Luego de que Bruce les indicara que Peter debía descansar, el castaño menor se negaba a dejar a su padre, él necesitaba todo el tiempo posible junto a Tony y aunque se había puesto un poco histérico y sofocado por la situación después de un calmante por parte del científico logró que el adolescente cayera en un profundo sueño.

Tony salió lo más pronto que pudo de la habitación de su hijo para dirigirse a la suya, no quería compartir espacio con Steve, no lo quería cerca.

Habían sido muchos años de distanciamiento y seguía guardando rencor a quien solía llevar el título de "marido" pero a pesar de todo, le había dolido el escuchar que había continuado con su vida y sobre todo el saber que tuvo una hija con la mujer que más odiaba.

Estuvo a punto de azotar la puerta y largarse a llorar de la frustración que sentía pero la fuerte mano de Steve detuvo el impacto y aprovecho el momento para entrar a la habitación y encerrarse con Tony dentro, aún habían muchas cosas por aclarar y discutir.

—No quiero tus malditas palabras de lamento, Rogers.

Sin siquiera mirarlo Tony sabía de quien se trataba, había sentido los pasos apresurados de Steve tratando de alcanzarlo desde que salió de la habitación de su hijo.

—Lo se, Tony. Solo... necesito que entiendas, no quiero más esta situación contigo, estas aquí, vivo. No quiero desaprovechar la oportunidad, no otra vez. No sabes cuanto me arrepentí por jamas haberte buscado y pedirte perdón.

—¿Entender que? ¿Que siempre me odiaste y es por eso que casi me matas aquel día?—las palabras salían filosas y con veneno contra Steve— ¿Que te importe una mierda y me dejaste ahí para irte con tu mejor amigo? ¿Que lo preferiste a el en vez de a mi, a tu "esposo"?—el castaño quedó frente a Steve, tenía la cara en alto buscando con furia las orbes azules de Steve, a pesar de la diferencia de altura supo enfrentarlo y sentía que tenía que mostrarse tan seguro para que Rogers no volviera a lastimarlo, que no iba a ser tan frágil esta vez—. ¿O que a pesar de las mil advertencias que te di sobre Sharon, te importo una mierda y te metiste con ella hasta formar una familia? ¿Eh? Dime Steve, ¿que es exactamente lo que lamentas?

Tony se trago sus ganas de llorar y se mostró lo más duro que pudo, no iba a ceder, estaba seguro que esta vez no lo haría tan fácil.

Steve puso sus manos sobre los hombros de Tony con la mirada llena de arrepentimiento, todo era sincero, esta vez no había secretos. El castaño se alejo de manera brusca dando unos pasos hacía atrás.

El rubio bajo la cabeza tratando de encontrar las palabras correctas para arreglar todo ese asunto. No quería que Tony malinterpretara todo, aunque ya lo hacía.

—Yo no quería matarte Anthony, eres el amor de mi vida, jamás hubiera querido hacerte daño pero tenía que detenerte de alguna manera.

—Matándome—afirmo aferrado aún con una risa demasiado cínica y sarcástica como era característico de él.

—No, no. Entiéndelo, no soportaría la idea de verte muerto, aquella vez todo se salió de control, yo... yo nunca lo haría—estaba rendido, no sabía que más decir porque todo eso era cierto—. Era la única manera de detenerte y dejarte fuera de combate, jamás pensé en acabar literalmente contigo.

El silencio se prolongo mientras Stark seguía con la vista pegada al piso, no se convencía de las palabras, no quería creerlas. Mientras debatía en su mente esa situación, había otra parte que seguía doliendo; la preferencia que Steve había tenido hacía Bucky por sobre él.

Un golpe justo en el orgullo. Sus ojos se volvieron a encender llenos de furia mientras que las preguntas salían sin control de su boca.

—¿Que hay de Bucky? ¿Por qué él sobre mi? ¿Sobre la persona que juraste amar eternamente, sobre mi, "tu esposo" Steve?

Empuño sus manos y golpeo repetidas veces el pecho de Steve como si de un saco de box se tratase, apretando sus dientes evitando que las lágrimas salieran, descargando la furia y rabia que había guardado por mucho tiempo.

—Era mi amigo Tony, no podía dejarlo, era el único recuerdo de lo que fue en mi pasado. Me necesitaba, necesitaba mi ayuda—y era cierto, Bucky necesitaba de él, necesitó alguien que lo defendiera y Steve estuvo ahí, como cuando James lo protegía de los bravucones que lo golpeaban por su condición física, ellos dos compartían un lazo especial—. Él siempre estuvo ahí para mi, era justo hacerlo ahora por él.

—¡Asesino a mis padres!—espetó con dolor en su voz— ¡Me lo ocultaste! ¿Como quieres que olvide eso?

—No era él Tony, HYDRA lo estaba controlando, ¿lo entiendes? Tu haz visto todo lo que son capaz de hacer. Bucky ha cambiado con la ayuda de T'challa, Peter puede confirmártelo, ha convivido más con él que conmigo y le quiere como un tío...

—¿Peter ha estado cerca de ese asesino?

—Al parecer más que yo si.

El comentario de Steve sonó como reproche y quedó muy fuera de lugar, aunque quiso contenerse de tocar el tema de Peter, no podía aguantar un segundo más sin saber todo acerca de su pequeño.

A pesar de haber obtenido información por parte de las personas cercanas a su hijo, no había mejor persona para hablar de ese tema que la persona que lo había traído al mundo.

Tony arqueo una ceja indignado por el tono de voz de Steve. Tenía razón el rubio de estar molesto, sin embargo no había culpables más que él.

—No sabía que esperaba a Peter, ni siquiera sabía si aquel experimento con Banner iba a funcionar para poder engendrar al bebe que tanto deseábamos Steve y de haberlo sabido antes, ¿habría echo alguna diferencia?

—¡Por supuesto que la hubiera habido! Jamás hubiera...

—¿Jamas hubieras revelado el secreto? ¿Jamas me hubieras abandonado?

Esta vez su mirada se cristalizó, su voz sonaba rota y amenazaba con soltar su llanto en cualquier momento.

—No, no, Tony, las cosas hubieran sido diferentes, aquel día no pensé lo que hacía, todo sucedió tan rápido. Hubiera hecho todo por hacer las cosas bien, hubiéramos encontrado una solución sin llegar aquella pelea, eres lo más importante en mi vida, tú y Peter lo son.

—No te dije sobre la existencia de Peter por temor a que le hicieras lo mismo que me hiciste, no quería que le hicieras daño y no hablo de daño físico sino emocional. ¿Es muy fácil hacer promesas y luego romperlas, no?

—Jamas le hubiera hecho daño, Anthony. Es mi hijo, de mi propia sangre. ¡Tenía derecho!—su semblante comenzaba a cambiar y la discusión comenzaba a subir de tono.

—¡No merecías nada! ¿No lo entiendes?—se exaltó, a esas alturas, probablemente toda la torre estaba enterada de su calurosa discusión— No quería que rompieras el corazón de mi hijo como lo hiciste conmigo. Él siempre te amo—le confesó—. Sus ojos se iluminaban cuando sonaba tu imponente nombre y yo nunca quise arruinarle la ilusión que tenía de ti, no quería le prometieras ser un padre ejemplar para luego traicionarlo por cualquier otro asunto de tu pasado y terminaras abandonándolo.

—Desde que conocí a Peter lo amé Tony, a pesar de imaginarme que era tuyo y de alguien más pero cuando me entere de la verdad, que Peter era nuestro, me prometí protegerlo de cualquiera que le hiciera daño, inclusive si era yo quien se lo causaba y lo he hecho—las palabras de Steve divagaban por la cabeza de Stark pero su rostro permanecía estoico—. Jamas lo hubiera dañado.

—¿Piensas que voy a creerte después de todo? ¡Por Odin, Steve! ¿No te cansas de mentir? ¿Que hay de Sharon? Ahora estas con la persona que más ha querido destruirnos, jamás escuchaste mis advertencias sobre ella. Mira lo que ha ocurrido por tenerla cerca, ¡casi mata a Peter! ¡Mierda!

—Sharon fue un error y por lo que se, la única noche que pude haber pasado con ella ni siquiera ocurrió.

—¡Por favor Rogers! ¡Tienen un hija!—gritó con la furia atascada en su garganta—. Y me importa una mierda si es tu pareja ahora, la voy a destruir, ¿me escuchas? Le hizo daño a MI hijo.

—¡Peggy no es mi hija!—gritó frustrado y dando un golpe en la pared, se sentía un idiota por haber sido tan ingenuo y haber sido engañado por tanto tiempo— Tu siempre tuviste razón, ella quería destruimos, tenía una obsesión por tenerme pero yo jamás la quise, jamás la toque. Aquella noche, Thor había peleado con Loki y trajo mucho de esa cerveza Asgardiana, sabes que siempre ha sido mi debilidad, es la única que logra derribarme—plantó su vista en la de Tony esperando que el castaño entendiera cada una de sus palabras y borrara esa falsa infidelidad por parte de él, porque a pesar de todo seguían casados, a pesar de todo el amor por Tony jamas se había ido—. Lo único que recuerdo es haber amanecido en la cama de Sharon y un mes después recibir la noticia que sería padre.

Tony analizó sus palabras, de nuevo en su cabeza se abrió un debate tratando de creer las palabras de su esposo, porque el solía conocerlo perfectamente, después de la guerra todo acerca de Steve se había destruido.

Aunque en esa cuestión, sintió la sinceridad entre las palabras de Steve y el dolor que emanaba al dejar en claro que la niña no era su hija, ¿tanto la quería? ¿Incluso más que Peter?

—Te creo, se como te puede llegar a afectar el alcohol Asgardiano.

—No volví a estar con Sharon, jamás tuve intimidad con ella, no podía porque tú siempre estuviste presente en mi mente.

—Eso no cambia nada, Steve. No va a cambiar nada entre tu y yo. ¿Quieres que te perdone?—la mirada de Steve se ilumino por un momento aunque de inmediato fue apagada por las palabras de Tony— Lo haré, no por ti, por...—suspiro al pronunciar su siguiente palabra, no era que no amara que Peter fuera suyo y del Capitán, pero en aquel contexto seguía siendo complicado entre los dos— nuestro hijo.

—Tony...

—No más, no quiero nada de ti—se mantuvo firme, escondiendo el temblor de su voz—. No después de que me destruiste tanto, Steve.

—Yo te amo.

Susurró el Capitán acercándose lentamente al castaño. Acarició su mejilla y vió como Tony cerraba sus ojos tratando de ocultar el dolor que sentía.

Era una situación tan difícil para ambos.

Steve junto la frente de Tony con la suya, el silencio los acompaño por algunos minutos antes de escuchar los sollozos del castaño.

—Me destruiste tanto, Steve—se derrumbó finalmente—. Yo nunca me merecí todo lo que me hiciste, tu prometiste que estarías junto a mi, dijiste que jamas me abandonarías.

El corazón de Steve se rompió un poco más, si es que todavía mas se podía al escuchar las palabras de Tony.

Se había maldecido y seguía haciéndolo internamente por causar tanto dolor en la persona quien era el amor de su vida, porque pudo haber cometido miles de errores pero Tony Stark seguía siendo el único hombre en su corazón.

—Fui un idiota Anthony, siempre lo he sido—le acompaño con lágrimas verdaderas que ayudaron a drenar junto con sus palabras, el arrepentimiento que sentía—. Pero te amo tanto, sigues siendo el único en mi corazón.

Entre sus palabras y las de Tony el silencio volvió a entrometerse dejando una gruesa barrera entre ellos, entre sus sentimientos y entre las palabras tan frías del Hombre de Hierro.

—El odio que siento por ti, es mas fuerte que el amor que alguna vez te tuve, Steve.

Tony lanzó sus palabras como si de una bala se tratase pegando directamente en el corazón del rubio.

Se alejó bruscamente del soldado dejándolo totalmente destrozado y sorprendido.

Le dió la espalda, limpió de inmediato sus lagrimas mientras contemplaba la vista que le ofrecía su gran ventanal de la ciudad de Nueva York.

¿En verdad Tony Stark había dejado a Steve Rogers? ¿En verdad había dejado de amar al único hombre que logró romper la barrera que cubría el corazón del Hombre de Hierro? ¿Había olvidado todo lo que alguna vez sintió por el único hombre que amo?

Verdad o no, una cosa era cierta.

Sabía que había destruido a Steve y esa era la mejor venganza que podía obtener.

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¿Quién sigue leyendo esta cosa tan fea?
Siento que entre más tiempo pasa, escribo mas horrible esta fanfic y ustedes no se merecen esto, les pido mil disculpas.

Btw

¡Muchísimas gracias por la espera!

Desde hace semanas que quería actualizar pero la universidad me tiene vuelta loca enserio.

Sobre la situación de Tony con respecto a lo que vivió en cautiverio con el Tunas, después le contara a Steve lo que vivió, jssjjs.

Xoxo,

L🥀.