Único
1976-Monaco
Los Beatles se habían separado hace más de seis años. Aquella hermandad qué habían construido desde que era adolescentes, conocía a George desde que era un menor de edad queriendo tener alcohol en la barra de algún bar de mala muerte usando una identificación falsa. Ver como aquellos chicos le tenían miedo por ser un Teddy Boy de verdad llevando siempre una navaja con él.
Fueron años juntos, cumplir su sueño de tocar en el London Palladium el 13 de octubre de 1963 lo que fue el inicio para que en el 64' se desatara la Beatlemania por todo el mundo. Claramente no se podría olvidar cuando el 4 de noviembre de 1963 tocaron en el Teatro Príncipe de Gales de Londres para el Royal Variety Performance en donde la Reina Madre y la Princesa Margarita estaban presentes en el palco real, claro sin olvidar el chiste de John que seguramente los hubiera mandado a una muerte inminente ordenada por la Reina Madre.
Todos dirían que durarían por muchos años más, que tendrían más de setenta años y seguirían en la industria de la música intentando hacerse lugar ante el paso del tiempo.
Pero las cosas fueron difíciles, la convivencia en el estudio era insufrible, no podía ser que se pelearan todo el tiempo, el ego de Paul, la actitud irritable de George y el desinterés de John que siempre traía a Yoko con él.
Lo supo, todo se acabó el día en el que firmaron esos papales, la disolución de los Beatles era oficial. Cada uno seguiría su camino ¿Y él? Sinceramente era todo incierto y aunque intentara mantenerse, sabía de sobra... Que nadie le seguiría ya que ante su percepción nadie lo apreciaba como un cantante... Era solo un simple baterista que en boca de muchos solo tuvo suerte.
──¿Ringo? Ya llegó el taxi qué nos llevará al aeropuerto.── Se escuchó una voz del otro lado de la puerta.
──¿Ya?... Bajo en un rato, tengo que terminar de afeitarme, dile que bajen mis cosas que ya los alcanzo.── Respondió aquella voz grave.
La voz de aquel hombre había sacado de un trance al ex baterista, no iba a mentir qué ese día se sentía horrible, pero ahora con solo verse al espejo sentía que era un completo desconocido ¿Quién era ese hombre en el reflejo? Había perdido todo brillo en sus ojos, esos enormes ojos azules qué brillaban ante lo nuevo, ante cada concierto, el cumplir su sueño de tocar en el London Palladium ante millones de personas. El recuerdo de su visita a Estados Unidos en donde se verdad se sintió amado por los fans, era el más popular de todos, con ese eslogan de "Ringo para presidente", recibir miles de cartas de fans, regalos, palabras de amor y afecto que en su momento le hicieron sentir el chico más feliz del mundo.
Se había casado con su amor de la adolescencia, había tenido tres hermosos hijos con Maureen pero en el matrimonio no era todo perfecto, le había sido infiel incontables veces y eso no tenía perdón de Dios ¿Por qué lo hizo? Hacerle eso a una mujer entregada a sus hijos, amaba ser ama de casa aunque antes era peluquera y siempre le cortaba el cabello.
Pero tuvo que serle infiel y luego encontrarla en la cama con su mejor amigo ¿Y los perdonó? Claramente que lo hizo. Más su matrimonio se hizo tan inestable que se divorciaron y Maureen se quedó con la custodia de sus tres hijos... Y él quedó solo, perdió todo, perdió a su mujer, a sus hermanos de toda la vida, perdió prestigio.
Miles de veces intentó volver al estrellato, lanzando discos qué eran un fracaso y ante su desesperación se dejó utilizar por hombres de cuello blanco que querían lucrar con su nombre y él solo quería mantenerse a flote porque veía como sus ex compañeros de banda brillaban y él se apagaba... Quizás no era una estrella o de pronto solo se apagó porque su vida útil se acabó.
Su mirada azulada se desvío al borde del lavabo en donde descansaba su rasuradora manual la cual tomó y miró atentamente aquello y el filo de sus cuchillas qué eran nuevas ya que brillaban ante el reflejo de la luz del baño.
"Era cortarme el cabello y cejas o cortarme las venas"
La aparición pública con la cabeza rapada, sin cejas o barba llamó mucho la atención de todos los medios... Pero ¿De verdad iba a decir la verdadera razón de sus acciones? No, solo les dijo que un socio en medio de una apuesta de borrachos le había dado ese nuevo look y que le quedaba bien.
Pero cuando volvía a quedarse solo en su casa con botellas de alcohol esparcidas por todo el lugar, cajas de cigarros que no solía fumar mucho pero ahora pasaban como caramelos, uno tras otros, era algo que hacía pensar en busca de sentir algo que le hiciera sentir la emoción que sentía cuando corría de los fans, sentir la calidez de tener a sus tres pequeños hijos con él jugando y diciéndole que lo amaban... El tener a su esposa en sus piernas abrazándolo o ayudándole simplemente alcanzar algo que él no podía o abrir una botella debido a que con sus anillos era difi y solo terminaba con mas ampollas qué el grabar Helter Skelter.
Pero... No sentía nada... Se seguía sintiendo vacío, solo podía recordar ese día en donde veía mechones y mechones de cabello castaño casi rubio cayendo dentro de la lavabo, algunas gotas de sangre al lastimar su cuero cabelludo.
Quizás solo si lo pensaba... En ese momento sintió algo de felicidad, sintió un enorme alivio cuando se miró al espejo y vió lo que se había hecho... Era eso o cortarse las venas para morir desangrado y acabar con todo aquello que solo amargaba su corazón porque era una estrella que se había apagado por fin.
"¡Ayuda por favor!"
Ayúdenme... No me siento bien
¿Por qué se ríen?
¿Por qué dicen que me queda bien?
Parecía que nadie iría ayudarlo, no entendían que gritaba como podía que quería ayuda... Quizás simplemente no le importaba a nadie, no era de la importancia de absolutamente nadie, quizás si solo terminaba con todo el dolor se iría por completo y no molestaría a nadie más.
Lo que para muchos serían pensamientos recurrentes ante un hombre despechado para él era demasiado, era algo que lo dejaba absorto.
¿Sus hijos estaban bien? ¿Qué pensarían ellos de él? ¿Seguiría siendo un gran papá para ellos? ¿O sentirían qué les falló totalmente al hacerle ese tipo de daño a su mamá?
También tenía que pensar en sus amigos, en John, Paul y George, eran sus hermanos, siempre fue hijo único y sin pensarlo aparecieron tres hermanos que lo hicieron parte de su vida y dejó de sentirse solo. Dejó de sentir que todos lo rechazaban, sentía que de verdad lo querían.
El solo hecho de recordar lo dura que fue su infancia, saber que su padre lo abandonó a su suerte a los tres años y el día en el que quedó hospitalizado lo vió y le dijo que le traería los regalos que él quisiera, pudo ver como anotaba en una libreta todos los regalos que quería... Regalos que jamás llegaron.
Y se juró ser el mejor padre de todos, no dejar a sus hijos solos, hacerlos en centro de su universo, no dejarlos como lo hizo su padre, pero aún así falló, podía verlos solo los fines de semana y quizás si Maureen volvía a casarse con otro hombre sus hijos lo verían a él como su padre y él sería solo un mal recuerdo del hombre que le hizo tanto daño a su madre.
No podía soportarlo, en su mente era algo que no podía ocurrir y tenía en claro que no podía llamar a su hijo mayor en el estado de embriaguez qué estaba porque lo iba asustar y el menor se iba alejar más de él, le diría a Maureen y quizás ella tomaría la decisión de que jamás pudiera volver a ver a sus hijos y al final... Sería como su padre.
¿Era un mal padre? Muchas veces pensaba que si lo era pese a todos sus esfuerzos de ser el mejor... Terminaba siendo como su padre biológico.
──¿Ritchie? ¿Estás ahí?.── Se escuchó aquel particular acento scouse que solo a una persona se le marcaba tanto.
George, era George ¿Por qué había venido a verlo? No lo entendía en lo absoluto, no valía la pena para ser visitado o mostrar algo de preocupación si todo lo ocurrido había pasado desapercibido, entonces ¿Para que venía?.
Siguió escuchado como George seguía golpeando la puerta y bastante harto de la situación se encaminó hasta la puerta de su casa y al abrir vió al menor en donde se notaba su gran preocupación por él ¿Acaso no tenía otra cosa por la cual preocuparse?.
Cómo si no supiera en las cosas en las que estaba Harrison metido, sabía por boca de otros que se pasaba todos los días de fiesta, tomando, fumando y consumiendo drogas a más no poder... Aparentemente no era el único al cual la separación de la banda le cayó mal... Y el divorcio reciente con Pattie Boyd... Era irónico, la extraña telaraña amorosa qué hubo, en dónde Pattie, Maureen, Eric, George y él tuvieron ¿Pero saben lo más irónico de todo? Qué él le perdonó haberse acostado con su esposa... ¡Y que era la mejor amiga de Pattie! Se traicionaron entre todos... Y él lo perdonó, siempre perdonaba a todos porque así era, no quería tener problemas con absolutamente nadie.
──Por Krishna... Por un momento pensé en tirar la puerta abajo.── Suspiró aliviado el chico colmilludo.
──¿Qué necesitas George?.── Respondió el ojizarco con un notable tono de cansancio.
──Estoy preocupado por ti... Nos tienes preocupados a todos ¿Qué ocurrió?.── Dijo en un murmullo como toda conversación íntima qué ambos tenían.
──Ya sabes... Yo solo perdí una apuesta y me raparon, nada de lo que tengas que preocuparte, estoy bien, lo juro.── Mintió como siempre diciendo que todo estaba bien.
"Estoy bien"
"No te preocupes"
"No importa"
"No tiene importancia"
Tantas mentiras jurando estar bien para no sentir que era una carga para todos, para dejar de sentir que todos debían cuidar de él por ser frágil, invisible, poco talentoso y agraciado... Porque si alguien quería estar con él era seguro que era por su fama y dinero, nadie querría a alguien tan horrendo como él.
Los días siguieron pasando y muchas veces se cuestonaba si de verdad tenía alguna razón de ser ver avanzar las agujas del reloj hasta cierto punto en donde solo le indicaba un momento y si tenía algo que hacer, como las cinco de la tarde era la hora del té ¿Tenía alguna clase de sentido? Porque a veces sentía que ya no lo tenía.
Muchas veces se preguntaba ¿Cuánto tiempo tardarían en encontrar su cuerpo si es que se quitaba la vida? De seguro pasarían meses porque a nadie le importaba y solo lo llamaban o hablaban por motivos de trabajo o que tenía que ir por sus hijos.
En ese momento estaba otra vez en su baño con su rasuradora manual afeitando su cabeza ya que su cabello estaba volviendo a crecer, era curioso ver cuanto tardan las cejas en crecer, no iba a mentir. Pero bueno, había logrado volver a raparse y al verse al espejo volvió a desconocer al sujeto que estaba ahí ¿Qué demonios le estaba pasando? ¿Cuándo dejó de ser él mismo? ¿Cuándo perdió absolutamente todo?.
Las lágrimas volvieron a bajar por sus enormes ojos azules, sentía una angustia enorme y la típica presión en su pecho qué ya conocía se volvió presente, estaba cansado, muy cansado de todo porque no veía como iba a salir de ese lugar ¿Cómo lo habían John y Paul? ¿Cómo en una noche podían tener canciones que de seguro eran un éxito? Y él con un intento hizo una copia de una canción de Bob Dylan, era humillante.
Sus ojos volvieron a esa rasuradora manual... El día en el que se afeitó la cabeza y cejas se dijo que si no hacía eso se iba a cortar las venas... Pero ahora sentía que lo que hizo no le daba la cama, no le daba esa liberación qué ansiaba y que ese día en el hotel de Mónaco le dió... Ahora lo sentía vacío, hueco e inútil.
¿Y si se cortaba un poco las muñecas? ¿Se sentiría mejor para siempre? Porque ni con todo ese alcohol y cigarros sentía una pizca de felicidad que sentía cuando era joven y salía a bailar o a tocar en la banda de Rory.
Quizás con ello pueda saldar su deuda de haber sido un mal marido, mal padre, mal amigo, mal socio... Sentía que no era un buen chico, sentía que no había sacado provecho y que por culpa de sus propias acciones había quedado ahí, solo.
──¿¡Richard!? ¡Abre la puerta! Soy George, soy yo... Abre por favor, estoy muy preocupado.──
Esa voz se sentía muy lejana, sabía que era la de George pero pronto sintió que quizás ya no tenía control sobre sus propias acciones, el cansancio era enorme, solo quería ser egoísta una sola vez en su vida y dejar de vivir y hacer por y para los demás.
¿Por qué George seguía insistiendo tanto para estar ahí con él? No lo entendía y lo odiaba tanto.
──¿Richard? Mierda Richard ¿Qué hiciste?.── Su voz se oía tan lejana.
Su voz era tan lejana pero la paz que comenzaba a sentir era mucho más grande y se sentía tan bien.
¿Acaso no podía tener un momento de egoísmo puro?
¿Por qué George simplemente no lo dejaba ir y se iba a drogar a un antro de mala muerte para sentirse mejor?
──¿Por qué no me... Me dejas?.── Dijo con su voz grave rota intentando alejar a George de él.
──¡Te estás desangrando! No Ritchie... ¿Por qué no me dijiste?.── Preguntó sintiéndose culpable mientras intentaba frenar la hemorragia.
──Yo siempre les pedí ayuda... Pero nadie me escuchaba, solo se reían y bromeaban.── Esos ojos azules miraban aquellos pardos que había amado toda su vida.
──Pudiste decirme... Yo... Yo no sabia que estabas tan mal... Lo supe cuando te vi así, perdoname por no estar.── Sus ojos pardos se llenaron de lágrimas.
Richard había dado millones de señales y nadie lo tomó enserio al ser considerado un chico bromista y elocuente, que aquello que hizo con su cabello y cejas había sido una ocurrencia y no un llamado desesperado de ayuda.
──Ayúdame por favor... George... No quiero morir pero me siento tan solo.── Le rogó cuando el miedo lo abordó y se agarró de uno de los brazos del otro.
George no dijo nada al respecto, había ignorado el estado de salud mental de la persona que más amaba, había sido egoísta, Richard la estaba pasando demasiado mal, él podía mantenerse, tenía algo con lo cual sustentar su vida musical pero Richard no, no lo menospreciaba pero siempre lo ayudaba a escribir algo, la gente no lo estimaba ni valoraba lo suficiente y siempre querría ayudarlo.
──Suelta todo... Aquí estoy para ti y no voy a dejarte otra vez... Vamos a salir adelante, lo juro.── Susurró estando estando en el suelo mojado de aquel baño con sus manos manchados de sangre mientras abrazaba al mayor.
Richard había intentado quitarse la vida... Sabía que estaba algo deprimido pero jamás pensó que atentaria contra su vida teniendo tres hijos pequeños que lo amaban tanto ¿Qué cosas pasarían por su cabeza para cometer tal acto contra su propia vida? Jamás lo entendería pero ahora sabía algo... Debía estar más atento.
Ayúdame por favor
Me siento tan solo
Me siento tan angustiado
Si solo... Lo hago en el lugar exacto
Ya nada tiene sentido
Lamento no ser suficiente
Lamento ser una carga
Y darles tanta pena.
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