Las miradas entre Steve y Tony iban y venían dejando un sepulcral silencio entre los dos y sobre todo una gran incomodidad en la sala donde se encontraban los Vengadores.

Steve se encontraba recargado en la pared, sus brazos estaban cruzados y mantenía su ceño fruncido esperando algún comentario sarcástico por parte de su esposo, aún seguía sin creer que Tony estuviera ahí, vivo y muchos de los vengadores estaban igual de sorprendidos que el soldado.

Por su parte Tony, él se encontraba sentado en un sofa frente a Steve, se sentía cohibido ante la mirada del soldado, aún tenía muchas cosas por gritarle y enfrentar con él pero como lo había dicho, en ese momento tenía otras prioridades. Él solo esperaba impaciente que su hijo despertara para estrecharlo entre sus brazos y decirle que nunca más se alejaría de él.

Amaba tanto a su pequeño que dolió verlo en aquella situación, dolió ver como no había podido protegerlo, dolió que su pequeño tuviera que pasar por lo mismo que había pasado él antes de convertirse en Iron Man y lo que había vivido con Thanos.

Culpó a Steve porque sabía que era su hijo y aún así no había podido evitar que eso sucediera, no había mantenido a salvo a su pequeño.

Bruce salió dando cortos pasos y una pequeña sonrisa en su rostro.

—Él esta despertando.

Tony de inmediato se dirigió donde su hermano de ciencia y un alivió embriago su pecho.

—¿Puedo verlo? ¿Cómo esta? ¡Bruce, necesito verlo!

El científico tomo a su castaño amigo por los hombros trancando de tranquilizarlo. Sabía lo que Tony podía estar sintiendo, después de tanto tiempo alejado de su pequeño lo único que quería era estar a su lado.

—Tony...

Pero Bruce también sabía que todo lo que había vivido su sobrino había sido difícil y Peter se encontraba tan inestable en ese momento, ver a Tony en ese momento era un arma de doble filo. Podría brindarle paz o podría confundirlo y generarle más estrés.

—Por favor...—susurró Tony con una mirada llena de dolor y angustia.

—Esta bien—accedió Bruce y Tony lo estrechó en un gran abrazo para después dirigírsela hacía la puerta que lo separa de su pequeño—. Tony... bienvenido a casa.

Tony volvió a sonreír y soltó un suspiro entrando a la habitación. Bruce le dió una mirada llena de tranquilidad a Steve y el Capitán asintió.

Ese momento era solo de Tony y Peter. Ya habría tiempo para los tres.

(...)

Tony cerró la puerta detrás de él y quedo recargado en ella por unos segundos. Suspiro tratando de hacer encajar todas sus piezas y darle la mejor de las sonrisas a su hijo, lo que Peter necesitaba ahora era paz y nadie más que el podría dársela.

—¿Pops?—reconoció la voz de su pequeño.

Su corazón se aceleró, estaba tan nervioso. Suspiro un par de veces más y salió de la pared que lo dividía de su hijo.

—Hola Pet—su voz fue apenas un susurro.

Peter abrió los ojos y comprendió que ver a Tony no había sido un sueño, en realidad estaba ahí. Su papá estaba ahí frente a él.

—Papá...

Entonces se quebró corriendo a donde se encontraba su pequeño bebe, cuando lo estrecho entre sus brazos supo que todo estaría bien. Había extrañado tanto sentir el calor de su pequeño, había extrañado tanto a su hijo, ¿como es que había podido sobrevivir tanto tiempo alejado de su bebe?

Sintió las lágrimas de Peter mojar su hombro, sollozaba sin control aferrándose a él con fuerza como si de eso dependiera su vida justo como cuando era un pequeño niño e iba a su cama a mitad de la noche luego de una pesadilla.

—Pet... bebe—trato de despegarse de él pero el chico lo atrajo más hacía el, no se sorprendió que tuviera más fuerza que él, total, sabía que la había heredado de Steve.

—N...no te va...yas—hablo entrecortado debido al llanto—. No m...me vuel...vas a dejar por favor.

Su corazón se partió al ver lo frágil y roto que su hijo se miraba. Dolía ver que había sufrido por su culpa, no soportaba ver a su pequeño niño así.

Desde que Peter estaba en su vientre el había prometido que siempre tendría una sonrisa en su rostro e iba a terminar con cada persona que lo hiciera sufrir pero... ¿que hacía si él era quien lo había hecho sufrir?

—No bebe... arañita—se despegó de él con éxito y lo vió a los ojos tratando de calmarlo y que confiara en él—. No me voy a ir, no te volveré a dejar.

El castaño menor asintió aún con miedo. Miedo que fuera solo un sueño porque todo se sentía tan irreal pero a la vez tan real, se estaba volviendo loco.

Luego de unos minutos de su reencuentro, Peter se había tranquilizado y ahora con más calma podía platicar con su padre acerca de lo que habían hecho los últimos años.

—Me estás diciendo que eres un superhéroe—Peter asintió con una sonrisa en su rostro—. Entonces... eres el muchacho arácnido que pelea contra el crimen... ¿el joven araña?

El castaño menor negó sintiéndose ofendido ante las palabras de su padre.

—No, yo soy el hombre araña—afirmó con orgullo.

Stark río asintiendo.

—No creo que lo seas más.

—¿De que hablas?

—Es peligroso Peter, mira donde estas ahora.

—¡No! ¡No! ¡Wow! Realmente la Tía Tasha no mentía cuando decía que si tu hubieras estado aquí serías más dramática y exagerada que ella.

Tony se puso serio, ¿como demonios Natasha había podido dejar a Peter exponerse de tal manera?

—De Natasha me encargaré mas tarde. Ahora, jovencito, hablemos de los peligros que te trae él ser el hombre araña.

—Peter lo hace perfecto, Tony. Lo he visto pelear. Es tan impulsivo y valiente como tú. Realmente nació para ser un superhéroe.

Debido a la discusión que padre e hijo tenían en ese momento, no se habían percatado que Steve había entrado momentos antes a la habitación escuchando la conversación de Peter siendo un superhéroe.

—¿Tu también lo sabías?—Tony rodó los ojos con molestia. Steve asintió— ¿Y por qué no hiciste nada para detenerlo Steven?

Steve se enterneció el ver como Tony se comportaba tan protector con su hijo, realmente Peter significaba todo para él. Lo vió desde que entró a la habitación y se percató de la mirada llena de devoción que Tony le daba a Peter y viceversa.

—No tenía la suficiente autoridad. No era como si hubiera sabido que era... mi hijo, Tony—dijo lo último con inseguridad.

Porque él seguía pensando que Peter no sabía nada sobre su relación parental.

—¡Basta!—gritó Peter al ver como sus padres se acercaban peligrosamente tratando de pelear.

Realmente Peter no sabía que así era la historia de sus padres, peleas y discusiones la mayor parte del tiempo, claro, antes lo hacían con gusto, terminaban reconciliándose en la habitación que ambos compartían ahora eso solo era un recuerdo y ya. No había manera de que algo entre ellos volviera a pasar.

—Lo siento—se disculpó Steve cabizbajo—. Me alegra que estes bien, Peter.

—Tu eres mi papá—soltó de pronto Peter sin siquiera pensarlo pero es que era tanta la desesperación. Steve lo miró totalmente sorprendido sin decir palabra alguna—. No estoy molesto, solo necesito explicaciones, ¿tienen idea de cuanto me afecto estar sin ustedes?

Tony apretó sus puños mientras cerraba sus ojos. Culpa, nuevamente. Tembló una vez más producto de la ansiedad que le recorría su cuerpo.

—Lo soy—asintió Steve regalándole una pequeña sonrisa.

—¿Por qué no lo habías dicho antes? ¿Acaso te avergonzabas de mi?

Steve lo miró perplejo, ¿de dónde sacaba Peter esas ideas? Si hay alguien que estuviera más orgulloso de que Peter fuera su hijo era él.

Peter era todo lo que siempre quiso tener con Tony, un hijo adorable, inteligente, noble, hermoso y sobre todo valiente.

Tony, por mas que odiara a Steve en ese momento, sabía que el rubio jamás podría odiar a Peter. Lo noto desde que vió a Steve tan angustiado por el paradero de su hijo.

Steve y el podrían odiarse a muerte pero Stark sabía que a Peter, a su hijo, de los dos, ambos lo amaban con todas sus fuerzas. Lo sintió y vió el lazo tan fuerte que Peter y Steve tenían.

—No, no—negó con rapidez—. Jamás lo haría. Pet, ¿como siquiera piensas eso? Cariño, tu eres todo lo que...—vió a Tony y este asintió para que siguiera. El castaño y él debían admitir que Peter era lo único bueno que había resultado de su relación— eres todo lo que Tony y yo soñamos alguna vez, Pet. Tu eres nuestro hijo y te amamos cariño.

—Entonces, si lo sabías, si sabias que eras mi padre, ¿Por qué jamas lo dijiste?—Peter jugo con sus dedos manteniendo la cabeza gacha.

—Porque cuando lo supe tu no querías verme, ¿recuerdas?

Tony se interesó en esa conversación y a la vez sentía que debía darle un espacio a Steve para que hablara con Peter. Quiso irse de ahí y darles su espacio, estaba caminando hacía la puerta pero Steve lo detuvo con su voz.

—Quédate—Tony asintió en silencio y volvió a recargarse en la pared—. Peter tenía miedo de que me rechazaras, pensé que ibas a odiarme aún más. Cuando lo supe inmediatamente volví para estar cerca de ti, querí... quiero recuperar todo el tiempo contigo.

Peter le sonrió entre lagrimas. Las palabras de su "pops" sonaban tan sinceras y reales que fue lo único que quiso escuchar y lo único que debía creer.

—Cuando me llevaron con ellos, cuando desperté pensé que no irías Pops—el más joven le dió una mirada triste—. Pensé que no te importaba.

—¡Por Odin! Peter, no. Nunca pienses eso cariño.

Steve se acerco a su hijo bajo la atenta mirada de Stark sobre él. Tomo las manos del castaño entre las suyas, lo miró para que el adolescente sintiera todo el amor que sentía por el.

A pesar de que Peter fuera un adolescente de 18 años, seguía teniendo esa alma tan pura e inocente, seguía siendo un niño frágil que necesitaba a sus padres junto a él. Necesitaba un abrazo para sentirse tranquilo, en casa.

—Ella me lo dijo.

—¿Ella?

Steve y Tony fruncieron el ceño hablado al mismo tiempo.

—Sharon Carter.

A Steve se le corto la respiración y Tony sintió la furia recorrer su cuerpo.

Desde que Sharon había parecido en su vida, Tony siempre la odio. Él no era un hipócrita ni mucho menos una mustia, Tony Stark no se manejaba así, el prefería ser directo y no dudo en serlo cuando conoció a la sobrina de Peggy.

La había odiado por poner los ojos en Steve, la odio por querer desacreditarlo contra Steve en cada momento que podía, la odio por la inseguridad que ella le brindaba ante los comentarios llenos de cizaña que hacía para provocarlo y sembrar desconfianza contra Steve. Y demonios que la seguía odiando por seguir atacando a su familia, la odiaba por haberse metido con su hijo.

—¿Que más te dijo Peter?

—Ella me dijo que nunca me habías querido, que solo era un experimento, que no era como Peggy.

El hombre de hierro apretó sus puños con tanta fuerza a tal grado de que estos se tornaron blancos.

Iba a terminar con ella. Iba hacerle pagar por todo lo que le había hecho a su pequeño Stark.

—Peter, Peggy y tu son lo más importante para mi, ambos, de una forma u otra son mis hijos.

El rubio atrapo en un abrazo a su pequeño hijo mientras le besaba la coronilla y Peter escondió su rostro entre el pecho de su padre.

Tony se quedó perplejo ante escuchar <<Peggy>> e <<hijos>>.

El Capitán había tenido una hija, menuda sorpresa. Una razón más para odiarlo.

Steve al soltar la confesión indirectamente ante Tony de que tenía otra hija, sabía que había sido algo nada agradable para su castaño porque la mirada que el hombre de hierro le había dado había sido tan malditamente dolorosa.

Cuando Tony pensaba en perdonar aunque sea un poco Steve lo decepcionaba cada vez más.

Había una nueva razón para que Tony Stark se sintiera traicionado.

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¡Hola, he vuelto! ¡YAY!

Casi 2060 palabras ¡Wow!

Capítulo largo porque tenía mucho sin actualizar.

NOTA. Steve y Tony si están casados. Y si Steve volvió a "casarse" con Sharon pues todo fue falso.

Si les gusta Spideypool, en mi perfil tengo una fanfic llamada "El Mal Querer".

Xoxo,

L🥀.