Jake sabia que debía pedirle perdón a
Sunghoon, porque quizás si había hecho mal al decirle que era una persona insensible, puesto que, al contrario, Park era alguien de personalidad muy sensible y dulce.

También, el sabia que el mayor no era una persona en absoluto inmadura, chantajista o exagerada, por lo que pensaba que la razón por la que el chico no le había hablado el día anterior no tenia nada que ver con su discusión un poquito violenta (que vaya que si le había dolido la patada).

Aun así, se encontró a si mismo comprando galletas de chocolate y un peluche de a peach, guardándolas en su mochila y pidiéndole un pequeño favor a Ni-Ki.

Tomó su teléfono y mandó mensaje a quien tenía agregado como "Ni-Kkkki🏳️‍🌈🏳️‍🌈"

"¡Ni-Kkki!"

Recibió como respuesta un signo de
interrogación.

"¿Cuando tienes club?"

"Estoy en el club, genio -.- ¿Tu ya estás en tu Casa?"

"Si, hoy salí temprano :D"

"Si, bueno . ¿Que es lo que quieres?"

Esto le iba a Costar.

"Necesito que me hagas un favor. Jeje"

"A que te refieres? Jeje"

"Por favor haz que de alguna forma Sunggie se quede hasta el final en el gimnasio"

"Y yo que ganaría a cambio?"

Bufó.

"Verías a tus dos amigos felices y contentos."

"Voy a desconectarme..."

"Te inwitó a enar" Tecleó rápidamente.

"K"

«Dame paciencia, señor».

"Te compro la comida por dos dias :D"

"Ok, lo intentaré".

— Billetera noona, lo mejor es que te prepares — habló consigo mismo, provocando que su madre lo mirara extraño.

— Hijo, me haces dudar de si consumí
suficiente ácido folico.

— Eso dolió — tocó su pecho.

— Just facts — su lado bilingue salio a relucir.

Aprovechando que no estaba en su turno de jugar, Ni-Ki se acercó a la entrenadora de turno (que era demasiado agradable, por cierto), que se encontraba sentada en la esquina del gimnasio, desenredando una red.

— Entrenadora Kim... — se acercó
tímidamente a la mujer.

— ¿Que necesitas, Ni-Ki? — preguntó esta.

— Necesito que porfavor me haga un favor. Bueno, no a mi, si no si a mi pero es para un amigo.

— Ok... — TaeYeon lo miró extrañada — ¿Qué es?

— Ahora que acabe la práctica, ¿podría porfavor dejarle algo que hacer a Sunghoon para que se quede solo?

— ¿Como para que o como?

— Es que alguien va a venir por el — le dijo casi en un susurro.

La mujer pareció algo sorprendida.

— ¿Quien? — curioseó. — Dímelo o no te haré el favor.

— ¿Me promete que no le dirá a nadie?

— Lo prometo.

— Bueno... Esa persona es Jake.

— ¿Que? ¿En serio? — recibió un asentimiento como respuesta —. ¡Yay! Bueno, te haré el favor, entonces.

Todos los chicos se encontraban ya a punto de marcharse, ya bañados y limpios, incluidos Sunghoon y su menor. Ya tenían sus mochilas listas y colgadas, entonces TaeYeon llamó su atención.

— Sunghoon, ¿podrías quedarte a guardar los balones al final? Hoy te toca a ti.

— Si, entrenadora. Está bien.

Todos se movilizaron, pero Ni-Ki se quedó junto al chico.

— Adelántate, ahora te llego — le dijo este.

— Está bien. Te espero allá.

Dejó su mochila por ahí y se dirigió a
comenzar a levantar los balones uno por uno. Entonces oyó pasos resonantes por la estancia, provocando que alzase la vista y se encontrará con el.

Jake acababa de entrar al gimnasio,
mientras caminaba nerviosamente.

— Hyung...

— Jaejae, pensé que te habías ido — lo saludó, sonriendo un poco.

— Si, pero ya volví.

— ¿Por qué?

— Venía a pedirte una sincera disculpa por lo de ayer, por haberte llamado así — se acercó — Tu no eres alguien insensible en lo absoluto. Más bien, al contrario, eres tan sensible, tierno y dulce que a veces me gustaría meterte en una cajita de cristal para que nadie te haga nada.

— Pero, Jakey, yo no estoy enojado contigo en lo absoluto — se acercó y lo tomó de las manos. — No pude venirme contigo hoy porque no alcancé la primera clase por quedarme despierto hasta tarde y no pude comer contigo porque tuve que saltearme la comida para terminar un reporte final de clase.

— ¡Oh, por dios! ¿No has comido? — el chico se preocupó un poco.

— ¿El yoghurt cuenta? — sonrió ligeramente.

— ¡No! — puso sus manos en la cintura del contrario, atrayéndolo a el — Y yo que te compré galletas de chocolate.

— Puedes dármelas — rió.

— No — se carcajeó —. Primero iremos a comer y después te daré tus galletas — sonrió a escasos milímetros de su rostro —. Te traje un peluche de apeach, también.

— En realidad no era necesario, pero bueno... es raro en ti ser detallista.

— ¿Pero qué dices? Si el día que te pedí que fueras mi novio hasta te llevé a comer carne cara y todo. Tu eres el tacaño en la relación.

— En realidad soy ahorrador, esa es la
palabra.

— Como tu dig-

Sunghoon tomó la iniciativa, jalando al menor hacia su rostro rápidamente y produciendo un choque de labios rápido, qué pasó a ser un beso dulce, de esos que se dan cuando estás feliz de estar con aquella persona especial para ti.

Una vez que se separaron, se quedaron mirándose al otro por unos segundos antes de que Jake dejase un pequeño beso en la mejilla del contrario.

— Es de mala educación interrumpir cuando otra persona está hablando.

— Mejor ayúdame a levantar las pelotas, desgraciado — le dio la espalda como buen tsundere que es.

— Oye, no le hables así a tu novio.

— Mueve tu culo y ayúdame para que
podamos irnos de aquí.

El otro, arrastrando los pies, se puso a
ayudarlo.

— Me amas.

— ¿Quieres que te lo niegue?

Salieron inocentemente de ahí, cruzándose con la mujer del aseo en el camino y no pudieron divisar a Ni-Ki — esperándolos lógicamente, así que fueron a comer algo de carne tranquilamente.

Una vez estuvieron comiendo
tranquilamente, Jake se quedó observando a Sunghoon por unos segundos.

Su novio era demasiado hermoso para el mundo; era casi etéreo.

— ¿Como describirías nuestra relación, hyung? — preguntó.

— No lo sé... Quizá.. — se quedó pensativo —. ¿Noviazgo?

— Te mereces un premio, hyung.

— Gracias Jakey-yah.

— También te mereces uno por verte guapo todos los días, incluso cuando haces una cola de caballo extraña con tu cabello.

— Gracias, estrella mía — sonrió, con sus mejillas algo rojas.

— Estoy feliz de que estemos bien — entrelazó sus manos. Su par de anillos haciendo pareja.

— Jaeyun-yah, nunca estuvimos mal.

— Yo no puedo vivir sin ti...

Decidió mejor ignorarlo y ponerse a comer.

— Ya sabes que eres mi cielo..

Una lechuga grande.

— Mi luna...

Un trozo de carne.

— Han sido muchos maravillosos meses juntos...

Un poco de salsa...

— Te quiero taaanto, hyung.

— También yo te quiero mucho, Jae bebé.

— Soy tu bebé.

— En realidad, estás muy grande para ser un bebé. Mejor serás un giant baby.

Jugó un poco con sus dedos.

— ¿Y tu serás mi daddy? — preguntó
pícaramente.

Sunghoon se atragantó.

Jake no se salvó del zape que recibió en la cabeza.

Hola, tengan un lindo día, tarde o noche jaja depende en qué tiempo lo lean.👋

Una disculpa por no actualizar pero es que ahhh la escuela me consume demasiado TT.

Nos vemos, no sé olviden de votar y comentar:))

Keyhoon_