Hola! Mis queridos caballeros negros aquí está un capítulo más de esta historia, estaba algo ausente porque no tenía Internet, pero eso ya se solucionó, así que lean, voten y comenten este capítulo, porque va quedando menos para el final.

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Athena aplaudía y lloraba al ver la escena frente a sus ojos, su hija, su pequeña Ariel se había casado con la mujer que amaba, algo que siempre soño ver y ahora era una realidad, ahora podría estar tranquila. Después de los aplausos, Athena y Diana fueron las primeras que se acercaron a felicitarlas, para luego hacerlo Anastasia y Elena, además de las otras reinas y Reyes, pues los demás Duques no podían hacerlo hasta estar en el gran salón.

Y así lo hicieron, todos fueron al gran salon en donde todos felicitaron a las chicas, incluso Griselda y Lady Tremaine, aunque para ella obviamente era una humillación más, la comida fue servida y todos disfrutaban del gran banquete en honor a las princesas, todos hablaban y reían entre ellos, el que hubiera algunas personas del pueblo no evitó la buena convivencia entre todos, la única que no la estaba pasando nada bien era Lady Tremaine, pues escucho algunas conversaciones de como Cenicienta, paso de ser su sirvienta a princesa y futura reina.

Quería irse, pero eso daría paso a que hablaran más de ella y era algo que no quería, así que solo trato de disimular su descontento, luego de la comida las princesas bailaron su primer baile como esposas, dando inicio al baile, Cenicienta y Ariel bailaban sin dejarse de mirar, pues era algo mágico entre ellas y nadie iba arruinar ese momento, unos minutos después Ariel saco a bailar a Athena y Cenicienta a Diana, algo que sorprendió a todos, luego sacaron a Anastasia y Elena, nuevamente sorprendiendo a todos, pero una a una fueron uniéndose las demás parejas, entre ellas Mulán y Mérida, Elsa e Isabella.

Griselda fue sacada a bailar un par de veces por un chico y otra por la hija de un duque, Lady Tremaine no estuvo muy de acuerdo con esto último, pero ante la mirada de Cenicienta no pudo hacer nada, incluso con ayuda de Anastasia, mantuvo a Griselda lejos de Lady Tremaine, a quien por lo visto solo podía mirar, pues nadie tuvo o tenía la intención de sacarla a bailar, paso casi una hora cuando Cenicienta y Ariel en compañía de Elsa e Isabella se acercaron a Lady Tremaine, con ellas iba Griselda algo nerviosa por la cercanía de estas dos últimas.

ARIEL- Lady Tremaine, debemos hablar con usted de algo muy importante.

LADY TREMAINE- por supuesto, díganme.

ELSA- debido que ya tengo el permiso de las princesas y futuras reinas de Atlantis, solo voy a informarle que me llevaré a su hija Griselda.

LADY TREMAINE- ¿¡QUE!?

ELSA- ¿acaso me está gritando y cuestionando? Usted, ¿a mi?

LADY TREMAINE- amm, por supuesto que no, Magestad, es solo que no entiendo para que se quiere llevar a mi hija.

ISABELLA- para trabajar, ¿en que? Ese no es asunto suyo, solo no la llevaremos.

LADY TREMAINE- pero.. Es que...

CENICIENTA- ¿que pasa? Tiene usted algo en contra para que no se lleven a Griselda, porque vamos, yo les dije que ayudaría a Griselda y eso estoy haciendo, en Anderelle ella tendrá una mejor vida que aquí al lado de usted, es más, Griselda ya es mayor de edad, ella puede decidir por sí sola, Griselda, ¿quieres ir a Anderelle? Pero di la verdad, que tu madre no influya en tus decisiones ya que ahora estas bajo la protección de las reinas de Atlantis, claro está, si aceptas irte.

GRISELDA- amm, yo. - Lady Tremaine la miraba con intensidad para tratar de influir en su decisión- yo aceptó, aceptó irme y agradezco la oportunidad.

ELSA- perfecto, ve por tus cosas ahora y te quedaras aquí, pues mañana partiremos a mi reino.

ARIEL- ven Griselda, haré que un par de guardias te escolten para que no tengas problemas. - esto último lo dijo mirando a Lady Tremaine-. Ahora regresó. - le dio un beso a Cenicienta y se alejó con Griselda-.

ISABELLA- dicho todo, seguimos disfrutando de la fiesta, por cierto, ni se le ocurra pedir o ir a Anderelle, porque no será bien recibida, señora. - ella junto a Elsa se fueron dejando a Cenicienta solas-.

LADY TREMAINE- veo que te estas vengando por todo lo que te hice.

CENICIENTA- obviamente, que pensabas, que teniendo la oportunidad de vengarme la iba a desaprovechar, por supuesto que no, y preparate, porque esto sólo es el comienzo y más te vale no desquitarte con Anastasia, porque si se te ocurre hacerle algo, tu próxima casa será un calabozo o, el cementerio.

Tras esa sutil amenaza, Cenicienta le sonrió y se fue con Athena y Diana, Lady Tremaine apretó los puños y tenía la intención de salir e ir tras Griselda, pero un Guardia le dijo que tenía prohibido salir hasta que su hija no regresará con sus cosas, esto la hizo enojar aún más si es que era posible, ¿pero que podía hacer? Nada, así que solo se quedó en una esquina a esperar y ver cómo Cenicienta, se lucia ante todos.

Después de mandar a Griselda con un par de guardias, Ariel espero paciente a que Cenicienta hablará con Lady Tremaine, al ver que se alejaba y se acercaba a Athena y Diana, se acercó a ellas y abrazo a Cenicienta de la cintura y beso su mejilla, ambas sonrieron y siguieron disfrutando de su fiesta, pues lo que debían arreglar ya estaba, además secretamente estaban deseando que llegará el fin de la fiesta para poder estar a solas.

Anastasia ya sabia lo que pasaría con Griselda y estaba de acuerdo, además se sentía segura, pues Cenicienta le aseguró que no dejaría que Lady Tremaine le hiciera algo, así que olvidándose de su madre, también estaba disfrutando de la fiesta en compañia de Elena, quien no se separaba de ella para nada, algo que la tenía feliz y es que entre más tiempo pasaba con ella, más comenzaba a quererla.

Finalmente después de horas de baile, comida y diversión, la celebración había llegado a su fin, uno a uno todos los invitados se fueron del Castillo, Elsa, Isabella, Mulán y Mérida al igual que Anastasia y Griselda se quedarían a dormir en el castillo, Cenicienta y Ariel fueron a una sesión apartada del mismo castillo, en donde tendrían la suficiente tranquilidad y privacidad, para disfrutar de esa noche sin preocupaciones.

A pesar de la felicidad y emoción que las embargaba, también estaban presentes los nervios al ser su primera noche juntas, antes de entrar a la habitación, Ariel cargo a Cenicienta y entró con ella en brazos, haciendo que riera por la ocurrencia de su ahora esposa, una vez dentro, Ariel la bajo para dejarla frente ella, sonrisas y miradas cargadas de amor, era lo que adornaban sus rostros, dando el primer paso de lo que pasaría esa noche, Ariel sujeto a Cenicienta por la cintura y acerco sus labios hasta tocar los suyos, un pequeño suspiro y ambas se dejarían llevar por lo que pasaría esa noche.

Continuará.....

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Si les gusto déjenme sus votos y comentarios, que tengan una buena mañana/tarde/noche depende de donde me lean, nos vemos en el próximo, bye.

FRANCHIZRDZ 😘😘