Está bien. Lo siento. Todo en el trabajo se ha derrumbado. Pensé que podría pasar.

El personal se enviaba correos electrónicos a otros sobre mí a mis espaldas, diciendo que estaba del lado del propietario, y también le enviaba correos electrónicos al propietario contándoles mentiras sobre mí. El propietario revisó sus correos electrónicos, los encontró todos y me los envió.

Inmediatamente los dos miembros del personal renunciaron, pero amenazaron con tomar medidas legales porque revisábamos sus CORREOS ELECTRÓNICOS DE TRABAJO y descubrieron que habían llegado al punto de buscar las cuentas de la empresa con el gobierno y tratar de encontrarnos haciendo cosas malas para amenazarnos.

Es malo, es desordenado y esto es todo lo que pude lograr como resultado.

Lo siento a todos. Intentaré mejorar mañana y en los próximos días.

Arte de portada: Kirire

Capítulo 102

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Blake había llegado a ese punto de agotamiento en el que el cuerpo decidió que debía estar en una situación de vida o muerte y soltó un poco de adrenalina, despertándola de nuevo, pero podía sentir la segunda oleada de fatiga arrastrándose por el borde de su mente. El colapso se acercaba, su cuerpo le decía que realmente debería sentarse.

Pero si se sentaba, se desplomaría hacia adelante y se quedaría dormida en la mesa, y eso no era una buena idea cuando estaban frente al Consejo de Vale, convocados a una reunión de emergencia justo cuando ella pensó que podría tener la oportunidad de meterse en la cama y desmayarse.

El Consejo se sentó en una mesa redonda de madera, con el propósito simbólico de recordar a cada miembro que nadie estaba por encima de los demás y que todos eran parte de un círculo cerrado. No lo sintió cuando Jaune se sentó marginado con ella detrás de él, con los codos sobre la mesa y los dedos enguantados entrelazados mientras los diversos miembros del Consejo lo sermoneaban sobre sus responsabilidades, exigiéndole respuestas que simplemente no habían tenido tiempo de reunir.

—Miembros del Consejo, por favor... —Blake no sabía cómo Jaune lograba sonar despierto y tranquilo, pero a ella le habría gustado algo de lo que él estaba comiendo—. Entiendo que hay pánico, pero debemos mantener la calma ante esta crisis.

—¿Calma? ¿Calma? ¡Han ocurrido seis incidentes solo en este día! Los llaman brotes, y el hecho de que le hayan sucedido a diferentes personas ha hecho que nuestras excusas sobre el uso de apariencias se vayan por la ventana.

—ARC Corp está al tanto de los incidentes.

Habían llegado el mismo día que ella y Jaune comenzaron su investigación. No en ella ni en Sun, afortunadamente, sino en varias personas de Vale que, por el momento, no parecían tener mucho en común. Blake estaba seguro de que encontrarían algún vínculo entre ellos, aunque fuera solo porque compraban en el mismo supermercado, pero ese tipo de cosas iban a llevar tiempo. Habían pasado unas treinta y seis horas desde el primer brote, lo que, con su día anterior, significaba que había estado despierta durante unas cincuenta horas.

Poco más de dos días de correr de un caso a otro, entrando en casas que se habían convertido en jardines interiores donde los árboles habían brotado de una persona desplomada en un sofá, o en un caso en una bañera, las raíces perforando la bañera y las baldosas de abajo y llegando al techo del apartamento de otra persona. Naturalmente, los habían evacuado, pero esto se estaba volviendo ridículo. Había llevado tiempo mover el que estaba en la calle y quemarlo, y ahora tenían que averiguar de alguna manera cómo excavar un árbol del piso veintiuno de un bloque de apartamentos.

Una pesadilla en lo que a ella respectaba.

—Hagamos lo que hagamos, habrá pánico —dijo el alcalde—. Lo que necesitamos es una forma de evitar un confinamiento.

Jaune hizo una mueca.

—Un confinamiento general nos ayudaría a aislarnos...

—¡NO! —el alcalde golpeó la mesa con el puño—. ¡Es el Festival Vytal! ¿Tienes idea de cuánto daño se causará si cerramos la economía ahora?

—Menos de lo que se produciría si se produjera un brote en Amity con toda esa gente alrededor —respondió Jaune.

—Eso no sucederá porque usted está en el caso —finalizó el alcalde, haciendo que Jaune hiciera una mueca y Blake tomara aire—. Emitiremos una advertencia para que la gente no viaje y consideremos esto como una nueva enfermedad infecciosa. Confiaremos en el buen sentido común para evitar que la gente se mezcle y la transmita.

¿Sentido común...? Blake sintió ganas de gritar.

—Eso no logrará nada —afirmó Jaune.

—Esto demostrará a la gente que estamos actuando y que tenemos fe en ellos. A veces es más importante reforzar su espíritu que imponer medidas draconianas.

—A veces no es este el momento —susurró Blake, pero ella no le hizo caso. Los demás políticos ya asentían, convencidos no por la lógica, sino por la decisión más fácil de echarle la culpa a ARC Corp y culparlos si todo salía mal. Probablemente sabían que Jaune era la oveja negra de la familia y que él sería el que pagaría la culpa—. ¿Todos a favor?

Jaune y Blake permanecieron en silencio mientras los políticos aprobaban. Para ser justos, Ozpin también permaneció en silencio, frunciendo el ceño estoicamente pero sin ofrecer mucho apoyo. Tal vez sintió que no había nada significativo que pudiera agregar, o tal vez era simplemente un idiota. Blake estaba demasiado cansado para investigar más a fondo y averiguarlo.

Si su libro quería poseerla ahora mismo, era gratis hacerlo.

¿No?

«Jódete, libro, y la anomalía que llevas dentro.»

El tomo que llevaba en la cadera parecía calentarse y enfriarse al ritmo de la música, casi como si se estuviera riendo de ella. Ni siquiera un maldito monstruo quería soportar esa porquería, o tal vez sabía que poseerla en ese momento lo llevaría a usar el tiempo que le correspondía para estar profundamente dormido.

Jaune suspiró, se apoyó en la mesa y se puso de pie.

—Gracias por su tiempo, Consejo. Nos ocuparemos del asunto y haremos todo lo posible por resolverlo.

—¿Esto se convertirá en una anomalía de la Clase Realidad? —preguntó Ozpin, sus primeras palabras desde el comienzo.

—No de manera explícita. Si bien no se puede volver a meter esto en la valija y fingir que no sucedió, es probable que se clasifique como una enfermedad infecciosa, como sugirieron los concejales. Ese será el caso, ya sea que lo detengamos o no.

Las consecuencias se conocerían, entonces, pero no la anomalía en sí. Era casi como Polvo en el sentido de que era el subproducto de una anomalía que aún permanecía desconocida para el mundo. Las únicas anomalías que eran verdaderamente conocidas y aceptadas sin ninguna ofuscación para fingir lo contrario eran el aura y los Grimm. Y tal vez los sueños, supuso. Todavía le sorprendía cómo la gente simplemente aceptaba el concepto de desmayarse, tener alucinaciones vívidas y luego amnesia repentina, como algo normal.

—¿Eso es todo? —preguntó el alcalde. Miró a su alrededor en busca de interrupciones, tomó a Jaune y sus muecas como una muestra de apoyo y golpeó con la mano—. El asunto está solucionado. Esperamos una acción rápida de ARC Corp.

—Por supuesto —dijo Jaune—. Nos pondremos manos a la obra de inmediato...

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Próximo capítulo: 27 de mayo

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Publicado en Wattpad: 28/01/2025