Capítulo 12. "Podemos ser amigos."
Peter despertó al día siguiente con una sensación extraña en su pecho. Toda la noche había sentido los brazos de alguien rodearlo y se sintió protegido de algún modo.
Extrañaba esa sensación. Solo la había sentido cuando Tony seguía vivo. Quiso volver a los tiempos de cuando tan solo era un pequeño e inocente niño. Quería volver a sentirse querido por su padre.
Como si estuviera en los tiempos de su niñez, se levanto de la cama de su padre y camino descalzo hasta el comedor, aún tallando sus ojos.
Natasha lo miró y sonrió con ternura, su pequeño había crecido pero seguía irradiando ternura y provocaba que quisiera abrazarlo y comérselo a besos como solía hacerlo cuando tan solo era un bebe de mejillas regordetas.
—Cariño, es muy inusual de tu parte despertar tan tarde, comenzaba a preocuparme, ¿saliste a patrullar anoche?
Peter negó llegando hasta su tía y saludándola con un beso en la mejilla. Natasha arqueó una ceja, parecía como si el Peter de 5 años volviera de pronto.
—Ayer dormí en la habitación de papá—Natasha se alarmó, ¿como era que Peter...? Y entonces recordó que cuando Peter se sentía abrumado iba a lo de Tony para sentir de cierta forma aquel cariño paternal—. Sentí como si él estuviera ahí, ¿sabes? Llámame loco o algo por el estilo, pero sentí unos brazos alrededor de mi toda la noche y no me molestaron. Sentí como cuando era un niño e iba con papá a que me consolara por las pesadillas que tenía. Sin embargo, cuando desperté... su lado estaba vacío y frío. Realmente pensé por un momento que papá estuvo ahí conmigo.
Los ojos de Peter se aguaron y Natasha se acercó para abrazarlo.
Por la cabeza de la pelirroja pasó una idea, un nombre más bien; Steve. Él tenía que haber sido.
—Yo se que lo extrañas, Pet, pero escucha—la espía de SHIELD, tomó a su sobrino-hijo por ambos costados de la cabeza y lo miro a los ojos mientras limpiaba con sus pulgares las lagrimas del castaño—, se que Tony jamás hubiera querido dejarte solo y si lo sentiste es porque así fue. Te creó Peter y se que aún lo necesitas pero, amor, hay muchas más personas que merecen tu amor. No seas tan duro con ellas.
Aunque no le agradaba la presencia de Steve, tenía que estar de acuerdo que al final de cuentas, bueno o malo, era su padre y Peter merecía saberlo algún día.
Peter asintió sin entender muy bien sus palabras, es decir, no odiaba a nadie. Él no era así. Sentía rencor hacía Steve pero hasta ahí.
Comió su cereal justo como de niño y platico toda la mañana con su tía, al parecer todo estaba yendo bien.
Emocionalmente se sentía tranquilo y no esperaba por ver a su lindo novio y dejarse amar y consentir por él.
(...)
Loki, Thor y Fenrir habían regresado a Asgard unos días atrás.
La preocupación de Loki por Matt aumentaba cada día más, la incertidumbre del saber que en cualquier momento su hijo estaría con el corazón destrozado por culpa de un idiota lo llenaba de rabia.
No se lo había comentado a Thor, como siempre era experto en ocultar secretos y si le decía a su marido, estaba seguro que el rubio no dudaría en regresar a Midgard y ser capaz de cometer una locura en contra de Frank. No era una mala idea pero aquella salida sería demasiado fácil, el quería más.
Si se atrevía a lastimar a su hijo, si el miraba una sola lágrima corriendo por las mejillas de su pequeño, lo iba a torturar, no físicamente no... iría más allá.
—¿Papá?—escuchó a su hijo llegar hasta él. Le dedico una sonrisa pero sabía que a Fenrir, ni siendo el Dios de las Mentiras podría engañarlo, era tan astuto como él— ¿Vas a contarme que pasa? Se cuando algo va mal contigo.
Loki cerró los ojos tomando el puente de su nariz y suspirando con pesadez.
Fenrir era tan inteligente y astuto como él, si bien, era igual de impulsivo que su padre Thor.
Matt y Fenrir siempre se llevaron bien, desde que llegaron a la tierra y vieron al pequeño chico, el pelirrojo se encariñó con Fenrir y viceversa. Se habían tomado cariño desde el principio y por eso Loki supo que lo quería en su familia.
No solo eso, cuando Fury había comentado sobre el padre de Matt y después como un tal Stick lo había entrando casi como un arma, quiso darle todo el cariño que Murdock se merecía, el había prometido cuidar a ese pequeño e indefenso niño que tanto había sufrido.
No hubo distinción alguna entre ambos niños, Thor y él los quisieron por igual y estaban más que de acuerdo que Matt podía tomar el trono, sin embargo el pelirrojo declinó esa opción. Él había elegido vivir en Midgard y estudiar una carrera universitaria, vivir como un humano y dejar su puesto como príncipe y futuro Rey por una vida normal.
—No puedo engañarte a ti mi pequeño lobito—Fenrir rio bajo al escuchar el apodo que su padre le decía desde pequeño—. Te diré si prometes no hacer algo imprudente y por supuesto, no decirle a tu padre, al menos no por ahora.
—Tienes mi palabra, padre—asintió Fenrir.
—Es Matt.
El rostro de Fenrir cambió de inmediato. Para que su padre se mantuviera tan serio y ocultando información a su padre Thor seguro era algo malo.
—¿Pasa algo con mi hermano?—Fenrir se alteró, apretó su mandíbula y Loki se dio cuenta que estaba conteniendo las ganas de explotar de furia ahí mismo.
—No quiero que te metas en esto hijo. Es algo que yo arreglare.
—¿Arreglar que?—Thor entro con una sonrisa que se borro al instante al ver la situación.
Loki cerro los ojos debido a la frustración. Estaba a punto de inventar alguna mentira para evitar que la situación se saliera de control pero uno de los empleados del palacio los interrumpió.
Heimdall necesitaba la presencia de Loki y eso solo significaba una cosa. Matt.
(...)
Peter se había empeñado en arreglarse para verse lindo ese día, solo para Wade. Era una linda tarde y deseaba pasear por Central Park tomado de la mando de su novio, solo esperaba que no hubiera algún reportero por ahí tratando se saber con quien gastaba su tiempo el heredero del imperio Stark, porque aun no había hablado con su tía Natasha de su novio mayor.
Cuando salió, en la cocina, pudo observar una pequeña niña de cabello rubio. Frunció el ceño, ¿de donde había salido ella?
Detrás de la pequeña observo al Capitán, fregando los trastes sucios.
—Papi, termine—la dulce voz de la niña atrapó la atención de Steve y este sonrió asintiendo mientras iba por el plato y le daba un beso en la coronilla a la pequeña.
—¿Por que no vas a ver tele cielo? Te alcanzo ahorita.
—¿Podemos ir a ese bonito y enorme parque al centro de la ciudad?
Steve se lo pensó pero finalmente accedió. Era momento de recompensar en Peggy las semanas de ausencia.
—Esta bien pequeña. Ve por tus cosas.
Peter se encamino hasta las habitaciones y la niña lo vió, no dudo en seguirlo.
—Hola, soy Peggy—se presentó con una sonrisa y un tono de voz adorable—. ¿Quien eres tu?
Peter parecía espantado. La observó y comprendió que ella era la hija del Capitán.
—Soy Peter—respondió con dificultad—. ¿Que haces aquí?
Trato de sonar lo menos hostil que pudo, pero en situaciones que le incomodaban o no eran de su agrado, podía llegar a tomar la postura fría de un Stark.
—Tenía ganas de ver a mi papi y el me trajo aquí. Mami esta muy molesta con el dice que debería dejar al bastardo—Peter frunció el ceño y Peggy se encogió de hombros—. No te preocupes yo tampoco se el significado de esa palabra. Podemos ser amigos, si quieres.
Peter sonrió ante la inocencia de la niña. Asintió.
—Me agradaría.
Poco a poco dejaba de sentir aquellos celos por la pequeña, era muy tierna y era totalmente absurdo sentir eso por una nena. Además, ¿que ganaba con eso? Ella era hija biológica del Capitán obviamente iba a estar por encima de él. Steve Rogers jamás lo vería como algo más o seguramente se cansaría de él. A pesar de que Peggy fuera hija de Steve, había algo en ella que no encajaba, tal vez se parece a su madre pensó.
—Peggy—la voz del Capitán se escucho por el pasillo.
—Papi me esta buscando, debo irme.
—Oh aquí estas pequeña—dijo el hombre desde afuera—. Hola Peter—saludo el Capitán con esperanzas de que el chico le dedicara al menos una sonrisa.
—Adios Peter.
Peggy lo abrazo y a Steve le gusto esa escena. Sus dos hijos estaban ahí sin saber que eran hermanos.
—¿Quieres acompañarnos Pet?—dijo Steve antes de salir tomando a Peggy de la mano.
—Voy a salir con Wade, gracias—respondió tratando de no sonar tan cortante.
—Esta bien... solo cuídate.
(...)
Matt llego a su departamento después de casi gritarle a Foggy que estaba bien y que necesitaba estar solo.
Cerró la puerta de un rudo movimiento y comenzó a golpear distintas cosas a su alrededor, quiere desquitar su coraje pero siente que no es suficiente todo lo que hace.
Las incontrolables ganas de llorar siguen ahí, el nudo en su garganta es fuerte y rendido cayó al suelo descargando entre sollozos lo frustrado y roto que se siente.
No había sido culpa de Karen, ella también fue víctima de la situación. El único con culpa ahí era el mentiroso de Frank.
Matt nunca fue débil, había sido entrenado hasta para ocultar sus sentimientos pero esta vez no había podido.
Se había enamorado de verdad y había perdido.
—Rojo, abre por favor—la voz quebrada de Frank insistió para que abriera la puerta.
Matt estaba indispuesto. No quería verlo, no ahora.
—¡Lárgate Frank!—gritó el pelirrojo— Ve a jugar a la familia feliz o algo por el estilo pero a mi déjame en paz.
—Rojo, déjame explicarte por favor.
Matt no contestó. Solo sus sollozos fueron los que se escucharon haciendo a Frank sentirse una mierda.
Y al final de todo si la había cagado.
(...)
Loki observo toda la escena gracias a Heimdall.
Thor y Fenrir mantenían sus rostros llenos de furia.
El pelinegro gritó lleno de frustración y rabia haciendo que ciertas cosas salieran disparadas.
Frank iba a sufrir las consecuencias.
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Peggy y Steve en multimedia.
Me tarde mucho menos bbs.
Estoy tan estresada por la uni, que la única forma de desestresarme es escribiendo.
Para quien quería que Peter y Peggy se conocieran.
Pásense por mi perfil y encontraran una novela Cherik a quien le guste esa pareja.
Voten y comenten.
Xoxo.
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