—— DECISION ——

Caída la noche, Serena y Scott se dirigieron al campo de lacrosse, aunque el hombre lobo no tenía permitido jugar por sus notas, sí era cierto que como jugador y co-capitán debía de estar allí, como última opción.

—Esperemos que todo salga bien.— Suspiró Scott sentándose al lado de su hermana en la banca, donde el entrenador la había permitido a Serena estar.

—Tengo un terrible presentimiento Scott. Algo... no va bien. Algo va a suceder y tengo miedo.— Admitió haciendo que su hermano la mirará con preocupación.

—¿A qué te refieres?— Preguntó Scott con algo de curiosidad, pero todavía preocupado y confundido.

—Algo me dice que este partido es más que un partido. Es una final, Scott. Aquí habrá mucha gente, entre ellos mamá y el Sheriff, ¿y sabes que va a suceder? Que Gerard usará a Jackson. Entiendo la situación en la que estamos, pero nos está haciendo elegir entre vidas. Y el problema es que algo me dice que no vamos a poder salvar a todos. Se que en el proceso alguien va a morir y...— Serena no termino la frase al quedarse en silencio.

—Todo saldrá bien, S.— La prometió Scott a Serena, mientras la abrazaba obligándola a que se apoyará en su hombro. —Vamos a solucionar este problema sin que nadie, importante para nosotros, muera. Aunque me cueste creerlo nos hemos metido en un problema del que sólo nosotros vamos a poder salir.— Admitió haciendo sonreír a su hermana de lado, pero Serena no opinaba igual, algo dentro de ella misma la advertía que aquella situación iba a ser diferente y, lo peor de todo, es que aquella nueva a sensación era algo que nunca antes había sentido, lo que la hacía pensar en sí su lado sobrenatural, tal vez, podría estar creciendo.

—¿Qué sabes?— Le pregunto Serena mirándole.

—Jackson sabe que hoy va a ocurrir algo, le he escuchado advertir a Danny.— Murmuró haciendo que Serena se pusiera de pies y se dirigiera hacia Jackson.

—Gracias a dios. Nunca me he alegrado tanto de verte, Serena.— Respiró aliviado el sobrenatural mientras se acercaba a ella.

—Lo se, Scott me lo ha dicho. Y te diré algo, Jackson, si ocurre algo no te preocupes, yo voy a estar ahí. Te estaré ayudando de la forma que pueda. No debes es de tener miedo, solamente en confiar en mí y te garantizo una cosa, todo saldrá bien. Te aseguro que dejaras de ser el títere de un loco y que tendrás el control, no se como lo conseguiré, pero se una cosa, no voy a dejarte de lado. Voy a decirte algo que me hubiera gustado escuchar de alguien, Jackson. No estás solo, nunca lo has estado y nunca lo estarás. Pensar que vives una mentira es lógico, cuando sabes que hay cosas que no deberían de ser así, pero aún así esto es real. Esta es la vida que... por unos motivos o por otros debíamos de tener.— Dijo Serena haciendo que Jackson sonriera al escuchar sus palabras, ya que por una vez en mucho tiempo, alguien, de alguna forma, le había recordado que ser adoptado no estaba tan mal. Serena lo era y actuaba como si nada, por qué para ella las personas mas importantes eran su familia, las personas que la había cuidado, querido y protegido durante toda su vida.

Sin decir mucho más, Serena se marchó y se sentó junto a su hermano y junto a Stiles, los cuales, aunque mantenían una actitud de tranquilidad, no parecerían estar tranquilos, aunque esa perspectiva solo podía ser percibida por un sobrenatural.

—¿Va a venir tu padre?— Preguntó Scott mirando a Stiles.

—Sí, ya está aquí. Está sentado junto a vuestra madre.— Explicó Stiles mirando hacia el Sheriff mientras que Serena sólo mantuvo su mirada al frente, haciendo una especie de contacto visual con Jackson.

—¿Has visto a Allison?— Preguntó Scott con preocupación, haciendo que Serena agachara la cabeza al recordar lo que le estaba ocultando a su hermano.

—No, ¿y vosotros a Lydia?— Preguntó Stiles manteniendo su mirada al frente, al igual que Scott y que Serena. —Aún no.— Se limitó a decir Serena con tranquilidad.

—¿Sabéis lo que pasa?— Preguntó Stiles  haciendo que Scott soltara un suspiró de pesadez.

—Todavía no.— Respondió con algo de angustia el hombre lobo.

—No pinta bien, ¿no?— Ante su insinuación los mellizos se quedaron en silencio, sin saber muy bien que responder. —Veremos a gente gritar, correr para salvarse, sangre, muerte y mutilaciones.— Enumeró Stiles haciendo que los mellizos asistieran dándole la razón.

—Eso parece.— Respondió finalmente Serena preocupada por el hecho de que la situación estaba fuera de su control.

—Chicos... El otro día, cuando Matt le pegaba a mi padre y yo estaba allí, tirado sin poder moverme, yo solo... Yo quiero ayudar, ¿sabéis? Pero no puedo hacer las cosas que hacéis. No puedo.— Dijo Stiles mirando a sus amigos, haciendo que Serena le dedicará una pequeña sonrisa.

—Esta bien.— Le tranquilizó Scott a Stiles.

—Vamos a perder, chicos.— Les garantizo el pecoso desanimado.

—¿De qué demonios hablas? El partido aún no ha comenzado. Tú, ponte el casco; sales por Grinberg.— Dijo el entrenador sorprendiendo a Stiles.

—¿Qué? ¿Qué le pasa?— Preguntó el humano confundido.

—Ambos sois malos, pero tu eres menos malo.— Explicó haciendo que Stiles le mirará sorprendido.

—Al menos entrenar ha servido para algo, y no harás el ridículo.— Le sonrió Serena a Stiles, haciendo que este la mirará con una mueca de burla.

—Va a salir todo bien.— Murmuró Scott a su hermana mientras la agarraba de la mano.

—¿Cuándo nos ha salido algo bien, Scott?— Preguntó Serena justamente antes de que el Sheriff gritara que su hijo iba a jugar haciendo que los mellizos sonrieran.

—Scott, Serena, ¿podéis oírme?— Al escuchar la pregunta de Gerard la sonrisa de los mellizos desapareció y fue sustituida por una expresión, por parte de Serena, de obviedad ante su anterior comentario. —Ah, sí que podéis.— Sonrió al ver Gerard que los mellizos le miraban. —Entonces escuchad atentamente, porque el partido se va a volver mucho más interesante. Pondremos una hora tope a este partido, chicos. Os daré hasta los últimos treinta segundo, cuando el reloj del marcador comience la cuenta atrás hacia treinta, si no me habéis entregado a Derek, entonces Jackson matará a una de estas personas. Pero, ¿quién será? ¿Debería de ser vuestra madre, que valientemente ha venido a apoyar a Scott; o el Sheriff, el padre de vuestro amigo; o tal vez la hermosa pelirroja que logró sobrevivir al ataque de un Alfa; o tal vez uno de estos adolescentes con toda la vida por delante? ¿O debería de hacer un favor a todos y matar a ese ridículo entrenador? Depende de vosotros, chicos. Los dos vais a ayudarme a coger a Derek, porque sino lo hacéis haré que Jackson le corte la cabeza a alguien en mitad del y campo y salpicara a todos los que respetais.— Anunció Gerard haciendo que la expresión de ambos se oscureciera, al mismo tiempo que el agarre de Scott sobre la mano de Serena se intensificaba.

—Les va a matar, Scott. Con o sin Derek, lo hará. Lo sabes, ¿verdad?— Scott asintió ante la insinuación de su hermana.

—¿Qué tienes en mente?— Inquirió Scott con curiosidad.

—¿Ahora mismo? Rezar. Jackson está, de momento, con el pleno control de sí mismo, cuando le pierda, deberemos de intervenir, o por lo menos buscar la forma en la que pueda romper, definitivamente, el vínculo.— Respondió su hermana mientras mantenía su mirada en el frente, sin perder de vista a Jackson, el cual, a pesar de haber escuchad todo, fingía que todo era normal.

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Con el partido iniciado y con la clara muestra de que el equipo de Beacon Hills necesitaban a Scott, la cuenta atrás proseguía, el tiempo cada vez era menos y cada segundo y minuto que pasaba, los mellizos eran conscientes de que tarde o temprano deberían de tomar una decisión, o sacrificar una vida humana o una sobrenatural, por que el caso eran dos vidas, claramente, inocentes.

—¿Como de mal van?— Preguntó Serena sin mirar el partido.

—Vergüenza es decir poco.— Admitió Scott observando el partido.

—Por suerte vuestra creo que he llegado en el mejor momento.— Sonrió Isaac sentándose al lado de Serena, haciendo que los mellizos le miraran sonriendo.

—Creía que te ibas a ir.— Comentó Serena mientras el Beta terminaba de prepararse.

—¿A dónde? No me queda familia, pero sí amigos y una manada.— Admitió sonriendo.

—¡Lahey, al campo!— Ordenó el entrenador haciendo que Scott mirará al Beta.

—¿Puedes hacerlo sin mandar a nadie al hospital?— Preguntó Scott haciendo que Isaac se quedará en silencio mientras entraba al campo, haciendo que los mellizos se miraran sabiendo que al menos no estaban ellos dos solos contra el Kanima y su amo.

—Tienes demasiada esperanza, Scotty.— Aseguró Serena mientras el nuevo tiempo comenzaba, esta vez con Isaac  en el campo, el cual comenzó a lesionar a sus propios compañeros con el objetivo de que Scott, finalmente, pudiera entrar a jugar.

Mientras el partido continuaba, al igual que las agresiones de Isaac hacia sus compañeros, la situación se complicó con un golpe entre Jackson y Isaac, haciendo que los mellizos corrieran hacia el Beta para poder ayudarlo.

—No está roto, pero no puedo moverlo.— Explicó mientras Serena miraba a Jackson sabiendo que ya no era, del todo, Jackson. —Me ha arañado, siento como sangra la herida.— Añadió haciendo que Serena mirará a Gerard.

—¿Queréis jugar al ajedrez? Entonces, será mejor que sacrifiqueis a vuestros peones.— Comentó Gerard mientras se llevaban a Isaac y el entrenador le daba a Scott el casco.

—McCall, al campo. Sino juegas, perderemos.— Añadió el entrenador antes de irse al mismo tiempo que Melissa se acercaba a sus hijos.

—Aquí esta pasando algo más que un campeonato, ¿no?— Inquirió la mujer agarrando a su hijo del brazo.

—Debes de irte mamá.— La aconsejo Serena a su madre con la esperanza de que si se iba, no la sucedería nada.

—No me voy a ninguna parte. Si debéis de hacerlo para pararlo, hacerlo.— Les pidió mientras madre e hija se marchaban. —Dime que tienes un plan.— La pidió Melissa a su hija.

—Sí y no, mamá. Si esto se descontrola soy la única que puede contra el Kanima, ¿el problema? Que Gerard os puede usar a todos contra mi, y él lo sabe.— Explicó mientras acompañaba a su madre hasta las gradas. —Iré a ver a Isaac, que este solo no me gusta. Y por favor, mamá, ten cuidado.— Añadió separándose de su madre para después dirigirse a los vestuarios.

Al llegar percibió el olor de la sangre, de tres en específico, haciendo que Serena se viera en la necesidad de convertirse para después atacar a un cazador, haciendo que Gerard se diera la vuelta mientras empuñaba la espada que utilizaba para matar a hombres lobo.

—¿Quieres enfrentarte a mi?— Preguntó con un tono de burla el mayor de los Argent.

—Isaac, fuera.— Le ordenó Serena cambiando el color de sus ojos, haciendo que el Beta, asustado, la obedeciera. —Debería de haberte matado el día en el que Harris nos mandó a tu despacho. Nos hubiéramos ahorrado muchos problemas.— Admitió Serena mostrando sus garras.

—¿Enserio lo crees, Serena? Entonces nunca sabrás la verdad. Tal vez te interesaría saber que se quienes son, realmente, tus padres y si tienes o no familia.— Comentó haciendo que Serena sonreirá cinicamente.

—¿Traicionar a mi manada, a mi familia y a mis amigos por saber de personas que jamás me han buscado? No, gracias.— Sonrió mientras se cruzaba de brazos.

—Nunca subestimes lo que puede hacer el amor o el deseo de saber la verdad.— Comentó haciendo que Serena encarnará una ceja.

—Exacto, y por consiguiente te diré algo, Gerard, no subestimes a una mestiza.— Le advirtió justamente antes de detener con sus manos la espada del cazador, haciendo que las escamas, aunque eran resistentes y Serena contaba con el extra de la fuerza sobrenatural, se viera incapaz de detener el arma, provocando que su defensa natural comenzara a fallar y la sangre que empezaba a resbalar por las palmas de sus manos fuera el indicador de ello. Sin detenerse mucho tiempo, Gerard golpeó a Serena, aprovechando la oportunidad para salir corriendo, al mismo tiempo que la sobrenatural regresaba a la realidad tras el ataque, percatandose de la ausencia del cazador y de los gritos de la gente.

★★★

Adelanto que Gerard iba de farol, él no sabe nada acerca de los padres de Serena.

Bueno con respeto a la trama de Serena, no es un capítulo muy importante, por qué básicamente me centro en lo que sucede en el episodio.

Pero creo que hay varios puntos que son interesantes.

Primero el como Serena quiere proteger y cuidar a Jackson.

Segundo, como la relación de Melissa y ella ha vuelto a la normalidad.

Y tercero, Serena enfrentándose a Gerard, osea creo que eso es... superior.

Solo puedo decir que el próximo capitulo... lleva uno de mis gifs favoritos.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤