Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝟎𝟑 | 𝐸𝑙 𝑒𝑠𝑡𝑖𝑔𝑚𝑎 𝑑𝑒𝑙 𝑚𝑎́𝑠 𝑑𝑒́𝑏𝑖𝑙

❝Ese portal nunca debió ser reactivado❞

Damien Noroeste.

Para Stanford Pines, la existencia del hombre fue la salvación de la locura. Su presencia parecía evocar sentimientos confusos pero anclados al pecho.

Quiso reírse de sí mismo. La ironía le había golpeado con guante blanco.

«Es una pérdida de tiempo»

Entonces, ¿Qué hacia calculando la mejor distancia para ver la lluvia de estrellas solamente para verla junto a él?

Estaba confundido.

El auto aceleró, ignorando varios semáforos rojos.

El rechinido de las llantas no parecen importarle en lo absoluto. Se concentra en conducir hacia el lugar que marcaba el mapa mal hecho que el ayudante de Stan le había entregado.

Noto varios coches del FBI perseguir a un taxi, su corazón se detuvo por unos instantes.

¿Había llegado tarde?

¡Abre el auto! — La estridente voz del viejo lo devolvió a su realidad, quito el seguro y antes de que Stan pudiera ponerse el cinturón Damien piso el volante con todas sus fuerzas.

Sus manos aprietan el volante con fuerza mientras se desvía de la carretera en camino hacia el bosque.

¿Todo el FBI sabe del portal?

Lo dudo, pero tienen sospechas.

Chasqueó la boca, completamente agobiado. 

Esa máquina nunca debió ser reactivada. Incluso si el esta ahí, ¿Qué nos asegura que siga vivo?

— No empieces con eso otra vez, no cuando estamos tan cerca de traerlo de regreso.

¡¿Y si no es el?! ¡Seamos realistas por primera vez en treinta años! — Sus palabras son crueles, perforan algo en la mente del Pines que no había considerado. — Son millones de posibilidades y todas ellas llegan a la misma conclusión. Fracaso.

¿Por eso renunciaste al proyecto? ¡Por eso no volviste! — Detuvo el auto en un movimiento brusco.

Los reclamos comenzaron en gritos interminables de culpas, Stan tenía una lengua filosa pero las verdades crudas de Damien tampoco hacían las cosas mejor.

Cada palabra que sale de sus bocas busca lastimar al otro en un cúmulo de emociones que ninguno pudo frenar.

Sus opiniones estaban divididas y sus corazones estaban heridos.

¡¿TE HUBIERAS CONFORMADO COMIGO?!

¡SI!

Jadeos abandonaron sus labios, las esquinas de sus ojos ámbar se llenaron de lagrimas que no se derramaron.

Lo hubiera hecho un millón de veces. — Confiesa, pegando la cabeza al volante. — Ni siquiera querías darte cuenta de eso, ¿verdad?

La acusación lo dejo perplejo, sus lentes cayeron por el puente de su nariz.

Quería decirle muchas cosas, sus labios se abrieron en busca de palabras adecuadas.

«No puedes volver a traicionar a tu hermano»

Se repitió a si mismo un sin fin de veces, con la preocupación creciente en su pecho bajo la mirada a sus manos manchadas.

Esto es una estupidez. — Dijo el hombre, volviendo acelerar en dirección a la cabaña del misterio, los árboles se movían con violencia a su alrededor.

Los autos del FBI ya no estaban llenándolos momentáneamente de alivio.

Sal del auto. — Ordena Damien, quitando el seguro de las puertas. — Y no vuelvas aparecer frente a mi.

La sentencia en su voz fue clara, Stan mira de reojo como sus ojos dorados se contraen por el reflejo de la ventana.

No hay palabras.

Los labios del viejo se aprietan con fuerza, bajando del auto no sin antes murmurar una disculpa.

El auto retrocedió rápido, levantando el polvo del lugar antes de perderse en las fauces del bosque.

Pines entro a la cabaña, ignorando el ardor en su garganta. Esperando con todas sus fuerzas que Soos hubiera protegido la maquina expendedora.

La realidad lo golpeó. Su máquina estaba abierta revelando el cuarto oculto que tanto le había costado esconder.

Sus piernas se movieron una tras otra en movimientos constantes en una medida desesperada de mantener la máquina activa.

Su primer escenario fueron los niños a punto de presionar el botón que lo acabaría todo.

Intento llegar a el primero que nadie, pero su sobrino y subordinado le negaron el acceso.

«Lo hago por la familia»

Suplicó, su mirada se desvió a la pequeña de cabello largo tomando la palanca de la maquina.

¡Mabel, por favor! — Las lágrimas abandonaron los ojos de la niña antes de tomar una decisión.

Confío en ti.

El contador llegó a cero en un evento sin igual, la energía del artefacto había sido lo suficientemente poderosa para volcar todo a su alrededor.

Todo el espacio quedo en total silencio, los trozos desechos de la maquina revelaron la figura alta de un enmascarado.

El diario número uno volvió a sus manos, tomándolo para guardarlo dentro de una gabardina negra.

¿Quién es? — Preguntó Dipper.

El autor de los diarios. — Confiesa Stan. — Mi hermano.

La revelación los golpeó como nunca, alguien con el mismo rostro que su tío estaba de pie frente a ellos.

El momento se sintió irreal, Soos cayó en un desmayo producto de las emociones vividas.

Rayos.

El sonido de pasos los alertó. El hombre de gabardina se puso frente a ellos apuntando con un arma a la persona que se aproximaba a pasos rápidos.

Los cabellos blancos se asomaron por el lugar. Su mirada dorada observó el desastre con una mezcla de confusión que lo hizo retroceder en sus pasos.

De haber sabido hubiera manejado más rápido.

¡¿Señor Desmond?! — La voz de Dipper fue silenciada por Stanford, quien no dudó en apuntar a la frente de Damien.

¡Esos ojos! — Farfulló el hombre de seis dedos acorralándolo en la pared. — Te los arrancaré tan pronto parpadees.

Quítame. Las. Manos. De. Encima. Fenómeno. — La voz se escapó de entre dientes. — Eres un descarado al apuntarme así cuando fue tu culpa que me quedara con este color tan repulsivo.

¡Extra Desmond!

Deja de apuntarme con esa cámara Damien. — Pide Fiddelford ajustando una tuerca en la maquina.

No seas amargado, quiero tener un recuerdo con mis amigos.

¿No te había puesto a realizar planos, Damien?

Ush.

JAJAJAJJA, se llevan muy mal ese par de genios, cada uno tiene sus motivos así que veamos más adelante.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro