Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

02. Una anciana, su nieto, y una chica

Kim Heejin

Ajusto el lazo sobre mi cabeza y sonrío a mi reflejo en el espejo. Me doy palmaditas ante la imagen que se muestra frente a mí, satisfecha con mi elección de un vestido veraniego —muy acorde a la temporada— en color amarillo con pequeñas flores estampadas junto a unas sandalias bajas en color blanco complementado con el lazo y un maquillaje sumamente natural.

—Soy hermosa —me digo a mí misma y sonrío.

Hace poco empecé a implementar esto de darme palabras que ayuden a mejorar mi autoestima, y finalmente lo estoy consiguiendo, lo cual supone un gran logro para mí.

Siento el vibrar de mi celular sobre la mesita de noche junto a mi cama y al desbloquear abro el mensaje de Taeil en donde me dice que ya está esperando en la parada que acordamos. Salgo de casa después de despedirme de mamá y zamparle un golpe en la cabeza a mi hermano mayor, avanzo hasta la parada del metro y subo al que me dejará en la parada correcta. Diez minutos después llego a un parque concurrido en Gangnam y saludo con pellizco en la punta de la oreja a mi amigo.

—¿Tienes rato esperando? —mi pregunta sale luego de escuchar los reclamos del chico.

—No, recién acabo de llegar —me extiende un dulce y yo no dudo en aceptarlo—. Te noto de buen humor, ¿acaso sucedió algo bueno?

Empezamos a caminar porque nuestro destino está a menos de cinco minutos a pie y mientras lo hacemos echo un vistazo alrededor. Tenía tiempo que no me daba una vuelta por este lado de la ciudad, así que descubrir nuevas atracciones y negocios es un deleite para mis retinas.

—Nada especial, solo me siento animada y ya.

—¿Has hablado con Hyeonji? —pregunta de repente.

—Sí, hace un par de días. ¿Por qué?

Niega brevemente y yo estoy por dejar ir el asunto, pero al parecer no es lo mismo para él.

—Hace poco me encontré con su ex, dijo que la vio con un chico y me restregó en la cara que no era yo —aprieto los dientes con molestia ante la mención del idiota.

—¿Y qué le dijiste? ¿Le respondiste algo? —levanta su mano derecha y me la muestra—. Santo cielo, Bae Taeil, ¿qué hiciste?

—Lo mandé al diablo —intento acercar su mano vendada pero la aleja de inmediato.

—¿Te hizo algo? Tuvo que haberte devuelto el golpe.

—Como verás —acerca su rostro al mío—, todo está bien aquí.

Frunzo el ceño. Sus palabras no son suficientes para calmarme y él lo sabe. Cuando estoy por decir algo, nos detenemos frente a la fachada de una casa rústica que parece haberse quedado estancada en el tiempo.

—Entremos, la abuela ya estará esperando.

Tomo su brazo antes de que entre.

—¿Qué debo hacer?

Inclina un poco su cabeza, como si buscase algo.

—Nada, actuar como tú será suficiente.

Me deja atrás para abrir la puerta y me invita a pasar por un largo camino de grava que conduce a un pasillo amaderado con una enorme ventana abierta. Me siento como la protagonista de uno de esos dramas de romance en donde la chica se enreda con un chaebol.

Halmoni, ya llegué —canturrea mi amigo con animosidad pero una taza atraviesa el aire y casi hace lo que el idiota de Cho Gyeon-suk no pudo.

—¡Bae Taeil, maldito mocoso ingrato!

Retrocedo dos pasos ante el susto, no sé si por los gritos o la agresividad de la anciana que aún no consigo conocer. La mujer empieza a despotricar un centenar de insultos dirigidos a su nieto, lo que me tiene con la boca abierta, mientras continúa lanzando vajillas y demás objetos con la finalidad de que lleguen al chico.

Entonces, su salvación llega cuando la anciana cae por su propio peso ante el cansancio. Soy testigo de la mirada filosa que parece atravesar el cráneo de mi amigo y, solo  después de que consigue hacerle beber un poco de agua para que se termine de calmar, vuelve a hablar haciendo notoria mi presencia.

—Espantarás a nuestra invitada —argumenta extendiendo la mano en mi dirección—. No te sorprendas si después de esto te digo que ya no tengo novia —advierte.

—Lo siento mucho, mi cielo, perdona a esta anciana que intentaba dejar en claro la ingratitud de su único y despiadado nieto.

Levanto la comisura de los labios con un temblor que busca esconder la risa que quiero soltar. Al idiota ni su abuela se le escapa.

—No se preocupe, entiendo muy bien su punto —le resto importancia y decido presentarme—. Un gusto conocerla, soy Kim Heejin —hago una reverencia con mucho respeto y tomo asiento cuando me invita a hacerlo.

—Seguramente a ti también es un incordio —sirve un poco de té para mí que miro de reojo al más alto.

—Solo a veces —bromeo.

La anciana me sonríe con ternura, todo lo contrario a la manera en que mira a su nieto, y se presenta.

—Es un gusto conocerte, mi cielo. Soy Ko Mal-ja, abuela de este desastre de la naturaleza.

Taeil deja de lado el trozo de pulpo marinado que iba llevando a su boca solo para quejarse contra la anciana que no deja de tratarlo mal, supongo que sí le ha estado haciendo la vida imposible. Luego, cuando terminan de traer todos los platos, empezamos a comer. Hablo un poco con la anciana y de vez en cuando Taeil aporta algo también, aunque es ignorado magistralmente por la mayor. El tiempo pasa en un parpadeo y cuando me doy cuenta ya nos estamos despidiendo de la mujer.

Llego a casa rendida y con el estómago a reventar por la cantidad de comida que ingerí, pero satisfecha porque estuvo más que deliciosa. A los segundos me quedo dormida y desconecto de todo mi alrededor.

*Total de palabras: 970.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro