Ella, que bailaba al compás

Todo a mi alrededor se congeló por un momento. Tuve que detenerme, lo único que podía escuchar era el sonido de la música que salía de los auriculares de esa chica. Se movía como si ya nada importara.

Como si el sentido común, las reglas impuestas y este mundo no tuvieran ninguna clase de poder sobre sus movimientos.

Justo en ese preciso momento, mi mundo se rompió frente a mi, a lo largo de este camino nevado. Algo cambió en mí, pero me quedé quieto y no pude decir ni hacer nada.

Escuché el ruido de algo caer, parecía que ella dejó caer un pequeño y fino brazalete al suelo, y entonces me di cuenta de que la chica ya no estaba.

Me encontraba solo de nuevo, pero el brazalete seguía en el suelo.

Me acerqué a él y lo tomé, dándome cuenta de que tenía algo grabado "Be free", se libre.

Desde ese día, fui al mismo lugar a la misma hora con la esperanza de encontrarla, pero ella nunca volvió. No sabía su nombre ni su dirección para devolverle el brazalete.

Miré las palabras grabadas en el brazalete nuevamente, al igual que sus palabras "Be free", ella se liberó.

Desde entonces, la música ya no me sonaba igual, ya no podía distinguir la estructura, ni el código o género de la canción. Solo me quedaba el sentimiento persistente del día en que me encontré con la chica y su brazalete.