8⚜️| Aegon
Aelys bajo con ayuda de Aegon de Sunfyre, estaban en Rocadragón y estaban completamente solos.
Aegon de vez en cuando iba tocando las manos de Aelys e incluso besando sus hombros, Aelys solo reía y se dejaba besar por el menor.
—Vamos -Aegon la tomo de la mano y corrió con ella por los desolados pasillos del lugar.
Al ingresar a la habitación principal, Aegon se abalanzó sobre ella, pudo sentir la desesperación del menor al tocarla.
—Que desesperado pequeño - Aegon sonrió y deshizo el nudo del vestido de Aelys.
—No es mi culpa que estés así de hermosa - ella sonrió y lo atrajo hacia ella.
—Espero no te arrepientas de esto Aegon.
—Oh querida, eso jamás - Aelys lo tomó del rostro y lo beso.
Para Aelys la misión estaba cumplida, ya tenía a Aegon, a Aemond y Jacaerys, los tres estaban en sus manos y los manejaria a su antojo, no dejaría nada para las demás mujeres.
Aegon estaba sobre ella y besaba su cuerpo y mordía su cuello con desesperación, pudo sentirlo tan descontrolado que al entrar la noche ambos seguían uniendo sus cuerpos en un solo baile.
Rhaenyra, Larissa y Jacaerys estaban frente a ella, los tres aprenderian sobre el manejo de un reino, un territorio y a gobernar, lo último era más para Rhaenyra que para Jacaerys y Larissa solo era una hora de clase y luego a dar un paseo con Lucerys.
—Seguro fue difícil para ti aprender todo sola.
—No aprendí leyendo, aprendí tropezando y sufriendo por ello - Aelys tomó asiento, recordaba como su suegra le hizo la vida imposible y fue cruel con ella, los golpes, humillaciones y maltratos, definitivamente aprender hacia sido difícil.
—Pero haz criado a un buen sultán, te tiene en alta estima.
—Soy su valide, su madre -sonrió —Yo lo tome cuando todos lo empujaban, le di el conocimiento y el amor que necesitaba, lo demás solo surgió, si un príncipe no tiene una madre fuerte, solo la muerte podrá tomarlo, a ti tal vez te falto eso, Viserys no sabe ni guiarse él, pero yo estoy aquí.
—Confío en ti tía. - Aleys sonrió.
Aveces no era buena confiar tanto en alguien, y menos si esa personaba tomaba a su hijo como amante.
—Ahora Jacaerys aprende este libro para la siguiente sesión, no quiero algo de memoria, quiero que saques tu propio análisis - Aelys se puso de pié. —Larissa puedes ir con Lucerys, recuerda lo que te he dicho.
La joven se reverenció y salió, Aelys observo a Jacaerys y le sonrió, Rhaenyra no se daba cuenta de las miradas que ambos se daban.
—Debo irme, quede de comer con Daemon - Rhaenyra se puso de pié y salió, Jacaerys se acerco a Aelys y la beso.
—Ya no aguantaba.
—Que travieso eres, alguien podría verte.
—No me importa -ella sonrió y lo acercó —Deberíamos de cenar juntos esta noche.
—No lo se, quede de cenar con Aemond.
—¿Aemond? - el menor frunció el seño.
—Te dije que no eras el único en mi cama -lo acercó más y lo tomo del rostro —Aegon también ha tomado mi cuerpo, los tres son míos.
—Comprendo - cerro sus ojos al sentir el tacto de la mayor en su cuerpo —Solo no me dejes de lado.
—No querido, nunca te dejaría de lado, los tres son míos y de nadie más. - Jacaerys sonrió.
Aemond le esperaba en su habitación al caer la noche, ambos comieron entre miradas traviesas y luego la cama fue escenario de aquella pasión que ambos desbordaban.
Aelys sabía que se estaba metiendo en terreno peligroso, pero ella haría algo que su madre no logró, tener a tres hombres para ella sola y ser recordada como una gobernante.
—Escuche todo de Aegon, pobre idiota - Aelys soltó a reír. —Yo fui el primero.
—No lo fuiste, pero si fuiste primero que el.
—Sigo sin estar de acuerdo con el bastardo.
—Ese bastardo tiene buena gracia en sus piernas - él le miró mal —Aparte, yo también soy bastarda, así que cuida esa lengua amor mío.
—Lo se, esta lengua sirve para algo más que hablar - ella sonrió y abrió sus piernas.
—Úsala bien entonces - Aemond sonrió y se acerco a ella.
Alicent notaba el entusiasmo que Rhaenyra y Jacaerys tenían sobre Aelys, les vigilaba y rumoreaba sobre ellos.
Aelys los estaba haciendo gobernantes y eso no le gustaba a ella.
—Debemos hacer algo padre, si ella sigue ayudandoles buscarán aliados fuertes.
—Su majestad considera mucho a la hija de la ramera, he intentado persuadirlo pero esta feliz con ella aquí.
—Es viuda, puede casarse nuevamente.
—¿Y a quien tienes en mente? - Alicent le miró fijamente.
—No.
—Eres el único a quien puede confiarle ese honor Viserys.
—Mira los antecedentes de su madre, que deshonra.
—Es la valide de Darqeen, tiene muchos poder, ejército y apoyo, ¿no es eso lo que merece Aegon?
—Bien, voy a considerarlo - Alicent sonrió
—Si la haces tú esposa te dedicaras a decirle que debe de darte hijos y así dejará a Rhaenyra de lado.
—No te fíes mucho, logró hacer que un príncipe sin futuro fuera sultán, es peligrosa.
—Mejor aun, por ello debe de estar de nuestro lado, a nuestro lado dando hijos y recibiendo consejos para Aegon.
—Bien, me sacrificare.
—Así es la vida ¿no? Sacrificios por poder - Otto suspiro al escuchar aquello, estaba siendo recriminado.
Viserys miró a Otto de reojo, quiso reír al escuchar aquello pero se contuvo, si le decía aquello a Aelys posiblemente iría por su ejército para acabar con todos.
—Hablare con Aelys.
—Mis sentimientos por la sultana son reales... - Viserys aparto la vista, no podía reír en aquel momento.
Otto le había dicho sobre enviarla a Darqeen como esposa y ahora venía a decirle que le gustaba.
—Bien Otto, le diré, puedes estar tranquilo - Otto asintió y salió, Viserys no se contuvo más y soltó a reír. —Primero muere antes de que acepte ese matrimonio, Aelys ya no es aquella niña que temerosa se fue a otro imperio a casarse.
3/3 Aelys logró tomar a los 3 objetivos.
Alicent ha planeado ¿le saldrá el juego?
Tengo un canal de difusión en WhatsApp en donde subo los días de actualizaciones y edits, pidan el link por comentarios.
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