por ver la disposición de su primo por usar su lado izquierdo, seguía sintiendo orgullo por él al ver como estaba más dispuesto en usar su quirk desde el Festival Deportivo, observaba con una sonrisa como él lanzaba aún la llamarada de fuego que impulsaba a Izuku, quemando la manga de su traje. Nuevamente sonriente, fue contra los robots para irlos destruyendo sucesivamente y que dejaran de ser un estorbo, lanzando llamaradas concentradas para que no se salieran de control y lastimaran a sus amigos.

❛Chicos, espero que todos estén muy bienmira de reojo como el peliverde y la rubia atraviesan la pared luego de que el primero la destruyera antes de que chocaran, escuchó la exclamación de «liberar» de Uraraka y enserió su rostro. ❛Muy bien. ¡A mantener a estos robots molestos a raya!

Miraba constantemente de reojo hacia el gran agujero que había en la pared de aquella torre, alejando de igual manera a los robots con sus flamas que a pesar de que ya llevaban un largo rato destruyendo, no dejaban de aparecer. Comenzaba a sentirse inquieta por aquel detalle, definitivamente la seguridad en I-ISLAND era impresionante, tenía una gran cantidad de robots de seguridad. Lo malo era el hecho de que estaban en contra de ellos, incluso comenzando a acorralarlos poco a poco a pesar de que continuaran destruyendo. 

Su mirada era inquieta y seria mientras mantenía detrás de ella a Uraraka al ser la única que no era capaz de defenderse como tal contra ellos, miraba constantemente hacia lo robots mientras mantenía uno de sus brazos en alto lleno de flamas. Miró de reojo como en la zona de los dedos comenzaba a rasgarse haciéndola pensar si en realidad era totalmente del material del traje de héroe, alzó su mirada con coraje hacia los robots que iban lentamente contra ellos, acorralándolos.

De la nada, comenzaron a apagarse.

 —¿Se detuvieron...? —murmura Uraraka de manera sorprendida, la pelirroja comenzó a dejar de estar tan alerta, mostrándose confundida.

—No será que... —dice Shōto de igual manera confundido mientras comenzaron a mirarse entre si, Hatsulin comenzó a sonreír y miró hacia la dirección en donde estaba la gran abertura de la torre.

—¡Lo lograron! —exclamó emocionada la de orbes azules mientras apretaba sus puños a la altura de su pecho, acercándose rápidamente a los robots para tocarlos y cerciorar que si estaban apagados. Sonrió en grande cuando agitó uno de ellos—. ¡Si, lo lograron! —alza sus brazos comenzando a ir rápidamente de entre los robots, agitándolos sucesivamente y confirmando que realmente estaban apagados, incluso empujando uno y haciendo que se caiga al suelo—. ¡Wu, lo lograron!

—¡Cálmate ya, pareces una mocosa a la que le dieron azucar demás! —se impacienta el cenizo al ver la actitud infantil de su compañera que parecía una niña yendo de un lado a otro, Eijirō sólo rio mientras Ochako sonreía entretenida y aliviaba—. ¡Sólo es un problema menos!

—En realidad, para nuestro plan es buena señal. —dice Shōto de manera seria y a su vez un poco más de tranquilidad por ya no tener el estorbo de los robots. 

—All Might podrá encargarse de lo demás. —señala la segunda chica presente con una gran sonrisa—. Al igual que los demás héroes presentes, como se desactivó la seguridad con normalidad, soltaran a los héroes y ellos podrán ir contra los villanos. ¡Sobre todo All Might! 

—Oh, Hatsu-chan también tiene razón. —señala la castaña con un dedo en su mentón.

—Pero bájale unas cinco rayitas a tú emoción, ¡te pones más insoportable de lo normal! —una vez más reclama el rubio mientras se acercaba a la pelirroja quien estaba ahora entre los robots desactivados. Hatsulin se quedó quieta por unos segundos hasta que sacó de la nada su teléfono para poder ir rápidamente a Line y escribirle a Hanabi y preguntar como estaban, dejando algo tieso a Katsuki—. ¡Pero no me andes ignorando!

Los ojos de la pelirroja se iluminaron momentáneamente cuando vio como la señal volvió a su movil, agregando los mensajes de su cuñada que comenzaron a llegar de manera continua, cuestionándole donde estaba en varios textos, como se encontraba, lo que había sucedido y así. Rio un poco cuando el chat continuaba subiendo y acumulándose por los mensajes nuevos, se relajó cuando escribió que todos se encontraban bien y los héroes presentes se encargaron de los villanos que estaban allí en un segundo apenas fueron liberados. Bakugō se acercó a ella con molestia hasta quedarse quieto y ver inevitablemente por encima los mensajes, de alguna manera su rostro se suavizó, mirando el alivio de la chica.

—Me alegra que estén bien... —suspira la pelirroja mientras le escribía un mensaje rápido en donde le decía con el emoji del pulgar arriba que estaba bien, Katsuki seguía mirando el rostro de la chica que se levantó para mirar a los demás—. Según Hanabi-chan, ya están a salvo, los héroes fueron liberados y noquearon a los villanos.

—¿En serio? ¡Que bien! —Uraraka se contenta por aquella noticia, uno de los mayores problemas solucionados. No obstante, de la nada se escuchó un fuerte estruendo que hizo temblar el lugar de manera violenta—. ¡Wa! ¿¡Qué pasa!?

—¡Un terremoto! —exclama Kirishima en medio del temblor, tratando de mantener el equilibrio.

—Se escuchó un estruendo. No puede ser un simple terremoto. —Shōto coloca firme su cuerpo mientras veía todo retumbar, miró inconscientemente hacia la persona con la que tenía lazos de sangre quien terminó tropezando al retroceder y casi caer si no fuera por Katsuki quien la atrapó desde atrás, mirándola con una mueca por unos momentos hasta ver hacia su alrededor.

—¡Los villanos! ¡Mierda! —el fuerte temblor se detuvo en cuestión de minutos, aún sosteniendo la pelirroja quien se reincorporó confundida, mirando hacia su alrededor. Conforme pasaban los segundos, comenzaron a escucharse estruendos muchísimos más fuertes, miró hacia arriba al percibir de donde venía el sonido.

—¿El tejado...? —murmura la de grandes ojos azules al escuchar los golpes, se agarró inevitablemente de Bakugō cuando se escuchó un nuevo estruendo, viniendo con eso un nuevo temblor, él parecía ignorar aquel gesto—. El tejado... ¡Midoriya-kun, podría estar en peligro!

—¡Busquemos a los demás! —sugiere Uraraka con un atisbo preocupado en su rostro, todos asintiendo por sus palabras a excepción del único rubio presente.

Todos fueron a reunirse con el pequeño grupo que tenían, llegando al lugar en donde se encontraban igualmente rodeados por los robots ahora apagados, Hatsulin suspiró con pesadez al ver el estado de ellos, se veían más graves a Kaminari, Yaoyorozu y Mineta, este último ya sangraba por la cabeza de tanto uso de su quirk. Ayudó a Yaoyorozu a mantenerse de pie junto con Iida, sintiendo lo agotada que estaba; se esperaba eso, de reojo vio un curioso cañon que estaba segura que ella había hecho con su quirk y normalmente era un duro trabajo para su quirk.

❛Rápido, rápido, rápido...la mirada de Hatsulin reflejaba inquietud mientras subían por el ascensor que los llevaba al tejado de todo el edificio, sintiendo la pesadez del cuerpo de Momo apoyarse ligeramente contra ella a pesar de que Tenya también la cargaba, se veía cansada y algo agitada. Tendría que comer mucho para reponerse.

—Hatsulin-san... —la aludida abre sus ojos cuando escucha su llamado, mirándola. La azabache respiró con pesadez y luego la miró con una cansada sonrisa—. Me alegra que te encuentres bien... Me asustaste mucho. No vuelvas a hacer eso. —la regaña ligeramente, siendo secundada por Tenya a su lado con una mirada severa.

Hatsulin parpadeó varias veces y luego suelta una silenciosa risa, sonriendo en grande con sus ojos cerrados y un sonrojo en sus mejillas tanto por el uso constante de su quirk como por su preocupación, el delegado y la vice delegada observaron la afable expresión de la pelirroja riendo como a una niña a quien regañaron por hacer algo imprudente, riendo de manera despreocupada, podían observar lo acalorada que estaba y a su vez los leves rasguños de su rostro, y a pesar de eso, trataba de verse animada.

—¡No prometo nada! —canturrea dulcemente haciéndolos sonreír a ambos con cierta resignación.

La puerta del ascensor es abierta, observando una escena bastante desastrosa en donde se veía una gran cantidad de metal de forma extraña por todos lados, incluso estando All Might presente tratando de frenar una parte del metal y apunto de ser arrollado por unas paredes; rápidamente Shōto actuó y alzó su lado de frío hacia allá, congelándolo y evitando que el héroe número uno sea lastimado, a la par Katsuki se lanzó velozmente a la escena y lanzó explosiones hacia el villano de donde venía todo ese metal, siendo bloqueado.

—Es el momento... al villano... —decía el bicolor mientras jadeaba, su lado izquierdo salían flamas constantemente para controlar el frío de su lado derecho el cual estaba ligeramente congelado. Todos mostraron sorpresa por la escena, aunque Hatsulin sólo endureció su mirada con una sonrisa.

—¡Todoroki-kun! ¡Chicos! —exclamó contento Izuku quien se veía lastimado, señal de que seguramente peleó.

—¿Otra vez metiéndote en problemas, héroe llorón? —Hatsulin se carcajea un poco de manera emocionada, Yaoyorozu se soltó para pararse por si misma por lo que la pelirroja se colocó en posición—. ¡De verdad eres impredeciblemente predecible! ¡Me gusta!

—¡Nos encargamos de los trozos de metal! —dice Kirishima con determinación.

—¡Yaoyorozu-kun, encárgate de las cosas aquí! —habla Iida hacia la azabache quien asiente rápidamente.

Hatsulin junto con Iida y Kirishima se lanzaron contra los pedazos de metal, comenzando a destruirlos con ayuda de sus quirks para evitar que todo sea estorboso; la pelirroja con la propia fuerza proporcionada con sus piernas y los entrenamientos que recibió con Mirko los destruía a punta de patadas, pero no evitaba usar sus flamas de manera voraz para acabar con el metal. Tenía un pequeño cuidado a la hora de pisar ya que andaba descalza, en esa situación sería más que estorboso tener ese calzado como lo eran los tacones, sobre todo cuando antes se cayó torpemente por perder el equilibrio.

Usaba sus flamas con la potencia suficiente para contrarrestar la fuerza de los pedazos de metal que a pesar de que varios como su primo y Bakugō fueran contra ellos, seguían saliendo. Esquivó rápidamente una columna vertical que fue contra ella, pero luego sintió como su cabeza dio vueltas y su mirada se volvió borrosa, jadeó con fuerza un aire caliente cuando comenzó a sentir aquella fatiga del calor mucho más concentrado. Miró a duras penas como la misma columna que esquivó, giró hacia ella y si no fuera por que se impulsó con una llamarada, la hubiera golpeado, aunque aún así alcanzó a rozarla, rasgando el largo guante de su vestido y haciéndole una ligera cortada, incluso llegando a rasgar la tela.

Trató de mantener el ritmo y no dejarse llevar por el cansancio del calor, sintiendo ahora su cuerpo pesado y como su interior quemaba, trataba de lanzar su quirk con toda su fuerza pero con el pasar de los segundos comenzaba a aumentar aquella consecuencia de tanto uso de su quirk. Miró por unos momentos el resplandor que provocó uno de los poderosos ataques de All Might que volvió a dar todo de sí para ir contra el villano, sonrió por unos momentos para hacer una mueca y alzarse en el aire, ahora impulsándose con las flamas en sus pies descalzos y lastimados, como un propulsor.

—Vamos, aguanta... —se dijo a si misma mientras jadeaba y limpiaba la fina capa de sudor de su frente, sus jadeos eran vapor puro, desde el Festival Deportivo que no usaba así su quirk. Un escalofrío la recorrió por completo cuando alcanzó a escuchar un grito desgarrador, la voz de All Might. Miró alarmada hacia allá pero luego tuvo que esquivar desesperada y rápidamente aquellas columnas de metal, resollando alterada cuando fue con velocidad hacia ella, tuvo que impulsarse con más fuerza hacia otro lado, tambaleándose ante la misma inestabilidad de su quirk y su cansancio.

Su mirada nuevamente va hacia la dirección en donde estaba All Might, perdiendo el aliento cuando fue empujado hacia un punto en donde de repente comenzaron a ir en contra de él montones de metal amontonados, escuchándose los estruendos de estos mismos. Sus pupilas se reducieron asustada por la escena, jadeando por el calor cuando tuvo que ser obligada a colocar sus pies en el suelo.

—¡All Might! —exclama asustada a la par que Yaoyorozu por la alteración que le provocaba la escena, sintiendo como sudaba de manera diferente que por el calor de su quirk, apretó su mandíbula cuando escuchó ahora a Melissa llamar al héroe de manera desesperada cuando observaron todos la horrible escena donde aquel montón de metal era atravesado por varias direcciones.

Hatsulin cubrió su boca con espanto cuando observó esa escena, el peso que siempre tenía en sus hombros decayó y a su vez aumentó por la sola idea del descenso de All Might, tuvo el deja vu de la tragedia con su abuelo en Nakano y su garganta se cerró, no respirando por algunos segundos. No obstante, en la oscuridad del momento, pudo ver un resplandor verdoso que pasó a velocidad hacia esa dirección, recobrando el pequeño brillo en sus ojos que se había esfumado. Observó asombrada como el peliverde golpeó el montón de metal, liberando al héroe, sintió un alivio enorme en su pecho al observar que se encontraba bien.

Enserió su mirada ligeramente mientras tomaba una profunda respiración, tratando de regular el calor de su cuerpo y expulsarlo. Agitó su cabeza un poco, iba a dar todo de sí y no se iba a rendir, iba a ir hasta al final así como All Might. Esquivó rápidamente otra de aquellas columnas de metal, elevándose con su quirk y lazando hacia abajo las flamas para destruir y derretir el metal. Activó sus flamas hasta sus pies manteniéndose suspendida en el aire, esquivando rápidamente las columnas que iban hacia ella.

—¡Mocoso sin valor! —escuchó finalmente la voz del villano, elevando su mirada hacia él. El metal que había destruído Midoriya comenzó a flotar, frunció el ceño mientras esquivaba las columnas—. ¡No eres más que basura! ¡No sabes cuando rendirte!

—¿Sabes qué? ¡La basura quizás sea alguien más, señor de metal! —exclama con molestia y una sonrisa la pelirroja cuando observa los montones de metal que comenzó a lanzar el villano, se encontró con Bakugō quien preparó su quirk.

—¡Tú eres el que no sabe rendirse! —el chico lanzó sucesivas explosiones hacia los trozos de metal que lanzó, acomodó un mechón de cabello y luego de manera potente lanzó una llamarada de fuego que consumió las propias explosiones hasta que de alguna manera las potencio provocando una de más alcance. 

El rubio la miró de reojo mientras la chica hizo una pequeña y breve reverencia para elevarse con su quirk y alejarse rápidamente de allí en donde una de las tantas columnas de metal la siguieron, aunque con facilidad la destruyó. Bakugō la siguió brevemente con la mirada para colocar una breve sonrisa ladeada, girándose para continuar soltando explosiones a pesar del dolor de sus brazos.

—Idiota...

Hatsulin dio un salto junto con el impulso de su quirk en la planta de sus pies cuando aquella columna de metal fue contra ella, dispuesta a atacarla. Alzó una de sus manos y con una fuerte llamarada lo destruyó, dejando sucesivamente salir un fuerte y pesado jadeo lleno calor que a comparación de lo normal, ya era humo puro, eso significaba que ya estaba sobrepasando el propio límite que su cuerpo le tenía ante el uso excesivo de su quirk. Pero lo iba a ignorar, daría todo de ella sin importarle que después no pudiera levantarse por el propio calor y esté deshidratada de manera abundante.

Miró hacia su alrededor cuando aquellas paredes de metal impactaban contra el suelo, escuchando incluso las exclamaciones asustadas de sus amigas cuando la superficie se rompió en pedazos; tuvo que maniobrar con su quirk para elevarse y esquivar los trozos del suelo y el mismo metal para que no diera contra ella y terminara realmente siendo un estorbo. No quería ser tampoco aplastada, tenía muchos planes a futuro y no iba a ser derrotada tan fácilmente. 

Cayó entre los tantos escombros de pie sintiendo el frío bajo estos mismos, hizo una pequeña mueca ante el dolor que sentía en estos, revisándose las plantas de sus pies. Sus cejas se fruncieron al verlos rasguñados y lastimados, nada que no pudiera soportar, aún así la molestia del dolor la distraía un poco, agregando el calor que sentía. Elevó su mirada hacia el cielo mientras jadeaba con fuerza por el calor que trataba de consumirla, sudando a montones; un brillo de asombro comenzó a instalarse en sus orbes azules cuando comenzó a ver el ataque que parecía crear el villano, creando muchos más montones de metal, pero lo que más llamaba su atención era lo que se formaba encima de todo.

—¿Qué es eso...? —decía Uraraka mientras se levantaba del derrumbe que presenció, acompañada de Jirō. Todos comenzaron a mirar a la misma dirección, mirando finalmente un cubo gigante de metal sólido.

Hatsulin miraba con seriedad y cierta preocupación de lo que podría chocar con toda la torre, pero luego colocó una mirada más determinada al saber que tanto All Might y Deku iban a detenerlo al estar peleando juntos. Ahora no pensaba mucho en sí de la razón, sabía que su amigo daría todo junto con su héroe favorito. Apretó su mano derecha contra su pecho en donde su corazón palpitaba con velocidad y adrenalina observando el destello verde de su amigo de cabellera del mismo color, su pulso enloquecía conforme pasaban los segundos.

Su mirada se volvió una mezcla de confianza, determinación y a su vez cierto temor de lo que sucedía, pero definitivamente confiaba en que ellos podían. Tenía la certeza de que iban a ganar.

—¡Vamos...! —gritó con desesperación Uraraka, siendo sus palabras de aliento.

—¡All Might! —le siguieron Yaoyorozu y Jirō con la misma fuerza en su voz, animando al héroe número uno y a su vez a su amigo.

—¡Midoriya! —exclamaron Eijirō, Tenya y Mineta, depositando todo su determinación en ese dúo de héroes que acabarían con ese villano de una vez por todas.

—¡Acaben con él! —gritaron Shōto y Katsuki con coraje.

—¡Ustedes pueden, All Might, Deku! —Hatsulin depositó toda su fuerza en su voz, observando el destello que se formaba en el cielo e iba en contra del villano.

Todos observaron la luz que fue contra el montón de metal en donde se encontraba aquel tipo que amenazaba con la vida de todas las personas que estaban en la isla, escuchándose un fuerte estruendo en donde estaba toda la fuerza tanto del héroe profesional como el aspirante a héroe, siendo ese simple ataque que iluminó todo el lugar con el destello de su poder y finalmente tocando al villano quien expresó un sonoro grito de dolor apenas recibió aquel ataque. Hatsulin cerró un momento sus ojos al ver el brusco desprendimiento de todo el metal, alzando una presión de aire por la fuerza del golpe, rompiendo los vidrios de la parte superior del edificio.

Se quedó en completo silencio mientras observaba los trozos de metal y a su vez cable que caía lentamente por el cielo, reflejándose en sus grandes ojos azules el brillo que desprendían ambas personas que al parecer acabaron con el villano. Esperaba pacientemente poder distinguir algo que le confirmara totalmente que ya había acabado.

—Lo lograron... —balbuceó con alivio Mineta entre unos escombros, pronto las sonrisas comenzaron a surcar por los rostros de todos por la felicidad que los invadía—. ¡Acabaron con el villano! —grita con más fuerza mientras alzaba uno de sus brazos.

Una enorme sonrisa se instaló en su rostro con un enorme brillo en sus ojos, sintiendo una enorme calidez en su pecho a la par que su corazón comenzaba a palpitar pero de la pura dicha que le provocaba la situación. Comenzó a escuchar los gritos de celebración de sus amigos detrás de ella mientras aún miraba la escena, admirando el asombroso poder del héroe número uno de Japón así como el del aspirante a héroe Midoriya Izuku, apretó sus labios de manera temblorosa por la propia emoción que le provocaba la situación.

—Genial... que genial... —comenzó a decir la pelirroja con una enorme sonrisa, luego alzó eufóricamente sus brazos—. ¡Todo es tán genial y emocionante! ¡Wu! ¡Genial, genial, genial! —comienza a moverse emocionada y a dar saltos en su lugar a la par que todos sus compañeros celebraban aquella victoria.

—¡No comiences a gritar! —se queja en respuesta Katsuki quien se había alejado ligeramente de los demás, miró luego como la de cabellera rojiza lo volteaba a mirar y sonrió con cierta complicidad—. Oi... ¡Oi, ni se te ocurra! —alza una de sus manos cuando notó casi de inmediato la intención de la chica encima de aquel escombro.

—¡Lo hicimos! —exclama Hatsulin luego de lanzarse desde esa altura sin evitar aquella enorme emoción que tenía, por puro impulso Katsuki se movió rápidamente y la atajó en brazos—. ¡Celebra conmigo, Bakugō-kun! ¡Ganamos!

—¡Estás jodidamente loca! —replica el cenizo con la pelirroja eufórica en sus brazos, luego apretó su mandibula cuando lo sostuvo del cuello y juntó su mejilla con la de él con aquel lado meloso y enérgico de ella, el chico no evitó sonrojarse por su gesto.

—¡Ganamos! —sonrió enormemente la de orbes azules mientras se balanceaba como niña pequeña—. Ya todo terminó, ¡ahora sacáme a bailar!

—¡Oi, aléjate! ¡Mierda, tú piel está demasiado caliente! —se queja una vez más el chico mientras gruñía y exclamaba ante el gesto cariñoso de la chica quien comenzó a tener vagos movimientos y a sentirse menos pesada, alejó su rostro del de ella con brusquedad aún con aquel sonrojo leve en sus mejillas, una de estas estaba con un tono más rojo por la quemazón que recibió—. ¿Y ahora qué que mierda te pasa?

—Ya está llegando a su limite. —comenta Shōto con tranquilidad mientras se acercaba a ellos, la de vestido azulado tarareaba con una sonrisa tonta en su rostro y sus ojos cerrados de manera rasgada—. Es mejor que la sueltes, va a desprender el doble de calor en cualquier momento.

—¿¡Crees que no lo sé, mitad y mitad!? ¡Ella fue la que se lanzó a mí! —comienza a escucharse un sonido seco viniendo de la chica a quien no evitó mirar ella al notar como su piel comenzaba a desprender vapor al punto de que se escuchaba, casi como una tetera caliente.

—¡Nee, Bakugō-kun! —escuchó ahora el llamado de la castaña haciéndolo mirar con brusquedad hacia ella.

—¿¡Qué quieres!?

Observó con enojo como la castaña de mejillas abultadas apuntaba el teléfono hacia su dirección, provocando que colocara ahora una mirada desconcertada cuando notó que les tomó una fotografía al notar los ojos bien abiertos de la chica y la gran sonrisa; se quedó tieso por aquella acción atrevida, la de vestido rosa le mostró la imagen a Yaoyorozu y a Jirō de forma bastante entretenida.

—Mina-chan va a estar contenta cuando se la muestre. —canturreaba mientras se balanceaba con brillitos a su alrededor, Jirō la observaba con una sonrisa un poco divertida mientras Momo pestañeaba un par de veces. Bakugō temblaba de manera molesta aún con la chica en brazos.

—Bakugō. —llamó Shōto una vez más cuando comenzó a notar el vapor que desprendía la piel descubierta de su prima, el cenizo estaba preparando la muerte de la castaña.

—¡Ya verás, maldita cara redonda! ¡Te voy a matar si no borras esa foto de inmediato! —comienza a amenazar el rubio mientras que sin mirar le daba a Shoto la de orbes azules y comenzaba a ir a zancadas furiosas hacia la castaña quien comenzó escapar con su telefono en mano—. ¡Vuelve aquí y borra esa foto!

—¡No lo haré! ¡Es un lindo recuerdo!

—¡Te voy a matar!

Shōto siguió con la mirada la cómica y pequeña persecución de parte de sus compañeros, escuchándose las risas de los demás presentes al ver como Ochako corría con sus brazos en el aire y el teléfono en mano, definitivamente una escena graciosa. Sonrió con ligereza mientras suspiraba profundamente, luego miró hacia abajo en sus brazos al sentir una vez más el calor que desprendía Hatsulin quien se veía bastante desorientada y casi inconsciente por el propio agotamiento del uso excesivo de su quirk, la acomodó ligeramente hasta que su cabeza se apoyó en su hombro derecho, desprendiendo frío para que ella se enfriara poco a poco. Observo la linda sonrisa que colocó la más baja.

—Frío... —balbuceó a duras penas la pelirroja mientras frotaba su mejilla contra su hombro, haciéndolo sonreír una vez más—. ¿Me vas a sacar a bailar... —murmura casi dormida, pareciendo un estado bastante similar al estado tonto de Kaminari ante el uso excesivo de su quirk—... Bakugō-kun...?

El bicolor la mira por algunos momentos cuando escuchó como lo había llamado, al parecer aún no distinguiendo que era él. Miró unos momentos hacia donde estaba el aludido quien estaba amenazando a la castaña aún, estando ella escondida detrás de Kirishima como escudo, haciendo enfadar más al rubio quien caminó hacia otro lado para cruzarse de brazos enojado, pareciendo resignado, al menos por ahora. Shōto continuó mirándolo unos momentos y colocó una sonrisa de lado, sosteniendo mejor a Hatsulin.

—Yo creo que él lo hará.

—Viva... —volvió a decir con un tono agotado pero aún con aquel timbre animado en su voz.

*Vestido de Hatsulin;

FINALMENTE PUDE TERMINAR ESTA VAINA

26mil palabras, por dios, definitivamente este cap tiene el tiempo de duración de la propia pelicula.

Y diganme, ¿qué les pareció? ¡Espero que lo hayan disfrutado! yo disfrute mucho escribirlo, sabía que me quedaría larGUISIMO pero no tanto, casi llega a las 30k palabras

Este cap es como un especial por las 40k leídas en Be Hero, ¡así es! ¡Ya cuarenta mil visitas a este libro! LLORO

Los amo muchísimo, este libro está creciendo más de lo que creía y amo mucho eso, casi lloro cuando ví la cantidad de vistas que hay y como va aumentando. LOS AMO MUCHO, MUCHAS GRACIAS

Espero que hayan disfrutado mucho este especial TOTALMENTE CANON, sobre todo las escenas de la parejita que la mayoría ama en este libro;)

¿Qué tal la aparición de Hanabi? ¿Alguien la recuerda? Ella ya apareció antes, de manera breve, pero apareció. ¿Qué piensan de sus sobrinitos? Cuidando a su querida tía de que no se la roben

Estoy pensando hacer otro ova continuando con sucesos de I-ISLAND, todavía quedando varios días en este maravilloso lugar. ¿Qué opinan? 

¡Espero que lo hayan disfrutado mucho! LOS AMO MUCHO❤️❤️

→S H A N X L A B Y X ←

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