Tony no había tardado tanto en reincorporarse a lo que era su vida anterior, rápidamente había tomado posesión como dueño de Industrias Stark y había vuelto a trabajar en su laboratorio, aunque esta vez moderadamente pues la mayor parte del tiempo se la dedicaba a su hijo quien de igual manera compartía tiempo con Steve.

En cuanto a su relación con su esposo, seguía igual de distante que desde el primer día que volvió.

Mostrar su faceta de indiferencia para con Steve al parecer funcionaba perfectamente pues el rubio mantenía su distancia y evitaban encuentros que probablemente terminarían en discusiones como siempre sucedía con ellos.

A pesar de la situación en la que ambos vivían y el estarlo llevando "pacíficamente" su relación forzada era algo que a Peter le incomodaba de sobremanera.

No era un niño y comprendía la situación, sin embargo, los necesitaba a los dos y el que ni siquiera pudieran compartir un espacio juntos sin comenzar con sus miradas de disgusto, al menos por parte del castaño, creaba un ambiente pesado haciendo casi imposible la convivencia de la familia que el siempre quiso y soñó.

A pesar de estar lejos de su padre gran parte de su vida, le conocía a la perfección y sabía lo que Tony sentía, todo se trataba de su orgullo y el rencor que aún corría por sus venas pero si de algo estaba seguro era de que su padre no odiaba a Steve y el se encargaría de hacer algo para que dejara atrás esa faceta de hombre orgulloso y aceptara de una vez por todas sus sentimientos reales.

—Pops—la voz de Peter sonaba cansada debido al pesado entrenamiento que la mayor parte del tiempo compartía con su padre Steve.

—¿Si?

Steve seguía golpeando el saco de box una y otra vez. Se sentía liberado en cada golpe que daba, era una forma de sacar todo su coraje y arrepentimiento por los errores que pudo haber cometido, aunque el seguía en la postura de que haber ayudado a Bucky, había sido lo correcto.

—Nada ha mejorado, ¿verdad?—a paso lento Peter se acercó a él, Steve no detuvo sus movimientos sino todo lo contrario, aumento el ritmo tumbando el saco de box—. Papá sigue huyendo.

Steve alzó la vista, clavando su mirada en la de su hijo, pudiendo Peter captar cuan duro era ese tema para el rubio aún.

—Conozco a Tony, se cuando algo no es de su agrado y claramente yo no lo soy—dolió aceptarlo pero esa era su realidad ahora—. Me disculpé, lo he hecho prácticamente cada oportunidad que tengo pero también se que mis razones fueron sin intención de lastimarlo, pensé que lo protegía, quería proteger a ambos.

El capitán se dejó caer en el piso con una expresión más relajada aunque reflejando cierta tristeza en su rostro. Peter le siguió dandole un abrazó y consolándolo.

—Papá me contó toda la situación hace algunos días atrás, esta vez no lloró, parecía no importarle ya.

—Tal vez tampoco yo le importe ya, no me sorprendería que un día de estos llegaran los papeles de divorcio.

Peter ni siquiera pudo contestar o negar ese comentario, Steve había salido con la cabeza gacha y el corazón roto por las palabras que el mismo había dicho.

Peter los necesitaba.

Porque no podía lidiar con todo el mismo, Wade había estado buscándolo y el tenía que tragarse todo eso para si mismo, necesitaba a uno de sus padres aconsejándolo ante esa situación.

Estaba seguro que si recurría con sus amigos, le dirían cualquier estupidez, como Pietro, la única vez que lo había aconsejado había terminado en una relación con el mercenario por el que ahora sufría, Harry le dirías cualquier cosa mientras se encontraba en algún club junto a MJ, Gwen pasaba 24/7 dedicada a sus estudios en Oxford, probablemente Ned, lo ignoraría por jugar videojuegos, la vez que quiso hablar con Danny termino casi traumado por lo que escuchó que hacía con Luke y Matt... bueno, el había regresado a Asgard por órdenes de su familia y por mantenerlo alejado de Frank.

Tenía a tantas personas a su alrededor y a la vez a nadie. Se sentía solo, perdido.

(...)

A penas el fin de semana llegó, Tony Stark había organizado una fiesta para celebrar su regreso y presumir a todos a su hijo.

Tony se veía tan imponente como siempre, vistiendo un traje azul obscuro ajustado perfectamente a su cuerpo y con una sonrisa resplandeciente que a cualquiera volvería loco.

Bucky se posicionó a un lado de Steve, palmeando despacio su hombro.

—¿Podrías disimular un poco tu molestia?

Steve mantenía apretada su mandíbula mientras observaba como Tony platicaba animadamente con Strange, ambos hablaban con mucha confianza, Steve solo estaba limitado a saber de la relación "amistosa" que habían tenido años atrás, pero aún así no evitaba el sentir cierta molestia en como el castaño trataba a los demás con alegría mientras el llevaba todas las de perder solo recibiendo su desprecio.

—¿Has visto como lo mira?—gruñó Steve— Se que me equivoqué Buck, le he pedido perdón cada oportunidad que tengo y a pesar de que me ha dicho que me perdono, se que no es del todo cierto. Parece que siempre va a terminar odiándome.

Steve bajo su cabeza rendido. Tal vez era algo duro pero finalmente tendría que aceptarlo.

—Es difícil para él Steve, eres el amor de su vida, Natasha tiene mucho tiempo libre y suele contarme todo—aclaró Bucky sacando una sonrisa en el rostro de su amigo—. Tienes que entender que descubrir que el amor de tu vida estuvo ocultando un secreto tan importante para él por proteger a su mejor amigo debió ser muy difícil. Dale tiempo.

—¿Cuanto más Buck? Me ha dicho que me odia.

—No conozco mucho a Stark, pero T'challa me ha dicho muchas cosas sobre él, al parecer tiene un carácter parecido al de Howard—Steve asintió, aunque Tony podía ser más frío de lo que alguna vez Howard lo fue—. Me ha dicho que es muy orgulloso, saca de ahí tu conclusión Steve, tal vez solo se mantiene en guardia. Tiene miedo de ser dañado por ti una vez más.

Steve desvió su vista donde Tony, chocando con la mirada de su esposo quien de inmediato cambió su sonrisa por un rostro totalmente serio.

Jamás creyó que algún día Tony Stark fuera tan indiferente con él, es decir, solía serlo al principio pero habían sabido arreglarse, al menos él había tomado la iniciativa luego de la batalla final de Nueva York, logrando unos meses después enredarse en una relación sentimental.

Ahora eso estaba tan lejano de ser posible.

Sonó uno de los cubiertos contra una copa de cristal, Tony trataba de llamar la atención de los presentes y al final la obtuvo, pero es que era algo casi imposible no verlo tratándose de él, pensó Steve.

Se miraba tan radiante y hermoso, jamás había dejado de amarlo. Dudaba que alguna vez pudiera dejar de hacerlo, Tony Stark estaba tan tatuado en su cuerpo que hasta miedo le daba saber que probablemente tendría que vivir condenado a estar sin él.

—Buenas noches vengadores, amigos, familia—sonrió dejando ver sus pequeñas arrugas al rededor de sus ojos que de igual manera hacían que luciera bien—. Se que es difícil verme acá, digo pensar que el genio, millonario, playboy, filántropo haya estado desaparecido probablemente los volvió locos pero ¡hey! El hombre más guapo y millonario del planeta no podría morir así como así, soy Tony Stark—dijo con orgullo y arrogancia—, tengo aun mucho por dar—los presentes rieron y en verdad agradecieron la presencia del hombre de hierro—. He de confesar que me asustó el saber que ese Titán loco estaba enamorado de mi pero ¡vamos! ¿Me han visto? Soy perfecto.

Steve, justo como los invitados se sorprendió ante la confesión. Ni siquiera se podía imaginar a su esposo en brazos de ese loco. La sola idea era asquerosa y descabellada.

Tenía que hablar con Tony de eso, porque a pesar de ver al genio relajado ante sus palabras, sabía que si le afectaba.

—Pero volviendo a temas serios—sus gestos se relajaron un poco—. La razón que me mantuvo fuerte todo este tiempo, fue mi hijo, mi Peter—volteó hacía donde el adolescente castaño se encontraba y este le sonrió a su padre, Stark le hizo una seña para que se acercara y finalmente se puso a un lado de él, abrazándolo por los hombros—. Todo ese sacrificio fue por él, quería mantenerlo a salvo. Nunca pensé que podría amar tanto a alguien, ni siquiera que pusiera a alguien por sobre mi, pero la primera vez que sostuve a este pequeño en mis brazos supe que haría todo por mantenerlo a salvo.

Steve sonrió casi con lágrimas en sus ojos. Compartía las palabras de Tony, él también amaba de esa forma a Peter, él también se sacrificaría por su hijo si eso le aseguraría la felicidad y el bienestar de su pequeño.

Sabía que Tony lo odiaba y ni siquiera lo mencionaría en su discurso, ya no eran la familia envidiada y feliz, sin embargo lo hizo. Lo tomo por sorpresa y aunque fue una mención pequeña hizo que su corazón saltara de felicidad.

—Peter me ha sorprendido, es todo un Stark pero también un Rogers—el hombre de hierro miro por unos segundos a Steve quien no dió ninguna reacción pues había sido tan rápido que no pudo mostrar cuanto le había emocionado. Sus amigos no se sorprendieron, llevaban tiempo guardando ese secreto aunque algunos invitados ajenos al equipo no tardaron en mostrar su sorpresa dirigiendo su mirada al rubio—. Peter es mi orgullo, es lo mejor que alguna vez pude haber hecho.

Peter tenía una sonrisa en su rostro mientras de reojo miraba al rubio que, aunque sonriera sabía que le dolía no poder compartir ese momento junto a ellos.

—Te amo hijo, te amo tanto.

Era la segunda vez que Tony Stark abría su corazón ante las demás personas, la primera había sido con Steve, lo cual seguía reconsiderando si en verdad había sido un error pero con Peter, su Peter, era un amor incondicional.

El discurso termino luego de que padre e hijo se fundieran en un abrazo, cobrando todos aquellos que no pudieron darse en todos esos años.

(...)                   

La mayor parte de los invitados estaban dejando la Torre, los vengadores se habían ido a sus habitaciones y solo Tony quedaba en la terraza con una copa de vino en su mano.

No le gustaba ponerse sentimental pero la soledad y una copa de vino en su mano siempre lo orillaban a eso.

Momentos atrás se había encargado de dejar a Peter en su cama cual niño pequeño, lo arropó y dió un beso de buenas noches en su frente.

Ser padre para él, definitivamente era una misión completamente difícil para él pero aún así amaba serlo.

—¿Tampoco puedes dormir?

La voz gruesa de Steve a sus espaldas y con el alcohol recorriendo sus venas no era una buena combinación en esos momentos, ni nunca lo había sido.

—Solo... pensaba.

Steve asintió, quedándose a un lado de él. Tony analizó su silencio al ver que el Capitán no intentaba nada.

—¿Que hay de esa obsesión que Thanos tenía sobre ti?

Tony no se sorprendió de la pregunta era un tema que tarde o temprano luego de haberlo casi gritado tenía que explicar.

—Nada fuera de lo común—bebió el contenido de su copa mientras se encogía de hombros—. Al parecer se enamoro de mi—rio casi con sarcasmo—. Tantos años de convivencia, me hubiera sorprendido mas que no lo hiciera.

Steve negó con una ligera sonrisa, Tony era tan predecible.

—Si, tampoco lo culparía—confesó Steve—. ¿Te hizo algo?

—¿Quieres saber si follamos?—Steve abrió excesivamente los ojos, no debía sorprenderle el comportamiento de Tony en cuanto a esos temas pero era algo loco y perturbador el tan solo imaginarlo. El silencio de Steve fue una respuesta para el castaño— No, tal vez suelo ser muy abierto en cuanto al sexo pero definitivamente él no iba a serlo—carcajeó, probablemente el alcohol ya estaba apoderándose de sus sistema.

De cierta manera Steve sintió un gran alivió y también incomodo por estar hablando de aquello, por lo cual cambió de tema de inmediato.

—Fue lindo el discurso que diste sobre Peter.

—No mentí sobre lo que dije. Peter significa todo para mi.

—Ese niño es maravilloso—afirmó Steve—. Me alegra que sea nuestro.

El rubio había girado y Tony se mantuvo viendo al frente. Era la primera vez desde su regreso que mantenían una conversación tranquila pero a pesar de todo nada era igual ya.

El castaño se contuvo de lo que el alcohol le producía, su corazón decía que se lanzara a sus brazos y lo perdonara para ser esa familia que siempre quiso pero su mente reclamaba su dignidad y su orgullo diciendo que no podía ni debía ceder.

No había mucho que debatir, siempre se había regido por sus razonamientos. Era por eso que era quien era el día de hoy.

Por eso era un genio, por eso tenía su imperio.

No había punto de discusión a quien elegir; era él, solo él.

—Buenas noches, Steve.

Las esperanzas del Capitán volvieron a caer, no, fueron tiradas por el propio Stark cayéndose casi por la terraza.

Sí, conocía demasiado a Tony y sabía que volver a tener junto a él iba a ser demasiado difícil, mucho más que los entrenamientos que alguna vez tuvo siendo un debilucho.

Pero si ahí contra todo pronostico desalentador había luchado, esta vez no sería diferente y lo haría por recuperar a Tony.

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Me sorprende el cantidad de personas que lee esta fanfic.

¡Mil gracias por sus coments y votos! Me alentan a seguir escribiendo.

¿Que les pareció el nuevo trailer de End Game? STEVE Y TONY SE REENCONTRARON PTM.

Xoxo,

L🥀.