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𝟓. 𝑨𝒕𝒓𝒂𝒄𝒄𝒊𝒐𝒏


Esa mañana de sábado, Sunghoon, Jake y Ni-Ki habían quedado para desayunar en una cafetería y después irse a el club deportivo, como siempre. Los dos mayores ya se hallaban sentados en una de las mesas del lugar, desayunando tranquilamente mientras esperaban a su bajito amigo, que llegó corriendo después de media hora.

Sus mejillas estaban rojas y su cabello
despeinado, señales de que se había
levantado tarde.

— Disculpen, disculpen. — dijo el chico, sentándose — Es que mi alarma no sonó.

— Desayuna rápido — apuró Sunghoon.

Siguió charlando con Jake de temas
triviales.

— Hoy me siento feliz — comentó de la nada el japonés. Ambos mayores lo voltearon a ver con cara extraña.

— ¿Uh? — Jake hizo una mueca.

— Hoy me siento feliz — repitió.

Jake, aterrorizado, apresó el brazo de
Sunghoon contra el y le susurró:

— Eso nos dijo hace seis meses, un siete de abril del dos mil diesciseis, tras haberse enamorado de su vecino estadounidense/coreano.

— Oh ¡daddy! — lo imitó el otro chico. Pero su tierna y suave voz le quitaba todo el doble contexto a la frase.

— ¿Crees que...?

Voltearon mecánicamente la cabeza hacia Ni-Ki, que se asustó un poco.

— ¿Que? ¿Tengo algo en la cara?

— ¿Será que...? — caviló Jake.

— ¿Conociste a alguien, Ni-Ki? — cuestionó el mayor.

El otro chico se sonrojó.

— N-no, para nada.

— Yah, no actúes como una colegiala en amor — Jake le pegó en la cabeza con su coreano desequilibrado — Y dinos de una vez.

— Bueno, solamente que ayer, me topé con un chico en clase de historia.

— Ajá...

— Y este chico era, pues... nuevo.

— ¿Y? — apretó los labios el australiano.

— Yeramuybonito — soltó, con las palabras atropellándose — Su piel es algo bronceada y Sus labios... ¡Era como un muñeco!

— ¿Ya superaste tu enamoramiento hacia Heeseung-hyung?

— Desde hace tiempo, ¿que no les había dicho? Ahora es mi mejor amigo y mi bro.

— ¿Discúlpame? — se tocó el pecho
dramáticamente — ¡Pensé que eramos tus mejores amigos!

— Ustedes son mis otros mejores amigos.

— No me sorprende — cortó el drama Sunghoon — Ya sabíamos que eres gay.

— Discúlpeme pero no, no soy gay. Prefiero no etiquetarme — negó con el dedo — Además, tu y Jae-hyung también lo son y no les digo nada.

Lo otros chicos fingieron como si no hubieran escuchado nada y se voltearon a hablar entre ellos.

— Si, Hoonie-hyung, como te decía...

El menor se pego en la frente, pero entonces, con un suspiro de preadolescente que apenas descubre el amor, recordó a Sunoo y sonrío.

-— Crees que realmente le guste el chico o solo una ligera atracción como con Heeseung-hyung? — le preguntó el menor a su mayor mientras ambos observaban a Nishimura en el autobús, al que le había tocado sentarse con una alumna dormida.

— Por ahora, solo es atracción, puesto que es algo físico. ¿Quién crees que sea?

— ¡Omo! Quizá sea el castaño nuevo!

— ¿Cuál de todos? — gruñó el mayor.

— O quizá el rubio de segundo grado.. No, imposible.

— ¿Que?

— Bueno, puede que sea uno de los nuevos, porque-

— ¡Ikeu! — exclamó.

— Ahora que digo esto de castaño y rubio, te quería decir que ya me voya cambiar el color de cabello a castaño oscuro de nuevo.

— ¿De nuevo? ¡Pero si acabas de teñírtelo en septiembre!

— Y tú acabas de teñirlo de negro después de tu color azul que te hacía ver súper macho!

— Tardé cuatro meses con ese color de cabello y sólo dejé que el color muriera lentamente. No lo retoqué.

— No importa. Descubrí que el rubio no le queda a mi tono de piel.

— ¡Claro que le queda! — desentrelazó sus manos y le pegó en el hombro — Tu tono de piel es precioso. Pero, por dios, ¡vas a quedar igual de calvo que ChanYeol -sunbaenim

— ¡Óyeme! ¡ChanYeol-sunbaenim sigue siendo hermoso a pesar de su calva!

Realmente, el único centro deportivo del distrito en el que los tres vivían quedaba como a veinte minutos de su escuela, por lo que era bastante normal ver a los deportistas de su escuela por todos lados — para desgracia de Jake, por qué la mayoría de ellos no le agradaban en lo absoluto — Hicieron su acceso y caminaron tranquilamente por el terreno, dirigiéndose al área roja donde se hallaban las canchas de voleibol y fútbol. Una vez ahí, Jake se separó de ellos y se unió a la multitud de muchachos que intentaban coordinar para hacer los equipos. Los otros dos muchachos se fueron también y una vez, ahí, esperaron a que los demás despistados llegaron.

Cuando lo hicieron, Ni-Ki casi se cae de la banca en la que estaba sentado.

ALERTA ROJA. AHÍ ESTABA EL NIÑO MÁS LINDO DEL MUNDO.

Si, estaba gritando en su mente.

Sunghoon lo miró raro y le tendió la mano.

— ¿Que te pasa?

El menor, quitándose el pasto del trasero, dijo:

— Ahí. Está. Él. Voltea. Disimuladamente. — El mayor giró la cabeza tal niña del exorcista. El japonés se hizo facepalm.

— ¿Cuál de todos es? — se levantó y comenzó a caminar hacia los chicos. Nishimura lo siguió.

— El castaño bajito que está junto al alto que parece ulzzang.

— Oye, el es guapo.

— Lo sé.

— No, yo me refería al otro.

Lo miró mal.

— Hyung...

— Ya, ya. Perdón — rió — ¿Es el bajito bonito?

— Si.

— Awwwww, ¡cute! — hizo aegyo sin darse cuenta el mayor, causando que el otro le diera un pequeño golpe.

Pero entonces los llamaron para que se hicieran los equipos de seis para su suerte, les tocó juntos y Sunghoon no pudo seguir burlándose de Ni-Ki, porque si hubiera podido, incluso podría haber llamado a Jake para que se rieran de el por mensajes.

Dos veces le tocó ser remate a Park, la primera vez haciéndolo bastante suave y con un brinco no muy alto su tamaño sí que le favorecía, la segunda, sus ojos casi brillaron dado que su colocador había puesto la pelota casi perfectamente.

Inició la carrera, se impulsó y, con un salto muy alto, le dio con todas sus fuerzas al balón, y no eran pocas. Lastimosamente, no dio donde quería dar y el objeto dio muy cerca de la red.

Exactamente, a cierto muchacho castaño, que, dada su complexión, se vio totalmente tirado hacia abajo por el golpe.

Park se quedó paralizado por unos segundos. Todos guardaron silencio. Sunghoon corrió hacia el joven y se arrodilló junto a él.

— ¿Estás bien? ¿Te di muy fuerte?

Sunoo intentó enojarse por lo bruto
que había sido el chico, pero entonces
oyó la suave voz de su agresor y el enojo desapareció, ahora solo quedaba el punzante dolor en su cara y las lágrimas que brotaban de sus ojos, aunque no se sintiera triste.

— A-ah... Si a ambos.

— Ni-Ki — le dijo el mayor a su dongsaeng — hay que llevarlo a la enfermería.

— ¡Rayos! ¡Queda muy lejos! — protestó el menor.

— Riki Nishimura...

Una vez que vio la seria cara de Hoon,
el chico automáticamente acató la orden, y juntos llevaron al chico a la enfermería, donde quizá podrían darle unas pastillas para el dolor al pobre menor.

— Lo siento mucho — se disculpó — Usé excesiva fuerza en mi golpe y acabé haciéndote daño...

— No pasa nada — intentó sonreír el menor, cuyos ojos estaban algo mojados de lágrimas — Me llamo Sunoo, por cierto.

— Soy Sunghoon, él es Ni-Ki — reverenciaron — Creo, Sunoo, que estamos en el mismo equipo de voleibol en la escuela.

— ¡A-ah! — exclamó el chico, que ahora tenía algo de hipo — Ya decía yo que lo había visto. Es usted uno de los chicos más populares de la escuela y delegado, ¿no?

— Presidente del consejo si, popular... ah... no me gusta ese término.

— También le llaman "Rematador Estrella". Me preguntaba por qué, pero creo que ya le llamaré así también.

— Y eso que no viste su excelente remate en la final de año pasado — intervino Ni-Ki, sacando su teléfono — Mira, aquí tengo el video que grabó mi madre.

Ambos se quedaron un rato embobados en el video y después, en otro que el canadiense le mostró y así hasta que llegaron a la enfermería. Sunghoon se mantuvo sonriendo y cuidando que no tropezaran por todo el camino.

No era que Sunoo se sintiera mejor, pero al menos su dolor se había camuflado un poco con ¿Ni-Ki? Si, algo así se llamaba.

Una vez ahí, la enfermera le dio unas pastillas del dolor y le dijo que reposara, por lo que una vez que regresaron a las canchas, Sunoo se sentó en una banca a observar mientras comía helado de galleta que Sunghoon le había comprado.

"Curiosamente", Ni-Ki decidió no entrar a jugar tampoco, y mejor se quedó a charlar y hacer tonterías con el moreno.

Una vez que se encontraron con Jake de regreso y se despidieron de el menor de los cuatro para entrar en el autobús, Sunghoon le contó todo a el australiano. Este sonrío.

— Ya tengo nueva parejita casada — alargó la "a" —  La otra somos nosotros.

Sunghoon solo rió, aunque en el fondo sabía que el chico no deliraba en exceso.

Quiero aclarar que el personaje estadounidense/coreano es Heeseung no Jay

Keyhoon_

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