
De verdad te amo
Es normal para Saitama estar aburrido, no tiene muchas cosas que hacer, salvo ir de compras o cumplir su trabajo como héroe.
Pero en este día en especial, Saitama no tenía ganas de hacer nada de eso.
Estaba cansado de su misma rutina, todos los dias, con lo mismo, una y otra vez.
Un golpe y adiós, de compras y regreso, ¿tan rápido se termina todo?.
Saitama no tenía otros planes en mente.
Pero quería dejar de hacer lo mismo, al menos por un día.
Si su discípulo Genos estuviera aquí, tal vez lo ayudaría con su problema...
Que mal día escogió el cyborg para ir a implantarse unas mejoras en su sistema de combate.
Es una gran casualidad que siempre que Saitama necesita a Genos, este no está disponible...
Como sea, mientras Saitama pensaba en algo para hacer.
Su mascota/sirviente le estaba preparando su almuerzo.
Saitama le había repetido muchas veces a su mascota que tenga cuidado con no arruinar la comida.
Black Sperm juro con su vida que nada malo pasaría con el alimento de Saitama.
En los pensamientos del pequeñín, pasaban un sin fin de posibles escenarios de lo que Saitama le podría hacer.
Uno de ellos sería que, el hombre muerto de hambre, optaría por comérselo a el, cosa que Black Sperm obviamente no quería.
Y no era raro pensar que Saitama podría hacer eso.
Black Sperm ya lo había visto comiendo restos de mounstros antes...
Cada vez que lo veía, sentía un cosquilleo recorrer su espalda, seguido de un escalofrio que helaba todo su cuerpo.
Dejo de recordar esas cosas por su propio bien, y siguió concentrándose únicamente en cocinar perfectamente.
Volviendo con el calvo con capa, su mente ahora estaba en blanco.
Intentando divagar en lo que podría hacer, simplemente se desconecto del mundo, dejo de prestarle atención a las cosas que ocurrían a su alrededor, a su entorno, a todo, y solo apago su mente.
Cualquiera que lo viera así, podría pensar que ese hombre está mal de la cabeza, que es un cascarón vacío sin ideas ni metas en la vida.
No estaban muy alejados de la realidad.
Desde hace un tiempo que Saitama había perdido lo único bueno que le quedaba.
Sus ganas de ser un héroe.
Los mounstros cada vez eran menos que un simple problema, eran como polvo, al mínimo soplido se desvanecen, como si no fueran nada, como si lo que el hiciera no valiera nada.
Nadie lo reconoce, ni lo valora, ni lo quiere, no es como si el quisiera tener fama y adoración, pero mínimo que dejen de molestarlo todos los días diciéndole fraude tanto por escrito como en persona.
El respeto para Saitama nunca existió, y en estos dias más que nunca había desapareció la más mínima posibilidad de que Saitama lo obtenga.
Todos estos motivos se quedaban cortos con lo que Saitama sentía en su interior.
Aun no sabía explicarlo con palabras, pero se sentía realmente mal.
Juraría que si pudiera llorar, lo haría todos los días, cada noche, antes de cerrar sus ojos para dormir.
Sentía una sensación horrible en el pecho, como si le faltara algo, ¿un vacío quizás?, ¿la sensación de insatisfacción?, ¿que era?.
Podría ser todo eso.
Pero de todas formas no importa.
Realmente no importa.
Porque Saitama no puede hacer nada para mejorar, para cambiar su vida.
El no es suficiente, no se siente suficiente, aunque sea el hombre más fuerte del universo, no se siente merecedor de tal poder.
El piensa con frecuencia: "¿Para que obtuve este poder?, solo pienso en lo aburrida que es mi vida, en lugar de ayudar a los demás sin quejas, sin esperar nada a cambio", Saitama pensaba que su ideal de heroísmo se había ido, y que ahora solo seguía siendo un "héroe" porque literalmente, no tenia nada más que hacer.
Este día, como muchos otros que había tenido antes, eran la prueba de que su vida era un constante tormento.
Mientras más divagaba... más pensaba... y más sufria...
Poco a poco, sus ojos se comenzaron a cerrar.
Tal vez todo mejore si duerme un poco...
Tal vez en sus sueños tenga todo lo que quiere...
Tal vez lo valoren más, y se sienta suficiente.
Tal vez...
Cuando Saitama estaba a punto segundos de dormirse, el repentino sonido del timbre de la puerta lo despertó bruscamente.
"Jefe están llamando a la puerta, si quiere puedo ir a ver quien es"
"No Sperm... tranquilo, iré yo, tu sigue cocinando" Dijo Saitama mientras limpiaba sus ojos levemente llorosos, siendo a lo mejor, simples lagañas.
Se levantó de su sofá, se puso sus pantuflas (cortesía de Genos) y fue a ver quien llamaba a su puerta.
Realmente no le importo ver quien era antes de abrir, sea quien sea, sabía que no sería un problema para el.
Pero sus ojos se abrieron levemente cuando vio a Fubuki, con el mismo estilo de siempre, el mismo maquillaje, el mismo vestido, la misma cara, la misma sonrisa que por alguna razón le encantaba.
"Eres tu... Fubuki, ¿que haces aquí?"
"¿De verdad lo olvidaste?, no me sorprende, estas siendo muy despistado últimamente"
Fubuki entro al departamento, no sin antes quitarse sus tacones, dejarlos a un lado de la entrada, ñara después ponerse unas pantuflas para invitados.
Saitama estaba tan fuera de si, que ni siquiera le importo el hecho de que Fubuki entro como si nada a su hogar.
Solo cerro la puerta, y volvió a su sofá.
Con la diferencia de que Fubuki lo acompañaba, sentada al lado suyo.
"¿No me vas a dar algo de tomar?" Pregunto Fubuki mientras intentaba acercarse más a Saitama.
"La cocina esta ocupada justo ahora, Sperm esta cocinando"
"Oh, ¿entonces me puedo quedar a comer?"
"Si... esta bien"
"Gracias..."
Fubuki es una chica expresiva, juguetona y atrevida, pero solo con Saitama.
Aunque en esta ocasión, Fubuki lo vio tan decaido y sin ganas de moverse o hacer algo.
Que fue suficiente para preocuparla hasta el punto que dejo su comportamiento molesto de lado.
"Aún no me has dicho para que has venido..." Dijo Saitama evitando mirar a Fubuki.
"Hace un tiempo hable contigo, me dijiste que podía venir a tu casa cuando quiera"
"¿En serio?, no lo recuerdo... seguramente estaba borracho"
"Idiota... estabas totalmente consciente en ese momento, de esto estoy segura"
Fubuki se estaba empezando a molestar por la forma en la que Saitama la trataba.
"Si... pero de todas formas no se que hacer contigo... no tengo planes..."
"¿Qué acaso tu vida se resume en comer y dormir?" Pregunto Fubuki esperando una buena respuesta.
"Últimamente si"
La psíquica quedó incrédula con lo que oía.
"¿Como puedes ser tan...?, olvídalo... no vine aqui para discutir"
"¿Para que viniste entonces?"
"Solo quería visitarte... no se... estoy aburrida en casa"
"¿Y tu hermana?" Pregunto Saitama, mientras leía un manga.
"Siempre está ocupada, no se que estará haciendo, pero no esta mucho en casa"
"Hace unos días hable con ella... me dijo que tenia pensado llevarte de viaje a un lugar especial... por eso me sorprendió verte hoy"
"De seguro se le olvido... no me sorprende, ella es realmente una mala hermana"
"Hmm... eso no se... deberías hablar con ella..." Siguió leyendo su manga.
"Pero no contesta mis llamadas... y cuando viene a casa, solo se encierra en su cuarto y duerme, al día siguiente simplemente ya no esta" Fubuki vio esta oportunidad como una forma de desahogarse.
Aunque Saitama no le prestaba mucha atención a lo que ella decía.
"¿Y Genos?, pensé que vivía contigo"
"Esta en el laboratorio del doctor Kuseno, me dijo que va a mejorar su sistema de ataque o algo asi, no se cuando volverá"
"¿Te sientes solo sin el...?"
Saitama se puso un poco incómodo por la pregunta, pero trato de disimularlo.
"¿A qué te refieres con eso?"
"No tienes porque fingir conmigo Saitama, se lo que te esta pasando"
Fubuki se acercó más a Saitama, llevando su mano hasta que este en contacto con la mano del calvito, encima de esta, Fubuki empezó a darle caricias suaves con la punta de sus dedos.
Saitama se puso nervioso.
"Creo que lo olvidaste, pero como soy una esper, puedo leer la mente, y cuando me abriste la puerta, de inmediato note todos esos pensamientos que tienes en tu mente, tu... de verdad te sientes mal, ¿no es así?"
"No se, tampoco me importa, si vas a seguir haciendo esto mejor vete... ¿por que haces esto?" Dijo Saitama mientras intentaba alejarse de Fubuki.
"Esto lo hago porque me preocupo por ti, quería venir a divertirme pero no puedo evitar ponerme así cuando te veo en ese estado tan deplorable" Fubuki coloco su otra mano en el brazo de Saitama, dándole toques suaves y cariñosos, sin otras intenciones, solo amor y cariño puro.
Saitama sintió esto, y se calmo un poco.
No dijo nada, solo dejó que Fubuki siga con lo suyo.
El contacto humano es realmente bueno... algo a lo que Saitama era ajeno.
No estaba acostumbrado, es todo.
Tenía miedo, como cualquier persona teme a lo nuevo, a lo que no conoce.
Pero por esta vez... le daría una oportunidad.
Tal vez por fin esto lo hago sentir... vivo.
Ninguno de los dos dijo palabra alguna por unos largos minutos.
Solo disfrutaban, la compañía del otro.
Relajándose...
En total calma.
El estrés de Saitama, empezó a disminuir.
Esto realmente estaba funcionando.
"Oye Fubuki" La chica mencionada voltio a verlo "Estoy seguro de que tienes cosas más importantes que hacer que estar aquí conmigo, ¿por que no vas con tu grupo?"
"Saitama, eso ya no me importa" Dijo Fubuki apretando más fuerte el brazo de Saitama.
"¿Qué?, ¿como así?, si tu nunca paras de hablar sobre tu grupo y lo orgullosa que estás de el"
"Es porque... disolvi el grupo, seguí el consejo que me diste sobre que debía concentrarme en hacerme fuerte yo misma en lugar de rodearme de gente más débil que yo"
Saitama mentiría si dijera que no se sorprendió al escuchar esto.
El, de verdad no esperaba que Fubuki siguiera su consejo.
Esto... de alguna forma, lo hacia sentir orgulloso.
Una emoción que Fubuki detecto, y sonrió para sus adentros.
"¿Qué harás ahora entonces?"
"Tenía pensado ascender a clase A, y también pedirte que me ayudes con mi entrenamiento"
"Oh... ¿que?, ¿que dijiste?"
"Quiero ser algo así como tu discípula, quiero que me ayudes a hacerme más fuerte Saitama"
"Pero ya tengo a Genos... n-no puedo..."
"No me meteré entre ustedes dos, solo me concentrare en ti... sensei~" Fubuki pensó que era un buen momento para usar sus trucos seductores.
A Saitama nunca le había gustado tanto que alguien le diga sensei.
"Esta bien... veré que puedo hacer, seré tu maestro" Dijo Saitama sin poder resistirse a los encantos de Fubuki.
"¡Gracias!" Fubuki se subió encima de Saitama para abrazarlo, pero Saitama pensó otra cosa e inmediatamente se puso nervioso.
Después de unos segundos, Fubuki se dio cuenta de lo que había hecho, y en la posición en la que ahora se encontraban.
Su cara se puso totalmente roja.
Saitama iba a decirle a Fubuki que se quite de encima.
Pero sin querer, la vio directo a los ojos.
Eran hermosos... esos ojos que siempre expresaban algo, no como los suyos, que siempre estaban vacíos y sin vida.
"Tus ojos son hermosos también... Saitama..."
Un escalofrio recorrió el cuerpo del calvito, al sentir que invadían su privacidad.
Sin embargo, no se alejo de Fubuki.
La psíquica siguio hablando
"Me encanta la forma en la que me miras... y dejas salir tus emociones conmigo, y solo conmigo..." Fubuki no podía disimular la sonrisa que tenia en el rostro.
"Fubuki..." Saitama admiraba la belleza de aquel chica, subida encima de el, ambos cuerpos estaban muy juntos, Saitama podía sentir muchas cosas de Fubuki.
"Saitama... yo... te amo" Dijo Fubuki pensando que lo último lo dijo en su mente, pero no fue así. Cuando se dio cuenta de lo que dijo, tapo su boca con sus manos, totalmente avergonzada.
Saitama se quedó en shock por lo que Fubuki le dijo.
Había recibido una confesion de amor.
No lo podía creer.
No sabía si esto era una broma, o si Fubuki hablaba en serio.
"Fubuki... ¿lo dices en serio?"
"Totalmente, de verdad te amo Saitama, amo tu fuerza, tu forma de ser tan fria pero tan cálida conmigo en los mejores momentos, ¿no recuerdas cuantas veces hemos estado los dos solos?, siempre me daba cuenta de lo nervioso que te ponias cuando estabas junto a mi. Al principio me parecía gracioso, pero después lo vi lindo... y ahora solo se que te amo"
Saitama no dijo nada, una acción vale más que mil palabras.
Y el solo quería hacer una cosa ahora...
Besarla.
No lo pensó más y lo hizo, junto sus labios con los de su invitada.
Mientras con sus brazos la abrazaba por la cintura.
Fubuki demoro unos segundos en reaccionar, pero finalmente correspondió el beso.
Era un beso torpe pero lindo, ninguno de los dos habían dado su primer beso, mucho menos sabían hacerlo.
Ambos en esa conexión, expresaban sus sentimientos a su manera.
El interior de Fubuki era muy cálido, Saitama podía sentir todo, su dulce aroma, su dulce sabor, su dulce tacto, todo era dulce y a el héroe le encantaba.
Fubuki había esperado mucho para esto.
No sabía como actuar, como reaccionar.
Solo dejó que su corazón tome control de ella, y simplemente se dejó llevar.
Fubuki abrazo a Saitama también, poniendo sus brazos alrededor del cuello del calvito, empujando su cabeza levemente para que el beso dure más.
De repente, ocurrió un milagro.
Saitama podía sentir su corazón latir más rápido y con fuerza, esta sensación... era la que había estado buscando.
Estar con Fubuki... realmente lo hacía feliz.
Ninguno de los dos quería que este momento termine...
"Jefe, ya esta la comid-" Dijo Black Sperm llegando a la sala, solo para recibir una mirada asesina de parte de los dos tortolos "Lo siento... volveré después, sigan en lo suyo"
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro