🌷 ⃟ ཹ. ⁰⁵
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Seonghwa después de enterarse del celo de Yeosang de inmediato salió corriendo a su habitación colocándole seguro, pero gracias a sus nervios olvido que tarde o temprano debía salir a cenar y en este momento lo confirmaba. El omega se estaba muriendo de hambre, así que lo pensó por mucho tiempo y decidió que saldría a buscar algo al refrigerador pero siempre con precaución, así que en sus manos llevaba una sombrilla la cual la usaría para romperla en la cabeza del alfa si llegaba a tocarlo.
Con cautela quito el seguro de su puerta y asomo su cabeza, dándose cuenta que el pasillo estaba libre, con pausados y silenciosos pasos empezó a bajar las escaleras, dando un pequeño salto de susto cuando vio la televisión de la sala encendida y un relajado alfa comiendo palomitas de maíz.
—Puedes bajar Seongie, no te preocupes tome un supresor. —
La voz del alfa se escucho, haciendo que el omega pegara otro salto en su lugar, aquello le había sorprendido, aun con temor termino de bajar.
—Te juro que si me tocas, te golpeare muy fuerte. —le mostro al rubio la sombrilla que llevaba en las manos.
Yeosang solo soltó una pequeña carcajada.
—No te preocupes, además, si tienes hambre hoy hice la cena y te deje comida en el microondas. —
—Gracias. —corrió hacia la cocina y calentó de inmediato la comida, su estomago rugía
—El café ya debe de estar frio. —
— ¡Mierda, me asustaste tonto alfa!— Hwa alterado le grito al alfa mientras tenia una mano en el pecho.
—L-lo siento. —
— ¿Qué haces aquí? —apunto con un tenedor al rubio. —Si me haces algo te sacare los ojos. —
—Por la luna Hwa, solo venia a decirte si querías ver una película conmigo, pero antes que digas algo, te vuelvo a afirmar que no soy un peligro, tome mis supresores. —
Seonghwa olfateo el lugar, dándose cuenta que no había rastro del aroma del alfa.
—Esta bien, en un momento llego. —
Un sonriente alfa salió de la cocina, mientras el omega terminaba de servir la cena. Yeosang tomo una bandeja colocando su comida y un refresco, para luego salir y dirigirse a la sala, en donde lo esperaba Yeosang con un recipiente llenos de palomitas.
Para mas comodidad los dos jóvenes acomodaron los cojines en la alfombra y la parte baja del sofá les servía como respaldo.
—Por eso odio los triángulos amorosos. —Seonghwa golpeaba una almohada con enojo. —Siempre se quedan con el que les hacen daño, las protagonistas parecen camarones. —
— ¿Porqué parecen camarones? —
—Tienen mierda en la cabeza y no piensan bien. —refuño.
Hwa soltó una carcajada, las ocurrencias del Omega lo hacían reír demasiado.
—No te enojes Seongie, ahora elige tú una película. —
—Esta bien, está vez escogeremos bien. —el Omega empezó a buscar la película.
El tiempo transcurrió.
Las palomitas se acabaron.
Y un frustrado Yeosang estaba arrepentido de escoger aquella película, porque en ese momento tenía a un inconsolable alfa llorando en su hombro.
—E-ellos debieron quedarse juntos, es muy injusto que él muriera. —Yeosang era un alfa muy sensible.
—Pero al final se encontraron en su otra vida y te aseguro que serán muy felices. —trataba de consolar al rubio. —Eres un alfa llorón. —Hwa sin darse cuenta empezó a acariciar los cabellos de Yeo, el cual suspiro contento.
— ¿Seongie? —
—Dime. —
— ¿Podrías seguir dándome mimos hasta que me duerma? —
El Omega al darse cuenta de lo que estaba haciendo alejo de inmediato su mano.
—No lo haré. —
—Mi mamá siempre me cuida y da mimos, ya que mi alfa es muy mimoso en los celos. —
—Ya no eres un cachorro, Yeosang. —Se levanto para dirigirse a su habitación, pero antes de eso giro a ver al alfa y por la luna que hubiera preferido irse sin girar.
Porque los ojos de cachorro que le hacía Yeosang en ese momento hizo que su corazón latiera y su Omega interior lo empujaba a que le diera mimos a "Su alfa"
— ¿Omega? —el alfa llamo al chico frente a él.
Las mejillas de Seonghwa se tiñeron de rojo al escuchar aquello, por fuera tenia el ceño fruncido, pero por dentro se derretía.
—E-esta bien, solo por esta vez. —se sentó nuevamente, se sorprendió al sentir la cabeza del alfa acomodándose en sus piernas. —No soy una almohada. —
—Me siento cómodo aquí. —el rubio sonrió y cerró los ojos, sintiendo el leve y relajante aroma a miel y orquídeas que desprendía el Omega.
—Esta es la única y ultima vez que hare esto. —
—Gracias. —la adormilada voz del alfa se escucho.
—Alfa mimado. —susurró empezando a jugar con los mechones rubios, sintiendo su corazón cálido y a su Omega feliz.
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El omega se removió en su lugar sonriendo aun con sus ojos cerrados al sentir el aroma a piña y coco, en ese momento se le antojo un vaso grande de piña colada muy fría. Su nariz buscaba mas de aquella fragancia, hundiéndola en una cabellera.
De repente abrió sus ojos, todos los recuerdos de anoche pasaban como una cinta de cortometraje en su cabeza hasta que por fin estuvo despierto al cien porciento. Con miedo bajo su vista, topándose con cabellos rubios, sabia muy bien a quien pertenecían. Al querer levantarse un fuerte brazo se aferro mas a su cintura.
—Amore mio (amor mío) —el alfa susurro en el cuello del omega.
Porque si, Yeosang tenia su rostro escondido en el cuello de Seonghwa, con su nariz acariciaba la suave piel, disfrutando del relajante aroma.
Hwa se sonrojo, en ese momento parecía un tomate apunto de explotar de la vergüenza y enojo.
— ¡Park Yeosang, nada que "amor mío" suéltame tonto alfa! —con su rodilla golpeo el estomago del rubio haciendo que este despertará al instante.
— ¿S-Seongie? —Se quejo, a la vez que se daba cuenta de su agarre en la cintura del omega. — ¡L-Lo siento! — se alejo de inmediato del castaño.
—Casi me asfixias. —Gruño mientras se levantaba.
—Realmente lo siento, mi alfa se dejo guiar por tu aroma. —bajo su cabeza, escondiendo su sonrojado rostro.
—Esta bien, creo que ayer estábamos cansados y no sentimos a que hora caímos dormidos, —Bajó su vista, Yeosang tenia un puchero a la vez que se regañaba a si mismo y a su lobo. —Tranquilo Yeo. —removió los cabellos del alfa.
—Es que te ves muy enojado y tengo miedo de que me dejes de hablar. —se levanto quedando de pie frente al omega.
—No dejare de hablarte, olvidemos lo que paso. —
—Nuevamente me disculpo. —hizo una reverencia. —Como disculpa hare el desayuno. —
—Eso suena bien, quiero unos hotcakes con mucha miel, fresas y arándanos y de tomar, refresco de piña colada. —con esas ordenes salió corriendo a su habitación.
—Lindo. —susurro el alfa, para luego ir a colocar el mandil para empezar con la realización del desayuno.
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