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𝟎𝟑𝟖. Them Pt. 2

‗ ❍ [𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐗𝐗𝐗𝐕𝐈𝐈𝐈] ¡! ❞
╰►𝑇𝘩𝑒𝑚.

Nos alejamos unos pocos pasos de dónde estaban los autos, y logramos sentarnos para lograr descansar nuestras piernas que ya comenzaban a doler.

Tenía mí cabeza apoyada en el regazo de Carl, mientras él acariciaba mí cabello. El lugar no era el más cómodo para relajarme, pero las manos de Carl en mí cabello eran lo más parecido a estar en el cielo en estos momentos.

Escuchamos unas pisadas y nos levantamos rápidamente, pensando que podrían ser caminantes, pero solo eran Papá y Alexa que volvían de recorrer el lugar.

Por sus rostros descifré que lamentablemente, no habían logrado encontrar nada. Luego de haberme levantado como un rayo, caí sentada al lado de Carl y veíamos como Abraham ingería alcohol.

──¿Solamente encontramos alcohol?── cuestionó Tara mirando al pelirrojo.

Comenzaron una charla donde cuestionaban al pelirrojo por ingerir ese líquido, temían que solo empeorara las cosas.

Nuevamente sentimos unas pisadas en el suelo, rápidamente miramos hacia el lugar para encontrarnos a unos grandes perros rabiosos.

Carl instintivamente me pasó a Judy, que anteriormente estaba en sus brazos, y nos puso detrás de él.

Los caninos comenzaron a ladrar nos, los mayores comenzaban a sacar sus armas hasta que oímos un par de disparos y dejamos de escuchar los ladridos.

Sasha les había disparado.

Me quedé mirando los cuerpos inertes de los perros.

En el fondo sabía que había estado bien, pero al fin y al cabo eran animalitos, y los más leales.

Rick se paró de su lugar y se acercó a los arbustos buscando un par de ramas.

No sé en qué momento pasó todo yo solo miraba donde habían estado los animales, había uno de los collares en el suelo ensangrentado.

Papá tocó mí hombro y me dió un pedazo de carne.

Lo miré con los ojos llorosos, realmente no quería hacerlo.

Papá se sentó a mí lado y acercó la carne a mí boca.

──Evye tienes que comer.

Lágrimas caían de mis ojos cuando abrí la boca y papá introdujo el alimento.

Jamás pensé que haría esto, pero papá tenía razón, tenía que comer.

Carl a mí lado estaba con el entrecejo fruncido.

──¿Qué ocurre?── le pregunté curiosa de a qué miraba tan fijo.

──Noah── me informó, extrañada miré hacia el chico y este ya estaba mirando en mí dirección──Lleva mucho rato mirándote.

Sonreí luego de que Carl haya terminado, una pequeña risa surgió de mí y él me miró.

──¿Estás celoso?── pregunté mientras lo miraba con una sonrisa.

──No.

Sonreí aún más, ya que al decir él que no, su mandíbula se apretó aún más y volvió su mirada a Noah.

──Carl, llevo enamorada de ti mucho tiempo, además Noah es mucho mayor que nosotros.

──Pero eso no quiere decir nada.

──Carl, eso quiere decir mucho. No me gusta. En cambio, tú sí..

Él sonrió y siguió comiendo, me acerqué y dejé un pequeño beso en su mejilla.

No había pensado nunca en lograr ver el lado celoso de Carl.

Saqué una pequeña risa, agarré su mano, y seguimos comiendo.

Comiendo con mí consciente intranquilo.

Comenzaba a anochecer mientras nosotros seguíamos caminando, cada vez más lento.

Alexa me había dado un poco de agua, que compartí con Carl y le dimos un poco a Judith.

No habíamos encontrado ni siquiera un lago cerca.

No había nada.

Le regresé la botella a Alexa, le quiso compartir a papá y él se negó hasta que fue a recorrer nuevamente. Y Alexa nuevamente fue con él.

Seguimos caminando hasta que Rick paró en seco.

Levanté la mirada, para encontrar en medio de la carretera muchas botellas y bidones con agua.

Nos acercamos cautelosamente, siempre pendientes a nuestro alrededor por cualquier cosa.

Me acerqué lento hacia una hoja que había allí.

"De parte de un amigo"

──Rick── lo llamé y él se dió vuelta en mí dirección.

Le extendí la nota, y él la leyó.

Papá y Alexa habían vuelto, así que Rick también le extendió la nota a papá.

Se colocó la ballesta, que antes reposaba en su espalda, y Alexa sacó su arma.

──¿Qué otra cosa hacemos?── cuestionó Tara, quien también tenía su arma lista.

──Esto no── contestó Rick viendo hacia todas partes──No sabemos quién lo dejó.

──Si es una trampa, ya caímos── dije mirando con deseo las botellas de agua.

──Me gustaría pensar que es de un amigo── dijo Eugene mirando las botellas con la misma mirada que yo.

En un rápido movimiento, Eugene se acercó y tomó una de las botellas, para abrirla, supuestamente con la excusa de "control de calidad". Pero antes de que el agua tocara la boca del de pelo largo, Abraham se la quitó de un solo golpe con su mano y la mandó al suelo.

Miré con un puchero el agua en el asfalto.

──No podemos── Rick miró a Eugene antes de que el cielo comenzara tronar.

Miramos hacia arriba mientras las gotas iniciaban a mojar nuestros cuerpos.

Rápidamente colocamos botellas en el suelo, para que se llenaran con agua.

Miré al cielo y sonreí, al fin un poco de agua tocaba mí cuerpo, miré a Carl quien estaba casi igual de contento mientras tapaba con su sombrero a Judy.

Jane, Alexa, Tara y Rosita se tiraron en la carretera mientras reían.

El ruido comenzó a hacerse más fuerte y el cielo rápidamente se tiñó en un gris oscuro.

Las risas cesaron y el miedo se instaló en nuestros rostros, el ruido atraería a más caminantes.

──Sigamos en marcha── gritó Rick entre la lluvia y los relámpagos.

──¡Hay un granero!── informó papá en el mismo tono que Rick.

Comenzó a guiarnos, y nosotros lo seguimos hasta que vimos a lo lejos un granero.

Los mayores entraron con sus armas listas por si había alguien o algo allí dentro.

Saqué de mí bolso una pequeña chaqueta, levanté a Judy de los brazos de Carl, y le extendí la prenda.

Él la puso por encima de nuestras cabezas, Judy entre nosotros y yo con uno de mis brazos rodeando la cintura de Carl.

Cuando indicaron que el granero era seguro, ingresamos y nos refugiamos de la tormenta.

Nos acomodamos en lugares estratégicos para lograr dormir un poco.

Junto con Carl habíamos logrado hacer que Judy se duerma, hace aproximadamente 5 minutos atrás.

Juntamos un par de prendas para que no duerma en el duro suelo.

Nos alejamos un poco, y Carl se acostó, cuando yo iba a ir hacia otro lado, para no molestar, él tomó fuertemente mí mano.

──Duerme conmigo, por favor── y no pude resistirme.

Utilizamos nuestras mochilas como almohadas, él pasó su brazo por debajo de mí cabeza y me acercó a él, hasta el punto que reposaba mí cabeza en su pecho.

Este era mí sitio seguro.

Con él.

Al cabo de unos minutos, con Carl acariciando mí cabello, nos dormimos.

No sé cuánto tiempo estuvimos durmiendo, pero nos despertó un fuerte ruido.

La tormenta había atraído a las caminantes, por lo que cuando levanté mí cabeza que reposaba en el pecho de Carl, vi a papá intentando cerrar las puertas del granero.

Me levanté de mí lugar y corrí a ayudar a mí padre. Carl dejó a Judith y me siguió.

Mis pies dolían cada vez más, me resbalaba con el barro que comenzó a hacerse gracias a la lluvia.

Mis brazos comenzaban a fallar, rápidamente al vernos luchar, todos se levantaron y comenzaron a ayudarnos.

Eran demasiados caminantes, y nuestros brazos estaban cansados.

De repente dejamos de luchar, no sabíamos que había pasado pero los caminantes no empujaban más.

Nos volvimos a dormir, está vez Judy fue con Rick y Jane.

Yo nuevamente dormí con Carl, yo estaba de espaldas y él pasaba su brazo sobre mí.

El lugar está oscuro y tranquilo ahora, con solo el sonido de nuestras respiraciones pesadas y el latir de nuestros corazones.

Me giro hacia Carl, con la respiración aún agitada.
──Carl, ¿estás bien?──pregunto, mi voz apenas un susurro en la penumbra.

Carl asiente, sus ojos reflejando el cansancio y la determinación.

──Sí, estoy bien... Todos hicimos un gran trabajo──responde, su voz quebrada pero firme.

Sonrío débilmente, sintiendo el peso del cansancio en mis músculos.
──Somos un equipo, Carl. Nos cuidamos unos a otros. No podríamos haberlo hecho sin estar unidos.

Carl me observa por un momento, sus ojos llenos de gratitud y algo más, algo que no puede poner en palabras.

──Siempre he admirado tu valentía, Evolet. Incluso en los peores momentos, nunca te rindes.

Mis labios se curvan en una sonrisa triste.
──No es valentía, Carl. Es supervivencia. Pero gracias. Tú también eres increíblemente valiente. Has pasado por tanto y aún sigues luchando.

Nos quedamos en silencio por un momento, ambos perdidos en nuestros pensamientos. El granero cruje ligeramente con el viento, pero aquí adentro, nos sentimos momentáneamente a salvo.

──¿Crees que alguna vez encontraremos un lugar donde podamos estar seguros de verdad?──pregunta Carl, su voz cargada de esperanza y duda.

Miro hacia el techo del granero, reflexionando sobre su pregunta.

──No lo sé, Carl. Pero quiero creer que sí. Tenemos que seguir adelante, buscar un lugar donde podamos vivir sin miedo. Un hogar donde no tengamos que preocuparnos por los caminantes o por la maldad de otras personas.

Carl asiente lentamente, sus ojos brillando con una mezcla de determinación y anhelo.

──Sí, un hogar. Un lugar donde podamos reconstruir nuestras vidas y ser felices, sin tener que mirar siempre por encima del hombro.

Sonrío y asiento.

──Exactamente. No será fácil, pero lo encontraremos. Mientras estemos juntos, hay esperanza.

Carl me mira fijamente, y veo en sus ojos la misma convicción que siento en mi corazón.

──Tienes razón, Evy. Seguiremos buscando ese hogar, juntos.

Cierro los ojos por un momento, dejando que el silencio hable por nosotros.──Juntos,── repito, sintiendo un renovado sentido de propósito y fortaleza.

Y entre sus brazos logré conciliar el sueño.

Habíamos despertado hacía unos minutos.

Me encontraba solamente sentada en el suelo del granero, ya que no teníamos nada de alimento para desayunar.

──¡Hola!── Maggie abrió lentamente las puertas del granero.

Levanté mí vista, que antes estaba en mis manos jugando con las pulseras que había en ellas, y la posé en Maggie.

──Amigos. Él es Aaron.

Detrás de Maggie emergió un hombre castaño, de estatura media. Rápidamente todos nos pusimos en alerta.

Levanté a Judy, quien estaba al lado de Jane, y Carl nos puso detrás de él.

Papá rápidamente salió al afuera, para corroborar que estuviera solo.

──Nos conocimos afuera. Está solo. Le quitamos las armas y la mochila.

Volvió a decir Maggie mientras papá lo revisaba.

Las puertas del granero se cerraron y Aaron nos miró a todos.

──Hola── dijo luego de un largo silencio.

──Hola── respondí contenta de conocer gente nueva. Papá y Rick me enviaron una mirada de advertencia, así que me escondí más detrás de Carl con Judy en brazos.

──Es un placer conocerlos── me envió una rápida sonrisa, que se quitó al ver cómo lo miraban Papá y Alexa.

──¿Dijeron que tenía un arma?── Rick cuestionó mirando hacia Sasha y Maggie.

Maggie se acercó rápido hacia Rick y le extendió el arma. Mientras Rick revisaba el arma, yo me distraje viendo lo rápido que le crecía la barba.

──¿Se te ofrece algo?── la dura voz de Rick me sacó de mis pensamientos.

──Vive en un campamento aquí cerca── Sasha miró a Rick──Quiere que vayamos para una audición.

──¿Acaso actuaremos en alguna película o serie que necesitamos hacer una audición?── pregunté cerca de la oreja de Carl, y noté como sus vellos se paraban.

Sonreí hacia mis adentros, eso era algo nuevo.

──Ojalá hubiera otra palabra── se lamentó Aaron──Parece que fuéramos una compañía de baile. Eso es solo los viernes por la noche.

Bromeó, pero nadie se rió además de mí. Todos los ojos rápidamente se posaron donde estaba.

«Y no es un campamento── Aaron corrigió a Sasha──Es una comunidad. Todos ustedes serían valiosos como miembros. Pero no depende de mí. Mí tarea es convencerlos de que me sigan a casa──el hombre vio que ninguno tenía cara de creerle──Ya sé. En su lugar, tampoco iría. No hasta saber exactamente en qué me metía. Sasha, ¿le pasas mí mochila a Rick?── Aaron vió a Sasha y ella hizo lo que pidió.

Sasha le entregó la mochila a Rick.

──En el bolsillo delantero hay un sobre── Rick se hincó sobre su rodilla y comenzó a buscar el sobre──Me resultaría imposible convencerlos de acompañarme si solo les describiera nuestra comunidad. Por eso traje estas fotos── Rick logró dar con el sobre amarillo o naranja, no lo sé desde mí lugar no lograba verlo bien.

«Me adelanto a disculparme por la calidad. Encontramos una vieja...

──A nadie le importa una mierda── lo cortó papá, tajante.

──Papá no seas cruel── él solo subió sus hombros, y al mirar a Alexa, ella ya lo miraba con mala cara.

──Gracias, pequeña. Pero tu padre tiene razón── Aaron asintió hacia mí con una pequeña sonrisa──Esa es la primera imagen que quería mostrarles, porque nada de lo que diga importará si no saben que estarán seguros. Si se unen a nosotros, lo estarán. Los paneles de ese muro──señaló la fotografía que Rick estaba mirando──son de acero macizo, miden 4,5 metros de alto por 3,5 metros de ancho y están enmarcados por tubos cuadrados y vigas de acero laminado en frío.

Rick lentamente se paró de su lugar, mirando seriamente a Aaron que seguía explicando la seguridad del muro.

Le dió una fugaz mirada a Jane a su lado, y ella asintió.

Rick a paso rápido se acercó a Aaron y le dió un golpe que lo mandó directamente al suelo. Jane y Maggie se acercaron para corroborar que estuviera bien.

Jane miró a Rick y su enojo era visible en su rostro.

Hoy Rick dormirá con los caminantes.

──Para que nos entendamos, Rick── habló Jane mientras estaba arrodillada al lado de Aaron──esa mirada no quería decir "ataquémoslo". Quería decir "Me parece sincero".

──Ahora podemos revisarlo.

Rick levantó sus hombros sin preocupación alguna.

──Evye, vacía su mochila. A ver quién es realmente.

Asentí a lo que Rick me ordenó, dejé a Judy en brazos de Alexa.

Mientras revisaba su mochila, los demás vigilaban en todas las direcciones posibles. Rick estaba seguro que vendrían por nosotros, y nadie quería llevarle la contraria en estos momentos.

Papá y Carol le ataron las manos al hombre desmayado en el suelo.

──A Sasha y a mí nos sorprendió── confesó Maggie──Si quería, nos lastimaba.

Rick no le dió importancia a lo dicho por Maggie, él estaba empecinado con que vendrían a buscarnos.

Comencé a buscar dentro de la mochila de Aaron. No me gustaba hacerlo la verdad, pero no quería contradecir a Rick.

──¿Qué encontraste?── Rick se acercó a mí.

──Había latas, más latas, papel, su ropa y esta arma rara.

──Nunca vi una pistola como esa── dijo Carl a mí lado.

Rick comenzó a revisar el arma. Me miró y asintió con aprobación.

Carl dejó a Judy en brazos de Jane y se acercó a mí. Se ubicó detrás mío y pasó sus brazos por mí cintura, abrazándome.

──Yo creo que dice la verdad── giré un poco mí rostro para verlo y sonreír.

──Si, yo también.

──Papá está siendo un poco testarudo.

Solté una pequeña risa inclinando mí cabeza hacia atrás, donde Carl aprovechó y dejó un pequeño beso en mí mejilla.

──De tal palo, tal astilla.

Carl, con falsa indignación clavó uno de sus dedos en mí abdomen provocándome una pequeña cosquilla.

Oímos unos pequeños quejidos, era Aaron volviendo a la vida básicamente.

Mi ceño se arrugó cuando, luego de recibir un puñetazo que te desmaya, te levantas sonriendo.

──Qué buen puñetazo, Rick.

Giré mí rostro hacia Carl, que seguía abrazándome y le susurré.

──¿Por qué rayos sonríe?.

Él solo levantó sus hombros y apoyó su cara en mí hombro.

Aaron seguía sonriendo desde el frío suelo del granero.

──Levántenlo──ordenó Rick, mirando a Jane quien estaba arrodillada al lado del hombre golpeado.

Maggie quiso tratar de que Aaron no se levantara del suelo, por el mismo golpe que Rick había ocasionado, pero Aaron dijo que todo estaba bien, entonces se levantó lentamente hasta estar sentado.

──Eres precavido──dijo el hombre luego de mirar duramente a Rick. Jane y Maggie no se apartaban de su lado ya que podría volver a desmayarse en cualquier momento──Lo entiendo perfectamente.

──¿Cuántos de los tuyos están ahí afuera?──preguntó Rick fríamente cortando lo que Aaron tenía para decir──Tienes una pistola de bengala para enviarles una señal. ¿Cuántos son?.

Aaron dió una larga respiración y luego habló.

──¿Tiene importancia?.

──Sí──respondió Rick al instante──Sí importa.

──Quiero decir... por supuesto, tiene importancia cuántos sean realmente, pero... ¿Tiene importancia cuántos te diga que son?.

Aaron tenía un punto, Rick no le creería absolutamente nada.

──Porque estoy seguro de que no importa qué número diga... Ocho. Treinta y dos. Cuatrocientos cuarenta y cuatro. Cero. No importa cuántos diga, no vas a confiar en mí.

──Es difícil confiar en alguien que sonríe tras recibir un golpe.

──¿Y en alguien que les deja botellas de agua en la ruta?──los brazos de Carl que estaban abrazándome se tensaron rápidamente. Mí respiración se atascó.

Rick rápidamente miró a papá.

──¿Cuánto llevan siguiéndonos?──papá avanzó un poco con su ballesta en manos.

──Lo suficiente para ver que casi ignoraron a un grupo de errantes que los seguían. Lo suficiente para ver que, pese a no tener comida ni agua, nunca se atacaron unos a otros.

Son sobrevivientes...

¿Qué nos esperaría ahora?.

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