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04

Los amigos no se deberían dormir en la misma cama

 

La mujer se sorprendió al notar tanta gente en su casa, sin embargo la sonrisa en su rostro al ver a los invitados nunca desapareció.

—¡Hola mamá Park!—exclamó con emoción la pequeña, corriendo a abrazar a la mujer—, hace mucho tiempo que no la veía.

La mujer asintió con la cabeza, correspondiendo al cariñoso abrazo

—Yo también te extrañaba—acarició los cabellos lacios de la niña, y aún abrazándola, fulminó con la mirada a los dos chicos que se habían quedado como rocas en la puerta.

—¿Ma-mamá?—se rió, nervioso—, que milagro v-verte, creí que...

—¿Que tenía trabajo y volvería más tarde?—habló en un tono burlesco—. Bueno, ya ves que no.

Jimin rodó los ojos.

—Se-señora Park... Sentimos venir sin avisarle antes, no queremos ser una molestia—se apresuró a decir, mostrando respeto con repetidas reverencias. La pequeña a la vez, copió las acciones de su hermano.

La mujer negó con la cabeza, sonriéndole a los tres. Le gustaba mucho tenerlos en la casa, además Jimin por alguna razón no congeniaba tan bien con nadie más que YoonGi y su hermana, y ellos dos jamás habían sido un problema para la señora Park.

—¡No, no!. Ustedes son bienvenidos en casa cuando quieran, chicos—se acercó a ellos, tocando las mejillas de ambos—, me alegra que estén aquí.

YoonGi dió un par de pasos hacemos delate, quedando bajo el brazo izquierdo de la mujer. Ella lo apretó con cariño hacia su cuerpo, haciendo reír al chico; a su vez, Jimin que les observaba del otro lado también sonrió mirándolos.

—Gracias, mamá Park—murmuró la niña, sonriendo. Se alejó hasta Jimin sin razón, y desde allí volvió a hablar—. ¡Haremos una pijamada los tres!

—Oh, eso es bueno—asintió—. ¿Y qué piensan comer?.

—Sí, bueno... Solo tenemos refresco y golosinas—con pena, YoonGi la miró desde su costado.

La señora Park fulminó con la mirada a su hijo, ¿cómo podía invitar a sus amigos y no asegurarse de comprar algo para comer?. Jimin era muy mal anfitrión, y lo peor, es que no se trataba de la primera vez.

—¡Está bien, escuchen!—exclamó, soltando a YoonGi para que caminara hasta su amigo—. Ustedes vayan a la habitación con lo que ya tienen, diviertansé, y dentro de una hora llevaré pizza a la habitación.

Jimin le sonrió a su madre en agradecimiento, y se llevó a sus dos amigos a rastras de la mano en dirección a su habitación.

Harían un desastre, eso seguro.

Por sujerencia de YoonSul, ella acomodaría las camas y mantas junto al "buffet", como la niña le llamaba, mientras Jimin ayudaba a YoonGi a curar sus heridas.

En realidad, solo su pómulo derecho tenía un pequeño corte y se encontraba un poco inflamado. Había sido una magnífica idea el usar maquillaje antes de salir de la otra casa, mamá Park parecía no haberlo notado. Quizá porque en ese momento no estaba inflamado, pero en fin.

YoonGi se encontraba usando el inodoro como una silla, mientras que Jimin, parado a su lado, intentaba no estresarse: había querido renunciar varias veces a su labor de "enfermero", ya que YoonGi no dejaba de echarse hacia atrás cada que Jimin intentaba apoyar la bolsa azul con hielo en la mejilla de su amigo.

—Sé que es molesto, pero por favor, quédate quieto—más que una petición, era un regaño.

—Pero me duele—susurró, haciendo de manera involuntaria un puchero con su labio inferior. Sus ojos desde el primer intento también estaban vidriosos por las lágrimas que amenazaban con volver a salir.

Jimin se mordió el labio inferior, no soportaba verlo así, el ánimo de su amigo estaba por el suelo: aunque intentara disimular, desde aquél suceso por la tarde YoonGi no tenía ganas de hacer nada más que quedarse en un rincón y dormir.

El peli-naranja dejó la bolsa azul de hielo sobre el lavabo, sentándose en las piernas de su amigo. YoonGi ladeó la cabeza confundido por la repentina acción, pero rodeó la cintura de Jimin para evitar que se resbalara de sus piernas.

—No me gusta verte así—murmuró, apartando un mechón de cabello que le caia sobre los ojos.

YoonGi suspiró, evitando mirarlo a los ojos.

—Estoy bien,  yo...

—No, YoonGi, deja de mentir—le interrumpió—. Todo lo que escuchaste hoy, las cosas que esas personas dijeron, no es verdad. Sé que te afecta tanto como a mí, pero no somos monstruos y no hemos hecho nada malo.

El peli-menta hubiera querido decirle que, en realidad, sí estaba mal. ¿Qué clase de amigos eran como ellos?. La relación que tenían no era normal, y no se trataba de si eran hombres o no, sino, de que los amigos eran solo eso, y no tenían que cruzar la línea.

A YoonGi comenzaba a dolerle la confusión que sentía con respecto a sus sentimientos. En un principio, no le importaba porque se sentía cómodo con lo que tenían, pero luego de lo sucedido horas antes, se estaba replanteando si era eso lo que quería. Había sido humillado por Chaeyoung y gente que no conocía solo por besar a su mejor amigo.

Tal vez Jimin no lo entendía. Tal vez era momento de parar con eso. ¿Pero, cómo se sale de aquello que comenzó como un juego y terminó en un círculo vicioso?

—Lo sé, Jim. Pero, a veces siento que...—dudó un momento, pero decidió desviarse a otro tema que también le afectaba, porque era cobarde para decir en realidad lo que quería—, eres mí mejor amigo y te amo demasiado, no me gusta que la gente te trate mal y te odie solo por estar a mí lado.

Su pasado y presente siempre serían tormentosos por la familia de la que provenía. Y aunque Jimin le había repetido una y mil veces que tanto a él como a su madre no les importaba, YoonGi no quería ensuciar el apellido Park por su culpa.

—¿Estás tratando de apartarme solo porque tu madre es alcohólica y tienes miedo de que la gente nos señale por eso?—suspiró, tocando con suavidad la mejilla sana con la yema de sus dedos—. Sabes que si eso pasa, me encargaré de que se traguen su mierda. Como dijiste, somos mejores amigos, y nada puede cambiar eso.

YoonGi asintió con la cabeza, sintiendo al menor acercarse hasta que sus fríos labios tocaron su frente. Una pequeña lágrima escapó de sus ojos y rodó por su mejilla, y a medida que los labios de Jimin bajaban por su nariz volvió a sonreír.

—Solo hazlo despacio—susurró, señalando con una mano la bolsa con hielos.

Jimin asintió, tomando aquella cosa fría para con suma delicadeza apoyarla en la mejilla afectada: debían hacer que la hinchazón bajara.

Sin importar si la de sus labios aumentaba.


YoonSul los había llamado casi una hora después, cuando la señora Park tenía la cena lista. La niña no ignoraba que su hermano y Jimin habían pasado mucho tiempo encerrados en el baño, pero no pensó demasiado en ello y les mostró su creación: colocó el colchón que antes estaba en la cama del peli-naranja en el suelo, junto al que ella usaría para dormir en el centro de la habitación sobre la alfombra, y usando todas las mantas que había encontrado las acomodó de manera que alcanzarán para los tres. En cuento a la comida, estaba ubicada en medio de la cama unificada, lista para ser devorada.

Entre risas, convirtiéndose en tres pirañas hambrientas, los chicos se habían comido todo. También, YoonSul tenía preparadas dos películas para mirar juntos: Parque Jurásico y Escuadrón Suicida. Sin embargo, como siempre, la pequeña se durmió al finalizar el primer film junto con Jimin. Aburrido, a YoonGi le había tocado ver Escuadrón Suicida en soledad, escuchando como sus dos personas favoritas roncaban suavemente a sus dos lados.

Cuando Yoongi estuvo dispuesto a dormir, se vió en problemas: su hermana, a la derecha, ocupaba dos mantas; su amigo, a la izquierda, se llevaba consigo las otras dos restantes. Él, en el medio, se había quedado sin algo con lo que cubrirse, y tenía la maldición de ser friolento.

—Te-tengo frío, Jim—se quejó, moviendo al menor para que despertara y le diera una solución.

Jimin murmuró algo inentendible, pero YoonGi no dejó de mover su cuerpo hasta que, gracias a la tenue luz que entraba por la ventana, vió que su amigo abría los ojos.

—Eres tan molesto—murmuró, moviéndose hacia la orilla para dejarle espacio—, ven aquí.

YoonGi dudó, pero terminó aceptando la invitación y se acercó rápidamente al cuerpo de su amigo, aunque le fue algo incómodo encontrar la posición en la cual quedarse quieto para no incomodar, a su vez, a Jimin.

Jamás habían compartido la cama, siempre que dormían en la misma habitación uno de los dos tiraba un colchón en el piso y allí se acostaba, mientras que YoonSul solía quedarse con la señora Park. Pero, esa vez, la niña quería estar con ellos: después de todo, se divertía demasiado con su hermano y quería a Jimin como si tambien fuera parte de su familia, él siempre la cuidaba como su hermana pequeña y dormir los tres juntos no era un mal plan.

El peli-menta se acomodó en su nuevo lugar, esbozando una sonrisa por sentirse a gusto con su cuerpo cálido. Podía haber elegido acercarse a YoonSul, pero la niña se movía demasiado cuando soñaba y podía terminar con la otra mejilla inflamada, por lo que era preferible compartir el espacio personal de su amigo.

Sin embargo, la paz no duró demasiado.

—¡Te estás llevando todas las mantas, YoonGi!—se quejó en un susurro al sentir frío en la espalda. Tiró de las frazadas, y oyó al mayor bufar.

—¡Ahora te las has llevado a todas tu!—golpeó su hombro con la palma de la mano abierta—. Hagamos esto: acércate lo más que puedas a mí, y así las mantas van a cubrirnos a ambos.

Jimin acató la orden, pegando su cuerpo al de su amigo de modo que sus piernas encajaban a la perfección. YoonGi podía sentir la respiración caliente en su nuca haciéndole cosquillas, y con una de sus manos buscó hacia atrás la que Jimin tenía libre para que rodeara su cintura, manteniendo los dedos contrarios entrelazados con los propios a la altura de sus costillas.

—Era más fácil decir "hagamos cucharita".

YoonGi no lo estaba mirando, pero lo conocía tanto como para saber que en su rostro había una tonta sonrisa dibujada.

—Sí, pero... es menos incómodo hacerlo así. Ahora duermete otra vez—susurró, tan bajito que era a penas audible.

Jimin besó la piel descubierta de su cuello, justo en la terminación de su cabello, y dejó su nariz reposando ahí. El aroma de YoonGi, extrañamente similar al de un bebé, lo relajaba mucho.

Y a YoonGi, sentirse atrapado entre sus brazos, también.

¿Dije antes que actualizaría rápido porque ya tenía el cap listo? JaJaJa estaba fingiendo.

(no, mentira, es que se me olvidó 😀)

Creo que todxs amamos a mamá Park, quisiera que me adopte jejekskdjs 😭

Espero prontito volver a actualizar, cuídense mucho💛

© ʏᴏᴏɴɴɪᴇxᴊɪᴍɪɴɪᴇ5

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