Los días posteriores al encuentro con Wade y la noche que estuvo consolando a su hijo, Steve se mantuvo a distancia. Estaba más que comprobado que su hijo había heredado el orgullo de su marido, por lo tanto sabía que debía mantener distancia.

Por las mañanas desayunaban juntos y tímidamente Peter le contestaba su saludo de buenos días, pensaba que tal vez el muchacho aún lo odiaba pero no era así, el castaño se sentía avergonzado pues después de lo que había pasado con el Capitán, el hombre había estado ahí para escucharlo, darle paz y tranquilidad.

No sabía como retractarse o siquiera empezar una conversación para empezar a disminuir la distancia que había entre ellos.

Y el Capitán no pensaba decirle de golpe que con quien trataba era la otra persona de quien había heredado sus genes. Sentía le necesidad de arreglar el sentimiento erróneo que Peter tenía para con su otro padre quien era él, pero antes debía arreglar y aclarar las cosas de la Guerra Civil.

Necesitaba el perdón de Peter.

Fue entonces cuando ambos, como Padre e hijo, como Steve era y como Peter lo había heredado de él, se armaron de valentía para tomar la palabra, no podían estar viviendo en la misma Torre y seguir con aquella frialdad.

—Peter.

—Steve.

Sus voces se mezclaron.

Steve sintió un pinchazo en el pecho al escuchar como su hijo lo llamaba por su nombre, deseaba que alguna vez, le dijera Papá o tal vez ese apodo que significaba lo mismo Pops, no porque lo admirara sino porque sabía la verdad, sabía de quien se trataba.

Steve quería que Peter supiera que él era su hijo.

Sus miradas seguían puestas el uno del otro, el primero en bajarla fue su hijo. Entonces supo que estaba, de algún modo, cediéndole la palabra.

—Peter, yo...—trago saliva, había ensayado miles de veces el discurso que iba a decirle a su hijo para buscar su perdón pero en ese preciso momento toda razón se había escapado. No sentía que debía seguir un maldito discurso ensayado, las palabras debían salir de su corazón. ¡Demonios! Era su hijo de quien se hablaba—, se que me equivoque, herí a tu padre de la peor manera, no solo físicamente sino sentimentalmente también, lo destroce, lo ví ese día en sus ojos—Peter no tenía idea porque el Capitán involucraba los sentimientos, todavía había partes de la vida de su difunto padre que no conocía—. Peter, ese día no sabía que era la correcto, tenía que ayudar a mi amigo Barnes, él quien me ayudo en mi adolescencia cuando era un desafortunado muchacho víctima de muchos hombres quienes solo buscaban golpearme y burlarse de mi y...

—¿Y mi padre? ¿Quién era para usted mi padre Capitán? ¿Por que no lo eligió a él?

Sintió como su corazón se acelero al sentir las furiosas palabras de Peter salir disparadas. No había duda que su muchacho había heredado su valentía y el carácter tan atrevido de Tony.

Steve sabía que no podía decir todo ahora, al menos no soltarlo de golpe, entonces comenzaría despacio, poco a poco iría acercando al castaño hacía la verdad.

—Tony y yo no concordábamos en muchas cosas. Desde que nos conocimos las peleas entre nosotros se volvieron costumbre pero poco a poco supimos como llevar nuestra relación—carraspeó esperando no ser muy obvio—. Pet, la cuestión es, tu Padre y yo no coincidíamos en los acuerdos, los dos queríamos hacer el bien desde diferentes perspectivas. Íbamos a lograrlo pero me equivoque y lo pagué caro Pet.

La voz de Steve perdía firmeza. Tener a su hijo frente a el y relatar mas a fondo sus sentimientos de aquel frío día era sumamente doloroso.

—¿Por qué esta tan interesado en que yo lo perdone? ¿Piensa de alguna forma que consiguiéndolo disminuirá el dolor que le causo a mi padre? Le recuerdo que él ya no esta aquí. Yo no soy él—sostuvo en un momento su mirada con la del Capitán, Steve entendió muchas cosas—. A él era a quien debía pedirle perdón.

—Peter...

—Todo bien Capitán, no tiene porque preocuparse—sonrió tan ligero que pareció mas una mueca puesta en su rostro. Tenía todo el dolor en su pecho por Wade que no quería ni podía sumarle la discusión y los asuntos que no le pertenecían en el pasado de su padre—. Le repitió, no soy yo del que debe obtener perdón y lamento si esto suena cruel. Hay cosas en el pasado de mi padre que aún son un misterio para mi y... lo que paso entre ustedes no me involucra para nada.

—Peter, tu si eres importante en esto. No quiero que me odies porque tú...

Steve quiso decirle lo contrario. El rubio quiso decirle que todo lo que hubo entre Tony y él, lo involucraba también a él, porque era parte de su amor, porque era su hijo pero no pudo.

Al fin de cuentas no era tan valiente.

—¿Por qué yo....?

—Perdón, aún no...

El castaño quiso indagar pero de inmediato se dio cuenta que el rubio no pensaba ceder.

—No lo odio, no podría—se encogió de hombros frunciendo los labios—. Hay una parte que aún no logro entender de todo esto y rencor por usted Capitán, no puedo sentir.

Dio unos pequeños pasos y lo tomo por los hombros, la diferencia de altura era más que obvia pero no impidió que Peter pudiera transmitirle la certeza de sus palabras a Steve.

—Tony estaría muy orgulloso de ti Pet.

El Capitán sonrió sosteniendo sus lágrimas, ver a su hijo hablar como todo un mayor lo hacía sentir nostálgico, especialmente por recordar todo lo que se había perdido junto a su esposo por verlo crecer.

Envolvió a Peter en sus brazos y por fin sintió el calor del hogar que hace años no sentía por estar lejos de Tony. Sabía que todo estaría bien.

El celular los interrumpió; Wade.

Tenía días llamando pero Peter no quería contestar. No sabía que tanto podría soportar ante las palabras de Wade pidiendo su perdón.

—Pensé que le quedaría claro la ultima vez que hablamos—dijo Steve despegandose de Peter y tomando de su vaso de agua.

—¿Hablaste con él?—volteó Peter bloqueando el celular.

—No iba a quedarme de brazos cruzados. Es enserio cuando digo que me importas Peter y no quiero que alguien te dañe.

—Suenes igual que mi padre Tony cuando aún era pequeño y solía decirme que quería protegerme de todo.

—Tal vez el objetivo de Tony y el mío es el mismo—abrazo a Peter revoloteando sus cabellos y haciendo sonreír al castaño.

(...)

Después de la plática con Peter, Steve se sintió más tranquilo.

Esa plática con él había reconfortado y de alguna manera, reconstruido la relación padre-hijo.

Quería pasar ese día con sus hijos. Quería que Peggy y Peter se conocieran un poco más, por lo cual había decidido ir de imprevisto por su pequeña hija.

Llego a su pequeño hogar en Washington, estaciono el auto una calle atrás puesto que su lugar era ocupado por otro auto.

Frunció el ceño y se mantuvo alerta. Camino sigiloso y se posicionó justo en la ventana de la cocina.

Pudo ver a un hombre cargando a su hija y Sharon se notaba molesta.

Se acercó un poco más y fue entonces cuando pudo escuchar toda la conversación que la mujer mantenía con el hombre.

—Desde que Steve se entero de la verdad de ese bastardo, se le ha olvidado que tiene una familia. No se porque tanto amor por ese mocoso.

El hombre rodó los ojos y suspiró.

—Tú sabes porque Sharon. Peter es hijo del amor de su vida, a quien realmente el amo.

La rubia lo miró furiosa pues era cierto. Ella jamás pudo tener el amor de Steve, no como Tony e incluso su tía Peggy lo habían tenido.

—Él también tiene una hija aquí—dijo segura.

El hombre la miró furioso, estaba harto de escuchar a la mujer que tanto amaba despreciarlo como hombre y como padre de la pequeña, que ni siquiera tenía idea de quien era, simplemente lo llamaba como tío.

Se había cansado de ser manipulado.

La tomo del brazo con brusquedad alejandose de la pequeña rubia. Steve se alarmó al instante pero antes de que pudiera entrar el hombre soltó unas palabras que lo dejaron helado.

—¿Hasta cuando Sharon? ¿Hasta cuando piensas seguir tus mentiras? ¡No quiero ocultarme más, carajo! ¡Yo soy el padre de esa niña no ese idiota!—gritó con enojo.

La rubia rió.

—¡Vaya! Hasta que sacas algo de carácter—río mas fuerte—. A ver cariño, parece que algo no te ha quedado claro aquí, tú vas a seguir siendo mi marioneta porque me amas y amas a la niña, vas a seguir haciendo lo que yo te diga, ¿entendido? Este juego no puede acabar—dijo tomándolo de los hombros—, ¿tu quieres que sea feliz, no?

—¡Basta Sharon! No pienso seguir más así, ya no me importa si no me amas, solo quiero que Peggy sepa la verdad, que sepa que yo soy su verdadero padre.

—Cariño—lo dijo con más tranquilidad—, es tu ultima oportunidad.

—No, es la tuya, voy a proceder legalmente Sharon.

La rubia lo miro furiosa, no creía que Erick, tan lindo y callado, ahora estuviera revelandose contra ella. Él siempre fue alguien tan dócil y manipulable, era casi inaudito que ahora estuviera tomando una actitud rebelde.

Quiso hablar y amenazarlo pero la voz y figura imponente de Steve se habían hecho presentes en la habitación.

—¿Es cierto lo que dice Sharon?—el Capitán se moraba dolido y furioso, las lágrimas estaban en sus ojos— ¿Peggy no es mi hija?

La rubia se había puesto pálida. Sus mentiras habían sido descubiertas y no había marcha atrás.

—¿Papi?—la voz de Peggy se escucho interrumpiendo la discusión y atrayendo la mirada de los adultos

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PINCHE GOBIERNO PUTO. Aún no nos han dado el trailer de Avengers 😭.

Por otro lado gracias por seguir apoyando esta historia, las amo❣️

Voten y comenten.

Xoxo.

L🥀.