⚜️2|Sobrinos
Aelys observo su nueva habitación y soltó un suspiro, el color verde abundaba en cada rincón, aquello le dio un mareo.
—Bien, Ayla, busca un pasadizo y ve a los aposentos del rey, trata de darle un buen tratamiento y alarga su vida, debemos de descubrir si su salud se empeoró rápido por causas naturales o por la mano de un humano ambicioso, quiero que al menos viva un año o dos, con eso es suficiente para tramar.
—Bien sultana -la mujer se acomodo la capucha y se dirigió al pasadizo que había en su habitación, su criada personal lo había descubierto horas antes.
—Gül hatun, quiero escucharte, dime lo que descubriste -tomó asiento frente a la ventana, se había asegurado de que nadie la espiara.
—Bueno madre - la mujer se arrodillo enfrente de ella y tomo su mano —El joven Aegon visita los burdeles cada noche, las criadas en la fortaleza le temen, ha violado al menos a diez de ellas, el príncipe Aemond se la pasa entrenando y encerrado en sus aposentos leyendo, la pequeña Helaena cuida de sus hijos y se la pasa bordando o cuidando de sus insectos, Daeron apenas y existe.
—Podríamos divorciar a Helaena de Aegon, después de todo no se quieren y esos niños no son relevantes.
—Esta embarazada - le contó, aquella le intereso —Su vientre no es tan visible, es de echo sorprendente ya que posee más de cuatro meses, cinco para ser exacta.
—Verifica su salud, dime más.
—Esto le gustará -se acercó más ella –La reina se ve por las noches con su guardia juramentado - aquello la hizo reír fuerte —por lo menos ha abortado unas dos veces.
—Santa Alicent es hipócrita -solto otra risa —Mejoremos la salud del rey y hagamos que Alicent tenga un bastardo, sigue buscando chismes, quédate cerca de los burdeles.
—Su majestad - su doncella Aylin se acercó —El rey la invita a una cena esta noche.
—Bien, asistiré -la mujer la miro —¿algo más?
—Los príncipes están aquí. - ella se alejo de Gül y se acomodo con la espalda erguida, de la puerta ingresó Aemond y Aegon, sinceramente ella esperaba a los hijos de Rhaenyra pero sus sobrinos la sorprendieron.
La mirada intensa con el único ojo de Aemond la sintió hasta el fondo de su alma, Aegon miraba descaradamente su cuerpo, quiso reír pero aquello le dio una idea.
—Queridos sobrinos ¿que los trae por aquí?
—La reina la invita a un almuerzo. -Aemond habló "la reina" y no su madre, interesante pensó.
—Tendré que rechazarla amablemente, quiero descansar del viaje, en otra ocasión será ¿Algo más?
—Si, nos pidió que le diéramos un paseo, bueno, solo yo - Aegon compuso su mala postura, ella le miro y sonrió.
—Bueno, ven dentro de dos horas, ahora si me permiten me daré un baño. - ambos asintieron y salieron —Gül, busca los gustos de mis sobrinos.
—Me adelante madre -la mujer se arrodillo nuevamente —Al príncipe Aemond le gusta ver a una prostituta de la calle de la seda de edad mayor, es incluso más grande que la reina - Ella asintió. —Y a Aegon no le importa, cualquiera mientras tenga una vagina sirve.
—Sublime - soltó una pequeña risa. —Aylin prepara mi mejor vestido, que sea escotado de los pechos, agrega aroma al agua y trae a las demás. -la joven salió.
No tenía un plan, tampoco había hablado con Rhaenys, o Rhaenyra, pero le gustaba la idea de defender el título de su sobrina, una mujer gobernando debía de ocurrir ahora o nunca, cuando ella tomó la regencia de su hijo todos se quejaron, la llamaban puta y una asesina, pero su hijo creció para bien y ahora era el mejor sultán.
—¿Qué hará mi señora? - Aylin tallo sus brazos.
—Alicent ha jugado sucio por años, ha maltratado a la heredera de todas las maneras posibles, ella dice amar a sus hijos o eso quiero creer, los traeré a mi lado a mi lecho y la haré rabiar hasta el punto en que querrá hacer algo y caerá en su propia trampa.
—¿De verdad los va a seducir?
—Mi cuerpo pide un hombre joven -cerró sus ojos y sintió el agua relajarla —Diversión y sabes bien que llevo años en abstinencia, puedo usarlo a mi favor, si los hago dependiente de mi ellos no quieran alejarse de mi lado, un par de bebés con cabellos blancos podrían hacer que a Alicent le de un derrame.
—Usted es sabía, seria bueno que también hable con su sobrina - ella asintió —Ha pedido verla.
—Dile que venga - se puso de pié con ayuda de otra criada, se coloco la bata y se encaminó hacia su cama.
Rhaenyra ingresó minutos después pero no iba sola, Jacaerys estaba justo a ella, quiso abofetearse al ver que ella solamente llevaba una bata casi transparente y el agua chorreando en su cuerpo la hacía más traslúcida.
La mirada del menor fue descarada, miraba su cuerpo sin pudor alguno y eso la hizo sonreír, le gustó.
—Sobrina, sobrino -sonrió y aparto sus manos de sus pecho, aquello hizo tragar en seco al menor.
—Me pediste hablar y Jacaerys es mi sucesor, el debe de estar pendiente.
—Es bueno, ambos deben de empezar a entrenar, el trono no es un juego de niños Rhaenyra, es un juego sangriento en donde el más débil debe de morir y el más fuerte debe de matar para sobrevivir.
—Es cruel - Rhaenyra era una joven inocente que no sabía nada del mundo.
—Ser cruel te pone en el trono, lo que hagas despues borra la crueldad que utilizaste al tomarlo, te apoyare con tu ascenso, pero si no demuestras que eres digna tendré que abandonarte.
—Haré lo que sea por el trono - Aelys sonrió y miro a Jacaerys.
—Jacaerys será mi pupilo, he entrenado a mi hijo adoptivo y ahora es el mejor sultán, la época de oro llegó a Darqeen, puedo hacer de él un buen rey.
—Bien, debes tener un dragón tía, déjame llevarte hasta Rocadragon.
—Todo a su tiempo, necesitamos dragones de nuestro lado, pero tiempo al tiempo, por ahora Rhaenyra regresa al consejo, trae toda tu vida a este lugar, primero el consejo y luego alianzas beneficiosas.
—Bien tía, te dejaremos arreglarte - Aelys asintió y le guiño el ojo a Jacaerys.
—Que divertido - se despojo de la bata, sus criadas llegaron para secarla y arreglarla.
Aegon apareció puntual, quiso reír al verlo llegar, se había arreglado lo más que podía y olía muy bien, ella se acomodo el velo y se lo quito de sus pechos, y tomo el brazo de Aegon sorprendiendolo.
—Querida tía ¿A donde deseas ir primero?
—No se, ¿a un lugar oscuro? - le sonrió, Aegon asintió y comenzó a caminar —Este lugar es horrible.
—Pienso lo mismo, huele mierda - Aelys soltó a reír —Pero tiene buenas vistas. -dirigió su mirada a su escote —Las tiene.
—Es exactamente lo que pienso, hay hombres guapos - Aegon alzó una ceja —Tú por ejemplo.
—Si que sabes coquetear.
—¿Lo hago? - Aegon soltó a reír y la llevo al lugar más alejado de la gente, Aelys se acerco a la ventana y observo todo —Buena vista.
—Lo es - se posicionó detrás de ella y admiro su cuerpo, Aelys sonrió para ella misma y se giro quedando enfrente de Aegon.
—Sobrino - acaricio su mejilla, supo que su toque le erizo la piel al ver su sonrojo en sus mejillas —Eres guapo.
—Y tu una belleza - Aelys se acercó y dejó un beso en la comisura de sus labios.
—Sigamos nuestro paseo sobrino - Aegon salió de su trance y la tomó de la mano, Aelys le acarcio la palma con delicadeza, pudo sentir a Aegon tensarse.
Su estadía le sería divertida y placentera.
A Aelys no se le escapa ninguno jajaja.
¿Quien será el primero en caer en su cama?
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