
Capítulo 8
Hola! Mis queridos caballeros negros aquí está un capítulo más de esta historia, no pude esperar hasta mañana para darles este capítulo, así que espero les guste, así que lean, voten y comenten.
Si este capítulo llega a los 60 votos, el siguiente jueves tienen tres capítulos seguidos.
________________________________
Ariel y Cenicienta permanecieron un buen rato en el muelle, hasta que el sol casi se ocultara, al darse cuenta de que ya habían pasado mucho tiempo ahí, subieron a los caballos y regresaron al Palacio, cenaron con Diana y Athena, pues de Arthur no había rastro alguno, algo que a ninguna le preocupaba, cuando terminaron de cenar Ariel acompaño a Cenicienta hasta su habitación.
ARIEL- dime algo, ¿quieres que nos mostremos como pareja ante el pueblo? ¿O prefieres esperar un poco más? Yo no tengo problema con ninguna de las opciones, solo quiero que te sientas cómoda.
CENICIENTA- quisiera que de momento no, ya que me gustaría disfrutar del inicio de esto, sin temor a que alguien me juzgue por estar contigo, porque se que habrá personas que hagan malos comentarios porque estés con una plebeya.
ARIEL- me importa poco lo que digan, mi madre esta de acuerdo y eso es lo único que necesito, pero si quieres que así sea, pues así será, solo quiero que estés cómoda y feliz.
CENICIENTA- gracias Ariel.
ARIEL- ahora descansa, mañana, me gustaría fuéramos al pueblo más cercano a comprar algunas cosas.
CENICIENTA- muy bien, aunque vendrá Anastasia.
ARIEL- no importa, puede venir con nosotras si así lo quiere, descansa y, te quiero.
CENICIENTA- también te quiero, Ariel.
La pelirroja le dio un pequeño beso en los labios y la dejo descansar, Cenicienta se dejó caer en la cama con una sonrisa, sin duda ese había sido uno de los mejores días de su vida, pues no imagino que Ariel también estuviera sintiendo cosas por ella, ahora estaban juntas y aunque sabia que Athena estaba de acuerdo, habría problemas, en especial con Arthur, pero si Ariel estaba dispuesta a luchar, ella también lo haría, con esos pensamientos se fue a dormir.
Por la mañana no había rastro de Arthur y aunque no le importa a Athena, tenía miedo de que causará algún problema por ahí, pero al mismo tiempo lo queria para quitárselo de encima, claro está, sin que nadie saliera perjudicado, después del almuerzo Ariel salió con Athena, Diana se quedó para cuidar de Cenicienta, Ariel le dijo que apenas llegará irían de compras, paso más de una hora y Anastasia llegó a la hora de siempre, ella junto a Cenicienta fueron a la sala y se sentaron.
ANASTASIA- ¿y Ariel?
CENICIENTA- salió con Athena, por cierto, iremos de compras al pueblo más cercano, ¿te gustaría acompañarnos?
ANASTASIA- por supuesto.
CENICIENTA- entonces solo hay que esperar a que llegue. - en eso entró la pelirroja-.
ARIEL- pues ya estoy aquí, hola Anastasia.
ANASTASIA- hola Ariel.
ARIEL- ¿listas para irnos amor? - le dio un beso en los labios-.
ANASTASIA- ¡lo sabía! Sabía que te queria, su manera de mirarte la delataba.- Cenicienta y Ariel se rieron, pues se había parado para dar pequeños brinquitos-.
ARIEL- pues si Anastasia, amo a Cenicienta y deseo que en un futuro no muy lejano, sea mi reina. - le dio un beso-.
ANASTASIA- se lo dije a Cenicienta, pero no me quiso creer y me alegro que la quieras, Ariel, espero la hagas muy feliz porque se lo merece.
ARIEL- lo se y justamente ese es mi propósito.
CENICIENTA- bueno ya, que me pondrás más roja, ¿ya nos vamos?
ARIEL- si están listas, si.
ANASTASIA- ahora ya no se si sea buena idea que las acompañe, no quiero hacer mal tercio.
CENICIENTA- por supuesto que no, así que vas con nosotras.
ANASTASIA- si la futura reina así lo quiere, pues está bien.
CENICIENTA- tonta. - le pegó en el brazo y Anastasia solo se rio-.
ARIEL- no vayan a pelear y mejor vamonos.
Ariel quien ya llevaba dinero, salió junto a Cenicienta y Anastasia, más al salir del Castillo se encontraron con la hija del panadero, quien iba casi todos los días a dejar el pan, era una chica alta, delgada, tés morena y su cabello era castaño obscuro.
ARIEL- Elena, que tal estas.
ELENA- bien princesa, ¿y usted?
ARIEL- bien, también, imagino que ya conoces a Cenicienta.
ELENA- si, la veía cada que iba a la panadería, me alegro que ahora vivas aquí.
CENICIENTA- gracias Elena.
ELENA- a la que no conozco, es a ti. - señalo a Anastasia-.
ANASTASIA- hola, amm, soy Anastasia. - le tendió la mano y la castaña la tomó con delicadeza-.
ELENA- un placer, soy Elena de Avalor, eres muy linda.
ANASTASIA- amm, gracias.- se sonrojo por el cumplido-.
ELENA- bueno no les quito más su tiempo, dejó el pan y me retiro.
ARIEL- gracias Elena.
Esta asintió y le dio una última mirada a Anastasia, Cenicienta y Ariel notaron esto, más no hicieron ningún comentario al respecto, al menos por ahora, Ariel pidió un carruaje y cuando este estuvo frente a ellas subieron a él, les llevó cerca de una hora llegar al siguiente pueblo, ahí las tres dieron un paseo y Ariel les compraba de todo a Anastasia y Cenicienta, en especial a esta última, quien se sonrojaba o sonreía ante cualquier gesto por parte de la princesa, como les dio hambre comieron en un mesón, obviamente tenían las miradas de todos sobre ellas, pues conocían a la princesa y se les hizo algo extraño, que estuviera demasiado atenta a Cenicienta, pero por respeto miraban para otro lado.
Aunque esas miradas poco le importaban a las chicas, Anastasia estaba feliz por Cenicienta, ya que ahora estaba viviendo la vida que Lady Tremaine le había arrebatado, ahora sólo deseaba pronto salir también de las cadenas de su madre, al menos gracias a Ariel, tenía esos días de paz y para ella ya era más que suficiente, después de comer y comprar algunas cosas más, ahora si subieron al carruaje para regresar.
Curiosamente Arthur se encontraba en ese pueblo, pero el estaba en el castillo, el cual era más pequeño que el de Athena, pero casi igual de importante y poderoso, aunque no se podía igualar, ahí Arthur conversaba con el príncipe Erick, estaba tratando de convencerlo de ir a pedir la mano de Ariel, alegando que la Unión de ambos pueblos sería beneficiosa para el, Erick quien ya conocía a Ariel de algunas fiestas, si estaba interesado en ella y el hacerla su esposa era algo que si le gustaría, así que aceptó, le dijo que en unos días estaría por allá, pues debía prepararse para dicho encuentro.
Esos días le servirían a Arthur para poder deshacerse de Cenicienta, sin ella de por medio Erick tendría oportunidad de conquistar a Ariel, así el podría al menos seguir teniendo la vida que merecía, porque de casarse Ariel con alguien a quien amase de verdad, sería su perdición y eso no podía pasar por ningún motivo, así que Cenicienta debía desaparecer lo antes posible.
Continuará....
________________________________
Si les gusto déjenme sus votos y comentarios, que tengan una buena mañana/tarde/noche depende de donde me lean, nos vemos en el próximo, bye.
FRANCHIZRDZ 😘😘
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro